Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Lea materiales sin conexión, sin usar Internet. Además de muchas otras características!
Vista previa del material en texto
F a c u lt a d d e T ra b a jo S o c ia l UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Trabajo Social Trabajo Fin de Grado MENORES AGRESORES Y MENORES AGREDIDOS EN EL ÁMBITO ESCOLAR Alumno/a: Ismael Bailón Gutiérrez Tutor/a: Anna Mª Rucabado Sala Dpto: Psicología Junio, 2016 ÍNDICE RESUMEN 1. INTRODUCCIÓN 2. OBJETIVOS 3. METODOLOGÍA 4. ANÁLISIS DE LAS FUENTES 4.1. Orígenes del acoso escolar 4.2. Definición del acoso escolar 4.3. Características del acoso escolar 4.4. Tipos de acoso escolar 4.5. ¿Quiénes intervienen en el acoso escolar? 4.6. Causas del acoso escolar 4.7. Sintomatología 4.8. Los centros educativos ante el acoso escolar 4.9. Legislación sobre el problema 4.10 El trabajador Social 4.10. 1. El Trabajador Social en los Centros de Salud 4.10.2. El Trabajador Social en la Fiscalía de Menores 4.10.3. Importancia del Trabajador Social en los centros educativos 5. CONCLUSIÓN 6. BIBLIOGRAFÍA 3 4 5 5 6 6 7 9 9 11 18 19 20 23 24 24 25 27 29 30 Manqui Resaltar 3 RESUMEN Este Trabajo fin de Grado de revisión bibliográfica, pretende ofrecer información sobre el acoso escolar o bullying, un hostigamiento de unos menores sobre otros, que se produce de manera repetida y que tiene unas consecuencias muy negativas para todos los que intervienen. A lo largo de TFG, veremos cómo surge esta problemática. Seguidamente, se indagará en su delimitación conceptual. Además, nos encontraremos con las características de dicho problema en general, pero también las de cada uno de los distintos actores que intervienen en dicho acoso, junto con sus consecuencias. Por otro lado, se presentarán los tipos de acoso que se dan en la actualidad. Conoceremos también las causas y los síntomas propios de la violencia escolar. Se mostrará el protocolo de actuación que debe seguir un centro educativo ante este tipo de situaciones. Por último, veremos la importancia que tiene un trabajador social como técnico para solventar, prevenir y apoyar a los protagonistas de estos problemas, desde servicios sociales o educación. Palabras clave: acoso escolar, menores, trabajador social, víctima, agresor, familia. 4 1. INTRODUCCIÓN El acoso escolar o bullying es un comportamiento agresivo continuado que recibe el niño por parte de otro. Este maltrato puede ser verbal o físico y puede atentar contra el niño y contra sus derechos fundamentales. Es más, puede generar daños psicológicos en la víctima cuando el maltrato dura mucho tiempo. Se puede dar tanto en el aula como a través de redes sociales o en el entorno escolar. Se han publicado estudios El Confidencial (2016) que señalan que siete de cada diez víctimas sufren acoso escolar a diario en España. Hay expertos que señalan que, para poder hablar de acoso escolar, este tiene que manifestarse durante seis meses como mínimo. Otros, revelan que dicho acoso depende de la duración y la intensidad, es decir, no se debe hablar de tiempo solamente. Asumiendo que desde este trabajo, al ser un tema tan plural y con tantas facetas, se va a tratar a partir de la definición del término, las manifestaciones de las víctimas, los espectadores, y la víctima, analizar las causas, modalidades, tipos y consecuencias que genera el contexto escolar. En 1973, Dan Olweus (2004), catedrático de psicología en la Universidad de Bergen (Noruega), es el primero que comienza a preocuparse en Noruega por este problema social. Es en 1982, cuando tras la noticia del suicidio de tres chicos del norte de Noruega a causa del acoso escolar, decidió investigar el caso. Dicha averiguación concluyó con la primera investigación de bullying. Debido a esto, muchos países lo tomaron como modelo de referencia y se creó una campaña a nivel nacional contra los problemas de agresores y víctimas en las escuelas de educación primaria y secundaria de Noruega, puesta en marcha por el Ministerio de Educación en 1983. Es en 1999, como indica Cerezo (2015), cuando Olweus da una definición que goza de una destacable aceptación, en otro apartado veremos su descripción. Con respecto a la elección de esta temática, hay que decir que ha sido elegida debido a que en la actualidad se contrasta de forma continua en la prensa y noticias, que de vez en vez plantean casos de acoso en el territorio y fuera de él, a los cuales no se les da la importancia que realmente tienen. Sin embargo, es fundamental detectarlos para poder ayudar en la medida de lo posible. 5 Por otro lado, hay que señalar que se ha elegido por el hecho de que forma parte del ámbito de acción de los Trabajadores Sociales. También, continuamente se está escribiendo sobre todas las consecuencias que tienen los/as niños/as que sufren acoso o bullying o que lo ejercen sobre otros. Este, es otro motivo por el cual se ha decidido trabajar sobre este problema, para así poder actualizarnos, informarnos, y referenciarnos de los aspectos más relevantes del acoso o bullying. Es un tema muy delicado, ya que se está poniendo en peligro el futuro de los que intervienen en él. Este problema es también importante por el silente en la mayoría de los casos, lo que conlleva a que no sea un fenómeno fácil de detectar, por diferentes motivos y circunstancias como: - Que la víctima normalmente no denuncia la situación. - Que los espectadores no quieren verse implicados, o tienen miedo a que pasen a ser víctimas ellos. 2. OBJETIVOS Como objetivo general, de este TFG es profundizar en el conocimiento del acoso escolar. Como objetivos específicos, podemos conseguir lo siguiente: Conocer el origen del acoso escolar. Conocer las características de los distintos actores implicados en este problema social. Clasificar y conocer la tipología del acoso. Plantear el rol del trabajador social en la intervención frente al problema de bullying. 3. METODOLOGÍA El trabajo final de grado se ha realizado a través de una revisión bibliográfica y documental. El origen de este trabajo ha sido el acoso escolar, es decir, desde su 6 definición, hasta los actores de este y qué función tiene el trabajaos social con estos menores. La realización de este trabajo ha tenido como base la lectura y análisis de la información de libros, revistas y documentos en web (en pdf, Word y paginas online). La fuente principal de estos libros ha sido la biblioteca de Granada, y la de las revistas han sido paginas online. En lo que se refiere a la información que se expone en el trabajo, ha sido organizada intentado dar respuesta a los objetivos marcados con dicho trabajo. Toda la información recabada para la elaboración de este trabajo de revisión bibliográfica tiene un carácter universal y público. 