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Tecnología de los Servicios Auxiliares-Combustion y combustibles - Raul Bernal

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Tecnología de los Servicios Auxiliares Raúl Bernal 
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Combustión y combustibles 
Combustibles 
Los combustibles son sustancias que al reaccionar con el oxígeno del aire liberan energía. 
Los combustibles utilizados tanto a nivel industrial, en transportes y doméstico, se clasifican en sólidos, 
líquidos y gaseosos. 
 
Clasificación de los combustibles 
Sólidos 
Minerales 
Carbón, hulla, coque, antracita, 
grafito, lignito, turba, asfaltita. 
 
Vegetales Leña, carbón de leña, bagazo. 
 
Líquidos 
Petróleo y derivados 
Gasolina, kerosene, petróleo, 
diesel, etc. 
 
Alcoholes 
De madera, de cereales, de 
caña. 
 
Gaseosos 
Gas licuado de petróleo (GLP) 
Gas natural 
Bio-gas 
 
 
Características de los combustibles 
Susceptibilidad de combinarse con el oxígeno: 
No todos presentan la misma facilidad para combinarse con el oxígeno, lo que los hará más o menos 
resistentes a la combustión. 
 
Necesidad de vaporizarse para iniciar la combustión: 
En el caso de los gases combustibles, tendrán mayor facilidad para iniciar la combustión, porque no 
requerirán de pasar por la fase de vaporización, a la que necesariamente deberán someterse los 
combustibles sólidos y líquidos. 
 
Temperatura de inflamación: 
Es la temperatura mínima a la cual el material se gasifica (es decir que comienza a emitir vapores). 
Alcohol------------13ºC 
Nafta-------------- -38ºC 
Petróleo Diesel---- 50ºC 
 
Temperatura de autoignición: 
Es la temperatura en la que el material no necesita de una fuente externa de calor para encenderse. 
 
Líquidos: Alcohol---365ºC 
Sólidos: Papel--------230ºC 
 Algodón----266ºC 
Gases: Acetileno----300ºC 
 
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Rango límite de inflamabilidad: 
Define la concentración máxima y mínima del vapor o del gas, en mezcla con el aire, en la que son 
inflamables. 
 Límite inferior Límite superior 
Gas natural 5% 15,4% 
Gases de Alcohol 1,9% 3,3% 
Gases de Nafta 1,4% 7,4% 
 
Poder Calorífico Inferior (PCI): 
Es la cantidad de calor desprendido en la combustión completa del combustible, sin contar la parte 
correspondiente al calor latente del vapor de agua de la combustión, ya que no se produce cambio de fase, 
sino que se expulsa en forma de vapor. 
 
Poder Calorífico Superior (PCS): 
Es la cantidad total de calor desprendido en la combustión completa del combustible, cuando el vapor de 
agua, originado en la combustión, está condensado. 
 
La diferencia entre los dos es la energía que quedó almacenada como vapor. Para la chimenea nos 
interesa el PCI de los gases porque suponemos que el vapor de agua se va. 
 
 PCS 
 E 
PCI 
---------------------- 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Combustible kcal/kg 
Acetileno 11.600 
Propano 
Gasolina 
Butano 
 11.000 
Gasoil 10.200 
Fuel-oil 9.600 
Antracita 8.300 
Coque 7.800 
Alcohol de 95º 6.740 
Lignito 4.800 
Turba 4.700 
Hulla 4.000 
 
Combustión 
La combustión es un fenómeno químico en el 
cual, ciertos elementos constitutivos de los 
combustibles se combinan con el oxígeno, 
quedando liberadas importantes cantidades de 
calor. 
 
Para que éste proceso se produzca, es necesario 
la presencia de un combustible, un comburente y 
calor. 
 
Triángulo de fuego. 
Los elementos que interesan son: el carbono, el hidrógeno y, en mucha menor proporción, el azufre. 
Este último, si bien no interesa mucho como combustible, tiene el inconveniente de ser, en ciertas 
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circunstancias, el causante de corrosiones sobre las partes metálicas de calderas, economizadores, 
calentadores de aire, ventiladores de tiro inducido y chimeneas metálicas. Es además el oxígeno otro 
elemento interesante que integra la composición de los combustibles. 
 
