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1 El presente documento recupera algunos títulos y desarrollos de un texto elaborado por la Especialista Norma Sierra, con la finalidad de ser utilizados como material didáctico en la asignatura Psicología del Desarrollo de la Lic. y Prof. en Educación Inicial – Facultad de Ciencias Humanas – Universidad Nacional de San Luis. Universidad Nacional de San Luis Facultad de Psicología Documento de Psicología Evolutiva I Aportes de la Teoría Psicoanalítica Esp. Norma Sierra Una teoría del desarrollo estructurado Para el psicoanálisis, a partir de los trabajos de un psicoanalista francés (Jacques Lacan, 1901-1980), el desarrollo psicológico, emocional y sexual, va a estar fuertemente enlazado al proceso de constitución del sujeto. Este autor va a entender a la constitución del sujeto a partir del concepto de estructura. Esto quiere decir en primer lugar, que no hay un sujeto natural e innato. En segundo lugar, que el sujeto adviene tal a partir de inscribirse en una estructura, de la que primero hará referencia como estructura social, y luego precisará que se trata de una estructura de lenguaje. El término estructura remite a un conjunto de relaciones que mantienen unidas entre sí las partes de un todo. Por ejemplo, la estructura del cuerpo humano; estructura de un poema. También se refiere al modo de estar organizadas u ordenadas las partes de un todo, como por ejemplo cuando se habla de la estructura de red, o de la estructura organizativa de una sociedad. Esta teoría sobre la estructuración del sujeto, parte del psicoanálisis freudiano, y toma aportes de la lingüística (Ferdinand De Saussure), y de la antropología social, especialmente de las investigaciones de Levy- Strauss sobre las estructuras elementales del parentesco. Pero el modo de entender la estructura para el psicoanálisis, es muy particular. Es diferente a la idea de los estructuralistas de esa misma época. Se trata de una estructura con una falta, una estructura que no es completa y que por lo tanto implica la posibilidad de circulación de los elementos que la componen, porque siempre falta un elemento, entonces para ordenarse, y obtener algún equilibrio deben buscar cómo organizarse. Pero resulta que esa organización nunca elimina la falta de un elemento. 2 Es una estructura en la que se encuentran momentos de cierto equilibrio, funcionamiento estable, pero que en sí mismo tiene el núcleo de su desequilibrio, por lo que ya dijimos, nunca se elimina la falta, al contrario, es ésta la que posibilita el movimiento. Es como el juego unblock me, donde hay unas fichas de madera y una es de un color distinto, por ej. rojo. Se trata de mover las piezas para un lado y otro hasta lograr sacar la roja hacia un lateral. Hay que avanzar y retroceder en el juego, a veces hacer un paso adelante, luego varios atrás y así sucesivamente hasta lograr sacar la pieza roja. Otros juegos así son el Senku, el cubo mágico, todos se basan en una estructura en falta. Si no hubiera un espacio vacío no se podrían mover las piezas. Pero para lograr ganar hay que tener una estrategia y cierta astucia. Se necesita de un sujeto. El sujeto no es innato, sino que adviene, se constituye, a partir de inscribirse en una estructura simbólica, en la cual hay un elemento faltante. Podríamos decir que ese lugar vacante, es el lugar del deseo de una madre, que circunscribe un primer lugar de falta. A ella le falta algo, y desea completar esa falta con un hijo. Veremos que ese es un primer lugar, pero eso solo no basta para que ese niño se constituya en sujeto. A partir del primer momento, que es el surgimiento del sujeto, se producen transformaciones del niño como sujeto. Vamos a adelantar, que los elementos que componen la estructura, son los del Complejo de Edipo: Madre, hijo, padre, y el falo que es el que circula entre los tres personajes produciendo modificaciones en las posiciones de cada uno. Las transformaciones inciden y estructuran el desarrollo libidinal del niño. Por eso es que podemos encontrar un niño que a los 4 años aún no controla esfínteres, aunque su desarrollo madurativo así lo permita. Aún puede estar detenido en un tiempo lógico de la constitución subjetiva que no le permite tomar esa independencia de la madre. Esto lo veremos en mayor profundidad cuando estudiemos las fases del desarrollo libidinal: oral, anal, genital, latencia, pubertad. Estas transformaciones hay que pensarlas como tiempos lógicos, no cronológicos. Es decir que responden a una sucesión de modos de estructuración de orden lógico, independientemente de la edad en la que se producen. La primera posición que tiene el niño en este proceso de constitución subjetiva, es como objeto. El