4. ANÁLISIS DE LAS FUENTES 4.1. Orígenes del acoso escolar Sobre el origen del bullying o acoso, nos basamos en Rosario Ortega (2001, citado en Sánchez, 2009), catedrática de psicología, quien menciona o piensa que el inicio del acoso escolar hay que buscarlo en factores determinantes y no en causas. Es decir, se debe observar al alumno, su familia, la escuela y el contexto social como principales elementos del origen del acoso. Por tanto, no es solo el menor, sino que en el entorno del menor puede haber unas actitudes y unos valores negativos, asumidos por él y que pueden ser manifestados en forma de actitudes violentas. Los niños y adolescentes se comportan según lo que aprenden en su entorno. En esta misma línea se posicionó el psiquiatra Luis Rojas Marcos (2005 citado en Sánchez, 2009), quien afirmó que el acoso escolar se produce o está determinado por el ambiente, ya que el agresor los es por el contexto en el que vive, o bien por imitación o como consecuencia de la falta de afecto o seguridad. Se puede deducirde ambos expertos que el acoso no se origina solamente en la escuela, sino que proviene de unos factores que se dan en el contexto que rodea al adolescente, y que derivan en actitudes agresivas, que si no se tratan pueden prolongarse a edades adultas y tener unas consecuencias muy negativas. 7 También hay un consenso en que no es cosa de la escuela solamente, sino que para tratar este problema, es decir, intervenir y prevenirlo, tan importante es el trabajo de centro educativo como de los padres. Asimismo, hay que decir, que este fenómeno tiene un problema, que es la dificultad para detectarlo, por lo tanto la mejor forma de reducirlo es la prevención. Aún así, en casos en los que es denunciado, y por tanto se puede intervenir con los actores, son los trabajadores sociales los encargados de dicha intervención, veremos a lo largo del trabajo la función que tienen éstos, para este fenómeno. Ahora bien, Benítez y Justicia (2006, citado en Estrada, 2015) señalan que la familia es el principal modelo de socialización para el niño y que el estilo de crianza determinará su conducta. Frías, Fraijo y Cuamba (2008, citado en Estrada, 2015) realizaron un estudio en México llamado “problemas de conducta en niños víctimas de violencia familiar”. En él llegaron a la conclusión de que cuando los niños son maltratados tienen problemas emocionales, sociales y conductuales, que pueden manifestarse en el hogar, la escuela o el entorno en el que viven. Tras lo anteriormente dicho, hay que señalar que las conductas agresivas no se generan en la escuela, sino que se ponen en práctica en dicha institución, porque existen otros factores que las originan. 4.2. Definición de acoso escolar Hay varios autores que definen el concepto de acoso escolar, pero solamente veremos aquellas definiciones que consideramos más completas. El primero de los autores que destacamos es Dan Olweus, del que ya hablábamos con anterioridad. Olweus (1983, citado en Sánchez, 2009) definió el acoso o bullying como “una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que escoge como víctima de repetidos ataques” (p. 27). Cerezo (2009) define bullying o acoso “una forma de maltrato, intencionada, perjudicial y persistente de un estudiante o grupo de estudiantes hacia un compañero, generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual, sin que medie Manqui Resaltar Manqui Resaltar 8 provocación, dinámica de la que la víctima es incapaz de salir, acrecentado la sensación de indefensión y aislamiento” (Cerezo, 2015, p.14). También Marina (2015) define el acoso como un caso especial de violencia que se ejerce conscientemente para hacer daño, durante un periodo largo de tiempo. Por otro lado, Díaz-Aguado (2006, citado en Equipo Multidisciplinar de Protégeles, 2009) considera el acoso como “un tipo específico de violencia, que se diferencia de otras conductas violentas que puntualmente un alumno puede sufrir o ejercer en un determinado momento, por formar parte de un proceso con cuatro características que incrementan su gravedad: 1. Suelen implicar diversos tipos de conductas: burlas, amenazas, intimidaciones… 2. No se limita a un acontecimiento aislado, sino que es prolongado durante cierto tiempo. 3. Provocado por un individuo (el matón), apoyado generalmente en un grupo, contra una víctima que se encuentre indefensa, que no puede por sí misma salir de esta situación. 4. Y que se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente”. (Equipo Multidisciplinar de Protégeles, 2009, p. 52). Armero, Bernardino y Bonet (2011) exponen que para definirlo más concretamente, los sujetos deben tener intencionalidad, de forma que las acciones sean deliberadamente hostiles. Además, dicen que tiene que repetirse durante un periodo de tiempo y causar daño a la víctima que se encuentra sola e incapaz de resolverlo. Aluden también a que no hay provocación por parte del alumno que lo sufre. Es decir, como indican, no toda confrontación, pelea o insulto es acoso escolar. La conciencia de que el acoso escolar existe va aumentando, se puede ver en el aumento de investigaciones y estudios sobre la violencia escolar, tal y como mencionan Mayorga y Madrid (2010). 9 4.3. Características del acoso escolar Es importante no confundir el acoso con otras agresiones o manifestaciones violentas que tienen lugar entre el alumnado. Para que tengamos un conocimiento más amplio de lo que es el acoso escolar o bullying, vamos a ver sus características según la Orden de 20 de junio de 2011, por la que se adoptan medidas para la promoción de la convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos y se regula el derecho de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos e hijas: Intencionalidad. La agresión se dirige hacia una persona determinada con la intención de convertirla en víctima. Repetición. La agresión se reitera con el tiempo y la víctima la sufre continuamente. Desequilibrio de poder. Se manifiesta una desigualdad de poder físico, psicológico o social, que provoca un desequilibrio de fuerzas en las relaciones interpersonales. Indefensión/personalización. El objetivo del maltrato siempre suele ser un solo niño o niña, que es colocado en una situación de indefensión. Componente colectivo o grupal. Normalmente existe más de un agresor o agresora. Observadores pasivos. Las situaciones de acoso habitualmente son conocidas por otras personas que no hacen nada para que césela agresión. 4.4. Tipos de acoso Es fundamental que los alumnos y alumnas entiendan que el acoso se puede dar de muchas formas. Si estos son capaces de identificar los diferentes tipos y formas de acoso, podrán informar con mayor precisión de lo que ocurra. Veamos a continuación, tal como explican Suckling y Temple (2006), los diversos tipos de acoso: Acoso físico. Pelearse con el acosado, darle patadas, puñetazos, golpes, empujones, pellizcos, hacerle gestos groseros e invadir su espacio personal. Acoso verbal. Se produce cuando el acosador utiliza de manera maliciosa la palabra para provocar angustia en el otro y, de ese modo sentirse poderoso. 10 (Burlas, hacer desprecios, divulgar rumores desagradables, utilizar vocabulario soez…etc). Otro aspecto de acoso verbal son las continuas llamadas telefónicas que angustia tanto al acosado como a su familia. Imagen 1.