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- 1 - Curso: Actualización en temas de Medicina de Emergencias Módulo: Medicina de emergencias. Enfoque inicial Clase: Medicina de emergencias. Enfoque inicial INTRODUCCIÓN En la actualidad, la práctica de la medicina de emergencias se encuentra en un proceso de desarrollo. Hoy, la necesidad de una mejor utilización de los recursos disponibles hace necesario cambiar antiguos paradigmas. Diversos factores condicionan estos cambios, entre ellos, factores sociales y económicos. Hemos dejado el concepto de Guardia Asistencial para introducirnos en el concepto de Servicio de Emergencias. No se trata de un mero cambio semántico, sino de una evolución en el concepto: el Servicio de Emergencias tiene planificación y continuidad de cuidados, procesos de atención propios, objetivos asistenciales específicos y personal calificado con conocimientos y destrezas propias, diferentes del resto de las demás especialidades médicas. Actualmente, debe verse como una etapa integrada al resto del Sistema de Salud, ya que la continuidad de los cuidados lo requiere. Antes, el manejo de una consulta de emergencias era considerado un hecho puntual, mientras que hoy es considerado un acontecimiento asistencial dentro de un sistema de cuidados. Esto hace que el médico deba cambiar su tradicional programa de capacitación y entrenamiento por otro más específico, con el fin de estar preparado para satisfacer las actuales necesidades de los pacientes. El médico de guardia necesita transformarse en un médico de emergencias, verdadero experto en esta etapa de la asistencia de los pacientes. Por ello, el mayor costo fijo de estos sectores es el adjudicado al recurso humano, ya que los mejores resultados y el cambio de paradigma se logra a través de la inversión en capacitación. Respecto del desarrollo de la especialidad, podemos señalar que se inició por lo menos 30 años atrás, aún en países con modelos asistenciales diferentes. Algunos factores han contribuido a su conocimiento como, por ejemplo, las series de televisión donde se muestran situaciones cotidianas en una central de emergencias. Estas series permiten identificar al público con un modelo asistencial. También ha influido el reclamo de los pacientes y de la opinión pública de ser atendidos por especialistas en emergencias. En esta primera clase desarrollaremos los principios fundamentales que determinan la práctica de la Medicina de Emergencias. Veremos aspectos prácticos asistenciales y presentaremos las definiciones que han dado lugar al Núcleo de la Práctica de la Medicina de Emergencias. Para concluir, haremos referencia a otros aspectos relacionados con el soporte funcional y organizacional de la especialidad. Esperamos dar comienzo a una interesante y motivadora propuesta que les permita actualizar sus conocimientos y desarrollar competencias para desenvolverse en el campo de la medicina de emergencias. HACIA UNA DEFINICIÓN DE EMERGENCIAS ¿De qué hablamos cuando hablamos de emergencias? Según el American College of Emergency Medicine, una emergencia es toda aquella circunstancia nueva o inesperada que modifica la condición habitual de salud de una persona, es reconocida por el paciente o terceros y percibida como peligrosa. Esta condición subjetiva es el motor de la consulta precoz a los centros de atención. Realizado el primer contacto, el equipo de salud será responsable de determinar su real gravedad y utilizará los medios necesarios para reducir o evitar la morbimortalidad del paciente. - 3 - En otras oportunidades, la situación de emergencia será objetiva: por una lesión evidente (herida sangrante) o por la evidente condición médica del paciente (muerte súbita). Esta definición nos permite realizar una primer aproximación al problema: los pacientes que consultan por emergencias perciben un cambio en su estado de salud, desconocen su gravedad y, en general, consideran que es peligroso (variables subjetivas). Estos pacientes demandan atención refiriendo síntomas (variable subjetiva). Ante esta demanda, el equipo de salud debe establecer la gravedad de cada uno de los síntomas y actuar en consecuencia. Es decir, en parte la emergencia es definida por la necesidad del paciente. Asimismo, los pacientes se encuentran ante una condición que es nueva e inesperada: los médicos decimos que es aguda. Ahora bien, si es nueva, cabe preguntarse ¿cuando comenzó el nuevo problema? Veamos, por ejemplo, el caso de un paciente con antecedentes de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que consulta por falta de aire, tos productiva y esputo de color amarillo. El paciente refiere la aparición de estos cambios durante los últimos cinco días. Esto debe interpretarse como una reagudización de su enfermedad. En las enfermedades crónicas las reagudizaciones son un motivo de consulta frecuente y se diagnostican clínicamente; se trata de cambios bruscos en su condición médica. Las causas que lo generan son variadas y deben diagnosticarse. Sólo su diagnóstico permite iniciar un tratamiento exitoso. Las reagudizaciones no deben ser confundidas con el deterioro crónico producido como consecuencia de la evolución natural de la enfermedad. La reagudización se puede identificar por el momento en que cambia la clase funcional del paciente. Veamos otro ejemplo. En el caso de un paciente que presenta lesiones por trauma -ocurrido el mismo día mientras conducía su moto- se trata claramente de una enfermedad nueva que se inició ese mismo día. Entonces, vemos que en las emergencias se presentan episodios nuevos e inesperados. EVALUACIÓN PRIMARIA Y CATEGORIZACIÓN INICIAL DE GRAVEDAD Cuando un paciente ingresa a un Servicio de Emergencias es fundamental categorizar la gravedad de su condición médica, distinguiendo entre una condición crítica, emergente o de bajo riesgo. Veamos, entonces, cómo plantear la evaluación. Durante la evaluación inicial, los médicos de emergencias priorizamos diagnosticar la condición inicial del paciente y contamos con una herramienta fundamental para alcanzarlo: la evaluación primaria, denominada ABCD. A través de la evaluación primaria (ABCD), los médicos de emergencias evaluamos las funciones vitales de nuestros pacientes. La descripción inicial corresponde a autores anglosajones y la sigla en inglés ABCD se refieren a funciones orgánicas: A (airway): vía aérea, B (breathing): respiración, C (circulation): circulación, y D (disability): o trastorno de la conciencia. - 5 - Su uso y utilidad la ha convertido en patrimonio de nuestro diario vocabulario. Es importante aclarar que las funciones vitales de los órganos no deben ser confundidas con los signos vitales. El término funciones vitales refiere al funcionamiento de un sistema o aparato del organismo y se confecciona a través de varios parámetros médicos, entre ellos, los signos vitales. Los signos vitales son una herramienta básica utilizada por el médico de emergencias para obtener información acerca del estado clínico inicial del paciente y controlar su evolución luego de realizar intervenciones o procedimientos terapéuticos. A los tradicionales se han sumado la medición de la saturación de oxígeno y la escala de dolor. Los signos vitales son: • Tensión arterial • Frecuencia Cardiaca • Frecuencia Respiratoria • Temperatura • Saturación digital de oxígeno • Escala Visual Análoga: escala de dolor Las funciones vitales son: A - Estado de la vía aérea (permeabilidad). Cualquier alteración detectada a este nivel es grave -independientemente de la causa que la genere- y es indicación de manejo básico o avanzado de la vía aérea. (Ampliaremos este tema en el módulosobre Vía Aérea). B - Función respiratoria. Una frecuencia respiratoria de más de 30 por minuto, silencio auscultatorio, trastornos de la mecánica respiratoria, asincronía toracoabdominal, hipoxemia, cianosis, son algunos de los signos de trastorno severo de la función respiratoria. C - Función circulatoria. Tensión arterial, frecuencia cardiaca, nivel de conciencia, saturación arterial o digital de oxígeno, cianosis. Los parámetros aquí utilizados son Hipotensión arterial sostenida y Shock circulatorio. D - Estado de conciencia y sus diversas alteraciones. Estos van desde el estado de coma pasando por el síndrome confusional y otras formas más sutiles. Sus causas pueden ser primarias (lesiones localizadas a nivel del encéfalo) o secundarias (trastornos metabólicas, circulatorios, sepsis, meningoencefalitis, etcétera). Cuando el médico de emergencias inicia la evaluación del paciente siempre realiza una evaluación primaria, el ABCD. El hallazgo de alguna función vital alterada a cualquier nivel del ABCD categoriza al paciente como críticamente grave. Es decir, los pacientes críticamente enfermos son aquellos que tienen alterado alguno de los componente de la evaluación primaria ABCD. La definición de la gravedad Veamos ahora los diferentes niveles de gravedad que puede presentar un paciente: • Crítica – Incluimos aquí a los pacientes que presentan algún síntoma de enfermedad o lesiones con alta probabilidad inmediata de muerte si no se inicia de inmediato alguna intervención para prevenir un deterioro de alguna función vital: inestabilidad hemodinámica, vía aérea, respiratoria y/o neurológica. • Emergente - Incluimos aquí a pacientes que presentan síntomas de alguna enfermedad o lesiones que pueden progresar en severidad o - 7 - resultar en alguna complicación con alta probabilidad de mortalidad, si no se inicia algún tratamiento rápidamente. • Baja