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EL ACTO DE CUIDAR 1libro (1)

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EL ACTO DE CUIDAR
GENEALOGÍA EPISTEMOLÓGICA DEL SER ENFERMERO
Santiago Jorge Durante
Editorial El Uapití
Marcela
Texto escrito a máquina
Marcela
Texto escrito a máquina
Marcela
Texto escrito a máquina
13
En mi experiencia docente, asistencial y de conducción dentro de la enfermería, he tenido oportunidad de cotejar, durante años suce-
sivos, el hecho que un considerable número(1) de enfermeros profesionales 
-incluso muchos licenciados en enfermería-, poseen serias dificultades 
para describir con palabras aquello a que se dedican. Muchos, incluso con 
una notable antigüedad en la profesión y otros con una vasta formación 
complementaria. Dificultad instalada, incluso, desde la definición misma 
del concepto de “enfermería” y de sus características definitorias o elementos 
constitutivos, tales como: “sujeto cuidado”, “cuidado”, “experiencia de salud”, 
“entorno”, entre otros.
Cuando se me brindó la oportunidad de asumir la titularidad de la 
Cátedra de Enfermería General III, del Segundo Ciclo(2) de la Carrera 
de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Maimónides de Buenos 
Aires, no tuve mejor idea que compartir con ellos estas reflexiones, obte-
niendo excelentes resultados. Este volumen transcribe algunas conversa-
ciones que he podido mantener con mis estudiantes, a fin de compartir 
nuestra experiencia con el resto de la comunidad de enfermería.
Pero, volviendo al nudo de nuestro dilema, me gustaría agregar que, 
con respecto a la definición del término “enfermería”, no sólo he corrobo-
(1) Nota del Autor: cotejado de datos de más de 1.000 encuestados.
(2) Segundo Ciclo: en Argentina, la formación de enfermería está organizada en dos ciclos: 
un ciclo básico, mediante el cual se obtiene el título de Enfermero Profesional, y un Segundo 
Ciclo, con el que se alcanza el título de grado académico de Licenciado en Enfermería.
INTRODUCCIÓN
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo14
rado más de ocho tipos distintos de respuestas -todas ellas con una concep-
ción particular del ser y del hacer enfermero-, sino que -y lo más alar-
mante de todo- un elevado porcentaje de los sujetos evaluados era incapaz 
de esbozar cualquier definición de la profesión. Este hecho es particular-
mente significativo, ya que, más allá de la concepción que cada uno tenga 
de lo que hace como profesión, o incluso como actividad laboral, considero 
que debe dársele algún sentido desde la puesta en palabras.
No me refiero aquí al cuidado cotidiano, a la situación de cuidar que 
puede darse dentro del seno familiar -la madre que cuida al niño-, sino que 
me estoy refiriendo al cuidado como un proceso intelectual y deliberado, 
producto y objeto de nuestra disciplina, es decir al cuidado profesional.
Habitualmente reafirmamos que la función primordial de la enfer-
mería es “el cuidado de la persona que en contacto con su entorno vive expe-
riencias de salud”. (1) Pero, ¿nos hemos detenido a pensar alguna vez cuáles 
son los elementos implicados en el acto de cuidar y de qué manera influyen en 
nuestro quehacer cotidiano?
Santiago Jorge Durante
Lanús, junio de 2OO7
(1) PHANEUF, M., “Cuidados de Enfermería. El Proceso de Atención de Enfermería”, España, 
Interamericana McGraw-Hill, 1993.
15
El presente libro ha sido estructurado de acuerdo a los requisitos pedagógicos de la primera etapa del segundo Ciclo de la carrera 
de Licenciatura en Enfermería, criterios compartidos por casi todas las 
instituciones educativas del país y Latinoamérica.
He tratado de mantener en toda su estructura argumental, una lógica 
para el Aprendizaje Basado en Competencias (ABC), mediante la arti-
culación de contenidos conceptuales (conceptos), actitudinales (actitudes) 
y procedimentales (habilidades).(1) Esta idea engloba tanto el “saber hacer”, 
como el “poder hacer” y, sobre todo el “querer hacer”, a fin de consolidar 
la forma de asumir el “yo profesional”, de involucrarme desde la voluntad 
de brindar un cuidado profesional (más allá del cuidado vocacional o del 
cuidado meramente técnico). 
He introducido, además algunas herramientas del Pensamiento 
Crítico, a través de ejercicios prácticos, a fin de guiar al lector en los procesos 
del pensamiento aplicados a las distintas etapas del quehacer enfermero.
Cabe aclarar que muchos de los contenidos de esta obra son relecturas 
y adaptaciones de los que podríamos llamar “clásicos” de la disciplina. Es, 
por ejemplo el caso de buena parte de lo tratado en el capítulo del Método, 
que hace referencia al Proceso de Atención de Enfermería. En lo que 
respecta al resto de los contenidos, en su gran mayoría son construcciones 
intelectuales originales, basadas o sustentadas en conocimientos no sólo 
provenientes de nuestra profesión. En efecto, para el abordaje de determi-
nados temas, he acudido a autores provenientes de la sociología, la antro-
pología, la filosofía, la psicología, la medicina, además de la enfermería. 
Cuenta de ello dan las citas bibliográficas que, oportunamente hallará el 
lector a pié de página. Por otra parte, sugiero que sean consultados en 
forma independiente los textos mencionados a fin de que el estudiante o 
(1) Nota del Autor: el concepto de gestión por competencias nació en Harvard en 1973, con 
David McClelland, experto en recursos humanos.
ALGUNAS ACLARACIONES PARA EL LECTOR
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo16
el profesional con curiosidad, pueda profundizar en los temas abordados 
desde otra perspectiva.
Dicho esto, y aclarados los aspectos fundamentales de la presente 
obra, los invito a la lectura crítica, el análisis objetivo y la reflexión profunda 
de los temas que aquí se abordan. Su discusión y puesta en común se trans-
formarán, a mi humilde entender, en un importante paso de la maduración 
de la disciplina enfermera. 
17
ESQUEMA GRÁFICO DE LA ESTRUCTURA
MACROTEXTUAL DE LA PRESENTE OBRA
Elementos constitutivos
Cuidado Humano / Cultural
Paradigmas
EL CUIDADO
PROFESIONAL
(Cap. 1)
Concepto de Salud
Relación Salud-Enfermedad
Normalidad
LA EXPERIENCIA
DE SALUD (Cap. 2)
Necesidad / Problema
Unidad de cuidado
Respuestas Humanas
Homeostasis / Homeóresis
LA PERSONA
CUIDADA (Cap. 4)
Competencias
Rol / Identidad / Imagen
Concepto de Enfermería
Arte / Ciencia / Disciplina
Profesión / Oficio / Vocación
EL PROFESIONAL
DEL CUIDADO (Cap. 3)
El tiempo terapéutico
La organización como ámbito terapéutico
La organización como ámbito laboral
EL CONTEXTO
ESPACIO-
TEMPORAL (Cap. 6)
Etapas del PAE
La comunicación
El MÉTODO
(Cap. 5)
La relación sujeto
cuidado / profesional
Proceso de Atención
de Enfermería
19
Elucidar significa “pensar el acto”, reflexionar sobre aquello que hacemos y que 
pasa desapercibido ante nuestros incautos ojos. A fin de empezar a adoptar 
una actitud crítica sobre aquello que vivenciamos como “ la Enfermería” los 
invito a realizar un ejercicio intelectual, una lectura reflexiva de nuestro 
quehacer cotidiano.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
 DE LA SITUACIÓN DE CUIDAR
Me gustaría que podamos reflexionar sobre la situación específica del “cuidado”, de modo tal que podamos analizar en profundidad 
todos y cada uno de los elementos que están implicados dentro de ella. 
Para emprender dicha tarea podríamos imaginar el cuidado como la repre-
sentación o puesta en escena de una obra de teatro. Allí observaríamos a 
dos personajes principales, los protagonistas: la enfermera y el “paciente”. 
La escenografía representaría más o menos fidedignamente(1) una sala 
de hospital, con sus paredes azulejadas hasta el techo y sus pies de suero 
diseminados entre las camas de hierro. Ahora bien: considero que lo más 
prudente y, trayendo a colación el título del presente capítulo, sería tratar 
de establecer si el cuidado es, en definitiva un acto. Y se confrontan aquí 
(1) fidedigno: digno de crédito.
“ELUCIDACIONES EN TORNO 
AL ACTO DE CUIDAR”
Capítulo 1
EL CUIDADO
EXPERIENCIA
DE SALUD
MÉTODO
PROFESIONAL
DEL CUIDADO
PERSONA
CUIDADA
CONTEXTOESPACIO -
TEMPORAL
El CUIDADO
PROFESIONAL
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo20
una serie de cuestiones ontológicas(1) que merecen ser, al menos analizadas 
detenidamente. 
En efecto, la concepción del cuidado ha atravesado de manera tangen-
cial(2) la totalidad de los paradigmas que han embebido de significado a la 
disciplina enfermera, en forma particular, pero también a la humanidad 
en su conjunto.
Desde sus orígenes el hombre ha practicado el cuidado del prójimo 
como una forma de supervivencia de la propia especie. Tanto es así, que los 
científicos determinan el cuidado como el elemento que ha determinado la 
evolución y la adaptación de la humanidad a través de las distintas eventua-
lidades atravesadas durante su evolución. Ya el hombre primitivo, a partir 
de haber experimentado la necesidad de socialización, conformó clanes o 
tribus para dar respuesta a sus más inmediatas demandas de subsistencia 
-comida, abrigo, seguridad- para lo cual se pone de manifiesto el origen 
del grupo como unidad funcional de la sociedad.
Está ampliamente comprobado, por ejemplo, que los neanderthales 
constituyeron sociedades complejas, con fuertes lazos entre sus miembros, 
que desarrollaban distintas medidas sanitarias como el cuidado de los indi-
viduos heridos y el dar sepultura a los muertos(3). 
