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EL ACTO DE CUIDAR GENEALOGÍA EPISTEMOLÓGICA DEL SER ENFERMERO Santiago Jorge Durante Editorial El Uapití Marcela Texto escrito a máquina Marcela Texto escrito a máquina Marcela Texto escrito a máquina 13 En mi experiencia docente, asistencial y de conducción dentro de la enfermería, he tenido oportunidad de cotejar, durante años suce- sivos, el hecho que un considerable número(1) de enfermeros profesionales -incluso muchos licenciados en enfermería-, poseen serias dificultades para describir con palabras aquello a que se dedican. Muchos, incluso con una notable antigüedad en la profesión y otros con una vasta formación complementaria. Dificultad instalada, incluso, desde la definición misma del concepto de “enfermería” y de sus características definitorias o elementos constitutivos, tales como: “sujeto cuidado”, “cuidado”, “experiencia de salud”, “entorno”, entre otros. Cuando se me brindó la oportunidad de asumir la titularidad de la Cátedra de Enfermería General III, del Segundo Ciclo(2) de la Carrera de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Maimónides de Buenos Aires, no tuve mejor idea que compartir con ellos estas reflexiones, obte- niendo excelentes resultados. Este volumen transcribe algunas conversa- ciones que he podido mantener con mis estudiantes, a fin de compartir nuestra experiencia con el resto de la comunidad de enfermería. Pero, volviendo al nudo de nuestro dilema, me gustaría agregar que, con respecto a la definición del término “enfermería”, no sólo he corrobo- (1) Nota del Autor: cotejado de datos de más de 1.000 encuestados. (2) Segundo Ciclo: en Argentina, la formación de enfermería está organizada en dos ciclos: un ciclo básico, mediante el cual se obtiene el título de Enfermero Profesional, y un Segundo Ciclo, con el que se alcanza el título de grado académico de Licenciado en Enfermería. INTRODUCCIÓN el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo14 rado más de ocho tipos distintos de respuestas -todas ellas con una concep- ción particular del ser y del hacer enfermero-, sino que -y lo más alar- mante de todo- un elevado porcentaje de los sujetos evaluados era incapaz de esbozar cualquier definición de la profesión. Este hecho es particular- mente significativo, ya que, más allá de la concepción que cada uno tenga de lo que hace como profesión, o incluso como actividad laboral, considero que debe dársele algún sentido desde la puesta en palabras. No me refiero aquí al cuidado cotidiano, a la situación de cuidar que puede darse dentro del seno familiar -la madre que cuida al niño-, sino que me estoy refiriendo al cuidado como un proceso intelectual y deliberado, producto y objeto de nuestra disciplina, es decir al cuidado profesional. Habitualmente reafirmamos que la función primordial de la enfer- mería es “el cuidado de la persona que en contacto con su entorno vive expe- riencias de salud”. (1) Pero, ¿nos hemos detenido a pensar alguna vez cuáles son los elementos implicados en el acto de cuidar y de qué manera influyen en nuestro quehacer cotidiano? Santiago Jorge Durante Lanús, junio de 2OO7 (1) PHANEUF, M., “Cuidados de Enfermería. El Proceso de Atención de Enfermería”, España, Interamericana McGraw-Hill, 1993. 15 El presente libro ha sido estructurado de acuerdo a los requisitos pedagógicos de la primera etapa del segundo Ciclo de la carrera de Licenciatura en Enfermería, criterios compartidos por casi todas las instituciones educativas del país y Latinoamérica. He tratado de mantener en toda su estructura argumental, una lógica para el Aprendizaje Basado en Competencias (ABC), mediante la arti- culación de contenidos conceptuales (conceptos), actitudinales (actitudes) y procedimentales (habilidades).(1) Esta idea engloba tanto el “saber hacer”, como el “poder hacer” y, sobre todo el “querer hacer”, a fin de consolidar la forma de asumir el “yo profesional”, de involucrarme desde la voluntad de brindar un cuidado profesional (más allá del cuidado vocacional o del cuidado meramente técnico). He introducido, además algunas herramientas del Pensamiento Crítico, a través de ejercicios prácticos, a fin de guiar al lector en los procesos del pensamiento aplicados a las distintas etapas del quehacer enfermero. Cabe aclarar que muchos de los contenidos de esta obra son relecturas y adaptaciones de los que podríamos llamar “clásicos” de la disciplina. Es, por ejemplo el caso de buena parte de lo tratado en el capítulo del Método, que hace referencia al Proceso de Atención de Enfermería. En lo que respecta al resto de los contenidos, en su gran mayoría son construcciones intelectuales originales, basadas o sustentadas en conocimientos no sólo provenientes de nuestra profesión. En efecto, para el abordaje de determi- nados temas, he acudido a autores provenientes de la sociología, la antro- pología, la filosofía, la psicología, la medicina, además de la enfermería. Cuenta de ello dan las citas bibliográficas que, oportunamente hallará el lector a pié de página. Por otra parte, sugiero que sean consultados en forma independiente los textos mencionados a fin de que el estudiante o (1) Nota del Autor: el concepto de gestión por competencias nació en Harvard en 1973, con David McClelland, experto en recursos humanos. ALGUNAS ACLARACIONES PARA EL LECTOR el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo16 el profesional con curiosidad, pueda profundizar en los temas abordados desde otra perspectiva. Dicho esto, y aclarados los aspectos fundamentales de la presente obra, los invito a la lectura crítica, el análisis objetivo y la reflexión profunda de los temas que aquí se abordan. Su discusión y puesta en común se trans- formarán, a mi humilde entender, en un importante paso de la maduración de la disciplina enfermera. 17 ESQUEMA GRÁFICO DE LA ESTRUCTURA MACROTEXTUAL DE LA PRESENTE OBRA Elementos constitutivos Cuidado Humano / Cultural Paradigmas EL CUIDADO PROFESIONAL (Cap. 1) Concepto de Salud Relación Salud-Enfermedad Normalidad LA EXPERIENCIA DE SALUD (Cap. 2) Necesidad / Problema Unidad de cuidado Respuestas Humanas Homeostasis / Homeóresis LA PERSONA CUIDADA (Cap. 4) Competencias Rol / Identidad / Imagen Concepto de Enfermería Arte / Ciencia / Disciplina Profesión / Oficio / Vocación EL PROFESIONAL DEL CUIDADO (Cap. 3) El tiempo terapéutico La organización como ámbito terapéutico La organización como ámbito laboral EL CONTEXTO ESPACIO- TEMPORAL (Cap. 6) Etapas del PAE La comunicación El MÉTODO (Cap. 5) La relación sujeto cuidado / profesional Proceso de Atención de Enfermería 19 Elucidar significa “pensar el acto”, reflexionar sobre aquello que hacemos y que pasa desapercibido ante nuestros incautos ojos. A fin de empezar a adoptar una actitud crítica sobre aquello que vivenciamos como “ la Enfermería” los invito a realizar un ejercicio intelectual, una lectura reflexiva de nuestro quehacer cotidiano. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA SITUACIÓN DE CUIDAR Me gustaría que podamos reflexionar sobre la situación específica del “cuidado”, de modo tal que podamos analizar en profundidad todos y cada uno de los elementos que están implicados dentro de ella. Para emprender dicha tarea podríamos imaginar el cuidado como la repre- sentación o puesta en escena de una obra de teatro. Allí observaríamos a dos personajes principales, los protagonistas: la enfermera y el “paciente”. La escenografía representaría más o menos fidedignamente(1) una sala de hospital, con sus paredes azulejadas hasta el techo y sus pies de suero diseminados entre las camas de hierro. Ahora bien: considero que lo más prudente y, trayendo a colación el título del presente capítulo, sería tratar de establecer si el cuidado es, en definitiva un acto. Y se confrontan aquí (1) fidedigno: digno de crédito. “ELUCIDACIONES EN TORNO AL ACTO DE CUIDAR” Capítulo 1 EL CUIDADO EXPERIENCIA DE SALUD MÉTODO PROFESIONAL DEL CUIDADO PERSONA CUIDADA CONTEXTOESPACIO - TEMPORAL El CUIDADO PROFESIONAL el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo20 una serie de cuestiones ontológicas(1) que merecen ser, al menos analizadas detenidamente. En efecto, la concepción del cuidado ha atravesado de manera tangen- cial(2) la totalidad de los paradigmas que han embebido de significado a la disciplina enfermera, en forma particular, pero también a la humanidad en su conjunto. Desde sus orígenes el hombre ha practicado el cuidado del prójimo como una forma de supervivencia de la propia especie. Tanto es así, que los científicos determinan el cuidado como el elemento que ha determinado la evolución y la adaptación de la humanidad a través de las distintas eventua- lidades atravesadas durante su evolución. Ya el hombre primitivo, a partir de haber experimentado la necesidad de socialización, conformó clanes o tribus para dar respuesta a sus más inmediatas demandas de subsistencia -comida, abrigo, seguridad- para lo cual se pone de manifiesto el origen del grupo como unidad funcional de la sociedad. Está ampliamente comprobado, por ejemplo, que los neanderthales constituyeron sociedades complejas, con fuertes lazos entre sus miembros, que desarrollaban distintas medidas sanitarias como el cuidado de los indi- viduos heridos y el dar sepultura a los muertos(3). No es difícil imaginar de que manera, desde sus inicios mismos, el hombre ha adoptado para su adaptación al medio todo tipo de artimañas(4) prehumanas o características del reino animal. Así, como un animal lasti- mado que lame su herida para limpiarla disminuyendo de esta manera el riesgo de contaminación; de la misma forma el ser humano primitivo habrá cuidado de la contaminación sus propias lesiones de distinta natu- raleza, según el tipo de riesgos a los que se veía expuesto. Podríamos, pues estar frente a lo que llamaríamos proto-asepsia, para otorgarle un término científico. Seguramente habrá utilizado primero su lengua, para más tarde realizar la higiene valiéndose del agua de lagos, lagunas y ríos e incluso incursionar en la utilización de la savia producida por determinadas plantas -como el aloe(5), utilizada aún en la actualidad- o de productos como la miel -lo cual quedó plasmado en los antiguos papiros egipcios como un trata- miento eficaz para el cuidado de las heridas-. Lo mismo sucedería, segu- (1) ontología: parte de la metafísica que trata de las propiedades trascendentes del ser. (2) tangencial: que tiene algún punto de contacto con una superficie. (3) CLARIN, “Historia Universal - Prehistoria y Primeras Civilizaciones”, Ed. Sol. Barcelona, 2004. (4) artimaña: artificio, artilugio o astucia. (5) aloe: planta perenne de la familia de las liláceas. De ella se extrae un jugo empleado en medicina. 