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PP M3 (Resumen)

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El Análisis de los involucrados
Herramienta que cumple un rol esencial a la hora de hacer estrategias y estudiar en profundidad un proyecto. Para entender aspectos que abarquen desde una simple decisión hasta las políticas más complejas que se nos pudieran ocurrir. 
Un análisis de los involucrados realizado de manera correcta favorece las condiciones de evaluación del entorno de un proyecto, ya que posibilita la valoración y comprensión de los intereses y características de quienes están a favor o se oponen al plan. Este conocimiento previo permite elaborar las estrategias adecuadas para lograr la mayor aceptación posible y reducir algunos riesgos. 
Los involucrados pueden definirse como “las personas o grupos que tienen intereses a favor o en contra de un proyecto y que, a través de sus actitudes o acciones, pueden influir para el éxito o el fracaso del mismo”
Dentro es posible identificar “individuos, grupos u organizaciones que tienen un interés en el proyecto y que pueden movilizar recursos para afectar sus resultados de alguna forma”. “Están activamente relacionados con el proyecto y tienen intereses que pueden afectar de manera positiva o negativa los resultados de este”. En conclusión, se trata de identificar los grupos y organizaciones que están directa o indirectamente relacionados con el problema y analizar dinámicas y reacciones frente a su avance.
Mapa de actores: Descripción de sectores sociales implicados en la situación y análisis de los roles que cumplirán las personas relacionadas. También visualizar quiénes serán aquellos grupos sociales que se opongan a la planificación, de acuerdo con parámetros político-sociales de los diferentes grupos de interés y de poder.
Bajo esto, es posible “dar mayor objetividad al proceso de planificación y concitar acuerdos entre involucrados, al considerar diversos puntos de vista y fomentar un sentido de pertenencia de los beneficiarios”. Se definen tres operaciones claves: 
1. Identificar los involucrados. Definir y establecer qué actor se movilizará con relación al proyecto (posición actual y futura), por eso para realizar una tarea prolija y consistente es conveniente elaborar un listado de actores, la cual puede obtenerse a partir del conocimiento del grupo que está haciendo el proyecto y análisis de relaciones con el diseño del proyecto. Es recomendable dejarlo expresado y plasmado en un diagrama, permitiendo una visión de los distintos actores involucrados y conocer cuáles podrían ser las categorías de actores por utilizar, dependiendo de las características de cada actor. 
2. Clasificar los involucrados. Congregar a los involucrados en características como, si atañen o no a instituciones públicas, privadas u organizaciones; de acuerdo a la dependencia que existe con el proyecto; si se refieren o no al entorno o si son contratistas y empleados. También, el grado de cercanía con respecto al proyecto y toda otra característica que pueda ser de utilidad.
3. Posicionar y caracterizar los involucrados. Precisar posición, fuerza e intensidad de cada involucrado frente al proyecto. Lo que se pretende es:
· Precisar la posición: Indicar apoyo u oposición al proyecto o alternativa de proyecto del involucrado. Con “+”a favor, y “-”en contra.
· Definir la fuerza de acuerdo al involucrado: Establecer con qué poder se dispone para afectar el proyecto, la importancia del involucrado para el proyecto. En una escala, la posición del poder puede computarse como: 5 (Muy alto), 4 (Alto), 3(Medio), 2 (Bajo) y 1 (Muy bajo).
· Definir la intensidad: Grado de involucramiento con el proyecto. Importancia que el involucrado le da al proyecto. Este se vincula al interés: 5 (Muy alto), 4 (Alto), 3 (Medio), 2 (Bajo) y 1 (Muy bajo).
Se valora a los involucrados con una puntuación, evidenciando diversas clasificaciones.
Poder-interés. Influencia-impacto. Poder-influencia. Expectativa-fuerza.
¿Cuál usar? Dependiendo de la naturaleza del proyecto, serán más o menos útiles. Es recomendable tener en cuenta y desarrollar este, utilizando dos o más modelos.
4. Identificación, análisis y selección con involucrados. Luego de identificación y establecimiento de las ponderaciones (intereses, potenciales y limitaciones de cada uno), se realiza diferentes actividades que permitan la participación en la identificación, análisis y selección del problema objetivo y de alternativas de solución. Con la existencia de varias técnicas de participación entre las cuales se encuentran: técnica de grupos nominales, técnica Delphi, Método EASW, núcleos de intervención participativa, etc.