No es difícil imaginar de que manera, desde sus inicios mismos, el 
hombre ha adoptado para su adaptación al medio todo tipo de artimañas(4) 
prehumanas o características del reino animal. Así, como un animal lasti-
mado que lame su herida para limpiarla disminuyendo de esta manera 
el riesgo de contaminación; de la misma forma el ser humano primitivo 
habrá cuidado de la contaminación sus propias lesiones de distinta natu-
raleza, según el tipo de riesgos a los que se veía expuesto. Podríamos, pues 
estar frente a lo que llamaríamos proto-asepsia, para otorgarle un término 
científico. Seguramente habrá utilizado primero su lengua, para más tarde 
realizar la higiene valiéndose del agua de lagos, lagunas y ríos e incluso 
incursionar en la utilización de la savia producida por determinadas plantas 
-como el aloe(5), utilizada aún en la actualidad- o de productos como la miel 
-lo cual quedó plasmado en los antiguos papiros egipcios como un trata-
miento eficaz para el cuidado de las heridas-. Lo mismo sucedería, segu-
(1) ontología: parte de la metafísica que trata de las propiedades trascendentes del ser.
(2) tangencial: que tiene algún punto de contacto con una superficie.
(3) CLARIN, “Historia Universal - Prehistoria y Primeras Civilizaciones”, Ed. Sol. Barcelona, 
2004.
(4) artimaña: artificio, artilugio o astucia.
(5) aloe: planta perenne de la familia de las liláceas. De ella se extrae un jugo empleado en 
medicina.
21el cuidado
ramente con las fracturas: observando las conductas animales, podemos 
ver claramente como inmovilizan de inmediato el miembro afectado por 
la fractura. En forma refleja -ya sea por el dolor que les provoca moverlo 
o bien por la limitación propia de la capacidad de movimiento provocada 
por la lesión- el hecho de inmovilizarlo limita el daño a los tejidos circun-
dantes y favorece la consolidación del hueso. Es fácil, pues imaginar los 
rudimentarios elementos de inmovilización de los que pudieron haberse 
valido estos primeros homínidos(1).
Vemos también, como típico ejemplo del cuidado higiénico-sanitario 
brindado a otros miembros de la comunidad, en los simios y demás primates 
que se buscan y quitan los piojos 
los unos a los otros. Muchos de 
estos ejemplos se dan en la natu-
raleza, incluso en animales de 
distinta especie, como puede 
suceder en algunas relaciones de 
tipo saprofítica(2) o de “ayuda 
mutua”. Pero es aquí donde se 
establece, tal vez la primera gran 
diferencia entre el sujeto humano 
y el resto de las especies del reino 
animal: en su relación con el 
más débil, con el herido. El 
ciervo más débil es aquel que se 
desplaza con más dificultad y, 
en consecuencia es el que cae en 
las garras del depredador y 
permite así la huída del resto de 
la manada. Desde la madre que alimenta y abriga a sus hijos, hasta aquel 
que acerca un poco de agua a la boca del sediento. La caridad, la solida-
ridad, la vocación de servir a quien más lo necesita, pueden considerarse 
rasgos naturales del individuo, comunes en todas las épocas y en todas las 
culturas y civilizaciones y ser la semilla misma de la naturaleza humana. 
También la violencia, la intolerancia y la crueldad, son características 
propias del género humano; pero, en todo tiempo, tras una batalla o luego 
(1) homínidos: familia de primates que comprende una sola especie: el Homo sapiens.
(2) saprófito/a: dícese de un ser vivo que extrae de las materias orgánicas en descomposición 
las sustancias que le son necesarias.
La palabra “vocación”, derivada de la 
alocución latina “vocatio” -“ llamado”, 
se usó originariamente para hacer 
referencia al “ llamado divino” del 
sacerdocio, entendido éste como una 
entrega total e incondicional hacia 
dicha actividad. Aplicada al concepto 
del cuidado de personas, ha hecho 
aún más distante la relación entre la 
Enfermería y el sentido de profesión. 
Incluso ha influido negativamente en 
los históricos reclamos por un posicio-
namiento eficaz dentro del ámbito 
laboral, sobre todo en cuestiones tan 
sensibles como el salario. Es por ello que 
hay que aplicarla con mucha cautela, 
sobre todo en la etapa de formación.
La palabra “vocación”, derivada de la 
alocución latina “vocatio” -“ llamado”, 
se usó originariamente para hacer 
referencia al “ llamado divino” del 
sacerdocio, entendido éste como una 
entrega total e incondicional hacia 
dicha actividad. Aplicada al concepto 
del cuidado de personas, ha hecho 
aún más distante la relación entre la 
Enfermería y el sentido de profesión. 
Incluso ha influido negativamente en 
los históricos reclamos por un posicio-
namiento eficaz dentro del ámbito 
laboral, sobre todo en cuestiones tan 
sensibles como el salario. Es por ello que 
hay que aplicarla con mucha cautela, 
sobre todo en la etapa de formación.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo22
de una guerra, ha habido y habrá quienes se organicen en pos de brindar 
alivio al que sufre, al que ha sido herido.
Tal vez, tan antigua como las primeras manifestaciones de humanidad 
que han tenido nuestros primitivos ancestros, ha sido la vocación de brindar 
cuidado. No es pues el espíritu del cuidador el que ha variado con el devenir 
de los siglos, sino más bien, el concepto de necesidad de dichos cuidados y 
las teorías que se han ido sosteniendo en las diferentes culturas en lo rela-
tivo al significado de salud y de enfermedad que cada una les ha dado.
Patricia Donahue hace referencia a la etimología(1) de la palabra 
nurse –“enfermera” en inglés– y sus connotaciones históricas. Al respecto 
menciona:
“La enfermería tiene su origen en el cuidado materno de los niños indefensos y 
tiene que haber coexistido con este tipo de cuidado desde los tiempos más remotos. 
La palabra inglesa nursery deriva del vocablo latino nutrire, "nutrir". El término 
inglés nurse también tiene sus raíces en el latín, en el nombre nutrix, que signi-
fica "madre que cría". A menudo hacía referencia a una mujer que amamantaba 
a un niño que no era hijo suyo, o sea un ama de cría. Con el tiempo, el término 
nutrix se utilizó para identificar a una mujer que criaba, lo que suponía una 
definición más amplia aunque todavía relacionada con la idea de engendrar. Los 
vocablos latinos fueron la base de la palabra francesa nourrice y de la española 
nodriza, que también se referían a la mujer que amamantaba a un niño, en 
especial al hijo de otra.”(2) 
Como vemos, los términos sajones -inglés y francés- se aproximan 
mucho más al origen o génesis de la profesión, que el término castellano 
de "enfermera", seguramente más reciente ya que hace mención directa a 
la palabra "enfermo" o "enfermedad", que nostransporta a un pasado menos 
remoto, y más acotado, limitando la actividad de enfermería a la atención 
o cuidado del individuo enfermo(3).
Como práctica u oficio concerniente al cuidado de la salud, nace 
la Enfermería Empírica(4), hija de la maternidad, la religión, la guerra y, 
(1) etimología: origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su 
forma.
(2) DONAHUE, P., “Historia de la Enfermería”. Mosby - Missouri, 1985.
(3) Nota del Autor: para analizar un poco más en profundidad el tema etimológico, puede 
consultarse el capítulo “Ser o no ser”, del texto: DURANTE, S., “Claves para pensar la 
Enfermería”. Ed.El Uapití-Universidad Maimónides. Buenos Aires, 2005.
(4) empirismo: sistema, método o práctica que se funda sólo en la experiencia, sin recurrir 
al razonamiento ni al conocimiento teórico.
23el cuidado
posteriormente la ciencia. Función compartida por casi todas las culturas y 
destinada a la mujer desde los inicios de la historia, el cuidado de los más 
débiles -enfermos, niños y ancianos- se fue convirtiendo con el pasar de los 
siglos, desde una obligación casera hacia los miembros más cercanos de la 
familia, en un deber para con Dios y un modo de servir a los semejantes y, 
más tarde, una muestra de patriotismo cívico en la atención de los heridos 
en combate, transformándose finalmente en lo que es hoy: una profe-
sión abrazada por hombres y mujeres, con profunda vocación de servicio, 
inquietud de progreso profesional y una vasta curiosidad científica.
Ninguna ciencia o arte que pretenda crecer y desarrollarse en la 
sociedad puede obviar sus orígenes, pues son aquellos esbozos los que 
le han dado forma a su personalidad y, sobre todo, serán las bases para 
conformar aquello que anhela ser en el futuro. 
Por otro lado, y como ya afirmara antes, no es el tipo de cuidado 
“doméstico” -el de madre a hijo, aquel que se basta de la buena voluntad, amor 
filial y el esfuerzo empírico- el que nos interesa tratar en este volumen, sino 
el CUIDADO PROFESIONAL. Es decir, aquel cuidado que requiere 
de determinadas competencias, entendiendo como tal al conjunto de apti-
tudes -procedimentales, técnicas, intelectuales, cognoscitivas, legales- y 
actitudes -es decir, la forma de asumir el “yo profesional”, de involucrarse 
desde la voluntad de brindar cuidado-. 
Lo antedicho exige no sólo la capacidad de cuidar -el poder cuidar-, 
sino también la voluntad y predisposición para brindar cuidado -el querer 
cuidar-, asumiendo en todo dicha responsabilidad desde el punto de vista 
ético. 
“El cuidado significa además preocupación, interés, afecto, importarse, proteger, 
gustar, significa cautela, celo, responsabilidad, preocupación. El verbo cuidar 
específicamente asume la connotación de causar inquietud, entregar la atención 
al otro”.(1)
El hombre ha forjado su evolución de acuerdo a la capacidad de satis-
facer sus necesidades en la constante búsqueda del equilibrio con el entorno. 
En esta constante evolución fueron surgiendo nuevas necesidades, y por 
ende, nuevas respuestas humanas a su satisfacción e insatisfacción. En la 
habilidad de reconocer en el otro una necesidad como tal y poder actuar 
para lograr su satisfacción está el espíritu del buen cuidador.
(1) WALDOW, V., “Cuidado Humano o resgate necesario”. Ed. Sagra Luzzatto. Brasil. 
