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unidad1_enfoquInicial_v4_2 - Verónica Bernal

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Curso: Actualización en temas de Medicina de 
Emergencias 
Módulo: Medicina de emergencias. Enfoque inicial 
Clase: Medicina de emergencias. Enfoque inicial 
INTRODUCCIÓN 
En la actualidad, la práctica de la medicina de emergencias se encuentra en 
un proceso de desarrollo. Hoy, la necesidad de una mejor utilización de los 
recursos disponibles hace necesario cambiar antiguos paradigmas. Diversos 
factores condicionan estos cambios, entre ellos, factores sociales y 
económicos. 
 
Hemos dejado el concepto de Guardia Asistencial para introducirnos en el 
concepto de Servicio de Emergencias. No se trata de un mero cambio 
semántico, sino de una evolución en el concepto: el Servicio de Emergencias 
tiene planificación y continuidad de cuidados, procesos de atención propios, 
objetivos asistenciales específicos y personal calificado con conocimientos y 
destrezas propias, diferentes del resto de las demás especialidades médicas. 
 
Actualmente, debe verse como una etapa integrada al resto del Sistema de 
Salud, ya que la continuidad de los cuidados lo requiere. 
 
Antes, el manejo de una consulta de emergencias era considerado un hecho 
puntual, mientras que hoy es considerado un acontecimiento asistencial 
dentro de un sistema de cuidados. 
 
Esto hace que el médico deba cambiar su tradicional programa de 
capacitación y entrenamiento por otro más específico, con el fin de estar 
preparado para satisfacer las actuales necesidades de los pacientes. 
 
El médico de guardia necesita transformarse en un médico de emergencias, 
verdadero experto en esta etapa de la asistencia de los pacientes. Por ello, el 
mayor costo fijo de estos sectores es el adjudicado al recurso humano, ya 
que los mejores resultados y el cambio de paradigma se logra a través de la 
inversión en capacitación. 
 
Respecto del desarrollo de la especialidad, podemos señalar que se inició por 
lo menos 30 años atrás, aún en países con modelos asistenciales diferentes. 
 
Algunos factores han contribuido a su conocimiento como, por ejemplo, las 
series de televisión donde se muestran situaciones cotidianas en una central 
de emergencias. Estas series permiten identificar al público con un modelo 
asistencial. También ha influido el reclamo de los pacientes y de la opinión 
pública de ser atendidos por especialistas en emergencias. 
 
En esta primera clase desarrollaremos los principios fundamentales que 
determinan la práctica de la Medicina de Emergencias. Veremos aspectos 
prácticos asistenciales y presentaremos las definiciones que han dado 
lugar al Núcleo de la Práctica de la Medicina de Emergencias. Para 
concluir, haremos referencia a otros aspectos relacionados con el soporte 
funcional y organizacional de la especialidad. 
 
Esperamos dar comienzo a una interesante y motivadora propuesta 
que les permita actualizar sus conocimientos y desarrollar 
competencias para desenvolverse en el campo de la medicina de 
emergencias. 
 
HACIA UNA DEFINICIÓN DE EMERGENCIAS 
 
¿De qué hablamos cuando hablamos de emergencias? 
 
 
Según el American College of Emergency Medicine, una emergencia es toda 
aquella circunstancia nueva o inesperada que modifica la condición habitual 
de salud de una persona, es reconocida por el paciente o terceros y percibida 
como peligrosa. Esta condición subjetiva es el motor de la consulta precoz a 
los centros de atención. 
 
 
Realizado el primer contacto, el equipo de salud será responsable de 
determinar su real gravedad y utilizará los medios necesarios para reducir o 
evitar la morbimortalidad del paciente. 
 
 
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En otras oportunidades, la situación de emergencia será objetiva: por una 
lesión evidente (herida sangrante) o por la evidente condición médica del 
paciente (muerte súbita). 
 
Esta definición nos permite realizar una primer aproximación al problema: los 
pacientes que consultan por emergencias perciben un cambio en su estado 
de salud, desconocen su gravedad y, en general, consideran que es peligroso 
(variables subjetivas). 
 
Estos pacientes demandan atención refiriendo síntomas (variable subjetiva). 
Ante esta demanda, el equipo de salud debe establecer la gravedad de cada 
uno de los síntomas y actuar en consecuencia. 
 
 
Es decir, en parte la emergencia es definida por la necesidad del paciente. 
 
 
Asimismo, los pacientes se encuentran ante una condición que es nueva e 
inesperada: los médicos decimos que es aguda. 
 
Ahora bien, si es nueva, cabe preguntarse ¿cuando comenzó el nuevo 
problema? Veamos, por ejemplo, el caso de un paciente con antecedentes 
de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que consulta por falta 
de aire, tos productiva y esputo de color amarillo. 
 
El paciente refiere la aparición de estos cambios durante los últimos cinco 
días. Esto debe interpretarse como una reagudización de su enfermedad. 
 
 
En las enfermedades crónicas las reagudizaciones son un motivo de 
consulta frecuente y se diagnostican clínicamente; se trata de 
cambios bruscos en su condición médica. 
 
 
Las causas que lo generan son variadas y deben diagnosticarse. Sólo su 
diagnóstico permite iniciar un tratamiento exitoso. 
 
Las reagudizaciones no deben ser confundidas con el deterioro crónico 
producido como consecuencia de la evolución natural de la enfermedad. La 
reagudización se puede identificar por el momento en que cambia la clase 
funcional del paciente. 
 
Veamos otro ejemplo. En el caso de un paciente que presenta lesiones por 
trauma -ocurrido el mismo día mientras conducía su moto- se trata 
claramente de una enfermedad nueva que se inició ese mismo día. 
 
 
Entonces, vemos que en las emergencias se presentan episodios nuevos e 
inesperados. 
 
 
EVALUACIÓN PRIMARIA Y CATEGORIZACIÓN INICIAL DE 
GRAVEDAD 
 
Cuando un paciente ingresa a un Servicio de Emergencias es 
fundamental categorizar la gravedad de su condición médica, 
distinguiendo entre una condición crítica, emergente o de bajo 
riesgo. Veamos, entonces, cómo plantear la evaluación. 
 
 Durante la evaluación inicial, los médicos de emergencias priorizamos 
diagnosticar la condición inicial del paciente y contamos con una herramienta 
fundamental para alcanzarlo: la evaluación primaria, denominada ABCD. 
 
 
A través de la evaluación primaria (ABCD), los médicos de emergencias 
evaluamos las funciones vitales de nuestros pacientes. 
 
La descripción inicial corresponde a autores anglosajones y la sigla en inglés 
ABCD se refieren a funciones orgánicas: 
A (airway): vía aérea, 
B (breathing): respiración, 
C (circulation): circulación, 
y D (disability): o trastorno de la conciencia. 
 
 
 
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Su uso y utilidad la ha convertido en patrimonio de nuestro diario 
vocabulario. 
 
 
Es importante aclarar que las funciones vitales de los órganos no deben 
ser confundidas con los signos vitales. 
 
El término funciones vitales refiere al funcionamiento de un sistema o 
aparato del organismo y se confecciona a través de varios parámetros 
médicos, entre ellos, los signos vitales. 
 
 
Los signos vitales son una herramienta básica utilizada por el médico de 
emergencias para obtener información acerca del estado clínico inicial del 
paciente y controlar su evolución luego de realizar intervenciones o 
procedimientos terapéuticos. A los tradicionales se han sumado la medición 
de la saturación de oxígeno y la escala de dolor. 
 
 
Los signos vitales son: 
• Tensión arterial 
• Frecuencia Cardiaca 
• Frecuencia Respiratoria 
• Temperatura 
• Saturación digital de oxígeno 
• Escala Visual Análoga: escala de dolor 
 
Las funciones vitales son: 
 
A - Estado de la vía aérea (permeabilidad). Cualquier alteración 
detectada a este nivel es grave -independientemente de la causa que la 
genere- y es indicación de manejo básico o avanzado de la vía aérea. 
(Ampliaremos este tema en el módulosobre Vía Aérea). 
 
B - Función respiratoria. Una frecuencia respiratoria de más de 30 por 
minuto, silencio auscultatorio, trastornos de la mecánica respiratoria, 
asincronía toracoabdominal, hipoxemia, cianosis, son algunos de los signos 
de trastorno severo de la función respiratoria. 
 
C - Función circulatoria. Tensión arterial, frecuencia cardiaca, nivel de 
conciencia, saturación arterial o digital de oxígeno, cianosis. Los parámetros 
aquí utilizados son Hipotensión arterial sostenida y Shock circulatorio. 
 
D - Estado de conciencia y sus diversas alteraciones. Estos van desde 
el estado de coma pasando por el síndrome confusional y otras formas más 
sutiles. Sus causas pueden ser primarias (lesiones localizadas a nivel del 
encéfalo) o secundarias (trastornos metabólicas, circulatorios, sepsis, 
meningoencefalitis, etcétera). 
 
Cuando el médico de emergencias inicia la evaluación del paciente siempre 
realiza una evaluación primaria, el ABCD. El hallazgo de alguna función vital 
alterada a cualquier nivel del ABCD categoriza al paciente como críticamente 
grave. 
 
 
Es decir, los pacientes críticamente enfermos son aquellos que tienen 
alterado alguno de los componente de la evaluación primaria ABCD. 
 
 
 
La definición de la gravedad 
Veamos ahora los diferentes niveles de gravedad que puede 
presentar un paciente: 
• Crítica – Incluimos aquí a los pacientes que presentan algún síntoma 
de enfermedad o lesiones con alta probabilidad inmediata de muerte 
si no se inicia de inmediato alguna intervención para prevenir un 
deterioro de alguna función vital: inestabilidad hemodinámica, vía 
aérea, respiratoria y/o neurológica. 
 
• Emergente - Incluimos aquí a pacientes que presentan síntomas de 
alguna enfermedad o lesiones que pueden progresar en severidad o 
 
 
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resultar en alguna complicación con alta probabilidad de mortalidad, 
si no se inicia algún tratamiento rápidamente. 
 