21el cuidado ramente con las fracturas: observando las conductas animales, podemos ver claramente como inmovilizan de inmediato el miembro afectado por la fractura. En forma refleja -ya sea por el dolor que les provoca moverlo o bien por la limitación propia de la capacidad de movimiento provocada por la lesión- el hecho de inmovilizarlo limita el daño a los tejidos circun- dantes y favorece la consolidación del hueso. Es fácil, pues imaginar los rudimentarios elementos de inmovilización de los que pudieron haberse valido estos primeros homínidos(1). Vemos también, como típico ejemplo del cuidado higiénico-sanitario brindado a otros miembros de la comunidad, en los simios y demás primates que se buscan y quitan los piojos los unos a los otros. Muchos de estos ejemplos se dan en la natu- raleza, incluso en animales de distinta especie, como puede suceder en algunas relaciones de tipo saprofítica(2) o de “ayuda mutua”. Pero es aquí donde se establece, tal vez la primera gran diferencia entre el sujeto humano y el resto de las especies del reino animal: en su relación con el más débil, con el herido. El ciervo más débil es aquel que se desplaza con más dificultad y, en consecuencia es el que cae en las garras del depredador y permite así la huída del resto de la manada. Desde la madre que alimenta y abriga a sus hijos, hasta aquel que acerca un poco de agua a la boca del sediento. La caridad, la solida- ridad, la vocación de servir a quien más lo necesita, pueden considerarse rasgos naturales del individuo, comunes en todas las épocas y en todas las culturas y civilizaciones y ser la semilla misma de la naturaleza humana. También la violencia, la intolerancia y la crueldad, son características propias del género humano; pero, en todo tiempo, tras una batalla o luego (1) homínidos: familia de primates que comprende una sola especie: el Homo sapiens. (2) saprófito/a: dícese de un ser vivo que extrae de las materias orgánicas en descomposición las sustancias que le son necesarias. La palabra “vocación”, derivada de la alocución latina “vocatio” -“ llamado”, se usó originariamente para hacer referencia al “ llamado divino” del sacerdocio, entendido éste como una entrega total e incondicional hacia dicha actividad. Aplicada al concepto del cuidado de personas, ha hecho aún más distante la relación entre la Enfermería y el sentido de profesión. Incluso ha influido negativamente en los históricos reclamos por un posicio- namiento eficaz dentro del ámbito laboral, sobre todo en cuestiones tan sensibles como el salario. Es por ello que hay que aplicarla con mucha cautela, sobre todo en la etapa de formación. La palabra “vocación”, derivada de la alocución latina “vocatio” -“ llamado”, se usó originariamente para hacer referencia al “ llamado divino” del sacerdocio, entendido éste como una entrega total e incondicional hacia dicha actividad. Aplicada al concepto del cuidado de personas, ha hecho aún más distante la relación entre la Enfermería y el sentido de profesión. Incluso ha influido negativamente en los históricos reclamos por un posicio- namiento eficaz dentro del ámbito laboral, sobre todo en cuestiones tan sensibles como el salario. Es por ello que hay que aplicarla con mucha cautela, sobre todo en la etapa de formación. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo22 de una guerra, ha habido y habrá quienes se organicen en pos de brindar alivio al que sufre, al que ha sido herido. Tal vez, tan antigua como las primeras manifestaciones de humanidad que han tenido nuestros primitivos ancestros, ha sido la vocación de brindar cuidado. No es pues el espíritu del cuidador el que ha variado con el devenir de los siglos, sino más bien, el concepto de necesidad de dichos cuidados y las teorías que se han ido sosteniendo en las diferentes culturas en lo rela- tivo al significado de salud y de enfermedad que cada una les ha dado. Patricia Donahue hace referencia a la etimología(1) de la palabra nurse –“enfermera” en inglés– y sus connotaciones históricas. Al respecto menciona: “La enfermería tiene su origen en el cuidado materno de los niños indefensos y tiene que haber coexistido con este tipo de cuidado desde los tiempos más remotos. La palabra inglesa nursery deriva del vocablo latino nutrire, "nutrir". El término inglés nurse también tiene sus raíces en el latín, en el nombre nutrix, que signi- fica "madre que cría". A menudo hacía referencia a una mujer que amamantaba a un niño que no era hijo suyo, o sea un ama de cría. Con el tiempo, el término nutrix se utilizó para identificar a una mujer que criaba, lo que suponía una definición más amplia aunque todavía relacionada con la idea de engendrar. Los vocablos latinos fueron la base de la palabra francesa nourrice y de la española nodriza, que también se referían a la mujer que amamantaba a un niño, en especial al hijo de otra.”(2) Como vemos, los términos sajones -inglés y francés- se aproximan mucho más al origen o génesis de la profesión, que el término castellano de "enfermera", seguramente más reciente ya que hace mención directa a la palabra "enfermo" o "enfermedad", que nostransporta a un pasado menos remoto, y más acotado, limitando la actividad de enfermería a la atención o cuidado del individuo enfermo(3). Como práctica u oficio concerniente al cuidado de la salud, nace la Enfermería Empírica(4), hija de la maternidad, la religión, la guerra y, (1) etimología: origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma. (2) DONAHUE, P., “Historia de la Enfermería”. Mosby - Missouri, 1985. (3) Nota del Autor: para analizar un poco más en profundidad el tema etimológico, puede consultarse el capítulo “Ser o no ser”, del texto: DURANTE, S., “Claves para pensar la Enfermería”. Ed.El Uapití-Universidad Maimónides. Buenos Aires, 2005. (4) empirismo: sistema, método o práctica que se funda sólo en la experiencia, sin recurrir al razonamiento ni al conocimiento teórico. 23el cuidado posteriormente la ciencia. Función compartida por casi todas las culturas y destinada a la mujer desde los inicios de la historia, el cuidado de los más débiles -enfermos, niños y ancianos- se fue convirtiendo con el pasar de los siglos, desde una obligación casera hacia los miembros más cercanos de la familia, en un deber para con Dios y un modo de servir a los semejantes y, más tarde, una muestra de patriotismo cívico en la atención de los heridos en combate, transformándose finalmente en lo que es hoy: una profe- sión abrazada por hombres y mujeres, con profunda vocación de servicio, inquietud de progreso profesional y una vasta curiosidad científica. Ninguna ciencia o arte que pretenda crecer y desarrollarse en la sociedad puede obviar sus orígenes, pues son aquellos esbozos los que le han dado forma a su personalidad y, sobre todo, serán las bases para conformar aquello que anhela ser en el futuro. Por otro lado, y como ya afirmara antes, no es el tipo de cuidado “doméstico” -el de madre a hijo, aquel que se basta de la buena voluntad, amor filial y el esfuerzo empírico- el que nos interesa tratar en este volumen, sino el CUIDADO PROFESIONAL. Es decir, aquel cuidado que requiere de determinadas competencias, entendiendo como tal al conjunto de apti- tudes -procedimentales, técnicas, intelectuales, cognoscitivas, legales- y actitudes -es decir, la forma de asumir el “yo profesional”, de involucrarse desde la voluntad de brindar cuidado-. Lo antedicho exige no sólo la capacidad de cuidar -el poder cuidar-, sino también la voluntad y predisposición para brindar cuidado -el querer cuidar-, asumiendo en todo dicha responsabilidad desde el punto de vista ético. “El cuidado significa además preocupación, interés, afecto, importarse, proteger, gustar, significa cautela, celo, responsabilidad, preocupación. El verbo cuidar específicamente asume la connotación de causar inquietud, entregar la atención al otro”.(1) El hombre ha forjado su evolución de acuerdo a la capacidad de satis- facer sus necesidades en la constante búsqueda del equilibrio con el entorno. En esta constante evolución fueron surgiendo nuevas necesidades, y por ende, nuevas respuestas humanas a su satisfacción e insatisfacción. En la habilidad de reconocer en el otro una necesidad como tal y poder actuar para lograr su satisfacción está el espíritu del buen cuidador. (1) WALDOW, V., “Cuidado Humano o resgate necesario”. Ed. Sagra Luzzatto. Brasil. 1998. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo24 CONCEPCIONES BÁSICAS DE LA DISCIPLINA ENFERMERA “Un paradigma es una tregua entre dos buenas preguntas.” Jorge Wagensberg De este constante debate entre lo que podemos considerar como arte y como ciencia, y desde qué lugar analizar la Enfermería, surgen algunas concepciones básicas para una completa interpretación del problema. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Desde los albores(1) de la humanidad, desde que el hombre es hombre ha existido la imperiosa necesidad de determinar, de alguna manera la existencia de la verdad. La curiosidad por aquello que nos rodeaba, en definitiva: la construcción de la realidad. A medida que la sociedad ha ido avanzando en el tiempo, dichas realidades se han ido alterando en un continuo fluir, de crisis en crisis, con algunos períodos de supuesta calma. La herramienta universalmente aceptada para descifrar dicha realidad ha sido siempre el conocimiento. Particularmente, en nuestra cultura occidental, hubo una marcada preocupación para distinguir entre un conocimiento azaroso(2), afirmativo y versátil(3) y un conocimiento que asegurase en el más alto grado la adquisición de la verdad. Los griegos llamaban al primero “doxa” (opinión) y al segundo “epísteme” (ciencia). Hoy se concibe a la epistemología como “ la rama de la filosofía que se ocupa de todos los elementos que procuran la adquisición de conocimiento, e investiga los fundamentos, límites, métodos y validez del mismo”. (4) También se sigue llamando “científico” al conocimiento cuyas carac- terísticas más importantes son el rigor, la fundamentación de sus afirma- ciones, la búsqueda sistemática de la verdad, la verificación de sus resul- tados. Asimismo, se entiende por no científico o “vulgar”(5) al conocimiento que no da justificación a sus hallazgos, o sencillamente todo conocimiento cuyos resultados sean declarados dogmáticamente(6) verdaderos. (1) albor: comienzo o principio de una cosa. (2) azaroso: que proviene del azar o la suerte. (3) versátil: de genio voluble, inconstante. (4) CEBERIO, M. y WATZLAWICK, P., “La construcción del universo”. Herder. Barce- lona, 1998. (5) vulgar: perteneciente al vulgo, conjunto de quienes forman la mayor parte de la población. (6) dogma: proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia. 25el cuidado EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL Y LA CONCEPCIÓN DE ENFERMERÍA Según su perspectiva única y sus propios procesos de reflexión, concep-tualización e investigación, las disciplinas tienen por objeto desarrollar los conocimientos que servirán para definir y guiar la práctica. Es precisa- mente gracias a la manera particular con la que los enfermeros abordan la relación entre el cuidado, la persona, la salud y el entorno que se clarifica el campo de la disciplina enfermera. La ciencia no fue siempre como hoy podemos apreciarla, y segura- mente no lo será tampoco en el futuro. Cada época ha tenido su forma particular de explicar el mundo que la rodeaba, diferente de la anterior y de la siguiente. En tal sentido es necesario precisar cuáles han sido aquellos cambios históricos que nos han traído hacia donde nos encontramos actual- mente y, por medio de la inducción podamos saber hacia donde vamos. “Las grandes corrientes del pensamiento, o maneras de ver o comprender el mundo, han sido llamadas paradigmas (...). Se han precisado los paradigmas dominantes del mundo occidental, paradigmas que han influenciado todas las disciplinas.”(1) Thomas S. Kuhn(2), acuñó(3) el término de “paradigmas” para referirse a realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.(4) Difícilmente los hechos históricos y los cambios sociales tengan una sola causa o un único origen, por lo general son multicausales(5). A su vez, estas causas son de diferente origen: algunas están relacionadas con la esfera económica, otras con la esfera social, algunas otras, con la dimensión polí- tica, y otras con la dimensión cultural e ideológica. Existieron en la historia de la ciencia occidental tres grandes paradigmas que marcaron el rumbo (1) KÉROUAC, S., “El pensamiento enfermero”. Masson. Barcelona, 1996. (2) Thomas Kuhn (1922-1996): filósofo, físico e historiador estadounidense. Su libro "La estructura de las revoluciones científicas", es quizá el texto más citado de la historia de la Filosofía. (3) acuñar: dar forma a expresiones o conceptos, especialmente cuando logran perma- nencia. (4) KUHN, T., “La estructura de las revoluciones científicas” Fondo de CulturaEconómica. México, 2000. (5) multicausal: aquello cuyo origen se debe a más de una causa. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo26 del conocimiento en todas sus áreas. Estos paradigmas son: el empírico, el simbólico y el crítico. La enfermería se ve atravesada por ellos y los renombra como: de la categorización, de la integración y de la transformación. Según el prestigioso escritor uruguayo Mario Benedetti(1), “el pasado es siempre una morada y no hay olvido capaz de demolerla”(2), es por ello que no podemos abordar seriamente los principios fundamentales de la enfermería, sin analizar, aunque más no sea brevemente su contexto histórico-social. 1. Paradigma de la categorización (1850 - 1950): este período inspiró dos orientaciones en la práctica de la enfermería: • Centrada en la salud pública. • Centrada en la enfermedad -íntimamente ligada a la práctica médica-. Los fenómenos(3) son divisibles(4) en categorías, clases o grupos defi- nidos, considerados como elementos aislables o manifestaciones simplifi- cables. Así los elementos y las manifestaciones conservan entre sí relaciones lineales y causales -relación “causa/efecto”-, y el desarrollo del conocimiento se orienta hacia la búsqueda de leyes universales. Este paradigma orienta el pensamiento hacia la búsqueda de un factor causal responsable de la enfermedad. Orientación hacia la salud pública (1850 - 1900): inicio de la sociedad moderna occidental, no se sabe acerca de infecciones bacteriológicas, ni propagación ni precauciones más elementales. Florence Nightingale(5) se revela como persona capacitada para organizar los cuidados enfermeros en los hospitales ingleses durante la guerra de Crimea (1854) y postula que “ la preocupación del enfermero está al lado de la persona enferma o sana, y consiste en proporcionar al paciente el mejor entorno posible para que las fuerzas de la naturaleza permitan la curación o el mantenimiento de la salud.”(6) (1) Mario Benedetti (1920): escritor uruguayo. Ha sido profesor de literatura en su país. Ha cultivado todos los géneros, con iniciación en la poesía, los cuentos, la novela, y la crítica político-social. (2) BENEDETTI, M., “Perplejidades de fin de siglo”. Sudamericana. Buenos Aires, 2000. (3) fenómeno: cualquier hecho que es captado por los sentidos o conocido por la conciencia. (4) divisible: que se puede partir, separar en partes más pequeñas. (5) Florence Nightingale (1820-1910): enfermera italiana, reformadora del sistema sani- tario de su época. En 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito. (6) NIGHTINGALE, F., “Notas sobre Enfermería, qué es y qué no es”. Masson-Salvat. España, 1993. 27el cuidado Hay que tener en cuenta que en esa época el estudio de las ciencias estaba vedado(1) a la mujer, los únicos estudios “apropiados” para las joven- citas eran la música, las letras u otra actividad de neto corte artístico para el deleite de los invitados en alguna tertulia(2) familiar. La enfermería, al no penetrar los muros universitarios por la condición de desvalorización que se tenía de la mujer en esa época, vio reducidas sus actividades a tareas simples: alimentación para los enfermos, lavado y vendaje de heridas, cuidado de los leprosos, atención de partos y cuidado de niños. Pese a lo cual Nightin- gale sostiene la idea de la elaboración de un plan para la formación de enfermeros competentes. Nightingale postuló esta concepción, aplicando además sus conocimientos de matemática y estadística a la enfermería que según ella, debía estar regida por algo más que la compasión. El liberalismo(3) se convierte en el principal doctrinario(4) político, social y económico del siglo XIX. Su ingreso en el escenario histórico marca, para muchos historiadores el comienzo de la denominada “edad contemporánea”. Son las motivaciones espirituales y humanísticas las que influencian profundamente los cuidados enfermeros de la época. El ser humano es concebido desde el punto de vista cartesiano(5): se divide en cuerpo y alma, materia y espíritu -no existe aún la noción de psique(6)-. El positivismo(7) dominó el desarrollo de las ciencias de esa época y nace con él la era de la bacteriología. (1) vedar: prohibir por ley. Impedir, estorbar. (2) tertulia: reunión de personas que se juntan habitualmente para conversar. (3) liberalismo: doctrina político-económica que aboga por el desarrollo de la libertad personal individual y a partir de ésta, por el progreso de la sociedad. Hoy en día se considera que el objetivo político del neoliberalismo es la democracia, pero en el pasado muchos libe- rales consideraban este sistema de gobierno como algo poco saludable por alentar la partici- pación de las masas en la vida política. (4) doctrina: enseñanza que se da para instrucción de alguien. (5) cartesiano: que tiene relación con el pensamiento filosófico de René Descartes. (6) psique: conjunto de fenómenos psíquicos que constituyen la personalidad. (7) positivismo: escuela filosófica, nacida del empirismo, fue fundada por Augusto Compte en la época de la revolución industrial: en un mundo en que se valoraron por sobre todo la ciencia y la técnica. Partiendo de la tesis del empirismo de que la fuente del conocimiento es la percepción sensorial, el positivismo amplía la validez de dicha percepción tanto a la inmediata como a la mediata, esta última, a través de registros y medidas instrumentales. Afirma que no es posible conocer los principios y primeras causas de los fenómenos y que el intelecto humano en el campo de la ciencia ha de centrarse en establecer relaciones de causa efecto cuantitativas que permitan enunciar leyes científicas. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo28 Surge la teoría evolucionista de la ciencia de corte hegeliano(1), según la cual el espíritu humano recorre tres fases: la fase teológica, que ve la presencia de la divinidad tras todo cuanto existe; la fase metafísica, que reduce la realidad a las ideas; la fase de la ciencia “positiva”, que ya no pregunta por los fines y los orígenes de la realidad, sino por sus causas, sus leyes y sus relaciones. “Entre 1780 y 1850, es decir, en menos de tres generaciones, una profunda revo- lución sin precedentes en la historia de la humanidad cambió el aspecto de Ingla- terra. Los historiadores, para expresar la idea de cambio drástico, han hecho uso abusivo del término “revolución”; sin embargo, exceptuando quizá la del Neolítico, no ha habido ninguna revolución tan auténticamente revolucionaria como la Revolución Industrial. Ambas cambiaron el curso de la historia, es decir, introdujeron un elemento de discontinuidad en el proceso histórico. La revolu- ción neolítica transformó la humanidad: un conjunto de tribus de cazadores se convirtieron en sociedades agrícolas más o menos independientes. A su vez, la Revolución Industrial hizo a los granjeros y campesinos manipu- ladores de máquinas impulsadas por energía inanimada. Antes de la Revolu- ción Industrial, la mayor parte de la energía que los hombres necesitaban para mantenerse, propagar la especie y ganarse la vida provenía del reino animal y vegetal. La Revolución Industrial inauguró una era totalmente distinta de nuevas e inagotables fuentes de energía, como el carbón, el petróleo, la electri- cidad y la energía atómica. La Revolución Industrial invadió el mundo, cambiando de forma absoluta nuestra propia existencia y derribando las estructuras de todas las sociedades humanas en el curso de sólo ocho generaciones.”(2) La ciencia está ordenada jerárquicamente, y en la cúspide de esta jerar- quía se halla la sociología, de la que Augusto Compte(3)(4) es fundador. Por otra parte, este último establece una correspondencia entre estas fases y los distintos tipos de sociedad, de forma que la fase “positiva” le corresponde a la sociedad industrial. (1) hegeliano: que tiene correspondencia con el pensamiento filosófico de Hegel. (2) CIPOLLA,C. M., “Historia económica de Europa”, Ariel. Barcelona, 1979. (3) COMPTE, A., “Curso de filosofía positiva”. Magisterio Español - Madrid, 1987. (4) Augusto Compte (1798-1857): filósofo francés, considerado el fundador del positivismo y de la sociología. Sus últimos años quedaron marcados por la alienación mental. 29el cuidado Esta concepción puso en circulación el concepto de “positivismo” - limitación del conocimiento a los hechos demostrables científicamente- y estableció las bases de la fe en la ciencia de los siglos XIX y XX.(1) Recordemos que a mitad del siglo XIX, la mayoría de la población no sabía nada acerca de infecciones bacteriológicas y sobre los medios de propa- gación de la enfermedad, ignorando las precauciones más elementales. En 1869 lord Joseph Lister(2) incorpora las técnicas de antisepsia en las prácticas quirúrgicas. Lister adhería a la idea de Luis Pasteur(3) de que los gérmenes pulu- laban en el aire, basándose en el hecho de que las fracturas no expuestas casi no se infectaban y las expuestas lo hacían con frecuencia. Ideó entonces la venda oclusiva: un apósito de ocho capas impregnado, entre otras subs- tancias, con ácido fénico. Con ello logró disminuir considerablemente la incidencia de mortalidad causada por la infección de las heridas. Veinte años más tarde, en 1889, el Dr. Juan B. Justo dictaba una confe- rencia en el Círculo Médico Argentino preconizando el establecimiento de la asepsia en las prácticas quirúrgicas. Este hecho abriría un nuevo pano- rama en la medicina de nuestro país. La idea que condujo a la asepsia era que los gérmenes del ambiente se hallaban en mayor cantidad adheridos a objetos y no tanto en el aire. Con estos métodos la cirugía salvó un gran obstáculo: la infección. En 1876 el físico alemán Roberto Koch(4), aísla el bacilo del ántrax, probando que los microbios podían causar enfermedades. Si bien muchos de los hitos(5) históricos referidos en los párrafos ante- riores tuvieron su hervidero en la Europa continental -cuna de la cultura occi- dental-, aquí en América, y sobre todo en Argentina tuvieron su correlato(6) (1) SCHWANITZ, D., “La cultura. Todo lo que hay que saber” Taurus. Buenos Aires, 2002. (2) Joseph Lister (1827-1912): cirujano inglés, se le atribuye la invención de la sutura reab- sorbible. (3) Luis Pasteur (1822-1895): sabio, químico y biólogo francés, fundador de la bacteriología moderna. Se le debe un procedimiento de esterilización mediante el calor y muy importantes estudios sobre enfermedades contagiosas. En 1885 publicó su método de curación de la rabia, cuyo agente patógeno descubrió. Sus descubrimientos sentaron las bases de la sueroterapia moderna y han revolucionado la cirugía, medicina e industrias basadas en las fermentaciones. (4) Roberto Koch (1843-1910): médico y bacteriólogo alemán. Realizó notables estudios sobre la tuberculosis y descubrió el bacilo al cual va unido su nombre. Descubrió igualmente el agente microbiano del cólera. Recibió en 1905 el Premio Nobel de Medicina. (5) hito: mojón o poste de piedra, por lo común labrada, que sirve para conocer la dirección de los caminos y para señalar los límites de un territorio. (6) correlato: correspondencia recíproca entre dos o más cosas o series de cosas. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo30 a través de las grandes olas de extranjeros llegados de aquellas lejanas tierras. En efecto, a partir de la década de 1870, se fortalece un proceso que se había iniciado en 1810 y cuyo pico máximo en nuestro país fue alcanzado hacia 1880: la inmigración europea a las Américas. En la Constitución Nacional de 1853 quedan volcados los criterios de Alberdi y Sarmiento, con el preámbulo: “para todos los habitantes del mundo que deseen habitar el suelo argentino”. Y es que ambos ideólogos, con sus diferencias, coincidían en algo: el concepto de la inmigración como factor de progreso, sinónimo de “civilización”. Todo este proceso se vio reforzado, luego por la Ley 817 de “ inmigra- ción y colonización”(1), sancionada durante la presidencia de Nicolás Avella- neda. Así, entre 1875 y 1914 la Argentina recibió a más de cinco millones de extranjeros: el catorce por ciento del movimiento migratorio mundial.(2) La tendencia de las prestaciones de salud en Argentina giró en torno de los temas de higiene, sobre los cuales ya había llamado la atención Guillermo Rawson. Asimismo, sus seguidores -Pirovano, Wilde, Gutiérrez, Argerich, Podestá, Ramos Mejía y otros- se interesaron por los problemas patológicos, físicos y mentales derivados de la falta de asistencia pública, la miseria de los sectores marginales, el hacinamiento en los conventillos, la prostitución, el delito y la locura. Orientación hacia la enfermedad (1900 – 1950): se sitúa a finales del siglo XIX y primera mitad del XX, en un contexto(3) marcado por la expansión del control de las infecciones, es decir, la mejora de métodos antisépticos, de asepsia y de las técnicas quirúrgicas. La salud es conside- rada como la ausencia de enfermedad, y a ésta última no se la relaciona en nada con el entorno, sino que se la reduce a una causa única. La erradicación de las enfermedades transmisibles es la prioridad de los años 1900-1950. Aparece la formulación de los diagnósticos médicos basados en la asociación de síntomas observados a partir de fallos biológicos. El factor causal orienta el tratamiento, se dejan de lado los factores personales o ambientales y el cuidado se orienta hacia los problemas, déficit o incapacidades de la persona. (1) Nota del Autor: esta ley instrumentaba diversos mecanismos para fomentar la inmi- gración, tales como la instalación de oficinas especiales o consulados, el otorgamiento gratuito de pasajes, el alojamiento a cargo del Estado en el Hotel de Inmigrantes durante los primeros días, y el transporte sin cargo hasta su destino final. (2) LUNA, F., “Historia de la Argentina”. Hyspamérica. Buenos Aires, 1992. (3) contexto: entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se considera un hecho. 31el cuidado Un dato significativo de esta época es el surgimiento, a principios del siglo XX, de las escuelas hospitalarias de enfermeras, ofreciendo a dichas instituciones una mano de obra joven, disciplinada y económica. Esto a la vez propició la identificación con el modelo científico médico hegemó- nico(1): los enfermeros dejan de centrar su mirada en el sujeto cuidado, para pasar a asistir al médico. Los cuidados enfermeros están estrecha- mente unidos a la práctica médica, se orientan al control de la enfermedad; la enseñanza formal presenta un contenido orientado hacia los conoci- mientos médicos. El enfermero recibe formación técnica junto con entrenamiento para la obediencia y el orden. La formación de los enfermeros resulta benefi- ciosa para el hospital y la profesión médica. Las primeras expresiones organizadas y sistematizadas de saber en enfermería son constituidas por las técnicas de enfermería comúnmente conocidas como cuidado de enfermería. Estas técnicas consisten en detalladas descripciones de procedi- mientos a ser ejecutadas paso a paso, especificando, también el material que es utilizado -el famoso “bandeja conteniendo” de nuestros docentes-. De esta manera, el objetivo de enfermería no estaba centrado en el cuidado al sujeto de atención, sino más bien, en la manera de ser ejecutada la tarea. En el 1900 el existencialismo(2) y la fenomenología(3) - fundada por Edmund Husserl(4)- se convierten en las dos escuelas dominantes de la filo- sofía en la Europa continental. En la misma época Sigmund Freud(5) publica “La interpretación de los sueños”, obra en la que revela la existencia del inconsciente(6). (1) hegemonía: supremacía que un estado ejerce sobre otros. (2) existencialismo: escuela filosófica que parte de la proposición de que no existe ningún espacio espiritual por encima del mundo material de la experiencia.El individuo, víctima de la ansiedad y de la alienación, se dirige a una conclusión inevitable: el mundo es absurdo. (3) fenomenología: escuela filosófica que parte de la premisa de que puede alcanzarse una visión completa del mundo si se observan y describen las estructuras de la experiencia. Estos fenómenos no están necesariamente confinados en los datos aportados por la experiencia sensorial. (4) Edmund Husserl (1859-1938): filósofo alemán considerado el fundador de la fenome- nología, movimiento filosófico que describe las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia. La influencia de su pensamiento fue especialmente notable en Scheler y Heidegger. (5) Sigmund Freud (1856-1939): neurólogo austriaco y fundador del psicoanálisis, método de estudio de la estructura psíquica cuyo objetivo es la investigación de los significados inconscientes del comportamiento, así como los sueños y fantasías del individuo. (6) inconsciente: algo de lo que no se tiene consciencia. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo32 “Probablemente, ningún científico ha transformado tan radicalmente como Freud el modo como los individuos se entienden a sí mismos en nuestra cultura. Su influencia es tan grande, y su pensamiento ha calado tanto en toda nuestra cultura, que es difícil imaginarse cómo entendió el hombre su psique antes de Freud.”(1) Antes de la difusión de su obra, se hablaba del alma humana como algo inmortal, racional e inmutable. Aquello que hoy incluiríamos en la psique, como por ejemplo las emociones, las pasiones, los impulsos, en aquella época eran atribuibles al campo físico, al cuerpo. El carácter del sujeto dependía de los fluidos orgánicos, o como se decía en aquel entonces: de los humores –de allí el concepto de “mal humor” o “buen humor” -: flema, sangre y bilis. La orientación hacia la enfermedad puede verse claramente reflejada en la literatura a través de la experiencia que vive el joven Juvenal Urbino de la Calle -personaje de la novela “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez(2)- al volver de París tras culminar sus estudios de medicina: “Su obsesión era el peligroso estado sanitario de la ciudad. Apeló a las instancias más altas para que cegaran los albañales españoles, que eran un inmenso vivero de ratas, y se construyeran en su lugar alcantarillas cerradas cuyos desechos no desembocaran en la ensenada del mercado, como ocurría desde siempre, sino en algún vertedero distante. Las casas coloniales bien dotadas tenían letrinas con pozos sépticos, pero las dos terceras partes de la población hacinada en barracas a la orilla de las ciénagas hacía sus necesi- dades al aire libre. Las heces se secaban al sol, se convertían en polvo, y eran respiradas por todos con regocijos de pascua en las frescas y venturosas brisas de diciembre...” (3) En 1904 Iván Pavlov(4) inicia los experimentos conductistas(5) que hicieron famoso su apellido. Los perros que habían aprendido a asociar la (1) SCHWANITZ, D., “La Cultura. Todo lo que hay que saber”. Ed. Taurus. Buenos Aires, 2002. (2) Gabriel García Márquez (1928): escritor, periodista colombiano. Recibió el premio Nobel de Literatura, y es considerado una de las figuras más representativas de la narrativa del siglo XX. (3) GARCÍA MÁRQUEZ, G., “El amor en los tiempos del cólera”. RBA Editores. Barce- lona, 1993. (4) Iván Petróvich Pávlov (1849-1936): fisiólogo ruso conocido, en concreto, por su descu- brimiento del reflejo condicionado. (5) conductismo: corriente de la psicología que defiende el empleo de procedimientos estricta- mente experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta), considerando la relación del sujeto con el entorno como un conjunto de estímulos-respuesta. Hacía hincapié en una concepción del individuo como un organismo que se adapta al medio (o ambiente). 33el cuidado comida con el sonido de una campana, salivaban cuando la oían. Una respuesta refleja aprendida que el fisiólogo ruso denominó “reflejo condicionado”. En 1913 Henry Ford(1) implementa la primera cadena de montaje, para satisfacer la demanda de automóviles, que en aquella época comen- zaba a aumentar vertiginosamente(2). Entre los años ’30 y ’40 aparece el sistema funcional(3) de prestación de cuidados (resultado del Taylorismo(4)(5)). Con especial acento en la especializa- ción y fragmentación, sistema de prestación que apela a la gestión centralizada. Hacia la segunda mitad del siglo XX, la enfermería se comienza a nutrir de la urgencia de los programas sociales -como respuesta a la gran crisis económica de 1930, y al sufrimiento humano de la Segunda Guerra Mundial-. En 1947 la World Healt Organisation (WHO)(6) establecía su estatuto fundacional. Mientras, en nuestro país, el Dr. Carrillo, ministro de salud entre 1946 y 1954 afirmaba: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la angustia, la tris- teza y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causa de enfermedad son unas pobres causas.” 2. Paradigma de la integración (1950 – 1975): prolonga el para- digma anterior reconociendo los elementos y las manifestaciones de un fenómeno e integrando el contexto específico en el que se sitúa. Este contexto influenciará la reacción del individuo al agente infeccioso y su respuesta al tratamiento. Grandes obras marcan esta etapa del desarrollo histórico del intelecto de la civilización: Claude Lévy-Strauss(7), publicaba su texto: “Antropología (1) Henry Ford (1863-1947): industrial estadounidense conocido por sus innovadores métodos producción de automóviles en serie, que revolucionaron la industria. (2) vertiginosamente: que por su velocidad o rapidez causa vértigo. (3) Nota del Autor: al mencionar el “sistema funcional” de distribución de tareas, me refiero a la asignación de actividades por profesional, en oposición a la división por “pacientes”. (4) taylorismo: sistema de organización racional del trabajo, ideado por F. W. Taylor. (5) Frederic Winslow Taylor (1856-1915): ingeniero y economista norteamericano. Inventor de los aceros rápidos y del Taylorismo. (6) WHO: en inglés, Organización Mundial de la Salud (OMS). (7) Claude Lévy-Strauss: antropólogo y etnólogo francés fundador del Estructuralismo, cuyas teorías han sido aplicadas a diversos campos de la ciencia. Partiendo del lenguaje, formuló que así como éste está formado por unidades constituyentes menores, que incluso se pueden analizar por sí mismas, los fenómenos culturales también forman parte de un sistema de significación mayor. Investigó sobre la mitología y los sistemas de parentesco en las sociedades primitivas. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo34 estructural”; y el filósofo Michel Foucault(1), daba a conocer su libro “Historia de la locura”. Orientación hacia la persona: en esta etapa el cuidado va dirigido a mantener la salud de la persona en todas sus dimensiones, salud física, mental y social. El enfermero evalúa las necesidades de ayuda de la persona teniendo en cuenta sus percepciones y su globalidad. Intervenir significa “actuar con la persona”. Las concepciones de la disciplina enfermera han sido recreadas a partir de la orientación hacia la persona. El hecho de adoptar un proceso sistemático -recolección de datos, análisis e interpretación de datos, intervención enfermera y evaluación- basado en un modelo conceptual, transforma la actividad del enfermero, que desde entonces centra su interés hacia el ser humano considerado como un todo integrado en su contexto. La imitación de marcos teóricos de otras disciplinas orientan la investigación hacia enfoques provenientes de la educación, antropología, psicología y la sociología. Sin embargo, la enfermería sigue a la sombra de la práctica médica, hecho que puede leerse según los prestigiosos pedagogos Fenstermacher y Soltis: “(...) cuando las personas privilegiadas de elevada condición social que son miem- brosde la cultura dominante defienden una postura, hacen dos cosas: primero, fijan normas sobre lo que es verdadero, bueno y correcto no sólo para ellas mismas, sino para todos aquellos cuya vida esté afectada por el grupo dominante o mayoritario. En segundo lugar, a menudo directamente o por implicación, degradan o impugnan las formas diferentes, esas formas normalmente desarrolladas por las personas que carecen de poder y de privilegio o que son miembros de culturas subordinadas o minoritarias” (...) “creen que este es el modo en el que funciona el grupo dominante en su relación con los grupos subordinados, el modo en que el grupo dominante trata de preservarse como grupo y de conservar su poder y su privilegio.” (2) (1) Michel Foucault: filósofo francés que llegó a ser mundialmente famoso por su búsqueda de los distintos modelos de poder en la sociedad. Analizó la historia de instituciones tales como hospitales, prisiones y manicomios a fin de investigar el lenguaje de las disciplinas que, a través del uso del poder, definen y disponen qué es un hombre: la medicina, la burocracia, la psiquiatría, la administración, etc. Lenguajes del poder que crean enfermos, criminales y locos, con la potestad de excluir al individuo de la sociedad y determinar las condiciones de su admisión en ella: capacidad jurídica, conciencia moral, funcionalidad corporal, respon- sabilidad, etc. (2) FENSTERMACHER, G. y SOLTIS, J., “Enfoques de la enseñanza”. Amorrortu. Bs. As, 1999. 