niño al nacer es un objeto del deseo materno. El pasaje de objeto a sujeto es un complejo proceso, en el que el primer momento es la inscripción del sujeto en la estructura. Esta concepción nos lleva a pensar una teoría del desarrollo estructurado, en el que se produce un anudamiento entre el lenguaje, el cuerpo y la pulsión. Primero veremos de qué manera se produce este anudamiento, a partir de lo cual podremos luego pensar las distintas fases de la libido que propuso Freud en el desarrollo del niño. 3 El inicio mítico de un sujeto Hablamos de un inicio mítico porque al ser un tiempo lógico y no cronológico, no es algo observable directamente sino por sus consecuencias, se trata de hechos deducibles a partir de la experiencia que el psicoanálisis tiene con los procesos subjetivos. Cuando nacemos entramos en un orden simbólico, el orden del lenguaje, en el que nacemos por segunda vez. El infans, el "sin palabras", nace al estado de sujeto hablante cuando se inscribe, como sujeto, en la estructura simbólica. Debe inscribirse como sujeto, nacer como sujeto, porque, como dijimos, su nacimiento es primero como objeto del deseo materno. Posición de Lacan: Hay un orden de realidad original, que inicialmente llamó "las relaciones sociales", y más tarde "estructura del lenguaje", que es central para abordar la cuestión del advenimiento de una constitución subjetiva. Este orden original tiene como consecuencia separar el aparato psíquico e incluso la dimensión de lo mental, de sus coordenadas naturales. Es decir, que al haber un orden original, que nos precede como sujetos hablantes (la estructura del lenguaje), se produce una desnaturalización del aparato psíquico y de los procesos de desarrollo. El sujeto será efecto de la inscripción del ser viviente en ese orden original, preexistente, del lenguaje. ¿Por qué desnaturalización del aparato psíquico y del desarrollo? Nuestro aparato psíquico no depende de un orden instintivo, en el cual está predeterminado cuál es el objeto y el camino para la obtención de la satisfacción de dicho instinto. Los seres humanos, a diferencia de los animales, estamos determinados por la pulsión, que implica un circuito de satisfacción, pero en el cual no está determinado cuál es el objeto de su satisfacción. Por el contrario, puede ligarse a diferentes objetos, por ej. la pulsión oral en los bebés, que en lugar de satisfacerse con el pecho, pueden por un tiempo encontrar el mismo placer en el pulgar, o un chupete. Y cuando somos adultos, por los desplazamientos del objeto, en la comida, la bebida, el cigarrillo, etc. La teoría de la constitución del sujeto a partir de su inscripción en el lenguaje, en lo simbólico preexistente, también desnaturaliza la idea de desarrollo, porque este concepto estuvo siempre marcado por una clara referencia biológica. El desarrollo fue entendido como un proceso determinado por la maduración del organismo, incluso por muchas teorías dentro del Psicoanálisis. Para Lacan, el desarrollo, organizado por la estructura que concierne a la constitución subjetiva, supone diferentes registros de la temporalidad. Las transformaciones quesupone el desarrollo se producen de 4 manera articulada y determinada retroactivamente por los tiempos de constitución de la subjetividad, los tiempos de estructuración del sujeto. (esto se retomará cuando hablemos de la retroactividad de los procesos psíquicos) En una primera época, Lacan se apoya en Durkheim para pensar el establecimiento del aparato psíquico a partir de la dimensión social. Plantea la relación del sujeto con la dimensión social, con el otro, como primaria y como condición necesaria para la constitución subjetiva. Esta relación con la dimensión social se va a ir organizando a partir de "complejos", que serán los organizadores del desarrollo psíquico. De entrada al término “complejo” se define como un conjunto de reacciones que pueden incluir funciones orgánicas así como las emociones y las conductas adaptadas al objeto, pero está condicionado por factores culturales. Estos lo dominan en su contenido y su forma. Hay complejos humanos típicos, que se configuran sobre el fondo de las leyes de un grupo social mientras que la fijeza del instinto se asocia con lo genérico de la especie. En la familia es en donde se ponen de manifiesto los complejos más estables y más típicos, siendo verdaderos organizadores del desarrollo psíquico, motivados en el inconsciente. Esta idea del desarrollo a partir de los complejos, que son determinados por la cultura, cuestiona toda idea de evolución. El desarrollo no será producto de una maduración, de una evolución de un estado menos desarrollado a otro más desarrollado, sino que depende de cómo deviene la singularidad psíquica