Para la combustión se requieren grandes cantidades de oxígeno, que normalmente es suministrado por el 
aire, aunque debe tenerse en cuenta el que pueda hallarse en la composición misma del combustible, a fin 
de llegar a resultados exactos. 
 
Los elementos básicos constitutivos del combustible carbono C, hidrógeno H, azufre S, y oxígeno O, 
están combinados de distintas maneras desprendiéndose durante la combustión cantidades de calor que 
pueden variar, siendo preferible medirlo con una bomba calorimétrica, en la cual se quema una muestra 
de combustible en un ambiente de oxígeno, midiéndose el calor desprendido o poder calorífico del 
combustible. 
 
También se puede establecer el poder calorífico en base a la composición química y realizar los 
correspondientes cálculos, pero, en general se pretende el primer método. 
 
Con la bomba calorimétrica, se mide todo el calor desprendido en la combustión, inclusive el calor de 
vaporización del agua formada, ya que ésta se condensa. 
 
El poder calorífico así determinado, es el llamado Poder Calorífico Superior. En cambio, cuando se 
desprecia el calor de vaporización del agua, recibe el nombre de Poder Calorífico Inferior . 
 
Procesos de combustión 
Ecuación de reacción 
Es la expresión cuantitativa de las sustancias, y de las proporciones en las que éstas intervienen, en el 
proceso de combustión. 
���� 
 21% Oxígeno �i mol� � � 79% Nitrógeno �3,76 moles� 
Combustión perfecta 
Es la que se produce de acuerdo a las cantidades estequiometrias de combustible y de comburente. 
 
Metano (CH4) 
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Combustión completa 
Es aquella en la cual todo el carbono del combustible, reacciona con el oxígeno del comburente, para dar 
dióxido de carbono. La reacción es similar a la de la C. perfecta, con la diferencia que, para que ocurra, es 
necesario incorporar un exceso de oxígeno. 
 
Metano (CH4) 
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Combustión incompleta 
Es aquella en la cual NO se quema todo el carbono del combustible dando dióxido de carbono, sino que 
reacciona para dar monóxido de carbono y, en algunos casos, carbono libre. Es producida por una 
deficiente mezcla de aire con el combustible, en cantidad y oportunidad, produciendo humo (particulado) 
o carbono sin quemar. 
 
Metano (CH4) 
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La liberación de monóxido de carbono (CO) libera aproximadamente 1/3 del calor capaz de entregar el 
carbono (C) al transformarse en dióxido de carbono (CO2). 
 
Factores que influyen en la combustión 
Entre los más importantes se encuentran: 
� Combustible. 
� Relación aire/combustible. 
� Geometría del hogar/cámara de combustión. 
� Temperatura de la combustión. 
� Forma de alimentación del combustible. 
� Turbulencia en el hogar/cámara de combustión. 
� Velocidad de salida de gases. 
 
Análisis de los productos de combustión 
El análisis de los gases calientes, nos permite: 
� Regular la caldera para no perder energía por la chimenea. 
� Controlar la combustión para que la composición química de los mismos esté por debajo de los límites 
permitidos por los entes de control. 
 
Para la determinación de la composición de los productos de la combustión se utilizan los siguientes 
equipos: 
 
� Analizador ORSAT. 
� Medidor de CO2: 
� Medidor de O2. 
� Medidor de O2, CO2, CO. 
 
El analizador ORSAT 
Determina la composición del CO2, CO y O2 de una muestra de productos. 
 