1998.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo24
CONCEPCIONES BÁSICAS DE LA 
DISCIPLINA ENFERMERA
“Un paradigma es una tregua entre dos buenas preguntas.” 
Jorge Wagensberg
De este constante debate entre lo que podemos considerar como arte y como 
ciencia, y desde qué lugar analizar la Enfermería, surgen algunas concepciones 
básicas para una completa interpretación del problema.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Desde los albores(1) de la humanidad, desde que el hombre es hombre ha existido la imperiosa necesidad de determinar, de alguna manera 
la existencia de la verdad. La curiosidad por aquello que nos rodeaba, en 
definitiva: la construcción de la realidad. A medida que la sociedad ha 
ido avanzando en el tiempo, dichas realidades se han ido alterando en un 
continuo fluir, de crisis en crisis, con algunos períodos de supuesta calma. 
La herramienta universalmente aceptada para descifrar dicha 
realidad ha sido siempre el conocimiento. Particularmente, en nuestra 
cultura occidental, hubo una marcada preocupación para distinguir entre 
un conocimiento azaroso(2), afirmativo y versátil(3) y un conocimiento que 
asegurase en el más alto grado la adquisición de la verdad. Los griegos 
llamaban al primero “doxa” (opinión) y al segundo “epísteme” (ciencia). 
Hoy se concibe a la epistemología como “ la rama de la filosofía que se ocupa 
de todos los elementos que procuran la adquisición de conocimiento, e investiga los 
fundamentos, límites, métodos y validez del mismo”. (4)
También se sigue llamando “científico” al conocimiento cuyas carac-
terísticas más importantes son el rigor, la fundamentación de sus afirma-
ciones, la búsqueda sistemática de la verdad, la verificación de sus resul-
tados. Asimismo, se entiende por no científico o “vulgar”(5) al conocimiento 
que no da justificación a sus hallazgos, o sencillamente todo conocimiento 
cuyos resultados sean declarados dogmáticamente(6) verdaderos.
(1) albor: comienzo o principio de una cosa.
(2) azaroso: que proviene del azar o la suerte.
(3) versátil: de genio voluble, inconstante.
(4) CEBERIO, M. y WATZLAWICK, P., “La construcción del universo”. Herder. Barce-
lona, 1998.
(5) vulgar: perteneciente al vulgo, conjunto de quienes forman la mayor parte de la población.
(6) dogma: proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una 
ciencia.
25el cuidado
EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL 
Y LA CONCEPCIÓN DE ENFERMERÍA 
Según su perspectiva única y sus propios procesos de reflexión, concep-tualización e investigación, las disciplinas tienen por objeto desarrollar 
los conocimientos que servirán para definir y guiar la práctica. Es precisa-
mente gracias a la manera particular con la que los enfermeros abordan la 
relación entre el cuidado, la persona, la salud y el entorno que se clarifica 
el campo de la disciplina enfermera.
La ciencia no fue siempre como hoy podemos apreciarla, y segura-
mente no lo será tampoco en el futuro. Cada época ha tenido su forma 
particular de explicar el mundo que la rodeaba, diferente de la anterior y 
de la siguiente. En tal sentido es necesario precisar cuáles han sido aquellos 
cambios históricos que nos han traído hacia donde nos encontramos actual-
mente y, por medio de la inducción podamos saber hacia donde vamos.
“Las grandes corrientes del pensamiento, o maneras de ver o comprender el 
mundo, han sido llamadas paradigmas (...). Se han precisado los paradigmas 
dominantes del mundo occidental, paradigmas que han influenciado todas las 
disciplinas.”(1)
Thomas S. Kuhn(2), acuñó(3) el término de “paradigmas” para referirse 
a realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto 
tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad 
científica.(4)
Difícilmente los hechos históricos y los cambios sociales tengan una 
sola causa o un único origen, por lo general son multicausales(5). A su vez, 
estas causas son de diferente origen: algunas están relacionadas con la esfera 
económica, otras con la esfera social, algunas otras, con la dimensión polí-
tica, y otras con la dimensión cultural e ideológica. Existieron en la historia 
de la ciencia occidental tres grandes paradigmas que marcaron el rumbo 
(1) KÉROUAC, S., “El pensamiento enfermero”. Masson. Barcelona, 1996.
(2) Thomas Kuhn (1922-1996): filósofo, físico e historiador estadounidense. Su libro "La 
estructura de las revoluciones científicas", es quizá el texto más citado de la historia de la 
Filosofía.
(3) acuñar: dar forma a expresiones o conceptos, especialmente cuando logran perma-
nencia.
(4) KUHN, T., “La estructura de las revoluciones científicas” Fondo de CulturaEconómica. 
México, 2000.
(5) multicausal: aquello cuyo origen se debe a más de una causa.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo26
del conocimiento en todas sus áreas. Estos paradigmas son: el empírico, el 
simbólico y el crítico. La enfermería se ve atravesada por ellos y los renombra 
como: de la categorización, de la integración y de la transformación. 
Según el prestigioso escritor uruguayo Mario Benedetti(1), “el pasado 
es siempre una morada y no hay olvido capaz de demolerla”(2), es por ello que no 
podemos abordar seriamente los principios fundamentales de la enfermería, 
sin analizar, aunque más no sea brevemente su contexto histórico-social.
1. Paradigma de la categorización (1850 - 1950): este período 
inspiró dos orientaciones en la práctica de la enfermería: 
• Centrada en la salud pública. 
• Centrada en la enfermedad -íntimamente ligada a la práctica médica-. 
Los fenómenos(3) son divisibles(4) en categorías, clases o grupos defi-
nidos, considerados como elementos aislables o manifestaciones simplifi-
cables. Así los elementos y las manifestaciones conservan entre sí relaciones 
lineales y causales -relación “causa/efecto”-, y el desarrollo del conocimiento 
se orienta hacia la búsqueda de leyes universales. 
Este paradigma orienta el pensamiento hacia la búsqueda de un factor 
causal responsable de la enfermedad.
Orientación hacia la salud pública (1850 - 1900): inicio de la sociedad 
moderna occidental, no se sabe acerca de infecciones bacteriológicas, ni 
propagación ni precauciones más elementales. Florence Nightingale(5) se 
revela como persona capacitada para organizar los cuidados enfermeros en 
los hospitales ingleses durante la guerra de Crimea (1854) y postula que “ la 
preocupación del enfermero está al lado de la persona enferma o sana, y consiste 
en proporcionar al paciente el mejor entorno posible para que las fuerzas de la 
naturaleza permitan la curación o el mantenimiento de la salud.”(6) 
(1) Mario Benedetti (1920): escritor uruguayo. Ha sido profesor de literatura en su país. 
Ha cultivado todos los géneros, con iniciación en la poesía, los cuentos, la novela, y la crítica 
político-social.
(2) BENEDETTI, M., “Perplejidades de fin de siglo”. Sudamericana. Buenos Aires, 2000.
(3) fenómeno: cualquier hecho que es captado por los sentidos o conocido por la conciencia.
(4) divisible: que se puede partir, separar en partes más pequeñas.
(5) Florence Nightingale (1820-1910): enfermera italiana, reformadora del sistema sani-
tario de su época. En 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito.
(6) NIGHTINGALE, F., “Notas sobre Enfermería, qué es y qué no es”. Masson-Salvat. 
España, 1993.
27el cuidado
Hay que tener en cuenta que en esa época el estudio de las ciencias 
estaba vedado(1) a la mujer, los únicos estudios “apropiados” para las joven-
citas eran la música, las letras u otra actividad de neto corte artístico para el 
deleite de los invitados en alguna tertulia(2) familiar. La enfermería, al no 
penetrar los muros universitarios por la condición de desvalorización que se 
tenía de la mujer en esa época, vio reducidas sus actividades a tareas simples: 
alimentación para los enfermos, lavado y vendaje de heridas, cuidado de los 
leprosos, atención de partos y cuidado de niños. Pese a lo cual Nightin-
gale sostiene la idea de la elaboración de un plan para la formación de 
enfermeros competentes. Nightingale postuló esta concepción, aplicando 
además sus conocimientos de matemática y estadística a la enfermería que 
según ella, debía estar regida por algo más que la compasión.
El liberalismo(3) se convierte en el principal doctrinario(4) político, social 
y económico del siglo XIX. Su ingreso en el escenario histórico marca, para 
muchos historiadores el comienzo de la denominada “edad contemporánea”. 
Son las motivaciones espirituales y humanísticas las que influencian 
profundamente los cuidados enfermeros de la época. El ser humano es 
concebido desde el punto de vista cartesiano(5): se divide en cuerpo y alma, 
materia y espíritu -no existe aún la noción de psique(6)-. 
El positivismo(7) dominó el desarrollo de las ciencias de esa época y 
nace con él la era de la bacteriología. 
(1) vedar: prohibir por ley. Impedir, estorbar.
(2) tertulia: reunión de personas que se juntan habitualmente para conversar.
(3) liberalismo: doctrina político-económica que aboga por el desarrollo de la libertad 
personal individual y a partir de ésta, por el progreso de la sociedad. Hoy en día se considera 
que el objetivo político del neoliberalismo es la democracia, pero en el pasado muchos libe-
rales consideraban este sistema de gobierno como algo poco saludable por alentar la partici-
pación de las masas en la vida política. 
(4) doctrina: enseñanza que se da para instrucción de alguien.
(5) cartesiano: que tiene relación con el pensamiento filosófico de René Descartes.
(6) psique: conjunto de fenómenos psíquicos que constituyen la personalidad.
(7) positivismo: escuela filosófica, nacida del empirismo, fue fundada por Augusto Compte 
en la época de la revolución industrial: en un mundo en que se valoraron por sobre todo la 
ciencia y la técnica. Partiendo de la tesis del empirismo de que la fuente del conocimiento 
es la percepción sensorial, el positivismo amplía la validez de dicha percepción tanto a la 
inmediata como a la mediata, esta última, a través de registros y medidas instrumentales. 