de cada individuo a partir de los complejos psíquicos. El principal complejo, responsable del advenimiento del sujeto como sujeto de la palabra, pero además sujeto sexual, y por ende sujeto deseante, es el Complejo de Edipo. El complejo de Edipo, es el que permite reorganizar los estadios previos, por el pasaje de una relación dual (madre - hijo) a una relación de tres (madre - padre - hijo), y la creación de una configuración nueva para el psiquismo (sale de la posición de objeto del deseo materno para transformarse en un sujeto deseante, y es el padre, el tercero, el que orientará al niño sobre su objeto de deseo, que ya no podrá seguir siendo la madre por efecto de la prohibición del incesto, que es una ley cultural, una incidencia de la cultura sobre el ser viviente). Esta concepción cuestiona la idea de un desarrollo lineal, de etapas que se suceden una tras otra en una continuidad cronológica de superación. Por el contrario, implica que el Complejo de Edipo, reordena las etapas anteriores, las que a su vez son condiciones de su efectuación. Por un lado está la maduración del organismo, que no se trata de desconocerla, pero ésta queda sobredeterminada por el sentido que el sujeto le va imponiendo en cada tiempo de su estructuración. A su vez, ese tiempo no es lineal, sino que el sentido va transformándose, tramándose como historia vivida y resignificada a posteriori. 5 El sujeto vive un suceso, le queda algún tipo de registro del mismo, pero en etapas posteriores, ese hecho va a ir adquiriendo nuevas significaciones que marcan de otro modo la relación del sujeto con lo vivido. Estos son los primeros fundamentos del psicoanálisis, que hablar pasar lo vivido por el registro del sentido, de las palabras, modifica algo del pasado, de los efectos que ese pasado tiene sobre el presente y el futuro del sujeto. Lacan consideraba que "...los estadios instintivos son ya cuando son vividos, organizados en subjetividad" (Fc. y campo de la palabra..., 1953,262). La inscripción del sujeto en la estructura: de lo imaginario a lo simbólico en una Teoría del desarrollo estructurado Inscripción del sujeto en la estructura del lenguaje. Hegel decía "la palabra mata la cosa". La cosa es el ser viviente en su estado primitivo, sin palabra, sin subjetividad, sin conciencia, puro "ser". La palabra mata la cosa es tomado por Lacan para decir, la palabra mata ese estado primitivo del ser al hacerlo pasar por el lenguaje, que lo mata significa que a partir de que entra en el lenguaje, que se inscribe como sujeto en ese mundo simbólico, ya no será lo mismo, pasa a ser otra cosa. La naturalidad de ese puro ser se perdió para siempre. Otro modo de pensar esto, es en relación a lo que Freud llamó "la primera vivencia de satisfacción". Habría una primera vivencia de satisfacción, que el niño siente pero no puede representar, cuando quiere repetirla, necesita pedir al otro el objeto que podría darle la misma satisfacción, en ese momento hace pasar el objeto y la satisfacción por la representación, sino no podría pedirla al otro. Lo que encuentra no será exactamente el primer objeto, y la satisfacción podrá ser parecida, pero no es la misma. Una vez que algo pasa por el plano de la representación, ya no es lo mismo. Se obtiene una ganancia y a la vez una pérdida. Lo que gano es que puedo tener un significante, una representación psíquica de que eso que experimenté fue placentero, puedo representarme qué objeto necesitaría para volver a obtener esa satisfacción, y tengo que pedirlo al otro. En ese momento, la necesidad y la satisfacción ya pasó a la palabra, esa es la ganancia, ahora puedo pedir lo que quiero, pero lo que se perdió es el estado puro y total de esa satisfacción. El objeto que se encuentre no será ese primero, será otro. Por eso es tan importante la estructura del lenguaje, la manera en que se engancha el cuerpo, la pulsión, el lenguaje. Fíjense que en esto que decía tenemos estas tres dimensiones, el lenguaje, con su estructura representacional que se sintetiza en el aforismo hegeliano, la palabra mata la cosa; la pulsión, que implica un empuje a obtener una satisfacción pero sin que esté determinado el objeto, sino que hay que buscarlo en base a esas primeras huellas de satisfacción, y que es necesario que pase por el lenguaje para obtener el objeto, y finalmente todo esto concierne al cuerpo de un ser viviente, no es una cuestión 6 "mental", sino que atañe al cuerpo, al cuerpo erógeno, de placer, el que puede registrar las experiencias de placer y displacer. Estructura del lenguaje. El signo lingüístico se divide en significante y significado, el significante es arbitrario y se define por su diferencia respecto a todos los demás. El sentido se produce