• Baja gravedad - Incluimos aquí a pacientes que presentan síntomas 
de alguna enfermedad o lesión con una baja probabilidad de 
progresar a una enfermedad grave o de desarrollar complicaciones. 
 
Ya presentada esta categorización, les proponemos analizar junto 
con nosotros la gravedad de los siguientes casos que se presentan en 
una Central de Emergencias: 
 
CASO 1 - Un paciente consulta por dolor abdominal intenso de 6 
horas de evolución. El dolor fue inicialmente lumbar, irradiado a 
genitales y raíz de miembros inferiores. Signos vitales: Tensión 
arterial sistólica de 80 mmHg, tiempo de relleno capilar 
prolongado, frecuencia respiratoria 40 por minuto y saturación 
arterial de oxígeno menor a 90%. Presenta excitación 
psicomotriz. Es un hombre de 75 años, que refiere antecedentes 
de hipertensión arterial, diabetes y EPOC (tabaquismo). 
 
CASO 2 – Se presenta el mismo caso con los siguientes signos 
vitales: tensión arterial 150/96 mmHg, tiempo de relleno capilar 
normal, frecuencia respiratoria de 20 por minuto, saturación 
arterial de oxígeno mayor a 90%. El paciente se encuentra 
lúcido. 
 
CASO 3 – Se presenta el mismo caso en un paciente varón de 30 
años sin antecedentes patológicos. Los signos vitales del paciente 
son normales. Se encuentra lúcido. 
 
¿Qué funciones vitales tienen alteradas estos pacientes? ¿Es 
necesario realizar estudios complementarios? ¿Qué intervenciones 
requieren? Analicemos, entonces, las condiciones médicas de estas 
tres personas que consultan por dolor abdominal (Abdomen Agudo). 
 
• Caso 1 - Tiene alteraciones en el B, C y D. Veamos qué sucede en 
cada uno: 
• B: la respiración está afectada debido a un aumento de la 
frecuencia respiratoria (Mayor a 40/ minuto), cianosis e 
hipoxemia. 
• C: presenta parámetros clínicos compatibles con shock 
(Hipotensión arterial y retardo del relleno capilar), 
• D: excitación psicomotriz, probablemente producida por la 
alteración del C y B. 
 
El diagnóstico sindromático más probable de nuestro paciente es una 
catástrofe abdominal, probablemente Vascular, aneurisma de aorta 
abdominal complicado por rotura de su pared vascular y shock 
hipovolémico. 
 
Estos hallazgos confirman la condición de emergencia y su condición 
crítica. Las intervenciones deben ser inmediatas, por lo que se 
requieren procedimientos de resucitación. Respecto del punto B 
(Respiración) de la evaluación inicial, se debe realizar intubación 
traqueal, probablemente con una Secuencia con Inducción Rápida de 
Drogas (IRS). Respecto del punto C (Circulatorio) se debe realizar 
tratamiento de la insuficiencia circulatoria (shock), transitoriamente 
con expansores hasta iniciar con rapidez su tratamiento hemostático 
definitivo, que es la laparotomía exploradora de emergencia. 
 
• Caso 2 – Podemos decir que se trata del mismo diagnóstico que en el 
Caso 1, pero aquí ninguno de los componentes del ABCD primario 
están comprometidos. El diagnóstico del paciente podría ser un 
Aneurisma de Aorta Abdominal complicado por rotura de su pared, 
pero con un hematoma contenido. Este paciente no necesita ninguna 
intervención crítica. Su ABCD es negativo. Sí necesita una 
intervención diagnóstica inmediata: una ecografía abdominal y/o 
Tomografía axial computarizada de abdomen con contraste oral e 
intravenoso. El resultado de estos estudios le permitirá operarse 
rápidamente. Su condición de gravedad es emergente. 
 
• Caso 3 - Podemos pensar que por su edad y las características de su 
dolor abdominal probablemente se trate de un paciente que presenta 
un cólico renal. No tiene alterado el ABCD primario. La prioridad en él 
es tratar inmediatamente el dolor e iniciar procedimientos 
 
 
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diagnósticos que permitan confirmar esta dolencia. Una vez 
diagnosticado, el médico de emergencias debe determinar si el cólico 
renal está complicado o no complicado, definir número, localización y 
tamaño del cálculo. (“Complicado” implica obstrucción al flujo 
urinario, infección urinaria, insuficiencia renal, refractario al 
tratamiento analgésico). Determinar la localización y tamaño del 
cálculo es de vital importancia para considerar la posibilidad de 
expulsión espontánea o tratamiento quirúrgico. 
 
La condición médica de este paciente es de bajo riesgo en caso 
de no estar complicado y emergente, en caso de presentar 
alguna de las complicaciones mencionadas. 
 
Como hemos analizado, los pacientes que consultan a un Servicio de 
Emergencias presentan distintos niveles de gravedad. Estos dependen de la 
necesidad de cuidados requeridos y de la gravedad de la enfermedad. 
 
Cuidados e intervenciones 
Veamos ahora qué cuidados requieren los pacientes de acuerdo con 
su nivel de gravedad: 
 
Pacientes críticos 
El nivel es definido por el hallazgo de un ABCD anormal. En estas 
situaciones el médico debe actuar inmediatamente. 
 
Los procedimientos de estabilización requieren de un entrenamiento previo 
intensivo. Son reglados y su eficiencia depende de esto. Algunos ejemplos: 
Reanimación Cardiopulmonar y Cerebral: básica y avanzada; Manejo de Vía Aérea: 
básico y avanzado; Asistencia Respiratoria invasiva y no invasiva, etcétera. 
 
Pacientes emergentes 
Inicialmente no requieren de cuidados críticos. Con frecuencia necesitan 
simultáneamente intervenciones terapéuticas y diagnósticos. 
 
En estas situaciones el médico debe actuar y pensar. 
 
Pacientes con bajo riesgo 
El motivo de consulta se vincula con problemas que no guardan 
relación con enfermedades o condiciones médicas graves. 
 
El ABCD primario no está alterado y en general los signos vitales están 
dentro de límites normales. En ocasiones, alguno de ellos está alterado, pero 
luego de alguna maniobra terapéutica puede normalizarse. 
 
El diagnóstico final es de una patología con baja probabilidad de 
complicaciones. 
 
 
La primera responsabilidad del médico de emergencias es conocer los 
fundamentosteóricos y las técnicas prácticas que permiten reconocer toda 
condición crítica. 
El profesional debe iniciar los procedimientos asistenciales médicos 
utilizados para tratar a los pacientes en tiempo y forma, como la 
Reanimación Cardiopulmonar y Cerebral avanzada. 
 
 
Respecto de la composición aproximada de las consultas según su gravedad 
en los Departamentos de Emergencias, podemos señalar que depende de la 
complejidad de las consultas y del nivel de complejidad de la institución. En 
términos generales se distribuyen de la siguiente manera: 
 
• Condiciones críticas: entre 1-5%, 
• Emergentes: 10-30%, 
• Bajo riesgo: el resto. 
 
EL DIAGNÓSTICO CRÍTICO EN LA MEDICINA DE 
EMERGENCIAS 
 
Durante la atención inicial de un paciente en el ámbito de la emergencia se 
realizan distintas acciones médicas. Éstas, en conjunto, conforman “el 
 
 
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corazón” de la especialidad. En la atención puede ser necesaria la realización 
de todas, aunque lo más frecuente es que se requiera la realización de sólo 
algunas de ellas. 
 
La primera acción médica es la forma de realizar el abordaje inicial de los 
pacientes, el ya mencionado ABCD primario. También lo es la utilización del 
diagnóstico crítico como modo de evaluar las posibilidades diagnósticas. 
 
El diagnostico crítico es consecuencia del escenario donde se desenvuelve la 
consulta: existen diferencias entre la consulta primaria y la consulta de 
emergencia, y también se presentan distintos aspectos bioéticos en cada 
una de ellas. 
 
Veamos, entonces, un ejemplo de evaluación del diagnóstico crítico: 
 
Un paciente consulta por “falta de aire” en el ámbito de un 
consultorio de un médico conocido. Este profesional ya cuenta 
con información sobre su historia. Existe entre ellos una 
relación. 
 
En un caso como éste, un médico de medicina general puede pensar en la 
prevalencia de esta consulta en dicho medio, por ejemplo: sedentarismo o 
aumento de peso. 
 
El mismo motivo de esta consulta en un ambiente donde el paciente es 
desconocido, obliga al médico a pensar de una manera distinta: el médico de 
emergencias utiliza el diagnóstico crítico para iniciar el abordaje 
inicial de los pacientes. 
 
Según los hallazgos del examen físico, los antecedentes y los factores de 
riesgo, pensará en primer lugar en diagnósticos críticos de disnea: trombo 
embolismo pulmonar, insuficiencia cardiaca, neumonía, reagudización de 
enfermedad pulmonar obstructiva crónica, ataque agudo de asma, 
neumotórax. Si descarta estas entidades, iniciará una segunda etapa donde 
buscará otras causas de menor gravedad. 
 
 
Es decir, en medicina de emergencias siempre se comienza evaluando la 
posibilidad de que se presente una enfermedad grave. Luego, durante el 
proceso de atención, el resultado del interrogatorio, el examen físico, los 
estudios complementarios y las condiciones modificadoras determinarán la 
orientación final. 
 
 
Hasta aquí hemos definido el concepto de emergencias, hemos hecho 
referencia a la evaluación ABCD y al diagnóstico crítico, y hemos 
diferenciado las categorías de gravedad en que podemos ubicar a un 
paciente. Les proponemos continuar con las principales definiciones 
que hacen al núcleo central de la medicina de emergencias. 
 
