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HEIDEGGER Y LA ESENCIA DE LA TECNOLOGÍA POST-MODERNA: LA MEJOR FORMA DE COMPRENDER LA TECNOLOGÍA APLICADA AL DERECHO HEIDEGGER AND THE ESSENCE OF POST-MODERN TECHNOLOGY: THE BEST PATH FOR UNDERSTANDING TECHNOLOGY IN LAW RESUMEN La presente investigación describe la contribución de la filosofía en el campo del derecho. Autores como Heidegger y Gadamer cuestionan los fundamentos de amparo de una cultura de época o de un mundo técnico. Tal vez sea ese el punto más resaltante en la práctica Heideggeriana y Gadameriana, incluso porque ese progreso técnico-científico no es metafísico, sino consumado, es el destino final de la filosofía moderna, que considera al mundo como objeto de una implacable sed de poder y dominio. Al decidirse a hacer el análisis de la técnica y de su influencia, en la ciencia jurídica, se profundiza el pensamiento en Heidegger. Por ello era necesario pasar por el estudio de la llamada ontología fundamental, que, ciertamente, no proporciona un nuevo fundamento, sino que también se deriva del fundamento de los fundamentos. Entonces, toda esta problematización que se percibe en Heidegger – que ya piensa en Ser y Tiempo, como el lugar donde se descubren distintas maneras de interpretar el propio Ser (no solamente el ente) es la que va a calificar una relación entre filosofía, tecnología y derecho; entre hermenéutica, filosofía, tecnología y derecho. Palabras-clave: Hermenéutica jurídica. Nueva tecnología. Post-modernidad. ABSTRACT This research investigates the contribution of philosophy in the field of Law. Authors such as Heidegger and Gadamer question the fundamentals of support of a culture of time or a technical world. Perhaps this is the most interesting point in Heidegger and Gadamer's practice, even as this technical and scientific progress is not metaphysical, but finished, is the ultimate destination of modern philosophy, which regards the world as the object of a relentless will to power and domination. Why decide to do the analysis of the technique and its influence in legal science, deepens the thought in Heidegger. it was necessary to go through the study of so-called fundamental ontology, which actually does not provide a new fundamental, but also arises from the fundamental of the fundamentals. So, all this questioning that is perceived in Heidegger - who already think in Being and Time, as the place where they discover several ways to interpret Being itself (not only ones) is going to grade a relationship between philosophy, technology and right; between hermeneutics, philosophy, technology and law. Keywords: Legal hermeneutics. New technologies. Postmodernity. INTRODUCCIÓN En la obra Ser y Tiempo, Heidegger presenta la diferencia entre la superación Überwindung y Verwindung, que es un término utilizado cuando se trata de que el Ser humano tenga que “soportar/lidiar”, en el caso de una enfermedad, o admitir un hecho muy complicado, en vez de olvidarlo. La metafísica1 es la parte de la historia (occidental) que abarca la comprensión del Ser. De este modo, Heidegger pregunta: ¿Qué ocurre cuando los fundamentos – también llamados valores por Nietzsche – pierden su función de amparar una época, una cultura o un mundo técnico? Un factor importante y que evidencia esto es el punto de vista de Heidegger con respecto a Nietzsche: él lo ve como el pensador que mejor previó a qué extremo podría llegar la tecnología moderna y su ceguera: la técnica del hombre como pretensión de poder. Talvez sea este el punto más interesante en la práctica heideggeriana, incluso porque este progreso técnico-científico no es metafísico, sino consumado, el destino final de la filosofía moderna, que considera el mundo como objeto de una implacable sed de poder y dominio, es eso mismo, nada más: consumación. Por decidirse a hacer el análisis de la técnica y de su influencia en la ciencia jurídica, profundiza el pensamiento en Heidegger. Él es el gran responsable al permitir pensar en nuevos fundamentos que justifiquen una Hermenéutica Jurídica (crítica) de la tecnología. En este sentido, se vuelve necesario pasar por el estudio de la llamada ontología fundamental, que, ciertamente, no provee un nuevo fundamento, aunque surja del fundamento de los fundamentos. Cuando se cuestiona el significado de Ser, es lo mismo que cuestionar el significado de tales fundamentos y, específicamente, la relación entre el Ser y Tiempo, que es para el Ser lo mismo que: Ser interpretado de la primacía de la presencia y del presente, lo cual deja de lado los 1 Etimológicamente la palabra metafísica se forma a partir de dos palabras griegas: meta que significa más allá y phiysica que quiere decir física, naturaleza. En este eje la metafísica viene a ser la ciencia que estudia las cosas más allá de la física, o sea, lo que no se restringe al mundo físico y además del materialismo, es lo que designamos mundo fenomenológico. Clásicamente la metafísica es la parte de la filosofía que se ocupa de la comprensión de las causas primeras: formales, materiales, finales y eficientes, de la supremacía del principio de las cosas, con gran preocupación por las razones de la realidad. Con el paso de los siglos tal definición fue modificada de varias formas. Es importante recordar la definición clásica de Aristóteles, que delineaba sus estudios acerca de la metafísica llamándola ciencia primera, definiéndola como la ciencia que estudia el ser, en lo relativo al y sus propiedades. El pensamiento aristotélico es una reproducción del pensamiento de Platón, y fue en Aristóteles que se alcanzó la definición del ser como una multiplicidad de significados. Aristóteles se refería esencialmente a una grieta de lo que incluso entonces Platón había estudiado, en la búsqueda de una universalidad, “en él, el lenguaje no se manifiesta, pero significa esas cosas. La palabra es (solamente un) símbolo, y su relación con el objeto no es por semejanza o por imitación, sino (sólo) por significación”. STRECK, Lenio Luiz. Vínculos de la Crítica Hermenéutica del Derecho. Porto Alegre: Librería del Abogado, 2014. p. 148. momentos temporales del pasado y del futuro, haciendo presencia en este momento tan crítico del Derecho al recibir en toda su dimensión la influencia de la tecnología. Por esta razón la ontología fundamental de Ser y Tiempo es vista