a partir de la significación que se cierra al final de una frase, momento en el que se articulan el significante con el significado. Son dos cadenas paralelas, independientes, que se abrochan de determinado modo a partir de que el Otro le otorga sentido a lo que escucha. No hay correspondencia biunívoca entre significante y significado. Para hablar del elefante no necesito traer el elefante a esta sala. Pero a su vez, cada palabra puede remitir a diferente significación según donde se ponga la puntuación. Por ejemplo, "No me gusta ese titular", "No, me gusta ese titular" "vamos a comer niños" "Vamos a comer, niños" Un hombre / bien parecido / al mono. ¿Cómo se produce la captura del ser viviente en el lenguaje? Por supuesto que hay cuestiones biológicas que sostienen la existencia en el mundo. Pero esa existencia adviene a un mundo que lo ha significado. Ese ser viviente es parasitado por el lenguaje. El lenguaje no es en el origen ese lenguaje que se habla de manera organizada, normativizada por la comunicación y la gramática. En el origen, se produce la captura del viviente para transformarse en un ser parlante, que además será sexuado, y que su sexo no se corresponderá necesariamente con el sexo anatómico. Inicialmente somos practicantes de un laleo, de un ejercicio de nuestro aparato fonador, que produce una satisfacción, un placer en la caja de resonancia de nuestro cuerpo. Esas experiencias de laleo forman como un fondo constitutivo de la lengua de cada uno. A partirde ese laleo, de esas experiencias que son verdaderas experiencias de placer registrado en el cuerpo, es que entra el Otro, con su sentido, su interpretación, a ordenar y articular el laleo en palabras. "Me quiso decir mamá", "papá", y el nene dice mamamamama, papapapa... No quiere decir nada, pero la madre, el padre interpretan esos primeros sonidos, porque como ellos ya están capturados en el sentido, esperan que su hijo también hable, que se comunique, que los nombre, que les pida lo que 7 quiere, y apenas surgen los primeros sonidos, ya están intentando entender lo que ese niño les quiere decir. Pero es al revés, el niño comienza a gozar de su laleo, de la resonancia de esos sonidos en su cuerpo, y se encuentra con que el Otro le dice "eso quiere decir "mamá", "papá", "teta", etc. Le impone la gramática y el sentido para la comunicación, que es lo que preexiste a toda existencia humana. De estas primerísimas experiencias, que no son directamente observables, sino deducidas, se desprenden dos efectos: 1- Que ese que era solo un organismo, un ser viviente que jugaba con su aparato fonador, entra a un orden de lenguaje, a una relación con el mundo simbólico, y podrá a partir de eso, quedar inscripto allí, en ese mundo simbólico, como sujeto. Por este complejo proceso, se engancha el registro corporal de una necesidad, con ese orden simbólico que le permitirá dejar de ser un "puro ser biológico" para pasar al estatuto de Sujeto del lenguaje, un sujeto que puede entonces articular una demanda al Otro, quien a su vez responderá ofreciéndole un objeto de satisfacción para su demanda, pero también responderá con su amor. ¿Por qué le ofrece también su amor? Porque ese Otro ya está a su vez inscripto como sujeto parlante, sujeto sexuado, sujeto deseante. El niño se inscribe en esa estructura simbólica que es una estructura de lenguaje pero también de deseo. Desde el lugar que ocupe en esa estructura de deseo, el lugar que tenga para el Otro, se le dará una singnificación que es con lo que se encontrará al nacer. Es el sentido que le da la madre, el padre, a ese ser. El niño entonces deja de ser un "puro ser biológico", un "infans", que no habla, para poder ser un sujeto parlante, que puede tomar la palabra para hacerse escuchar, para articular lo que necesita en una demanda dirigida al otro, quien podrá o no satisfacerla. 2- El otro efecto que se produce, es que esos primeros laleos, y el modo como fueron enganchándose las palabras al cuerpo marcan experiencias de satisfacción, que se irán enlazando por distintas partes del cuerpo a través de los recorridos pulsionales. Entonces, resumiendo, lo real es capturado por lo simbólico. A partir de la lectura que hace Lacan de la teoría freudiana sobre el aparato psíquico y el desarrollo subjetivo, establece dos momentos y procesos fundamentales para plantear el advenimiento del sujeto como sujeto parlante, sujeto del deseo, sujeto sexuado: El estadio del espejo y el Complejo de Edipo. Pero primero quiero detenerme en esta idea que somos sujeto parlante, sujeto de deseo y sujeto sexuado. Somos todo eso, no somos uno sin lo otro. Y el sujeto cognoscente, el sujeto del conocimiento, el sujeto de aprendizaje, suponen el anudamiento de estas tres dimensiones de la experiencia humana: palabra, deseo, sexualidad. 