Afirma que no es posible conocer los principios y primeras causas de los fenómenos y que el 
intelecto humano en el campo de la ciencia ha de centrarse en establecer relaciones de causa 
efecto cuantitativas que permitan enunciar leyes científicas. 
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo28
Surge la teoría evolucionista de la ciencia de corte hegeliano(1), según 
la cual el espíritu humano recorre tres fases: la fase teológica, que ve la 
presencia de la divinidad tras todo cuanto existe; la fase metafísica, que 
reduce la realidad a las ideas; la fase de la ciencia “positiva”, que ya no 
pregunta por los fines y los orígenes de la realidad, sino por sus causas, sus 
leyes y sus relaciones. 
“Entre 1780 y 1850, es decir, en menos de tres generaciones, una profunda revo-
lución sin precedentes en la historia de la humanidad cambió el aspecto de Ingla-
terra. Los historiadores, para expresar la idea de cambio drástico, han hecho 
uso abusivo del término “revolución”; sin embargo, exceptuando quizá la del 
Neolítico, no ha habido ninguna revolución tan auténticamente revolucionaria 
como la Revolución Industrial. Ambas cambiaron el curso de la historia, es decir, 
introdujeron un elemento de discontinuidad en el proceso histórico. La revolu-
ción neolítica transformó la humanidad: un conjunto de tribus de cazadores se 
convirtieron en sociedades agrícolas más o menos independientes. 
A su vez, la Revolución Industrial hizo a los granjeros y campesinos manipu-
ladores de máquinas impulsadas por energía inanimada. Antes de la Revolu-
ción Industrial, la mayor parte de la energía que los hombres necesitaban para 
mantenerse, propagar la especie y ganarse la vida provenía del reino animal 
y vegetal. La Revolución Industrial inauguró una era totalmente distinta de 
nuevas e inagotables fuentes de energía, como el carbón, el petróleo, la electri-
cidad y la energía atómica. 
La Revolución Industrial invadió el mundo, cambiando de forma absoluta 
nuestra propia existencia y derribando las estructuras de todas las sociedades 
humanas en el curso de sólo ocho generaciones.”(2)
La ciencia está ordenada jerárquicamente, y en la cúspide de esta jerar-
quía se halla la sociología, de la que Augusto Compte(3)(4) es fundador. 
Por otra parte, este último establece una correspondencia entre estas 
fases y los distintos tipos de sociedad, de forma que la fase “positiva” le 
corresponde a la sociedad industrial. 
(1) hegeliano: que tiene correspondencia con el pensamiento filosófico de Hegel.
(2) CIPOLLA,C. M., “Historia económica de Europa”, Ariel. Barcelona, 1979.
(3) COMPTE, A., “Curso de filosofía positiva”. Magisterio Español - Madrid, 1987.
(4) Augusto Compte (1798-1857): filósofo francés, considerado el fundador del positivismo 
y de la sociología. Sus últimos años quedaron marcados por la alienación mental. 
29el cuidado
Esta concepción puso en circulación el concepto de “positivismo” -
limitación del conocimiento a los hechos demostrables científicamente- y 
estableció las bases de la fe en la ciencia de los siglos XIX y XX.(1) 
Recordemos que a mitad del siglo XIX, la mayoría de la población no 
sabía nada acerca de infecciones bacteriológicas y sobre los medios de propa-
gación de la enfermedad, ignorando las precauciones más elementales. 
En 1869 lord Joseph Lister(2) incorpora las técnicas de antisepsia en las 
prácticas quirúrgicas. 
Lister adhería a la idea de Luis Pasteur(3) de que los gérmenes pulu-
laban en el aire, basándose en el hecho de que las fracturas no expuestas 
casi no se infectaban y las expuestas lo hacían con frecuencia. Ideó entonces 
la venda oclusiva: un apósito de ocho capas impregnado, entre otras subs-
tancias, con ácido fénico. Con ello logró disminuir considerablemente la 
incidencia de mortalidad causada por la infección de las heridas. 
Veinte años más tarde, en 1889, el Dr. Juan B. Justo dictaba una confe-
rencia en el Círculo Médico Argentino preconizando el establecimiento de 
la asepsia en las prácticas quirúrgicas. Este hecho abriría un nuevo pano-
rama en la medicina de nuestro país.
La idea que condujo a la asepsia era que los gérmenes del ambiente se 
hallaban en mayor cantidad adheridos a objetos y no tanto en el aire. Con 
estos métodos la cirugía salvó un gran obstáculo: la infección.
En 1876 el físico alemán Roberto Koch(4), aísla el bacilo del ántrax, 
probando que los microbios podían causar enfermedades.
Si bien muchos de los hitos(5) históricos referidos en los párrafos ante-
riores tuvieron su hervidero en la Europa continental -cuna de la cultura occi-
dental-, aquí en América, y sobre todo en Argentina tuvieron su correlato(6) 
(1) SCHWANITZ, D., “La cultura. Todo lo que hay que saber” Taurus. Buenos Aires, 2002.
(2) Joseph Lister (1827-1912): cirujano inglés, se le atribuye la invención de la sutura reab-
sorbible.
(3) Luis Pasteur (1822-1895): sabio, químico y biólogo francés, fundador de la bacteriología 
moderna. Se le debe un procedimiento de esterilización mediante el calor y muy importantes 
estudios sobre enfermedades contagiosas. En 1885 publicó su método de curación de la rabia, 
cuyo agente patógeno descubrió. Sus descubrimientos sentaron las bases de la sueroterapia 
moderna y han revolucionado la cirugía, medicina e industrias basadas en las fermentaciones. 
(4) Roberto Koch (1843-1910): médico y bacteriólogo alemán. Realizó notables estudios 
sobre la tuberculosis y descubrió el bacilo al cual va unido su nombre. Descubrió igualmente 
el agente microbiano del cólera. Recibió en 1905 el Premio Nobel de Medicina.
(5) hito: mojón o poste de piedra, por lo común labrada, que sirve para conocer la dirección 
de los caminos y para señalar los límites de un territorio.
(6) correlato: correspondencia recíproca entre dos o más cosas o series de cosas.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo30
a través de las grandes olas de extranjeros llegados de aquellas lejanas tierras. 
En efecto, a partir de la década de 1870, se fortalece un proceso que se había 
iniciado en 1810 y cuyo pico máximo en nuestro país fue alcanzado hacia 
1880: la inmigración europea a las Américas. 
En la Constitución Nacional de 1853 quedan volcados los criterios de 
Alberdi y Sarmiento, con el preámbulo: “para todos los habitantes del mundo 
que deseen habitar el suelo argentino”. Y es que ambos ideólogos, con sus 
diferencias, coincidían en algo: el concepto de la inmigración como factor 
de progreso, sinónimo de “civilización”. 
Todo este proceso se vio reforzado, luego por la Ley 817 de “ inmigra-
ción y colonización”(1), sancionada durante la presidencia de Nicolás Avella-
neda. Así, entre 1875 y 1914 la Argentina recibió a más de cinco millones de 
extranjeros: el catorce por ciento del movimiento migratorio mundial.(2)
La tendencia de las prestaciones de salud en Argentina giró en torno 
de los temas de higiene, sobre los cuales ya había llamado la atención 
Guillermo Rawson. Asimismo, sus seguidores -Pirovano, Wilde, Gutiérrez, 
Argerich, Podestá, Ramos Mejía y otros- se interesaron por los problemas 
patológicos, físicos y mentales derivados de la falta de asistencia pública, la 
miseria de los sectores marginales, el hacinamiento en los conventillos, la 
prostitución, el delito y la locura.
Orientación hacia la enfermedad (1900 – 1950): se sitúa a finales 
del siglo XIX y primera mitad del XX, en un contexto(3) marcado por la 
expansión del control de las infecciones, es decir, la mejora de métodos 
antisépticos, de asepsia y de las técnicas quirúrgicas. La salud es conside-
rada como la ausencia de enfermedad, y a ésta última no se la relaciona en 
nada con el entorno, sino que se la reduce a una causa única. 
La erradicación de las enfermedades transmisibles es la prioridad de los 
años 1900-1950. Aparece la formulación de los diagnósticos médicos basados 
en la asociación de síntomas observados a partir de fallos biológicos.
El factor causal orienta el tratamiento, se dejan de lado los factores 
personales o ambientales y el cuidado se orienta hacia los problemas, déficit 
o incapacidades de la persona.
(1) Nota del Autor: esta ley instrumentaba diversos mecanismos para fomentar la inmi-
gración, tales como la instalación de oficinas especiales o consulados, el otorgamiento 
gratuito de pasajes, el alojamiento a cargo del Estado en el Hotel de Inmigrantes durante 
los primeros días, y el transporte sin cargo hasta su destino final.
(2) LUNA, F., “Historia de la Argentina”. Hyspamérica. Buenos Aires, 1992.
(3) contexto: entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier 
otra índole, en el cual se considera un hecho. 
31el cuidado
Un dato significativo de esta época es el surgimiento, a principios del 
siglo XX, de las escuelas hospitalarias de enfermeras, ofreciendo a dichas 
instituciones una mano de obra joven, disciplinada y económica. Esto a 
la vez propició la identificación con el modelo científico médico hegemó-
nico(1): los enfermeros dejan de centrar su mirada en el sujeto cuidado, 
para pasar a asistir al médico. Los cuidados enfermeros están estrecha-
mente unidos a la práctica médica, se orientan al control de la enfermedad; 
la enseñanza formal presenta un contenido orientado hacia los conoci-
mientos médicos. 
El enfermero recibe formación técnica junto con entrenamiento para 
la obediencia y el orden. La formación de los enfermeros resulta benefi-
ciosa para el hospital y la profesión médica. 
Las primeras expresiones organizadas y sistematizadas de saber en 
enfermería son constituidas por las técnicas de enfermería comúnmente 
conocidas como cuidado de enfermería. 
Estas técnicas consisten en detalladas descripciones de procedi-
mientos a ser ejecutadas paso a paso, especificando, también el material 
que es utilizado -el famoso “bandeja conteniendo” de nuestros docentes-. De 
esta manera, el objetivo de enfermería no estaba centrado en el cuidado al 
sujeto de atención, sino más bien, en la manera de ser ejecutada la tarea.