Criterios al realizar el análisis de involucrados. Se basan en el posicionamiento de intereses y poder de cada uno, se considera elementos de gran relevancia:
· La jerarquía formal o legal (conducción o control, encargados de presupuestos).
· El liderazgo (formal o informal: carisma, político, familiar, conexiones).
· El control que posea sobre los recursos que resultan estratégicos para el proyecto (ejemplo: Proveedores de insumos).
· Poseer conocimiento especializado relevante para el proyecto.
· Capacidad de Negociar.
· La relación con los otros involucrados.
· El status político, económico y social.
· Influencia con personas o grupos importantes.
· Grado de dependencia o condicionamiento de otros involucrados.
· Vinculación con el éxito de otros proyectos.
Esto sirve para plasmar (no solo listar), posición y ubicación que toma cada actor con respecto al proyecto. En referencia al mapeo que se hace para vislumbrar la situación en la que se ve inmersa la realidad del proyecto en cuanto a los actores participantes. Graficarlo sería reflejar diversos puntos identificando a los involucrados y sus puntos de interés y de poder. (5x5) Ejemplo: PODER = 4 e INTERÉS = 31.
 
Se aplica para identificar las personas a favor, como para definir las personas en contra (obstáculos). Al finalizar, se arma respuestas para cada circunstancia de involucrados
Otros aspectos para la identificación de actores. Nos referimos a las diferentes teorías que analizan el comportamiento que poseen los actores. Una de las primeras a las que podemos referirnos, es la de modelos espaciales, la cual entiende que las disímiles propuestas de políticas públicas representan a los diversos espacios políticos. Se trata de politizar un tema
Anthony Downs sostiene que los políticos tienden a adoptar estrategias y propuestas en sus campañas a partir del reconocimiento de las preferencias del “votante mediano”, acercándose a los intereses del votante mediano, quien representa la mayor cantidad de votos, para triunfar en un proceso electoral
Si los candidatos A y B quieren obtener el voto del votante mediano deben llegar al centro. Las áreas roja y azul representan a los votantes que A y B esperan haber persuadido.
La teoría de Juegos, analiza el modo en que se dan las interacciones humanas en situaciones estratégicas, las opciones, y decisiones individuales que cada participante espera que hagan los demás. Dentro de este, están: dilema del prisionero, juego de la gallina o juego del ciervo.
Otra es la de principal/agente, establece los rasgos de la delegación entre una persona o grupos de autoridad y otras a las cuales se les delega esta autoridad. La corriente sostiene que el hecho de la delegación engendra relaciones múltiples:
Entre ciudadanos y elegidos; entre militantes y dirigentes de un partido; entre el gobierno y la mayoría parlamentaria; entre ministros y burocracias; entre una administración central y una administración local. Los enfoques de principal/agente se han utilizado para analizar las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo; entre el Poder Ejecutivo y su burocracia; o al interior de organizaciones económicas.
Delegar “permite eficacia en la realización de tareas, a partir de buscar un grado de especialización de los agentes”. Los agentes involucrados o pertinentes almacenan y sedimentas para sí información y competencia que fortalecen la acción pública. Sin embargo, “la delegación crea elriesgo de que el agente no defienda los intereses del principal”. Esto ocurre “cuando los incentivos del agente no son compatibles con los del principal”. Se dice que la delegación acarrea la generación del “problemas de agencia” que hay que identificar para ofrecerles solución.
Dependencia de la trayectoria (path dependence), evidenció la importancia de comprender los procesos de surgimiento y cambio de las instituciones. Para uno de sus autores, Douglass North, “el fenómeno de la dependencia de la trayectoria se apoya en el comportamiento de los individuos al interior de las instituciones, explicando por qué las instituciones son estables y resistentes al cambio”.
Otros, pusieron a la luz “que las decisiones iniciales en materia de diseño institucional tienen implicancias de largo plazo en materia de desempeño económico y político”. Además, hay autores que enfatizan el análisis de las instituciones políticas, donde los procesos “dependen de la capacidad de los actores para alcanzar y hacer cumplir acuerdos, o sea, de cooperar”. Hablando desde las instituciones políticas y decisión.