8 Cuando a un niño se lo inscribe en el registro nacional de las personas, se pregunta: Hombre o Mujer, con qué nombre se inscribe, y se indica hijo de quienes es, lo cual marca su procedencia, a partir de qué deseo fue traído al mundo ese ser. Eso no lo tienen que olvidar nunca, no se puede dividir, separar lo cognitivo, el aprendizaje de la integridad que somos como sujetos hablantes, de deseo y sexuados. En cada experiencia de conocimiento, de aprendizaje, entra en juego de algún modo estas tres dimensiones humanas. Qué aprendemos, por qué lo queremos o no queremos aprender, cómo impacta eso que aprendemos en nuestra constitución como seres sexuados, en nuestras identificaciones femeninas, masculinas, etc. y en nuestro modo de relacionarnos en el mundo, con el otro. Por ej. se suele decir que los varones tienen más facilidad para la matemática y las niñas para la lengua. No es siempre así, pero hay una tendencia, ¡y eso tiene que ver con la sexualidad! la matemática es más afín a las características sexuales masculinas y la lengua, la ficción, la fantasía, la flexibilidad de la lengua, más afín a las características de la sexualidad femenina. Pero a su vez, que un niño desee aprender matemática o lengua, tiene que ver con que ese conocimiento esté valorado para él, y lo será si alguien primero le transmitió que eso es algo valioso, deseable. Es decir que se inscriba en una experiencia de deseo. Sin eso, el niño no desea aprender nada. Y finalmente, para que todo esto funcione, debe estar en juego la demanda del sujeto, del docente al niño para que aprenda y del niño al docente para que le enseñe, y la demanda es siempre palabra, lenguaje, aunque no se verbalice. Ven que tenemos enlazadas las tres dimensiones, lenguaje, sexualidad, deseo, como sustrato del aprendizaje y de toda experiencia humana. El desarrollo entonces quedará enmarcado, por este anudamiento de estas tres dimensiones. Estadio del espejo: Con la experiencia del estadio del espejo, Lacan describe y explica esos primeros momentos de emergencia de la subjetividad. Su tesis es que el YO se constituye por una identificación imaginaria, basada en que inicialmente el cuerpo y el sistema nervioso son incompletos. Retoma observaciones de psicólogos sobre la conducta del bebé humano en comparación con la del mono frente a un espejo. La experiencia le muestra que al principio, tanto niño como mono se comportan igual, miran la imagen sin darse cuenta que es la propia, buscan alcanzar al ser de la imagen, cuando el mono se da cuenta que no hay otro mono se desinteresa. En cambio el niño a partir de descubrir que es una imagen virtual, comienza a jugar con ella, diferencia para él el mundo en dos espacios: uno real y otro virtual, hasta 9 llegar a descubrir que esa imagen corresponde a la imagen virtual de su propio cuerpo. Pero para que llegue a descubrir esa correspondencia, necesita de la mirada de la madre, que señale, testifique que ese es él. El resultado es una identificación del niño con su imagen externa. Rimbaud decía "El yo es otro". A partir de las observaciones del psicólogo Wallon, que describe en primer lugar los movimientos de júbilo del niño, entre los 6 y 18 meses, frente a su propia imagen reflejada en el espejo, a una edad en la que a duras penas puede sostenerse sobre sus piernas. El niño, todavía en la situación de un cuerpo fragmentado, no unificado subjetivamente, reconoce la propia imagen fuera de sí en el espejo, se enajena y se identifica en él como "yo". Se produce una transformación en el sujeto cuando se apropia de esta imagen. Entra en juego una primera división: por una parte las sensaciones corporales vinculadas con un cuerpo en fragmentos, en un momento de completa inanidad y de total dependencia del otro; por otra parte una imagen completa fuera de sí que el Otro materno le indica que es él mismo. (Martín Egge, p. 82) El "yo" es una conquista psíquica, que se logra por una identificación a una imagen, a una gestalt de nosotros mismos como imagen de completud. Si bien esa construcción narcisística, imaginaria, que es el Yo, nos permite construir una realidad sobre nosotros mismos y el mundo, y relacionarnos con el otro, a su vez, a partir de entonces ese Yo, por contar con un Yo, vivimos engañados sobre nuestra verdadera naturaleza de ser seres en falta. Lo natural en nosotros es la falta en ser, no hay determinación innata sobre nuestro ser. El problema del ser se abre para nosotros a través del lenguaje que nos preexiste. Dado que somos seres hablantes,nuestro ser pasa por la palabra y allí no hay certeza. Somos seres en falta dado que carecemos de la determinación instintiva sobre