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MODULO_V_-PROMOCION_DE_LA_SALUD

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MODULO V: PROMOCIÓN DE LA SALUD.
· PROMOCION DE LA SALUD
	La promoción de la salud es una de las funciones esenciales de la salud pública. 
 Entendemos por Promoción de la Salud (PS), como todas las actividades dirigidas a promover la vida de las personas, familia y comunidad. 
	El equipo de enfermería aboga por intervenciones de PS efectivas, oportunas y significativas para la experiencia de vida de las personas.
	Valorando el impacto de las mismas, siempre que se cuente con personal 
Idóneo capaz de valorar lo que va a enseñar y como lo hará.
	La PS se centra para el autocuidado cotidiano en salud personal, familiar y comunitaria al propio sujeto.
	Desde nuestra área disciplinar la aplicación del Proceso Enfermero(PE), promueve el abordaje sistemático y sistémico. ; identificando las necesidades educativas del sujeto comunitario, desde el primer momento de la valoración.
	Hasta hace poco la PS distribuía información sobre salud, tratando de llegar a la comunidad, lo que incrementará su conocimiento, y logrando cambiar actitudes y conductas para el autocuidado.
	Sin embargo esta educación normativa y vertical, no es efectiva, por lo que la perspectiva de PS debió cambiar; ejecutando acciones en diferentes niveles de la sociedad, como educación, formación, investigación, legislación y coordinación de políticas y desarrollo comunitario.
	La prevención se extiende a todas aquellas acciones tendientes a lograr que el hombre pueda alcanzar el máximo de sus potencialidades de acuerdo a su carga genética. El sistema psico-biológico humano, el sistema social y el ambiente deben encontrarse en equilibrio para que el hombre goce de buena salud. Cualquier cambio en este sistema, provoca un desorden capaz de conducirlo a la enfermedad.[footnoteRef:1] [1: “Enfermería Comunitaria: Una contribución a la salud Colectiva” Jacquier, Margarita-Dos santos luisa.2011
Posadas, Argentina.
] 
	En la década del 80, se comienza a desarrollar un nuevo concepto de PS, amparado en los cambios sociales y medio ambientales como forma de lograr estilos de vida saludables, para alcanzar un equilibrio entre las medidas dirigidas al individuo y la acción colectiva.
	Un hecho trascendental, fue la conferencia que se realizó en Ottawa “dando medidas prácticas en este campo las mismas se pueden resumir en:
· Entender la promoción como el proceso que consiste, en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer un mayor control de los determinantes sociales.
· Crear entornos saludables.
· Desarrollar capacidades personales, que vallan más allá de la información de manera que permitan al individuo tomar medidas tendientes a promover su salud.
· Reorientar los servicios de salud de forma que giren en torno a las necesidades del individuo como un todo.
	La quinta conferencia mundial de PS se apoyó en 4 conferencias precedentes en este Tema:
· Iniciativa en pro de una nueva acción de salud pública, Ottawa 1986.
· Políticas públicas favorables a la salud, Adelaida 1988.
· Entornos propicios para la saludables, Sundsvall 1991.
· Nueva era, nuevos actores: adaptar la promoción de la salud al siglo XXI, Yakarta 1997.
La quinta conferencia establece 5 prioridades:
· Promover la responsabilidad social por la salud. 
· Ampliar la capacidad de las comunidades y empoderar al individuo.
· Consolidar y ampliar las alianzas en pro de la salud.
· Aumentar las inversiones en el desarrollo de la salud.
· Asegurar una infraestructura necesaria para la promoción de la salud.
· Promover la salud o prevenir enfermedades.
	La promoción y la prevención tienen particularidades comunes y distintas a la vez, que ayudan a entender como procesos complementarios y no opuestos.
	La PS fortalece la salud buscando mayor bienestar, promoviendo estilos de vida más saludables. En tanto la prevención, se orienta a evitar daños o anticiparse a problemas específicos de salud, y evitar discapacidades.
	Las acciones de prevención están referidas a evitar un posible daño a la salud, orientadas, tomando medidas para evitar daño y proteger la salud.
	La PS se enfoca en los factores protectores de la salud (aire puro, agua segura, actividad física, etc.)
	La recomendación es valorar antes de promover, lo que implica conocer los comportamientos, creencias, actitudes y saberes, que la población tiene sobre la salud.
	 En el ámbito de la enfermería comunitaria, un modo de valorar sistemáticamente es seguir las recomendaciones del concejo Nacional de enfermería (CIE) .Que unifica el lenguaje de enfermería para recoger datos y poder construir diagnósticos enfermero.
	La adopción de este lenguaje permite estandarizar los cuidados, registrarlos y crear una base de datos que permita avanzar en la Investigación Enfermera, en un área aun poca desarrollada.
