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HEIDEGGER_Y_LA_ESENCIA_DE_LA_TECNOLOGIA

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HEIDEGGER Y LA ESENCIA DE LA TECNOLOGÍA POST-MODERNA: LA 
MEJOR FORMA DE COMPRENDER LA TECNOLOGÍA APLICADA AL 
DERECHO 
HEIDEGGER AND THE ESSENCE OF POST-MODERN TECHNOLOGY: THE BEST 
PATH FOR UNDERSTANDING TECHNOLOGY IN LAW 
 
RESUMEN La presente investigación describe la contribución de la filosofía en el campo del 
derecho. Autores como Heidegger y Gadamer cuestionan los fundamentos de amparo de una 
cultura de época o de un mundo técnico. Tal vez sea ese el punto más resaltante en la práctica 
Heideggeriana y Gadameriana, incluso porque ese progreso técnico-científico no es metafísico, 
sino consumado, es el destino final de la filosofía moderna, que considera al mundo como 
objeto de una implacable sed de poder y dominio. Al decidirse a hacer el análisis de la técnica 
y de su influencia, en la ciencia jurídica, se profundiza el pensamiento en Heidegger. Por ello 
era necesario pasar por el estudio de la llamada ontología fundamental, que, ciertamente, no 
proporciona un nuevo fundamento, sino que también se deriva del fundamento de los 
fundamentos. Entonces, toda esta problematización que se percibe en Heidegger – que ya piensa 
en Ser y Tiempo, como el lugar donde se descubren distintas maneras de interpretar el propio 
Ser (no solamente el ente) es la que va a calificar una relación entre filosofía, tecnología y 
derecho; entre hermenéutica, filosofía, tecnología y derecho. 
Palabras-clave: Hermenéutica jurídica. Nueva tecnología. Post-modernidad. 
 
 
ABSTRACT This research investigates the contribution of philosophy in the field of Law. 
Authors such as Heidegger and Gadamer question the fundamentals of support of a culture of 
time or a technical world. Perhaps this is the most interesting point in Heidegger and Gadamer's 
practice, even as this technical and scientific progress is not metaphysical, but finished, is the 
ultimate destination of modern philosophy, which regards the world as the object of a relentless 
will to power and domination. Why decide to do the analysis of the technique and its influence 
in legal science, deepens the thought in Heidegger. it was necessary to go through the study of 
so-called fundamental ontology, which actually does not provide a new fundamental, but also 
arises from the fundamental of the fundamentals. So, all this questioning that is perceived in 
Heidegger - who already think in Being and Time, as the place where they discover several 
ways to interpret Being itself (not only ones) is going to grade a relationship between 
philosophy, technology and right; between hermeneutics, philosophy, technology and law. 
Keywords: Legal hermeneutics. New technologies. Postmodernity. 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
En la obra Ser y Tiempo, Heidegger presenta la diferencia entre la superación 
Überwindung y Verwindung, que es un término utilizado cuando se trata de que el Ser humano 
tenga que “soportar/lidiar”, en el caso de una enfermedad, o admitir un hecho muy complicado, 
en vez de olvidarlo. La metafísica1 es la parte de la historia (occidental) que abarca la 
comprensión del Ser. De este modo, Heidegger pregunta: ¿Qué ocurre cuando los fundamentos 
– también llamados valores por Nietzsche – pierden su función de amparar una época, una 
cultura o un mundo técnico? Un factor importante y que evidencia esto es el punto de vista de 
Heidegger con respecto a Nietzsche: él lo ve como el pensador que mejor previó a qué extremo 
podría llegar la tecnología moderna y su ceguera: la técnica del hombre como pretensión de 
poder. Talvez sea este el punto más interesante en la práctica heideggeriana, incluso porque este 
progreso técnico-científico no es metafísico, sino consumado, el destino final de la filosofía 
moderna, que considera el mundo como objeto de una implacable sed de poder y dominio, es 
eso mismo, nada más: consumación. 
Por decidirse a hacer el análisis de la técnica y de su influencia en la ciencia jurídica, 
profundiza el pensamiento en Heidegger. Él es el gran responsable al permitir pensar en nuevos 
fundamentos que justifiquen una Hermenéutica Jurídica (crítica) de la tecnología. En este 
sentido, se vuelve necesario pasar por el estudio de la llamada ontología fundamental, que, 
ciertamente, no provee un nuevo fundamento, aunque surja del fundamento de los fundamentos. 
Cuando se cuestiona el significado de Ser, es lo mismo que cuestionar el significado de tales 
fundamentos y, específicamente, la relación entre el Ser y Tiempo, que es para el Ser lo mismo 
que: Ser interpretado de la primacía de la presencia y del presente, lo cual deja de lado los 
 
1 Etimológicamente la palabra metafísica se forma a partir de dos palabras griegas: meta que significa más allá y 
phiysica que quiere decir física, naturaleza. En este eje la metafísica viene a ser la ciencia que estudia las cosas 
más allá de la física, o sea, lo que no se restringe al mundo físico y además del materialismo, es lo que designamos 
mundo fenomenológico. Clásicamente la metafísica es la parte de la filosofía que se ocupa de la comprensión de 
las causas primeras: formales, materiales, finales y eficientes, de la supremacía del principio de las cosas, con gran 
preocupación por las razones de la realidad. Con el paso de los siglos tal definición fue modificada de varias 
formas. Es importante recordar la definición clásica de Aristóteles, que delineaba sus estudios acerca de la 
metafísica llamándola ciencia primera, definiéndola como la ciencia que estudia el ser, en lo relativo al y sus 
propiedades. El pensamiento aristotélico es una reproducción del pensamiento de Platón, y fue en Aristóteles que 
se alcanzó la definición del ser como una multiplicidad de significados. Aristóteles se refería esencialmente a una 
grieta de lo que incluso entonces Platón había estudiado, en la búsqueda de una universalidad, “en él, el lenguaje 
no se manifiesta, pero significa esas cosas. La palabra es (solamente un) símbolo, y su relación con el objeto no es 
por semejanza o por imitación, sino (sólo) por significación”. STRECK, Lenio Luiz. Vínculos de la Crítica 
Hermenéutica del Derecho. Porto Alegre: Librería del Abogado, 2014. p. 148. 
momentos temporales del pasado y del futuro, haciendo presencia en este momento tan crítico 
del Derecho al recibir en toda su dimensión la influencia de la tecnología. 
Por esta razón la ontología fundamental de Ser y Tiempo es vista como un intento de 
distorsionar (en el sentido Popperiano) la tesis clásica de que el Ser es igual a la presencia, ya 
que existe al menos un Ente – representado por las personas – cuyo Ser está caracterizado por 
esta apertura tri-temporal. Eso deja abierto el tema de la relación entre este Ente, o sea, el ser 
humano mismo, cuyo Ser es precisamente el lugar tri-temporal (es tiempo), el “allí” del Ser 
como el tiempo (tridimensional), incluso con otras formas de Ser de los Entes “no existentes”, 
cuyo modo de Ser no es exactamente aquel del Ser humano. 
Entonces, toda esta problematización que ya se percibe en Heidegger – que ya piensa 
en Ser y Tiempo, como el lugar donde se descubren distintas formas de interpretar al propio Ser 
(no solamente al ente) es lo que va a calificar una relación entre filosofía, tecnología y Derecho; 
entre hermenéutica, filosofía, tecnología y Derecho. Esto ocurrirá de tal manera que se puede 
percibir la filosofía de la tecnología dentro del Derecho, por el sesgo de la hermenéutica 
filosófica, en otras palabras, ocurre la hermenéutica jurídica de la tecnología como resultado de 
esta complejidad. 
 