En el 1900 el existencialismo(2) y la fenomenología(3) - fundada por 
Edmund Husserl(4)- se convierten en las dos escuelas dominantes de la filo-
sofía en la Europa continental. 
En la misma época Sigmund Freud(5) publica “La interpretación de los 
sueños”, obra en la que revela la existencia del inconsciente(6).
(1) hegemonía: supremacía que un estado ejerce sobre otros.
(2) existencialismo: escuela filosófica que parte de la proposición de que no existe ningún 
espacio espiritual por encima del mundo material de la experiencia.El individuo, víctima de 
la ansiedad y de la alienación, se dirige a una conclusión inevitable: el mundo es absurdo.
(3) fenomenología: escuela filosófica que parte de la premisa de que puede alcanzarse una 
visión completa del mundo si se observan y describen las estructuras de la experiencia. Estos 
fenómenos no están necesariamente confinados en los datos aportados por la experiencia 
sensorial. 
(4) Edmund Husserl (1859-1938): filósofo alemán considerado el fundador de la fenome-
nología, movimiento filosófico que describe las estructuras de la experiencia tal y como se 
presentan en la conciencia. La influencia de su pensamiento fue especialmente notable en 
Scheler y Heidegger.
(5) Sigmund Freud (1856-1939): neurólogo austriaco y fundador del psicoanálisis, método 
de estudio de la estructura psíquica cuyo objetivo es la investigación de los significados 
inconscientes del comportamiento, así como los sueños y fantasías del individuo. 
(6) inconsciente: algo de lo que no se tiene consciencia.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo32
“Probablemente, ningún científico ha transformado tan radicalmente como 
Freud el modo como los individuos se entienden a sí mismos en nuestra cultura. Su 
influencia es tan grande, y su pensamiento ha calado tanto en toda nuestra cultura, 
que es difícil imaginarse cómo entendió el hombre su psique antes de Freud.”(1) 
Antes de la difusión de su obra, se hablaba del alma humana como algo 
inmortal, racional e inmutable. Aquello que hoy incluiríamos en la psique, 
como por ejemplo las emociones, las pasiones, los impulsos, en aquella época 
eran atribuibles al campo físico, al cuerpo. El carácter del sujeto dependía de 
los fluidos orgánicos, o como se decía en aquel entonces: de los humores –de 
allí el concepto de “mal humor” o “buen humor” -: flema, sangre y bilis. 
La orientación hacia la enfermedad puede verse claramente reflejada en 
la literatura a través de la experiencia que vive el joven Juvenal Urbino de la Calle 
-personaje de la novela “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García 
Márquez(2)- al volver de París tras culminar sus estudios de medicina: 
“Su obsesión era el peligroso estado sanitario de la ciudad. Apeló a las instancias más 
altas para que cegaran los albañales españoles, que eran un inmenso vivero de ratas, y 
se construyeran en su lugar alcantarillas cerradas cuyos desechos no desembocaran en la 
ensenada del mercado, como ocurría desde siempre, sino en algún vertedero distante. 
Las casas coloniales bien dotadas tenían letrinas con pozos sépticos, pero las dos terceras 
partes de la población hacinada en barracas a la orilla de las ciénagas hacía sus necesi-
dades al aire libre. Las heces se secaban al sol, se convertían en polvo, y eran respiradas 
por todos con regocijos de pascua en las frescas y venturosas brisas de diciembre...” (3)
En 1904 Iván Pavlov(4) inicia los experimentos conductistas(5) que 
hicieron famoso su apellido. Los perros que habían aprendido a asociar la 
(1) SCHWANITZ, D., “La Cultura. Todo lo que hay que saber”. Ed. Taurus. Buenos Aires, 
2002.
(2) Gabriel García Márquez (1928): escritor, periodista colombiano. Recibió el premio Nobel de 
Literatura, y es considerado una de las figuras más representativas de la narrativa del siglo XX.
(3) GARCÍA MÁRQUEZ, G., “El amor en los tiempos del cólera”. RBA Editores. Barce-
lona, 1993.
(4) Iván Petróvich Pávlov (1849-1936): fisiólogo ruso conocido, en concreto, por su descu-
brimiento del reflejo condicionado.
(5) conductismo: corriente de la psicología que defiende el empleo de procedimientos estricta-
mente experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta), considerando 
la relación del sujeto con el entorno como un conjunto de estímulos-respuesta. Hacía hincapié 
en una concepción del individuo como un organismo que se adapta al medio (o ambiente).
33el cuidado
comida con el sonido de una campana, salivaban cuando la oían. Una respuesta 
refleja aprendida que el fisiólogo ruso denominó “reflejo condicionado”.
En 1913 Henry Ford(1) implementa la primera cadena de montaje, 
para satisfacer la demanda de automóviles, que en aquella época comen-
zaba a aumentar vertiginosamente(2).
Entre los años ’30 y ’40 aparece el sistema funcional(3) de prestación de 
cuidados (resultado del Taylorismo(4)(5)). Con especial acento en la especializa-
ción y fragmentación, sistema de prestación que apela a la gestión centralizada.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, la enfermería se comienza a nutrir de 
la urgencia de los programas sociales -como respuesta a la gran crisis económica 
de 1930, y al sufrimiento humano de la Segunda Guerra Mundial-. En 1947 la 
World Healt Organisation (WHO)(6) establecía su estatuto fundacional. 
Mientras, en nuestro país, el Dr. Carrillo, ministro de salud entre 
1946 y 1954 afirmaba: 
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la angustia, la tris-
teza y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causa de enfermedad 
son unas pobres causas.”
2. Paradigma de la integración (1950 – 1975): prolonga el para-
digma anterior reconociendo los elementos y las manifestaciones de un 
fenómeno e integrando el contexto específico en el que se sitúa. Este 
contexto influenciará la reacción del individuo al agente infeccioso y su 
respuesta al tratamiento. 
Grandes obras marcan esta etapa del desarrollo histórico del intelecto 
de la civilización: Claude Lévy-Strauss(7), publicaba su texto: “Antropología 
(1) Henry Ford (1863-1947): industrial estadounidense conocido por sus innovadores 
métodos producción de automóviles en serie, que revolucionaron la industria.
(2) vertiginosamente: que por su velocidad o rapidez causa vértigo.
(3) Nota del Autor: al mencionar el “sistema funcional” de distribución de tareas, me refiero 
a la asignación de actividades por profesional, en oposición a la división por “pacientes”.
(4) taylorismo: sistema de organización racional del trabajo, ideado por F. W. Taylor.
(5) Frederic Winslow Taylor (1856-1915): ingeniero y economista norteamericano. Inventor 
de los aceros rápidos y del Taylorismo.
(6) WHO: en inglés, Organización Mundial de la Salud (OMS).
(7) Claude Lévy-Strauss: antropólogo y etnólogo francés fundador del Estructuralismo, cuyas 
teorías han sido aplicadas a diversos campos de la ciencia. Partiendo del lenguaje, formuló que 
así como éste está formado por unidades constituyentes menores, que incluso se pueden analizar 
por sí mismas, los fenómenos culturales también forman parte de un sistema de significación 
mayor. Investigó sobre la mitología y los sistemas de parentesco en las sociedades primitivas.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo34
estructural”; y el filósofo Michel Foucault(1), daba a conocer su libro “Historia 
de la locura”.
Orientación hacia la persona: en esta etapa el cuidado va dirigido 
a mantener la salud de la persona en todas sus dimensiones, salud física, 
mental y social. El enfermero evalúa las necesidades de ayuda de la persona 
teniendo en cuenta sus percepciones y su globalidad. Intervenir significa 
“actuar con la persona”. Las concepciones de la disciplina enfermera han 
sido recreadas a partir de la orientación hacia la persona.
El hecho de adoptar un proceso sistemático -recolección de datos, 
análisis e interpretación de datos, intervención enfermera y evaluación- 
basado en un modelo conceptual, transforma la actividad del enfermero, 
que desde entonces centra su interés hacia el ser humano considerado 
como un todo integrado en su contexto. La imitación de marcos teóricos 
de otras disciplinas orientan la investigación hacia enfoques provenientes 
de la educación, antropología, psicología y la sociología. Sin embargo, la 
enfermería sigue a la sombra de la práctica médica, hecho que puede leerse 
según los prestigiosos pedagogos Fenstermacher y Soltis: 
“(...) cuando las personas privilegiadas de elevada condición social que son miem-
brosde la cultura dominante defienden una postura, hacen dos cosas: primero, fijan 
normas sobre lo que es verdadero, bueno y correcto no sólo para ellas mismas, sino 
para todos aquellos cuya vida esté afectada por el grupo dominante o mayoritario. 
En segundo lugar, a menudo directamente o por implicación, degradan o impugnan 
las formas diferentes, esas formas normalmente desarrolladas por las personas que 
carecen de poder y de privilegio o que son miembros de culturas subordinadas o 
minoritarias” (...) “creen que este es el modo en el que funciona el grupo dominante 
en su relación con los grupos subordinados, el modo en que el grupo dominante 
trata de preservarse como grupo y de conservar su poder y su privilegio.” (2)
(1) Michel Foucault: filósofo francés que llegó a ser mundialmente famoso por su búsqueda 
de los distintos modelos de poder en la sociedad. Analizó la historia de instituciones tales 
como hospitales, prisiones y manicomios a fin de investigar el lenguaje de las disciplinas que, 
a través del uso del poder, definen y disponen qué es un hombre: la medicina, la burocracia, 
la psiquiatría, la administración, etc. Lenguajes del poder que crean enfermos, criminales y 
locos, con la potestad de excluir al individuo de la sociedad y determinar las condiciones de 
su admisión en ella: capacidad jurídica, conciencia moral, funcionalidad corporal, respon-
sabilidad, etc.
(2) FENSTERMACHER, G. y SOLTIS, J., “Enfoques de la enseñanza”. Amorrortu. Bs. 
As, 1999.