gravedad - Incluimos aquí a pacientes que presentan síntomas de alguna enfermedad o lesión con una baja probabilidad de progresar a una enfermedad grave o de desarrollar complicaciones. Ya presentada esta categorización, les proponemos analizar junto con nosotros la gravedad de los siguientes casos que se presentan en una Central de Emergencias: CASO 1 - Un paciente consulta por dolor abdominal intenso de 6 horas de evolución. El dolor fue inicialmente lumbar, irradiado a genitales y raíz de miembros inferiores. Signos vitales: Tensión arterial sistólica de 80 mmHg, tiempo de relleno capilar prolongado, frecuencia respiratoria 40 por minuto y saturación arterial de oxígeno menor a 90%. Presenta excitación psicomotriz. Es un hombre de 75 años, que refiere antecedentes de hipertensión arterial, diabetes y EPOC (tabaquismo). CASO 2 – Se presenta el mismo caso con los siguientes signos vitales: tensión arterial 150/96 mmHg, tiempo de relleno capilar normal, frecuencia respiratoria de 20 por minuto, saturación arterial de oxígeno mayor a 90%. El paciente se encuentra lúcido. CASO 3 – Se presenta el mismo caso en un paciente varón de 30 años sin antecedentes patológicos. Los signos vitales del paciente son normales. Se encuentra lúcido. ¿Qué funciones vitales tienen alteradas estos pacientes? ¿Es necesario realizar estudios complementarios? ¿Qué intervenciones requieren? Analicemos, entonces, las condiciones médicas de estas tres personas que consultan por dolor abdominal (Abdomen Agudo). • Caso 1 - Tiene alteraciones en el B, C y D. Veamos qué sucede en cada uno: • B: la respiración está afectada debido a un aumento de la frecuencia respiratoria (Mayor a 40/ minuto), cianosis e hipoxemia. • C: presenta parámetros clínicos compatibles con shock (Hipotensión arterial y retardo del relleno capilar), • D: excitación psicomotriz, probablemente producida por la alteración del C y B. El diagnóstico sindromático más probable de nuestro paciente es una catástrofe abdominal, probablemente Vascular, aneurisma de aorta abdominal complicado por rotura de su pared vascular y shock hipovolémico. Estos hallazgos confirman la condición de emergencia y su condición crítica. Las intervenciones deben ser inmediatas, por lo que se requieren procedimientos de resucitación. Respecto del punto B (Respiración) de la evaluación inicial, se debe realizar intubación traqueal, probablemente con una Secuencia con Inducción Rápida de Drogas (IRS). Respecto del punto C (Circulatorio) se debe realizar tratamiento de la insuficiencia circulatoria (shock), transitoriamente con expansores hasta iniciar con rapidez su tratamiento hemostático definitivo, que es la laparotomía exploradora de emergencia. • Caso 2 – Podemos decir que se trata del mismo diagnóstico que en el Caso 1, pero aquí ninguno de los componentes del ABCD primario están comprometidos. El diagnóstico del paciente podría ser un Aneurisma de Aorta Abdominal complicado por rotura de su pared, pero con un hematoma contenido. Este paciente no necesita ninguna intervención crítica. Su ABCD es negativo. Sí necesita una intervención diagnóstica inmediata: una ecografía abdominal y/o Tomografía axial computarizada de abdomen con contraste oral e intravenoso. El resultado de estos estudios le permitirá operarse rápidamente. Su condición de gravedad es emergente. • Caso 3 - Podemos pensar que por su edad y las características de su dolor abdominal probablemente se trate de un paciente que presenta un cólico renal. No tiene alterado el ABCD primario. La prioridad en él es tratar inmediatamente el dolor e iniciar procedimientos - 9 - diagnósticos que permitan confirmar esta dolencia. Una vez diagnosticado, el médico de emergencias debe determinar si el cólico renal está complicado o no complicado, definir número, localización y tamaño del cálculo. (“Complicado” implica obstrucción al flujo urinario, infección urinaria, insuficiencia renal, refractario al tratamiento analgésico). Determinar la localización y tamaño del cálculo es de vital importancia para considerar la posibilidad de expulsión espontánea o tratamiento quirúrgico. La condición médica de este paciente es de bajo riesgo en caso de no estar complicado y emergente, en caso de presentar alguna de las complicaciones mencionadas. Como hemos analizado, los pacientes que consultan a un Servicio de Emergencias presentan distintos niveles de gravedad. Estos dependen de la necesidad de cuidados requeridos y de la gravedad de la enfermedad. Cuidados e intervenciones Veamos ahora qué cuidados requieren los pacientes de acuerdo con su nivel de gravedad: Pacientes críticos El nivel es definido por el hallazgo de un ABCD anormal. En estas situaciones el médico debe actuar inmediatamente. Los procedimientos de estabilización requieren de un entrenamiento previo intensivo. Son reglados y su eficiencia depende de esto. Algunos ejemplos: Reanimación Cardiopulmonar y Cerebral: básica y avanzada; Manejo de Vía Aérea: básico y avanzado; Asistencia Respiratoria invasiva y no invasiva, etcétera. Pacientes emergentes Inicialmente no requieren de cuidados críticos. Con frecuencia necesitan simultáneamente intervenciones terapéuticas y diagnósticos. En estas situaciones el médico debe actuar y pensar. Pacientes con bajo riesgo El motivo de consulta se vincula con problemas que no guardan relación con enfermedades o condiciones médicas graves. El ABCD primario no está alterado y en general los signos vitales están dentro de límites normales. En ocasiones, alguno de ellos está alterado, pero luego de alguna maniobra terapéutica puede normalizarse. El diagnóstico final es de una patología con baja probabilidad de complicaciones. La primera responsabilidad del médico de emergencias es conocer los fundamentosteóricos y las técnicas prácticas que permiten reconocer toda condición crítica. El profesional debe iniciar los procedimientos asistenciales médicos utilizados para tratar a los pacientes en tiempo y forma, como la Reanimación Cardiopulmonar y Cerebral avanzada. Respecto de la composición aproximada de las consultas según su gravedad en los Departamentos de Emergencias, podemos señalar que depende de la complejidad de las consultas y del nivel de complejidad de la institución. En términos generales se distribuyen de la siguiente manera: • Condiciones críticas: entre 1-5%, • Emergentes: 10-30%, • Bajo riesgo: el resto. EL DIAGNÓSTICO CRÍTICO EN LA MEDICINA DE EMERGENCIAS Durante la atención inicial de un paciente en el ámbito de la emergencia se realizan distintas acciones médicas. Éstas, en conjunto, conforman “el - 11 - corazón” de la especialidad. En la atención puede ser necesaria la realización de todas, aunque lo más frecuente es que se requiera la realización de sólo algunas de ellas. La primera acción médica es la forma de realizar el abordaje inicial de los pacientes, el ya mencionado ABCD primario. También lo es la utilización del diagnóstico crítico como modo de evaluar las posibilidades diagnósticas. El diagnostico crítico es consecuencia del escenario donde se desenvuelve la consulta: existen diferencias entre la consulta primaria y la consulta de emergencia, y también se presentan distintos aspectos bioéticos en cada una de ellas. Veamos, entonces, un ejemplo de evaluación del diagnóstico crítico: Un paciente consulta por “falta de aire” en el ámbito de un consultorio de un médico conocido. Este profesional ya cuenta con información sobre su historia. Existe entre ellos una relación. En un caso como éste, un médico de medicina general puede pensar en la prevalencia de esta consulta en dicho medio, por ejemplo: sedentarismo o aumento de peso. El mismo motivo de esta consulta en un ambiente donde el paciente es desconocido, obliga al médico a pensar de una manera distinta: el médico de emergencias utiliza el diagnóstico crítico para iniciar el abordaje inicial de los pacientes. Según los hallazgos del examen físico, los antecedentes y los factores de riesgo, pensará en primer lugar en diagnósticos críticos de disnea: trombo embolismo pulmonar, insuficiencia cardiaca, neumonía, reagudización de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, ataque agudo de asma, neumotórax. Si descarta estas entidades, iniciará una segunda etapa donde buscará otras causas de menor gravedad. Es decir, en medicina de emergencias siempre se comienza evaluando la posibilidad de que se presente una enfermedad grave. Luego, durante el proceso de atención, el resultado del interrogatorio, el examen físico, los estudios complementarios y las condiciones modificadoras determinarán la orientación final. Hasta aquí hemos definido el concepto de emergencias, hemos hecho referencia a la evaluación ABCD y al diagnóstico crítico, y hemos diferenciado las categorías de gravedad en que podemos ubicar a un paciente. Les proponemos continuar con las principales definiciones que hacen al núcleo central de la medicina de emergencias. NÚCLEO CENTRAL DE LA PRÁCTICA DE LA MEDICINA DE EMERGENCIAS Para comprender el núcleo central de la medicina de emergencias, haremos un recorrido por diversas definiciones operativas que forman parte del corazón de la especialidad. Recordemos que en algunas circunstancias se utilizarán todas estas definiciones y, en otras, sólo algunas de ellas. • Cuidado prehospitalario • Hora de oro • Triage • Examen físico e historia clínica orientada al problema actual • Estabilización • Resucitación • Prioridades • Observación y reevaluación • Factores modificadores • Cuestiones profesionales