NÚCLEO CENTRAL DE LA PRÁCTICA DE LA MEDICINA 
DE EMERGENCIAS 
Para comprender el núcleo central de la medicina de emergencias, 
haremos un recorrido por diversas definiciones operativas que 
forman parte del corazón de la especialidad. Recordemos que en 
algunas circunstancias se utilizarán todas estas definiciones y, en 
otras, sólo algunas de ellas. 
• Cuidado prehospitalario 
• Hora de oro 
• Triage 
• Examen físico e historia clínica orientada al problema actual 
• Estabilización 
• Resucitación 
• Prioridades 
• Observación y reevaluación 
• Factores modificadores 
• Cuestiones profesionales y legales 
• Estudios diagnósticos 
• Diagnóstico 
• Observación 
• Interconsulta y destino final del paciente 
• Prevención y educación 
• Documentación 
• Manejo de grupo (equipo multidisciplinario) 
• Derivación 
 
 
 
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Hora de oro u hora dorada 
Simboliza el paradigma de la medicina de emergencias: el uso adecuado 
del tiempo. En sus comienzos la hora dorada fue descripta para el manejo 
inicial del paciente politraumatizado, haciendo referencia a los beneficios que 
resultan de su uso. 
 
Los pacientes con lesiones graves y que sobreviven inicialmente al trauma 
pueden salvarse si son reconocidos, categorizados y derivados 
adecuadamente y con rapidez a un centro asistencial adecuado en las 
condiciones de traslado correspondientes. Una vez trasladados, debe 
iniciarse la evaluación y el tratamiento convenientes de lesiones gravísimas 
que pueden causar la muerte durante las primeras horas desde el accidente. 
 
También se aplica la definición de hora de oro a todas aquellas entidades 
nosológicas que, tratadas precozmente (tiempo de ventana terapéutica), 
modifican de modo sustancial la morbimortalidad: son patologías donde 
fundamentalmente existe una obstrucción arterial en distintos territorios que 
provoque isquemia, anoxia e infarto tisular. 
 
En todas estas lesiones isquémicas existe un tiempo para tratarlas que evita 
la necrosis. Este depende de cada órgano. Veamos algunos ejemplos: 
 
• Corazón. Síndrome coronario agudo: Infarto hiperagudo. 
• Cerebro. Accidente Cerebro Vascular isquémico hiperagudo. 
• Sistema Vascular Periférico. Obstrucción arterial de miembros 
inferiores: obstrucción arterial de la arteria poplítea secundaria a una 
luxación traumática de rodilla. 
• Muerte Súbita. El tiempo o minutos para alcanzar una exitosa 
resucitación cardiopulmonar y cerebral. 
• Emergencias infectológicas. Pacientes con neutropenia y fiebre, el 
tiempo de administración de antibiótico (ATB) cambia la 
morbimortalidad. 
• Neumonía Grave de la comunidad. En pacientes atendidos en el 
Departamento de Emergencias la administración temprana de ATB 
(antes de 4 horas de admitido) reduce la mortalidad 
significativamente. 
• Violación. La administración de antibióticos y retrovirales en ventana 
tiene el beneficio de reducir significativamente la taza de contagio. 
 
 
Los ejemplos son muchos: la hora dorada se extiende a todos 
aquellos procedimientos terapéuticos donde su inicio precoz modifica 
la morbimortalidad. 
 
 
Triage: inicio de la atención de un paciente 
 
El primer contacto del paciente con el sistema de salud puede realizarse de 
distintas maneras: en forma personal, a través de solicitud telefónica, a 
través de terceros. Puede producirse durante situaciones de desastres o en 
situaciones convencionales. 
 
En todos los casos, existe una primera categorización de la consulta o del 
riesgo del paciente y se le asigna una prioridad de atención. El motivo 
fundamental es utilizar eficientemente el sistema de salud. Esa primera 
categorización se llama Triage. 
 
Como ya señalamos, variará según los escenarios donde se realice: en el 
ingreso al hospital, durante un llamado telefónico o en la categorización de 
pacientes en terreno. 
 
 
El Triage es el primer paso de un proceso amplio dentro de la 
atención integral del paciente. 
Se trata de un proceso de toma de decisiones utilizado en varios 
terrenos de la medicina. 
 
 
El término Triage se incorporó a la lengua inglesa a partir de las Guerras 
Napoleónicas. El padre del Triage moderno fue el Barón Dominique Jean 
Larre (1766-1842), cirujano de la Armada napoleónica. Su método consistió 
 
 
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en realizar la categorización de los heridos en el campo de batalla, antes de 
ser transportados por carros ambulancia a los hospitales que estaban 
alejados. 
 
Hasta entonces, los heridos eran dejados en el campo de batalla hasta su 
finalización y luego eran evacuados, sin tener en cuenta el tipo de lesión o la 
evolución esperada.A menudo, la evacuación se iniciaba según el orden jerárquico. Todo esto 
retardaba el inicio de los cuidados. La idea del Barón Jean Larre permitió 
adelantar la atención médica en el campo de batalla. Además, estableció un 
criterio ético: el orden de la evacuación de los heridos comenzó a depender 
de las lesiones que presentaba cada herido. Se priorizaba al que tenía 
mayores oportunidades de sobrevivir. 
 
La historia de los conflictos armados ha mostrado los beneficios de realizar 
Triage: la mortalidad en la Segunda Guerra Mundial fue reducida de 4.7% a 
1% en la Guerra de Vietnam. 
 
El tiempo de traslado promedio desde producida la lesión hasta alcanzar el 
cuidado definitivo fue de 12 a 18 horas en la Primera Guerra, de 2 a 4 horas 
durante la guerra de Corea y de menos de 2 horas en la Guerra de Vietnam. 
 
En los Departamentos de Emergencias (DE) de todo el mundo el Triage se 
realiza durante las 24 horas del día, los siete días de la semana. Se da 
prioridad al uso adecuado del tiempo, lo que permite mejorar los cuidados 
del paciente, particularmente cuando el aumento de la demanda ocurre en el 
DE y existen dificultades para la evaluación inicial del paciente. 
 
El modelo conceptual de Triage se basa en la asignación de un score o 
escala de riesgo a cada paciente, lo que permite ubicarlo en distintos 
grupos de prioridades: el árbol de decisiones se construye sobre la base de la 
información obtenida del paciente (motivo principal de consulta, edad, 
historia reciente, aspecto del paciente, signos vitales, barreras de 
comunicación). También se obtiene de las características del proveedor de 
salud (nivel de entrenamiento, experiencia) y las características del centro 
asistencial (tipo de hospital, censo, etc.). 
 
Veamos ahora algunos ejemplos de Triage realizados en el medio 
prehospitalario. Cabe aclarar que ninguno ha mostrado ser superior 
al resto, sino que cado uno se adapta a distintos escenarios. 
 
 
Cuadro N° 1 - SISTEMAS DE TRIAGE: SCORES 
 
Sistemas de 
Scores 
Variables 
Consideradas Cuadros 
Índice deTrauma 
19 
Región anatómica, tipo 
de lesión, estado 
cardiovascular, estado 
sistema nervioso central 
Útil para no médicos; falta de valor 
predictivo sensibilidad y 
especificidad 
Índice de 
Triage20 
Excursión respiratoria, 
relleno capilar, apertura 
ocular, respuesta verbal, 
respuesta motora 
Score Máximo, 16; pacientes con un 
score mayor de 4 debería ser 
derivado a un centro de trauma 
Trauma Score21 
Esfuerzo respiratorio, 
frecuencia respiratoria, 
tensión arterial sistólica, 
relleno capilar, apertura 
ocular, respuesta 
verbal, respuesta 
motora 
Score de 14 puede indicar derivar a 
un centro de trauma22; suma no 
calculada en el escenario por 
personal prehospitalario23; difícil de 
evaluar el relleno capilar y la 
expansión torácica durante la noche 
CRAMS score24 
Circulación, respiración, 
hallazgos abdominal, 
habilidad motora, habla 
Cada componente está graduado de 
0-2; score de 8 o menos significa 
trauma mayor; score no calculado 
inicialmente por personal 
prehospitalario; las decisiones de 
triage no son basadas en un score 
Trauma Score 
Revisado25 
Escala de 
Glasgow(GCS), tensión 
arterial sistólica, 
frecuencia respiratoria 
Expansión Respiratoria y relleno 
capilar excluido, mejora la 
evaluación para lesión aguda 
cerebral traumática. 
Índice 
Prehospitalario26
Presión arterial sistólica, 
pulso, frecuencia 
respiratoria, nivel de 
conciencia 
Un solo componente fisiológico 
usado; la suma es calculado por el 
médico de emergencias después de 
recibir información por personal 
prehospitalario 
Trauma Triage 
Rule27 
Presión arterial sistólica 
menor a 85 mm Hg., 
componente motor 
menor a 5, trauma 
penetrante de cráneo, 
cuello o tronco 
Sensibilidad 92% , especificidad 
92%; aclarando que el desarreglo 
fisiológico no ha ocurrido en el 
momento de 26 
Factores 
Anatomicos29 
Herida penetrante de 
tórax y abdomen, 
amputación traumática, 
comorbilidades 
presentes 
Puede reducir el porcentaje de 
subtriage, pero a expensas de 
aumentar el sobretriage 
Mecanismo de 
lesión30 
Caídas a más de 20 (6.6 
mts), choque 
automotor con 
acompañante muerto, 
expulsión del vehículo, 
impacto a alta velocidad
Requiere información confiable 
prehospitalaria; el tiempo puede 
ser una dificultad, factores 
ambientales, experiencia del 
proveedor de salud y necesidad de 
proveer cuidados 
 
Algunos sistemas de Triage utilizan 3 o 5 niveles de categorización, que 
responden a las necesidades de cada país y al desarrollo del sistema de salud 
 
 
 - 17 -
donde se aplican. También responden a las características culturales de la 
población demandante. 
 
 
El propósito principal del Triage es asegurar un rápido reconocimiento y 
tratamiento de los pacientes con condiciones de riesgo inmediato de muerte 
para de este modo reducir la mortalidad y la morbilidad. 
 
 
Escalas de Triage: las tres más reconocidas 
Existen varios tipos de escalas de Triage en el mundo, siendo las tres 
nacionales más reconocidas: Australasian Triage Scale, Canadian Triage and 
Acute Scale y Manchester Triage System. Cada una de ellas ha sido 
implementada ampliamente en sus respectivos países. 
 
En Estados Unidos no existe una escala nacional de Triage, pero el sistema 
más estudiado es el Wuerz Emergency Severity Index. 
 