como un intento de distorsionar (en el sentido Popperiano) la tesis clásica de que el Ser es igual a la presencia, ya que existe al menos un Ente – representado por las personas – cuyo Ser está caracterizado por esta apertura tri-temporal. Eso deja abierto el tema de la relación entre este Ente, o sea, el ser humano mismo, cuyo Ser es precisamente el lugar tri-temporal (es tiempo), el “allí” del Ser como el tiempo (tridimensional), incluso con otras formas de Ser de los Entes “no existentes”, cuyo modo de Ser no es exactamente aquel del Ser humano. Entonces, toda esta problematización que ya se percibe en Heidegger – que ya piensa en Ser y Tiempo, como el lugar donde se descubren distintas formas de interpretar al propio Ser (no solamente al ente) es lo que va a calificar una relación entre filosofía, tecnología y Derecho; entre hermenéutica, filosofía, tecnología y Derecho. Esto ocurrirá de tal manera que se puede percibir la filosofía de la tecnología dentro del Derecho, por el sesgo de la hermenéutica filosófica, en otras palabras, ocurre la hermenéutica jurídica de la tecnología como resultado de esta complejidad. 2 ¿POR QUÉ HEIDEGGER? En la literatura del siglo XX, la lectura heideggeriana ha sido lo más radical encontrado sobre la ontología de la técnica moderna. La explicación es que existe la idea de que Heidegger tiene una visión pesimista y fatalista de la filosofía de la tecnología. En los años sesenta, su pensamiento ganó muchos adeptos, pero también opositores. En el año 1969, enuna entrevista al profesor Wisser, Heidegger afirma: “Primero, hay que decir que no tengo nada contra la técnica. No he hablado nunca contra la técnica, tampoco contra lo llamado ‘demoníaco’ de la técnica. Pero intento comprender la esencia [Wesen] de la técnica”2. 2 Miembro de una familia tradicionalmente católica, comenzó sus estudios teológicos, abandonándolos más tarde, prefiriendo la filosofía, que lo acompañó hasta el final de su vida. Desde el inicio de su carrera como filósofo y profesor universitario, especialmente en Friburgo, donde fue nombrado sucesor para la cátedra de Husserl en 1928, al final, la preocupación central de su filosofía fue el tema del “Ser”: “la cuestión que pregunta sobre el significado de Ser es qué hacer”. Heidegger se dedica a fundar una nueva ontología a partir de la perspectiva de la modernidad. Así, revive en la historia del pensamiento occidental, el problema central de la metafísica. “Ser” y “pensar” se pertenecen, porque el Ser es el sujeto del pensamiento. Esta tesis acompaña todo el pensamiento de Heidegger por más de sesenta años de producción intelectual. En resumen, para eso necesitaría unos treinta años más. Todas las críticas, especialmente en ocasión de la “filosofía política en el pensamiento de Heidegger”, la verdad es que su pensamiento sobre la técnica moderna aparece sumado, y no podría haber sido de otra forma, cuando él alcanza la cima de su meditación filosófica. El problema del arte en el camino filosófico de Heidegger, es que todavía Hay una mala interpretación de este discurso, cuando Heidegger comenta el abordaje de la esencia de la técnica, y que el filósofo estaría en contra. Visiblemente, a lo que él se refiere es a lo que respecta a las consecuencias de la civilización tecnológica, tal como ya se anunció en su tiempo, con la construcción de la bomba atómica y el surgimiento de la biofísica, por ejemplo; como comenta en esta entrevista: […] en un tiempo previsible, estaremos en condiciones de hacer al hombre, es decir, construirlo de la misma sustancia orgánica, así como lo necesitamos: hombres hábiles y torpes, inteligentes y tontos. ¡Vamos a llegar allí! Las posibilidades técnicas están presentes, en este momento. […] en la técnica, o sea, en su esencia, veo al hombre provocado bajo el poder de una potencia que lo lleva a aceptar retos con respecto a lo cual ya no es libre – veo que algo se anuncia aquí, o sea, una relación entre el Ser y el Hombre – y que esta relación, que se disfraza en la esencia de la técnica, podrá un día divulgarse de forma más clara3. Talvez, esto signifique que Heidegger se opone a la técnica; tal vez no. Pero, lo que ocurre es que, de acuerdo con Heidegger, en la historia del Ser, el hombre perdió su relación libre con la técnica. Por lo tanto, lo que Heidegger intenta rescatar, algo que también se hizo en esta búsqueda, es ese sentido original de la relación libre entre el hombre y la técnica. Heidegger hace una crítica, diciendo que es un error que el hombre piense que domina la técnica y que está en total afinidad con ella; pues esa relación es una situación de esclavitud, en la que él, el propio hombre, está siendo dominado. Y, eso no tiene nada que ver con la idea de ir contra la técnica. Que el hombre vive bajo el poder de la esencia de la técnica moderna, encadenado a ella. Lo que Heidegger perdió de vista, es si la relación – Ser y Hombre –, que hasta el momento está encubierta por el poder de la esencia de la técnica moderna, podría un día ser divulgada claramente. Y concluye: [...] yo no sé si esto ocurrirá! Sin embargo, veo en la esencia de la técnica la primera aparición de un secreto mucho más profundo que yo llamo Ereignis - ustedes, podrán deducir que de algún modo podría ser una resistencia al tema de la técnica o incluso falta de convicción. Pero se trata de comprender en la esencia de la técnica y en el mundo técnico. Un pensamiento que se dedica exclusivamente a reivindicar el poder de la negación [...] permanece encadenado a la negación y hace desaparecer toda escuchamos lo siguiente: si es necesario entender el significado de la técnica en Heidegger, tal vez más de lo que en sus escritos sobre la técnica, encontrará los fundamentos en los escritos sobre metafísica. Es all í, en la metafísica, donde todos los problemas de la tecnología moderna para Heidegger se encuentran. Al final, como él mismo aclara “técnica no é lo mismo que” ‘esencia’ “de la tecnología”. MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 72-85. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 3 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 71- 77. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. posibilidad de mejora. Heidegger tenía conocimiento de esto 4. El rescate del sentido original y la libre relación entre hombre y técnica eran motivo de inquietud para Heidegger. De esa forma, la cuestión no es la negación de la técnica, sino la afirmación, en lo que es más peculiar y ordinario. Siguiendo esta idea, la revelación del Ser significa que cualquier reflexión sobre la ontología de la tecnología moderna fatalmente lleva, al menos, en el sentido filosófico, al campo de la metafísica, porque la técnica y la metafísica están de acuerdo con la modernidad. Por lo tanto, si desea comprender el significado de la técnica post-moderna, la hermenéutica jurídica de la tecnología en Derecho, es necesario situarse, inicialmente, en el campo de la metafísica y entender por qué la necesidad de destruirla. 3 HEIDEGGER Y EL CARÁTER ESPECIAL DE LA TÉCNICA Realmente Heidegger fue uno de los pensadores más notables del siglo XX, después de Hegel; así como, surge, en ese siglo, otra gran revelación a la que el hombre necesitó adecuarse: el espantoso desarrollo tecnológico. Naturalmente, la técnica ocupó un lugar especial y muy particular en el pensamiento de Heidegger, porque la técnica es, para Heidegger, algo especial: un símbolo o, mejor dicho, un paradigma de la metafísica que ya terminó con aquella que se olvidó del Ser por aferrarse exclusivamente al Ente. Y el tema de que trata en Heidegger y la técnica5. Por ello, en la obra Ser y Tiempo requiere primero Heidegger (obra establecida en dos partes, cada una con tres secciones6) una vuelta a la interrogación del Ser con el fin de examinar y señalar el tiempo y el horizonte, cuestionamiento que se destina a la exégesis del Ser-ahí; fundamental para la justificación del momento de transición tecnológica que involucra la ciencia jurídica y el modo de comprenderla, de interpretarla. De acuerdo con Heidegger, la presencia del Ente, su desvelamiento, manifestación presente en la verdad, impidió pensar correctamente en el Ser del Ente en el Derecho; la preeminencia de la presencia del Ser, es, en su opinión, una característica que determina toda la tradición metafísica, desde Platón con sus ideas, hasta 4 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 72- 77. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 5 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2004. p. 357. 6 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZLUCENA, Antonio Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2004. p. 359-360. Hegel, con su dialéctica; un intento de elevar y estar en la presencia; Husserl habla de la conciencia como presentificación, una forma de que las cosas se hagan presentes. Heidegger comenta, entonces, que la primacía del presente sugiere un nuevo horizonte para la comprensión del Ser: la temporalidad estática; es decir, la temporalidad en el pasado- presente-futuro; el tiempo en su transcurso efectivo. Por este motivo, los temas en cuestión de las tres secciones de la primera parte, posteriormente, serían: el ser humano-allí, su temporalidad estática y la conexión de tiempo y ser. La segunda parte se destinaría a la destrucción de la historia de la metafísica, que Heidegger entiende como ignorada, examinando particularmente sus tres secciones, o sea, el esquematismo transcendental de Kant; el cogito cartesiano; y la concepción aristotélica de tiempo. ¿Por qué es importante? ¿Por qué pensar en esa circularidad en el Derecho? Heidegger recuerda varias veces en Ser y Tiempo que el pensar se mueve en círculos; por lo tanto, no se podría excluir del Derecho, lo cual está relacionado también con la metodología interrogativa; pero aquí no se trata solamente de eso, es necesario reconocer en la Carta sobre el humanismo (1947) que el pensar que intenta dar algunos pasos más allá de Ser y tipo, sigue todavía hoy, (ya pasaron veinte años), sin pasar adelante7. Para Heidegger: Lo esencial de la técnica amenaza hacer salir lo oculto, amenaza con la posibilidad de que todo salir de lo oculto emerja en el solicitar y que todo se presente en el estado de descubrimiento de los existenciales. El hacer del hombre no puede nunca encontrarse de un modo inmediato con este peligro. Los logros del hombre no pueden nunca conjurar ellos solos este peligro. Sin embargo, la meditación del hombre puede considerar que todo lo que salva tiene que ser de una esencia superior a lo amenazado y al mismo tiempo estar emparentado con él. Como la esencia de la técnica no es nada técnico, la meditación esencial sobre la técnica y la confrontación decisiva con ella tienen que acontecer en una región que, por una parte, esté emparentada con la esenc ia de la técnica y, por otra, no obstante, sea fundamentalmente distinta de ella. Cuanto más nos acerquemos al peligro, con mayor claridad empezarán a lucir los caminos que llevan a lo que salva, más intenso será nuestro preguntar. Porque el preguntar es la piedad del pensar8. Frente a eso, Heidegger se encuentra con las preguntas tradicionales sobre lo que es la técnica; al contrario de una visión meramente instrumental, va a definirla como un descubrir. 7 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2004. p. 360. 8 HEIDEGGER, Martin. Conferencias y Artículos. Barcelona: Editora Odós, 1990. p. 37. 4. LA PREGUNTA POR LA TÉCNICA 9 En este momento, ya es posible hacer comentarios acerca de la obra La pregunta por la técnica10; en una conferencia que Heidegger realizó el 18 de noviembre de 1953, en el auditorium maximum, en la escuela técnica superior de Munich, en las conferencias tituladas Las artes en la época de la ciencia, organizadas por la Academia Bávara de Bellas Artes. En esa conferencia, Heidegger reproduce parte de lo que se dijo el 1 de diciembre de 1949, en Bremen, La disposición, en el ciclo La mirada sobre lo que es. Esta línea de tiempo muestra que Heidegger tomó un tiempo para reflexionar. En La pregunta por la técnica se publicó en Conferencias y artículos, en 1954, Heidegger eleva la necesidad de interrogarse por la esencia de la técnica. Llega al punto en que, si se piensa en la técnica solamente como un instrumento del hombre, al cual sirve sólo para proponer soluciones para determinado fin, y cuyo único problema es este: subordinados al espíritu, o sea, que se está fuera de alcance, no está conectado – en lo que se refiere a la esencia de la técnica. Este enfoque parece correcto; pero todavía no es la verdad sobre la técnica. Es necesario pasar a la reflexión filosófica: la conexión entre la verdad y