“¿Bajo qué condiciones es posible cooperar?” Con respecto a ello, se sostiene que existe una multiplicidad de factores facilitadores en los procesos de formulación de políticas, que son de carácter histórico, cultural, social y hasta económico.
Análisis del Problema
Los problemas reales son los que afectan al colectivo beneficiario con el que se quiere trabajar y no los problemas posibles, potenciales o futuros. Elaborar una adecuada y certera identificación del problema es clave para un buen resultado de un proyecto. Si bien existe un margen de racionalidad limitada y de discrecionalidad, siempre es bueno aspirar a lograr la mayor exactitud posible a partir de realizar todo el esfuerzo por conocerlo razonable y acabadamente. De lo contrario, no se podrá llegar a una solución satisfactoria de un problema.
Definir el problema central
Enfatizar y analizar e identificar el problema principal. Debido a una exhaustiva definición del asunto permite dar una mejor respuesta. Esto implica aunque no sea la más óptima en la racionalidad, pero evitará que se deban ejecutar grandes modificaciones o fracasos a lo largo de los pasos siguientes. En este sentido, como técnica, en términos de análisis, a partir de una primera “lluvia de ideas”; buscando establecer cuál es, a ojos del grupo de expertos o encargados, el problema central que afecta a la comunidad analizada. Criterios de prioridad:
 Expresar negativamente el problema central.
 Centralizar las causas y efectos bajo un único problema central. Ello, acota el análisis y hace más factible el poder plantear soluciones.
 Poseer una visión clara y distintiva entre lo que son soluciones y lo que es un problema.
 Examen de puntos críticos y cruciales.
Graficar el árbol de efectos.
Definir y plasmar gráficamente los efectos del problema. De ello, se podrá obtener información valiosa, como es la de un análisis y verificación, según la importancia de cada efecto, establecer y tener un orden y gravedad de las consecuencias.
Del problema central se van a deducir cada efectos posibles, los cuales se grafican hacia arriba. Garantizando un orden para mejor visualización de los mismos. Si como resultado se llega a la conclusión de que los efectos son importantes, se puede decir que el problema amerita una solución. De aquí en más, se procede al análisis de las causas que lo están ocasionando.
Graficar el árbol de causas.
Foco en las causas que puedan originar el problema. Es crucial comprender el encadenamiento que tienen estas causas. Particularmente, es fundamental llegar a las causales primarias e independientes entre sí, que posiblemente estén originando el problema. En consecuencia, se trata de ahondar en las capas más profundas del problema, ya que, detectando la mayor cantidad de fuentes problemáticas posibles en el árbol de causas, “más cerca se estará de las posibles soluciones que se deben identificar para superar la condición restrictiva que se ha detectado”. En el siguiente cuadro, se muestra el árbol de causas:
 “En medida que se resuelvan las últimas causales del encadenamiento se puede decir que, analíticamente, se está contribuyendo a superar positivamente la condición negativa planteada”. Ejemplo, si la causa única 3.1.1 se supera, implicará que, “automáticamente”, se resuelvan las causales 3.1 y 3. De un modo similar, para superar la condición 2 es preciso levantar las restricciones 2.1 y 2.2., y así sucesivamente.
Graficar el árbol de problemas
Una vez finalizados los pasos, se obtiene un cuadro que represente el resumen de la situación del problema. Una foto casi perfecta de lo que es el problema y lo que lo rodea. “En esta primera etapa de la preparación de un proyecto, todos los planteamientos, además de contribuir a ordenar el camino seguir en el desarrollo de las alternativas de solución que se pueda proponer”, se logran por quien lleva el análisis; así como las fuerzas que juegan como facilitadoras u obstaculizadoras al proporcionar información, y la capacidad intelectual con la que se nutren los analistas. Todo lo que se plasma en este, se hace “en términos de hipótesis de trabajo que se deben corroborar o rechazar en función de la profundización de los estudios que hay que hacer, incluido la consulta a los afectados a través de métodos participativos”. Se obtendrá como resultado la siguiente imagen en torno al problema central por resolver:
Luego de un profundo proceso intelectual de análisis obtendremos un panorama de en dónde estamos posicionados en torno al problema que nos compete, otro aspecto relevante es que el posicionamiento del análisis es un proceso histórico y dinámico. Así, no puede entenderse que la “fotografía” que se realiza en torno al problema se mantenga estática a lo largo de estas actividades. Ante todo, es esperable que, como en todo proceso, la configuración de los actores en torno al problema esté en constante definición y redefinición.