y legales • Estudios diagnósticos • Diagnóstico • Observación • Interconsulta y destino final del paciente • Prevención y educación • Documentación • Manejo de grupo (equipo multidisciplinario) • Derivación - 13 - Hora de oro u hora dorada Simboliza el paradigma de la medicina de emergencias: el uso adecuado del tiempo. En sus comienzos la hora dorada fue descripta para el manejo inicial del paciente politraumatizado, haciendo referencia a los beneficios que resultan de su uso. Los pacientes con lesiones graves y que sobreviven inicialmente al trauma pueden salvarse si son reconocidos, categorizados y derivados adecuadamente y con rapidez a un centro asistencial adecuado en las condiciones de traslado correspondientes. Una vez trasladados, debe iniciarse la evaluación y el tratamiento convenientes de lesiones gravísimas que pueden causar la muerte durante las primeras horas desde el accidente. También se aplica la definición de hora de oro a todas aquellas entidades nosológicas que, tratadas precozmente (tiempo de ventana terapéutica), modifican de modo sustancial la morbimortalidad: son patologías donde fundamentalmente existe una obstrucción arterial en distintos territorios que provoque isquemia, anoxia e infarto tisular. En todas estas lesiones isquémicas existe un tiempo para tratarlas que evita la necrosis. Este depende de cada órgano. Veamos algunos ejemplos: • Corazón. Síndrome coronario agudo: Infarto hiperagudo. • Cerebro. Accidente Cerebro Vascular isquémico hiperagudo. • Sistema Vascular Periférico. Obstrucción arterial de miembros inferiores: obstrucción arterial de la arteria poplítea secundaria a una luxación traumática de rodilla. • Muerte Súbita. El tiempo o minutos para alcanzar una exitosa resucitación cardiopulmonar y cerebral. • Emergencias infectológicas. Pacientes con neutropenia y fiebre, el tiempo de administración de antibiótico (ATB) cambia la morbimortalidad. • Neumonía Grave de la comunidad. En pacientes atendidos en el Departamento de Emergencias la administración temprana de ATB (antes de 4 horas de admitido) reduce la mortalidad significativamente. • Violación. La administración de antibióticos y retrovirales en ventana tiene el beneficio de reducir significativamente la taza de contagio. Los ejemplos son muchos: la hora dorada se extiende a todos aquellos procedimientos terapéuticos donde su inicio precoz modifica la morbimortalidad. Triage: inicio de la atención de un paciente El primer contacto del paciente con el sistema de salud puede realizarse de distintas maneras: en forma personal, a través de solicitud telefónica, a través de terceros. Puede producirse durante situaciones de desastres o en situaciones convencionales. En todos los casos, existe una primera categorización de la consulta o del riesgo del paciente y se le asigna una prioridad de atención. El motivo fundamental es utilizar eficientemente el sistema de salud. Esa primera categorización se llama Triage. Como ya señalamos, variará según los escenarios donde se realice: en el ingreso al hospital, durante un llamado telefónico o en la categorización de pacientes en terreno. El Triage es el primer paso de un proceso amplio dentro de la atención integral del paciente. Se trata de un proceso de toma de decisiones utilizado en varios terrenos de la medicina. El término Triage se incorporó a la lengua inglesa a partir de las Guerras Napoleónicas. El padre del Triage moderno fue el Barón Dominique Jean Larre (1766-1842), cirujano de la Armada napoleónica. Su método consistió - 15 - en realizar la categorización de los heridos en el campo de batalla, antes de ser transportados por carros ambulancia a los hospitales que estaban alejados. Hasta entonces, los heridos eran dejados en el campo de batalla hasta su finalización y luego eran evacuados, sin tener en cuenta el tipo de lesión o la evolución esperada.A menudo, la evacuación se iniciaba según el orden jerárquico. Todo esto retardaba el inicio de los cuidados. La idea del Barón Jean Larre permitió adelantar la atención médica en el campo de batalla. Además, estableció un criterio ético: el orden de la evacuación de los heridos comenzó a depender de las lesiones que presentaba cada herido. Se priorizaba al que tenía mayores oportunidades de sobrevivir. La historia de los conflictos armados ha mostrado los beneficios de realizar Triage: la mortalidad en la Segunda Guerra Mundial fue reducida de 4.7% a 1% en la Guerra de Vietnam. El tiempo de traslado promedio desde producida la lesión hasta alcanzar el cuidado definitivo fue de 12 a 18 horas en la Primera Guerra, de 2 a 4 horas durante la guerra de Corea y de menos de 2 horas en la Guerra de Vietnam. En los Departamentos de Emergencias (DE) de todo el mundo el Triage se realiza durante las 24 horas del día, los siete días de la semana. Se da prioridad al uso adecuado del tiempo, lo que permite mejorar los cuidados del paciente, particularmente cuando el aumento de la demanda ocurre en el DE y existen dificultades para la evaluación inicial del paciente. El modelo conceptual de Triage se basa en la asignación de un score o escala de riesgo a cada paciente, lo que permite ubicarlo en distintos grupos de prioridades: el árbol de decisiones se construye sobre la base de la información obtenida del paciente (motivo principal de consulta, edad, historia reciente, aspecto del paciente, signos vitales, barreras de comunicación). También se obtiene de las características del proveedor de salud (nivel de entrenamiento, experiencia) y las características del centro asistencial (tipo de hospital, censo, etc.). Veamos ahora algunos ejemplos de Triage realizados en el medio prehospitalario. Cabe aclarar que ninguno ha mostrado ser superior al resto, sino que cado uno se adapta a distintos escenarios. Cuadro N° 1 - SISTEMAS DE TRIAGE: SCORES Sistemas de Scores Variables Consideradas Cuadros Índice deTrauma 19 Región anatómica, tipo de lesión, estado cardiovascular, estado sistema nervioso central Útil para no médicos; falta de valor predictivo sensibilidad y especificidad Índice de Triage20 Excursión respiratoria, relleno capilar, apertura ocular, respuesta verbal, respuesta motora Score Máximo, 16; pacientes con un score mayor de 4 debería ser derivado a un centro de trauma Trauma Score21 Esfuerzo respiratorio, frecuencia respiratoria, tensión arterial sistólica, relleno capilar, apertura ocular, respuesta verbal, respuesta motora Score de 14 puede indicar derivar a un centro de trauma22; suma no calculada en el escenario por personal prehospitalario23; difícil de evaluar el relleno capilar y la expansión torácica durante la noche CRAMS score24 Circulación, respiración, hallazgos abdominal, habilidad motora, habla Cada componente está graduado de 0-2; score de 8 o menos significa trauma mayor; score no calculado inicialmente por personal prehospitalario; las decisiones de triage no son basadas en un score Trauma Score Revisado25 Escala de Glasgow(GCS), tensión arterial sistólica, frecuencia respiratoria Expansión Respiratoria y relleno capilar excluido, mejora la evaluación para lesión aguda cerebral traumática. Índice Prehospitalario26 Presión arterial sistólica, pulso, frecuencia respiratoria, nivel de conciencia Un solo componente fisiológico usado; la suma es calculado por el médico de emergencias después de recibir información por personal prehospitalario Trauma Triage Rule27 Presión arterial sistólica menor a 85 mm Hg., componente motor menor a 5, trauma penetrante de cráneo, cuello o tronco Sensibilidad 92% , especificidad 92%; aclarando que el desarreglo fisiológico no ha ocurrido en el momento de 26 Factores Anatomicos29 Herida penetrante de tórax y abdomen, amputación traumática, comorbilidades presentes Puede reducir el porcentaje de subtriage, pero a expensas de aumentar el sobretriage Mecanismo de lesión30 Caídas a más de 20 (6.6 mts), choque automotor con acompañante muerto, expulsión del vehículo, impacto a alta velocidad Requiere información confiable prehospitalaria; el tiempo puede ser una dificultad, factores ambientales, experiencia del proveedor de salud y necesidad de proveer cuidados Algunos sistemas de Triage utilizan 3 o 5 niveles de categorización, que responden a las necesidades de cada país y al desarrollo del sistema de salud - 17 - donde se aplican. También responden a las características culturales de la población demandante. El propósito principal del Triage es asegurar un rápido reconocimiento y tratamiento de los pacientes con condiciones de riesgo inmediato de muerte para de este modo reducir la mortalidad y la morbilidad. Escalas de Triage: las tres más reconocidas Existen varios tipos de escalas de Triage en el mundo, siendo las tres nacionales más reconocidas: Australasian Triage Scale, Canadian Triage and Acute Scale y Manchester Triage System. Cada una de ellas ha sido implementada ampliamente en sus respectivos países. En Estados Unidos no existe una escala nacional de Triage, pero el sistema más estudiado es el Wuerz Emergency Severity Index. Todas estas escalas se asemejan en la forma de asignación de la máxima prioridad para la atención inicial. Es decir, para los casos críticos y/o de emergencias (aquellos casos que necesitan de inmediato un procedimiento de resucitación o estabilización). Las diferencias se presentan en el tiempo de espera y el lugar para la atención de los casos menos urgentes: en relación con la necesidad de evaluar al paciente en las siguientes dos horas o su derivación a un consultorio de atención inmediata o de demanda espontánea. Cuadro N°2 - SISTEMA DE 5 NIVELES DE DECISIONES ESCALA DE TRIAGE DE AUSTRALASIAN ESCALA DE CATEGORÍA DE TRIAGE Respuesta Descripción de la categoría 1 Inmediata Peligro Inmediato para la vida 2 Evaluar y tratar dentro de los 10 minutos. Peligro inminente para la vida, o tratamiento crítico importante o dolor severo. 