- Acoso escolar. Cadena Ser. 2015. On line. Extorsión. Los acosadores los chantajean y los amenazan obligándolos a dar lo que ellos le pidan. Acoso visual. El acoso visual también es lesivo y degradante para el acosado. Puede adoptar la forma de cartas insultantes transmitidas de uno a otro, o una carta introducida en la mochila. Otras formas son las pintadas en lugares públicos y mensajes de correo electrónico. Exclusión. La exclusión se produce cuando se deja, a propósito, a muchos alumnos fuera del grupo. Por regla general, los alumnos describen la exclusión señalando que los ignoran, no les dejan jugar, los hacen sentir solos, les encargan las peores tareas del grupo. Acoso sexual. El acoso sexual consiste en dibujos y gestos obscenos, chistes groseros sobre el acosado, rozarlo o tacarlo cuando no lo desee y hacerle preguntas de carácter sexual para avergonzarlo. Acoso racial. Se manifiesta cuando se clasifica de forma negativa a una persona por ser diferente de otros por su raza. A menudo los alumnos que proceden de otro país se suelen meter con ellos con frases como “parece que tienes la piel sucia”. Todas estas formas de acoso se han dado siempre, pero en los últimos años, con el avance de las nuevas tecnologías, encontramos otra forma de acoso entre iguales, hablamos del ciberbullying. Hernández y Solano (2007)explican que es una forma de acoso usada 11 con las tecnologías de la información y la comunicación para castigar con crueldad a la víctima. 4.5. ¿Quiénes intervienen en el acoso escolar? Según Sánchez (2009), los actores principales del acoso son los acosadores, las víctimas y los observadores. El acosador El acosador intimida y somete emocional e intelectualmente a la víctima con el objetivo de obtener a cambio algo positivo y/o dominarle. A veces, es excluido socialmente, por lo que va probando hasta conseguir una víctima apropiada. Además, este se rodea de personas que se convierten en observadores y, a veces, colaboradores de la acción agresiva. Podemos distinguir los siguientes tipos: Acosador inteligente. Se caracterizan por tener buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo. Es capaz de enmascarar su actitud intimidatoria. Acosador poco inteligente. Se caracteriza por tener un comportamiento antisocial e intimida a otros directamente. Acosador víctima. Es acosador y víctima a la vez. Acosa a los que son más débiles que él y, por otro lado, es acosado por otros más fuertes que él. La personalidad del agresor puede ser diferente en cada caso, pero, normalmente, lo que le sucede es que no se sienten seguros de sí mismo. Para sentirse mejor agreden a otros para tener el reconocimiento de los demás. Algunos rasgos que definen su personalidad son los siguientes: Comportamiento agresivo y desafiante. Fuerte temperamento. Falta de autocontrol. Falta de empatía. Es autosuficiente. Presenta baja tolerancia a la frustración. Incumple las normas sociales. Presenta un déficit en las habilidades sociales. 12 Cuando analizamos las características de los acosadores, nos damos cuenta que son personas que necesitan que se les reconozca, tal como indica Barri (2007, citado en Sánchez, 2009). Tienen problemas de aceptación, baja autoestima. El problema es que al tratarse de personas que ni ellos se valoran y los demás tampoco los valoran, buscan ese reconocimiento por el camino inadecuado. En general el acosador tiene conductas inculcadas a través de modelos de enseñanza. Aquí entran dos fuentes importantes de inculcación, que son la familia y la escuela. Ahora bien, el aspecto físico no siempre se trata del sexo masculino y de aquellos que tienen más fuerza física, sino que también nos encontramos chicas que acosan, y niños más pequeños que acosan a mas grandes, ya que se trata más de encontrar la inseguridad en la victima que de la fortaleza física. Seguidamente se va a detallar dos aspectos que son muy importantes en la mayoría de los casos para que un/una niño/a se convierta en acosador o agresor de los más débiles. Estos son: el aspecto social y la situación familiar. La situación familiar: nos podemos encontrar con aquella familia en la que no existe la figura del padre, y la madre por si sola lo puede manejar la conducta del menor. O si el padre si está presente suele ser agresivo tanto dentro del contexto familiar como fuera de él. También nos podemos encontrar con aquella familia en la que los padres no valoran el rendimiento escolar de los niños/as, incluso se oponen a las decisiones de los profesores, por lo tanto, cuando hay una contradicción entre dos de los ejes principales para la educación de un niño como son la escuela y la familia, se pone en peligro al menor, ya que pueden reforzar las conductas inapropiadas de este. Y por último otro caso familiar que nos podemos encontrar, es aquel en el que el menor sufre algún tipo de maltrato en el contexto familiar. Algunas características socio-familiares que se pueden dar en los agresores son: Carencia de lazos familiares. Bajo interés por la escuela. Permisividad familiar ante el acceso del menor a la violencia. Puede ser el reflejo de cómo ejercen en él la violencia. 13 Ha percibido que sus padres o hermano comportándose de forma agresiva han conseguido lo que querían. Puede sentir ausencia de atención por parte de los padres. Por otro lado, la presión que ejerce el grupo de iguales es otro factor determinante en el agresor. Hay situaciones en las que el agresor es amigo de la víctima pero cuando se juna con otros comienza a burlarse de él. Hay que decir, que el agresor en muchas ocasiones nos es consciente del daño que está ocasionando y de las consecuencias que esa actitud puede traer. Consecuencias del agresor: El agresor va interiorizando que a través de las conductas que realiza va consiguiendo lo que se propone. El problema más grande viene cuando en años posteriores estos comportamientos se pueden convertir en conductas delictivas, incluso en la vida adulta. Esto se puede expandir a otros ámbitos como su futura familia o su trabajo. Estos agresores van obteniendo una baja y pobre capacidad para comprender a otros, se vuelven insensibles y tienden a ser pasivos ante cualquier injusticia a no ser que les afecte directamente a ellos. Esto hace que se comporten de forma abusiva hacia iguales e incluso padres y profesores. Son muchas las tragedias ocurridas como consecuencia de estos comportamientos. Arias (2011) publicó en El País la tragedia sucedida en Río de Janeiro (Brasil), en la que un joven de veintitrés años asesinó a doce adolescentes en un colegio. Todos los testimonios coincidían en que dicho asesino era exalumno de dicho colegio, donde sufrió humillaciones y acoso escolar. Éste es uno de los casos, pero hay muchos más. Hay casos que no se ven en estas situaciones pero que tiene importantes secuelas para toda la vida, y que les repercutirá en su día a día. Estos tienen dificultad para convivir con los demás, necesitan ganar siempre, y normalmente por la fuerza, poder y amenaza. Habitualmente ante cualquier diálogo están a la defensiva, se meten en discusiones o peleas. Se vuelven insensibles al sufrimiento del otro y, por último cada vez son menos capaces de establecer relaciones positivas con el entorno que les rodea. La víctima Es la persona que por sus características es objeto de maltrato o acoso por parte del agresor, pero también se ven influenciada por ciertas situaciones, es decir, el acoso escolar 14 se da cuando la víctima tiene que compartir el medio con los agresores. Podemos ver que hay dos tipos de víctimas: Víctima activa o proactiva: son alumnos que se comportan de forma nerviosa e irritante y tienen problemas de concentración a su alrededor, lo que provoca que los agresores utilicen esto como excusa. Victima pasiva: Este tipo es el más frecuente. Son inseguros, no responden al ataque ni al insulto. Las víctimas del acoso escolar normalmente presentan algunas características similares o se dan algunas de las siguientes: Inseguridad, poca confianza en sí mismo. Baja autoestima, lo que se considera causa y consecuencia del acoso. Suele tener carácter débil, presenta ansiedad, aunque es