 
2 ¿POR QUÉ HEIDEGGER? 
En la literatura del siglo XX, la lectura heideggeriana ha sido lo más radical encontrado 
sobre la ontología de la técnica moderna. La explicación es que existe la idea de que Heidegger 
tiene una visión pesimista y fatalista de la filosofía de la tecnología. En los años sesenta, su 
pensamiento ganó muchos adeptos, pero también opositores. En el año 1969, enuna entrevista 
al profesor Wisser, Heidegger afirma: “Primero, hay que decir que no tengo nada contra la 
técnica. No he hablado nunca contra la técnica, tampoco contra lo llamado ‘demoníaco’ de la 
técnica. Pero intento comprender la esencia [Wesen] de la técnica”2. 
 
2 Miembro de una familia tradicionalmente católica, comenzó sus estudios teológicos, abandonándolos más tarde, 
prefiriendo la filosofía, que lo acompañó hasta el final de su vida. Desde el inicio de su carrera como filósofo y 
profesor universitario, especialmente en Friburgo, donde fue nombrado sucesor para la cátedra de Husserl en 1928, 
al final, la preocupación central de su filosofía fue el tema del “Ser”: “la cuestión que pregunta sobre el significado 
de Ser es qué hacer”. Heidegger se dedica a fundar una nueva ontología a partir de la perspectiva de la modernidad. 
Así, revive en la historia del pensamiento occidental, el problema central de la metafísica. “Ser” y “pensar” se 
pertenecen, porque el Ser es el sujeto del pensamiento. Esta tesis acompaña todo el pensamiento de Heidegger por 
más de sesenta años de producción intelectual. En resumen, para eso necesitaría unos treinta años más. Todas las 
críticas, especialmente en ocasión de la “filosofía política en el pensamiento de Heidegger”, la verdad es que su 
pensamiento sobre la técnica moderna aparece sumado, y no podría haber sido de otra forma, cuando él alcanza la 
cima de su meditación filosófica. El problema del arte en el camino filosófico de Heidegger, es que todavía 
Hay una mala interpretación de este discurso, cuando Heidegger comenta el abordaje de la 
esencia de la técnica, y que el filósofo estaría en contra. Visiblemente, a lo que él se refiere es a lo 
que respecta a las consecuencias de la civilización tecnológica, tal como ya se anunció en su tiempo, 
con la construcción de la bomba atómica y el surgimiento de la biofísica, por ejemplo; como 
comenta en esta entrevista: 
[…] en un tiempo previsible, estaremos en condiciones de hacer al hombre, es decir, 
construirlo de la misma sustancia orgánica, así como lo necesitamos: hombres hábiles 
y torpes, inteligentes y tontos. ¡Vamos a llegar allí! Las posibilidades técnicas están 
presentes, en este momento. […] en la técnica, o sea, en su esencia, veo al hombre 
provocado bajo el poder de una potencia que lo lleva a aceptar retos con respecto a lo 
cual ya no es libre – veo que algo se anuncia aquí, o sea, una relación entre el Ser y el 
Hombre – y que esta relación, que se disfraza en la esencia de la técnica, podrá un día 
divulgarse de forma más clara3. 
Talvez, esto signifique que Heidegger se opone a la técnica; tal vez no. Pero, lo que 
ocurre es que, de acuerdo con Heidegger, en la historia del Ser, el hombre perdió su relación 
libre con la técnica. Por lo tanto, lo que Heidegger intenta rescatar, algo que también se hizo en 
esta búsqueda, es ese sentido original de la relación libre entre el hombre y la técnica. Heidegger 
hace una crítica, diciendo que es un error que el hombre piense que domina la técnica y que 
está en total afinidad con ella; pues esa relación es una situación de esclavitud, en la que él, el 
propio hombre, está siendo dominado. Y, eso no tiene nada que ver con la idea de ir contra la 
técnica. Que el hombre vive bajo el poder de la esencia de la técnica moderna, encadenado a 
ella. Lo que Heidegger perdió de vista, es si la relación – Ser y Hombre –, que hasta el momento 
está encubierta por el poder de la esencia de la técnica moderna, podría un día ser divulgada 
claramente. Y concluye: 
[...] yo no sé si esto ocurrirá! Sin embargo, veo en la esencia de la técnica la primera 
aparición de un secreto mucho más profundo que yo llamo Ereignis - ustedes, podrán 
deducir que de algún modo podría ser una resistencia al tema de la técnica o incluso 
falta de convicción. Pero se trata de comprender en la esencia de la técnica y en el 
mundo técnico. Un pensamiento que se dedica exclusivamente a reivindicar el poder 
de la negación [...] permanece encadenado a la negación y hace desaparecer toda 
 
escuchamos lo siguiente: si es necesario entender el significado de la técnica en Heidegger, tal vez más de lo que 
en sus escritos sobre la técnica, encontrará los fundamentos en los escritos sobre metafísica. Es all í, en la 
metafísica, donde todos los problemas de la tecnología moderna para Heidegger se encuentran. Al final, como él 
mismo aclara “técnica no é lo mismo que” ‘esencia’ “de la tecnología”. MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser 
en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 72-85. Tesis (Doctorado) -- Facultad de 
Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, 
España, 2008. 
3 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 71-
77. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, 
Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 
posibilidad de mejora. Heidegger tenía conocimiento de esto 4. 
El rescate del sentido original y la libre relación entre hombre y técnica eran motivo de 
inquietud para Heidegger. De esa forma, la cuestión no es la negación de la técnica, sino la 
afirmación, en lo que es más peculiar y ordinario. Siguiendo esta idea, la revelación del Ser 
significa que cualquier reflexión sobre la ontología de la tecnología moderna fatalmente lleva, 
al menos, en el sentido filosófico, al campo de la metafísica, porque la técnica y la metafísica 
están de acuerdo con la modernidad. Por lo tanto, si desea comprender el significado de la 
técnica post-moderna, la hermenéutica jurídica de la tecnología en Derecho, es necesario 
situarse, inicialmente, en el campo de la metafísica y entender por qué la necesidad de destruirla. 
 