3 Evaluar y tratar dentro de los 30 minutos. Peligro potencial para la vida o urgencia situacional o práctica humanitaria que requiere rápida liberación del disconfort o distress dentro de los 30 minutos. 4 Evaluar y tratar dentro de los 60 minutos. Urgencia situacional o potencialmente seria para la vida del paciente o con complejidad o severidad significativa o práctica humanitaria que demanda la liberación del dolor o distress severo dentro de los 60 minutos. 5 Evaluar y tratar dentro de los 120 minutos. Menos urgentes, o problemas clínico administrativos. Hemos visto, entonces, que el Triage es un concepto universal. Se refiere al primer contacto con el paciente o al ingreso del paciente al sistema de salud y a la determinación del orden de atención. Existen distintos escenarios y cada uno de ellos presenta diferencias significativas en la manera de realizar la elección y en su componente bioético. Las experiencias en escenarios militares que ha dado origen a este proceso se han trasladado y aplicado al campo civil en tragedias con víctimas múltiples. Entre las más recientes podemos mencionar el atentado a las Torres Gemelas y el ataque a trenes en España, entre otras. - 19 - Cuadro N° 3 - FLUJOGRAMA UNIVERSAL DE TRIAGE HOSPITALARIO Los pacientes demandantes de atención, al arribar al Servicio de Emergencias deben tener su primer contacto en el puesto de Triage: este puede ser realizado preferentemente por personal de enfermería o médico. En el puesto de Triage –que debe ser de fácil acceso y rápida visualización para el paciente- comienza el procesode Triage o categorización del riesgo. El enfermero jerarquiza durante esta primera evaluación los siguientes parámetros: aspecto del paciente y motivo de consulta. La estratificación del riesgo se realiza consultando una tabla de opciones previamente confeccionada y definida por el grupo asistencial. De acuerdo con la jerarquía del motivo de consulta y la apariencia del paciente, se establece una categorización de riesgo: • emergencia, • urgencia, • no urgencia. Para continuar veremos en qué consiste cada una de estas categorizaciones. Triage: inicio de la atención de un paciente (continuación) Continuamos viendo en qué consisten cada una de las categorizaciones realizadas en el puesto de Triage: • Emergencia o Código Rojo. Significa ingreso inmediato a un sector asistencial con disponibilidad inmediata de cuidados. Los motivos son situaciones clínicas que requieren de cuidados inmediatos debidos a la posibilidad de morir o a alguna condición médica grave que requiera de la realización de un procedimiento terapéutico durante la primera hora. Se pretende alcanzar un efecto beneficioso: reducir la mortalidad o morbilidad (ventana terapéutica) o la consulta por dolor intolerable de cualquier causa. • Urgente o Amarillos. Significa que debemos iniciar la evaluación y el tratamiento dentro de los siguientes 30 minutos. Incluye la condición urgente o potencialmente grave y también situaciones en que la opinión de la comunidad demanda atención para solucionar el disconfort o preocupación. Los pacientes ingresan a un primer consultorio donde, en un ambiente privado, se realiza el interrogatorio dirigido, se toman los signos vitales y se evalúan las características clínicas. De modo opcional se realizan ECG, espirometría, pico flujo u otros procedimientos diagnósticos. Se tienen en cuenta: los grupos de riesgo, la edad, el los casos de pacientes inmunosuprimidos, embarazo, entre otros - 21 - factores. El paciente que presenta una urgencia es acompañado por una enfermera a cargo quien lo ubica en un lugar apropiado. • No urgencia. En este caso se hace esperar al paciente según el espacio disponible: a) en un área donde se inicia la atención, b) en un área de espera bajo supervisión de enfermería, c) en algún puesto (camilla). En todos los casos, los requerimientos administrativos se manejarán luego de estabilizar su situación médica o luego de categorizar el riesgo del paciente. En los países donde existen guías nacionales de Triage validadas y aceptadas, éstas son consultadas en todos los DE. Como señalamos anteriormente, se presentan de tres o de cinco niveles: a mayor número de niveles mayor detalle en la decisión. Debemos aclarar que esto sólo es posible en sistemas de salud desarrollados, donde los niveles de atención funcionan coordinadamente. Un sistema de 3 niveles básicamente contempla 3 decisiones: • atención o ingreso inmediato (color rojo), • atención mediata precoz, dentro de la próxima hora (código amarillo), • y atención mediata tardía, a partir del anterior (color verde), En este sistema, el nivel 3 corresponde a un paciente de consultorio ambulatorio. Los sistemas de cinco niveles se presentan en las anteriormente mencionadas escalas nacionales. El triage en el Hospital Italiano de Buenos Aires A manera de ejemplo, describiremos el sistema de Triage desarrollado en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Los siguientes párrafos describen el espíritu y los fundamentos de este sistema en nuestra institución: Describir los criterios a tener en cuenta durante la realización de la actividad de Triage en la CENTRAL DE EMERGENCIAS ADULTOS (CEM) y así proveer los cuidados sanitarios más apropiados para los problemas médicos de los pacientes. El tratamiento en la atención de emergencias, debe ser simple, rápido y económico. Si los recursos lo permiten, pueden también manejar los problemas menos complejos, que no requieran la participación del sector de emergencias. Estas guías intentan colaborar con el TRIAGE, ubicando al paciente en el área más apropiada. Intentan complementar la habilidad y sentido común del staff. La seguridad de los pacientes es lo más importante. Veamos, entonces, el esquema de Triage del Hospital Italiano donde se observa la importancia de este proceso y el hecho de que las decisiones están definidas previamente, quitando así al personal el peso de la decisión. - 23 - Cuadro 4 - Esquema de Triage de la Central de Emergencias del Hospital Italiano de Buenos Aires 1.- OBJETIVO 1.1. La categorizacion de pacientes ambulatorios (TRIAGE)para proveer los cuidados apropiados en ellugar adecuado de una manera simple rápida y económica 2.- ALCANCES 2.1. Esta instrucción es aplicable al personal médico y de enfermería asignado a la actividad de Triage en la Central de Emergencias de Adultos 3.- DESARROLLO 3.1. Todos los pacientes con alguna alteración de los parámetros vitales, deben ser observados por el sector de emergencias. Esto incluye a pacientes que probablemente requieran de tratamiento endovenoso inmediato; soporte respiratorio; monitoreo cardíaco. Los signos vitales deben ser interpretados en su contexto clínico. El traslado de un paciente que estaba siendo atendido en un área de menor complejidad hacia un área de mayor complejidad debe ser notificado al médico del sector. 3.2. Flujograma de Triage Actividades Flujograma Descripción Responsable Evidencia en registro de Calidad Criterios generales 1 2 Recibir al paciente ambulatorio Enfermero de Triage 3 Interrogar al paciente Enfermero de Triage 3.3.1; 3.3.2 4 Categorizar al paciente Enfermero de Triage Hoja de Enfermería 3.3.3; 3.3.6 5 Direccionar al paciente Enfermero de Triage 3.3.4. 6 Informar al médico Enfermero de Triage 3.3.5. 7 Fin 3.1.3. Se pregunta al paciente: Motivo de consulta Signos y síntomas Tiempo de la dolencia Antecedentes Si fue atendido previamente en el H.I. Tipo de especialidad en la que se atendió. Como podemos observar, en este sistema se prioriza el paciente de mayor riesgo, por ejemplo, quien consulta con falta de aire o dolor de pecho requiere atención inmediata. El motivo es caracterizado como prioridad de ingreso inmediato. Por ejemplo, en el caso de dolor abdominal, su jerarquización dependerá del grupo de riesgo, la intensidad del dolor, los signos vitales y el aspecto del paciente. De esto resultará el ingreso inmediato o mediato. En los casos de epistaxis, menos del 10% de los pacientes requiere tratamiento y, aún menos, son categorizados como graves. Sin embargo, es un motivo de consulta que requiere ingreso inmediato: la hemostasia debe ser supervisada por el grupo asistencial. La opinión de la comunidad considera necesario esta conducta. Existen asimismo indicadores de sensibilidad del Triage: o Subtriage. Se presenta cuando se produce la falta de detección de un paciente que se beneficiaría de recibir cuidados rápidamente. Un valor aceptable es un 5%. o Sobretriage. Se produce cuando el umbral es muy bajo y se atienden pacientes sin lesiones graves que podrían esperar. Lo normal es que sea de un 50%. En resumen, el Triage hospitalario permite jerarquizar el orden del ingreso del paciente de acuerdo con su condición médica o el riesgo de padecer alguna complicación durante los siguientes minutos. Todos los pacientes son atendidos. Aquellos que esperan para ingresar son periódicamente evaluados, ya que su condición médica puede modificarse y esto debe ser detectado precozmente. El Triage permite un mejor uso del recurso disponible. Estabilización Cuando hablamos de estabilizaciónnos referimos a dirigir la evaluación