35el cuidado
La investigación se inspira cada vez más en una base conceptual o 
teórica de la disciplina. La experiencia clínica y la reflexión son el origen 
de las concepciones explícitas del modelo conceptual de la disciplina. La 
orientación hacia la persona se caracteriza por el reconocimiento de una 
Disciplina Enfermera distinta de la Disciplina Médica y las investigaciones 
enfermeras se elaboran alrededor del objeto de cuidado “persona-entorno”. 
En este paradigma, el progreso de la Disciplina Enfermera se caracte-
riza por la introducción de los principios científicos orientados a la funda-
mentación teórica de todas las acciones de Enfermería. Si bien se muestra 
una creciente preocupación por incluir algunos aspectos psico-sociales 
en la atención de la persona cuidada, prevalece el énfasis en los aspectos 
biológicos. Lo importante es que los cuidados de enfermería, las técnicas y 
procedimientos de Enfermería, tienen ahora un respaldo científico.
En 1963 Thomas Kuhn escribe “La estructura de las revoluciones cientí-
ficas”, y en el mismo año comienza a desarrollarse el movimiento pro dere-
chos civiles de Martín Luther King(1) en los EE.UU. 
Más tarde, en 1968 se desata la revolución social y estudiantil cono-
cida como “El Mayo Francés”. En una entrevista, el filósofo Jean-Paul 
Sartre(2), pulicado en el número 183 de Le Nouvel Observateur, en París, el 
20 de mayo de 1968 expresaba lo siguiente: 
“Lo interesante de la acción que ustedes desarrollan es que lleva la imaginación al 
poder. Ustedes poseen una imaginación limitada como todo el mundo, pero tienen 
muchas más ideas que sus mayores. Nosotros estamos formados de un modo tal que 
tenemos ideas precisas sobre lo que es posible y lo que no lo es.(...) La clase obrera 
ha imaginado a menudo nuevos métodos de lucha, pero siempre en función de la 
situación precisa en la que se encontraba. En 1936 inventó la ocupación de las 
fábricas, porque era la única arma que tenía para consolidar y sacar provecho de 
una victoria electoral. Ustedes tienen una imaginación mucho más rica y las frases 
que se leen en los muros de la Sorbona lo prueban. Hay algo que ha surgido de 
ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra 
sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo 
posible. No renuncien a eso.” (3)
(1) Martin Luther King (1929-1968): religioso estadounidense, premio Nobel de la Paz. 
Fue uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos humanos 
y de la resistencia no violenta a la discriminación racial.
(2) Jean-Paul Sartre: filósofo y escritor francés. En 1964 se le concedió el premio Nobel de 
Literatura; renunció a él, pero la Academia sueca se negó a tal petición.
(3) TARCUS, H., “El mayo francés, tan lejos y tan cerca”, revista Crisis, Nº 60. Buenos 
Aires,1988.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo36
Las enfermeras y enfermeros, para atender la demanda y controlar las 
actividades, asumen totalmente la función administrativa. 
Gradualmente, las actividades administrativas de las enfermeras 
pasan a ser desarrolladas más en torno a las carencias de la institución 
-sobre todo en el déficit cuali-cuantitativo del plantel de enfermería-, en 
detrimento de las necesidades del paciente. 
Los libros de texto de enfermería consisten en verdaderos tratados 
de patologías y las acciones se refieren, normalmente, a un problema que, 
en última instancia, representa síntomas o afecciones resultantes de una 
condición patológica. Hacia el final de este paradigma, algunos textos han 
presentado el cuidado de forma más humanística, priorizando el cuidar, a 
la persona y al entorno.
Cabe mencionar también, que por esta época se inicia la era de la 
tecnología, la computación. El hombre llega a la luna, es la era espacial. 
Los instrumentos electrónicos permiten la incursión de nuevas 
técnicas de diagnóstico, control y tratamiento. Esta época trajo consigo 
modificaciones considerables en el ejercicio de la enfermería: la introduc-
ción de la alta tecnología en la atención del sujeto tuvo, sin lugar a dudas, 
un fuerte impacto en el mundo hospitalario. La eficiencia en administrar 
tratamientos sofisticados y nuevos medicamentos tornan las acciones de 
enfermería más complejas. 
3. Paradigma de la transformación (1975 - ?): este paradigma repre-
senta un cambio de mentalidad sin precedentes. Un fenómeno es único en el 
sentido que no se puede parecer totalmente a otro. Algunos de estos fenó-
menos presentan similitudes, pero ningún otro se le parece totalmente. 
Cada fenómeno puede ser definido por una estructura, es una unidad 
global en interacción recíproca y simultánea con una unidad global más 
grande: el mundo que lo rodea.
La OMS 1978 en la declaración de Alma-Ata reconoce las relaciones 
entre la promoción, protección de la salud de los pueblos y el progreso 
equitativo sobre el plan económico y social. Propone un sistema de salud 
basado en la filosofía de que “ los hombres tienen el derecho y el deber de parti-
cipar individual y colectivamente en la planificación y la realización de las 
medidas de protección sanitaria que le son destinadas”.(1) 
Los cuidados primarios de la salud se proponen el desarrollo del 
bienestar humano, lo que implica la lucha contra la pobreza, aspectos 
(1) OMS - Organización Mundial de la Salud: Declaración de Alma-Ata, 1978.
37el cuidado
nutricionales, saneamiento de la vivienda, protección del entorno, mayor 
justicia social y económica. 
Desde esta óptica -de los cuidados primarios de salud- los profesio-
nales de la salud no poseen el poder absoluto en las respuestas que se han 
de dar a las necesidades de los individuos, sino más bien se presentan como 
personas de recursos que caminan en el marco de un enfoque colectivo 
con los individuos, las familias y las comunidades, con la intención de 
ayudarles a encontrar las herramientas de respuesta necesarias en la satis-
facción de sus necesidades de salud, crecimiento y desarrollo. 
El cuidado va dirigido al bienestar, tal como la persona lo define y 
entiende. La persona es un todo indisociable, mayor que la suma de las 
partes y diferente de ésta. 
La salud, por su parte es a la vez un valor y una experiencia vivida 
según la perspectiva de cada persona. También hace referencia al bienestar 
y a la realización del potencial de creación de la persona. 
La experiencia de la enfermedad
forma parte de la experiencia de la salud,siendo ésta un aspecto significativo del proceso 
de cambio y crecimiento de la persona.
En esta época cambia el mapa político mundial: en 1985 comienza 
la “Perestroika”, que derivaría en 1989 en el derrumbe del comunismo de 
Europa del Este y la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas 
Soviéticas (URSS). Se unifica Alemania con la caída del muro de Berlín. 
Es el final de lo que el mundo conocía como la “guerra fría”.
El científico inglés Timothy Berners-Lee desarrolla la World Wide 
Web con el propósito de permitir el intercambio de información entre los 
equipos de investigadores de física de altas energías del CERN de Ginebra, 
Suiza. Al llegar a los hogares, a través de la Internet la información de toda 
índole pasa a ser de consumo masivo –aún más que con la hasta entonces 
hegemónica televisión-, consolidando aún más este concepto de la nueva 
era de la globalización(1).
(1) globalización: según el Fondo Monetario Internacional (FMI) "La globalización es una 
interdependencia económica creciente del conjunto de países del mundo, provocada por el 
aumento del volumen y la variedad de las transacciones trans-fronterizas de bienes y servi-
cios, así como de los flujos internacionales de capitales, al tiempo que la difusión acelerada y 
generalizada de tecnología". La Real Academia de la Lengua Española define globalización 
como "la tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una dimensión 
mundial que sobrepasa las fronteras nacionales".
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo38
Apertura hacia el mundo: tiene lugar a partir de mediados de la 
década del ’70. Quedó marcada por los siguientes hechos: se abren las 
fronteras culturales, económicas y políticas; grandes movimientos pobla-
cionales y de dinero transforman los mercados mundiales; las comunica-
ciones se intensifican y dan lugar a una proliferación de experiencias: el 
postmodernismo(1) y la globalización. 
Esta última se instala a partir de febrero de 1991, época en la que el 
entonces presidente de EE.UU., George Bush -padre-, empleara la expresión 
“nuevo orden internacional” (NOI). Surge, pues como proceso de “ fusión” 
de las relaciones entre los estados y, particularmente de la economía, signi-
ficando a su vez, la supuesta desaparición de regionalismos y nacionalismos 
con la caída de las fronteras y apertura de los mercados.
En la cruenta lucha por la hegemonía económica disputada entre 
EE.UU., la Comunidad Económica Europea (CEE) y Japón, la globali-
zación comienza a presentar sus más graves contradicciones: se combina 
homogeneización(2) con diferenciación. Es decir, se homogeneizan pautas 
de producción y consumo, modas y conductas; pero se ahondan las 
desigualdades entre las distintas clases sociales y entre las naciones del 
primer y tercer mundo. 
En 1960, el 20% más rico de la población mundial recibía 30 veces 
más ingresos que el 20% más pobre; hoy capta el doble. Entre 1988 y 1991, 
los países de ingresos medios redujeron su participación en el producto 
mundial en un 40%, mientras que los países de ingresos altos la aumen-
taron un 10%. En el mismo lapso, en el hemisferio occidental la población 
en condiciones de pobreza creció un 50%.
Estamos comunicados entre un extremo y otro del planeta, pero no 
ha mejorado la calidad de vida de las personas, ni se avisora una disminu-
ción de la brecha cada vez más grande entre las distintas clases sociales. 
Por el contrario, se está produciendo aquello que el notable economista 
John Kenneth Galbrasth llama “ la cultura de la satisfacción”: una minoría de 
satisfechos encerrados en fortalezas y sitiados por millones de marginados. 
En nuestro país, esta imagen se refleja claramente a través de la prolifera-
ción de barrios privados y los más recientes “countries”.
Mientras tanto, UNICEF informa que trece millones de niños 
mueren anualmente por desnutrición o enfermedades derivadas de ella. 