nuestro objeto de satisfacción, ni contamos con las determinaciones instintivas, como lo tienen los animales para relacionarnos con el partenaire sexual. Entonces, a pesar de contar con un Yo, con una identificación imaginaria que nos estabiliza en nuestra relación al otro, eso no alcanza para orientarnos en nuestra sexualidad, en nuestra relación con el otro sexo. El Yo es necesario, pero no suficiente, y además es también un obstáculo por el engaño que conlleva. Deberá actuar otra estructura, que se sobre impone a esta primera. Esa es la estructura del Complejo de Edipo. Complejo de Edipo: El Edipo es el punto culminante de la estructuración del deseo sexual Edipo Rey. El Mito de Sófocles 10 Edipo hijo de Layo y Yocasta se halla en peligro desde la cuna. Antes de nacer un oráculo le ha prevenido a su padre que su hijo habría de matarlo. Es por ello que lo abandonan en el bosque, pero un campesino lo salva y lo adoptan como hijo de rey de una corte extranjera. Corinto, quien no sabe de su origen, consulta también a un oráculo quien le aconseja a Edipo no volver a su patria porque en tal caso se convertiría en asesino de su padre y esposo de su madre. Edipo huye de la que él supone su patria, en el camino encuentra a Layo y le da muerte en el curso de una disputa que estalla bruscamente. Luego llega a Tebas, donde resuelve el enigma de La Esfinge que encerraba el paso y en agradecimiento recibe de los tebanos el título de Rey y la mano de Yocasta. Por mucho tiempo reina la paz y tiene dos hijos y dos hijas con la reina. De pronto estalla la peste y los tebanos interrogan al oráculo. Aquí comienza la tragedia de Sófocles. Los mensajeros traen la respuesta del oráculo: la peste terminará cuando haya sido echado del país el asesino de Layo. ¿Dónde hallarlo, dónde encontrar la difícil pista de un crimen antiguo?. La obra es una revelación progresiva, comparable a un psicoanálisis del hecho que Edipo mismo es el asesino de Layo, pero también el hijo de la víctima y de Yocasta. Espantado de los crímenes que sin querer ha cometido, Edipo se arranca los ojos y abandona su Patria. El Complejo de Edipo en Freud: La fase fálica se corresponde al momento culminante y a la declinación del Complejo de Edipo: una de las piedras fundamentales del psicoanálisis, cuya elaboración es coextensiva a la teoría psicoanalítica y de la cual Freud no realiza una exposición sistematizada. Las primeras elaboraciones de la teoría, la construyó sobre el modelo del niño. Durante mucho tiempo pensó que la evolución del Complejo de Edipo era idéntica en las niñas y en los niños, sólo más tarde se ocupó de las diferencias. Hipótesis fundamental: Postula la existencia en el ser humano de un conjunto organizado de ideas y sentimientos simultáneos y conflictivos, amorosos y hostiles inconcientes hacia sus progenitores o sustitutos. Estas ideas o sentimientos están centrados en el deseo amoroso hacia uno de los progenitores y el odio y los celos hacia el otro. El rasgo principal es la creencia infantil de la existencia de un solo sexo: el masculino. No hay un primado de lo genital sino un primado del falo (diferente a pene). 11 A partir de la experiencia en el varón, Freud explica: “aquel percibe sin duda la diferencia entre el varón y la niña pero no lo puede relacionar con una diferencia en sus genitales, para él es natural suponer en todos los seres humanos y animales, un genital parecido al que él posee”. También observa el interés del niño por esta parte del cuerpo, que lo mueve a realizar continuas y nuevas investigaciones. Así se encuentra por casualidad, con los genitales de la niña y descubre que el pene no es patrimonio común a todos los seres vivos. Frente a estas primeras impresiones, el niño llega a reaccionar de una manera curiosa: - Desconocen o desmienten la falta, creen verlo a pesar de la ausencia. - Creen que es pequeño y que luego va a crecer. - Y después llegan a la conclusión: sin duda estuvo presente y fue removido. Por lo tanto, la falta de pene es entendida como castración. Surge así el temor a perderlo. A partir de este descubrimiento el niño fantasea con la castración como castigo a las posibles manipulaciones con su pene y fundamentalmente a su elevado interés por ser correspondido a sus deseos amorosos edípicos. El interés narcisista por esta parte del cuerpo lo hará retirarse y la autoridad del padre perpetuará la prohibición del incesto. El varón teme perder el pene como consecuencia de la amenaza de castración que proviene del padre, el padre es a quien ama, a quien odia y de quien depende para su supervivencia. Es en definitiva la investidura amorosa hacia el padre lo que hace que el niño acepte el mandato. El vínculo de hostilidad dirigido al padre