primaria y realizar adecuados procedimientos y tratamientos que permitan alcanzar una condición de menor riesgo de los pacientes. - 25 - Veamos un ejemplo: • Estabilización inicial de columna. Durante la etapa inicial, los pacientes deben ser extricados adecuadamente para evitar complicaciones. Nos referimos a proteger de potenciales lesiones mecánicas que pueden estar presentes y que no es posible descartar o confirmar en ese lugar. La estabilización de la toda la columna es una prioridad. Se logra movilizando al paciente en bloque y colocándolo sobre una tabla larga. Se colocará, además, el collar cervical y sujetadores laterales de cabeza. El cuerpo es sujetado de manera apropiada. Esta maniobra evita graves lesiones neurológicas provocadas por lesiones óseas inadvertidas (sección medular). Resucitación La resucitación es un término aplicado a toda aquella situación médica donde el paciente presenta compromiso de alguna función vital y se inicia un procedimiento que tiene por objeto tratarlo y evitarlo. Es siempre una situación crítica para el paciente. En forma extrema, puede implicar la pérdida de la función de un órgano o el fallecimiento del paciente, durante un paro cardíaco o respiratorio. Existen otras situaciones críticas frecuentes, como el manejo del paciente con shock. Existe una variada cantidad de causas y cada una de ellas tiene un mecanismo fundamental de tratamiento. El cuadro clínico final es una insuficiencia circulatoria central o periférica que está generando hipoxia tisular. La resucitación tiene como objeto recuperar la función circulatoria comprometida, a través de la administración de líquidos, inotrópicos, ATB, asistencia respiratoria mecánica, drenando un neumotórax, etc. También existe el concepto de resucitación por órgano comprometido, referido a todos los procedimientos terapéuticos dirigidos a recuperar la función de un órgano críticamente comprometido. Veamos un ejemplo: Se presenta un paciente con lesión crítica a nivel del SNC, la manifestación clínica es el Síndrome de Hipertensión Endocraneana. Las causas son múltiples, es una emergencia médica porque existe una lesión progresiva y compresiva producida por una masa ocupante de espacio. Esto produce una cascada de fenómenos que tienen en común producir isquemia cerebral. La resucitación por órgano del SNC -todas las medidas médicas o quirúrgicas que tiendan a revertirlo- es un ejemplo de resucitación de órgano comprometido. En este caso, el médico de emergencias tiene como objetivo terapéutico evitar la progresión de la enfermedad, evitando las lesiones secundarias (Hipotensión, fiebre, hipoglucemia, etcétera). Hasta aquí hemos hecho referencia a la Hora dorada, el Triage, la estabilización y la resucitación. Continuaremos con otros conceptos que hacen al núcleo de la práctica de la medicina de emergencias. Prioridades El proceso de atención está compuesto por distintas etapas que, artificialmente, se pueden dividir en: diagnóstica, terapéutica, alta o internación. De acuerdo con el cuadro clínico y la etapa, alguna intervención diagnóstica o terapéutica es superior al resto en términos de beneficios reportado al paciente (es decir, modifica el outcome). Realizarla es una prioridad. Veamos dos ejemplos: Ejemplo 1 - Durante la recepción inicial de un paciente intoxicado con humo la prioridad es: a) establecer el diagnóstico o el riesgo de intoxicación por humo; - 27 - b) si se confirma la intoxicación, administrar un antídoto: oxígeno; c) establecer la presencia de una lesión térmica de vía aérea superior que determine una intubación precoz (considerando la conocida obstrucción de vía aérea que se produce durante las siguientes horas). Ejemplo 2- Durante el estudio de un paciente con dolor abdominal que presenta factores de riesgo vasculares la prioridad es elegir el estudio más adecuado (mayor especificidad y sensibilidad): optamos por la tomografía de abdomen con doble contraste. Estudios diagnósticos Es una prioridad conocer la indicación, especificidad y sensibilidad del estudio a seleccionar como próximo procedimiento diagnóstico de acuerdo con el cuadro clínico de cada paciente. Su beneficio y su indicación deben estar fundamentados en el pronóstico (outcome). Diagnóstico Es necesario desarrollar un conjunto de diagnósticos diferenciales y establecer el diagnóstico más probable a la luz de los resultados surgidos de la historia personal, los hallazgos positivos del examen físico, las intervenciones terapéuticas y las pruebas diagnósticas. Alcanzar el diagnóstico permite iniciar un tratamiento específico orientado al problema. La forma de alcanzarlo guarda directa relación con la capacitación médica. Algunos datos reportados en centros asistenciales mencionan que la tasa de diagnóstico específica en DE universitarios con capacitación continua se alcanza en el 45% de los casos. Para lograrlo el interrogatorio es el recurso más importante (85%), seguido por el examen físico (10%) y los estudios complementarios (5%). La mayor complejidad de los DE se encuentra en el recurso humano. Los estudios complementarios generalmente sólo confirman la presunción diagnóstica. Ahora bien, en un medio donde el diagnóstico permite iniciar un tratamiento racional y donde sólo se alcanza en menos del 50% de los pacientes, como profesionales nos preguntamos ¿qué hacemos con el resto? Consideramos que la respuesta es utilizar herramientas que nos permitan reducir el número de no diagnósticos, evitando enviar precozmente a los pacientes a su domicilio. La Unidad de Observación, la reevaluación seriada y las pautas de alarma son alguna de las respuestas. Como señalamos anteriormente, en ocasiones no es posible determinar el diagnóstico durante la primera parte de la evaluación del paciente e, incluso, tampoco durante el período de observación. En estos casos, el paciente debe ser enviado a su sistema de seguimiento habitual. Debemos tener en cuenta que el paciente fue observado por un período de tiempo suficiente y la posibilidad de una evolución no deseada fue reducida significativamente. Para esto también existen criterios de estudios que permiten decidir el alta: son aquellos en los que el valor predictivo negativo permite descartar una entidad de riesgo y pronóstico serio por otros diagnósticos de menor jerarquía que pueden realizarse en forma ambulatoria a posteriori. Observación y reevaluación Los pacientes que consultan al DE refieren síntomas y/o presentan lesiones objetivas. El médico debe establecer el diagnóstico más probable y tiene un tiempo limitado para hacerlo. - 29 - En algunas oportunidades es posible llegar al diagnóstico rápidamente, en particular cuando el conjunto de síntomas y signos del paciente conforman una entidad médica claramente definida. Esto está condicionado por la historia natural de la enfermedad, la respuesta del paciente y su reserva funcional. Veamos un ejemplo de presentación muy frecuente: Un paciente masculino de 30 años de edad sin antecedentes patológicos consulta por dolor abdominal de ocho horas de evolución. El dolor es poco definido, tiene una intensidad de 7/10 y está asociado a nauseas. El examen abdominal no muestra signos de compromiso peritoneal, el paciente está afebril y el recuento de blancos es de 13.000/ml con desviación de la fórmula a la izquierda. Es reportado por el laboratorio un sedimento patológico. Se ha solicitado un estudio por imagen que ha sido informado no diagnóstico. Vemos, entonces, que el paciente presenta un cuadro de dolor abdominal con dos posibilidades diagnósticas iniciales: a) abdomen agudoinflamatorio (probable apendicitis aguda); b) infección urinaria. Ambos diagnósticos son posibles y tienen distinta jerarquía en cuanto a su pronóstico y gravedad. Sabemos que un porcentaje de pacientes que presentan apendicitis tienen, concomitantemente, sedimento urinario patológico (10%). Vemos que en esta instancia de la consulta el diagnóstico definitivo no se puede establecer. Para ello se necesita una estrategia: observar por algunas horas más al paciente para constatar su evolución. La observación permite al médico resolver situaciones de difícil diagnóstico que necesitan tiempo para completar el conjunto de síntomas requeridos para determinar el problema. Los pacientes que permanecen en observación reciben procedimientos diagnósticos o intervenciones terapéuticas regladas. Es necesario evaluar y reevaluar la efectividad de las intervenciones terapéuticas o diagnósticas, los efectos adversos o complicaciones de cada uno de ellos. Las herramientas del médico serán: el monitoreo, la observación, la evaluación, la reevaluación y el manejo. Interconsulta Algunos pacientes requieren durante su atención de una opinión más que puede ser de su médico de cabecera o de uno o varios médicos especialistas. Es decir, surge la necesidad de una interconsulta. Del resultado de la interconsulta dependerán las futuras intervenciones diagnósticas y procedimientos terapéuticos. En ambos casos, el intercambio de opinión mejora el manejo del paciente. El médico de cabecera que conoce a su paciente aporta datos de valor insustituible al médico de emergencias. El conocimiento de la enfermedad, del estadío en el que se encuentra, el saber acerca de los valores personales y creencias religiosas del paciente, entre otros aspectos, contribuye a mejorar su manejo. También puede contribuir a evitar la realización de procedimientos inútiles y/o ayudar a coordinar las condiciones de alta. El médico ínterconsultor cumple un rol destacado