cierto que en ocasiones puede llegar a ser agresivo. Tímido, dificultad para relacionarse, y suele tener pocos amigos, y si los tiene, ante esta situación de acoso está solo. Puede tener trastornos psicológicos. Para evitar acoso, simula enfermedades. Presenta sobreprotección familiar, normalmente los adultos le resuelven los problemas. Sus estrategias para afrontar el acoso son la resignación y el aislamiento, por lo tanto estrategias inadecuadas. Carencia de habilidades de relación con sus iguales. Poca capacidad de establecer lazos de amistad. Los iguales se percatan de estas características y los señalan como víctima. En cuanto al aspecto físico de estos, por lo general se dice que son menos fuertes físicamente que el agresor, no en todos los casos, porque como se ha visto anteriormente, por desgracia se dan situaciones de todos los tipos, pero lo que también utilizan los agresores de las victimas para humillarlos,son los rasgos característicos. Por ejemplo, (gafas, obesidad...) En cuanto al entorno familiar, por norma general, nos encontramos a niños, muy apegados a sus padres, sobreprotegidos, incapaces de afrontar situaciones por si solos. Incluso presentan más habilidad para relacionarse con mayores que con sus iguales. Por 15 eso, es muy importante que desde chicos se les fomenten la relación con los iguales (guarderías, ludotecas…). En lo que se refiere al ámbito social, presentan las siguientes características: Mucha dificultad para hacer amigos, y cuando lo hacen crean un vinculo tan fuerte que pasan a depender y hacer lo que ellos le digan, lo cual les lleva a la sumisión y a ser la víctima propiciatoria. Normalmente son niños/as poco populares en clase, no tienen capacidad para crear lazos sociales, lo que provoca que no participen en ningunas actividades, lo que conlleva a que poco a poco se aíslen socialmente y mayor posibilidad de recibir acoso. Consecuencias de la víctima: Dentro de los actores, la víctima es la que tiene peores consecuencias, desde el fracaso escolar, hasta la baja autoestima, apatía, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, ideas suicidas…Cuando esta sufre los ataques, no sabe qué hacer si callarse o contarlo, es decir se encuentra retraída por estos actos. Es fácil, que el/la menor ante ataques repetidos se sienta culpable de lo que está ocurriendo, por lo que se verá incapaz de salir de dicha situación. Esto hará que su paso por la escuela le deje unas secuelas para el resto de su vida. Aunque es difícil detectar el acoso, tanto padre/madre, profesor u compañero, pueden detectar la posibilidad de estar sufriendo acoso, si tiene un aspecto triste, falta más de lo normal a clase, disminución del rendimiento escolar, aspecto contrariado. En cuanto al aspecto físico, no duerme por las noches, vómitos, dolores de estómago, náuseas… Las víctimas presentan frecuentemente ansiedad, depresión y baja autoestima. En casos extremos pueden llegar al suicidio. Si el proceso de victimización se prolonga en el tiempo, es posible que presenten síntomas clínicos que pueden dar lugar a posibles cuadros de neurosis, histeria y depresión, cómo indica la autora anteriormente mencionada. 16 Imagen 2.- El Vacío frente al grupo. Colegio de Valencia. 2010. On line. Los observadores Son los alumnos o compañeros que observan los hechos y se callan por múltiples razones. Los tipos de observadores que nos podemos encontrar son: Compinches: ayudantes o amigos íntimos del agresor. Reforzadores: son los que no agreden de manera directa pero incitan a los agresores a agredir. Ajenos: tienen una actitud de neutrales, se callan, no quieren implicarse, pero esto hace que consientan o toleren el bullying. Defensores: son aquellos espectadores que acaban apoyando a la víctima y la defienden. Cuando se dan situaciones de acoso, normalmente hay espectadores, puesto que el agresor tiene como objetivo, que los compañeros vean lo que está haciendo. Dicha autora, mencionada con anterioridad, enumera las características de la personalidad que justifican el hecho de que toleren el acoso son las siguientes: Los que se ponen del lado del agresor es porque se sienten más seguros de sí mismos. Piensan que protestando no conseguirán nada, es más si consiguen algo es que sean objeto del agresor. Creen que pueden verse implicados, por ello piensan que lo mejor es callar. 17 El papel del observador es muy importante, de cara a la prevención como en la intervención, puesto que son las personas que lo presencian, ya que ven lo que se les escapa a los adultos, y en la mayoría de los casos son el incentivo por el que actúa el agresor. Consecuencias de los espectadores Estas personas pueden tener problemas parecidos a la víctima o al agresor. Es decir, sentimiento de miedo a ser víctima, se reduce la empatía y son propensos al aprendizaje de conductas agresivas o violentas. Además, tienen más probabilidad de aumento de la falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad. Todo esto puede provocar en un futuro sean ellos protagonistas directos de agresiones o desarrollo de conductas violentas. Los observadores interiorizan cómo comportarse ante situaciones injustas, por lo que se ven reforzadas o aumentadas las conductas individualistas, egoístas y violentas Son observadores de un modelo equívoco, del cual ven como los agresores obtienen beneficios con este modelo, y ese es un peligro que tienen los observadores y que puede perjudicarles en un futuro. También corren el riesgo, que si observan sin hacer nada, con el tiempo, ante los sentimientos de temor, pena harán que pueda volverse insensible a estas situaciones. Los adultos Cuando nos referimos a los adultos, hacemos referencia a los profesores y la familia que son los más cercanos esos menores implicados en casos de acoso escolar. Estos tienen un papel fundamental, porque son los que deben estar alerta de cualquier situación de acoso, y ver u observar a su hijos/as o su alumnos/as para detectar si presentan algunas de las características descritas anteriormente, puesto que, si las presentan, podrían verse involucrados como uno de los actores de acoso escolar, como señala la autora nombrada inicialmente. Para finalizar, decir que es muy importante tener conocimiento de cada uno de los actores del acoso o bullying, y de cómo se comportan para poder detectarlo a tiempo e intervenir. Son muchos los casos que se están dando, como bien se ha explicado anteriormente. Hay que concienciarse que está en juego la vida de muchísimos niños/as, y que los más importante haciendo referencia a Rosario Ortega, dada la dificultad de la detección, es la prevención para evitar y concienciar a toda la comunidad. 18 Imagen 3.- Consecuencias del acoso. 20minutos. 2016. On line. 4.6. Causas del acoso Las causas de esta problemática son múltiples, puesto que encontramos en la sociedad varios factores de riesgo de violencia. Dichas causas, según Enríquez y Garzón (2015), pueden ser: Personales. El acosador se siente superior a los demás y cuenta, a veces, con otros que lo apoyan. También puede ocurrir que el acosado tenga e capacidad para responder a las agresiones. Familiares. La violencia puede darse por la falta de un padre o, a la inversa, por tener un padre muy violento. Pero también, pueden darse en las familias tensiones matrimoniales, situaciones socioeconómicas o mala organización del hogar. Además, en esta causa se pueden incluir los métodos que utilizan los padres en la educación de sus hijos o hijas. En definitiva, la familia juega un papel muy importante, ya que a través de ella los/as menores adquieren los primeros modelos de conducta, y estos se comportaran y harán lo que interiorizan en el entorno familiar. Escolares. No solo hay que tener en cuenta las características de la escuela, sino también el contexto educativo, ya que cuanto más grande sea éste mayor será la probabilidad de violencia. Además, hay que añadir el trato por parte de los docentes de la institución, puesto que la falta de respeto, humillación o desprecio, pueden provocar violencia entre el profesorado y el alumnado. 