35el cuidado La investigación se inspira cada vez más en una base conceptual o teórica de la disciplina. La experiencia clínica y la reflexión son el origen de las concepciones explícitas del modelo conceptual de la disciplina. La orientación hacia la persona se caracteriza por el reconocimiento de una Disciplina Enfermera distinta de la Disciplina Médica y las investigaciones enfermeras se elaboran alrededor del objeto de cuidado “persona-entorno”. En este paradigma, el progreso de la Disciplina Enfermera se caracte- riza por la introducción de los principios científicos orientados a la funda- mentación teórica de todas las acciones de Enfermería. Si bien se muestra una creciente preocupación por incluir algunos aspectos psico-sociales en la atención de la persona cuidada, prevalece el énfasis en los aspectos biológicos. Lo importante es que los cuidados de enfermería, las técnicas y procedimientos de Enfermería, tienen ahora un respaldo científico. En 1963 Thomas Kuhn escribe “La estructura de las revoluciones cientí- ficas”, y en el mismo año comienza a desarrollarse el movimiento pro dere- chos civiles de Martín Luther King(1) en los EE.UU. Más tarde, en 1968 se desata la revolución social y estudiantil cono- cida como “El Mayo Francés”. En una entrevista, el filósofo Jean-Paul Sartre(2), pulicado en el número 183 de Le Nouvel Observateur, en París, el 20 de mayo de 1968 expresaba lo siguiente: “Lo interesante de la acción que ustedes desarrollan es que lleva la imaginación al poder. Ustedes poseen una imaginación limitada como todo el mundo, pero tienen muchas más ideas que sus mayores. Nosotros estamos formados de un modo tal que tenemos ideas precisas sobre lo que es posible y lo que no lo es.(...) La clase obrera ha imaginado a menudo nuevos métodos de lucha, pero siempre en función de la situación precisa en la que se encontraba. En 1936 inventó la ocupación de las fábricas, porque era la única arma que tenía para consolidar y sacar provecho de una victoria electoral. Ustedes tienen una imaginación mucho más rica y las frases que se leen en los muros de la Sorbona lo prueban. Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible. No renuncien a eso.” (3) (1) Martin Luther King (1929-1968): religioso estadounidense, premio Nobel de la Paz. Fue uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos humanos y de la resistencia no violenta a la discriminación racial. (2) Jean-Paul Sartre: filósofo y escritor francés. En 1964 se le concedió el premio Nobel de Literatura; renunció a él, pero la Academia sueca se negó a tal petición. (3) TARCUS, H., “El mayo francés, tan lejos y tan cerca”, revista Crisis, Nº 60. Buenos Aires,1988. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo36 Las enfermeras y enfermeros, para atender la demanda y controlar las actividades, asumen totalmente la función administrativa. Gradualmente, las actividades administrativas de las enfermeras pasan a ser desarrolladas más en torno a las carencias de la institución -sobre todo en el déficit cuali-cuantitativo del plantel de enfermería-, en detrimento de las necesidades del paciente. Los libros de texto de enfermería consisten en verdaderos tratados de patologías y las acciones se refieren, normalmente, a un problema que, en última instancia, representa síntomas o afecciones resultantes de una condición patológica. Hacia el final de este paradigma, algunos textos han presentado el cuidado de forma más humanística, priorizando el cuidar, a la persona y al entorno. Cabe mencionar también, que por esta época se inicia la era de la tecnología, la computación. El hombre llega a la luna, es la era espacial. Los instrumentos electrónicos permiten la incursión de nuevas técnicas de diagnóstico, control y tratamiento. Esta época trajo consigo modificaciones considerables en el ejercicio de la enfermería: la introduc- ción de la alta tecnología en la atención del sujeto tuvo, sin lugar a dudas, un fuerte impacto en el mundo hospitalario. La eficiencia en administrar tratamientos sofisticados y nuevos medicamentos tornan las acciones de enfermería más complejas. 3. Paradigma de la transformación (1975 - ?): este paradigma repre- senta un cambio de mentalidad sin precedentes. Un fenómeno es único en el sentido que no se puede parecer totalmente a otro. Algunos de estos fenó- menos presentan similitudes, pero ningún otro se le parece totalmente. Cada fenómeno puede ser definido por una estructura, es una unidad global en interacción recíproca y simultánea con una unidad global más grande: el mundo que lo rodea. La OMS 1978 en la declaración de Alma-Ata reconoce las relaciones entre la promoción, protección de la salud de los pueblos y el progreso equitativo sobre el plan económico y social. Propone un sistema de salud basado en la filosofía de que “ los hombres tienen el derecho y el deber de parti- cipar individual y colectivamente en la planificación y la realización de las medidas de protección sanitaria que le son destinadas”.(1) Los cuidados primarios de la salud se proponen el desarrollo del bienestar humano, lo que implica la lucha contra la pobreza, aspectos (1) OMS - Organización Mundial de la Salud: Declaración de Alma-Ata, 1978. 37el cuidado nutricionales, saneamiento de la vivienda, protección del entorno, mayor justicia social y económica. Desde esta óptica -de los cuidados primarios de salud- los profesio- nales de la salud no poseen el poder absoluto en las respuestas que se han de dar a las necesidades de los individuos, sino más bien se presentan como personas de recursos que caminan en el marco de un enfoque colectivo con los individuos, las familias y las comunidades, con la intención de ayudarles a encontrar las herramientas de respuesta necesarias en la satis- facción de sus necesidades de salud, crecimiento y desarrollo. El cuidado va dirigido al bienestar, tal como la persona lo define y entiende. La persona es un todo indisociable, mayor que la suma de las partes y diferente de ésta. La salud, por su parte es a la vez un valor y una experiencia vivida según la perspectiva de cada persona. También hace referencia al bienestar y a la realización del potencial de creación de la persona. La experiencia de la enfermedad forma parte de la experiencia de la salud,siendo ésta un aspecto significativo del proceso de cambio y crecimiento de la persona. En esta época cambia el mapa político mundial: en 1985 comienza la “Perestroika”, que derivaría en 1989 en el derrumbe del comunismo de Europa del Este y la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Se unifica Alemania con la caída del muro de Berlín. Es el final de lo que el mundo conocía como la “guerra fría”. El científico inglés Timothy Berners-Lee desarrolla la World Wide Web con el propósito de permitir el intercambio de información entre los equipos de investigadores de física de altas energías del CERN de Ginebra, Suiza. Al llegar a los hogares, a través de la Internet la información de toda índole pasa a ser de consumo masivo –aún más que con la hasta entonces hegemónica televisión-, consolidando aún más este concepto de la nueva era de la globalización(1). (1) globalización: según el Fondo Monetario Internacional (FMI) "La globalización es una interdependencia económica creciente del conjunto de países del mundo, provocada por el aumento del volumen y la variedad de las transacciones trans-fronterizas de bienes y servi- cios, así como de los flujos internacionales de capitales, al tiempo que la difusión acelerada y generalizada de tecnología". La Real Academia de la Lengua Española define globalización como "la tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales". el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo38 Apertura hacia el mundo: tiene lugar a partir de mediados de la década del ’70. Quedó marcada por los siguientes hechos: se abren las fronteras culturales, económicas y políticas; grandes movimientos pobla- cionales y de dinero transforman los mercados mundiales; las comunica- ciones se intensifican y dan lugar a una proliferación de experiencias: el postmodernismo(1) y la globalización. Esta última se instala a partir de febrero de 1991, época en la que el entonces presidente de EE.UU., George Bush -padre-, empleara la expresión “nuevo orden internacional” (NOI). Surge, pues como proceso de “ fusión” de las relaciones entre los estados y, particularmente de la economía, signi- ficando a su vez, la supuesta desaparición de regionalismos y nacionalismos con la caída de las fronteras y apertura de los mercados. En la cruenta lucha por la hegemonía económica disputada entre EE.UU., la Comunidad Económica Europea (CEE) y Japón, la globali- zación comienza a presentar sus más graves contradicciones: se combina homogeneización(2) con diferenciación. Es decir, se homogeneizan pautas de producción y consumo, modas y conductas; pero se ahondan las desigualdades entre las distintas clases sociales y entre las naciones del primer y tercer mundo. En 1960, el 20% más rico de la población mundial recibía 30 veces más ingresos que el 20% más pobre; hoy capta el doble. Entre 1988 y 1991, los países de ingresos medios redujeron su participación en el producto mundial en un 40%, mientras que los países de ingresos altos la aumen- taron un 10%. En el mismo lapso, en el hemisferio occidental la población en condiciones de pobreza creció un 50%. Estamos comunicados entre un extremo y otro del planeta, pero no ha mejorado la calidad de vida de las personas, ni se avisora una disminu- ción de la brecha cada vez más grande entre las distintas clases sociales. Por el contrario, se está produciendo aquello que el notable economista John Kenneth Galbrasth llama “ la cultura de la satisfacción”: una minoría de satisfechos encerrados en fortalezas y sitiados por millones de marginados. En nuestro país, esta imagen se refleja claramente a través de la prolifera- ción de barrios privados y los más recientes “countries”. Mientras tanto, UNICEF informa que trece millones de niños mueren anualmente por desnutrición o enfermedades derivadas de ella. (1) postmodernismo: descripción del esquema mental de la cultura occidental en la segunda mitad del siglo veinte. Se caracteriza por la descripción de los fracasos del modernismo, junto con una mezcla de sugerencias para una nueva orientación del pensamiento y la vida. (2) homogéneo: de la misma naturaleza, formado por una misma sustancia. 