la libertad del hombre 11. Hay la comprensión de que el primer enfoque de la esencia de la técnica sólo puede alcanzarse cuando se comprende la técnica como un medio de producción, es decir, como una forma de hacer surgir algo nuevo. Una perspectiva en que la técnica dejó de ser solo un medio. Se cree en la asimilación de la physis; la naturaleza por la cual los Entes la ven como una herramienta para fines originados por el propio hombre, la técnica contradice la naturaleza, sin embargo, como un medio para mostrar algo nuevo, la técnica se asemeja a la naturaleza. Heidegger propone, entonces, que este análisis sea realizado en un sentido aristotélico de la causalidad, es decir, la reunión de los sentidos causales lleva el presente a la presencia, resultando en lo que parece. Así, el producir, el crear, lo quiere por 9 Como se evidenció en su conferencia La pregunta por la técnica, publicada en 1954, Heidegger no se interesa por la técnica instrumental desde su definición como un medio y acción del hombre, sino por lo que él revela, de abertura, lo que deja expuesto. (La técnica no es como un simple medio, la técnica es una forma de dejar el ocultismo. Si observamos esto, abriremos uno completamente diferente para la esencia del área tecnología. Es el área de revelación, es decir, la verdad)9. AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. p. 95. 10 Se utilizó la tradición de Die Frage nach der Technick, y los datos de pie de página, de Luis de Santiago Guervós; traducción todavía inédita. 11 Fueron los griegos quienes pensaban en la técnica como TEKNE, no sólo como fabricación o manipulación, sino como la ubicación fuera de lo oculto, dejarse manifestar. Para ver esta diferencia entre el carácter de la técnica artesanal (griega) y la técnica moderna (la técnica moderna no permite que la naturaleza se manifieste). AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996.p. 95. naturaleza, lo quiere por la producción técnica o por el arte, está resumido en traer o hacer nacer algo nuevo; pero esto también parece un descubrir, en el sentido de que Heidegger comprende, como aletheia, la verdad. La técnica, por lo tanto, es una forma de descubrir, de hacer surgir la verdad. Heidegger apoyará esta reflexión sobre la Ética a Nicómaco de Aristóteles, en que hay hábitos intelectuales, incluyendo tanto la ciencia, como el arte o la técnica. De tal forma, comprender la técnica de la técnica como una forma de suscitar no es suficiente, porque no es posible determinar la característica de la técnica moderna12. Heidegger no vio la revolución de la informática en el Derecho, que algunos entienden como el sistema unitario entre diferentes tecnologías y que es más útil para hacer gestión que para la comprensión. Así pues, queda mucho más. Esas características de la técnica posmoderna (en el Derecho), según lo visto por Heidegger, son la causa, no hay ingenuidad, o aparentemente el azar (en el Derecho), pero son causados (en el Derecho); que se encuentra en las cosas jurídicas. De la misma manera, las cosas que ocurrenen el caso concreto, sobre las que la técnica incide y juzga, se convierten o se convertirán en existencias. 4.1 Rumbo a una Ontología de la Técnica13 Moderna14-15? 12 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2004. p. 372. 13 De acuerdo con la antigua doctrina, la esencia de algo es lo que es. Preguntamos por la técnica, cuando la pregunta trata sobre lo que ella es. Todo el mundo conoce los enunciados que responden a nuestra pregunta: mientras que uno dice: la técnica es un medio para algunos propósitos, otro dice: la técnica es un hacer del hombre. Las dos definiciones de la técnica se pertenecen. También sigue siendo cierto que la tecnología moderna es un medio para un fin. Todo está en la forma adecuada de lidiar con la técnica como un medio. Lo que queremos, como es apropiado decir a menudo, es "tener la técnica en nuestras manos". Queremos dominarla. Este querer se vuelve aún más urgente cuanto mayor es la amenaza de la tecnología de escapar del dominio del hombre. HEIDEGGER, Martín. Conferencias y artículos. Barcelona: Ediciones del Serbal, 1994. p. 10. 14 ¿Por qué la dimensión ontológica de la técnica? Primero usted tiene que comenzar por la dimensión ontológica, si queremos filosofar sobre la técnica. Es decir, sin responder, o al menos plantear la cuestión de lo que significa la técnica en la modernidad no podemos cuestionar sobre su epistemología, por ejemplo. En otras palabras, y en el sentido inverso: la cuestión de la epistemología y de la axiología de la tecnología moderna requiere, por encima de todo, la cuestión de la ontología de la técnica. MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 42-44. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 15 La era moderna comienza con el esfuerzo durante el Renacimiento, lo de relacionar la ciencia con la tecnología; buscar el conocimiento científico con medios tecnológicos para crear un conocimiento que sea un medio para el poder tecnológico. La construcción social de la "república de la ciencia" internacional tiene lugar en simultáneo con la construcción política de un mercado global de tecnología. MITCHAM, Carl. Un campo interdisciplinario: la historia, filosofía, economía y sociología de la ciencia y la tecnología. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. p. 13. La tecnología siempre fue motivo de reflexiones para los filósofos sobre las acciones humanas, pero fue sólo en las últimas décadas que se fue moldeando la filosofía de la tecnología como especialidad académica con creciente importancia16. Tradicionalmente, la relevancia filosófica de la tecnología fue limitada al problema de cómo se puede transformar la realidad jurídica, un tema en apariencia secundario, cuando se compara con otros problemas filosóficamente más interesantes, y ganó recientemente un tratamiento más sistemático17. Sin embargo, hoy, la técnica afecta todos los aspectos de la vida humana y los problemas más genuinos de toda la historia de la filosofía (cómo es la realidad, cómo se la conoce, qué se debe hacer) son factores que están condicionados por la influencia tecnológica de la forma de la realidad en que se vive y se ve el Derecho 18. Pero, ¿de dónde viene la tendencia moderna de la técnica post-moderna? Así como la filosofía en el/del Derecho, ¿ella también