Como todo proceso social, es esperable que los visibles sean los cambios en las condiciones sociales, económicas, políticas, etc., que originaron la problemática. La dinámica sociopolítica “es un proceso de lucha por la dirección de estrategias de resolución”. Cada actor “cumple un rol” dentro de la dinámica y definición del problema y en sus etapas de encorsetado.
Los actores políticos justifican su participación en los procesos de política debido a que poseen el poder de representar a los ciudadanos, de esa manera llegaron al poder. Se embisten y actúan bajo la legitimidad representativa. Esto supone que su participación, no se pueda tomar sin el consenso popular. Cuanta más alta la cuota de consenso que dicho sujeto se atribuye, más alta la influencia que este ejerza en el proceso de política pública
No es cierto que este sea el único elemento que tener en cuenta en este nivel de actuación. Aunque ha de considerarse cierto marco de discrecionalidad, todo ello se encuentra dentro de un ámbito de acciones reglamentadas e institucionalizadas. Desde este punto de vista, los actores burocráticos son sujetos para tener en cuenta como partícipes e influenciadores. 
La especialización por campos de política pública es plasmada a través del modo en que se encuentran estructuradas y organizadas las entidades e instituciones que conforman los Estados modernos. Para hacer más eficientes sus procesos, la organización estatal suele requerir que se diferencie qué actores asumen responsabilidades y qué mecanismos tienen a su disposición para ejercerlas, en pos de una adecuada resolución del problema. En este sentido, la población a la que se responde es un involucrado más.
La población objetivo engloba a la sociedad cuyo accionar es considerado, como la causa directa o indirecta del problema, donde se encuentran factores de un problema de política pública. La conformación de dicho es difusa, debido a que se vincula con la definición del problema y “del nivel de consenso que logren los actores al momento de incorporarel asunto público a la agenda del gobierno”. Depende de quiénes sean considerados los beneficiarios finales directos e indirectos.
Es posible mencionar una última, la de actores terciarios o informales, que hace referencia a:
Conjunto de participantes que, en mayoría privados y sin que la política pública les esté destinada o las estructuras legales y burocráticas los involucren, actúan considerando la probabilidad de impacto de resultados de la estrategia de intervención en ellos o sus intereses.
En este, encontramos a los intelectuales expertos, los cuales son “sujetos que, al poseer un considerable volumen de recursos cognitivos, cuentan con la legitimidad necesaria para intervenir en los asuntos de política”. Su rol es condicionar la problematización de los asuntos de la política. Los expertos mencionan que, enfocan su esfuerzo en los asuntos que los grupos de interés logran posicionar en la agenda pública.
Enumerar las alternativas y seleccionar la estrategia óptima
El árbol de medios y fines, el árbol de causa y efecto
El término metodológico, la siguiente parte del proceso es describir la situación a la que se desea llegar, y definidos todos los elementos en torno al problema (inclusive su relación con los actores pertinentes a él). Luego del establecimiento del problema, se procede al análisis de objetivos, en dos actividades complementarias y simultáneas. Con ello, hacemos referencia a la actividad de graficar y validar el árbol de medios y fines.
Graficarlo “implica cambiar las condiciones negativas del árbol de problemas a condiciones positivas, deseadas y viables de ser alcanzadas”. Todo lo que se había identificado como causas en el de problemas, se transforman en medios en el de objetivos. Los que eran efectos se convierten en fines y lo que era el problema central es ahora el objetivo central del proyecto.
El buen resultado de esta depende del buen y exhaustivo desarrollo de su contraparte. Así, el segundo no es más que poner en blanco el primero. Es importante haber confeccionado bien el árbol de causas y efectos, para poder llegar a buenos fines y medios, ya que de este se deben deducir las alternativas de solución para superar el problema.