 Cuadro comparativo Promoción de salud-Prevención de enfermedad:
	 
 Rasgo
	 
 Promoción de la Salud
	
Prevención de la Enfermedad.
	Constructo que 
Respalda.
	 Salud
	Enfermedad
	Tipo de acciones
	Pro-activas
	Reactivas
	Objeto de las acciones
	Inespecífico
	Especifico
	Énfasis en
	Factores protectores de salud
	Factores de riesgo
	Esfera de las acciones
	Vivienda lugares de trabajo, estudio, recreación.
	Servicios de salud
	Actores sociales
 implicados
	Intersectorial, amplio, educación, economía,
Agricultura, saneamiento.
	Equipo de salud
	Universo
	Población en general
	Grupos específicos de
Población
	Modelo de 
intervención
	Participativo, centrado en el 
Autocuidado.
	Pasivo, intervencionista.
 Antecedentes de la Promoción de la Salud en el siglo pasado 
	La historia más reciente que antecedió a la renovación de principios y la construcción teórico-práctica de la PS, se inicia precisamente con Henry Sigerist, uno de los más brillantes salubristas de todos los tiempos y que concibió las cuatro funciones de la medicina así:
 • La promoción de la salud, 
 • La prevención de la enfermedad,
 • La restauración del enfermo, y la Rehabilitación.
	Fue el primero en usar el término de PS para referirse a las acciones basadas en la educación sanitaria, por un lado, y a las acciones del Estado para mejorar las condiciones de vida, por el otro. 
El Programa de Salud propuesto por Sigerist consiste en: 
· Educación libre para toda la población, incluyendo educación en salud.
· Mejores condiciones posibles de trabajo y de vida para la gente. 
· Mejores medios de -recreación y descanso. 
· Un sistema de instituciones de salud y de personal médico accesible para todo el mundo, responsable por la salud de la población, listo y capaz de aconsejar y ayudar a mantener la salud y a su restauración, cuando la prevención ha fallado" 
· Centros médicos de investigación y capacitación. 
A Sigerist se le puede considerar también corno el precursor de las "Escuelas Saludables" cuando dice: "la escuela es una de las instituciones más importantes de salud pública". 
	Su influencia se mantiene aún en los círculos más prestigiosos de formación y discusión de la salud pública. 
	Otro nombre importante de este siglo es el de Thomas McKeon, quien documentó científicamente los hechos que prueban que la reducción de la mortalidad en Inglaterra después de 1840, se debió en mucho mayor proporción al desarrollo económico, a una mejor nutrición y a los cambios favorables en el nivel de vida de los ingleses y no, a las intervenciones de tipo médico. 
	En sus propias palabras: _"El progreso de la salud en los tres últimos siglos se debió esencialmente al suministro de alimentos, la protección contra los accidentes y la limitación del número de individuos; la ciencia médica y los servicios aportaron una importante contribución al control de los riesgos, pero un control limitado, por medio de la inmunización y el tratamiento ... para reconocer que la mejoría de la salud probablemente llegue en el futuro, como en el pasado, de la modificación de las condiciones que llevan a la enfermedadmás que de la intervención en el mecanismo de la enfermedad después que se ha presentado" (McKeon 1982)"
	En América Latina, son dignas de mención las corrientes de medicina social y de "epidemiología social" en las décadas 60 y 70, que hicieron importantes cuestionamientos críticos a la teoría y práctica de la salud pública, y que contaron con grandes pensadores de la salud pública, especialmente en Ecuador, México y Brasil (Nunes 1983). 
· Conferencias Mundiales de Promoción de la Salud: desde Ottawa hasta Helsinki
	Desde la primera Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, celebrada en Ottawa, Canadá en 1986, y donde se establecieron las áreas de acción prioritarias sobre las que se considera necesario incidir para mejorar la salud de los individuos y de las poblaciones (recogidas en la Carta de Ottawa), se han desarrollado numerosas políticas y estrategias orientadas a capacitar a las personas para que aumenten el control sobre su salud y la mejoren.
	Las posteriores Conferencias Mundiales, celebradas en Adelaida (1988), Sundsvall (1991), Jakarta (1997), Ciudad de México, Bangkok (2005) y Nairobi (2009), han promovido un marco de actuación basado en la elaboración de políticas públicas saludables, la creación de ambientes favorecedores de la salud, el desarrollo de habilidades personales, el refuerzo de la acción comunitaria y la reorientación de los servicios hacia la salud.
	Así, en la Declaración de Adelaida (1988) se hace hincapié en la necesidad de establecer políticas públicas favorables a la salud y se pone de relieve la necesidad de evaluar las repercusiones de las decisiones políticas en la salud, señalando que “los gobiernos y todas las otras entidades que ejercen el control sobre los recursos son responsables ante su gente de las consecuencias para la salud de sus políticas, o de la ausencia de políticas”.