19 Otra de las causas que enumera Sánchez (2009) son los medios de comunicación. Estos, sobre todo la televisión, nos exponen continuamente a la violencia. De hecho, se consideran que son los principales causantes de la violencia ejercida en los niños. Dicha autora concluye lo siguiente: Que los comportamientos que los niños ven en la televisión influyen en su propio comportamiento. Que las diferencias individuales que presenta cada niño hacen que sólo algunos manifiesten las conductas agresivas. Que dada la gran cantidad de información violenta a la que se expone la gente que ve la televisión, podemos pensar que su consumopuede producir cierta habituación. Que se debería hacer un uso educativo de la televisión y orientado a la prevención de la violencia. 4.7. Sintomatología Armero, Bernardino y Bonet de Luna (2011) revelan que la víctima puede presentar un rango amplio de problemas que generalmente pertenecen a trastornos de ansiedad, como por ejemplo, la fobia escolar o los trastornos de apetito y sueño. Además, indican que es normal que presenten un bajo rendimiento escolar. Dichos autores, señalan que los pediatras, los profesores y los padres tienen que percatarse de ello, puesto que muchas veces los niños y niñas no lo cuentan. Algunos tienen miedo por las venganzas de sus compañeros y otros por no ser capaces de afrontar la situación, lo que provoca que se lo oculten a su familia. Por el contrario, hay muchos que no son conscientes de la situación en la que están inmersos, es decir, no piensan que dicho problema sea un maltrato. Algunos llegan al punto de creer que se lo merecen, puesto que está muy normalizado entre el grupo de iguales. Finalmente, la poca importancia y el poco entendimiento de los adultos hacen que estos menores puedan arrepentirse de denunciar dicha situación. En el siguiente cuadro, que presentan los autores anteriormente mencionados, se resumen algunos comportamientos que nos hacen sospechar si puede haber acoso: 20 SIGNOS Y SÍNTOMAS SUGESTIVOS DE MALTRATO Somatizaciones: por las mañanas se encuentra mal, en la escuela no se encuentra bien y pide que le vayan a recoger. Cambios de hábitos: no quiere ir a la escuela, quiere que le acompañen o cambia la ruta habitual, no quiere ir en el transporte escolar. Cambios en la actitud hacia las tareas escolares: baja el rendimiento académico. Cambios de carácter: está irritable, se aísla, se muestra introvertido, más arisco, pierde confianza en sí mismo. Alteraciones en el apetito: pierde el apetito, o vuelve con hambre porque le han quitado el bocadillo. Alteraciones en el sueño: tiene pesadillas, le cuesta dormirse. Vuelve a casa con la ropa o el material roto. Tiene moratones, heridas o cortes inexplicables. Empieza a amenazar o a agredir a otros niños o hermanos menores. No dice por qué se siente mal e insiste en que no le pasa nada. Da escusas extrañas para justificar todo lo anterior. Cuadro nº 1. Signos y síntomas sugestivos de maltrato. Armero, Bernardino y Bonet de Luna. 2011. 4.8. Los centros educativos ante el acoso escolar Los centros educativos deben llevar a cabo un protocolo de actuación cuando se detecta violencia o acoso escolar en el centro. Para ello hay que seguir los siguientes pasos (Orden de 20 de junio de 2011): Paso 1. Identificación y comunicación de la situación. Cualquier profesional del centro educativo que detecte una situación de acoso, tiene la obligación de comunicárselo al tutor o tutora, a la persona responsable de la orientación en el centro o al equipo directivo. La persona que reciba la información, se lo hará saber al equipo directivo. Paso 2. Actuaciones inmediatas. Después de lo anteriormente expuesto, se reunirán el equipo directivo, el tutor o tutora de los menores involucrados y la persona responsable de la orientación del centro. En dicha reunión, se deberá extraer toda la información, estudiarla y se valorar la intervención que se llevará a cabo. Además, se debe registrar por escrito todo lo expuesto en ella. Manqui Resaltar Manqui Resaltar Manqui Resaltar 21 Igualmente, se informará del protocolo de actuación al Servicio Provincial de Inspección de Educación. Paso 3. Medidas de urgencia. Cuando sea oportuno, se llevarán a cabo medidas de urgencia para proteger a la víctima y evitar agresiones. Dichas medidas son las siguientes: - Medidas que aseguren la seguridad del alumno o alumna acosada y medidas específicas de apoyo y ayuda. - Medidas de precaución dirigidas al alumno o alumna acosador/a. Paso 4. Traslado a las familias o responsables legales del alumnado. El tutor o la tutora, o la persona responsable de la orientación en el centro, con cuidado y a través de una entrevista, informará a las familias o tutores legales del alumnado implicado de la situación. Deberá, además, exponer las medidas que se tomarán. Paso 5. Traslado al resto de profesionales que atienden al alumno o alumna acosado. El director o directora informará al equipo docente del alumnado involucrado. Si cree conveniente, también se lo hará saber al resto de profesionales del centro y a otras instancias externas (sociales, sanitarias o judiciales). Paso 6. Recogida de información de distintas fuentes. Una vez adoptadas las medidas de urgencia, el equipo directivo recogerá información de distintas fuentes de la siguiente forma: - Recopilará documentación del alumnado afectado. - Observará de forma sistemática los siguientes indicadores: espacios comunes del centro, clase, actividades complementarias y extraescolares. - Pedirá al departamento de orientación o al equipo de orientación educativa que, con el tutor o tutora, se complete la información. - Una vez recogida toda la información, el director o directora del centro ejecutará un informe con todos los datos obtenidos, para ello verificará la información aportada por las diferentes fuentes. Paso 7. Aplicación de correcciones y medidas disciplinarias. Una vez recogida toda la información, el director o directora tomará medidas de adopción de correcciones a las conductas contrarias a la convivencia o de medidas disciplinarias al alumnado que interviene en este problema. 