está? Heidegger, en conferencia en 1956, sobre El principio de razón19, traza el origen de la tecnología moderna al espíritu calculador expuesto soberbiamente por Leibniz (siglo XVII). En el principio de la razón, que es el principio de la representación racional o cálculo asequible: “nihil est ratlone sine”. “Nada ocurre sin razón.” Para Mitcham: La filosofía de la tecnología de Heidegger no es fácil de compendiar, aunque, indudablemente, tiene muchos rasgos comunes con la de Mumford y, más profundamente, con la de Ortega. Como Mumford, Heidegger adopta la estrategia romántica de distinguir entre dos tipos de tecnología y, sin rechazar de manera simplista a la tecnología moderna, trata de incluirla en un marco mucho más amplio. Como Ortega, enfoca el problema de la tecnología desde una perspectiva ontológica fundamental y, al final, plantea preguntas relativas al destino histórico de Occidente20. Heidegger cita: […] y aún más: el hombre hoy corre el peligro de medir la grandeza de todo lo grande. Solamente por la orientación de dominio del ‘principium rationis’. Hoy en día sabemos, incluso sin entender todo, que la técnica moderna nos empuja incesantemente a buscar que sus útiles productos sean totalmente perfectos. Lo más posible. Esta perfección consiste en la total seguridad del cálculo de los objetos, de contar con ellos y estar seguro de que pueden calcularse las posibilidades de cálculo. […] La técnica moderna persigue la máxima perfección posible. La perfección se logra en la previsibilidad, sin excepción, de los objetos. La previsibilidad de los objetos presupone la validez ilimitada de los 16 Para una visión panorámica de las investigaciones en filosofía de la técnica de las tres últimas décadas. Vea Skolimowsk¡ (1968) y Rapp (1982). Mitcham y Mackey (1973) proporcionan la información bibliográfica más completa en la fecha de su publicación, y la revista Technology and Culture ofrece revisiones actualizadas de los aportes más recientes en este campo. 17 KOTARBINSKY, 1965 apud QUINTANILLA, Miguel Ángel. Tecnología: un enfoque filosófico. Madrid: Fundesco, 1989.. 18 QUINTANILLA, Miguel Ángel. Tecnología: un enfoque filosófico. Madrid: Fundesco, 1989. p. 15. 19 HEIDEGGER, Martín. Der Satt: vom Grund. Pfullingen: Günther Neske, 1971. p. 189-211 apud HEIDEGGER,:Martin. ¿Qué es filosofía? Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 69-93. 20 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. p. 64. ‘principium ratíonis’. El dominio, ya caracterizado, el principio de la razón determina el ser de los tiempos modernos, de la era técnica21. De acuerdo con Heidegger, las ciencias de la información y la cibernética22-23, que predominan en la ciencia contemporánea, exaltan el principio de Leibniz de la razón. Es en este esfuerzo calculador y tranquilizador que la ciencia jurídica se apoyará y justificará sus decisiones24. 4.2 La Técnica Post-Moderna como Imagen del Mundo y el Criterio de Evaluación Es muy común asociar el pensamiento de Heidegger con el pesimismo tecnológico actual que corresponde a una clasificación que aparece frecuentemente, incluso en el campo de la filosofía en el Derecho, de la tecnología en el Derecho, y que considera el enfoque de evaluación bajo tres perspectivas diferentes: el optimismo tecnológico, el pesimismo tecnológico y la corriente de los moderados. Son tres posiciones de evaluación de la técnica y organizadas de acuerdo con esta clasificación. La posición de Adam Schaff, que pertenece a los optimistas; para él, la información ofrecería presupuestos para la vida humana más feliz; eliminaría lo que ha sido la principal fuente de una baja calidad de vida de las masas, o sea, la pobreza. Abriría posibilidades para la plena autorrealización del conocimiento disponible, suficientes para asegurar el desarrollo y hacer que las personas no necesiten privarse de nada. Para Ortega: […] la técnica está ligada, necesariamente, a lo que significa ser humano. La filosofía de la tecnología de Ortega descansa en su idea de la vida humana comoun fenómeno que supone una relación con las circunstancias, pero no de forma pasiva, sino como creador activo de esas circunstancias. El significado de la expresión «yo soy yo y mis circunstancias» no debe ser identificado consigo mismo (idealismo), o con sus 21 HEIDEGGER, Martín. Der Satt: vom Grund. Pfullingen: Günther Neske, 1971. p. 189-211 apud HEIDEGGER, Martin. ¿Qué es filosofía? Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 78-79. 22 Vea por cibernética en Heidegger; Das Ende der phiiasaphie und die Aurgabe des Denícens. HEIDEGGER, Martín. Zur Sache des Denkens, Tübingen: Max Niemeyer, 1971 apud HEIDEGGER, Martin. ¿Qué es filosofía? Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 95-120. 23 Los sistemas cibernéticos pueden ser determinantes o probabilísticos. Cuando la información de entrada determina completamente las reacciones de un proceso natural, su descripción formal recibe el nombre de sistemas, son el computador (modelización del cerebro humano) o el proceso productivo enteramente robotizado (modelización de la fábrica tradicional). Cuando, por el contrario, el proceso no es totalmente determinado por la información de entrada, preo presenta cierto grado de libertad en sus reacciones, se habla de sistema cibernético probabilístico (o estocástico). LOSANO, Mario G. Sistema y estructura en el derecho. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2011. v. 3: del siglo XX a la post-modernidad, p. 10. LOSANO, Mario G. Sistema y Estructura en el Derecho. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2011. v. 3: Del siglo XX a la post-modernidad, p. 13. 24 Los problemas del derecho, a modo general, son problemas cibernéticos en el sentido de que son problemas de comunicación; aunque, su intrínseca mutabilidad no permite formalizarlos, ni siquiera aplicando los instrumentos matemáticos más avanzados de que dispone la cibernética. Será útil tener presente estas consideraciones cuando se hable de la juremetría de Loevinger y de la previsibilidad de las sentencias judiciales. LOSANO, Mario G. Sistema y Estructura en el Derecho. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2011. v. 3: Del siglo XX a la post- modernidad, p. 26. circunstancias (empirismo), sino con ambos y su interacción. Así, dedica la primera parte de sus Meditaciones (secciones 1-5), al desarrollo de esta tesis metafísica. La naturaleza humana, a diferencia de la de una roca, un árbol o un animal, no es algo dado por la existencia; ella es, al contrario, algo que la persona tiene que crear por sí mismo. La vida de una persona «no coincide, por lo menos totalmente, con el perfil de sus necesidades orgánicas»,25 sino que se proyecta más allá. el ser humano podría ser realmente definido, en cierta medida, como homo faber, pero dicho faber no se limita a la fabricación material, sino que incluye, además, la creatividad espiritual. «Esa vida inventada, inventada como se inventa una novela o una obra de teatro, es a lo que el hombre llama vida humana... y la cual se la hace él, y este26 hacérsela comienza por ser la invención de ella.»27 Para el estudioso de la técnica, Lewis Munford, esta es la tradición de los pesimistas, en virtud de ver los resultados de la técnica sin tener en cuenta el bienestar de los hombres, pero, si, son orientados a la lógica interna del progreso técnico. Para Munford: […] la tecnología, en su sentido reducido de fabricación y uso de instrumentos, no ha sido el agente principal en el desarrollo humano, ni siquiera lo ha sido con respecto a la propia tecnología. Según Mumford, todos los logros técnicos humanos son, «más para utilizar sus propios ingentes recursos orgánicos con miras a satisfacer más adecuadamente sus demandas y aspiraciones super orgánicas, que para el propósito de incrementar el abastecimiento de alimentos o controlar la naturaleza». La elaboración de la cultura simbólica por medio del lenguaje, por ejemplo, «fue incomparablemente más importante para el ulterior desarrollo humano que el astillar de una montaña de hachas de mano».28 Para Mumford “el hombre es preeminentemente un animal pensante, auto-dominado y auto-diseñado”.29-30 Por ello la importancia de la hermenéutica para todas estas realizaciones técnicas humanas que se han realizado: “más para utilizar sus propios ingentes recursos orgánicos con miras a satisfacer más adecuadamente sus demandas y aspiraciones super orgánicas, que por el propósito de incrementar el abastecimiento de alimentos o controlar la naturaleza”. Siguiendo esa línea de clasificación, se encuentra la posición de los moderados. Miranda entiende que: La manera más sensata es buscar los progresos limitados y mantener sus costos mínimos inevitables [...] algún grado de innovación tecnológica es esencial y deseable. La innovación tecnológica era necesaria para la modernización y permitir a nuestra sociedad sobrevivir y mejorar. El desarrollo de nuevas tecnologías debe ser apoyado y promover la formación de tecnólogos imaginativos [...] La tecnología puede crear o destruir, para hacer al hombre ser humano o menos humano.31 25 ORTEGA Y GASSET, José. Meditación de la técnica. Madrid: Espasa-Calpe, 1965. p. 19. 26 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. 27 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. p. 36-37, 55-56. 28 MUMFORD, Lewis. El mito de la máquina. Buenos Aires: Emecè, 1969. v. 1, p. 8. 29 MUMFORD, Lewis. El mito de la máquina. Buenos Aires: Emecè, 1969. v. 1, p. 9. 30 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. 31 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 45- 47. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. Las herramientas que cambian la dirección del desarrollo humano, no deben, sin embargo, permanecer como un objetivo fuera de la tecnología, ya que las máquinas deben ayudar a alcanzar tal objetivo32. David Rothenberg33 explica que: [...] cuanto más aprendemos sobre cómo usar un instrumento, menos pensamos sobre como iremos a utilizarlo. Se convierte en un miembro extra, una nueva manera de llegar y cambiar el mundo. ¿Pero, qué es eso que se extiende? No es simplemente una idea interna humana, sino la idea de actuar, un pensamiento que involucra al mundo, volviéndolo posible y real. Cuanto más entendemos sobre la herramienta, más maneras concebimos de cómo ella puede ser llevada a la práctica. Nuestros deseos e intenciones de actuar en el mundo son alterados por medio de las herramientas que utilizamos. Esta es la esencia de la filosofía de la tecnología como extensión humana. Pero para llegar el progreso, ¿se deberían asumir estos riesgos? Si se actúa con cautela para minimizar los daños de la tecnología en las relaciones sociales, políticas, económicas e incluso jurídicas, para maximizar sus beneficios, ¿valdría la pena? Los criterios de clasificación utilizados están directamente relacionados con la idea de evaluación de la tecnología social, jurídica inclusive; una evaluación que parece equivocada al autor de esta tesis, por ser meramente cuantitativa. CONCLUSIÓN El siglo XX trajo y provocó la investigación, por incitar el capricho de la humanidad de hacer del hombre y de la técnica su propio desarrollo. Tal vez no sea el hombre que, por interés pragmático, desencadene el fenómeno técnico, pero él mismo es exigido por la técnica y, por lo tanto, forma parte de ese fenómeno, un Ser meramente técnico, un ingrediente de la esencia de la técnica. Para Heidegger, la esencia de la tecnología está en la correlación que ocurre entre lo técnico y el hombre, que ahora suscita, la comprensión de la técnicamoderna. Esta correlación es un tipo de dispositivo del todo, lo que Heidegger llama disposición. Heidegger está convencido de que esta disposición es la esencia de la técnica; y lo esencial de la técnica moderna es la ciencia y su dependencia de ésta. Véase, como antes incluso de la formación de la ciencia moderna34, la naturaleza ya se veía como calculable, o sea, ya había cierta 32 ROTHENBERG, D. Hand’s end: technology and the limits of nature. Berkeley: University of California Press, 1993 apud TRIPATHI, Arun Kumar. Cultura de sedimentación en la interacción humano-tecnológica. Londres: Springer-Verlag, 2015. p. xiii. 33 ROTHENBERG, D. Hand’s end: technology and the limits of nature. Berkeley: University of California Press, 1993 apud TRIPATHI, Arun Kumar. Cultura de sedimentación en la interacción humano-tecnológica. Londres: Springer-Verlag, 2015. p. 14. 