(1) postmodernismo: descripción del esquema mental de la cultura occidental en la segunda 
mitad del siglo veinte. Se caracteriza por la descripción de los fracasos del modernismo, 
junto con una mezcla de sugerencias para una nueva orientación del pensamiento y la vida.
(2) homogéneo: de la misma naturaleza, formado por una misma sustancia.
39el cuidado
Treinta millones de personas adultas mueren de hambre al año en los 
países del tercer mundo.
El presidente de Egipto, Mubbarat, expresaba que “de la población 
mundial, 820 millones viven en países con ingresos de 20.000 dólares anuales, y 
3.200 millones en países con ingresos anuales de 350 dólares.”(1) 
El neoliberalismo(2), tal como se lo entiende y practica en la actua-
lidad deshumaniza los procesos de producción y consumo. 
Los seres humanos no son simples datos estadísticos, son fines en 
sí mismos y no pueden ser usados como medio de ningún sistema. En 
ningún plan puede haber economía sin personas, ni trabajo sin trabaja-
dores. Está visto, además que la satisfacción individual de unos pocos no 
garantiza el bienestar general.
La pobreza, la marginación social, la discriminación, la intolerancia 
y otras plagas humanas no han sufrido merma con el sistema actual. Por el 
contrario, en muchos casos, incluso se han encarnizado aún más.
“La salud no es un bien que se posee, un estado estable o una ausencia de enfer-
medad. Formando parte de la dinámica de la experiencia humana, la salud 
se integra en la vida misma del individuo, la familia y los grupos sociales que 
evolucionan en un entorno particular.”
Esta concepción se basa en la”teoría general de los sistemas”(3), según 
la cual el hombre está en mutua relación con el conjunto de la naturaleza, 
lo que significa que cada elemento del universo interactúa con los otros 
(1) Mubbarat: Discurso inaugural de la Conferencia Internacional sobre población y desa-
rrollo. El Cairo, 05 de septiembre de 1994.
(2) neoliberalismo: orientación económica cuyo fin es propiciar el funcionamiento flexible 
del mercado eliminando todos los obstáculos que se levantan a la libre competencia. Soste-
niendo la teoría del libre cambio en todas sus versiones, se ha apoyado en unas u otras 
para justificar su concepción del mundo como un gran mercado donde todos compiten en 
condiciones de igualdad entre cada país según sus posibilidades. Ello supone no solamente 
la exposición de la economía a la competencia internacional, sino la adopción de tipos de 
cambio flexible y el desmonte de todo tipo de protecciones, estímulos y ayudas a los produc-
tores. En esas circunstancias, la confianza en la flexibilidad de la economía y en el papel 
de los precios para restaurar las situaciones de equilibrio, la regeneración de los equilibrios 
comerciales por la vía de la apertura y el tipo de cambio libre se constituyen en las orienta-
ciones principales de la política económica.
(3) BERTALANFFY, L., “Teoría General de los Sistemas”. Fondo de Cultura Económica. 
México. 1987.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo40
elementos hasta el punto en que es imposible aislar la causa del efecto. No 
hay punto de partida ni de llegada a un fenómeno, está en perpetuo movi-
miento y cambio. Se reaviva el enfoque holístico a partir de la interpreta-
ción de Koestler, quien aplicó el término holón para indicar la naturaleza 
dual de los sistemas. 
“Holón viene del griego holos, que significa todo, con el sufijo on, indicando 
parte. El concepto holón concilia la aparente naturaleza paradójica del todo-
parte de los sistemas, al recordarnos que los sistemas sociales con los que estamos 
interactuando como entidades supuestamente separadas nunca están realmente 
escindidas. Existen siempre, influyen y son influidos por su contexto de otros 
sistemas sociales. De ahí que estén interrelacionados y que sean interdependientes 
con otros componentes de la sociedad”.(1)
Se produce un importante desarrollo de la disciplina, a partir de las 
nuevas teorías de enfermería. Varios intentos son realizados por algunos 
líderesde la enfermería mundialmente en el sentido de humanizar la asis-
tencia o el cuidado. 
Parece que la fase actual por la que atraviesa la disciplina enfermera 
es justamente la de elucidar y debatir sus conocimientos específicos, sus 
roles, sus incumbencias y sus derechos profesionales. Las influencias polí-
tico-sociales y económicas, la propia historia de la enfermería y las prác-
ticas de cuidar y su interrelación con la categoría género, son actualmente 
el foco de las discusiones. 
Es una fase revolucionaria. Antiguos paradigmas son cuestio-
nados, existen diferentes visiones del mundo que han acompañado a 
la enfermería. 
Los cuestionamientos, las discusiones y los análisis por los que pasa la 
enfermería actualmente deberían resultar en una madurez de la profesión. 
Las investigaciones se han incrementado, lo que ha contribuido 
con el avance del conocimiento generado por la disciplina. De la misma 
forma crecen los cursos de postgrado, que en verdad, son los responsables 
del aumento numérico y de calidad de las investigaciones. El cuidado 
humano y cultural se pone en el foco de la disciplina como eje del ejer-
cicio profesional:
(1) HALL, J. y REDDING WEAVER, B., “Enfermería en Salud Comunitaria: Un enfoque 
de sistemas”. OPS-OMS. Washington. 1990.
41el cuidado
“La dedicación es fundamental para el cuidado. Cuando acaba la dedicación 
acaba el cuidado. El cuidado se desarrolla en un proceso de superar obstáculos y 
dificultades y la base de mi dedicación es el valor que yo reconozco en el otro”.(1)
Un nuevo paradigma se perfila(2) a partir de 1990, con una fuerte 
orientación holística. Según este paradigma, la autoconciencia, la nece-
sidad de estar en contacto con su propia energía y el cuidado guían la 
disciplina enfermera.
La relación entre la persona cuidada y el enfermero es recíproca, es 
decir, los dos actores se benefician en la interacción y pueden crecer hacia 
una mayor autoconciencia. Las actividades de cuidados incluyen entonces 
el toque terapéutico y las diferentes técnicas de control de estrés tales 
como el uso de imágenes, la visualización, la meditación, yoga, la terapia 
musical, se añaden a las terapias tradicionales; no las reemplazan. Además 
la promoción de la salud, la educación, el asesoramiento referente a la salud 
son las actividades que guían el proceso de autocuración y de crecimiento 
de la persona. 
La persona es considerada en su globalidad y el enfermero centra su 
atención en la persona global en proceso de autocuración.
Dicho de otra manera, la espiritualidad, la conciencia, el autocon-
cepto, el modo de vida y el bienestar son dimensiones que la práctica enfer-
mera tiene en cuenta -también para sí misma-. La persona es responsable 
de su salud y de sus cuidados, cuando tiene necesidad de una ayuda tera-
péutica, la relación de colaboración prevalece.
En lo que se refiere a la salud, éste es un proceso de integración y 
de armonía entre el cuerpo, el alma y el espíritu. Ocasión de crecimiento 
y de expansión de la conciencia, la experiencia de enfermedad invita a la 
persona a preguntarse y a reflexionar sobre diversos aspectos de su vida y a 
realizar cambios que favorezcan la integración y la armonía.
“El cuidado es a la vez una manera fundamental
de estar en el mundo, 
un ideal moral.”
(1) MAYEROFF, M., “A arte de servir ao próximo para servir a si mesmo”. Ed. Récord. Brasil, 
1971.
(2) perfilar: determinar el perfil de una cosa.
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo42
EL CUIDADO HUMANO 
Como hemos visto, han existido, a lo largo de la historia un sinnúmero de significaciones(1) en torno a la situación del cuidado. Reflejo de ello 
es, sin duda la considerable cantidad de connotaciones(2) que se dan del 
verbo cuidar en los diccionarios: poner atención y esmero en una cosa, atender, 
velar, mimar, esmerarse, imaginar, pensar, meditar, asistir, aplicar la atención o 
pensamiento, vigilar, tratar, prevenir. 
No obstante ello, para enfermería el vocablo “cuidar” tiene un signifi-
cado mucho más amplio y se refiere básicamente al aspecto humano, así se 
define como “ayudar al otro a crecer y a realizarse como persona. Es una manera 
de relacionarse con alguien que implica un desarrollo”.(3) Incluso, el término 
curar “es un sinónimo erudito de cuidado, en su forma más antigua, cura en 
latín se escribe coera y era usada en un contexto de relación de amor y de amistad. 
Expresaba actitud de cuidado, de desvelo, de preocupación y de inquietud por 
la persona amada o por el objeto de estimación”.(4) Esto nos pondría en situa-
ción de confirmar, una vez más, la preexistencia del cuidar al curar -en 
otras palabras: de la Enfermería a la Medicina-, pese a que muchos autores 
sostienen lo contrario.
El cuidado como una condición humana debería constituir un impe-
rativo moral, una filosofía de vida, una forma de estar en el mundo. 
COMPONENTES DEL CUIDADO HUMANO
Autores como Mayeroff(5) sostienen que el cuidado humano se cons-truye a partir de la cohesión ineludible de ciertos elementos. La fina-
lidad del pleno conocimiento de los mismos por parte del profesional del 
cuidado y de su aplicación es, en definitiva que ambos integrantes del 
proceso -sujeto cuidado y sujeto cuidador- se sientan satisfechos. Los prin-
cipales componentes del cuidado según el mencionado autor son ocho: 
(1) significación: sentido de una palabra, expresión o frase. En lingüística, la necesaria 
relación que mantienen el significante y el significado.
(2) connotación: parentesco en grado remoto, relación existente entre dos o más conceptos. 
Significar la palabra dos ideas: una accesoria y otra principal.
(3) MAYEROFF, M., “A arte de server…”. Ibíd.
(4) BOFF, L., “Saber cuidar. Etica do Humano-Compaixao pela Terra”. Ed. Vozes. Brasil, 
1999.
(5) MAYEROFF, M., “A arte de servir ao próximo…”. Op. Cit.
43el cuidado
Conocimiento: para cuidar de alguien, debo conocerlo. Necesito 
conocer, por ejemplo, quién es el otro, cuáles son sus fortalezas y debili-
dades, cuáles sus necesidades y cómo responder a ellas. Debo saber qué es 
aquello que conduce a su crecimiento. Pero sobre todo, debo conocerme a 
mí mismo, saber cuáles son mis propios poderes y limitaciones.