3 HEIDEGGER Y EL CARÁTER ESPECIAL DE LA TÉCNICA 
Realmente Heidegger fue uno de los pensadores más notables del siglo XX, después 
de Hegel; así como, surge, en ese siglo, otra gran revelación a la que el hombre necesitó 
adecuarse: el espantoso desarrollo tecnológico. Naturalmente, la técnica ocupó un lugar 
especial y muy particular en el pensamiento de Heidegger, porque la técnica es, para 
Heidegger, algo especial: un símbolo o, mejor dicho, un paradigma de la metafísica que ya 
terminó con aquella que se olvidó del Ser por aferrarse exclusivamente al Ente. Y el tema 
de que trata en Heidegger y la técnica5. Por ello, en la obra Ser y Tiempo requiere primero 
Heidegger (obra establecida en dos partes, cada una con tres secciones6) una vuelta a la 
interrogación del Ser con el fin de examinar y señalar el tiempo y el horizonte, 
cuestionamiento que se destina a la exégesis del Ser-ahí; fundamental para la justificación 
del momento de transición tecnológica que involucra la ciencia jurídica y el modo de 
comprenderla, de interpretarla. De acuerdo con Heidegger, la presencia del Ente, su 
desvelamiento, manifestación presente en la verdad, impidió pensar correctamente en el Ser 
del Ente en el Derecho; la preeminencia de la presencia del Ser, es, en su opinión, una 
característica que determina toda la tradición metafísica, desde Platón con sus ideas, hasta 
 
4 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 72-
77. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, 
Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 
5 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio 
Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la 
Universidad de Málaga, 2004. p. 357. 
6 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZLUCENA, Antonio 
Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la 
Universidad de Málaga, 2004. p. 359-360. 
Hegel, con su dialéctica; un intento de elevar y estar en la presencia; Husserl habla de la 
conciencia como presentificación, una forma de que las cosas se hagan presentes. Heidegger 
comenta, entonces, que la primacía del presente sugiere un nuevo horizonte para la 
comprensión del Ser: la temporalidad estática; es decir, la temporalidad en el pasado-
presente-futuro; el tiempo en su transcurso efectivo. Por este motivo, los temas en cuestión 
de las tres secciones de la primera parte, posteriormente, serían: el ser humano-allí, su 
temporalidad estática y la conexión de tiempo y ser. La segunda parte se destinaría a la 
destrucción de la historia de la metafísica, que Heidegger entiende como ignorada, 
examinando particularmente sus tres secciones, o sea, el esquematismo transcendental de 
Kant; el cogito cartesiano; y la concepción aristotélica de tiempo. ¿Por qué es importante? 
¿Por qué pensar en esa circularidad en el Derecho? Heidegger recuerda varias veces en Ser 
y Tiempo que el pensar se mueve en círculos; por lo tanto, no se podría excluir del Derecho, 
lo cual está relacionado también con la metodología interrogativa; pero aquí no se trata 
solamente de eso, es necesario reconocer en la Carta sobre el humanismo (1947) que el 
pensar que intenta dar algunos pasos más allá de Ser y tipo, sigue todavía hoy, (ya pasaron 
veinte años), sin pasar adelante7. Para Heidegger: 
Lo esencial de la técnica amenaza hacer salir lo oculto, amenaza con la 
posibilidad de que todo salir de lo oculto emerja en el solicitar y que todo se 
presente en el estado de descubrimiento de los existenciales. El hacer del 
hombre no puede nunca encontrarse de un modo inmediato con este peligro. Los 
logros del hombre no pueden nunca conjurar ellos solos este peligro. Sin 
embargo, la meditación del hombre puede considerar que todo lo que salva tiene 
que ser de una esencia superior a lo amenazado y al mismo tiempo estar 
emparentado con él. Como la esencia de la técnica no es nada técnico, la 
meditación esencial sobre la técnica y la confrontación decisiva con ella tienen 
que acontecer en una región que, por una parte, esté emparentada con la esenc ia 
de la técnica y, por otra, no obstante, sea fundamentalmente distinta de ella. 
Cuanto más nos acerquemos al peligro, con mayor claridad empezarán a lucir 
los caminos que llevan a lo que salva, más intenso será nuestro preguntar. 
Porque el preguntar es la piedad del pensar8. 
Frente a eso, Heidegger se encuentra con las preguntas tradicionales sobre lo que es 
la técnica; al contrario de una visión meramente instrumental, va a definirla como un 
descubrir. 
 
7 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio 
Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la 
Universidad de Málaga, 2004. p. 360. 
8 HEIDEGGER, Martin. Conferencias y Artículos. Barcelona: Editora Odós, 1990. p. 37. 
4. LA PREGUNTA POR LA TÉCNICA 9 
En este momento, ya es posible hacer comentarios acerca de la obra La pregunta por la 
técnica10; en una conferencia que Heidegger realizó el 18 de noviembre de 1953, en el 
auditorium maximum, en la escuela técnica superior de Munich, en las conferencias tituladas 
Las artes en la época de la ciencia, organizadas por la Academia Bávara de Bellas Artes. En 
esa conferencia, Heidegger reproduce parte de lo que se dijo el 1 de diciembre de 1949, en 
Bremen, La disposición, en el ciclo La mirada sobre lo que es. Esta línea de tiempo muestra 
que Heidegger tomó un tiempo para reflexionar. En La pregunta por la técnica se publicó en 
Conferencias y artículos, en 1954, Heidegger eleva la necesidad de interrogarse por la esencia 
de la técnica. Llega al punto en que, si se piensa en la técnica solamente como un instrumento 
del hombre, al cual sirve sólo para proponer soluciones para determinado fin, y cuyo único 
problema es este: subordinados al espíritu, o sea, que se está fuera de alcance, no está conectado 
– en lo que se refiere a la esencia de la técnica. Este enfoque parece correcto; pero todavía no 
es la verdad sobre la técnica. Es necesario pasar a la reflexión filosófica: la conexión entre la 
verdad y la libertad del hombre 11. Hay la comprensión de que el primer enfoque de la esencia 
de la técnica sólo puede alcanzarse cuando se comprende la técnica como un medio de 
producción, es decir, como una forma de hacer surgir algo nuevo. Una perspectiva en que la 
técnica dejó de ser solo un medio. Se cree en la asimilación de la physis; la naturaleza por la 
cual los Entes la ven como una herramienta para fines originados por el propio hombre, la 
técnica contradice la naturaleza, sin embargo, como un medio para mostrar algo nuevo, la 
técnica se asemeja a la naturaleza. Heidegger propone, entonces, que este análisis sea realizado 
en un sentido aristotélico de la causalidad, es decir, la reunión de los sentidos causales lleva el 
presente a la presencia, resultando en lo que parece. Así, el producir, el crear, lo quiere por 
 