 
 
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Medidor de O2, CO2, COLos gases de combustión están formados por: anhídrido carbónico CO
nitrógeno N2 y agua H2O en estado de vapor. Esta última puede figurar o no, según consideremos a los 
gases, húmedos o secos respectivamente.
Los gases se pueden analizar para establecer su composición con el aparato de Orsat, de sencillo manejo. 
Este elemento permite establecer el porcentaje de anhídrido carbónico CO
carbono CO, existentes en los gases de combustión, dándonos una idea muy exacta de la eficiencia de 
esta. El Orsat trabaja sobre la composición de gases secos.
Para la combustión es necesario que el oxígeno que normalmente se toma del aire lleg
cantidades adecuadas, para ponerse en contacto con el combustible y pueda producirse la combustión. La 
falla de alguno de los factores causa disminuciones en la eficiencia de ésta.
 
Ejemplo: supongamos que quem
purísimo tomando oxígeno del aire; los 
productos de combustión serian: anhídrido 
carbónico y nitrógeno. 
 
Como el aire está compuesto de 21% de oxígeno, 
O2, y 79% de nitrógeno, N2, en volumen, los 
productos de combustión serian: 21% de 
anhídrido carbónico CO2 y 79% de nitrógeno N
Si analizáramos estos gases el aparato Orsat, nos 
daría 21% de anhídrido carbónico CO
oxígeno O2 y 0% de óxido de carbono CO; esto 
ocurriría si le entregamos al combustible el aire 
requerido para la combustión completa, o sea el 
100% necesario. 
 
Ahora bien, si nuestro combustible no fuera 
carbono purísimo, sino que tuviera también 
hidrógeno, es decir fuera uno de los varios 
hidrocarburos existentes, el aire de combustión 
tendría que repartirse entre el carbono
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Los gases de combustión están formados por: anhídrido carbónico CO2
O en estado de vapor. Esta última puede figurar o no, según consideremos a los 
gases, húmedos o secos respectivamente. 
nalizar para establecer su composición con el aparato de Orsat, de sencillo manejo. 
Este elemento permite establecer el porcentaje de anhídrido carbónico CO
carbono CO, existentes en los gases de combustión, dándonos una idea muy exacta de la eficiencia de 
esta. El Orsat trabaja sobre la composición de gases secos. 
Para la combustión es necesario que el oxígeno que normalmente se toma del aire lleg
cantidades adecuadas, para ponerse en contacto con el combustible y pueda producirse la combustión. La 
falla de alguno de los factores causa disminuciones en la eficiencia de ésta. 
supongamos que quemamos carbono 
purísimo tomando oxígeno del aire; los 
productos de combustión serian: anhídrido 
Como el aire está compuesto de 21% de oxígeno, 
, en volumen, los 
productos de combustión serian: 21% de 
y 79% de nitrógeno N2. 
Si analizáramos estos gases el aparato Orsat, nos 
daría 21% de anhídrido carbónico CO2, 0% de 
y 0% de óxido de carbono CO; esto 
ocurriría si le entregamos al combustible el aire 
n completa, o sea el 
Ahora bien, si nuestro combustible no fuera 
carbono purísimo, sino que tuviera también 
hidrógeno, es decir fuera uno de los varios 
hidrocarburos existentes, el aire de combustión 
tendría que repartirse entre el carbono y el 
hidrógeno. Luego, nuestro Orsat, al analizar esos 
gases, no nos daría 21% de anhídrido carbónico 
CO2, sino una cifra algo menor.
 
En el ejemplo anterior al quemar carbón de Río 
Turbio, el porcentaje de CO
18,7 debido a que el oxígeno
también el hidrógeno y azufre presentes.
 
Exagerando el ejemplo, si quemáramos 
solamente hidrógeno, no habría porcentaje 
alguno de anhídrido carbónico, ya que el agua 
sería el único producto de la combustión, y el 
Orsat nos hubiera acusado: 
nuestra combustión hubiera sido igualmente 
eficiente. 
 