genera fantasías de muerte del padre que, como al mismo tiempo es objeto de amor, generan sentimientos de culpa, sentimiento que es precursor del Super-yo. Finalmente el niño tiene que identificarse con el padre para llegar algún día a tener una mujer que no pertenezca a la familia. Internalizada la prohibición (“no te casarás con tu madre”, “no reintegrarás tu producto”), los sentimientos incestuosos se transforman en sentimientos tiernos y con el sepultamiento del Complejo de Edipo, el niño está en condiciones de atender, tener otros intereses, curiosidad, etc. En la niña lo mismo que en el varón, la madre es el primer objeto de amor ¿cómo llegar a ser resignado y tomar al padre? Según Freud ella nota el pene de su hermano o compañero de juegos y lo considera como el equivalente superior de su propio órgano pequeño (el clítoris) y escondido, cae víctima de la envidia de pene. A diferencia del varón que considera la castración una amenaza, la niña “en el acto se forma un juicio y decisión: ha visto eso, sabe que no lo tiene y quiere tenerlo”, a esto lo denomina: envidia de pene. 12 Freud considera varias consecuencias, efectos de la envidia de pene, la más importante es el aflojamiento del vínculo tierno con la madre ya que la responsabiliza de haberla arrojado al mundo con una dotación insuficiente. Ahora, la libido de la niña, se desliza a una nueva posición: resigna el deseo de pene por el deseo de un hijo y con este propósito, toma al padre como objeto de amor. La madre pasa a ser objeto de sus celos. Esta nueva posición es producto de una ecuación simbólica: pene = hijo. Mientras que el Complejo de Edipo en el varón se diluye por el Complejo de Castración, el de la niña es posibilitado por este último. Para Freud la salida de la niña del Complejo de Edipo, no es tan clara como en el varón, el deseo es abandonado poco a poco. El Complejo de Edipo prepara a la niña para su posterior papel sexual. Finalmente se identifica con la madre, renuncia al padre como objeto de amor y puede dirigir su amor hacia otro hombre. El sujeto y el cuerpo. El circuito necesidad-demanda-deseo El cuerpo es una superficie de inscripción de las sensaciones de placer y displacer que siente un niño. Hay sensaciones, que no se discriminan, pero que el incipiente aparato psíquico va reconociendo como placenteras o displacenteras, se van ligando a algún objeto y a la acción que realizó y con la cual obtuvo dicho objeto. Esto va a ir permitiendo al pequeño que vaya sintiendo las distintas partes de su cuerpo. El organismo va tomando cuerpo a partir del registro psíquico de las sensaciones de placer y displacer, sobre los que interviene el lenguaje. Pero ahora trataremos de remitirnos a explicaciones un poco más generales. El bebé nace, llora, grita, por nada en particular, no lo hace pidiendo nada, solo es una respuesta refleja. Pero, la diferencia con la concepción piagetiana, es que esta sensación y estos reflejos, se articulana una experiencia de placer o displacer, que en sí misma ya es subjetiva. Porque el que siente placer o displacer ya no es el organismo, sino que es el cuerpo y el sujeto, aún incipiente, y que dicha respuesta refleja -llorar- es inmediatamente interpretado por la madre, y así lo hace entrar en lo simbólico. El sujeto no es innato. Pero está presente desde un principio como algo que se produce (por la interpretación del Otro que dice: "me pide la teta", "quiere la teta" ¿quién?, el bebé como sujeto). Lo inaugural del sujeto no es entonces ese reflejo, que hace mover al cuerpo y que por lo tanto lo pone en contacto con un objeto al que debe adaptarse, etc. Lo inaugural, desde el punto de vista del psicoanálisis, es la experiencia de placer o displacer ligada a la necesidad y a la respuesta refleja para satisfacerla, que es leída por el Otro como palabra, como mensaje de un sujeto. Esto es algo que no se 13 puede observar directamente, se deduce. Es más bien una construcción teórica sobre los datos de la experiencia. Hay que entenderlo desde un punto de vista lógico. Ese niño que observaba Piaget es un niño al que a su vez le sucedían otras cosas mientras se dedicaba a morder, golpear o arrojar objetos. Algo le producía placer y algo le producía displacer para que quiera dominar esos movimientos y esa relación con determinado objeto. Pero Piaget no estaba tampoco interesado en ese aspecto. Para Freud, el motor de la constitución psíquica va a ser la búsqueda de placer, que en realidad es la búsqueda de eliminación del displacer, y para eso necesita del Otro y su respuesta que es la interpretación de lo que quiere. Esto transforma la necesidad en palabras, en demanda. Apenas nace el bebé llora, respuesta refleja, tiene que respirar, siente hambre, es