9 Como se evidenció en su conferencia La pregunta por la técnica, publicada en 1954, Heidegger no se interesa 
por la técnica instrumental desde su definición como un medio y acción del hombre, sino por lo que él revela, de 
abertura, lo que deja expuesto. (La técnica no es como un simple medio, la técnica es una forma de dejar el 
ocultismo. Si observamos esto, abriremos uno completamente diferente para la esencia del área tecnología. Es el 
área de revelación, es decir, la verdad)9. AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: 
Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor 
(Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. p. 95. 
10 Se utilizó la tradición de Die Frage nach der Technick, y los datos de pie de página, de Luis de Santiago Guervós; 
traducción todavía inédita. 
11 Fueron los griegos quienes pensaban en la técnica como TEKNE, no sólo como fabricación o manipulación, 
sino como la ubicación fuera de lo oculto, dejarse manifestar. Para ver esta diferencia entre el carácter de la técnica 
artesanal (griega) y la técnica moderna (la técnica moderna no permite que la naturaleza se manifieste). 
AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: 
ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y 
sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996.p. 95. 
naturaleza, lo quiere por la producción técnica o por el arte, está resumido en traer o hacer nacer 
algo nuevo; pero esto también parece un descubrir, en el sentido de que Heidegger comprende, 
como aletheia, la verdad. La técnica, por lo tanto, es una forma de descubrir, de hacer surgir la 
verdad. Heidegger apoyará esta reflexión sobre la Ética a Nicómaco de Aristóteles, en que hay 
hábitos intelectuales, incluyendo tanto la ciencia, como el arte o la técnica. De tal forma, 
comprender la técnica de la técnica como una forma de suscitar no es suficiente, porque no es 
posible determinar la característica de la técnica moderna12. 
Heidegger no vio la revolución de la informática en el Derecho, que algunos entienden 
como el sistema unitario entre diferentes tecnologías y que es más útil para hacer gestión que 
para la comprensión. Así pues, queda mucho más. Esas características de la técnica posmoderna 
(en el Derecho), según lo visto por Heidegger, son la causa, no hay ingenuidad, o aparentemente 
el azar (en el Derecho), pero son causados (en el Derecho); que se encuentra en las cosas 
jurídicas. De la misma manera, las cosas que ocurrenen el caso concreto, sobre las que la 
técnica incide y juzga, se convierten o se convertirán en existencias. 
 
4.1 Rumbo a una Ontología de la Técnica13 Moderna14-15? 
 
12 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio 
Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la 
Universidad de Málaga, 2004. p. 372. 
13 De acuerdo con la antigua doctrina, la esencia de algo es lo que es. Preguntamos por la técnica, cuando la 
pregunta trata sobre lo que ella es. Todo el mundo conoce los enunciados que responden a nuestra pregunta: 
mientras que uno dice: la técnica es un medio para algunos propósitos, otro dice: la técnica es un hacer del hombre. 
Las dos definiciones de la técnica se pertenecen. También sigue siendo cierto que la tecnología moderna es un 
medio para un fin. Todo está en la forma adecuada de lidiar con la técnica como un medio. Lo que queremos, como 
es apropiado decir a menudo, es "tener la técnica en nuestras manos". Queremos dominarla. Este querer se vuelve 
aún más urgente cuanto mayor es la amenaza de la tecnología de escapar del dominio del hombre. HEIDEGGER, 
Martín. Conferencias y artículos. Barcelona: Ediciones del Serbal, 1994. p. 10. 
14 ¿Por qué la dimensión ontológica de la técnica? Primero usted tiene que comenzar por la dimensión ontológica, 
si queremos filosofar sobre la técnica. Es decir, sin responder, o al menos plantear la cuestión de lo que significa 
la técnica en la modernidad no podemos cuestionar sobre su epistemología, por ejemplo. En otras palabras, y en 
el sentido inverso: la cuestión de la epistemología y de la axiología de la tecnología moderna requiere, por encima 
de todo, la cuestión de la ontología de la técnica. MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía 
una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 42-44. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de 
Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 
15 La era moderna comienza con el esfuerzo durante el Renacimiento, lo de relacionar la ciencia con la tecnología; 
buscar el conocimiento científico con medios tecnológicos para crear un conocimiento que sea un medio para el 
poder tecnológico. La construcción social de la "república de la ciencia" internacional tiene lugar en simultáneo 
con la construcción política de un mercado global de tecnología. MITCHAM, Carl. Un campo interdisciplinario: 
la historia, filosofía, economía y sociología de la ciencia y la tecnología. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, 
Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y sociedad. España: Editorial Verbo 
Divino, 1996. p. 13. 
La tecnología siempre fue motivo de reflexiones para los filósofos sobre las acciones 
humanas, pero fue sólo en las últimas décadas que se fue moldeando la filosofía de la tecnología 
como especialidad académica con creciente importancia16. Tradicionalmente, la relevancia 
filosófica de la tecnología fue limitada al problema de cómo se puede transformar la realidad 
jurídica, un tema en apariencia secundario, cuando se compara con otros problemas 
filosóficamente más interesantes, y ganó recientemente un tratamiento más sistemático17. Sin 
embargo, hoy, la técnica afecta todos los aspectos de la vida humana y los problemas más 
genuinos de toda la historia de la filosofía (cómo es la realidad, cómo se la conoce, qué se debe 
hacer) son factores que están condicionados por la influencia tecnológica de la forma de la 
realidad en que se vive y se ve el Derecho 18. Pero, ¿de dónde viene la tendencia moderna de la 
técnica post-moderna? Así como la filosofía en el/del Derecho, ¿ella también está? Heidegger, 
en conferencia en 1956, sobre El principio de razón19, traza el origen de la tecnología moderna 
al espíritu calculador expuesto soberbiamente por Leibniz (siglo XVII). En el principio de la 
razón, que es el principio de la representación racional o cálculo asequible: “nihil est ratlone 
sine”. “Nada ocurre sin razón.” Para Mitcham: 
La filosofía de la tecnología de Heidegger no es fácil de compendiar, aunque, 
indudablemente, tiene muchos rasgos comunes con la de Mumford y, más 
profundamente, con la de Ortega. Como Mumford, Heidegger adopta la estrategia 
romántica de distinguir entre dos tipos de tecnología y, sin rechazar de manera 
simplista a la tecnología moderna, trata de incluirla en un marco mucho más amplio. 
Como Ortega, enfoca el problema de la tecnología desde una perspectiva ontológica 
fundamental y, al final, plantea preguntas relativas al destino histórico de Occidente20. 
Heidegger cita: 
[…] y aún más: el hombre hoy corre el peligro de medir la grandeza de todo lo grande. 
Solamente por la orientación de dominio del ‘principium rationis’. Hoy en día sabemos, 
incluso sin entender todo, que la técnica moderna nos empuja incesantemente a buscar que 
sus útiles productos sean totalmente perfectos. Lo más posible. Esta perfección consiste 
en la total seguridad del cálculo de los objetos, de contar con ellos y estar seguro de que 
pueden calcularse las posibilidades de cálculo. […] La técnica moderna persigue la 
máxima perfección posible. La perfección se logra en la previsibilidad, sin excepción, de 
los objetos. La previsibilidad de los objetos presupone la validez ilimitada de los 
 