	Años más tarde, la Conferencia de Sundswall (1991) permitió identificar numerosos ejemplos y planteamientos para crear ambientes favorables a la salud que pudieran ser utilizados por los responsables políticos, los encargados de las decisiones y los activistas comunitarios en los sectores de la salud y el medio ambiente. La finalidad era que, “el ambiente –el ambiente físico, el ambiente socioeconómico y el ambiente político- apoye a la salud en lugar de dañarla.”
	En 1993 se efectuó la elaboración de una Carta del Caribe para la promoción de la salud, para mayor control de la misma y su mejora.
	En el contexto, fortalecerá la capacidad de los individuos y las comunidades para controlar, mejorar y mantener el bienestar físico, mental, social y espiritual.
	Se basa no solo en la prevención y control de la enfermedad, sino en la salud y el bienestar, y aboga por el concepto de que la salud de las personas es un recurso positivo para sus vidas.
	Exige una colaboración estrecha entre el sector sanitario y otros sectores, puesto que los determinantes del estado de salud son múltiples y diversos.
	La promoción de la salud así concebida favorecerá el desarrollo de la creatividad y productividad de los pueblos del caribe y buscara su satisfacción espiritual en un clima de buenas relaciones interpersonales y paz.
	El caribe se encuentra bien equipado para la promoción de la salud, y esta dependerá de las acciones realizadas por las personas y comunidades con el objeto de modificar los factores ecológicos y de los comportamientos esenciales proporcionando sistemas eficaces y eficientes de atención de la salud.
	Se formulan normas públicas saludables, se reorientan servicios de salud, y se logró la potenciación de las comunidades para su bienestar,	creando ambientes saludables, fortaleciendo destrezas personales relacionadas con la salud y por último la construcción de alianzas, con hincapié en los medios de comunicación.[footnoteRef:2] [2: Elaborada y adoptada por la Primera conferencia de promoción de la salud del caribe, organizada por la Organización panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud y la Cooperación Caribeña de la Salud, del 1 al 4 de junio 1993, puerto España, Trinidad y Tobago.] 
	La Cuarta Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud, celebrada en Yakarta, Indonesia en 1997, examinó la repercusión hasta el momento de la Carta de Ottawa e incorporó a nuevos actores con el fin de afrontar los retos mundiales. 	Fue la primera de las Conferencias Mundiales sobre Promoción de la Salud que se celebró en un país en desarrollo y la primera que incluyó al sector privado de una manera activa. Las pruebas presentadas en la conferencia y las experiencias del decenio anterior indicaron que las estrategias de promoción de la salud contribuyen por igual a la mejora de la salud y la prevención de las enfermedades en los países desarrollados y en desarrollo.
	Estos resultados ayudaron a renovar el compromiso con las estrategias claves y llevaron a un mayor refinamiento de los enfoques para asegurar su pertinencia. 
	La Declaración de Yakarta sobre la Adaptación de la Promoción de la Salud al siglo XXI identificó cinco prioridades:
1. Promover la responsabilidad social por la salud.
2. Aumentar las inversiones en el desarrollo de la salud.
3. Consolidar y ampliar las alianzas estratégicas en pro de la salud.
4. Ampliar la capacidad de las comunidades y empoderar al individuo.
5. Consolidar la infraestructura necesaria para la promoción de la salud.
	Posteriormente, la Declaración de México (2000) estableció un compromiso para posicionar a la promoción de la salud como una estrategia fundamental en la agenda política y de desarrollo de los países, compromiso reafirmado en la Carta de Bangkok en 2005, donde se establecen las medidas, compromisos y promesas necesarias para abordar los factores determinantes de la salud en un mundo globalizado. Así mismo, la Carta de Bangkok insta a todas las partes interesadas a unirse en una alianza mundial de promoción de la salud, que impulse compromisos y medidas a nivel mundial y local.
	La 7ª Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, tuvo lugar en Nairobi (Kenia) en 2009 y es la única celebrada hasta el momento en un país africano. Uno de sus resultados fundamentales fue el Llamamiento de Nairobi, que “define las estrategias clave y los compromisos que deben cumplirse urgentemente para subsanar las deficiencias en la ejecución en la esfera de la salud y el desarrollo, haciendo uso de la promoción de la salud para lograrlo”. El llamamiento establece más de 70 acciones encaminadas a subsanar las deficiencias en la promoción de la salud.
	La 8ª y última Conferencia Mundial de Promoción de la Salud que se ha celebrado recientemente en Helsinki.