Ritmos Alternados: no puedo cuidar en forma mecánica o por 
rutina; debo ser capaz de aprender a partir de mi experiencia. Veo si mis 
acciones fueron útiles, si ayudé o no, y a la luz de los resultados, mantengo 
o modifico mi comportamiento de modo de poder mejorar. Es necesario 
reconocer que no todos los sujetos cuidados poseen los mismos tiempos ni 
herramientas para resolver distintas situaciones.
Confianza: como expresé en puntos anteriores, el cuidado humano 
implica confiar en el crecimiento del otro en su propio tiempo y de su propia 
manera. Al cuidar de otra persona confío en que él va a errar y a aprender 
de sus errores. Confiar en el otro es dejarlo en libertad; esto incluye un 
elemento de riesgo y un salto a lo desconocido, y ambos exigen coraje. Debo 
tomar conciencia que el sujeto debe ser artífice de su propio crecimiento, mi 
rol es de acompañarlo en dicho crecimiento, no el de reemplazarlo.
Paciencia: es necesario dejar crecer a la persona cuidada en su propio 
tiempo, de su propia manera. Haciendo uso de la paciencia brindo ese tiempo 
que el otro necesita y, por lo tanto le posibilito encontrarse a sí mismo. La 
paciencia incluye la tolerancia. La tolerancia expresa mi respeto por el creci-
miento del otro, pero sobre todo, por su modo particular de crecer.
Valentía: confiar en el crecimiento del otro y en mi propia capa-
cidad de cuidar me da el valor suficiente para lanzarme a lo desconocido, 
pero también es verdad que sin el coraje de lanzarme a lo desconocido tal 
confianza sería imposible. 
Franqueza: debo ser sincero con la persona cuidada y conmigo 
mismo, debo ver al otro como él es en realidad y no como a mí me gustaría 
que fuese, o como “debería” ser. Si voy a ayudar a otro a crecer, debo corres-
ponder a sus necesidades de cambiode una manera realista. Pero además 
de ver al otro como él es, debo también verme a mí como yo soy. 
Soy sincero al cuidar, no por conveniencia, sino porque la sinceridad 
es parte integrante del cuidado. Este punto es de vital importancia en mi 
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo44
decisión de vida: ¿soy capaz de brindar un cuidado humano o seguiré el 
resto de mi vida trabajando de técnico del cuidado?
Humildad: el que cuida es humilde por naturaleza. Lo demuestra 
cuando se dispone a aprender más sobre el otro y sobre sí mismo, y sobre 
todo aquello que el cuidado comprende. Una actitud de no tener nada más 
que aprender es incompatible(1) con el cuidado. La humildad también está 
presente al tomar conciencia que mi cuidado específico no es de ninguna 
manera privilegiado. Lo que es significativo, en última instancia es ser 
capaz de cuidar y tener a quien cuidar. 
Esperanza: existe la esperanza que el otro crezca a través de mi 
cuidado y la conciencia de que mi propio crecimiento estará condicionado 
por esa relación. Tal esperanza es una expresión de plenitud del presente, 
un presente vivo con una sensación de posibilidades. Al contrario, cuando 
no podamos ver posibilidades de nuevo crecimiento habrá desesperanza.
 
El profesional de enfermería, para impartir cuidado humano debe 
poseer actitudes, aptitudes y habilidades personales que le permitan aplicar 
todos los componentes del cuidado humano, durante su vida personal y 
profesional, en sus diferentes roles. A esta serie de elementos necesarios los 
he desarrollado, más adelante -en el capítulo destinado al Profesional del 
Cuidado- como “competencias”. No obstante ello, además de estos compo-
nentes, ya mencionados, es necesario que el profesional de enfermería -
como todo miembro del equipo de salud- brinde un cuidado solidario al 
sujeto cuidado, ya que “en el cuidado solidario hay una disposición de ayuda 
mutua entre el profesional y el paciente, que eleva sus niveles de conciencia, posi-
bilita el fortalecimiento de las relaciones de sociabilidad y contribuye para el 
restablecimiento de la salud”(2). 
Debemos abrir los ojos y tomar conciencia y hacernos cargo de nuestra 
misión como miembros del equipo de salud en la sociedad, del cuidado de 
la naturaleza que es fuente de vida, y que nuestra acción individual tiene un 
efecto multiplicador -como una gota de agua que cae en el estanque, gene-
rando movimientos ondulatorios- que afecta a todo el ecosistema. Debemos 
tener apertura hacia el conocimiento universal y producir nuevos conoci-
mientos. Esta visión ampliada nos ayudará a percibir nuestro entorno, a 
(1) incompatible: impedimento para ejercer una función determinada, o para ejercer dos a 
la vez.
(2) BETTINELLI, L., “Cuidado Solidario”. Passo Fundo: Pe. Berthier. Brasil, 1998.
45el cuidado
tener conciencia del uso de nuestras manos para acariciar, hacer contacto 
piel a piel, ayudar al otro a levantarse, a caminar: poner el cuerpo en 
función del cuidado. El corazón es capaz de captar esas percepciones para 
un cuidado digno del sujeto humano. 
Debemos asumir el compromiso de un cuidado realizado con arte, 
expresado a través de la música, la poesía, la pintura, la escultura, el sentido 
del humor, el baile y muchas otras formas de expresión que contribuirán 
a dar mayor belleza a nuestra labor y despertar en los otros sensaciones y 
emociones que contribuyan a aceptar y considerar este cuidado como un 
valor, como un derecho, como una necesidad de crecimiento espiritual. 
Para ser un buen profesional de la salud es necesario, primero ser 
una buena persona, sentir el calor humano del otro con nuestras manos 
y nuestro corazón, es comprender al prójimo, brindarle cariño y afecto. 
Es cuidar con conocimientos, dedicación, respeto, paciencia, franqueza, 
confianza, humildad, esperanza y valentía. Es ayudar al otro a crecer, es 
oírlo con atención, es mirarlo con brillo en los ojos y lograr que sus ojos 
también brillen. Esta es la mejor comunicación entre dos seres humanos.
CUIDADOS CULTURALES
También llamada “de la diversidad y la universalidad”, la teoría de los cuidados culturales de Madeleine Leininger sostiene que cada indi-
viduo internaliza y aplica su cuidado según sus costumbres, sus creencias 
y desde el inicio del mundo estas técnicas de alguna manera le han servido 
para sobrevivir y mantenerse en el tiempo. Básicamente hace hincapié en 
la importancia de brindar un cuidado de enfermería acorde a la cultura del 
sujeto al que se le esté brindando el cuidado. El conocimiento de la diver-
sidad como de la universalidad de la asistencia de enfermería, tal y como 
lo plantea esta teoría es de extraordinaria importancia para fijar una base 
sustancial de conocimiento y para convertir a Enfermería en una disci-
plina y una profesión transcultural. Esta teoría tiene una proyección hacia 
el futuro y ha comenzado a despertar el interés a escala mundial, debido 
a su enfoque holístico y a que incluye varios conceptos y constructos rela-
cionados con el entramado social, el entorno y el lenguaje, que cobran una 
importancia excepcional para poder descubrir y obtener un conocimiento 
basado en la cultura o sustentado en el mundo de la persona. 
Nuestro país ha sido, desde hace ya más de un siglo, cuna de vastísimas 
inmigraciones. Italianos, españoles, franceses, griegos, alemanes, holandeses, 
el acto de cuidar - genealogía epistemológica del ser enfermERo46
ingleses, son sólo algunos de los orígenes europeos de aquellos que han llegado 
a nuestras tierras a construir la nación. Dichos orígenes lejanos no han sido un 
obstáculo mayor -más que el idioma desconocido, en muchos de ellos-, para el 
cuidado de estos sujetos, ya que, en su gran mayoría, comparten con nosotros 
una raíz cultural, costumbres y hábitos similares.
Pero no debemos olvidar que también poseemos puertas abiertas para 
gentes de lugares más distantes -Arabia, China, Japón, Corea, países de 
la ex URSS-, culturas y religiones muy disímiles -musulmanes, hindúes, 
judíos ortodoxos, budistas-. Lo antedicho no debería generar conflictos en 
nuestra actividad como cuidadores profesionales. 
La Enfermería Cultural tiene sus orígenes en la enfermería y la antro-
pología, y se ha definido como una de las grandes áreas de la enfermería, 
que se centra en el estudio y el análisis comparado de las diferentes culturas 
del mundo, desde el punto de vista de sus valores asistenciales, de la expre-
sión y convicciones sobre la salud y la enfermedad y de los modelos de 
conducta de los individuos y los pueblos. Mantiene como propósito desa-
rrollar una base de conocimientos científicos y humanísticos que permitan 
una práctica de la atención sanitaria específica para cada cultura, a la vez 
que universal, y con el tiempo se convertirá en un nuevo dominio del ejer-
cicio de la enfermería, que se reflejará en un ejercicio profesional dife-
rente, definido y fundamentado en principios culturales y diseñado especí-
ficamente para orientar los cuidados de la enfermería a los individuos, las 
familias, los grupos y las instituciones. 
Leininger sostiene que como la cultura y la asistencia son los medios 
más generales y holísticos que permiten conceptuar y comprender a las 
personas, afirma que la enfermería transcultural se ha de convertir en una 
de las áreas más importantes, significativas y prometedoras del estudio 
formal, la investigación y la práctica, debido al mundo multicultural en 
que vivimos.
Predijo también que, para que enfermería tenga importancia y signi-
ficado frente a los sujetos cuidados y otros profesionales de este campo en 
todo el mundo, es imperativo disponer de competencias capaces de orientar 
las acciones y las decisiones, para obtener resultados positivos y eficaces en 
este sentido. La cultura determina los patrones y estilos de vida que tienen 
influencia en las decisiones de las personas, esta teoría ayuda a la enfermera 
a descubrir y documentar el mundo del sujeto cuidado y utiliza

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