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¿De qué maneras se puede involucrar la modelación matemática en la práctica profesional? La noción de modelación matemática del que partiremos es la que aportan Blum y Niss (1991), quienes dicen que es un proceso completo de transitar desde un problema planteado en una situación real hasta un modelo matemático. Sin embargo, para acercarnos a la práctica profesional docente, convenimos recurrir a la definición de Trigueros (2006), quien la detalla como un proceso cíclico donde se proporciona a los alumnos problemas abiertos y complejos en los que se ponen en juego conocimientos previos y habilidades creativas para sugerir hipótesis y plantear modelos que expliquen el comportamiento del fenómeno en términos matemáticos. Bajo la idea de Trigueros, se puede inferir que el docente debe tomar un rol al poner en marcha la modelación matemática en el aula. Para ello Doerr (2007) muestra que las actividades del docente estriban en la elección de la situación que se va a modelar de acuerdo al contenido que se desea tratar, buscando la situación más apropiada, la proposición de situaciones donde los alumnos puedan interpretar, explicar, justificar modelos matemáticos, así como motivar a compartir su manera de pensar. En contraposición, el rol del alumno, de acuerdo con Lakoma (2007), consiste en realizar predicciones y conclusiones, generalizarlas, justificarlas y aplicarlas a la práctica y, por último, presentarlas a otras personas. Durante este proceso, comenta el autor, los alumnos sugieren situaciones de su realidad y crean modelos para dichos escenarios específicos. Ahora bien, estos roles se realizan dentro de un aula de clase que privilegie el aprendizaje colaborativo. Así, se invita a conjuntar esfuerzos, intereses, talentos y competencias para el cumplimiento de metas establecidas en conjunto por los miembros del grupo que apoyan la comprensión de los problemas y procedimientos de solución. El trabajo colaborativo en la modelación matemática permite interacciones que favorecen un ambiente social y la promoción de discusiones para la solución de problemas más complejos (Alsina, 2007). El ambiente en el salón de clase debe permitir la descripción de los modelos individualmente, en equipo o grupalmente. El aula de clase se convierte en un espacio creativo donde el aprendizaje se construye por todos los miembros del grupo, se promueve la participación en la discusión de problemas y la propuesta de ejemplos y contraejemplos; es decir, la construcción del conocimiento matemático (Santos, 1997). Tomar en cuenta las características y rasgos relevantes del trabajo con la modelación matemática es indispensable para la obtención de logros en su aplicación. Para la investigación son tres momentos principales los que deben seguirse en clases basadas en modelación matemática: • Momento 1. Introducción al contexto real. • Momento 2. Matematización de la situación a partir de los datos del contexto. • Momento 3. Síntesis y regreso al contexto real. Lo anterior expuesto, queda en el ideal del docente, del estudiante y de los procesos que se viven en el aula. Por tanto, es una aproximación a lo que debe ocurrir en el salón de clases y lo que deben hacer estudiantes y docentes. Sin embargo, es difícil que esto suceda de la manera en que se plantea por diversos factores como el tiempo, el número de alumnos, el estado de ánimo de los mismos y cuánto lo permita el contenido matemático. Ante ello, el profesor de matemáticas debe idear una manera de acercar la modelación matemática contemplando la situación de sus alumnos. Debe tenerse presente que una de las ideas más comunes que tienen los estudiantes sobre las matemáticas es que estas son difíciles y requieren de un gran esfuerzo cognitivo para apropiarse de los contenidos que se proponen, independientemente del nivel educativo en que se trabajen. Bajo esta tesitura, además de generar un ambiente positivo dentro del aula que favorezca la modelación matemática, debe considerarse el trabajo con situaciones-problema básicos, que requieran poco esfuerzo cognitivo, en aras de que los estudiantes logren modelizar algunos fenómenos (realistas o no realistas) y posteriormente puedan acercarse a problemas de su contexto. Es importante que el profesor, además de un conocimiento de la modelación matemática, reconozca las limitaciones de sus alumnos y adecue su instrucción a lo que son capaces y no son capaces de hacer los aprendientes en el aula. El primer acercamiento puede darse a fenómenos que ocurren dentro del salón y posteriormente a aquellos que se dan en el exterior. En este punto, el acompañamiento del profesor es fundamental, con un sistema de interacción de “aprender juntos”. Bibliografía Zaldívar, J.D., Quiroz, S.A. & Medina, G. (2017). La modelación matemática en los procesos de formación inicial y continua de docentes. IE Rev. investig. educ. REDIECH 18 (15). https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448- 85502017000200087#:~:text=En%20su%20acepci%C3%B3n%20como%20estr ategia,Blum%20y%20Galbraith%2C%202007). https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-85502017000200087#:~:text=En%20su%20acepci%C3%B3n%20como%20estrategia,Blum%20y%20Galbraith%2C%202007 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-85502017000200087#:~:text=En%20su%20acepci%C3%B3n%20como%20estrategia,Blum%20y%20Galbraith%2C%202007 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-85502017000200087#:~:text=En%20su%20acepci%C3%B3n%20como%20estrategia,Blum%20y%20Galbraith%2C%202007
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