34 La ciencia moderna se caracteriza por una objetivación del mundo natural, la representación del mundo en términos matemáticos que necesariamente ignora su carácter terrenal, creando, de esta manera, la posibilidad de producir objetos sin real individualidad o cosificidad. Heidegger sugiere que, en vez de describir la tecnología provocación a la naturaleza, haciendo suscitar lo que de ella se mide. Así se pre-anuncia, en la ciencia moderna, la técnica en su verdadera esencia, otra vez, a la disposición35. La ciencia, por sí misma, ha incluido desde su formación hasta el presente, un dominio tecnológico de los siglos XX y XXI ; lo cual, antes, estaba dormido, y ahora resurge disponible. (Heidegger ya había hablado de lo pretendido por la ciencia moderna en La pregunta por la técnica). La libertad del hombre se compone propiamente en su destino; pero no se somete a él como su esclavo, al contrario, atendiendo, sabiendo oír, acogiendo al llamado de su destino. Para Heidegger, la libertad muestra la diferencia con el destino y muestra que son opuestos; no tienen el mismo camino (como pensaba Kant), pero se relacionan, y de alguna forma, están vinculados. Por supuesto, el vínculo de la libertad humana con el futuro, en última instancia, sostiene ese destino, o sea, el hombre es aquel que puede tomar el destino. Tal vez el problema reside exactamente allí; el hombre técnico cree ser el señor de la tierra, por lo tanto, es una ilusión; pura antropología técnica del mundo, dice Heidegger, una falsa forma de ver las cosas: porque el hombre, bajo la disposición provocante, nunca puede encontrarse. El peligro no está solamente en la técnica y/o en los peligros y catástrofes tecnológicas; lo que es peligroso, acota Heidegger, es la esencia de la técnica36. Lo que se puede afirmar es que Heidegger usó una consideración de la tecnología moderna para exponer los fundamentos que forman su ontología. Heidegger tiene su justificación: la técnica es, en el sujeto, el paradigma de la productividad ilimitada. Esa preocupación por la productividad es la que va a circundar la ciencia jurídica y precisamente los tribunales brasileños, asunto a ser desarrollado más adelante, de acuerdo a la consciencia objetiva que engendra la capacidad interpretativa y anula la posibilidad de una mejor comprensión de esa fusión de horizontes, lo que ya preocupaba a Heidegger. Se ha visto, anteriormente, que la ciencia no puede reflexionar sobre sí misma, es por ese hecho que es necesario otra mirada bajo la posición de la misma ciencia: El fundamento de este estado de cosas es que la ciencia no piensa. No piensa porque, de acuerdo con su proceder y los medios que utiliza, nunca puede pensar; pensar, de acuerdo a como ciencia aplicada, sería más preciso llamarla tecnología científica MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. p. 68-69. 35 Aquello que el pensamiento moderno motiva la preeminencia de la consciencia de sí mismo frente a lo dado es la primacía de la certeza frente a la verdad, la cual fundamentó la noción metodológica de la ciencia moderna. Frente al concepto clásico de método, desde Descartes se entiende método como vía de confirmación, y en este sentido, el método resulta, a pesar de toda la posible variedad de métodos, siempre uno. Con el surgimiento de las ciencias modernas nace aquí para la filosofía la tare permanente de servir de intermediaria entre la tradición de la metafísica y la ciencia moderna. GADAMER, Hans-George. El giro hermenéutico. Madrid: Editora Cátedra, 1998. p. 15. 36 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2004. p. 374-380. como lo hacen los pensadores. El hecho de que la ciencia no puede pensar no es una debilidad, sino una ventaja. Esta ventaja le asegura a la ciencia la posibilidad de entrar en cada zona de objetos por medio de la investigación y resolverlo. La ciencia no piensa. Para todos nosotros, las instalaciones, artefactos y máquinas del mundo técnico de hoy son indispensables. Para algunos más y otros menos. Sería tonto lanzarse ciegamente contra el mundo técnico. Seria miope querer condenar al mundo técnico como una obra diabólica. Dependemos de objetos técnicos; nos desafían hasta incluso su perfeccionamiento constante. Sin percibir, sin embargo, que estamos tan ligados a los objetos técnicos que nos encontramos en una relación de servidumbre hacia ellos37. Se pueden usar objetos técnicos en el Derecho y correctamente servirse de ellos, se debe, sin embargo, cuidar y dejar de estar atados a ellos, se puede incluso intentar librarse de ellos, y usarlos sólo como cosas, exactamente como debe ser, o incluso permitir que esos objetos descansen sobre sí mismos. La decisión de decir sí al uso de objetos técnicos jurídicos puede ser inevitable; se puede también decir no en la medida en que es necesario negarse, ceder, pero hay un problema: […] esterilizar completamente o atrofiar la facultad imaginativa o de desear, esa facultad autóctona que es responsable, en principio, de la invención de los ideales humanos. En el pasado, las personas eran, en gran medida, conscientes de las cosas que no eran capaces de hacer, de sus limitaciones y restricciones. Después de desear algún proyecto, una persona tenía que emplear años para resolver los problemas técnicos envueltos en su realización. En la actualidad, sin embargo, con la posesión de un método general para descubrir los medios técnicos con que realizar cualquier ideal planeado, la gente parece haber perdido del todo la habilidad para desear cualquier fin. «Cuando todo está permitido, entonces, nada está permitido», dice Kirilov en Los poseídos. El hombre ha depositado tanta fe en su nueva tecnología que ha olvidado que «ser técnico y sólo técnico es poder serlo todo y consecuentemente no ser nada determinado». En manos exclusivamente de los técnicos, personas desprovistas de la facultad imaginativa, la técnica es «mera forma hueca – como la lógica más formalista –, incapaz de determinar el contenido de la vida».38 El técnico científico es dependiente de las fuentes que él no puede dominar. Hay un profundo deseo de técnica en las relaciones jurídicas. Por lo tanto, cuando se dice sí o no a los objetos técnicos, ¿la relación con el mundo técnico se convierte en negación? Se piensa lo opuesto. La relación con el mundo técnico jurídico debería ser muy simple y pacífica; no lo es, sin embargo. Usar objetos técnicos en la actividad profesional y, a la vez, conseguir mantenerlos descansando en sí mismos, como cosas que no son absolutas, depende de algo más elevado. Es posible decir sí y no al mundo técnico y jurídico con una antigua palabra: serenidad39. Había un cuestionamiento respecto al Ser, que daba un sentimientode urgencia relacionado a sí mismo. 