Como segunda actividad, se examinan las relaciones entre medios y fines para garantizar que el esquema sea válido. En el desarrollo, pueden detectarse inconsistencias. Allí, es necesario volver y realizar una revisión para detectar las fallas que se puedan haber producido, si es necesario. Siempre teniendo en cuenta la flexibilidad del método, “pueden modificarse las formulaciones que no se consideren correctas, agregar nuevos objetivos que se consideren relevantes y no estaban incluidos y eliminar aquellos que no eran efectivos”
La selección de la estrategia óptima
En esta, se formula acciones para solucionar el problema planteado. Para esto se utiliza como herramienta el árbol de objetivos (medios) con el fin de buscar, una acción que lo concrete en la práctica. Los pasos serian:
· Identificar las acciones: Se precisan acciones tendientes a materializar. Ejemplo, si en el árbol de objetivos uno de los medios fuera el uso eficiente de las jornadas escolares, una acción para este sería “un aumento en las jornadas escolares”. Los medios que deben ser puestos en marcha son los de la parte inferior del árbol de objetivos. 
Para concretar el accionar de un medio existen distintas formas, lo que implica que para cada medio existen diversas acciones posibles. Un buen o mal desarrollo de esta dependerá de la creatividad y experiencia de quienes realizan el análisis del problema.
Se recomienda un buen número de acciones por cada medio, es importante vigilar y verificar la coherencia entre causa, medio y acción. Ya que existe una relación y conexión lógica entre estos tres aspectos del análisis. “La existencia de un problema se explica por la existencia de una causa que lo provoca, para solucionarlo es necesario recurrir a unos medios que eliminen la causa, para hacer efectivos este medio se debe identificar una acción que lo operacionalice”
Relación entre los aspectos del análisis
· Discriminar entre acciones complementarias y excluyentes: Forman parte de las “acciones complementarias” aquellas realizables y posibles en conjunto y que van a complementar sus aportes para solucionar el problema. Se denominan acciones excluyentes aquellas que no se puedan realizar en conjunto. Estas nos ayudan a decidir por una. Ejemplo entre, “reparar un camino” o “reconstruir un camino”, la decisión las clasifica como excluyentes. Gráficamente:
· Análisis de las alternativas: Plantearse cuál o cuáles de las soluciones pueden ser acometidas por el proyecto en marcha. Se trata de ser y tener un carácter reflexivo de la capacidad de la organización que va a desarrollar el proyecto, de los medios de los que dispone, los recursos que puede manejar y el entorno que rodea al proyecto, de eliminar las acciones que no se puedan llevar a cabo. Se trata, de reflejar las alternativas posibles y justificar la elección de ellas. Cada perspectiva que se plantee debe ser examinada desde el punto de vista que contempla su viabilidad entendida como oportunidad de poder realizar la alternativa que fue seleccionada. Como en cada una de las etapas, la realización de una matriz en la que se recojan las distintas opciones y los criterios elegidos, puede facilitar dicho análisis
Estrategias óptimas. Implica que cada alternativa deberá ser analizada en diferentes aspectos, como:
Costos totales en valores presentes y futuros.
Viabilidad financiera y económica.
Viabilidad técnica.
Habilidad para mejorar y mantener recursos.
Sostenibilidad.
Contribución al fortalecimiento institucional y construcción de capacidad gerencial.
Impacto ambiental.
Aceptación por parte de los beneficiarios.
Compatibilidad del proyecto con prioridades de un sector o un programa
Finalmente, entre las alternativas se escogerá aquella con pertinencia, eficiencia y eficacia
Agenda gubernamental
La forma en que se definen las problemáticas que se van a tratar requiere la consideración de diversos elementos que moldean, direccionan y redireccionan su sentido. La cantidad total de problemas que preocupan a la sociedad representa un amplio abanico de temáticas y asuntos que los problemas que reciben atención por las administraciones públicas. 
· Los que inquietan y son de relevancia para la sociedad se llama agenda sistémica. 
· Los líderes políticos o sociales se nutren y seleccionan lo que puede pasar como problemática por resolver. Se está hablando de formación de la agenda institucional.
Que un tema esté incluido en la agenda institucional constituye una condición necesaria, aunque no suficiente, para que el asunto sea motivo de una política pública. “En ocasiones los problemas entran en la agenda institucional y luego desaparece, por disipación de problemas o porque no reciben atención, incubación de temas”.
Es necesario comprender las características que asume el proceso a través del cual problemas llaman la atención del gobierno como asuntos posibles de política pública. Lo importante es detectar cuál es el código que permite calificar a un problema como público, diferenciando los problemas públicos de los privados.