16 Para una visión panorámica de las investigaciones en filosofía de la técnica de las tres últimas décadas. Vea 
Skolimowsk¡ (1968) y Rapp (1982). Mitcham y Mackey (1973) proporcionan la información bibliográfica más 
completa en la fecha de su publicación, y la revista Technology and Culture ofrece revisiones actualizadas de los 
aportes más recientes en este campo. 
17 KOTARBINSKY, 1965 apud QUINTANILLA, Miguel Ángel. Tecnología: un enfoque filosófico. Madrid: 
Fundesco, 1989.. 
18 QUINTANILLA, Miguel Ángel. Tecnología: un enfoque filosófico. Madrid: Fundesco, 1989. p. 15. 
19 HEIDEGGER, Martín. Der Satt: vom Grund. Pfullingen: Günther Neske, 1971. p. 189-211 apud 
HEIDEGGER,:Martin. ¿Qué es filosofía? Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 69-93. 
20 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 
1989. p. 64. 
‘principium ratíonis’. El dominio, ya caracterizado, el principio de la razón determina el 
ser de los tiempos modernos, de la era técnica21. 
De acuerdo con Heidegger, las ciencias de la información y la cibernética22-23, que 
predominan en la ciencia contemporánea, exaltan el principio de Leibniz de la razón. Es en este 
esfuerzo calculador y tranquilizador que la ciencia jurídica se apoyará y justificará sus decisiones24. 
4.2 La Técnica Post-Moderna como Imagen del Mundo y el Criterio de Evaluación 
Es muy común asociar el pensamiento de Heidegger con el pesimismo tecnológico 
actual que corresponde a una clasificación que aparece frecuentemente, incluso en el campo de 
la filosofía en el Derecho, de la tecnología en el Derecho, y que considera el enfoque de 
evaluación bajo tres perspectivas diferentes: el optimismo tecnológico, el pesimismo 
tecnológico y la corriente de los moderados. Son tres posiciones de evaluación de la técnica y 
organizadas de acuerdo con esta clasificación. La posición de Adam Schaff, que pertenece a los 
optimistas; para él, la información ofrecería presupuestos para la vida humana más feliz; 
eliminaría lo que ha sido la principal fuente de una baja calidad de vida de las masas, o sea, la 
pobreza. Abriría posibilidades para la plena autorrealización del conocimiento disponible, 
suficientes para asegurar el desarrollo y hacer que las personas no necesiten privarse de nada. 
Para Ortega: 
[…] la técnica está ligada, necesariamente, a lo que significa ser humano. La filosofía 
de la tecnología de Ortega descansa en su idea de la vida humana comoun fenómeno 
que supone una relación con las circunstancias, pero no de forma pasiva, sino como 
creador activo de esas circunstancias. El significado de la expresión «yo soy yo y mis 
circunstancias» no debe ser identificado consigo mismo (idealismo), o con sus 
 
21 HEIDEGGER, Martín. Der Satt: vom Grund. Pfullingen: Günther Neske, 1971. p. 189-211 apud HEIDEGGER, 
Martin. ¿Qué es filosofía? Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 78-79. 
22 Vea por cibernética en Heidegger; Das Ende der phiiasaphie und die Aurgabe des Denícens. HEIDEGGER, 
Martín. Zur Sache des Denkens, Tübingen: Max Niemeyer, 1971 apud HEIDEGGER, Martin. ¿Qué es filosofía? 
Trad. José Luis Molinuevo. Madrid: Narcea, 1983. p. 95-120. 
23 Los sistemas cibernéticos pueden ser determinantes o probabilísticos. Cuando la información de entrada 
determina completamente las reacciones de un proceso natural, su descripción formal recibe el nombre de sistemas, 
son el computador (modelización del cerebro humano) o el proceso productivo enteramente robotizado 
(modelización de la fábrica tradicional). Cuando, por el contrario, el proceso no es totalmente determinado por la 
información de entrada, preo presenta cierto grado de libertad en sus reacciones, se habla de sistema cibernético 
probabilístico (o estocástico). LOSANO, Mario G. Sistema y estructura en el derecho. São Paulo: WMF Martins 
Fontes, 2011. v. 3: del siglo XX a la post-modernidad, p. 10. LOSANO, Mario G. Sistema y Estructura en el 
Derecho. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2011. v. 3: Del siglo XX a la post-modernidad, p. 13. 
24 Los problemas del derecho, a modo general, son problemas cibernéticos en el sentido de que son problemas de 
comunicación; aunque, su intrínseca mutabilidad no permite formalizarlos, ni siquiera aplicando los instrumentos 
matemáticos más avanzados de que dispone la cibernética. Será útil tener presente estas consideraciones cuando 
se hable de la juremetría de Loevinger y de la previsibilidad de las sentencias judiciales. LOSANO, Mario G. 
Sistema y Estructura en el Derecho. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2011. v. 3: Del siglo XX a la post-
modernidad, p. 26. 
circunstancias (empirismo), sino con ambos y su interacción. Así, dedica la primera 
parte de sus Meditaciones (secciones 1-5), al desarrollo de esta tesis metafísica. La 
naturaleza humana, a diferencia de la de una roca, un árbol o un animal, no es algo 
dado por la existencia; ella es, al contrario, algo que la persona tiene que crear por sí 
mismo. La vida de una persona «no coincide, por lo menos totalmente, con el perfil 
de sus necesidades orgánicas»,25 sino que se proyecta más allá. el ser humano podría 
ser realmente definido, en cierta medida, como homo faber, pero dicho faber no se 
limita a la fabricación material, sino que incluye, además, la creatividad espiritual. 
«Esa vida inventada, inventada como se inventa una novela o una obra de teatro, es a 
lo que el hombre llama vida humana... y la cual se la hace él, y este26 hacérsela 
comienza por ser la invención de ella.»27 
Para el estudioso de la técnica, Lewis Munford, esta es la tradición de los pesimistas, en 
virtud de ver los resultados de la técnica sin tener en cuenta el bienestar de los hombres, pero, 
si, son orientados a la lógica interna del progreso técnico. Para Munford: 
[…] la tecnología, en su sentido reducido de fabricación y uso de instrumentos, no ha 
sido el agente principal en el desarrollo humano, ni siquiera lo ha sido con respecto a 
la propia tecnología. Según Mumford, todos los logros técnicos humanos son, «más 
para utilizar sus propios ingentes recursos orgánicos con miras a satisfacer más 
adecuadamente sus demandas y aspiraciones super orgánicas, que para el propósito 
de incrementar el abastecimiento de alimentos o controlar la naturaleza». La 
elaboración de la cultura simbólica por medio del lenguaje, por ejemplo, «fue 
incomparablemente más importante para el ulterior desarrollo humano que el astillar 
de una montaña de hachas de mano».28 Para Mumford “el hombre es 
preeminentemente un animal pensante, auto-dominado y auto-diseñado”.29-30 
Por ello la importancia de la hermenéutica para todas estas realizaciones técnicas humanas 
que se han realizado: “más para utilizar sus propios ingentes recursos orgánicos con miras a 
satisfacer más adecuadamente sus demandas y aspiraciones super orgánicas, que por el propósito 
de incrementar el abastecimiento de alimentos o controlar la naturaleza”. Siguiendo esa línea de 
clasificación, se encuentra la posición de los moderados. Miranda entiende que: 
La manera más sensata es buscar los progresos limitados y mantener sus costos 
mínimos inevitables [...] algún grado de innovación tecnológica es esencial y 
deseable. La innovación tecnológica era necesaria para la modernización y permitir a 
nuestra sociedad sobrevivir y mejorar. El desarrollo de nuevas tecnologías debe ser 
apoyado y promover la formación de tecnólogos imaginativos [...] La tecnología 
puede crear o destruir, para hacer al hombre ser humano o menos humano.31 
 