22 Paso 8. Comunicación a la comisión de convivencia. El director o directora del centro enviará el informe y las medidas disciplinarias aplicadas a la comisión de convivencia del centro. Paso 9. Comunicación a la inspección educativa. El equipo directivo tramitará el informe al Servicio Provincial de Inspección de Educación, sin perjuicio de la comunicación inmediata del caso, tal como se dice en el Paso 2. Paso 10. Medidas y actuaciones a definir. El equipo directivo y el equipo de la orientación educativa, detallará las medidas y actuaciones para cada caso de acoso escolar. Igualmente, podrá contar con el asesoramiento del Gabinete Provincial de Asesoramiento sobre la Convivencia Escolar y de la inspección educativa. Estas medidas y actuaciones hacen referencia a aquellas de aplicación en el centro y en el aula y de aplicación al alumnado en conflicto. Algunas de estas actuaciones son las siguientes: - Actuaciones de apoyo y protección, actividades de educación emocional y estrategias de atención y apoyo social, intervención individualizada por la persona orientadora para el aprendizaje y desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, autoestima y asertividad y derivación. - Actuaciones con el alumnado agresor: aplicación de las correcciones de conducta del plan de convivencia, actuaciones educativas en el aula de convivencia del centro, o programas y estrategias específicos de modificación de conducta y ayuda personal, y derivación. - Actuaciones con los compañeros y compañeras observadores pasivos: actuaciones de desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, emocionales y de empatía, campañas de sensibilización y actividades de mediación y de ayuda entre iguales. - Actuaciones con las familias: orientaciones sobre cómo ayudar a sus hijos o hijas, actuaciones para una mejor coordinación y comunicación, información sobre apoyos externos y seguimiento de los mismos y establecimiento de compromisos de convivencia. - Actuaciones con el profesorado y el personal de administración y servicios: orientaciones sobre cómo intervenir en la situación y cómo hacer el seguimiento, orientaciones sobre indicadores de detección y actividades de formación específica. 23 El equipo directivo es el responsablede que se cumplan estas medidas y actuaciones, informando, para ello, a la comisión de convivencia, a las familias o tutores legales de los menores y al inspector o inspectora. Paso 11. Comunicación a las familias o responsables legales del alumnado. Se informará a las familias del alumnado de las medidas y actuaciones de carácter individual y de carácter organizativo y preventivo. Paso 12. Seguimiento del caso por parte de la inspección educativa. El inspector o inspectora realizará un seguimiento de las medidas y actuaciones concretadas y empleadas, así como de la situación escolar del alumnado implicado. 4.9. Legislación sobre el problema En cuanto a la legislación vigente sobre la protección del los adolescentes ante estas situaciones, Alfocea (2015) dice que el acoso escolar en un problema que preocupa. En dicho documento hay algunos artículos, como el artículo 2.2, que explica que los Estados llevarán a cabo medidas adecuadas que respondan a las necesidades de los menores involucrados en este problema social, en definitiva, protegerlos de todo tipo de discriminación o castigo. Dicho autor indica también que en España se echa en falta una mención expresa al acoso escolar en nuestro código penal. Dada esta ausencia, el acoso escolar es tratado como parte del artículo 173.1CP Titulo VII: De las torturas y delitos contra la integridad moral, señalando lo siguiente: “el que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años. Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima”. En el Real Decreto 732/1995, de 5 de mayo de 1995, se recoge los derechos y deberes de los alumnos y normas de convivencia en los centros. Además. Resalto que es la Administración educativa y los Órganos de dirección del centro los encargados de frenar el acoso, apoyados por padres y madres, con el objetivo de luchar contra este problema. Esta normativa señala la responsabilidad que tiene el centro educativo del daño causado a un 24 menor, y para ello debe tomar las medidas oportunas para garantizar la seguridad de los alumnos. En el artículo 8 del decreto anteriormente citado, se establece la obligación que tiene el centro educativo de hacer un seguimiento de las normas de convivencia, y los resultados deberán estar reflejados en el informe anual que elabora el consejo escolar. Es decir, ante cualquier situación de acoso, o incumplimiento de normas debe estar recogido en este informe anual. También se puede dar el caso, como señala el autor anteriormente nombrado, en el que el centro educativo y sus integrantes sean incapaces de parar una situación de acoso escolar, dicha situación, debería ser denunciada ante la justicia con el fin de que se aplique las normas del derecho penal. Si el autor es menor de 14 años, este carece de cualquier responsabilidad penal según la legislación vigente, será la fiscalía la que mostrará al centro educativo las medidas a adoptar. Por otro lado, si el autor se encuentra ente los 14 y los 18 no cumplidos, se le aplicara la Ley Orgánica De Responsabilidad Penal Del Menor (LORPM), siendo responsable de un delito de trato degradante. 4.10. EL TRABAJADOR SOCIAL 4.10.1. El trabajador social en los centros de salud El trabajador social tiene un peso muy importante dentro del acoso escolar. El trabajador social en el acoso tiene una función de trabajador social sanitario, ya que cuando llegan casos de acoso cualquier centro médico, llegan con alguna patología. La función que se ejerce aquí, es de trabajador social sanitario que se ocupa de tratar la relación entre las causas de la enfermedad y los efectos que tiene en la vida social de la persona que lo padece. Su abordaje requiere que la atención a los pacientes y sus familiares sea integral. Los trabajadores sociales están dentro de un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, educadores…pero son ellos los que informan al resto de miembros sobre los factores psicosociales detectados en el paciente para realizar una planificación en conjunto de las medidas más adecuadas a poner en práctica. Estas funciones forman parte dentro de la unidad de atención primaria, ya que las personas los menores que sufran acoso y se Manqui Resaltar Manqui Resaltar 25 presente en un centro de salud, se le aplicara una atención primaria por el trabajador social. Se realizara las siguientes actividades, de diagnóstico, prevención y tratamiento: Orientación, apoyo y asesoramiento a pacientes y a sus familias. Información sobre prestaciones, acceso y utilización de recursos sanitarios y sociales y gestión de estos cuando proceda. Coordinación con el resto de profesionales en detección de los pacientes en riesgo, analizando los factores sociales que inciden en el proceso de salud. Potenciación de los recursos personales del paciente y su entorno fomentando la auto-responsabilidad en la resolución de su problema. Desarrollo de las funciones asistencial, educativa, preventiva, promocional, investigadora y de coordinación. Para ver cómo actúa el trabajador social en el área de salud ante una situación de acoso escolar, se describirá un caso a continuación. 1. Normalmente acuden los familiares a centro de salud para asesorarse, porque han detectado algo inusual en el menor. 2. El/la trabajador/a social les da cita para otro día pero con presencia del/de la menor. 3. En esta cita se hace pasar al o a la menor sin los familiares. 4. Se realiza un diagnóstico social. Y un estudio familiar. 5. Después de realizar el diagnóstico y teniendo la lista de problemas que presenta la víctima de acoso, se le hace un seguimiento en consulta durante un tiempo, y también se derivará a salud mental. 