	 Se ha centrado en el enfoque Salud en Todas las Políticas (STP). Teniendo en cuenta que la salud viene determinada en gran medida por factores externos al ámbito sanitario, una política sanitaria eficaz debe atender a todos los ámbitos políticos, especialmente las políticas sociales, las fiscales, aquellas relacionadas con el medio ambiente, con la educación y la investigación.
	La conferencia planteaba entre sus objetivos el impulsar nuevos enfoques y capacidades de apoyo a la estrategia STP y avanzar con ello en la implementación de las recomendaciones de la Comisión de los Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
	 La Declaración de Helsinki sobre STP hace un llamamiento a los gobiernos para que incorporen la salud y la equidad en salud en sus agendas y avancen estructuras, recursos y capacidad institucional de apoyo a la estrategia.
· Comisión Europea. Dirección General de Salud y Consumidores. La salud en todas las políticas.
· Centro de Recursos de Evaluación de Impacto en Salud. Escuela Andaluza de Salud Pública. Consejería de Salud y Bienestar Social. Junta de Andalucía.
Participación social
	La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Panamericana de la Salud(OPS), define la participación como “la intervención de la población organizada en las deliberaciones sobre la atención a la salud, en la toma de decisiones que tienen que ver con la satisfacciónde las necesidades, y en el control de los procesos así como en la asunción de responsabilidades y observación de obligaciones derivadas del desempeño de su facultad decisoria” (OPS, 2009).
	La participación en el campo de la salud en Argentina pareciera ser esporádica y, si bien en las últimas tres décadas la comunidad ha aumentado su nivel de participación, tanto en nuestro país como en los demás países de la región, a excepción de Brasil, la participación en la toma de decisiones vinculadas al diseño, ejecución y evaluación de las políticas de salud es aún muy escasa.
	En el nivel de la administración pública, la incorporación de la ciudadanía en programas y políticas públicas ya se había producido a inicios de la década de los noventa, e incluso pueden rastrearse experiencias en décadas anteriores. 	Estos primeros pasos se dieron en el campo de las políticas sociales, en programas de distribución de alimentos como el Plan Alimentario Nacional (PAN), en los años ochenta, o el Plan Asoma, dependiente del Instituto Nacional de Servicios Socia-les para Jubilados y Pensionados, ya en los años noventa. 
	En ambos casos, como en tantos otros, la participación de la ciudadanía o de las organizaciones sociales se remitía exclusivamente a la fase operativa de entrega del bien que el programa contemplaba.
	Sin embargo, cuando los programas comenzaron a tomar en cuenta de un modo más sistemático la participación, fue necesario apelar a un marco más sólido que, de todos modos, nunca llegó a convertirse en una institucionalidad definida y con orientaciones claras y específicas al caso. 
	Sin embargo, puede tomarse como referencia de innovación en el campo de la normatividad para la participación (más allá de la existencia de las herramientas), la sanción del Decreto 1.172/03 del año 2003, cuyo título es “Mejora de la Calidad de la Democracia y de sus Instituciones”, que regula cinco herramientas de participación ciudadana. 
	Estas son las herramientas y sus principales objetivos, según la descripción de Silveri (2007):
· Audiencias públicas: habilitan un espacio de participación de la ciudadanía en el que los afectados por determinada política puedan dar a conocer su opinión.
· Gestión de intereses: obliga a diversos funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) a informar mediante algún medio, la agenda de reuniones que mantengan con sujetos vinculados a los temas que su área domina
· Elaboración participativa de normas: proceso no vinculante mediante el cual organismos del PEN realizan rondas de consultas a organizaciones o ciudadanos para conocer su opinión acerca de un proyecto de ley a ser remitido al Congreso.
· Reuniones abiertas de los entes reguladores de servicios públicos: esta norma habilita a todos los ciudadanos a estar presentes en todas las reuniones del directorio de los organismos.
· Acceso a la información pública: todo ciudadano tiene derecho a requerir, consultar y recibir información por parte del PEN.
	En el ámbito específico de las políticas de salud, luego de la crisis del 2001, el Ministerio de Salud implementó en febrero de 2002 el Plan Remediar (Decreto 486/02), cuyo objetivo es “fortalecer el modelo de atención primaria y promover políticas saludables con gestión participativa y de asegurar el acceso a los medicamentos esenciales a la población más vulnerable”.
	 Para llevar a cabo el Plan, el Ministerio creó un espacio de participación a través de dos líneas: los Proyectos Locales Participativos y la Comisión Asesora Intersectorial (CAI). Esta última, creada con el objetivo de asesorar al Ministerio, inició sus actividades con el mismo programa, ya que intervino en la definición de los consensos básicos y la planificación del programa como una entidad formal. 	Esta característica nos pone frente a un caso que lo distingue del resto (o de la mayoría): el espacio de participación tuvo injerencia en los orígenes de la política pública, no cuando está ya estaba en marcha, sino que se habilitaron canales de injerencia en el lanzamiento mismo del programa. 