Todas estas escalas se asemejan en la forma de asignación de la máxima 
prioridad para la atención inicial. Es decir, para los casos críticos y/o de 
emergencias (aquellos casos que necesitan de inmediato un procedimiento 
de resucitación o estabilización). 
 
Las diferencias se presentan en el tiempo de espera y el lugar para la 
atención de los casos menos urgentes: en relación con la necesidad de 
evaluar al paciente en las siguientes dos horas o su derivación a un 
consultorio de atención inmediata o de demanda espontánea. 
 
 
Cuadro N°2 - SISTEMA DE 5 NIVELES DE DECISIONES 
ESCALA DE TRIAGE DE AUSTRALASIAN 
 
ESCALA DE 
CATEGORÍA 
DE TRIAGE 
Respuesta Descripción de la categoría 
1 Inmediata 
 
Peligro Inmediato para la vida 
2 Evaluar y tratar 
dentro de los 10 
minutos. 
 
Peligro inminente para la vida, o 
tratamiento crítico importante o dolor 
severo. 
 
3 Evaluar y tratar 
dentro de los 30 
minutos. 
Peligro potencial para la vida o urgencia 
situacional o práctica humanitaria que 
requiere rápida liberación del disconfort 
o distress dentro de los 30 minutos. 
 
4 Evaluar y tratar 
dentro de los 60 
minutos. 
Urgencia situacional o potencialmente 
seria para la vida del paciente o con 
complejidad o severidad significativa o 
práctica humanitaria que demanda la 
liberación del dolor o distress severo 
dentro de los 60 minutos. 
 
5 Evaluar y tratar 
dentro de los 120 
minutos. 
Menos urgentes, o problemas clínico 
administrativos. 
 
 
Hemos visto, entonces, que el Triage es un concepto universal. Se 
refiere al primer contacto con el paciente o al ingreso del paciente al 
sistema de salud y a la determinación del orden de atención. 
 
Existen distintos escenarios y cada uno de ellos presenta diferencias 
significativas en la manera de realizar la elección y en su 
componente bioético. 
 
 
Las experiencias en escenarios militares que ha dado origen a este proceso 
se han trasladado y aplicado al campo civil en tragedias con víctimas 
múltiples. Entre las más recientes podemos mencionar el atentado a las 
Torres Gemelas y el ataque a trenes en España, entre otras. 
 
 
 - 19 -
 
Cuadro N° 3 - FLUJOGRAMA UNIVERSAL DE TRIAGE HOSPITALARIO 
 
 
 
Los pacientes demandantes de atención, al arribar al Servicio de 
Emergencias deben tener su primer contacto en el puesto de Triage: este 
puede ser realizado preferentemente por personal de enfermería o médico. 
 
En el puesto de Triage –que debe ser de fácil acceso y rápida visualización 
para el paciente- comienza el procesode Triage o categorización del 
riesgo. El enfermero jerarquiza durante esta primera evaluación los 
siguientes parámetros: aspecto del paciente y motivo de consulta. 
 
La estratificación del riesgo se realiza consultando una tabla de opciones 
previamente confeccionada y definida por el grupo asistencial. De acuerdo 
con la jerarquía del motivo de consulta y la apariencia del paciente, se 
establece una categorización de riesgo: 
• emergencia, 
• urgencia, 
• no urgencia. 
 
Para continuar veremos en qué consiste cada una de estas 
categorizaciones. 
 
Triage: inicio de la atención de un paciente (continuación) 
Continuamos viendo en qué consisten cada una de las 
categorizaciones realizadas en el puesto de Triage: 
• Emergencia o Código Rojo. Significa ingreso inmediato a un 
sector asistencial con disponibilidad inmediata de cuidados. Los 
motivos son situaciones clínicas que requieren de cuidados inmediatos 
debidos a la posibilidad de morir o a alguna condición médica grave 
que requiera de la realización de un procedimiento terapéutico 
durante la primera hora. Se pretende alcanzar un efecto beneficioso: 
reducir la mortalidad o morbilidad (ventana terapéutica) o la consulta 
por dolor intolerable de cualquier causa. 
 
• Urgente o Amarillos. Significa que debemos iniciar la evaluación y 
el tratamiento dentro de los siguientes 30 minutos. Incluye la 
condición urgente o potencialmente grave y también situaciones 
en que la opinión de la comunidad demanda atención para 
solucionar el disconfort o preocupación. 
Los pacientes ingresan a un primer consultorio donde, en un ambiente 
privado, se realiza el interrogatorio dirigido, se toman los signos 
vitales y se evalúan las características clínicas. De modo opcional se 
realizan ECG, espirometría, pico flujo u otros procedimientos 
diagnósticos. Se tienen en cuenta: los grupos de riesgo, la edad, el 
los casos de pacientes inmunosuprimidos, embarazo, entre otros 
 
 
 - 21 -
factores. El paciente que presenta una urgencia es acompañado por 
una enfermera a cargo quien lo ubica en un lugar apropiado. 
 
• No urgencia. En este caso se hace esperar al paciente según el 
espacio disponible: a) en un área donde se inicia la atención, b) en un 
área de espera bajo supervisión de enfermería, c) en algún puesto 
(camilla). En todos los casos, los requerimientos administrativos se 
manejarán luego de estabilizar su situación médica o luego de 
categorizar el riesgo del paciente. 
 
En los países donde existen guías nacionales de Triage validadas y 
aceptadas, éstas son consultadas en todos los DE. Como señalamos 
anteriormente, se presentan de tres o de cinco niveles: a mayor número 
de niveles mayor detalle en la decisión. 
 
Debemos aclarar que esto sólo es posible en sistemas de salud desarrollados, 
donde los niveles de atención funcionan coordinadamente. 
 
Un sistema de 3 niveles básicamente contempla 3 decisiones: 
• atención o ingreso inmediato (color rojo), 
• atención mediata precoz, dentro de la próxima hora (código 
amarillo), 
• y atención mediata tardía, a partir del anterior (color verde), 
 
En este sistema, el nivel 3 corresponde a un paciente de consultorio 
ambulatorio. 
 
Los sistemas de cinco niveles se presentan en las anteriormente 
mencionadas escalas nacionales. 
 
El triage en el Hospital Italiano de Buenos Aires 
 
A manera de ejemplo, describiremos el sistema de Triage 
desarrollado en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Los siguientes 
párrafos describen el espíritu y los fundamentos de este sistema en 
nuestra institución: 
 
Describir los criterios a tener en cuenta durante la 
realización de la actividad de Triage en la CENTRAL DE 
EMERGENCIAS ADULTOS (CEM) y así proveer los cuidados 
sanitarios más apropiados para los problemas médicos de 
los pacientes. El tratamiento en la atención de emergencias, debe 
ser simple, rápido y económico. Si los recursos lo permiten, 
pueden también manejar los problemas menos complejos, que no 
requieran la participación del sector de emergencias. Estas guías 
intentan colaborar con el TRIAGE, ubicando al paciente en el área 
más apropiada. Intentan complementar la habilidad y sentido 
común del staff. La seguridad de los pacientes es lo más 
importante. 
 
Veamos, entonces, el esquema de Triage del Hospital Italiano donde 
se observa la importancia de este proceso y el hecho de que las 
decisiones están definidas previamente, quitando así al personal el 
peso de la decisión. 
 
 
 
 - 23 -
Cuadro 4 - Esquema de Triage de la Central de Emergencias del 
Hospital Italiano de Buenos Aires 
1.- OBJETIVO 
1.1. La categorizacion de pacientes ambulatorios (TRIAGE)para proveer los cuidados apropiados 
en ellugar adecuado de una manera simple rápida y económica 
 
2.- ALCANCES 
2.1. Esta instrucción es aplicable al personal médico y de enfermería asignado a la actividad de 
Triage en la Central de Emergencias de Adultos 
 
3.- DESARROLLO 
3.1. Todos los pacientes con alguna alteración de los parámetros vitales, deben ser observados 
por el sector de emergencias. Esto incluye a pacientes que probablemente requieran de 
tratamiento endovenoso inmediato; soporte respiratorio; monitoreo cardíaco. Los signos vitales 
deben ser interpretados en su contexto clínico. El traslado de un paciente que estaba siendo 
atendido en un área de menor complejidad hacia un área de mayor complejidad debe ser 
notificado al médico del sector. 
3.2. Flujograma de Triage 
Actividades 
Flujograma Descripción 
Responsable Evidencia en 
registro de 
Calidad 
Criterios 
generales 
 
1 
 
 
 
 
 
2 
 
 Recibir al 
paciente 
ambulatorio 
Enfermero de 
Triage 
 
 
3 
 
 Interrogar al 
paciente 
Enfermero de 
Triage 
 3.3.1; 3.3.2 
 
4 
 
 
 
 Categorizar al 
paciente 
Enfermero de 
Triage 
Hoja de 
Enfermería 
3.3.3; 3.3.6 
 
5 
 
 
 
 Direccionar al 
paciente 
Enfermero de 
Triage 
 3.3.4. 
 
6 
 
 
 
 Informar al 
médico 
Enfermero de 
Triage 
 3.3.5. 
 
7 
 
 
 
 Fin 
 
3.1.3. Se pregunta al paciente: 
 Motivo de consulta 
 Signos y síntomas 
 Tiempo de la dolencia 
 Antecedentes 
 Si fue atendido previamente en el H.I. 
 Tipo de especialidad en la que se atendió. 
 
Como podemos observar, en este sistema se prioriza el paciente de mayor 
riesgo, por ejemplo, quien consulta con falta de aire o dolor de pecho 
requiere atención inmediata. El motivo es caracterizado como prioridad de 
ingreso inmediato. 
 
Por ejemplo, en el caso de dolor abdominal, su jerarquización dependerá del 
grupo de riesgo, la intensidad del dolor, los signos vitales y el aspecto del 
paciente. De esto resultará el ingreso inmediato o mediato. 
 
En los casos de epistaxis, menos del 10% de los pacientes requiere 
tratamiento y, aún menos, son categorizados como graves. Sin embargo, es 
un motivo de consulta que requiere ingreso inmediato: la hemostasia debe 
ser supervisada por el grupo asistencial. La opinión de la comunidad 
considera necesario esta conducta. 
 