En otras palabras, el oxígeno del aire sumado al 
del combustible propio, sirven para quemar el 
carbono, el hidrógeno y el azufre.
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2, anhídrido sulfuroso SO2, 
O en estado de vapor. Esta última puede figurar o no, según consideremos a los 
nalizar para establecer su composición con el aparato de Orsat, de sencillo manejo. 
Este elemento permite establecer el porcentaje de anhídrido carbónico CO2, oxígeno O2 y óxido de 
carbono CO, existentes en los gases de combustión, dándonos una idea muy exacta de la eficiencia de 
Para la combustión es necesario que el oxígeno que normalmente se toma del aire llegue a tiempo y en 
cantidades adecuadas, para ponerse en contacto con el combustible y pueda producirse la combustión. La 
hidrógeno. Luego, nuestro Orsat, al analizar esos 
gases, no nos daría 21% de anhídrido carbónico 
, sino una cifra algo menor. 
En el ejemplo anterior al quemar carbón de Río 
Turbio, el porcentaje de CO2 obtenido era de 
18,7 debido a que el oxígeno había quemado 
también el hidrógeno y azufre presentes. 
Exagerando el ejemplo, si quemáramos 
solamente hidrógeno, no habría porcentaje 
alguno de anhídrido carbónico, ya que el agua 
sería el único producto de la combustión, y el 
Orsat nos hubiera acusado: CO2 = 0% pero 
nuestra combustión hubiera sido igualmente 
En otras palabras, el oxígeno del aire sumado al 
del combustible propio, sirven para quemar el 
carbono, el hidrógeno y el azufre. 
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Exceso de aire 
En la práctica, siempre se trabaja con algún exceso de aire sobre el teórico necesario. Con solo 
suministrar al combustible el aire necesario y por buena que fuera la mezcla, siempre quedaría, luego de 
producida la combustión, combustible sin quemar y algo de oxígeno libre. Por lo tanto, para asegurar la 
combustión completa, se añade un cierto exceso de aire y en esa forma se asegura que con una relativa 
abundancia de éste, todo el combustible encuentre el oxígeno necesario para quemarse por completo. Este 
exceso de aire se reflejaría en el análisis de los gases. 
 
Habíamos dicho en el ejemplo anterior que el porcentaje de anhídrido carbónico CO2, era de 18,7. Este 
valor era el resultado de quemar el carbón con el 100% de aire necesario. Supongamos ahora que le 
suministramos al combustible el doble del aire necesario; tomemos por caso el 200%. Luego, el 
porcentaje de anhídrido carbónico CO2 bajará a 9,23% habiéndose diluido en una masa mayor de aire y 
gases. 
 
Aquí se observa que hay oxígeno libre que 
no ha encontrado combustible con quien 
combinarse. 
El aire tiene 21% de oxígeno en volumen 
y si al combustible le suministramos 
100% del aire necesario, no quedaría 
oxígeno libre; pero si le inyectamos 
200%, la mitad del oxígeno entregado 
queda en libertad y tendremos el doble del 
necesario. Luego un análisis realizado con 
el Orsat nos daría: 9,23% de CO2 y 
10,60% de O2. 
 
Vemos entonces porqué el anhídrido 
carbónico y el oxígeno existentes en los 
gases de una chimenea dan una ajustada 
idea del exceso de aire con que se está 
trabajando. 
La relación en los porcentajes de CO2, O2 
y exceso de aire para los distintos 
combustibles, se puede ver claramente en 
el gráfico Nº1. Si bien el porcentaje de 
CO2 varía considerablemente para los 
distintos combustibles trabajando con un 
mismo exceso de aire, el porcentaje de 
oxígeno, es prácticamente igual cualquiera 
sea el combustible quemado. 
Gráfico Nº1 
 