	La conformación de la CAI es heterogénea: la componen representantes de organismos estatales, como el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, además de los Ministerios de Salud, Trabajo y Educación; organismos internacionales y ONG (Cruz Roja, Cáritas, Confederación Médica de la República Argentina y Red Solidaria de Profesionales de la Salud, del Episcopado católico). 	Existe también una subcomisión de medicamentos que asesora acerca de los fármacos a entregar a los beneficiarios del programa, a la que se suman el Centro Universitario de Farmacología de la Universidad Nacional de La Plata, Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría.
	A su vez, para ampliar la base de sustento, se generaron los Proyectos Locales Participativos. 
	Sus objetivos replican dimensiones tomadas por programas de participación similares: 
· Asesorar en la planificación, ejecución, monitoreo y evaluación del programa; 
· Promover el funcionamiento de los Consejos Consultivos Provinciales, Municipales y Locales; 
· Propiciar mecanismos fluidos de información entre las distintas instancias;
· Efectuar el seguimiento de la eficaz dispensa de los medicamentos y la participación social mediante monitoreo directo por parte de las ONG participantes en los Centros de Asistencia Primaria de Salud; 
· Preparar un informe mensual de evaluación;
· Realizar el seguimiento de las denuncias y pro-poner los mecanismos de solución correspondientes.
	 La combinación de objetivos entrelaza canales de información, construcción de consensos, búsqueda de eficacia en la política, mecanismos de control hacia abajo (verificando la entrega de los botiquines que implica el programa Remediar Redes) y hacia arriba (monitoreando el Plan en su desarrollo general).
	Finalmente, cabe mencionar la diferenciación de la participación que realizó el MSAL para este programa: una participación ampliada, cuando se establece en territorio, a través de los Proyectos Locales Participativos(PLP), que tienen un rol de efectores; y por otra parte, una participación restringida, cuando lo que se busca es la eficiencia del programa. 
	En ambos casos, de todos modos, la búsqueda de mayor legitimidad mediante el contacto con sectores de la sociedad civil es un rasgo que no puede omitirse. Programas de este tipo discuten, en la estructura estatal, el poder de la burocracia especializada, generando la irrupción de otro tipo de saberes que pueden apoyar una construcción colectiva para la búsqueda de soluciones, incorporando la opinión de los “pacientes” de manera activa.
· ROL DE LA ENFERMERA EN LA PROMOCION DE LA SALUD 
La Promoción de la Salud es discutida desde la I Conferencia Internacional sobre Cuidados Primarios en Salud, en Alma-Ata (1978), en Kazajistán, y fue reforzada en la I Conferencia sobre Promoción de la Salud, en Ottawa, Canadá (1986). 
 	Inicialmente, se entiende la Promoción de la Salud como propuesta de “empoderamiento” de las personas, familias y comunidades, que permita su plena y efectiva participación en la discusión y elaboración de las políticas públicas, las cuales colaboran a la mejora de la calidad de vida.. 
	El concepto se amplía con la idea de producción de ambientes saludables (sea el familiar, en el trabajo, en el ocio), buscando la reducción de las vulnerabilidades y, más recientemente, valorizando las redes sociales que fortalecen el soporte social. 
	En efecto, la Promoción de la Salud se relaciona con la calidad de vida en lo que concierne a los aspectos que influyen en las relaciones, la convivencia y el cotidiano en que se vive.
	 La calidad de vida está asociada a factores objetivos (condiciones materiales necesarias para una supervivencia libre de miseria) y factores subjetivos (relaciones con otras personas, formación de identidades sociales, sentimiento de integración social y en armonía con la naturaleza).
	 La calidad de vida aún está asociada a la capacidad (combinaciones de potencialidades y situaciones en que una persona es apta para sero hacer) y a la funcionalidad (estados de una persona, las varias cosas que ella hace o es). La calidad de vida debe ser entendida por medio de las oportunidades efectivas de que las personas disponen para ser, realizaciones pasadas y presentes. 
	Ante lo expuesto, esta reflexión tiene por objetivo dar a conocer la utilización por la Enfermería de la Promoción de la Salud, dentro del enfoque de la calidad de vida. Es sabido que el objeto de trabajo de la Enfermería es el cuidado al ser humano, lo que sucede en la interacción enfermero-persona en situaciones tanto de enfermedad como de salud. 
	Efectivamente, la cuestión es importante, en la medida en que busca pensar en la posición que la Enfermería asume en la política de Promoción de la Salud, su entendimiento por el enfermero, y cómo esto se reflejará en la calidad de vida de las personas. 