Existen asimismo indicadores de sensibilidad del Triage: 
o Subtriage. Se presenta cuando se produce la falta de 
detección de un paciente que se beneficiaría de recibir 
cuidados rápidamente. Un valor aceptable es un 5%. 
 
o Sobretriage. Se produce cuando el umbral es muy bajo y se 
atienden pacientes sin lesiones graves que podrían esperar. Lo 
normal es que sea de un 50%. 
 
 
En resumen, el Triage hospitalario permite jerarquizar el orden del ingreso 
del paciente de acuerdo con su condición médica o el riesgo de padecer 
alguna complicación durante los siguientes minutos. 
 
Todos los pacientes son atendidos. Aquellos que esperan para ingresar son 
periódicamente evaluados, ya que su condición médica puede modificarse y 
esto debe ser detectado precozmente. 
 
El Triage permite un mejor uso del recurso disponible. 
 
 
Estabilización 
 
Cuando hablamos de estabilizaciónnos referimos a dirigir la 
evaluación primaria y realizar adecuados procedimientos y 
tratamientos que permitan alcanzar una condición de menor riesgo 
de los pacientes. 
 
 
 
 
 - 25 -
Veamos un ejemplo: 
 
• Estabilización inicial de columna. Durante la etapa inicial, los 
pacientes deben ser extricados adecuadamente para evitar 
complicaciones. Nos referimos a proteger de potenciales lesiones 
mecánicas que pueden estar presentes y que no es posible descartar 
o confirmar en ese lugar. La estabilización de la toda la columna es 
una prioridad. Se logra movilizando al paciente en bloque y 
colocándolo sobre una tabla larga. Se colocará, además, el collar 
cervical y sujetadores laterales de cabeza. El cuerpo es sujetado de 
manera apropiada. Esta maniobra evita graves lesiones neurológicas 
provocadas por lesiones óseas inadvertidas (sección medular). 
 
Resucitación 
 
La resucitación es un término aplicado a toda aquella situación 
médica donde el paciente presenta compromiso de alguna función 
vital y se inicia un procedimiento que tiene por objeto tratarlo y 
evitarlo. 
 
 
Es siempre una situación crítica para el paciente. En forma extrema, puede 
implicar la pérdida de la función de un órgano o el fallecimiento del paciente, 
durante un paro cardíaco o respiratorio. 
 
Existen otras situaciones críticas frecuentes, como el manejo del paciente 
con shock. Existe una variada cantidad de causas y cada una de ellas tiene 
un mecanismo fundamental de tratamiento. 
 
El cuadro clínico final es una insuficiencia circulatoria central o periférica que 
está generando hipoxia tisular. La resucitación tiene como objeto recuperar 
la función circulatoria comprometida, a través de la administración de 
líquidos, inotrópicos, ATB, asistencia respiratoria mecánica, drenando un 
neumotórax, etc. 
 
También existe el concepto de resucitación por órgano comprometido, 
referido a todos los procedimientos terapéuticos dirigidos a recuperar la 
función de un órgano críticamente comprometido. Veamos un ejemplo: 
 
Se presenta un paciente con lesión crítica a nivel del SNC, la 
manifestación clínica es el Síndrome de Hipertensión 
Endocraneana. Las causas son múltiples, es una emergencia 
médica porque existe una lesión progresiva y compresiva 
producida por una masa ocupante de espacio. Esto produce una 
cascada de fenómenos que tienen en común producir isquemia 
cerebral. 
 
La resucitación por órgano del SNC -todas las medidas médicas o 
quirúrgicas que tiendan a revertirlo- es un ejemplo de resucitación de órgano 
comprometido. En este caso, el médico de emergencias tiene como objetivo 
terapéutico evitar la progresión de la enfermedad, evitando las lesiones 
secundarias (Hipotensión, fiebre, hipoglucemia, etcétera). 
 
Hasta aquí hemos hecho referencia a la Hora dorada, el Triage, la 
estabilización y la resucitación. Continuaremos con otros conceptos 
que hacen al núcleo de la práctica de la medicina de emergencias. 
 
Prioridades 
El proceso de atención está compuesto por distintas etapas que, 
artificialmente, se pueden dividir en: diagnóstica, terapéutica, alta o 
internación. 
 
De acuerdo con el cuadro clínico y la etapa, alguna intervención diagnóstica 
o terapéutica es superior al resto en términos de beneficios reportado al 
paciente (es decir, modifica el outcome). Realizarla es una prioridad. 
 
Veamos dos ejemplos: 
 
Ejemplo 1 - Durante la recepción inicial de un paciente 
intoxicado con humo la prioridad es: 
a) establecer el diagnóstico o el riesgo de intoxicación por 
humo; 
 
 
 - 27 -
b) si se confirma la intoxicación, administrar un antídoto: 
oxígeno; 
c) establecer la presencia de una lesión térmica de vía 
aérea superior que determine una intubación precoz 
(considerando la conocida obstrucción de vía aérea 
que se produce durante las siguientes horas). 
 
Ejemplo 2- Durante el estudio de un paciente con dolor 
abdominal que presenta factores de riesgo vasculares 
la prioridad es elegir el estudio más adecuado (mayor 
especificidad y sensibilidad): optamos por la tomografía de 
abdomen con doble contraste. 
 
Estudios diagnósticos 
 
Es una prioridad conocer la indicación, especificidad y sensibilidad del 
estudio a seleccionar como próximo procedimiento diagnóstico de acuerdo 
con el cuadro clínico de cada paciente. Su beneficio y su indicación deben 
estar fundamentados en el pronóstico (outcome). 
 
Diagnóstico 
Es necesario desarrollar un conjunto de diagnósticos diferenciales y 
establecer el diagnóstico más probable a la luz de los resultados surgidos de 
la historia personal, los hallazgos positivos del examen físico, las 
intervenciones terapéuticas y las pruebas diagnósticas. 
 
Alcanzar el diagnóstico permite iniciar un tratamiento específico orientado al 
problema. 
 
La forma de alcanzarlo guarda directa relación con la capacitación médica. 
Algunos datos reportados en centros asistenciales mencionan que la tasa de 
diagnóstico específica en DE universitarios con capacitación continua se 
alcanza en el 45% de los casos. Para lograrlo el interrogatorio es el recurso 
más importante (85%), seguido por el examen físico (10%) y los estudios 
complementarios (5%). 
 
 
La mayor complejidad de los DE se encuentra en el recurso humano. 
Los estudios complementarios generalmente sólo confirman la 
presunción diagnóstica. 
 
 
Ahora bien, en un medio donde el diagnóstico permite iniciar un 
tratamiento racional y donde sólo se alcanza en menos del 50% de 
los pacientes, como profesionales nos preguntamos ¿qué hacemos 
con el resto? 
 
Consideramos que la respuesta es utilizar herramientas que nos permitan 
reducir el número de no diagnósticos, evitando enviar precozmente a los 
pacientes a su domicilio. La Unidad de Observación, la reevaluación seriada y 
las pautas de alarma son alguna de las respuestas. 
 
Como señalamos anteriormente, en ocasiones no es posible determinar el 
diagnóstico durante la primera parte de la evaluación del paciente e, incluso, 
tampoco durante el período de observación. En estos casos, el paciente debe 
ser enviado a su sistema de seguimiento habitual. 
 
Debemos tener en cuenta que el paciente fue observado por un período de 
tiempo suficiente y la posibilidad de una evolución no deseada fue reducida 
significativamente. Para esto también existen criterios de estudios que 
permiten decidir el alta: son aquellos en los que el valor predictivo negativo 
permite descartar una entidad de riesgo y pronóstico serio por otros 
diagnósticos de menor jerarquía que pueden realizarse en forma ambulatoria 
a posteriori. 
 
Observación y reevaluación 
Los pacientes que consultan al DE refieren síntomas y/o presentan lesiones 
objetivas. El médico debe establecer el diagnóstico más probable y tiene un 
tiempo limitado para hacerlo. 
 
 
 - 29 -
 
En algunas oportunidades es posible llegar al diagnóstico rápidamente, en 
particular cuando el conjunto de síntomas y signos del paciente conforman 
una entidad médica claramente definida. Esto está condicionado por la 
historia natural de la enfermedad, la respuesta del paciente y su reserva 
funcional. Veamos un ejemplo de presentación muy frecuente: 
 
Un paciente masculino de 30 años de edad sin antecedentes 
patológicos consulta por dolor abdominal de ocho horas de 
evolución. El dolor es poco definido, tiene una intensidad de 
7/10 y está asociado a nauseas. 
 
El examen abdominal no muestra signos de compromiso 
peritoneal, el paciente está afebril y el recuento de blancos es 
de 13.000/ml con desviación de la fórmula a la izquierda. Es 
reportado por el laboratorio un sedimento patológico. Se ha 
solicitado un estudio por imagen que ha sido informado no 
diagnóstico. 
 
Vemos, entonces, que el paciente presenta un cuadro de dolor abdominal 
con dos posibilidades diagnósticas iniciales: a) abdomen agudoinflamatorio 
(probable apendicitis aguda); b) infección urinaria. 
 
Ambos diagnósticos son posibles y tienen distinta jerarquía en cuanto a su 
pronóstico y gravedad. Sabemos que un porcentaje de pacientes que 
presentan apendicitis tienen, concomitantemente, sedimento urinario 
patológico (10%). Vemos que en esta instancia de la consulta el diagnóstico 
definitivo no se puede establecer. Para ello se necesita una estrategia: 
observar por algunas horas más al paciente para constatar su evolución. 
 
 
La observación permite al médico resolver situaciones de difícil 
diagnóstico que necesitan tiempo para completar el conjunto de 
síntomas requeridos para determinar el problema. 
 
 
Los pacientes que permanecen en observación reciben procedimientos 
diagnósticos o intervenciones terapéuticas regladas. Es necesario evaluar y 
reevaluar la efectividad de las intervenciones terapéuticas o diagnósticas, los 
efectos adversos o complicaciones de cada uno de ellos. 
 