6. Por último, se pondrá en marcha el protocolo de actuación en supuestos casos de acoso escolar (Orden de 20 de junio de 2011). Este protocolo de actuación desde el centro, y los pasos a seguir están explicados con anterioridad. Para finalizar, hay que decir que el trabajador social hoy en día, ejerce una función de atención primaria ante el acoso, pero que la actuación para prevenir el acoso depende de los centros educativos. La labor que realiza este es fundamental para la detección de los problemas del menor, pero desde mi punto de vista pienso que dentro de esa intervención en los centros educativos debería de estar la figura del trabajador social. 26 4.10.2. El trabajador social en la fiscalía de menores La fiscalía de menores es otro de los ámbitos donde el trabajador social se encuentra casos de acoso escolar, en este ámbito se da esta situación porque se ha llegado a tal punto que ha habido una denuncia, o bien por la familia, centro educativo…etc. Dentro de la fiscalía de menores el trabajador social tiene dos funciones muy importantes y determinantes que son las siguientes: Informar a jueces y fiscales de menores. Realizar mediación judicial entre el menor y la víctima perjudicada. En el proceso judicial los trabajadores sociales realizan unas funciones en cada una de las fases de la actuación penal. En la fase de instrucción: Asistencia de menores. Elaboración de un dictamen-informe sobre la situación del menor o la menor. Proposición de una intervención socioeducativa sobre el menor. Informar y asesorar sobre la sobre la conveniencia de poner en marcha el procedimiento de mediación entre el agresor y la victima. Informar al juez de menores antes de que este pueda decidir la adopción de medidas. En la fase de audiencia: Informar sobre si es aconsejablela presencia de representantes legales de el/la menor en el mismo acto. Informar sobre las circunstancias del menor. Informar sobre el contenido de la medida, sobre si es aconsejable o no dependiendo de la situación y de el/la menor. Una vez dictada la sentencia y antes de ejecutar la medida judicial: Asistencia al acto de la vista oral ante la audiencia provincial. Informar al juez de menores antes de determinar. Informar sobre el orden de cumplimiento de las medidas impuestas. 27 Informar sobre la convivencia que alteran el orden de convivencia de las medidas impuestas en diferentes procedimientos cuando estas no se puedan cumplir simultáneamente. Informar al juez de menores para dejar efecto la medida, reducir su duración o sustituirla antes de ejecutarla. Fase de ejecución de la medida judicial: Información sobre el alzamiento, sustitución, de la medida interpuesta, así como sobre el lanzamiento de la medida por la conciliación del autor con la víctima. 4.10.3. Importancia del trabajador social en los centros educativos Cívicos, González, Pérez y Hernández (2006), señalan que los trabajadores sociales forman parte del sistema educativo, concretamente de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEPS). Aunque, hay que resaltar, que se necesitan muchos más profesionales de este colectivo en los colegios e institutos, ya que en dichas instituciones existen muchos problemas, como por ejemplo, acoso escolar, absentismo, anorexia, que sí fueran intervenidos por estos especialistas, se evitarían muchas de estas situaciones y, en las ya existentes, disminuiría su gravedad. Estos autores indican también que los trabajadores sociales pueden llevar a cabo tareas educativas. Pueden transmitir conocimientos, habilidades y actitudes prosociales, pero, además, realizan una función de modelado y son los responsables, junto a otros profesionales, de la mejora de la convivencia o la preparación de los padres. A pesar de la gran importancia que tiene un trabajador social en los centros educativos, casi nunca se valora el papel educativo que ejerce en las distintas instituciones escolares. Sin embargo, estos profesionales desempeñan funciones muy importantes, las cuales debemos tener en cuenta. Veamos algunas de estas funciones descritas por Díaz Herráiz (2003, citado en Cívicos, González, Pérez y Hernández, 2006): 1. Con respecto al alumnado: Atender y resolver situaciones individuales y grupales. Detectar desajustes familiares. Manqui Resaltar 28 Informar al equipo del diagnóstico del alumno. Prevenir situaciones de inadaptación y delincuencia juvenil. 2. Con respecto a las familias: Especificar el papel que deben cumplir en la escuela como agentes educativos. Animar a la participación estable en la marcha del centro. Alentar la puesta en marcha de la escuela de padres. Colaborar en el desarrollo de programas formativos dirigidos a padres. 3. Con respecto al centro: Mantener una buena relación con las familias. Ayudar en la preparación del proyecto educativo del centro. Planificar acciones de prevención y detección temprana de los Alumnos con Necesidades Educativas Especiales (ACNEES). Colaborar en trabajos de investigación sobre necesidades o problemas que se presenten para buscar soluciones. 4. Con respecto al profesorado: Mejorar las relaciones y coordinación con el medio. Informar sobre los recursos disponibles y el entorno social. Potenciar el acercamiento entre los distintos agentes educativos. Participar en las tareas de orientación familiar que realiza el tutor. 5. Con respecto a la comunidad: Aportar a la comunidad todos los medios de que dispone para su promoción. Colaborar con el movimiento asociativo haciendo actividades culturales. Coordinarse con los servicios existentes para dar respuestas globales e integrales a las necesidades de sus alumnos. Como podemos comprobar, las funciones de los trabajadores sociales van más allá de la presencia en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEPS). Por tanto, su labor en el campo educativo es fundamental. 29 5. CONCLUSIÓN El acoso escolar o bullying es un fenómeno que cada vez se da más en la sociedad de hoy día. Sin embargo, como indica Rojas (2005), su impacto es efímero, puesto que nos alarmamos en el momento en el que se produce una tragedia de este tipo, pero, después, no se hace hincapié en cómo y de qué manera prevenir estas situaciones. Resaltamos prevenir porque, como bien se menciona a lo largo del trabajo, es la forma más eficaz de erradicar este problema. Por otro lado, hay que subrayar a las familias, ya que es uno de los eslabones principales en la educación de los menores. Como hemos visto a lo largo del trabajo, hay veces que los actores de dicho fenómeno ponen en práctica conductas o actitudes que se han interiorizado en el entorno. Por tanto, la familia es otro de los elementos principales, junto con los centros educativos y los menores, en la intervención y prevención del acoso escolar. Ahora bien, es importante recalcar la función que cumple un trabajador social ante la presencia de esta problemática. Los trabajadores sociales estamos formados para intervenir y prevenir con los menores y con su contexto social (familia, grupo de iguales). Este es uno de los inconvenientes que se manifiesta en la actualidad debido a la poca existencia de estos profesionales en el campo educativo. Otro de los obstáculos que encontramos es que la única iniciativa para abordar la problemática de tal dimensión, sea la implantación de un protocolo de actuación, anteriormente descrito., cuando ya se da indicios de acoso escolar. Pero la gran deficiencia viene de la falta de creación de iniciativas para prevenir y concienciar a toda la comunidad educativa. Por otro lado, se debe despuntar