en la consulta de emergencias, la decisión final debe ser compartida por ambos. El interconsultor colabora activamente para alcanzar un adecuado destino final del paciente y también en la derivación a otro centro asistencial, si fuera necesario para un adecuado tratamiento. Asimismo, cumple un rol activo en la formulación de un plan de seguimiento del paciente. Se comunica con él, con sus familiares y con los miembros del equipo de salud. No obstante, debemos recordar que el responsable final del paciente en el área de emergencias es el médico de emergencias. - 31 - Alta o Destino Final El alta o destino final significa que el diagnóstico, gravedad, pronóstico y complejidad de cuidados necesarios para realizar el tratamiento han sido definidos. Estos, por su complejidad, deben ser realizados en un ambiente hospitalario o extrahospitalario (el domicilio). Para ello, el paciente o sus representantes -familiares o cuidadores- deben comprender el motivo por el cual se realiza en su domicilio, los tiempos y los objetivos de los siguientes controles médicos a realizar. Además, deben ser capaces de cumplirlos. El alta extrahospitalario tiene matices que el médico de emergencias debe considerar para alcanzar el éxito terapéutico deseado: el nivel de complejidad de indicaciones y la factibilidad de realizarlos, la necesidad de controles médicos, la situación social del paciente, entre otros. Por ello, han surgido distintas variantes de seguimiento ambulatorio en cuanto a la intensidad de los controles médicos y la enfermería. Algunas de ellas son: la internación domiciliaria, el seguimiento médico durante las 72 horas siguientes, la consulta de control programada ambulatoria en 24 o 48 horas. El Destino Final depende de la complejidad de los cuidados requeridos y de las posibilidades de llevarlos adelante en el domicilio. Derivación La derivación es un paso trascendente durante la administración de cuidados al paciente. Como explicamos antes, siempre ocurre por falta de recursos físicos: por falta de disponibilidad de camas o también por necesidad de mayor complejidad. También puede decidirse por solicitud de la familia o por representantes de otro centro (por ejemplo, el médico de cabecera del paciente). Siempre se deben asegurar las condiciones de traslado y recepción de los pacientes. La complejidad de estos procedimientos dependerá del nivel de cuidados administrados al paciente o del diagnóstico presente. Por ningún motivo se debe reducir la complejidad de los cuidados durante el traslado. Factores modificadores Se debe reconocer que existen variables de peso en la evaluación y pronóstico de los pacientes como la edad, el sexo, la raza, la presencia de enfermedades crónicas, las barreras de comunicación, la condición social y económica. Veamos algunas reflexiones sobre estas variables: • Edad. A partir de los 70 años los pacientes necesitan más tiempo y mayor cantidad de estudios complementarios. El proceso de envejecimiento modifica la respuesta a las enfermedades. En este grupo etáreo el reconocimiento de las dolencias es tardío y, por lo tanto, sus consultas también. En general, los síntomas y signos son menos definidos que en la población más joven. La cantidad de recursos necesarios para alcanzar el diagnóstico es 5 veces mayor que cuando se trata de una población joven (tiempo médico, cantidad de recursos utilizados). - 33 - • Barreras de comunicación. Durante los últimos años se observa un aumento de inmigraciones en todo el mundo, lo que impacta en el trabajo de los médicos. Para el médico de emergencias la dificultad en la comunicación con los pacientes provoca una sustantiva disminución de las posibilidades diagnósticas. Ya hemos visto parte de las definiciones que hacen al núcleo de la práctica de la medicina de emergencias. Continuaremos con más conceptos clave en esta especialidad. Cuestiones profesionales y legales La atención del paciente siempre está influida por el estado actual del conocimiento científico, por valores inherentes del profesional que lo atiende, por cuestiones éticas y por aspectos legales relacionados. En ocasiones, el médico se encuentra con pacientes que solicitan la realización de estudios complementarios. El conocimiento actual de la evidencia médica y el resultado de una adecuada evaluación son las que determinan la necesidad y los beneficios de realizar un estudio. En este sentido, el médico debe explicar y fundamentar claramente sus decisiones. En otras ocasiones, el médico debe indicar un procedimiento terapéutico a un paciente que ha solicitado atención médica. Su decisión se basa en la experiencia de haber tratado cuadros clínicos semejantes. Asimismo, la evidencia científica confirma la utilidad de su realización y los valores personales y profesionales lo respaldan. Puede suceder que el paciente se niegue a realizarlos, argumentando motivos personales para rechazarlos. Por ejemplo, los valores del paciente no consideran esa opción como válida, por lo que no la acepta. Es decir, no está de acuerdo con la posibilidad de tratamiento cuyos beneficios para su problema están claramente comprobados. En estos casos, el médico debe asegurarse de la comprensión por parte del paciente de la gravedad de su enfermedad y de los peligros y consecuencias que esto significa para su salud. También debe escribirlo. Sin embargo, debe recordar también que los pacientes pueden cambiar de opinión y se debe ser permeable a estos cambios. Prevención y educación La utilización de información disponible sobre variables epidemiológicas que sirven para jerarquizar la condición de riesgo de algunas personas, permite iniciar la educación del paciente, seleccionandoaquellas técnicas validadas para la prevención de enfermedades o de lesiones. Entre las técnicas y prácticas que han tenido mayor impacto en la evolución del paciente podemos mencionar, por ejemplo, el uso de una técnica correcta de control de la Tensión Arterial en pacientes hipertensos o el uso adecuado del Pico Flujo en los pacientes asmáticos. También podemos incluir aquí el correcto uso del cinturón de seguridad al conducir automóviles. Documentación La documentación (historia clínica) es una importante herramienta que mejora la calidad del cuidado dispensado al paciente y también permite la codificación de su enfermedad. Incluye también la simple descripción de las indicaciones terapéuticas, con sus dosis e intervalos, los efectos no deseados y las pautas de alarma. Los pacientes olvidan o confunden frecuentemente las indicaciones. La prescripción estandarizada por diagnósticos acorta el tiempo asistencial del médico y evita olvidos. Manejo del grupo de salud (grupo interdisciplinario) Durante la capacitación del equipo de salud, se debe priorizar el manejo simultáneo de múltiples pacientes, ya que se trata de una situación habitual. - 35 - El objetivo de esta capacitación es proveer un óptimo cuidado a todos. Una de las destrezas a incorporar en los médicos de emergencias es el entrenamiento necesario para manejar un número importante de pacientes de modo simultáneo. También deben tener capacidad para interactuar, educar y supervisar a todos los demás miembros del grupo asistencial; utilizar adecuadamente los recursos disponibles en el hospital y estar familiarizados con el manejo de situaciones de desastre. Hasta aquí hemos hecho un recorrido por las principales definiciones del núcleo de la práctica de la medicina de emergencias. Esperamos que lo desarrollado hasta el momento les permita, poco a poco, conocer las especificidades, implicancias y desafíos de esta especialidad médica. Para continuar, nos referiremos a aspectos de tipo funcional que si bien no están relacionados directamente con la práctica médica, permiten que ésta se pueda llevar adelante. ASPECTOS FUNCIONALES DE LA MEDICINA DE EMERGENCIAS Comenzaremos haciendo referencia a las diferencias entre la consulta en emergencias y la asistencia primaria. Luego nos centraremos en la continuidad de los cuidados. La consulta en emergencias es frecuentemente confundida con la asistencia primaria. Sin embargo, entre ambas existen diferencias significativas. Asistencia primaria En la asistencia primaria el paciente decide consultar por un problema crónico o un nuevo problema. Pero en este caso, nunca considera que el problema revista la suficiente gravedad -variable subjetiva- como para dirigirse a un centro de emergencias. Siempre lo hace con un médico conocido o de confianza, con quien se ha establecido un vínculo previo entre ambos. El médico tiene un conocimiento - por lo menos de manera general- de los deseos del paciente y de su familia, de sus valores personales, de sus creencias religiosas, de su postura ante la salud, la enfermedad y la muerte, sus deseos de curación, de tratamientos, entre otras cuestiones. En la asistencia primaria la consulta no suele producir ansiedad en el paciente, es generada por dolor que no es severo, sino tolerable o crónico. Excepcionalmente, los pacientes consultan por alteraciones agudas del estado mental. En los casos donde debe tomarse una decisión médica, el facultativo tiene posibilidades de realizar una o varias consultas con otros facultativos, esperar la opinión del experto y, finalmente, plantear al paciente el camino más adecuado a tomar. Muchas veces interviene la familia y se presentan decisiones que tienen consecuencias económicas. En algunos casos, se puede realizar una consulta de naturaleza legal o ética. El médico se representa a sí mismo o es integrante