	En el sentido amplio de Promoción de la Salud, la Enfermería constituye campo de acción estratégico en el Sistema Único de Salud. El liderazgo para articular al equipo de salud, tanto en la atención primaria como en la atención secundaria y terciaria, permite al enfermero la posibilidad de valorizar las competencias individuales , para facilitar la interacción con el foco de cuidado, que es la persona. 
	Se sabe, por eso, que ese modo de cuidar, aunque sea constantemente discutido en el ambiente de enseñanza- aprendizaje de futuros enfermeros, no implica que toda categoría trabaje con tales preocupaciones y atención. La integralidad del cuidado a la salud por cierto contribuirá a reducir el hiato que existe entre discurso y práctica por parte de la categoría de enfermeros, que dice ser el profesional que más tiempo permanece al lado del paciente/cliente, dándole cuidado integral y humanizado, aunque en la práctica, se involucre más con actividades administrativas gerenciales . 
	El “empoderamiento” significa la posibilidad de la persona de asumir un mayor control sobre su propia vida, debiendo los profesionales de salud utilizar estrategias que buscan fortalecer la autoestima y la capacidad de adaptación al medio, desarrollando mecanismos de autoayuda y solidaridad.
	Además de esto, la Promoción de la Salud abarca abordajes transdisciplinares, teniendo en cuenta la diferencia, la subjetividad y la singularidad de la vida, en la esfera individual y colectiva. Estos son algunos de los determinantes sociales de la salud, que implican las condiciones de vida y de trabajo de las personas y grupos relacionados con su situación de salud.
· USO DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD POR LA ENFERMERÍA 
 El concepto de Promoción de la Salud surgió y se desarrolló en los últimos 20 años. Tres importantes conferencias internacionales establecieron bases (1986), Adelaide (1988) y Sundsvall (1991). En ellas, el concepto de Promoción de la Salud todavía se confunde con el modelo tradicional de prevención de las enfermedades, acciones de inmunización, salud laboral y control de vectores. 
	La Promoción de la Salud está enfocada al ejercicio de la ciudadanía, participación de los sujetos con estrategia de transformaciones de las condiciones de vida, actividades que promuevan motivaciones, con planificación y evaluación de las efectividades de las acciones. El conocimiento de Promoción de la Salud además de mejorar la escucha, fortalece los vínculos en que el modelo de intervención es participativo y en la movilización comunitaria. 
	En 1992, en el contexto de expansión y cualificación de la atención básica, se inició el primer programa. Se trata del Programa Agentes Comunitarios de Salud (PACS), siendo posteriormente transformado en política estructurada, conocido como Programa de Salud de la Familia, que se configuró como estrategia de reorientación del modelo asistencial, con el desafío de proporcionar mayor acceso a los servicios y participación comunitaria.
	Las concepciones del enfermero son fundamentales para su práctica, por ser quien detenta la competencia para actuar como educador, junto al equipo y la comunidad, y eso requiere un pensamiento con foco en los cambios de actitud. 	Las acciones del enfermero no pueden estar centradas en la prevención de enfermedades, en los factores de riesgo, cuyo objetivo está enfocado a la enfermedad. 
	Las acciones de Enfermería en Promoción de la Salud son fundamentales, con la realización de grupos para la conquista de la autonomía y asimilación de conocimientos en la mejora de la calidad de vida de las personas. Desarrollar acciones de cuidar pautadas en un proceso de diálogo, valorando la individualidad de cada ser, es un cuidado más próximo a las reales necesidades de los usuarios 	Los conocimientos y las prácticas de Promoción de la Salud desarrollados en la formación del enfermero son necesarios para transformar las prácticas de enseñanza, superando el modelo biológico, y crear otro modelo operacional que supere las acciones preventivas, tanto en la formación, como en la actuación profesional. 
	Se considera que el enfermero involucrado en la asistencia vivencia la oportunidad de aplicar estrategias de Promoción de la Salud, pues está en contacto directo con las personas, participantes activos en los cuidados y mantenimiento de la salud. 
	En este aspecto, la Promoción de la Salud se describe como el proceso de capacitación de la comunidad para actuar en la mejora de su calidad de vida y salud, incluyendo una mayor participación en el control de este proceso.
	Acciones educativas son capaces de confirmar la autonomía ante situaciones de enfermedad. Las personas, familiares y profesionales están involucrados, estableciendo objetivos en común que puedan ser alcanzados. 	Además, el enfermero interactúa con los otros agentes de la salud, a fin de facilitar la interdisciplinaridad, por medio de la cual los diversos saberes dialogan para proporcionar asistencias de calidad en los diversos contextos de cuidados. 