25 ORTEGA Y GASSET, José. Meditación de la técnica. Madrid: Espasa-Calpe, 1965. p. 19. 
26 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. 
27 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 
1989. p. 36-37, 55-56. 
28 MUMFORD, Lewis. El mito de la máquina. Buenos Aires: Emecè, 1969. v. 1, p. 8. 
29 MUMFORD, Lewis. El mito de la máquina. Buenos Aires: Emecè, 1969. v. 1, p. 9. 
30 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. 
31 MIRANDA, Angela Luzia. Técnica y Ser en Heidegger: hacía una ontología de la técnica moderna. 2008. f. 45-
47. Tesis (Doctorado) -- Facultad de Filosofía, Departamento de Filosofía, Lógica y Filosofía de la Ciencia, 
Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2008. 
Las herramientas que cambian la dirección del desarrollo humano, no deben, sin 
embargo, permanecer como un objetivo fuera de la tecnología, ya que las máquinas deben 
ayudar a alcanzar tal objetivo32. David Rothenberg33 explica que: 
[...] cuanto más aprendemos sobre cómo usar un instrumento, menos pensamos sobre 
como iremos a utilizarlo. Se convierte en un miembro extra, una nueva manera de 
llegar y cambiar el mundo. ¿Pero, qué es eso que se extiende? No es simplemente una 
idea interna humana, sino la idea de actuar, un pensamiento que involucra al mundo, 
volviéndolo posible y real. Cuanto más entendemos sobre la herramienta, más 
maneras concebimos de cómo ella puede ser llevada a la práctica. Nuestros deseos e 
intenciones de actuar en el mundo son alterados por medio de las herramientas que 
utilizamos. Esta es la esencia de la filosofía de la tecnología como extensión humana. 
Pero para llegar el progreso, ¿se deberían asumir estos riesgos? Si se actúa con cautela para 
minimizar los daños de la tecnología en las relaciones sociales, políticas, económicas e incluso 
jurídicas, para maximizar sus beneficios, ¿valdría la pena? Los criterios de clasificación utilizados 
están directamente relacionados con la idea de evaluación de la tecnología social, jurídica inclusive; 
una evaluación que parece equivocada al autor de esta tesis, por ser meramente cuantitativa. 
 
CONCLUSIÓN 
 
El siglo XX trajo y provocó la investigación, por incitar el capricho de la humanidad de 
hacer del hombre y de la técnica su propio desarrollo. Tal vez no sea el hombre que, por interés 
pragmático, desencadene el fenómeno técnico, pero él mismo es exigido por la técnica y, por 
lo tanto, forma parte de ese fenómeno, un Ser meramente técnico, un ingrediente de la esencia 
de la técnica. Para Heidegger, la esencia de la tecnología está en la correlación que ocurre entre 
lo técnico y el hombre, que ahora suscita, la comprensión de la técnicamoderna. Esta 
correlación es un tipo de dispositivo del todo, lo que Heidegger llama disposición. Heidegger 
está convencido de que esta disposición es la esencia de la técnica; y lo esencial de la técnica 
moderna es la ciencia y su dependencia de ésta. Véase, como antes incluso de la formación de 
la ciencia moderna34, la naturaleza ya se veía como calculable, o sea, ya había cierta 
 