Las herramientas del médico serán: el monitoreo, la observación, la 
evaluación, la reevaluación y el manejo. 
 
 
Interconsulta 
Algunos pacientes requieren durante su atención de una opinión más que 
puede ser de su médico de cabecera o de uno o varios médicos especialistas. 
Es decir, surge la necesidad de una interconsulta. 
 
Del resultado de la interconsulta dependerán las futuras intervenciones 
diagnósticas y procedimientos terapéuticos. En ambos casos, el intercambio 
de opinión mejora el manejo del paciente. 
 
El médico de cabecera que conoce a su paciente aporta datos de valor 
insustituible al médico de emergencias. El conocimiento de la enfermedad, 
del estadío en el que se encuentra, el saber acerca de los valores personales 
y creencias religiosas del paciente, entre otros aspectos, contribuye a 
mejorar su manejo. También puede contribuir a evitar la realización de 
procedimientos inútiles y/o ayudar a coordinar las condiciones de alta. 
 
El médico ínterconsultor cumple un rol destacado en la consulta de 
emergencias, la decisión final debe ser compartida por ambos. El 
interconsultor colabora activamente para alcanzar un adecuado destino final 
del paciente y también en la derivación a otro centro asistencial, si fuera 
necesario para un adecuado tratamiento. Asimismo, cumple un rol activo en 
la formulación de un plan de seguimiento del paciente. Se comunica con él, 
con sus familiares y con los miembros del equipo de salud. 
 
 
No obstante, debemos recordar que el responsable final del paciente 
en el área de emergencias es el médico de emergencias. 
 
 
 - 31 -
 
 
Alta o Destino Final 
El alta o destino final significa que el diagnóstico, gravedad, pronóstico y 
complejidad de cuidados necesarios para realizar el tratamiento han sido 
definidos. 
 
Estos, por su complejidad, deben ser realizados en un ambiente hospitalario 
o extrahospitalario (el domicilio). Para ello, el paciente o sus representantes 
-familiares o cuidadores- deben comprender el motivo por el cual se realiza 
en su domicilio, los tiempos y los objetivos de los siguientes controles 
médicos a realizar. Además, deben ser capaces de cumplirlos. 
 
El alta extrahospitalario tiene matices que el médico de emergencias debe 
considerar para alcanzar el éxito terapéutico deseado: el nivel de 
complejidad de indicaciones y la factibilidad de realizarlos, la necesidad de 
controles médicos, la situación social del paciente, entre otros. 
 
Por ello, han surgido distintas variantes de seguimiento ambulatorio en 
cuanto a la intensidad de los controles médicos y la enfermería. Algunas de 
ellas son: la internación domiciliaria, el seguimiento médico durante las 72 
horas siguientes, la consulta de control programada ambulatoria en 24 o 48 
horas. 
 
 
El Destino Final depende de la complejidad de los cuidados 
requeridos y de las posibilidades de llevarlos adelante en el 
domicilio. 
 
 
 
 
Derivación 
 
La derivación es un paso trascendente durante la administración de cuidados 
al paciente. Como explicamos antes, siempre ocurre por falta de recursos 
físicos: por falta de disponibilidad de camas o también por necesidad de 
mayor complejidad. También puede decidirse por solicitud de la familia o por 
representantes de otro centro (por ejemplo, el médico de cabecera del 
paciente). 
 
 
Siempre se deben asegurar las condiciones de traslado y recepción 
de los pacientes. La complejidad de estos procedimientos dependerá 
del nivel de cuidados administrados al paciente o del diagnóstico 
presente. 
 
Por ningún motivo se debe reducir la complejidad de los cuidados 
durante el traslado. 
 
 
Factores modificadores 
Se debe reconocer que existen variables de peso en la evaluación y 
pronóstico de los pacientes como la edad, el sexo, la raza, la presencia de 
enfermedades crónicas, las barreras de comunicación, la condición social y 
económica. 
 
Veamos algunas reflexiones sobre estas variables: 
 
• Edad. A partir de los 70 años los pacientes necesitan más tiempo y 
mayor cantidad de estudios complementarios. El proceso de 
envejecimiento modifica la respuesta a las enfermedades. En este 
grupo etáreo el reconocimiento de las dolencias es tardío y, por lo 
tanto, sus consultas también. 
En general, los síntomas y signos son menos definidos que en la 
población más joven. La cantidad de recursos necesarios para 
alcanzar el diagnóstico es 5 veces mayor que cuando se trata de una 
población joven (tiempo médico, cantidad de recursos utilizados). 
 
 
 - 33 -
 
• Barreras de comunicación. Durante los últimos años se observa un 
aumento de inmigraciones en todo el mundo, lo que impacta en el 
trabajo de los médicos. Para el médico de emergencias la dificultad en 
la comunicación con los pacientes provoca una sustantiva disminución 
de las posibilidades diagnósticas. 
 
Ya hemos visto parte de las definiciones que hacen al núcleo de la 
práctica de la medicina de emergencias. Continuaremos con más 
conceptos clave en esta especialidad. 
 
 
Cuestiones profesionales y legales 
La atención del paciente siempre está influida por el estado actual del 
conocimiento científico, por valores inherentes del profesional que lo atiende, 
por cuestiones éticas y por aspectos legales relacionados. 
 
En ocasiones, el médico se encuentra con pacientes que solicitan la 
realización de estudios complementarios. El conocimiento actual de la 
evidencia médica y el resultado de una adecuada evaluación son las que 
determinan la necesidad y los beneficios de realizar un estudio. En este 
sentido, el médico debe explicar y fundamentar claramente sus decisiones. 
 
En otras ocasiones, el médico debe indicar un procedimiento terapéutico a un 
paciente que ha solicitado atención médica. Su decisión se basa en la 
experiencia de haber tratado cuadros clínicos semejantes. Asimismo, la 
evidencia científica confirma la utilidad de su realización y los valores 
personales y profesionales lo respaldan. 
 
Puede suceder que el paciente se niegue a realizarlos, argumentando 
motivos personales para rechazarlos. Por ejemplo, los valores del paciente 
no consideran esa opción como válida, por lo que no la acepta. Es decir, no 
está de acuerdo con la posibilidad de tratamiento cuyos beneficios para su 
problema están claramente comprobados. 
 
En estos casos, el médico debe asegurarse de la comprensión por parte del 
paciente de la gravedad de su enfermedad y de los peligros y consecuencias 
que esto significa para su salud. También debe escribirlo. Sin embargo, 
debe recordar también que los pacientes pueden cambiar de opinión y se 
debe ser permeable a estos cambios. 
 
Prevención y educación 
La utilización de información disponible sobre variables epidemiológicas que 
sirven para jerarquizar la condición de riesgo de algunas personas, permite 
iniciar la educación del paciente, seleccionandoaquellas técnicas validadas 
para la prevención de enfermedades o de lesiones. 
 
Entre las técnicas y prácticas que han tenido mayor impacto en la evolución 
del paciente podemos mencionar, por ejemplo, el uso de una técnica correcta 
de control de la Tensión Arterial en pacientes hipertensos o el uso adecuado 
del Pico Flujo en los pacientes asmáticos. También podemos incluir aquí el 
correcto uso del cinturón de seguridad al conducir automóviles. 
 
Documentación 
La documentación (historia clínica) es una importante herramienta que 
mejora la calidad del cuidado dispensado al paciente y también permite la 
codificación de su enfermedad. 
 
Incluye también la simple descripción de las indicaciones terapéuticas, con 
sus dosis e intervalos, los efectos no deseados y las pautas de alarma. 
 
Los pacientes olvidan o confunden frecuentemente las indicaciones. La 
prescripción estandarizada por diagnósticos acorta el tiempo asistencial del 
médico y evita olvidos. 
 
Manejo del grupo de salud (grupo interdisciplinario) 
 
Durante la capacitación del equipo de salud, se debe priorizar el manejo 
simultáneo de múltiples pacientes, ya que se trata de una situación habitual. 
 
 
 - 35 -
 
El objetivo de esta capacitación es proveer un óptimo cuidado a todos. Una 
de las destrezas a incorporar en los médicos de emergencias es el 
entrenamiento necesario para manejar un número importante de pacientes 
de modo simultáneo. 
 
También deben tener capacidad para interactuar, educar y supervisar a 
todos los demás miembros del grupo asistencial; utilizar adecuadamente los 
recursos disponibles en el hospital y estar familiarizados con el manejo de 
situaciones de desastre. 
 
Hasta aquí hemos hecho un recorrido por las principales definiciones 
del núcleo de la práctica de la medicina de emergencias. Esperamos 
que lo desarrollado hasta el momento les permita, poco a poco, 
conocer las especificidades, implicancias y desafíos de esta 
especialidad médica. 
 
Para continuar, nos referiremos a aspectos de tipo funcional que si 
bien no están relacionados directamente con la práctica médica, 
permiten que ésta se pueda llevar adelante. 
 
ASPECTOS FUNCIONALES DE LA MEDICINA DE 
EMERGENCIAS 
 
Comenzaremos haciendo referencia a las diferencias entre la 
consulta en emergencias y la asistencia primaria. Luego nos 
centraremos en la continuidad de los cuidados. 
 
La consulta en emergencias es frecuentemente confundida con la 
asistencia primaria. Sin embargo, entre ambas existen diferencias 
significativas. 
 
Asistencia primaria 
 
En la asistencia primaria el paciente decide consultar por un problema 
crónico o un nuevo problema. Pero en este caso, nunca considera que el 
problema revista la suficiente gravedad -variable subjetiva- como para 
dirigirse a un centro de emergencias. 
 
Siempre lo hace con un médico conocido o de confianza, con quien se ha 
establecido un vínculo previo entre ambos. El médico tiene un conocimiento -
por lo menos de manera general- de los deseos del paciente y de su familia, 
de sus valores personales, de sus creencias religiosas, de su postura ante la 
salud, la enfermedad y la muerte, sus deseos de curación, de tratamientos, 
entre otras cuestiones. 
 