37 AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. p. 106. 38 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. p. 81. 39 HEIDEGGER, Martin (1959): Gelassenheit, pfullingen: Verlag Günther Neske (Serenidad. Trad. Yves Zirnrnennann. Barcelona: Serbal. 1989. p. 26-27. Cuestionar es intentar entender con respecto a ese Ser, de la finita existencia humana, a pesar de su temporalidad, talvez sea lo primero y más antiguo hecho por la metafísica. Hace mucho tiempo, la metafísica intenta entender como la raza humana es consciente de su propio fin y de como también podría entender un Ser que no sea sólo privación y falta – no solo un subjetivo recorrer por la Tierra, en el sentido mismo de una participación en la eternidad de lo divino, sino como un Ser que experimenta y se distingue de su Ser Humano40. “No consideramos la suficiente determinación para la esencia de la acción” es verdad que el sentimiento de vida de la generación más joven, que entró a la vida espiritual en los años sesenta, se caracteriza por una nueva tendencia de desagrado, por una nueva inclinación al dominio y control técnico, sin exponerse a riesgo e inseguridad. El destino general de la modernización e industrialización encontró en él su reflexión filosófica, paro a la vez, gracias a él, también la diversidad y multiplicidad de voces de la herencia humana que se integra en el diálogo mundial del futuro, ha adquirido una nueva presencia41. Una nueva fase, introducida por la búsqueda de la física moderna de la energía nuclear, se inicia cuando Heidegger cumple 75 años, el 26 de septiembre de 1964. Una era a la vez prometedora y amenazadora para el futuro, que luego se extendió por toda la tierra. Las acciones humanas en la contemporaneidad pasan a determinarse por reglamentos racionales en la política y en la economía, en la convivencia humana, en la coexistencia de los pueblos y en los grandes bloques del poder político del presente que determina el espíritu de nuestro tiempo. Una vez más, por la fe incondicional en la ciencia, sea bajo el reflejo del marxismo o incluso bajo el perfeccionismo técnico del mundo occidental, la filosofía deja nuevamente la pregunta de su razón de existir. Heidegger dejó una impresión crítica a la cultura. Esta crítica a la cultura es una forma de reprimenda a la cultura del presente y a la pérdida y represión de la libertad. Este fenómeno es ciertamente uno de los más extraños de la era de la tecnología; el hecho de que su consciencia del progreso estuviese cercada por dudas, como por la necesidad de una estandarización y nivelación. Históricamente, su crítica fue dura y severa con el hombre, o sea, “de la esfera pública y de la mediocridad que es la existencia humana”. Heidegger no fue un filósofo crítico de la técnica; se cree que, de tendencia romántica, él buscaba capturar su esencia, incluso de anticiparse con su pensamiento, a aquello que se mostraba, y que realmente era.42 Ahí, sí, en este momento, parece oportuno posicionar la idea de 40 GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 2002. p. 23. 41 GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 2002. p. 25-26 42 Debemos estar conscientes de esto si usted desea entender el trabajo de Martin Heidegger no sólo históricamente, como movimiento de pensamiento de un pasado reciente que poco a poco está quedando ajeno, sino por su proximidad con el presente o, mejor dicho, como una pregunta al presente. Para el perfeccionismo técnico de nuestro tiempo es mostrado un poco en oposición a la filosofía de Heidegger, instancia que realmente, pensando con coherencia y radicalismo es incomparable en la filosofía académica de nuestro siglo. GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 2002. p. 27-28. que una destrucción43 de la metafísica44 efectuada por la ontología45 fundamental sea, entonces, el mejor camino para la comprensión de la tecnología en el Derecho. REFERENCIAS AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. BARRETO, Sonia. Ontología y crítica de la metafísica: Kant e Heidegger. Revista Estudios Filosóficos, São João del-Rei, n. 8, p. 18-32, 2012. 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El pensamiento objetivador por excelencia es el metafísico, y su prototipo fueron los griegos. De acuerdo con esto, ellos habrían intentado representarse a sí mismos en el Ser del ente como presencia constante, desde el “presente”, o en la forma de un “ojos en los ojos”. O sea, su experiencia del Ser, seria “a” el tiempo, no como los primeros cristianos que “vivían el tiempo”. HEIDEGGER, Martin. ¿Qué es filosofía? 2. ed. corr. Traducción, estudio, notas y comentarios de textos por: Jose Luis Molinuevo. Madrid: Narcea Ediciones, 1980. p. 22-23. 44 “En su obra Pensamiento post-metafísico Habermas constata, en el ámbito del pensamiento filosófico contemporáneo, una tendencia a cuestionar la tradición metafísica y el sistema cerrado de razón autorreferente que ella trae en su bojo. Indica que la idea de un sistema de razón como única forma de interpretar la realidad está demasiado arraigada dentro de la propia concepción del hacer filosófico-metafísico. HABERMAS, J. Pensamiento Post-Metafísico. Rio de Janeiro: Ediciones Tempo Brasileiro, 1984. p. 37 apud RIBEIRO, Caroline Vasconcelos. El fin de la metafísica según Habermas: ponderaciones a la luz del pensamiento heideggeriano. Principios, Natal, v. 16, n. 26, p. 107-108, julio/diciembre 2009. Disponible en: <http://www.periodicos.ufrn.br/principios/article/view/765/707>. Acceso el: 11 de octubre de 2015. 45 [...] usamos el término “ontológico” – “ontología” para la aprehensión temática y para la concepción del propio Ser. Sí, en el fondo, hasta hoy y justamente hoy, el uso lingüístico se ha mostrado indeterminado y equívoco; ontológico es un término frecuentemente utilizado para decir óntico – y eso una vez más en el sentido de que dejamos al ente vivi r por él mismo y no dejamos que se evapore en términos idealistas. HEIDEGGER, Martin. Introducción a la filosofía. Traducción de Marco Antonio Casanova. São Paulo: Martins Fontes, 2008. p. 28-242. GADAMER, Hans-George. El giro hermenéutico. 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