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Neurosis obsesiva para Freud - Fernando Montoya

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Neurosis obsesiva para Freud 
Freud dice que en el caso de la religión hay una sofocación o renuncia a mociones pulsionales, pero estas no van a ser como tal del tipo sexual sino más bien serán pulsiones egoístas que irán en contra del bien de la sociedad. También, como en la neurosis, en lo religioso habrá una tentación inextinguible de la que se va a derivar una consciencia de culpa, al igual que existirá una angustia de expectativa, que en el caso de la religión sería ante castigos divinos. También Freud encuentra que al igual que en la neurosis, existen acciones expiatorias, resultado de la recaída en el pecado.
Por otra parte, Freud va a decir que en el ceremonial de la neurosis obsesiva existirá un mecanismo de desplazamiento, como él ya lo había visto en el caso del sueño. Es decir que habrá una sustitución, como en el caso de la mujer que no podía levantarse de un sillón porque este simbolizaba para ella al marido. Es así que de esta forma se puede entender por qué algo que en apariencia pareciera no tener importancia, para el neurótico obsesivo la tiene en exceso. Y dicho esto, para Freud también hay en la religión algo que se le compara, porque las ideas pueden no cobrar tanta importancia como el mismo ceremonial, porque precisamente hay un desplazamiento.
Es así que Freud teoriza que la neurosis obsesiva puede verse como una religiosidad individual, y su vez, la religión como una neurosis obsesiva universal. Porque concuerdan las 2 en una renuncia a las pulsiones dadas consitucionalmente, pero su diferencia está en que en la neurosis son pulsiones sexuales y en la religión de tipo egoístas.
Por último menciona que esta renuncia a las pulsiones podría estar relacionada al mismo desarrollo cultural, porque la represión pulsional es llevada a cabo en las religiones cuando los individuos renuncian a las pulsiones malignas, se liberan pero cediendo a Dios esa misma capacidad y características, como es el caso de los dioses antiguos, donde estos tenían ilimitadamente cualidades humanas como la impiedad
Carácter y erotismo anal
Dice Freud que en algunas personas hay una conexión entre cualidades particulares de su carácter y una función corporal (y los órganos que participan en esta). En cuanto a estas cualidades de su carácter, estas personas son ordenadas, ahorrativas y pertinaces, o sea obstinados o tercos.
Lo ordenado se liga al aseo corporal y escrupulosidad al cumplir pequeñas obligaciones. Mientras que en lo ahorrativo, este aspecto puede llegar a la avaricia. La pertinacia se relaciona con el desafío, junto con la ira y venganza. Va a decir Freud que orden, ahorro y pertinacia van a estar relacionados entre sí, se copertenecen. 
Pasando al tema de la función corporal, se encuentra en estas personas que en su primera infancia no pudieron gobernar fácilmente sus esfínteres, pues les tomó un buen tiempo llegar a tener control sobre su incontinencia fecal. Incluso tuvieron episodios aislados de fallo en esta función en años posteriores su niñez También se menciona el hecho de que se negaban a vaciar su intestino debido a que había un placer en esta zona cuando se retenían las heces. Después nos dice Freud que estos rasgos parece que no se conservaran una vez que avanza la vida, pero que están conectados a las cualidades del carácter de las que ya hablamos.
Se describe en el texto que existen, como ya lo hemos visto en trimestres pasados, excitaciones de unas partes privilegiadas del cuerpo, que serán las zonas erógenas (oral, anal, etc.), y estas excitaciones en ocasiones van a ser desviadas de las metas sexuales y se sublimarán. Dice entonces Freud que el erotismo anal que sobresale en algunas personas, se sublimará en los rasgos del carácter de orden, ahorratividad y pertinacia. Esto debido a que por cuestiones de la educación cultural, un individuo pues no puede seguir complaciéndose de esta forma al ir creciendo.
Bueno, después nos dice Freud que el aún no ve muy claro esto, pero que una forma de explicarlo que es el aseo, el orden y la formalidad serían una formación reactiva a lo sucio. En el caso de la pertinacia, o sea esta obstinación o terquedad, se menciona que esta tendría que ver con la actividad en donde el niño de manera desafiante o terca se niega a eliminar sus heces; lo que también se relaciona con las nalgadas que se le dan, pues las nalgas estarían próximas a la zona anal. Y estas nalgadas serían precisamente para hacer al niño obediente. 
También dirá Freud que hay un nexo entre el dinero y la defecación, pues los médicos que practican psicoanálisis fácilmente pueden darse cuenta de que el extreñimiento se puede solucionar tratando este asunto, pasándolo a la consciencia en el paciente. Esto puede provocar asombro, pero no es tanto así si se tiene en consideración que en sugestión hipnótica se puede alterar efectivamente también esta función.
Después Freud nos dice que en el lenguaje usual se llama roñosa o mugrienta a una persona que se aferra al dinero, pero esta no es la única coincidencia, porque el dinero se liga al excremento desde las culturas antiguas, en los cuentos, supersticiones, mitos, etc. Pone el caso de la legenda en donde el diablo tiene comercio con mujeres, les da dinero, pero después este se convierte en excremento. También se menciona el caso de la superstición en donde se relacionaba el descubrimiento de tesoros con la defecación en Babilonia, lugar en donde también se hablaba de que el oro era la caca del infierno. Con esto dice Freud que en la neurosis hay un uso del lenguaje en donde se toman las palabras en su sentido originario, antiguo. 
También dice Freud que esta identificación entre dinero y caca puede haber surgido por una oposición donde el dinero es como que lo más valioso, mientras que la caca es pues lo contrario, lo más desechable. Además, el interés erótico por la defecación en el niño, será posteriormente transformado al ir madurando el sujeto, entonces surgirá un interés del dinero, que no estaba presente en los primeros años, o sea una nueva meta. 
Por último, dice Freud que será necesario preguntarse si también otros complejos de carácter estarían relacionados a zonas erógenas, como podría ser el caso de la gran ambición en personas que antes sufrieron de enuresis. Es así que habría rasgos de carácter que serían resultado de sublimaciones de pulsiones originarias.

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