En la asistencia primaria la consulta no suele producir ansiedad en el 
paciente, es generada por dolor que no es severo, sino tolerable o crónico. 
Excepcionalmente, los pacientes consultan por alteraciones agudas del 
estado mental. 
 
En los casos donde debe tomarse una decisión médica, el facultativo tiene 
posibilidades de realizar una o varias consultas con otros facultativos, 
esperar la opinión del experto y, finalmente, plantear al paciente el camino 
más adecuado a tomar. Muchas veces interviene la familia y se presentan 
decisiones que tienen consecuencias económicas. 
 
En algunos casos, se puede realizar una consulta de naturaleza legal o ética. 
El médico se representa a sí mismo o es integrante de un grupo médico 
conocido. Es decir, su identidad es conocida por el paciente. 
 
En estas circunstancias, las decisiones son en general tomadas sin la 
premura temporal de una consulta de emergencias. La acción de solicitar un 
turno significa que el paciente decide cuándo consulta. 
 
La consulta en la asistencia primaria se desarrolla en un ambiente privado y 
controlado, en el que en general no se presentan interferencias mientras se 
lleva a cabo. 
 
En ocasiones, la consulta puede ser cancelada por el médico, puede surgir un 
compromiso inesperado, cansancio médico, entre otros motivos. 
 
 
 
 - 37 -
El paciente tiene la opción de solicitar un nuevo turno o de consultar a otro 
médico conocido o del mismo grupo asistencial. Podemos decir que, 
fundamentalmente, existe confianza por parte del paciente. 
 
Consulta de emergencias 
La consulta de emergencias se diferencia sustancialmente de lo expuesto 
previamente. El motivo de consulta despierta gran inquietud y, en ocasiones, 
temor en el paciente o en su familia. 
 
Veamos, entonces, diversos aspectos que la caracterizan: 
 
• Este tipo de consulta no es programada, sino un acontecimiento 
inesperado, a veces con evidentes signos de gravedad. 
 
• El traslado del paciente puede ser realizado en circunstancias no 
deseadas. Puede realizarse, por ejemplo, en ambulancia, con el apoyo 
de bomberos o de las fuerzas de seguridad. 
 
• El médico no es elegido por el paciente, sino sólo el representante 
de una institución. El paciente o la familia pueden recordar 
experiencias o comentarios agradables o desagradables y esto influirá 
directamente en el desarrollo de los primeros instantes de la consulta. 
 
Es frecuente escuchar de los pacientes comentarios como “en esta 
institución salvaron a mi padre”. O por el contrario, “no debería haber 
concurrido a esta institución, pues aquí le diagnosticaron una 
enfermedad grave a mi familiar y luego de iniciar tratamiento falleció 
rápidamente”. Estos comentarios hablan del valor de las experiencias 
positivas o negativas. 
 
En este sentido, el médico debe ganarse la confianza de su paciente, 
teniendo en cuenta su principal capital, una buena relación médico- 
paciente. 
 
 
Los motivos de la consulta de emergencia están frecuentemente 
asociados a cuadros de dolor severo, a síntomas preocupantes. La 
consulta se desarrolla en un período breve de tiempo y se debe llegar 
a un diagnóstico presuntivo, planteando opciones de tratamiento o 
descartando afecciones graves. 
 
 
• Muchas veces las soluciones propuestas por parte del médico no 
guardan relación con las expectativas de salud o enfermedad 
del paciente o con sus valores personales. Puede suceder, por 
ejemplo, que su religión condicione o limite las opciones terapéuticas. 
Es el caso de los testigos de Jehová, quienes se niegan a recibir 
sangre o hemoderivados. 
 
• La mayoría de las veces la decisión final es tomada por el médico de 
emergencias luego de realizar una sistemática de estudio y recurrir a 
las interconsultas. No obstante, para el paciente este médico continúa 
siendo un desconocido. 
 
• El ambiente físico de una sala de emergencias es complejo. 
Generalmente se comparte el lugar con otros pacientes, hay ruido, 
llamadas telefónicas, el médico está encargado de varios pacientes 
simultáneamente. Es decir, no es un medio privado. 
 
• El médico es el representante de la institución, su identidad pasa 
a segundo plano. La carga de trabajo a que el médico se ve sometido 
es grande y existen momentos en los que el cansancio, la falta de 
sueño y el apetito se hacen presentes y pueden impactar en las 
decisiones. 
 
• Existen casos donde la relación entre el médico y el paciente se 
ve deteriorada severamente. Aun en estas circunstancias, el médico 
debe continuar con la atención, a pesar de no desear hacerlo. Para el 
paciente es la única opción. (Ref1) 
 
Hemos diferenciado, entonces, la asistencia primaria de la consulta 
de emergencias, destacando diferentes aspectos de esta última 
 
 
 - 39 -
vinculados con la práctica cotidiana. Consideramos que tener 
presente toda esta información, experiencias y reflexiones es 
fundamental para adquirir un panorama realista de la práctica de la 
medicina de emergencias. 
 
Población demandante de atención 
La CE está diseñada para atender consultas de emergencias y la población 
demandante abarca todas las edades. Sin embargo, algunas patologías y 
grupos de riesgo parecen demandar mayor atención durante los últimos 
años. 
 
Su conocimiento permite adecuar los programas de capacitación para poder 
satisfacerlos. Entre ellos podemos mencionar: 
• adultos sin contención familiar o social, 
• gerontes, 
• inmunosuprimidos, 
• trauma, 
• violencia (doméstica, urbana, etcétera), 
• drogadicción y alcoholismo, 
• Trastornos Agudos de Conducta, 
• endemias venéreas, 
• procedimientos terapéuticos. 
 
El problema de las consultas inadecuadas 
 
El objetivo principal del sistema de emergencias es, justamente, 
atender “consultas de emergencias”. No obstante, se presenta a 
diario en todos los servicios de la especialidad la dificultad universal 
de definir cuándo una consulta es “apropiada”. 
 
La dificultad se encuentra focalizada en el grupo de consultas de bajo riesgo, 
ya que las consultas inapropiadas provocan sobre demanda, lo que impide la 
adecuada atención de los pacientes. Como consecuencia, se generan tiempos 
de espera prolongados. 
 
El tiempo de espera prolongado es un indicador utilizado para evaluar la 
adecuación de los recursos físicos y humanos. También se relaciona con 
pacientes que no completan su evaluación y tratamiento, o que se retiran sin 
ser atendidos. Por ello, se trata de una situación de riesgo. 
 
 
Las consultas inadecuadas generan competencia por el recurso 
humano y físico destinado a la atención. 
 
 
Tradicionalmente entre nosotros escuchamos decir frases como 
“ésta no es una consulta de emergencias”. Ahora bien, ¿qué es una 
adecuada consulta de emergencias? O ¿qué es una consulta de 
emergencias? 
 
La definición de emergencias –ya presentada al comenzar esta clase- nos 
ayuda a encontrar la respuesta: emergencia es toda aquella circunstancia 
nueva o inesperada que modifica la condición habitual de salud de una 
persona, es reconocida por el paciente o terceros y es percibida como 
peligrosa. 
 
Respecto de la temporalidad, podemos señalar que nuevo excluye a todas 
las condiciones donde un paciente debe realizar un procedimiento 
diagnóstico o terapéutico programado o un control médico. 
 
Sin embargo, en los servicios de emergencia pueden surgir casos como éste: 
 
A un paciente ambulatorio se le indica la realización de un 
estudio (ecografía) como parte de un proceso diagnóstico. Se 
presenta demora en su realización por la falta de disponibilidad 
de turnos, el paciente solicita atención médica en la CE o el 
médico deriva al paciente a la CE para realizar el estudio 
correspondiente. 
 
Este ejemplo muestra claramente una consulta inadecuada. Es válido para 
describir todas aquellas causas donde la falta de respuesta institucional a 
pacientes en estudio ambulatorio provoca la sobre demanda del sistema de 
 
 
 - 41 -
emergencias. Sucede que la CE siempre está abierta y resulta más rápido 
para el paciente manejarse por esta vía. 
 
Existe abundante información acerca de este problema. Los porcentajes de 
consultas inadecuadas varían según distintos informes entre el 15 y el 80%. 
 
Entre las dificultades para definir la consulta adecuada se encuentra la 
opinión social. Se plantean interrogantes como: ¿cuáles son las expectativas 
de una comunidad?, ¿la consulta inadecuada puede ser comparable entre 
lugares donde el nivel de asistencia social es distinto?, ¿qué opinión tiene la 
comunidad? 
 
Debemos tener en cuenta que, a partir de la tarde y durante los fines de 
semana y feriados, los servicios de emergencias son la única alternativa de 
atención para los pacientes. Por ello, durante esas horas se atiende a todos 
los pacientes. (ref 2) 
 
 
Para disminuir la cantidad de consultas inadecuadas la oferta de 
atención ambulatoria debe ser adecuada: cuando ésta es 
insuficiente, los pacientes se vuelcan al servicio de emergencias 
porque es su única posibilidad de atención. 
 
 
 
La continuidad de los cuidados administrados 
Continuemos ahora con otro de los aspectos funcionales clave para el 
logro de los objetivos de la medicina de emergencias: la continuidad 
de los cuidados administrados. 
 
Los cuidados administrados son un conjunto heterogéneo de intervenciones 
asistenciales realizadas por el equipo de salud durante el proceso de atención 
prehospitalario y hospitalario del paciente. 
 
Tienen por objetivo mejorar la condición médica del paciente, aumentar las 
chances de sobrevivir y reducir la morbilidad y los riesgos de complicaciones 
relacionadas a éstas (no deseadas). 
 
Se pueden diferenciar distintas etapas en los cuidados: rescate, transporte, 
triage, atención inicial, procedimientos diagnósticos, procedimientos 
terapéuticos, control de enfermería, traslados, entre otras. 
 
A través del proceso de atención se administran continuamente al paciente 
distintos niveles de cuidados, que dependen de su condición médica. 
 
 
Cabe destacarse que uno de los aspectos que mayor perjuicio genera en 
los pacientes es la falta de continuidad del nivel de cuidados 
administrados durante su atención. 
 