que, con este trabajo, se pueden ampliar los conocimientos respecto a esta temática, puesto que muchos aspectos no los conocemos. Por ello, hemos profundizado en las características, causas y consecuencias que llevan consigo el acoso. Para finalizar, hay que decir que el acoso escolar o bullying es un problema social de tal dimensión que nos corresponde a todos, es decir, todo el entorno que rodea al menor. Como indica Rojas (2005), “el acoso escolar nos deshumaniza a todos y su erradicación nos incumbe a todos”. Manqui Resaltar 30 6. BIBLIOGRAFÍA Alfocea, J. (2015). El acoso escolar en la legislación española. Revista legal. Recuperado de: http://www.delitosinformaticos.com/06/2015/delitos/acoso-delitos/acoso- escolar-la-legislacion-espanola Arias, J. (2011). El asesino era un solitario víctima de acoso escolar. El País. Recuperado de: http://elpais.com/diario/2011/04/09/internacional/1302300010_850215.html Armero, P., Bernardino, B. y Bonet, C. (2011). Acoso escolar. Revista Pediatría de Atención Primaria, 8(52), 661-670. Arroyave, P. (2012). Factores de vulnerabilidad y riesgo asociados al bullying. Revista CES Psicología, 5(1), 118-125. Asociación Española Para la Prevención Escolar (2015). Recuperado de: http://aepae.es/ Barri, F. (2013). Acoso escolar o bullying: Guía imprescindible de prevención e intervención. Tarragona: Altaria. Blanco, D. y Mérida, J.A. (2014). Violencia escolar. Alcalá la Real: Formación Alcalá. Castillo, L.E. (2011). El acoso escolar. De las causas, origen y manifestaciones a la pregunta por el sentido que le otorgan los actores. Revista Internacional de Investigación en Educación, 4(8), 415-428. Cerezo, F. (Coord.). (2015). La violencia en las relaciones entre escolares: Claves para entender, evaluar e intervenir en bullying. Barcelona: Horsori. Cívicos, A., González, A., Pérez, B. y Hernández, M. (2006). Análisis de funciones del trabajador social en el campo educativo. Acciones e investigacionessociales, 1 (Extra), 453. Curbelo, E.A. (2007). Indagando en la práctica profesional de los trabajadores sociales forenses del equipo técnico del juzgado de menores. Acciones e Investigaciones Sociales, (24), 5-42. Díaz-Aguado, M.J. (2006). Del acoso escolar a la cooperación en las aulas. Madrid: Pearson-Prentice Hall. http://www.delitosinformaticos.com/06/2015/delitos/acoso-delitos/acoso-escolar-la-legislacion-espanola http://www.delitosinformaticos.com/06/2015/delitos/acoso-delitos/acoso-escolar-la-legislacion-espanola http://elpais.com/diario/2011/04/09/internacional/1302300010_850215.html http://aepae.es/ 31 Enríquez, M.F. y Garzón, F. (2015). El acoso escolar. Saber, Ciencia y Libertad, 10(1), 219-233. Recuperado de file:///C:/Users/Asus/Downloads/Dialnet-ElAcosoEscolar- 5329121.pdf Equipo Multidisciplinar de Protégeles. (2009). Acoso escolar: prevención, intervención, responsabilidades legales, protocolos de actuación para afectados, familias y centros escolares. Madrid: Educando. Estrada, M.A. (2015). Acoso escolar: Modelos agresivos originan acosadores. Buenos Aires, Argentina: Sb. Fernández, C.I. (2011). El acoso telemático en menores: Ciberacoso y grooming. Recuperado de: http://www.psicologiacientifica.com/ciberacoso-grooming-en- menores/ Fundación ANAR (2016). Los casos de acoso escolar suben un 75% en 2015: 7 de cada 10 niños dicen que es diario. El Confidencial. Recuperado de: http://www.elconfidencial.com/sociedad/2016-04-26/acoso-escolar-casos-espana- suben-75-2015_1190306/ Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. (2016). Unidad de trabajo social. Recuperado de: http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142488357599&language=es&pagename =HospitalPuertaHierroMaja%2FPage%2FHPHM_contenidoFinal Inspección Educativa (2007). Guía de actuación en los centros educativos ante el maltrato entre iguales. Vitoria: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Recuperado de: http://www.euskadi.eus/gobierno- vasco/contenidos/informacion/dia6_erasoak_agresiones/es_erasoak/adjuntos/tratu_t xarrak_c.pdf Marina (2015). El acoso escolar: Cómo acabar con él para siempre. El Confidencial. Recuperado de: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015- 06-02/acoso-escolar_865955/#lpu6ZCubkLrG1oGX Mayorga, M.J. y Madrid, D. (2009). La escuela inclusiva ante el acoso escolar. Estrategias de prevención para el profesorado. Revista educación inclusiva, 3(3), 123-133. file:///C:/Users/Asus/Downloads/Dialnet-ElAcosoEscolar-5329121.pdf file:///C:/Users/Asus/Downloads/Dialnet-ElAcosoEscolar-5329121.pdf http://www.psicologiacientifica.com/ciberacoso-grooming-en-menores/ http://www.psicologiacientifica.com/ciberacoso-grooming-en-menores/ http://www.elconfidencial.com/sociedad/2016-04-26/acoso-escolar-casos-espana-suben-75-2015_1190306/ http://www.elconfidencial.com/sociedad/2016-04-26/acoso-escolar-casos-espana-suben-75-2015_1190306/ http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142488357599&language=es&pagename=HospitalPuertaHierroMaja%2FPage%2FHPHM_contenidoFinal http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142488357599&language=es&pagename=HospitalPuertaHierroMaja%2FPage%2FHPHM_contenidoFinal http://www.euskadi.eus/gobierno-vasco/contenidos/informacion/dia6_erasoak_agresiones/es_erasoak/adjuntos/tratu_txarrak_c.pdf http://www.euskadi.eus/gobierno-vasco/contenidos/informacion/dia6_erasoak_agresiones/es_erasoak/adjuntos/tratu_txarrak_c.pdf http://www.euskadi.eus/gobierno-vasco/contenidos/informacion/dia6_erasoak_agresiones/es_erasoak/adjuntos/tratu_txarrak_c.pdf http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015-06-02/acoso-escolar_865955/#lpu6ZCubkLrG1oGX http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015-06-02/acoso-escolar_865955/#lpu6ZCubkLrG1oGX 32 Medina, A. y Cacheiro, M.L. (2010). La prevención de la violencia: la implicación de la comunidad educativa para evitar situaciones de acoso escolar. Revista bordón, 62(1), 93-107. Moreno, M.A. y Martínez, M.J. (2014). Acoso escolar en la adolescencia. En A. Pérez y I. Jiménez (Coords.). Atención integral al adolescente. (pp. 32-34). Granada: SAMFyC. Recuperado de: http://www.samfyc.es/pdf/GdTAdol/2014008.pdf Olweus, D. (2004). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid: Morata. Orden de 20 de junio de 2011. (s.f.). por la que se adoptan las medidas para la promoción de la convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos y se regula el derecho de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos e hijas. (B. n. 132, Ed.) Recuperado el 1 de junio de 2016, de http://www.juntadeandalucia.es/boja/2011/132/d1.pdf Rojas, L. (2005). Los estragos del acoso escolar. El País. Recuperado de: http://elpais.com/diario/2005/04/02/opinion/1112392807_850215.html Sánchez, A. (2009). Acoso escolar y convivencia en las aulas: Manual de prevención e intervención. Alcalá la Real: Formación Alcalá. Suckling, A. y Temple, C. (2006). Herramientas contra el acoso escolar: Un enfoque integral. Madrid: Morata. Valero, S. (2009). Causas y consecuencias del acoso escolar o bullying. Recuperado de: http://www.actualpsico.com/causas-y-consecuencias-del-acoso-escolar-o-bullying/ http://www.samfyc.es/pdf/GdTAdol/2014008.pdf http://www.juntadeandalucia.es/boja/2011/132/d1.pdf http://elpais.com/diario/2005/04/02/opinion/1112392807_850215.html http://www.actualpsico.com/causas-y-consecuencias-del-acoso-escolar-o-bullying/
Compartir