	La interacción con el objeto de cuidado, en las situaciones de salud-enfermedad, se dirige a un encuentro entre sujetos, para satisfacer sus necesidades, sean fisiológicas, psicológicas o sociales. Este último campo, por ser más complejo, es un desafío al enfermero, más este, de forma incipiente, demuestra el interés en articular los sectores que existen en el entorno de la persona, con miras a viabilizar la intersectorialidad, identificando potenciales referenciales que busquen la mejora de la calidad de vida de su comunidad. 
	Poco a poco, los enfermeros aprenden a pensar y a hacer Promoción de la Salud, un concepto amplio y complejo de ser incorporado en las personas, instituciones y sociedades, a fin de superar el tradicional patrón asistencial. 
	El énfasis en la atención primaria en salud y las acciones específicas destinadas a la Promoción de la Salud exigen la movilización del enfermero de la Estrategia Salud de la Familia. El vínculo creado con las personas en su área de influencia lo hace referencia para la comunidad. 
	Esto facilita que su asistencia promueva la reflexión sobre la necesidad de alimentación saludable, fortaleciendo el estímulo al amamantamiento materno, la implantación de banco de leche, entre otros; en la escuela, incentivando la práctica de actividades físicas en los propios espacios de la comunidad, incluyendo personas con deficiencias; sensibilizando a la comunidad para la prevención y control del tabaquismo; invirtiendo en la educación en salud de jóvenes y adultos sobre el uso abusivo de alcohol y drogas, responsables en gran parte de los índices de mortalidad, violencia, accidente de circulación; generando una cultura de paz y promoviendo en la comunidad el desarrollo sustentable . 	Los objetivos no son modestos ni fáciles de alcanzar, más responden al objetivo de la estrategia “de reorientación del modelo asistencial, operacionalizada mediante la implantación de equipos multiprofesionales en unidades básicas de salud”.
· ESTILOS DE VIDA-CALIDAD DE VIDA-EQUIDAD PARTICIPACION COMUNITARIA.
		La conformación del estilo de vida puede definirse en cómo elige cada uno dar forma a su vida.Todos nosotros lo hacemos diariamente, pero muchas veces el resultado es un proceso aceptado, inconsciente. 
		El proceso de conformar el estilo de vida como herramienta para la enfermera pone énfasis en ayudar a la gente, incluida ella misma, a desarrollar mayor conciencia en hacer elecciones y, por ello, a participar más plenamente en su propia vida y salud. 
		Como nuestra cultura sigue reconociendo y valorando más claramente los modos de cambio de vida como una vía importante (quizás la más importante) hacia la salud y el bienestar personal y colectivo, las enfermeras deben buscar un enfoque de estilo de vida para la práctica de la enfermería que sea cada vez más una parte de su repertorio profesional.
		 Sin embargo, como enfermeras, necesitamos entender que el viejo proverbio "predicar con el ejemplo" puede tener un nuevo significado para nosotras si nos ocupamos de los demás en la conformación del estilo de vida. 
		Nuestros compromisos personales y profesionales con la salud y el bienestar deben ser idénticos si queremos tener éxito al usar un enfoque de estilo de vida para la práctica de la enfermería. 
		Vivimos en una cultura que está comprometida con puntos de vista cambiantes de la salud y del estilo de vida, y estamos experimentando un movimiento en el paradigma de la manera de pensar sobre muchas cosas. Puesto que la ruptura inminente (o la fragmentación) de los sistemas existentes obliga a reevaluarlos, no podemos evitar el reconocer que los sistemas económicos, educacionales, y personales involucrados con la provisión del cuidado de salud se hallan en un fluir.[footnoteRef:3] [3: UN ENFOQUE DE ESTILO DE VIDA PARA LA PRACTICA DE LA ENFERMERÍA .cap. 18
BERNICE M. WILSON] 
· CONCEPTO DE CALIDAD DE VIDA 
 	La expresión calidad de vida (CV) es comentada desde muy antiguo por varios autores y constituye por excelencia uno de los conceptos más complejos para ser definido. La gran dificultad encontrada por investigadores en su definición es que la percepción de calidad de vida está unida a una subjetividad intrínseca, o sea, es la percepción de cada ser juntamente con determinadas condiciones, no privilegiando un modelo patrocinado. 
	En 1995, un grupo de especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un trabajo metacéntrico, de culturas diferentes, definió CV como la percepción del individuo sobre su posición en la vida, en el contexto de la cultura y de los sistemas de valores en los cuales vive, y en relación a sus objetivos, expectativas, patrones y preocupaciones. 
	Muchos profesionales, incluso los del área de salud, ligan la expresión buena salud o bienestar con calidad de vida, asociando el significado de que tener salud es de hecho tener calidad de vida. Esto reduce la idea y restringe el modelo biomédico centrado en la enfermedad, en la ausencia de salud. 
	La calidad de vida ligada a la salud (CVLS) es definida como valor atribuido a la vida, ponderado por los deterioros funcionales; las percepciones y condiciones sociales que son inducidas por la enfermedad, agravamientos, tratamientos; y la organización política y económica del sistema asistencial.