32 ROTHENBERG, D. Hand’s end: technology and the limits of nature. Berkeley: University of California Press, 
1993 apud TRIPATHI, Arun Kumar. Cultura de sedimentación en la interacción humano-tecnológica. Londres: 
Springer-Verlag, 2015. p. xiii. 
33 ROTHENBERG, D. Hand’s end: technology and the limits of nature. Berkeley: University of California Press, 
1993 apud TRIPATHI, Arun Kumar. Cultura de sedimentación en la interacción humano-tecnológica. Londres: 
Springer-Verlag, 2015. p. 14. 
34 La ciencia moderna se caracteriza por una objetivación del mundo natural, la representación del mundo en 
términos matemáticos que necesariamente ignora su carácter terrenal, creando, de esta manera, la posibilidad de 
producir objetos sin real individualidad o cosificidad. Heidegger sugiere que, en vez de describir la tecnología 
provocación a la naturaleza, haciendo suscitar lo que de ella se mide. Así se pre-anuncia, en la 
ciencia moderna, la técnica en su verdadera esencia, otra vez, a la disposición35. La ciencia, por 
sí misma, ha incluido desde su formación hasta el presente, un dominio tecnológico de los siglos 
XX y XXI ; lo cual, antes, estaba dormido, y ahora resurge disponible. (Heidegger ya había 
hablado de lo pretendido por la ciencia moderna en La pregunta por la técnica). La libertad del 
hombre se compone propiamente en su destino; pero no se somete a él como su esclavo, al 
contrario, atendiendo, sabiendo oír, acogiendo al llamado de su destino. Para Heidegger, la 
libertad muestra la diferencia con el destino y muestra que son opuestos; no tienen el mismo 
camino (como pensaba Kant), pero se relacionan, y de alguna forma, están vinculados. Por 
supuesto, el vínculo de la libertad humana con el futuro, en última instancia, sostiene ese 
destino, o sea, el hombre es aquel que puede tomar el destino. Tal vez el problema reside 
exactamente allí; el hombre técnico cree ser el señor de la tierra, por lo tanto, es una ilusión; 
pura antropología técnica del mundo, dice Heidegger, una falsa forma de ver las cosas: porque 
el hombre, bajo la disposición provocante, nunca puede encontrarse. El peligro no está 
solamente en la técnica y/o en los peligros y catástrofes tecnológicas; lo que es peligroso, acota 
Heidegger, es la esencia de la técnica36. 
Lo que se puede afirmar es que Heidegger usó una consideración de la tecnología 
moderna para exponer los fundamentos que forman su ontología. Heidegger tiene su 
justificación: la técnica es, en el sujeto, el paradigma de la productividad ilimitada. Esa 
preocupación por la productividad es la que va a circundar la ciencia jurídica y precisamente 
los tribunales brasileños, asunto a ser desarrollado más adelante, de acuerdo a la consciencia 
objetiva que engendra la capacidad interpretativa y anula la posibilidad de una mejor 
comprensión de esa fusión de horizontes, lo que ya preocupaba a Heidegger. 
Se ha visto, anteriormente, que la ciencia no puede reflexionar sobre sí misma, es por 
ese hecho que es necesario otra mirada bajo la posición de la misma ciencia: 
El fundamento de este estado de cosas es que la ciencia no piensa. No piensa porque, de 
acuerdo con su proceder y los medios que utiliza, nunca puede pensar; pensar, de acuerdo a 
 
como ciencia aplicada, sería más preciso llamarla tecnología científica MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de 
la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 1989. p. 68-69. 
35 Aquello que el pensamiento moderno motiva la preeminencia de la consciencia de sí mismo frente a lo dado es la 
primacía de la certeza frente a la verdad, la cual fundamentó la noción metodológica de la ciencia moderna. Frente al 
concepto clásico de método, desde Descartes se entiende método como vía de confirmación, y en este sentido, el método 
resulta, a pesar de toda la posible variedad de métodos, siempre uno. Con el surgimiento de las ciencias modernas nace 
aquí para la filosofía la tare permanente de servir de intermediaria entre la tradición de la metafísica y la ciencia moderna. 
GADAMER, Hans-George. El giro hermenéutico. Madrid: Editora Cátedra, 1998. p. 15. 
36 GARCÍA GONZÁLEZ, Juan. Heidegger y la técnica. In: ATENCIA, José Maria; DIÉGUEZ LUCENA, Antonio 
Javier (Coord.). Tecnociencia y cultura a comienzos del siglo XXI. [Málaga]: Servicio de Publicaciones de la 
Universidad de Málaga, 2004. p. 374-380. 
como lo hacen los pensadores. El hecho de que la ciencia no puede pensar no es una 
debilidad, sino una ventaja. Esta ventaja le asegura a la ciencia la posibilidad de entrar en 
cada zona de objetos por medio de la investigación y resolverlo. La ciencia no piensa. Para 
todos nosotros, las instalaciones, artefactos y máquinas del mundo técnico de hoy son 
indispensables. Para algunos más y otros menos. Sería tonto lanzarse ciegamente contra el 
mundo técnico. Seria miope querer condenar al mundo técnico como una obra diabólica. 
Dependemos de objetos técnicos; nos desafían hasta incluso su perfeccionamiento constante. 
Sin percibir, sin embargo, que estamos tan ligados a los objetos técnicos que nos 
encontramos en una relación de servidumbre hacia ellos37. 
Se pueden usar objetos técnicos en el Derecho y correctamente servirse de ellos, se debe, 
sin embargo, cuidar y dejar de estar atados a ellos, se puede incluso intentar librarse de ellos, y 
usarlos sólo como cosas, exactamente como debe ser, o incluso permitir que esos objetos 
descansen sobre sí mismos. La decisión de decir sí al uso de objetos técnicos jurídicos puede 
ser inevitable; se puede también decir no en la medida en que es necesario negarse, ceder, pero 
hay un problema: 
[…] esterilizar completamente o atrofiar la facultad imaginativa o de desear, esa facultad 
autóctona que es responsable, en principio, de la invención de los ideales humanos. En 
el pasado, las personas eran, en gran medida, conscientes de las cosas que no eran 
capaces de hacer, de sus limitaciones y restricciones. Después de desear algún proyecto, 
una persona tenía que emplear años para resolver los problemas técnicos envueltos en 
su realización. En la actualidad, sin embargo, con la posesión de un método general para 
descubrir los medios técnicos con que realizar cualquier ideal planeado, la gente parece 
haber perdido del todo la habilidad para desear cualquier fin. «Cuando todo está 
permitido, entonces, nada está permitido», dice Kirilov en Los poseídos. El hombre ha 
depositado tanta fe en su nueva tecnología que ha olvidado que «ser técnico y sólo 
técnico es poder serlo todo y consecuentemente no ser nada determinado». En manos 
exclusivamente de los técnicos, personas desprovistas de la facultad imaginativa, la 
técnica es «mera forma hueca – como la lógica más formalista –, incapaz de determinar 
el contenido de la vida».38 El técnico científico es dependiente de las fuentes que él no 
puede dominar. 
Hay un profundo deseo de técnica en las relaciones jurídicas. Por lo tanto, cuando se dice sí 
o no a los objetos técnicos, ¿la relación con el mundo técnico se convierte en negación? Se piensa 
lo opuesto. La relación con el mundo técnico jurídico debería ser muy simple y pacífica; no lo es, 
sin embargo. Usar objetos técnicos en la actividad profesional y, a la vez, conseguir mantenerlos 
descansando en sí mismos, como cosas que no son absolutas, depende de algo más elevado. Es 
posible decir sí y no al mundo técnico y jurídico con una antigua palabra: serenidad39. Había un 
cuestionamiento respecto al Ser, que daba un sentimientode urgencia relacionado a sí mismo. 
 