Eficiencia de la combustión 
Los distintos equipos usados para quemar los combustibles, tienen por misión fundamental, poner en 
íntimo contacto al aire de combustión con el combustible, en la cantidad requerida y en la oportunidad 
adecuada. De ello deriva la eficiencia de la combustión que se logra quemando el combustible 
completamente, con el mínimo de exceso de aire posible. 
También puede ocurrir en la combustión que aunque se suministre el aire necesario, el carbono, que es el 
más difícil de quemar, no se logre hacerlo por completo. Al quemarlo a medias no forma anhídrido 
carbónico sino óxidode carbono, liberando así solamente una parte del calor (1/3 aproximadamente). 
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Esto se debe siempre a una deficiente mezcla de aire y del combustible, que es acusada en el análisis de 
gases con el Orsat, revelando la presencia de óxido de carbono. 
Naturalmente que con una mayor exceso de aire, el óxido de carbono desaparecerá, quemándose por 
completo, pero este exceso significa una disminución en el rendimiento. 
Otra deficiencia en la combustión, es la producción de humo (pequeñas partículas de hollín) o carbono sin 
quemar, y también revela combustión incompleta, debido a deficiente mezcla del aire y el combustible en 
cantidad y oportunidad; por lo tanto, los equipos de combustión eficiente son los capaces de quemar el 
combustible con el mínimo exceso de aire y sin producción de óxido de carbono ni humo. 
 
Temperatura teórica de la llama 
En la combustión se liberan crecidas cantidades de calor, que causan las altas temperaturas de las llamas y 
gases de combustión. 
La temperatura teórica de llama es la alcanzada como consecuencia de los aportes de calor, que son: 
a) Calor aportado por el aire de combustión. También puede aportar calor el gas combustible, si está 
precalentado. 
b) Calor liberado en la combustión. 
Todo este calor está contenido en los gases de combustión. 
 
Conociendo la cantidad de aire ingresado por kg de combustible quemado y que está fijada por el 
porcentaje de anhídrido carbónico CO2 con que se trabaja, y conociendo su temperatura y el calor 
específico de los gases resultantes, nuestro problema está determinado. 
 
Ejemplo: quemando carbón de Río Turbio con aire a temperatura ambiente, digamos a 30ºC, tomando 
como base del cálculo 0ºC y suponiendo que se trabaja sin exceso de aire, nuestro porcentaje de anhídrido 
carbónico CO2 es de 18,7%; por lo tanto: 
Calor aportado por el aire (calor específico) 0,241: 
 
8,01 kg kg⁄ x 0,241 cal kg ºC⁄ x �30ºC 8 0ºC� 9 57,7 kcal kg⁄ 
PCI �Poder Calorí=ico Inferior� 9 5.800,0 kcal kg⁄ 
Total 9 5.857,7 kcal kg⁄ 
 
o sea 5.857,7 kcal aportadas por kg de combustible quemado. Este calor producirá la elevación de 
temperatura de los gases, el cual se calcula en forma inversa al cálculo anterior: 
 
Temperatura de la llama:
5.857,7 kcal kg⁄
0,27 kcal kg ºC⁄ x 9,01kg/kg
9 2.407ºC 
 
Donde 0,27 es el calor específico de los gases de combustión valor promedio, siendo 9,01 el peso de los 
gases formado por los 8,01 kg de aire más 1 kg de combustible que al quemarse se transforma, integrando 
con el aire los gases de combustión. Esta sería la temperatura teórica de la llama del carbón de Río Turbio 
quemado sin exceso de aire. 
 
Veamos cual es el resultado quemando con cierto exceso de aire, por ejemplo, el 30% bajará el porcentaje 
de anhídrido carbónico CO2 a 14,3% y se incrementará el peso del aire de combustión aportado a 10,41 
kg/kg. 
 
Calor aportado por el aire: 
 
10,41 kg kg⁄ x 0,241 kcal kg ºC⁄ x �30ºC 8 0ºC� 9 7,9 kcal kg⁄ 
Poder Calorí=ico del Combustible 9 5.800,0 kcal kg⁄ 
 
Total 9 5.874,9 kcal kg⁄ 
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Temperatura de la llama:
5.874,7 kcal kg⁄
0,27 kcal kg ºC⁄ x 11,41 kg kg⁄
9 1.907ºC 
 
Es decir, se ha producido una fuerte reducción de la temperatura, debido a que se está quemando un 
exceso de aire. 
 