39el cuidado Treinta millones de personas adultas mueren de hambre al año en los países del tercer mundo. El presidente de Egipto, Mubbarat, expresaba que “de la población mundial, 820 millones viven en países con ingresos de 20.000 dólares anuales, y 3.200 millones en países con ingresos anuales de 350 dólares.”(1) El neoliberalismo(2), tal como se lo entiende y practica en la actua- lidad deshumaniza los procesos de producción y consumo. Los seres humanos no son simples datos estadísticos, son fines en sí mismos y no pueden ser usados como medio de ningún sistema. En ningún plan puede haber economía sin personas, ni trabajo sin trabaja- dores. Está visto, además que la satisfacción individual de unos pocos no garantiza el bienestar general. La pobreza, la marginación social, la discriminación, la intolerancia y otras plagas humanas no han sufrido merma con el sistema actual. Por el contrario, en muchos casos, incluso se han encarnizado aún más. “La salud no es un bien que se posee, un estado estable o una ausencia de enfer- medad. Formando parte de la dinámica de la experiencia humana, la salud se integra en la vida misma del individuo, la familia y los grupos sociales que evolucionan en un entorno particular.” Esta concepción se basa en la”teoría general de los sistemas”(3), según la cual el hombre está en mutua relación con el conjunto de la naturaleza, lo que significa que cada elemento del universo interactúa con los otros (1) Mubbarat: Discurso inaugural de la Conferencia Internacional sobre población y desa- rrollo. El Cairo, 05 de septiembre de 1994. (2) neoliberalismo: orientación económica cuyo fin es propiciar el funcionamiento flexible del mercado eliminando todos los obstáculos que se levantan a la libre competencia. Soste- niendo la teoría del libre cambio en todas sus versiones, se ha apoyado en unas u otras para justificar su concepción del mundo como un gran mercado donde todos compiten en condiciones de igualdad entre cada país según sus posibilidades. Ello supone no solamente la exposición de la economía a la competencia internacional, sino la adopción de tipos de cambio flexible y el desmonte de todo tipo de protecciones, estímulos y ayudas a los produc- tores. En esas circunstancias, la confianza en la flexibilidad de la economía y en el papel de los precios para restaurar las situaciones de equilibrio, la regeneración de los equilibrios comerciales por la vía de la apertura y el tipo de cambio libre se constituyen en las orienta- ciones principales de la política económica. (3) BERTALANFFY, L., “Teoría General de los Sistemas”. Fondo de Cultura Económica. México. 1987. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo40 elementos hasta el punto en que es imposible aislar la causa del efecto. No hay punto de partida ni de llegada a un fenómeno, está en perpetuo movi- miento y cambio. Se reaviva el enfoque holístico a partir de la interpreta- ción de Koestler, quien aplicó el término holón para indicar la naturaleza dual de los sistemas. “Holón viene del griego holos, que significa todo, con el sufijo on, indicando parte. El concepto holón concilia la aparente naturaleza paradójica del todo- parte de los sistemas, al recordarnos que los sistemas sociales con los que estamos interactuando como entidades supuestamente separadas nunca están realmente escindidas. Existen siempre, influyen y son influidos por su contexto de otros sistemas sociales. De ahí que estén interrelacionados y que sean interdependientes con otros componentes de la sociedad”.(1) Se produce un importante desarrollo de la disciplina, a partir de las nuevas teorías de enfermería. Varios intentos son realizados por algunos líderesde la enfermería mundialmente en el sentido de humanizar la asis- tencia o el cuidado. Parece que la fase actual por la que atraviesa la disciplina enfermera es justamente la de elucidar y debatir sus conocimientos específicos, sus roles, sus incumbencias y sus derechos profesionales. Las influencias polí- tico-sociales y económicas, la propia historia de la enfermería y las prác- ticas de cuidar y su interrelación con la categoría género, son actualmente el foco de las discusiones. Es una fase revolucionaria. Antiguos paradigmas son cuestio- nados, existen diferentes visiones del mundo que han acompañado a la enfermería. Los cuestionamientos, las discusiones y los análisis por los que pasa la enfermería actualmente deberían resultar en una madurez de la profesión. Las investigaciones se han incrementado, lo que ha contribuido con el avance del conocimiento generado por la disciplina. De la misma forma crecen los cursos de postgrado, que en verdad, son los responsables del aumento numérico y de calidad de las investigaciones. El cuidado humano y cultural se pone en el foco de la disciplina como eje del ejer- cicio profesional: (1) HALL, J. y REDDING WEAVER, B., “Enfermería en Salud Comunitaria: Un enfoque de sistemas”. OPS-OMS. Washington. 1990. 41el cuidado “La dedicación es fundamental para el cuidado. Cuando acaba la dedicación acaba el cuidado. El cuidado se desarrolla en un proceso de superar obstáculos y dificultades y la base de mi dedicación es el valor que yo reconozco en el otro”.(1) Un nuevo paradigma se perfila(2) a partir de 1990, con una fuerte orientación holística. Según este paradigma, la autoconciencia, la nece- sidad de estar en contacto con su propia energía y el cuidado guían la disciplina enfermera. La relación entre la persona cuidada y el enfermero es recíproca, es decir, los dos actores se benefician en la interacción y pueden crecer hacia una mayor autoconciencia. Las actividades de cuidados incluyen entonces el toque terapéutico y las diferentes técnicas de control de estrés tales como el uso de imágenes, la visualización, la meditación, yoga, la terapia musical, se añaden a las terapias tradicionales; no las reemplazan. Además la promoción de la salud, la educación, el asesoramiento referente a la salud son las actividades que guían el proceso de autocuración y de crecimiento de la persona. La persona es considerada en su globalidad y el enfermero centra su atención en la persona global en proceso de autocuración. Dicho de otra manera, la espiritualidad, la conciencia, el autocon- cepto, el modo de vida y el bienestar son dimensiones que la práctica enfer- mera tiene en cuenta -también para sí misma-. La persona es responsable de su salud y de sus cuidados, cuando tiene necesidad de una ayuda tera- péutica, la relación de colaboración prevalece. En lo que se refiere a la salud, éste es un proceso de integración y de armonía entre el cuerpo, el alma y el espíritu. Ocasión de crecimiento y de expansión de la conciencia, la experiencia de enfermedad invita a la persona a preguntarse y a reflexionar sobre diversos aspectos de su vida y a realizar cambios que favorezcan la integración y la armonía. “El cuidado es a la vez una manera fundamental de estar en el mundo, un ideal moral.” (1) MAYEROFF, M., “A arte de servir ao próximo para servir a si mesmo”. Ed. Récord. Brasil, 1971. (2) perfilar: determinar el perfil de una cosa. el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo42 EL CUIDADO HUMANO Como hemos visto, han existido, a lo largo de la historia un sinnúmero de significaciones(1) en torno a la situación del cuidado. Reflejo de ello es, sin duda la considerable cantidad de connotaciones(2) que se dan del verbo cuidar en los diccionarios: poner atención y esmero en una cosa, atender, velar, mimar, esmerarse, imaginar, pensar, meditar, asistir, aplicar la atención o pensamiento, vigilar, tratar, prevenir. No obstante ello, para enfermería el vocablo “cuidar” tiene un signifi- cado mucho más amplio y se refiere básicamente al aspecto humano, así se define como “ayudar al otro a crecer y a realizarse como persona. Es una manera de relacionarse con alguien que implica un desarrollo”.(3) Incluso, el término curar “es un sinónimo erudito de cuidado, en su forma más antigua, cura en latín se escribe coera y era usada en un contexto de relación de amor y de amistad. Expresaba actitud de cuidado, de desvelo, de preocupación y de inquietud por la persona amada o por el objeto de estimación”.(4) Esto nos pondría en situa- ción de confirmar, una vez más, la preexistencia del cuidar al curar -en otras palabras: de la Enfermería a la Medicina-, pese a que muchos autores sostienen lo contrario. El cuidado como una condición humana debería constituir un impe- rativo moral, una filosofía de vida, una forma de estar en el mundo. COMPONENTES DEL CUIDADO HUMANO Autores como Mayeroff(5) sostienen que el cuidado humano se cons-truye a partir de la cohesión ineludible de ciertos elementos. La fina- lidad del pleno conocimiento de los mismos por parte del profesional del cuidado y de su aplicación es, en definitiva que ambos integrantes del proceso -sujeto cuidado y sujeto cuidador- se sientan satisfechos. Los prin- cipales componentes del cuidado según el mencionado autor son ocho: (1) significación: sentido de una palabra, expresión o frase. En lingüística, la necesaria relación que mantienen el significante y el significado. (2) connotación: parentesco en grado remoto, relación existente entre dos o más conceptos. Significar la palabra dos ideas: una accesoria y otra principal. (3) MAYEROFF, M., “A arte de server…”. Ibíd. (4) BOFF, L., “Saber cuidar. Etica do Humano-Compaixao pela Terra”. Ed. Vozes. Brasil, 1999. (5) MAYEROFF, M., “A arte de servir ao próximo…”. Op. Cit. 43el cuidado Conocimiento: para cuidar de alguien, debo conocerlo. Necesito conocer, por ejemplo, quién es el otro, cuáles son sus fortalezas y debili- dades, cuáles sus necesidades y cómo responder a ellas. Debo saber qué es aquello que conduce a su