Problema público, la situación se juzga políticamente como problemática y es objeto de un debate político. Depende de la cultura y los valores de una sociedad. Aguilar Villanueva, a tener en consideración: ‘Leyes, valores, ideas, compromisos históricos, delimitan el universo de los problemas a calificar como públicos y de competencia gubernamental’. Estos son limitados e insuficientes para dar respuesta a la motivación de dicha selectividad. Existen actores que abren caminos para la calificación de esos problemas como públicos, movilizando los apoyos necesarios. Deben verse como promotores, negociadores y creadores de opinión para que el problema alcance al público. Se resalta el rol de los medios de comunicación, puesto que la importancia, alcance y tiempo que les pueden otorgar a problemasconstituyen una ayuda para que logren ser calificados como públicos. 
McCombs y Shaw, 1972, 1976
Primera investigación en los setenta, mostraban la influencia que los medios de comunicación ejercían sobre la conformación de la agenda gubernamental y de la agenda pública. 
Rogers y Dearing, 1987
Plantearon críticas al modelo que se intentaba validar, al reconocer que las vinculaciones entre los medios de comunicación, grupos de interés y tomadores de decisión son más complejas y que la relación entre medios y agenda institucional es de influencia recíproca.
​​​​​​​ Cobb y Elder, 1972; y Kingdon, 1984
Sugieren que la agenda de gobierno es un proceso mal estructurado y contingente que se asemeja al “bote de basura” puesto que, ante la sobrecarga de asuntos y demandas de la “agenda sistémica”, la selección de una cuestión como objeto merecedor de atención es resultado de la confluencia no casual, pero tampoco previsible, de problemas, soluciones, actores participantes y oportunidades de elección. 
Diversos factores de contexto le otorgan previsibilidad al proceso de formación de la agenda gubernamental, filtrando los problemas y demandas provenientes de la sociedad.
Motivos ideológicos, políticos y constitucionales determinan que la atención del gobierno se restrinja a ciertos problemas de la agenda sistémica, al establecer límites a la legitimidad de su intervención y generar mayor sensibilidad del gobierno y dependencias gubernamentales por ciertos asuntos y grupos mientras que mayor resistencia y hostilidad hacia otros. Se configura, “un patrón de atendibilidad y aceptabilidad de problemas públicos”. Existe un patrón de plausibilidad político administrativo por la restricción de recursos (fiscales, humanos, legales, tecnológicos, morales, políticos y organizacionales) e ideas que padece todo gobierno.
Si una situación percibida como problemática no se condice con las respuestas disponibles y viables, no llamara la atención del gobierno. 
Patrón de receptividad colabora en la estabilización y orden de reclamos sociales. Es posible que ciertos problemas no encuentren oportunidades en la medida que este se halla ocupado en asuntos previos. Sin embargo, circunstancias específicas (cambio de clima en la opinión pública, cambios en el parlamento que alteran la correlación de fuerzas, cambios en la conducción presidencial y eventos críticos) pueden constituir una oportunidad propicia, pero de duración limitada denominada policy windows, para despertar la atención del gobierno. Ciertas particularidades que presentan los problemas públicos pueden contribuir a aumentar las probabilidades que estos tienen de llamar la atención de los gobiernos. 
Factores que determinan el acceso de un problema percibido relevante a la agenda. 
· El poder: La inclusión de una cuestión en la agenda es resultado de un proceso de competencia entre asuntos y necesidades y confrontaciones de perspectivas sobre el problema, sus contenidos sustanciales o los procedimientos adecuados, su tratamiento y resolución. Esas competencias y confrontaciones involucran a actores sociales con diferentes recursos, capacidades organizacionales y de gestión, como articulaciones con los ámbitos institucionales establecidos, pero también a actores gubernamentales y estatales. La consecuencia es que los actores con más recursos tienen la capacidad para influenciar esos procesos, y para determinar los enunciados mismos de los problemas. La agenda pública no solo impacta sobre qué pensamos acerca de determinados eventos, sino también sobre qué eventos pensamos. 
· Los valores: La incorporación de un problema no resulta solo de una modificación de la situación enfrentada, o del poder, también puede ser producto de una diferente evaluación de esa situación. Cambio en los valores sobre algún aspecto puede contribuir a que situaciones se problematicen y se incorporen a la agenda sistémica. 
· Las tecnologías: Las tecnologías, puede convertir a un ámbito de la realidad no problematizado en un objeto de debate público.

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