de un grupo médico conocido. Es decir, su identidad es conocida por el paciente. En estas circunstancias, las decisiones son en general tomadas sin la premura temporal de una consulta de emergencias. La acción de solicitar un turno significa que el paciente decide cuándo consulta. La consulta en la asistencia primaria se desarrolla en un ambiente privado y controlado, en el que en general no se presentan interferencias mientras se lleva a cabo. En ocasiones, la consulta puede ser cancelada por el médico, puede surgir un compromiso inesperado, cansancio médico, entre otros motivos. - 37 - El paciente tiene la opción de solicitar un nuevo turno o de consultar a otro médico conocido o del mismo grupo asistencial. Podemos decir que, fundamentalmente, existe confianza por parte del paciente. Consulta de emergencias La consulta de emergencias se diferencia sustancialmente de lo expuesto previamente. El motivo de consulta despierta gran inquietud y, en ocasiones, temor en el paciente o en su familia. Veamos, entonces, diversos aspectos que la caracterizan: • Este tipo de consulta no es programada, sino un acontecimiento inesperado, a veces con evidentes signos de gravedad. • El traslado del paciente puede ser realizado en circunstancias no deseadas. Puede realizarse, por ejemplo, en ambulancia, con el apoyo de bomberos o de las fuerzas de seguridad. • El médico no es elegido por el paciente, sino sólo el representante de una institución. El paciente o la familia pueden recordar experiencias o comentarios agradables o desagradables y esto influirá directamente en el desarrollo de los primeros instantes de la consulta. Es frecuente escuchar de los pacientes comentarios como “en esta institución salvaron a mi padre”. O por el contrario, “no debería haber concurrido a esta institución, pues aquí le diagnosticaron una enfermedad grave a mi familiar y luego de iniciar tratamiento falleció rápidamente”. Estos comentarios hablan del valor de las experiencias positivas o negativas. En este sentido, el médico debe ganarse la confianza de su paciente, teniendo en cuenta su principal capital, una buena relación médico- paciente. Los motivos de la consulta de emergencia están frecuentemente asociados a cuadros de dolor severo, a síntomas preocupantes. La consulta se desarrolla en un período breve de tiempo y se debe llegar a un diagnóstico presuntivo, planteando opciones de tratamiento o descartando afecciones graves. • Muchas veces las soluciones propuestas por parte del médico no guardan relación con las expectativas de salud o enfermedad del paciente o con sus valores personales. Puede suceder, por ejemplo, que su religión condicione o limite las opciones terapéuticas. Es el caso de los testigos de Jehová, quienes se niegan a recibir sangre o hemoderivados. • La mayoría de las veces la decisión final es tomada por el médico de emergencias luego de realizar una sistemática de estudio y recurrir a las interconsultas. No obstante, para el paciente este médico continúa siendo un desconocido. • El ambiente físico de una sala de emergencias es complejo. Generalmente se comparte el lugar con otros pacientes, hay ruido, llamadas telefónicas, el médico está encargado de varios pacientes simultáneamente. Es decir, no es un medio privado. • El médico es el representante de la institución, su identidad pasa a segundo plano. La carga de trabajo a que el médico se ve sometido es grande y existen momentos en los que el cansancio, la falta de sueño y el apetito se hacen presentes y pueden impactar en las decisiones. • Existen casos donde la relación entre el médico y el paciente se ve deteriorada severamente. Aun en estas circunstancias, el médico debe continuar con la atención, a pesar de no desear hacerlo. Para el paciente es la única opción. (Ref1) Hemos diferenciado, entonces, la asistencia primaria de la consulta de emergencias, destacando diferentes aspectos de esta última - 39 - vinculados con la práctica cotidiana. Consideramos que tener presente toda esta información, experiencias y reflexiones es fundamental para adquirir un panorama realista de la práctica de la medicina de emergencias. Población demandante de atención La CE está diseñada para atender consultas de emergencias y la población demandante abarca todas las edades. Sin embargo, algunas patologías y grupos de riesgo parecen demandar mayor atención durante los últimos años. Su conocimiento permite adecuar los programas de capacitación para poder satisfacerlos. Entre ellos podemos mencionar: • adultos sin contención familiar o social, • gerontes, • inmunosuprimidos, • trauma, • violencia (doméstica, urbana, etcétera), • drogadicción y alcoholismo, • Trastornos Agudos de Conducta, • endemias venéreas, • procedimientos terapéuticos. El problema de las consultas inadecuadas El objetivo principal del sistema de emergencias es, justamente, atender “consultas de emergencias”. No obstante, se presenta a diario en todos los servicios de la especialidad la dificultad universal de definir cuándo una consulta es “apropiada”. La dificultad se encuentra focalizada en el grupo de consultas de bajo riesgo, ya que las consultas inapropiadas provocan sobre demanda, lo que impide la adecuada atención de los pacientes. Como consecuencia, se generan tiempos de espera prolongados. El tiempo de espera prolongado es un indicador utilizado para evaluar la adecuación de los recursos físicos y humanos. También se relaciona con pacientes que no completan su evaluación y tratamiento, o que se retiran sin ser atendidos. Por ello, se trata de una situación de riesgo. Las consultas inadecuadas generan competencia por el recurso humano y físico destinado a la atención. Tradicionalmente entre nosotros escuchamos decir frases como “ésta no es una consulta de emergencias”. Ahora bien, ¿qué es una adecuada consulta de emergencias? O ¿qué es una consulta de emergencias? La definición de emergencias –ya presentada al comenzar esta clase- nos ayuda a encontrar la respuesta: emergencia es toda aquella circunstancia nueva o inesperada que modifica la condición habitual de salud de una persona, es reconocida por el paciente o terceros y es percibida como peligrosa. Respecto de la temporalidad, podemos señalar que nuevo excluye a todas las condiciones donde un paciente debe realizar un procedimiento diagnóstico o terapéutico programado o un control médico. Sin embargo, en los servicios de emergencia pueden surgir casos como éste: A un paciente ambulatorio se le indica la realización de un estudio (ecografía) como parte de un proceso diagnóstico. Se presenta demora en su realización por la falta de disponibilidad de turnos, el paciente solicita atención médica en la CE o el médico deriva al paciente a la CE para realizar el estudio correspondiente. Este ejemplo muestra claramente una consulta inadecuada. Es válido para describir todas aquellas causas donde la falta de respuesta institucional a pacientes en estudio ambulatorio provoca la sobre demanda del sistema de - 41 - emergencias. Sucede que la CE siempre está abierta y resulta más rápido para el paciente manejarse por esta vía. Existe abundante información acerca de este problema. Los porcentajes de consultas inadecuadas varían según distintos informes entre el 15 y el 80%. Entre las dificultades para definir la consulta adecuada se encuentra la opinión social. Se plantean interrogantes como: ¿cuáles son las expectativas de una comunidad?, ¿la consulta inadecuada puede ser comparable entre lugares donde el nivel de asistencia social es distinto?, ¿qué opinión tiene la comunidad? Debemos tener en cuenta que, a partir de la tarde y durante los fines de semana y feriados, los servicios de emergencias son la única alternativa de atención para los pacientes. Por ello, durante esas horas se atiende a todos los pacientes. (ref 2) Para disminuir la cantidad de consultas inadecuadas la oferta de atención ambulatoria debe ser adecuada: cuando ésta es insuficiente, los pacientes se vuelcan al servicio de emergencias porque es su única posibilidad de atención. La continuidad de los cuidados administrados Continuemos ahora con otro de los aspectos funcionales clave para el logro de los objetivos de la medicina de emergencias: la continuidad de los cuidados administrados. Los cuidados administrados son un conjunto heterogéneo de intervenciones asistenciales realizadas por el equipo de salud durante el proceso de atención prehospitalario y hospitalario del paciente. Tienen por objetivo mejorar la condición médica del paciente, aumentar las chances de sobrevivir y reducir la morbilidad y los riesgos de complicaciones relacionadas a éstas (no deseadas). Se pueden diferenciar distintas etapas en los cuidados: rescate, transporte, triage, atención inicial, procedimientos diagnósticos, procedimientos terapéuticos, control de enfermería, traslados, entre otras. A través del proceso de atención se administran continuamente al paciente distintos niveles de cuidados, que dependen de su condición médica. Cabe destacarse que uno de los aspectos que mayor perjuicio genera en los pacientes es la falta de continuidad del nivel de cuidados administrados durante su atención. Esto puede ocurrir mientras el paciente se encuentra en el ámbito de la Central de Emergencias, durante el traslado interno (para realizar algún estudio complementario) o durante el traslado externo (derivación a otra institución asistencial). También se puede presentar al finalizar la atención del paciente, durante la realización de las indicaciones