37 AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a Nietzsche y Jünger. In: 
ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor (Coord.). Para comprender ciencia, tecnología y 
sociedad. España: Editorial Verbo Divino, 1996. p. 106. 
38 MITCHAM, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Prólogo de Manuel Medina. Barcelona: Anthropos, 
1989. p. 81. 
39 HEIDEGGER, Martin (1959): Gelassenheit, pfullingen: Verlag Günther Neske (Serenidad. Trad. Yves 
Zirnrnennann. Barcelona: Serbal. 1989. p. 26-27. 
Cuestionar es intentar entender con respecto a ese Ser, de la finita existencia humana, a pesar de su 
temporalidad, talvez sea lo primero y más antiguo hecho por la metafísica. Hace mucho tiempo, la 
metafísica intenta entender como la raza humana es consciente de su propio fin y de como también 
podría entender un Ser que no sea sólo privación y falta – no solo un subjetivo recorrer por la Tierra, 
en el sentido mismo de una participación en la eternidad de lo divino, sino como un Ser que 
experimenta y se distingue de su Ser Humano40. 
“No consideramos la suficiente determinación para la esencia de la acción” es verdad 
que el sentimiento de vida de la generación más joven, que entró a la vida espiritual 
en los años sesenta, se caracteriza por una nueva tendencia de desagrado, por una 
nueva inclinación al dominio y control técnico, sin exponerse a riesgo e inseguridad. 
El destino general de la modernización e industrialización encontró en él su reflexión 
filosófica, paro a la vez, gracias a él, también la diversidad y multiplicidad de voces 
de la herencia humana que se integra en el diálogo mundial del futuro, ha adquirido 
una nueva presencia41. 
Una nueva fase, introducida por la búsqueda de la física moderna de la energía nuclear, se 
inicia cuando Heidegger cumple 75 años, el 26 de septiembre de 1964. Una era a la vez prometedora 
y amenazadora para el futuro, que luego se extendió por toda la tierra. Las acciones humanas en la 
contemporaneidad pasan a determinarse por reglamentos racionales en la política y en la economía, 
en la convivencia humana, en la coexistencia de los pueblos y en los grandes bloques del poder 
político del presente que determina el espíritu de nuestro tiempo. Una vez más, por la fe 
incondicional en la ciencia, sea bajo el reflejo del marxismo o incluso bajo el perfeccionismo técnico 
del mundo occidental, la filosofía deja nuevamente la pregunta de su razón de existir. Heidegger 
dejó una impresión crítica a la cultura. Esta crítica a la cultura es una forma de reprimenda a la 
cultura del presente y a la pérdida y represión de la libertad. Este fenómeno es ciertamente uno de 
los más extraños de la era de la tecnología; el hecho de que su consciencia del progreso estuviese 
cercada por dudas, como por la necesidad de una estandarización y nivelación. Históricamente, su 
crítica fue dura y severa con el hombre, o sea, “de la esfera pública y de la mediocridad que es la 
existencia humana”. Heidegger no fue un filósofo crítico de la técnica; se cree que, de tendencia 
romántica, él buscaba capturar su esencia, incluso de anticiparse con su pensamiento, a aquello que 
se mostraba, y que realmente era.42 Ahí, sí, en este momento, parece oportuno posicionar la idea de 
 
40 GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 
2002. p. 23. 
41 GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 
2002. p. 25-26 
42 Debemos estar conscientes de esto si usted desea entender el trabajo de Martin Heidegger no sólo históricamente, 
como movimiento de pensamiento de un pasado reciente que poco a poco está quedando ajeno, sino por su proximidad 
con el presente o, mejor dicho, como una pregunta al presente. Para el perfeccionismo técnico de nuestro tiempo es 
mostrado un poco en oposición a la filosofía de Heidegger, instancia que realmente, pensando con coherencia y 
radicalismo es incomparable en la filosofía académica de nuestro siglo. GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de 
Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. Barcelona: Herder, 2002. p. 27-28. 
que una destrucción43 de la metafísica44 efectuada por la ontología45 fundamental sea, entonces, el 
mejor camino para la comprensión de la tecnología en el Derecho. 
 
REFERENCIAS 
 
 
AYESTARÁN ÚRIZ, Ignacio. Modernismo reaccionario y técnica: Heidegger frente a 
Nietzsche y Jünger. In: ALONSO, Andoni; AYESTARÁN, Ignacio; URSÚA, Nicanor 
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2015 
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<http://www.periodicos.ufrn.br/saberes/article/view/6423/5133>. Accesible el: 11 de octubre de 
2015. 
GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Traducción Ángela Ackermann. 
Barcelona: Herder, 2002. 
 
43 Heidegger no piensa que la necesidad de una Destrucción debe referirse solo contra la Teología. El pensamiento 
objetivador por excelencia es el metafísico, y su prototipo fueron los griegos. De acuerdo con esto, ellos habrían 
intentado representarse a sí mismos en el Ser del ente como presencia constante, desde el “presente”, o en la forma 
de un “ojos en los ojos”. O sea, su experiencia del Ser, seria “a” el tiempo, no como los primeros cristianos que 
“vivían el tiempo”. HEIDEGGER, Martin. ¿Qué es filosofía? 2. ed. corr. Traducción, estudio, notas y comentarios 
de textos por: Jose Luis Molinuevo. Madrid: Narcea Ediciones, 1980. p. 22-23. 
44 “En su obra Pensamiento post-metafísico Habermas constata, en el ámbito del pensamiento filosófico contemporáneo, 
una tendencia a cuestionar la tradición metafísica y el sistema cerrado de razón autorreferente que ella trae en su bojo. Indica 
que la idea de un sistema de razón como única forma de interpretar la realidad está demasiado arraigada dentro de la propia 
concepción del hacer filosófico-metafísico. HABERMAS, J. Pensamiento Post-Metafísico. Rio de Janeiro: Ediciones 
Tempo Brasileiro, 1984. p. 37 apud RIBEIRO, Caroline Vasconcelos. El fin de la metafísica según Habermas: 
ponderaciones a la luz del pensamiento heideggeriano. Principios, Natal, v. 16, n. 26, p. 107-108, julio/diciembre 2009. 
Disponible en: <http://www.periodicos.ufrn.br/principios/article/view/765/707>. Acceso el: 11 de octubre de 2015. 
45 [...] usamos el término “ontológico” – “ontología” para la aprehensión temática y para la concepción del propio 
Ser. Sí, en el fondo, hasta hoy y justamente hoy, el uso lingüístico se ha mostrado indeterminado y equívoco; 
ontológico es un término frecuentemente utilizado para decir óntico – y eso una vez más en el sentido de que 
dejamos al ente vivi r por él mismo y no dejamos que se evapore en términos idealistas. HEIDEGGER, Martin. 
Introducción a la filosofía. Traducción de Marco Antonio Casanova. São Paulo: Martins Fontes, 2008. p. 28-242. 
GADAMER, Hans-George. El giro hermenéutico. Madrid: Editora Cátedra, 1998. 
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37 apud RIBEIRO, Caroline Vasconcelos. El fin de la metafísica según Habermas: ponderaciones a 
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18 
 
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