crecimiento. Pero sobre todo, debo conocerme a mí mismo, saber cuáles son mis propios poderes y limitaciones. Ritmos Alternados: no puedo cuidar en forma mecánica o por rutina; debo ser capaz de aprender a partir de mi experiencia. Veo si mis acciones fueron útiles, si ayudé o no, y a la luz de los resultados, mantengo o modifico mi comportamiento de modo de poder mejorar. Es necesario reconocer que no todos los sujetos cuidados poseen los mismos tiempos ni herramientas para resolver distintas situaciones. Confianza: como expresé en puntos anteriores, el cuidado humano implica confiar en el crecimiento del otro en su propio tiempo y de su propia manera. Al cuidar de otra persona confío en que él va a errar y a aprender de sus errores. Confiar en el otro es dejarlo en libertad; esto incluye un elemento de riesgo y un salto a lo desconocido, y ambos exigen coraje. Debo tomar conciencia que el sujeto debe ser artífice de su propio crecimiento, mi rol es de acompañarlo en dicho crecimiento, no el de reemplazarlo. Paciencia: es necesario dejar crecer a la persona cuidada en su propio tiempo, de su propia manera. Haciendo uso de la paciencia brindo ese tiempo que el otro necesita y, por lo tanto le posibilito encontrarse a sí mismo. La paciencia incluye la tolerancia. La tolerancia expresa mi respeto por el creci- miento del otro, pero sobre todo, por su modo particular de crecer. Valentía: confiar en el crecimiento del otro y en mi propia capa- cidad de cuidar me da el valor suficiente para lanzarme a lo desconocido, pero también es verdad que sin el coraje de lanzarme a lo desconocido tal confianza sería imposible. Franqueza: debo ser sincero con la persona cuidada y conmigo mismo, debo ver al otro como él es en realidad y no como a mí me gustaría que fuese, o como “debería” ser. Si voy a ayudar a otro a crecer, debo corres- ponder a sus necesidades de cambiode una manera realista. Pero además de ver al otro como él es, debo también verme a mí como yo soy. Soy sincero al cuidar, no por conveniencia, sino porque la sinceridad es parte integrante del cuidado. Este punto es de vital importancia en mi el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo44 decisión de vida: ¿soy capaz de brindar un cuidado humano o seguiré el resto de mi vida trabajando de técnico del cuidado? Humildad: el que cuida es humilde por naturaleza. Lo demuestra cuando se dispone a aprender más sobre el otro y sobre sí mismo, y sobre todo aquello que el cuidado comprende. Una actitud de no tener nada más que aprender es incompatible(1) con el cuidado. La humildad también está presente al tomar conciencia que mi cuidado específico no es de ninguna manera privilegiado. Lo que es significativo, en última instancia es ser capaz de cuidar y tener a quien cuidar. Esperanza: existe la esperanza que el otro crezca a través de mi cuidado y la conciencia de que mi propio crecimiento estará condicionado por esa relación. Tal esperanza es una expresión de plenitud del presente, un presente vivo con una sensación de posibilidades. Al contrario, cuando no podamos ver posibilidades de nuevo crecimiento habrá desesperanza. El profesional de enfermería, para impartir cuidado humano debe poseer actitudes, aptitudes y habilidades personales que le permitan aplicar todos los componentes del cuidado humano, durante su vida personal y profesional, en sus diferentes roles. A esta serie de elementos necesarios los he desarrollado, más adelante -en el capítulo destinado al Profesional del Cuidado- como “competencias”. No obstante ello, además de estos compo- nentes, ya mencionados, es necesario que el profesional de enfermería - como todo miembro del equipo de salud- brinde un cuidado solidario al sujeto cuidado, ya que “en el cuidado solidario hay una disposición de ayuda mutua entre el profesional y el paciente, que eleva sus niveles de conciencia, posi- bilita el fortalecimiento de las relaciones de sociabilidad y contribuye para el restablecimiento de la salud”(2). Debemos abrir los ojos y tomar conciencia y hacernos cargo de nuestra misión como miembros del equipo de salud en la sociedad, del cuidado de la naturaleza que es fuente de vida, y que nuestra acción individual tiene un efecto multiplicador -como una gota de agua que cae en el estanque, gene- rando movimientos ondulatorios- que afecta a todo el ecosistema. Debemos tener apertura hacia el conocimiento universal y producir nuevos conoci- mientos. Esta visión ampliada nos ayudará a percibir nuestro entorno, a (1) incompatible: impedimento para ejercer una función determinada, o para ejercer dos a la vez. (2) BETTINELLI, L., “Cuidado Solidario”. Passo Fundo: Pe. Berthier. Brasil, 1998. 45el cuidado tener conciencia del uso de nuestras manos para acariciar, hacer contacto piel a piel, ayudar al otro a levantarse, a caminar: poner el cuerpo en función del cuidado. El corazón es capaz de captar esas percepciones para un cuidado digno del sujeto humano. Debemos asumir el compromiso de un cuidado realizado con arte, expresado a través de la música, la poesía, la pintura, la escultura, el sentido del humor, el baile y muchas otras formas de expresión que contribuirán a dar mayor belleza a nuestra labor y despertar en los otros sensaciones y emociones que contribuyan a aceptar y considerar este cuidado como un valor, como un derecho, como una necesidad de crecimiento espiritual. Para ser un buen profesional de la salud es necesario, primero ser una buena persona, sentir el calor humano del otro con nuestras manos y nuestro corazón, es comprender al prójimo, brindarle cariño y afecto. Es cuidar con conocimientos, dedicación, respeto, paciencia, franqueza, confianza, humildad, esperanza y valentía. Es ayudar al otro a crecer, es oírlo con atención, es mirarlo con brillo en los ojos y lograr que sus ojos también brillen. Esta es la mejor comunicación entre dos seres humanos. CUIDADOS CULTURALES También llamada “de la diversidad y la universalidad”, la teoría de los cuidados culturales de Madeleine Leininger sostiene que cada indi- viduo internaliza y aplica su cuidado según sus costumbres, sus creencias y desde el inicio del mundo estas técnicas de alguna manera le han servido para sobrevivir y mantenerse en el tiempo. Básicamente hace hincapié en la importancia de brindar un cuidado de enfermería acorde a la cultura del sujeto al que se le esté brindando el cuidado. El conocimiento de la diver- sidad como de la universalidad de la asistencia de enfermería, tal y como lo plantea esta teoría es de extraordinaria importancia para fijar una base sustancial de conocimiento y para convertir a Enfermería en una disci- plina y una profesión transcultural. Esta teoría tiene una proyección hacia el futuro y ha comenzado a despertar el interés a escala mundial, debido a su enfoque holístico y a que incluye varios conceptos y constructos rela- cionados con el entramado social, el entorno y el lenguaje, que cobran una importancia excepcional para poder descubrir y obtener un conocimiento basado en la cultura o sustentado en el mundo de la persona. Nuestro país ha sido, desde hace ya más de un siglo, cuna de vastísimas inmigraciones. Italianos, españoles, franceses, griegos, alemanes, holandeses, el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo46 ingleses, son sólo algunos de los orígenes europeos de aquellos que han llegado a nuestras tierras a construir la nación. Dichos orígenes lejanos no han sido un obstáculo mayor -más que el idioma desconocido, en muchos de ellos-, para el cuidado de estos sujetos, ya que, en su gran mayoría, comparten con nosotros una raíz cultural, costumbres y hábitos similares. Pero no debemos olvidar que también poseemos puertas abiertas para gentes de lugares más distantes -Arabia, China, Japón, Corea, países de la ex URSS-, culturas y religiones muy disímiles -musulmanes, hindúes, judíos ortodoxos, budistas-. Lo antedicho no debería generar conflictos en nuestra actividad como cuidadores profesionales. La Enfermería Cultural tiene sus orígenes en la enfermería y la antro- pología, y se ha definido como una de las grandes áreas de la enfermería, que se centra en el estudio y el análisis comparado de las diferentes culturas del mundo, desde el punto de vista de sus valores asistenciales, de la expre- sión y convicciones sobre la salud y la enfermedad y de los modelos de conducta de los individuos y los pueblos. Mantiene como propósito desa- rrollar una base de conocimientos científicos y humanísticos que permitan una práctica de la atención sanitaria específica para cada cultura, a la vez que universal, y con el tiempo se convertirá en un nuevo dominio del ejer- cicio de la enfermería, que se reflejará en un ejercicio profesional dife- rente, definido y fundamentado en principios culturales y diseñado especí- ficamente para orientar los cuidados de la enfermería a los individuos, las familias, los grupos y las instituciones. Leininger sostiene que como la cultura y la asistencia son los medios más generales y holísticos que permiten conceptuar y comprender a las personas, afirma que la enfermería transcultural se ha de convertir en una de las áreas más importantes, significativas y prometedoras del estudio formal, la investigación y la práctica, debido al mundo multicultural en que vivimos. Predijo también que, para que enfermería tenga importancia y signi- ficado frente a los sujetos cuidados y otros profesionales de este campo en todo el mundo, es imperativo disponer de competencias capaces de orientar las acciones y las decisiones, para obtener resultados positivos y eficaces en este sentido. La cultura determina los patrones y estilos de vida que tienen influencia en las decisiones de las personas, esta teoría ayuda a la enfermera a descubrir y documentar el mundo del sujeto cuidado y utiliza
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