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Tarea_reseñaspelis_CamachoCristopher_1581755 - Cri no Shokan

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
LICENCIATURA EN LENGUAJE Y PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL
Análisis de la imagen contemporánea
Reseñas:
Hasta los dientes de Alberto Arnaut
Y
La libertad del diablo de Everardo Gzz.
	
Nombre: Cristopher Gelacio Camacho Castaño.
No. Matrícula: 1581755.
Grupo: 504. 	
Hasta los dientes
Director: Alberto Arnaut.
“Iban armados hasta los dientes” fue el pretexto de soldados y autoridades para justificar el asesinato y desde ahí Arnaut teje con delicadeza seca y a veces demasiado inteligente, un documental que escarba en los expedientes del caso pero también en la memoria de quienes lo vivimos a través de los medios, puestos a modo por un sistema político que a su vez trataba de justificar el inicio falto de Inteligencia de esa famosa guerra. ¿Dónde estábamos cuando estos chicos fueron asesinados? ¿Dónde estamos ahora? ¿Qué se hizo y qué se hace? ¿Qué tanto nos provoca o nos debe provocar que este documental se estrene a 50 años de la matanza de estudiantes en el Tlatelolco de 1968, y a unos días de la conmemoración de esa otra matanza trágicamente recordada como Ayotzinapa? ¿Qué pasa en este país que se criminaliza a la juventud que busca su futuro mientras este se le niega a diestra y siniestra?
Con el golpe de la imagen directa, sin maquillajes, Hasta los dientes muestra la transformación de una realidad a la que el mismo documental contribuyó a modificar, cumpliendo y siendo parte del ciclo de un trabajo tanto periodístico como artístico, ciencia social ejecutada para ejecutarse. Es el brillante escupitajo en la cara a un grupo de autoridades que en su ineptitud pretenden que el asesinato de dos estudiantes que no pertenecían a las altas esferas de la clasista y racista sociedad mexicana se quede en silencio, en el olvido. Imposible, estamos ante una herida abierta y ahora, con el documental frente a nosotros, parlante.
La Libertad del Diablo
Director: Everardo González.
La Libertad del Diablo es un ingenioso filme donde la producción decide recoger todos los testimonios posibles de la violencia que se ha vivido en el país desde hace ya algún tiempo (y que parece continuará igual por mucho tiempo) y para dar una sensación de igualdad se muestran a diferentes personajes en este conflicto con su rostro oculto por una máscara que solo permite verles los ojos, la boca y la nariz. Así un par de narcos, un policía, un ex-soldado y las víctimas colaterales de este conflicto entre los que se cuentan un hombre levantado por supuestos policías y los familiares de personas desaparecidas o asesinadas nos cuentan todo sin temor a una represalia, total, sus rostros están ocultos.
De ahí tenemos la “libertad”, esa máscara les da la libertad de decir lo que les pasó y de contar sin tapujos, ni temor las experiencias vividas, desde la sensación de matar a la primera víctima hasta el dolor que causa ver los cuerpos enterrados de hijos de una señora en una tumba clandestina. Esto aderezado con frías y sombrías imágenes de los alrededores de Ciudad Juárez y El Paso, entre el frío, la desesperanza y los crudos montajes de policías o narcotraficantes haciendo sus rondines y sus operativos. Vemos el retrato de la gente que se mueve por la zona, de cómo viven y conviven, claro, todos envueltos en el anonimato de la máscara del diablo. 
Y el anonimato es el elemento que le da fuerza a esta historia, la película se torna como un foro de internet donde tenemos la opción de dar la cara o mostrar un dibujo, un avatar, para que no sepan quien da los comentarios, pronto sentimos empatía, tristeza, odio o repugnancia ante lo que dice cada una de las personas que participan. Es natural que sientas horror al ver los ojos del narcotraficante que relata un crimen horrendo o sientas que las lágrimas te invaden al oír el relato de la mujer que presenció el secuestro de su madre. Es observar como la estructura social que se bate en este conflicto se ha podrido y que no se puede confiar en nadie, ni en los criminales, ni en las autoridades y, ni siquiera en las propias víctimas, tan llenas de odios y resentimientos, al grado que solo una persona terminará quitándose la máscara y nos dejará la duda, ¿podría decir todo eso que nos platicó sin la máscara puesta?

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