manipulado por otro, puede sentir algún dolor o incomodidad, lo vestimos, muy abrigado, poco abrigado, acostado, en brazos, ¿cuál sería la condición para que no experimentara ningún tipo de displacer? ¿y las necesidades alimentarias? no se pueden eliminar. Todo lo que le suceda desde el momento en que nace le va a ir significando algún tipo de sensación de placer o displacer. Y lo que vaya registrando va a ir conformando ese psiquismo, esa subjetividad incipiente. A partir de las repeticiones que se van dando, por los ritmos de crianza, siente hambre, la madre lo alimenta, le ofrece un objeto para satisfacer esa necesidad, por lo tanto se va armando un circuito entre la necesidad, la sensación corporal, el objeto que la satisface, que aún no podría decirse que es exterior a él mismo, y el Otro que está ahí disponible para ofrecerle dicho objeto, pero fundamentalmente para interpretar lo que necesita. ¿Cómo se las arregla la madre para hacerlo? ¿Instinto materno? No. Es por su deseo materno, es porque es parte del mundo humano, simbólico, es porque habla que hace hablar al niño. El niño solo grita, llora por reflejo, la madre es quien transforma ese grito en un llamado desde el momento en que la necesidad es atravesada por lo simbólico y enlazada a la demanda a través del lenguaje. Por lo tanto, cuando el niño logró identificar su sensación displacentera, que la misma se calma al introducir ese objeto en su boca, sea la teta, la mamadera o su pulgar, y que además ese objeto llega luego de que emitió su grito, entonces lo repite para producir el mismo circuito. De este modo es que su necesidad se transformó en demanda dirigida al Otro materno. Esto instala un circuito, un funcionamiento psíquico, corporal, en relación al Otro1. 1 El Otro es el lugar donde se sitúa la cadena del significante que rige todo lo que, del sujeto, podrá hacerse presente, es el campo de ese ser viviente donde el sujeto tiene que aparecer. 14 Los distintas etapas del desarrollo psicomotor, serán las complejizaciones que seguirá ese circuito, pasando por distintas partes del cuerpo, en función de las distintas necesidades y demandas que se van articulando. "Los cuidados de un niño convierten el organismo del ser viviente en un cuerpo humano con órganos que, a su vez, tienen funciones. Y eso solo se puede hacer con el lenguaje. Pero precisamente a causa del lenguaje las funciones pueden ser problemáticas para el sujeto. Como ya dijo Freud, la misma boca que sirve para comer debe convertirse en una boca que habla, que besa. Pero ello solo ocurrirá si la boca se constituye en órgano para el sujeto, se convierte en un orificio recortado por un borde. Entonces el sujeto podrá subjetivar la experiencia de una apertura en el cuerpo, de un recorte, de un vacío. Para el niño el corte no pasa entre él y su madre, sino entre el pecho y su madre. De modo tal que para instituir la boca como un órgano rodeado por un borde, el pecho debe recortarse y erigirse como objeto de una satisfacción que puede igualmente perderse. No vamos a ver acá todo el desarrollo freudiano sobre estas etapas. Pero pensemos por ej. la etapa anal, época en la que todo pasa por ese circuito de la demanda de control de esfínteres. Esa es una necesidad introducida por la cultura. Por sí solo nadie debería lograr ese control, es la demanda del Otro, de la cultura, la que introduce esta modalidad de placer y displacer. Al niño pasará a darle placer dejar ese objeto porque seguramente a la madre le agrada que así lo haga. Lo que quiero resaltar es la experiencia de placer-displacer que está siempre ligada por un lado al cuerpo, que se va transformando y organizando según estas experiencias, y por otro lado al Otro, y a las personas que lo representan para el niño, con quienes se producen los intercambios tanto en lo que respecta a la posibilidad de ir simbolizando todo esto pero también de objetos. Bibliografía - Appingnanesi, R. y Zárate, O. "Freud para principiantes" - Lagache Daniel. "El psicoanálisis" - Bleger, José, "Series complementarias" - Freud, S. (1905): Tres ensayos de una teoría sexual. O.C. t.VII, Buenos Aires, Amorrortu. - Freud, S. (1923): La organización genital infantil. O.C. t.XIX, Buenos Aires, Amorrortu. - Freud, S. (1924): El sepultamiento del Complejo de Edipo. O.C. t.XIX, Buenos Aires, Amorrortu. - Freud, S. (1925): Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos. O.C. t.XIX, Buenos Aires, Amorrortu. - Sierra, Norma; Delfino, Diana (2014). "Los tres tiempos del Complejo de Edipo". en Andaduras lacanianas. NEU - Ruiz, Marisa; Scipioni, Ana María, Documento de Psicología Evolutiva I: Pulsiones – Fases de la Libido – Complejo de Edipo
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