médicas. Veamos algunos ejemplos: Alta del paciente a su domicilio Cuando un paciente egresa de la CE, debe comprender el diagnóstico de su enfermedad, el nivel de gravedad y su pronóstico. Además, debe saber que los cuidados necesarios para continuar su tratamiento -si los hubiera- pueden ser realizados en el ámbito de su domicilio. Ahora bien, para que éstos se puedan realizar, debe cumplir con pautas de tratamiento y de alarma. En estos casos debe valorarse el grado de responsabilidad personal del paciente –nos referimos al cumplimiento de las indicaciones- y tener consignas claras para realizar una próxima consulta de seguimiento durante las siguientes 24 a 48 horas con su médico de cabecera o en un centro destinado a este tipo de controles. - 43 - Todos los pacientes egresados de la CE deben cumplir con este requisito. Durante las siguientes horas se debe realizar el seguimiento de la evolución del paciente. La consulta en emergencias termina 24 a 48 horas luego del egreso del paciente de la CE. Después del egreso existen múltiples variables que pueden modificar la condición clínica del paciente, como la adherencia al tratamiento, la intolerancia o las reacciones adversas a las drogas administradas. El médico de emergencias no debe ocuparse de realizar el seguimiento de los pacientes, su prioridad es la atención inicial y destino adecuado. Traslados internos Los traslados por estudios, procedimientos o internación en ocasiones conducen al paciente a un área alejada de la Central de Emergencias. En este proceso, los cuidados deben ser sostenidos en el tiempo y no existen motivos que justifiquen suspenderlos o reducirlos transitoriamente. (ref 3) Por ejemplo, un paciente consulta por un traumatismo de cráneo. Durante su evaluación se constata un Glasgow de 14 estable desde su primer evaluación, 6 horas antes. Desde su ingreso elpaciente permanece en un área donde un médico está a cargo del cuidado de varios pacientes. Los controles de signos vitales y escala de Glasgow son realizados por enfermería cada 30 minutos. La condición médica del paciente es emergente. Se solicita una Tomografía Axial Computarizada sin contraste de cerebro con ventana ósea y columna cervical, el gold estándar para esta patología. El estudio solicitado persigue diagnosticar lesiones ocupantes de espacio que requieran de tratamiento inmediato quirúrgico y/o médico, además descartar lesiones de columna cervical. El paciente es trasladado a la sala de imágenes acompañado por un camillero. En la sala de imágenes un médico lo espera para continuar los cuidados durante la realización del estudio. En este ejemplo, el nivel de cuidado administrado durante su transporte es inferior al dispensado en la sala de emergencias y en la sala de tomografía. El nivel de control establecido por la condición del paciente no se ha mantenido en el tiempo. Traslados externos En ocasiones, los pacientes, luego de recibir una atención inicial y lograrse la estabilización de su condición clínica, son derivados a otra institución por diversas causas (entre las más frecuentes podemos mencionar la necesidad de un mayor nivel de complejidad o la falta de camas para su internación). Durante este traslado se debe continuar el mismo nivel de cuidado que en la CE. Para concluir esta referencia a la continuidad de los cuidados, podemos señalar que antes las consultas eran consideradas eventos episódicos desconectados del sistema de salud y el médico se limitaba a diagnosticar y tratar eventos aislados del paciente. Hoy, en cambio, se considera que las consultas y los eventos que presentan los pacientes deben ser integrados al sistema de salud. Recordemos que la consulta de algunos pacientes al sistema de emergencias es frecuentemente la única posibilidad de entrada al sistema de salud. - 45 - Origen de los pacientes, picos horarios y motivos de consulta En una comunidad, hábitos y prácticas como la alimentación, el esparcimiento o el trabajo tienen un patrón común: la cultura. En este sentido, las enfermedades también son propias de cada cultura (raza o etnia). Bajo estas consideraciones, en una comunidad las consultas, los horarios en que se realizan y las expectativas de los pacientes son en general comunes. Los pacientes que llegan a al CE lo hacen por caminos comunes: • desde su domicilio (evaluado por un médico que realiza atención domiciliaria de baja complejidad o en sistemas de ambulancia); • derivados desde un consultorio (el médico considera que su paciente precisa una evaluación o tratamiento inmediato, su estado actual lo requiere); • provenientes de la vía pública (alguna contingencia inesperada o un trauma producido en el ámbito ambulatorio); • provenientes de otro hospital. Respecto de los horarios de demanda, podemos observar el siguiente gráfico: Gráfico N° 3 – Curva de demanda horaria de pacientes ingresados a la CE del Hospital Italiano de Buenos Aires. 1998. La curva de demanda horaria que aquí se presenta es común a todos los países occidentales. Las variaciones cuantitativas son el producto de una mayor cantidad de pacientes atendidos. Claramente se ven 2 picos de demanda: a) pico cercano al mediodía, b) pico nocturno. Ambos son característicos. El pico cercano al mediodía se explica por el reconocimiento durante las primeras horas del día de una afección no resuelta adecuadamente o producida durante horas de la noche. El pico nocturno ocurre cuando los consultorios de demanda espontánea cierran sus puertas. La CE durante esas horas se convierte en la única alternativa para la atención de pacientes. Cuadro N° 3 – Flujo de Pacientes en Emergencias ….. - 47 - Durante la noche se produce, además, el “valle nocturno” donde se presentan menos número de consultas, proporcionalmente de mayor riesgo o gravedad. Cabe aclarar que el segundo pico de demanda aparecerá más precozmente cuanto más temprano los consultorios del hospital dejen de funcionar. La curva de demanda que hemos visto pertenece al DE del Hospital Italiano de Buenos Aires. De acuerdo con sus experiencias, ¿se ven reflejados en ella? Respecto de los diagnósticos de los pacientes, podemos señalar que estos también son estables en el tiempo para cada población y cada grupo de riesgo. Sólo se producirán modificaciones cuantitativas por problemas estacionales: cuadros virales fundamentalmente respiratorios en meses de invierno o cuadros de deshidratación y gastroentéricos en los meses de verano. Contar con esta información permite determinar el número de personal así como el número de recursos materiales necesarios para enfrentar la demanda de pacientes. Acerca del flujo de pacientes El flujo de pacientes es el recorrido que debe atravesar un paciente desde el momento en que solicita su atención hasta ser definido el nivel donde se realizará sus cuidados definitivos. Es importante conocerlo ya que describe todos los puntos críticos donde se presenten fallas del sistema que impactan negativamente en el paciente. Ya hemos abordados previamente algunos aspectos del flujo y aquí trataremos de integrarlos: El ingreso de los pacientes El acceso de los pacientes al sistema de salud o emergencias debe ser fácil. La demanda desde su domicilio, vía pública u hospitalaria debe categorizarse según el sistema de Triage. Este sistema de categorización asegura que todos los pacientes accedan al sistema y que todos sean atendidos. Luego de la categorización inicial, los pacientes que no requieren el uso de la CE por la escasa complejidad de su consulta, deben tener accesibilidad a otras ofertas de atención de menor complejidad, es decir, los consultorios de demanda espontánea. El sistema de atención prehospitalaria Para su adecuado funcionamiento, el Sistema de Emergencias (Pre y Hospitalario), requiere de una coordinación centralizada para el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles y para lograr el beneficio del paciente y de la comunidad. El conocimiento, la aceptación y la aplicación de prioridades universales en el cuidado de los pacientes, junto con la aplicación de criterios de tratamiento prehospitalarios y hospitalarios aceptados por todos los integrantes del sistema de salud de una comunidad son elementos esenciales para asegurar un adecuado nivel de cuidado. La atención de los pacientes Tanto en el medio prehospitalario como en el ambiente hospitalario la atención de los pacientes es similar. La diferencia es que en cada uno de ellos existen objetivos y prioridades distintas, que deben cumplirse sin excepciones. El proceso de atención en el medio prehospitalario está más orientado al rescate, condiciones de traslado, tratamiento de condiciones críticas, tanto como al manejo de la patología de bajo riesgo. Excepcionalmente está orientado a la realización de diagnósticos de certeza, ya que en su mayoría requieren de una infraestructura no disponible en ese medio. En el ambiente hospitalario es donde el proceso de atención final del paciente alcanza su máxima complejidad, con los diagnósticos diferenciales, los procedimientos diagnósticos o las intervenciones terapéuticas. En este - 49 - medio interviene un grupo multidisciplinario y se decide con un grado aproximado de certeza el destino final del paciente de acuerdo con las posibilidades de tratamiento. El grupo multidisciplinario comprende: médicos, enfermeros, técnicos, camilleros y diversas áreas y recursos requeridos en el proceso diagnóstico y de tratamiento (comuicación quirófanos, departamento de imágenes,
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