 
Esto puede ocurrir mientras el paciente se encuentra en el ámbito de la 
Central de Emergencias, durante el traslado interno (para realizar algún 
estudio complementario) o durante el traslado externo (derivación a otra 
institución asistencial). También se puede presentar al finalizar la atención 
del paciente, durante la realización de las indicaciones médicas. Veamos 
algunos ejemplos: 
 
Alta del paciente a su domicilio 
Cuando un paciente egresa de la CE, debe comprender el diagnóstico de su 
enfermedad, el nivel de gravedad y su pronóstico. Además, debe saber que 
los cuidados necesarios para continuar su tratamiento -si los hubiera- 
pueden ser realizados en el ámbito de su domicilio. 
 
Ahora bien, para que éstos se puedan realizar, debe cumplir con pautas de 
tratamiento y de alarma. En estos casos debe valorarse el grado de 
responsabilidad personal del paciente –nos referimos al cumplimiento de las 
indicaciones- y tener consignas claras para realizar una próxima consulta de 
seguimiento durante las siguientes 24 a 48 horas con su médico de cabecera 
o en un centro destinado a este tipo de controles. 
 
 
 
 - 43 -
Todos los pacientes egresados de la CE deben cumplir con este 
requisito. Durante las siguientes horas se debe realizar el 
seguimiento de la evolución del paciente. 
 
 
La consulta en emergencias termina 24 a 48 horas luego del egreso del 
paciente de la CE. 
 
Después del egreso existen múltiples variables que pueden modificar la 
condición clínica del paciente, como la adherencia al tratamiento, la 
intolerancia o las reacciones adversas a las drogas administradas. 
 
El médico de emergencias no debe ocuparse de realizar el seguimiento de los 
pacientes, su prioridad es la atención inicial y destino adecuado. 
 
 
Traslados internos 
Los traslados por estudios, procedimientos o internación en ocasiones 
conducen al paciente a un área alejada de la Central de Emergencias. En 
este proceso, los cuidados deben ser sostenidos en el tiempo y no 
existen motivos que justifiquen suspenderlos o reducirlos 
transitoriamente. (ref 3) 
 
Por ejemplo, un paciente consulta por un traumatismo de cráneo. 
Durante su evaluación se constata un Glasgow de 14 estable desde su 
primer evaluación, 6 horas antes. 
 
Desde su ingreso elpaciente permanece en un área donde un médico 
está a cargo del cuidado de varios pacientes. 
 
Los controles de signos vitales y escala de Glasgow son realizados por 
enfermería cada 30 minutos. La condición médica del paciente es 
emergente. 
 
Se solicita una Tomografía Axial Computarizada sin contraste de 
cerebro con ventana ósea y columna cervical, el gold estándar para 
esta patología. El estudio solicitado persigue diagnosticar lesiones 
ocupantes de espacio que requieran de tratamiento inmediato 
quirúrgico y/o médico, además descartar lesiones de columna 
cervical. 
 
El paciente es trasladado a la sala de imágenes acompañado 
por un camillero. En la sala de imágenes un médico lo espera 
para continuar los cuidados durante la realización del estudio. 
 
En este ejemplo, el nivel de cuidado administrado durante su transporte es 
inferior al dispensado en la sala de emergencias y en la sala de tomografía. 
El nivel de control establecido por la condición del paciente no se ha 
mantenido en el tiempo. 
 
Traslados externos 
 
En ocasiones, los pacientes, luego de recibir una atención inicial y lograrse la 
estabilización de su condición clínica, son derivados a otra institución por 
diversas causas (entre las más frecuentes podemos mencionar la necesidad 
de un mayor nivel de complejidad o la falta de camas para su internación). 
Durante este traslado se debe continuar el mismo nivel de cuidado que en la 
CE. 
 
Para concluir esta referencia a la continuidad de los cuidados, podemos 
señalar que antes las consultas eran consideradas eventos episódicos 
desconectados del sistema de salud y el médico se limitaba a diagnosticar y 
tratar eventos aislados del paciente. 
 
 
Hoy, en cambio, se considera que las consultas y los eventos que presentan 
los pacientes deben ser integrados al sistema de salud. 
 
 
Recordemos que la consulta de algunos pacientes al sistema de 
emergencias es frecuentemente la única posibilidad de entrada al 
sistema de salud. 
 
 
 
 
 - 45 -
Origen de los pacientes, picos horarios y motivos de consulta 
En una comunidad, hábitos y prácticas como la alimentación, el 
esparcimiento o el trabajo tienen un patrón común: la cultura. En este 
sentido, las enfermedades también son propias de cada cultura (raza o 
etnia). 
 
Bajo estas consideraciones, en una comunidad las consultas, los horarios en 
que se realizan y las expectativas de los pacientes son en general comunes. 
Los pacientes que llegan a al CE lo hacen por caminos comunes: 
 
• desde su domicilio (evaluado por un médico que realiza atención 
domiciliaria de baja complejidad o en sistemas de ambulancia); 
• derivados desde un consultorio (el médico considera que su paciente 
precisa una evaluación o tratamiento inmediato, su estado actual lo 
requiere); 
• provenientes de la vía pública (alguna contingencia inesperada o un 
trauma producido en el ámbito ambulatorio); 
• provenientes de otro hospital. 
 
 
 
 
Respecto de los horarios de demanda, podemos observar el siguiente 
gráfico: 
 
Gráfico N° 3 – Curva de demanda horaria de pacientes ingresados a 
la CE del Hospital Italiano de Buenos Aires. 1998. 
 
 
La curva de demanda horaria que aquí se presenta es común a todos los 
países occidentales. Las variaciones cuantitativas son el producto de una 
mayor cantidad de pacientes atendidos. Claramente se ven 2 picos de 
demanda: 
 
a) pico cercano al mediodía, 
b) pico nocturno. 
 
Ambos son característicos. 
 
El pico cercano al mediodía se explica por el reconocimiento durante las 
primeras horas del día de una afección no resuelta adecuadamente o 
producida durante horas de la noche. 
 
El pico nocturno ocurre cuando los consultorios de demanda espontánea 
cierran sus puertas. La CE durante esas horas se convierte en la única 
alternativa para la atención de pacientes. 
 
Cuadro N° 3 – Flujo de Pacientes en Emergencias …..
 
 
 - 47 -
Durante la noche se produce, además, el “valle nocturno” donde se 
presentan menos número de consultas, proporcionalmente de mayor riesgo o 
gravedad. 
 
Cabe aclarar que el segundo pico de demanda aparecerá más precozmente 
cuanto más temprano los consultorios del hospital dejen de funcionar. 
 
La curva de demanda que hemos visto pertenece al DE del Hospital 
Italiano de Buenos Aires. De acuerdo con sus experiencias, ¿se ven 
reflejados en ella? 
 
Respecto de los diagnósticos de los pacientes, podemos señalar que estos 
también son estables en el tiempo para cada población y cada grupo de 
riesgo. 
 
Sólo se producirán modificaciones cuantitativas por problemas estacionales: 
cuadros virales fundamentalmente respiratorios en meses de invierno o 
cuadros de deshidratación y gastroentéricos en los meses de verano. 
 
Contar con esta información permite determinar el número de personal así 
como el número de recursos materiales necesarios para enfrentar la 
demanda de pacientes. 
 
Acerca del flujo de pacientes 
 
El flujo de pacientes es el recorrido que debe atravesar un paciente desde el 
momento en que solicita su atención hasta ser definido el nivel donde se 
realizará sus cuidados definitivos. Es importante conocerlo ya que describe 
todos los puntos críticos donde se presenten fallas del sistema que impactan 
negativamente en el paciente. 
 
Ya hemos abordados previamente algunos aspectos del flujo y aquí 
trataremos de integrarlos: 
 
El ingreso de los pacientes 
El acceso de los pacientes al sistema de salud o emergencias debe ser fácil. 
La demanda desde su domicilio, vía pública u hospitalaria debe categorizarse 
según el sistema de Triage. 
 
Este sistema de categorización asegura que todos los pacientes accedan al 
sistema y que todos sean atendidos. Luego de la categorización inicial, los 
pacientes que no requieren el uso de la CE por la escasa complejidad de su 
consulta, deben tener accesibilidad a otras ofertas de atención de menor 
complejidad, es decir, los consultorios de demanda espontánea. 
 
El sistema de atención prehospitalaria 
Para su adecuado funcionamiento, el Sistema de Emergencias (Pre y 
Hospitalario), requiere de una coordinación centralizada para el máximo 
aprovechamiento de los recursos disponibles y para lograr el beneficio del 
paciente y de la comunidad. 
 
El conocimiento, la aceptación y la aplicación de prioridades 
universales en el cuidado de los pacientes, junto con la aplicación de 
criterios de tratamiento prehospitalarios y hospitalarios aceptados 
por todos los integrantes del sistema de salud de una comunidad son 
elementos esenciales para asegurar un adecuado nivel de cuidado. 
 
La atención de los pacientes 
Tanto en el medio prehospitalario como en el ambiente hospitalario la 
atención de los pacientes es similar. La diferencia es que en cada uno de 
ellos existen objetivos y prioridades distintas, que deben cumplirse sin 
excepciones. 
 
El proceso de atención en el medio prehospitalario está más orientado al 
rescate, condiciones de traslado, tratamiento de condiciones críticas, tanto 
como al manejo de la patología de bajo riesgo. Excepcionalmente está 
orientado a la realización de diagnósticos de certeza, ya que en su mayoría 
requieren de una infraestructura no disponible en ese medio. 
 
En el ambiente hospitalario es donde el proceso de atención final del 
paciente alcanza su máxima complejidad, con los diagnósticos diferenciales, 
los procedimientos diagnósticos o las intervenciones terapéuticas. En este 
 
 
 - 49 -
medio interviene un grupo multidisciplinario y se decide con un grado 
aproximado de certeza el destino final del paciente de acuerdo con las 
posibilidades de tratamiento. 
 
El grupo multidisciplinario comprende: médicos, enfermeros, técnicos, 
camilleros y diversas áreas y recursos requeridos en el proceso diagnóstico y 
de tratamiento (comuicación quirófanos, departamento de imágenes,

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