Por otra parte, es muy conveniente, usar aire de combustión caliente, ya que contribuye a una mayor 
economía. Se lo calienta recuperando calores perdidos en la chimenea. Veamos ahora qué pasa con la 
temperatura de la llama: 
Supongamos que calentamos el aire de combustión a 200ºC y que seguimos trabajando con el 30% de 
exceso de aire, o sea anhídrido carbónico CO2, 14,3%. 
Tendríamos 
Calor del aire: 
10,41 FG FG⁄ H 0,241 IJK FG º!⁄ H �200º! 8 0º!� 9 499,7 FIJK FG⁄ 
LMNOP !JKMPíQRIM NOK !MSTUVWRTKO 9 5.800,0 FIJK FG⁄ 
XMWJK 9 6.299,7 FIJK FG⁄ 
 
La temperatura de la llama: 
6.299,7 kcal kg⁄
0,27 kcal kg ºC⁄ x 11,41kg kg⁄
9 2.044ºC 
 
Es decir ha habido un considerable aumento de temperatura, como era de suponer. En la práctica, altas 
temperaturas no se alcanzan sino en el centro de la masa de llama y las reales promedias son bastante más 
bajas, pues en el mismo instante que queda liberado, se transmiten por radiación, mucho calor a las 
paredes más frías que rodean las llamas en el hogar de la caldera u horno. 
 
Aprovechamiento del calor. Rendimiento 
Los combustibles se queman para aprovechar su calor. La combustión nos entrega gases calientes a altas 
temperaturas y en ellos está contenido el calor desprendido en la misma. 
El aprovechamiento de ese calor es función de las calderas, hornos, calentadores, etc. en general, no es 
posible aprovechar el calor contenido en los gases totalmente, debiendo dejarse escapar éstos por las 
chimeneas a temperaturas tales que significan una real pérdida. Si se ingresa el aire de combustión a 30ºC 
y luego los gases escapan a 350ºC, es evidente que hay una pérdida de calorías. 
Por otra parte, como siempre debemos trabajar con un cierto exceso de aire, variable según las 
circunstancias, tendremos una pérdida adicional, pues este exceso ingresará al hogar, se calentará, cederá 
algo de su calor a la caldera o aparato calefaccionado, pero en definitiva se llevará a la chimenea una 
parte del calor que contiene, aumentando las pérdidas. 
 
Ejemplo: supongamos que quemamos en una caldera carbón de Río Turbio, con un 30% de exceso de 
aire, es decir, el anhídrido carbónico será de 14,3%. 
 
Supongamos nuevamente que el aire se halla a 30ºC, luego tenemos: 
 
Calor aportado por el aire: 
10,41 kg kg⁄ x 0,241 cal kg ºC⁄ x �30ºC 8 0ºC� 9 74,9 kcal kg⁄ 
Poder Calorí=ico del Combustible 9 5.800,0 kcal kg⁄ 
Total 9 5.874,9 kcal kg⁄ 
 
El calor desechado por la chimenea escapando los gases a 350ºC, o sea 320ºC más de la temperatura que 
entraron, por lo tanto: 
10,41 kg kg⁄ x 0,27 cal kg ºC⁄ x �350ºC 8 30ºC� 9 986 kcal kg⁄ 
 
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El porcentaje de pérdida es entonces: 
100 x 986 kcal kg⁄
5.874,9 kcal kg⁄
9 16,7% 
 
Esta pérdida podría recuperarse en parte, colocando un economizador o calentador de aire que enfríe algo 
más los gases antes de enviarlos a la chimenea. Supongamos que enfriamos estos gases a 250ºC. 
 
Entonces tenemos: 
10,41 kg kg⁄ x 0,27 cal kg ºC⁄ x �250ºC 8 30ºC� 9 678 kcal kg⁄ 
y las pérdidas serían: 
100 x 678 kcal kg⁄
5.874,9 kcal kg⁄
9 11,5% 
 
Es decir, se habrían disminuido las pérdidas en un 5% aproximadamente. 
 
 
 
 
Bibliografía: 
Combustión y Generación de Vapor – Terroguitar-Weiss.

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