	Hay tres vertientes para la expresión calidad de vida: calidad de vida (CV) como unidad de idea genérica de forma general, calidad de vida ligada a la salud (CVLS) y calidad de vida en el trabajo (CVT). 
· ¿CÓMO LA ENFERMERÍA USA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD CON ENFOQUE EN LA CALIDAD DE VIDA? 
	 La CV está incentivada en todos los niveles de atención, en que cada vez más son estudiadas las enfermedades crónicas y sus tratamientos, analizando el impacto de esas patologías en la calidad de vida de las personas. 
	El enfermero ejerce un importante papel en los cuidados relacionados con la CV en la Promoción de la Salud. El “empoderamiento” y la Educación en Salud permiten cambio de actitud y capacitación a las personas/ comunidad, soporte para adhesión a los tratamientos, motivación para identificar factores que interfieren en el tratamiento, como la práctica de ejercicio, dieta saludable y la participación activa, o sea, la salud depende de la calidad de vida. 
· EQUIDAD:
Definición
 “Desigualdades evitables e injustas”
	La equidad en salud no es un tema que corresponda única y exclusivamente al sector médico. Para lograr la tan anhelada equidad es necesario incluir los aspectos sociales, legislativos, políticos y económicos entre otros. 
	No es tampoco un tema exclusivo de países pobres, pues en los países ricos también puede haber inequidad en salud. Por tanto podemos señalar que el tema es multidisciplinario e internacional. Si bien es relativamente reciente la inclusión de este tema en la agenda de los gobiernos, que cobró importancia mundial en últimas fechas, no son pocos los investigadores que están tratando de identificar, cuáles son los conceptos fundamentales que deben analizarse para lograr al menos disminuir las inequidades en salud y con ello aumentar la calidad de vida de la población, y que ésta pueda disfrutar de una vida feliz.
	La descentralización de los sistemas de salud ha sido promovida en la Argentina hace varias décadas, sin embargo se la enfatizó durante la década de los noventa como parte de un proceso de reforma del Estado. 
	Por medio de la misma, se buscaba aumentar la flexibilidad y el acercamiento de los servicios de salud a la población, que éstos fuesen más receptivos a las necesidades locales y favoreciesen la colaboración con la comunidad. 
	Una de las manifestaciones de este proceso de descentralización la constituyó la regionalización sanitaria de las provincias, entendida como un sistema formal de asignación de recursos con una apropiada distribución geográfica de las instalaciones de salud, de los recursos humanos y programas. 	Dicha regionalización fue llevada a cabo a través de las áreas programáticas -zonas epidemiológico-sociales asignadas planificadamente a una o varias instituciones de salud - y de los sistemas locales de salud (SILOS) - un espacio poblacional, epidemiológico, tecnológico, económico, social y político insertado en una totalidad donde se articulan las unidades productoras de servicios y la población con sus diferentes necesidades y posibilidades.
	 Los SILOS constituyen el punto focal de planificación y gestión periféricas de los servicios de salud, bajo la influencia integradora y normativa de la coordinación nacional del sistema de salud – nivel en que se formulan políticas globales y se definen los sistemas de apoyo logístico, técnico y administrativo que requiere la ejecución de programas y prestación de servicios en el nivel local 3. Sin lugar a dudas la columna vertebral de la estrategia de los SILOS y las áreas programáticas es una eficiente organización de los niveles de atención que son tres: el primario, secundario y terciario
	El primero es responsable de la promoción y protección de la salud y en este primer nivel de atención donde existe espacio para la participación de la comunidad. La verdadera participación de la comunidad requiere una considerable descentralización de la autoridad decisoria y del poder en lo que se refiere a la asignación de los recursos. 
	En la Argentina, la participación organizada como un proceso en virtud del cual los individuos y las familias asumen responsabilidades en cuanto a la salud y bienestar propio y los de la colectividad, y mejoran la capacidad de contribuir a su propio desarrollo y al comunitario, es una iniciativa novedosa. 
	Y lo es más aún si se considera que la participación es promovida por una política oficial que la apoya.
	Los Consejos Locales de Salud son organismos de carácter consultivo o asesor, integrados por distintos miembros de la comunidad, personal local de salud, entre otros. Entre otras funciones se destacan la participación en la elaboración y actualización de la información sustantiva, el participar en la búsqueda y utilización de recursos directos e indirectos, el contribuir al cumplimiento de los programas de salud, etc. 
	El caso que se expone, al mismo tiempo que deja evidenciadolo difícil que es concientizar a la comunidad de participar para mejorar sus condiciones de vida; refleja la distancia existente entre la teoría y la práctica a nivel operacional.

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