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ambito escolar menores agresores y agredidos

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UNIVERSIDAD DE JAÉN 
Facultad de Trabajo Social 
 
 
 
 
 
Trabajo Fin de Grado 
MENORES AGRESORES Y 
MENORES AGREDIDOS EN EL 
ÁMBITO ESCOLAR 
Alumno/a: Ismael Bailón Gutiérrez 
 
Tutor/a: Anna Mª Rucabado Sala 
Dpto: Psicología 
 
 
 
 
 
Junio, 2016 
ÍNDICE 
 
RESUMEN 
 
1. INTRODUCCIÓN 
 
2. OBJETIVOS 
 
3. METODOLOGÍA 
 
4. ANÁLISIS DE LAS FUENTES 
4.1. Orígenes del acoso escolar 
4.2. Definición del acoso escolar 
4.3. Características del acoso escolar 
4.4. Tipos de acoso escolar 
4.5. ¿Quiénes intervienen en el acoso escolar? 
4.6. Causas del acoso escolar 
4.7. Sintomatología 
4.8. Los centros educativos ante el acoso escolar 
4.9. Legislación sobre el problema 
4.10 El trabajador Social 
4.10. 1. El Trabajador Social en los Centros de Salud 
4.10.2. El Trabajador Social en la Fiscalía de Menores 
4.10.3. Importancia del Trabajador Social en los centros 
educativos 
 
5. CONCLUSIÓN 
 
6. BIBLIOGRAFÍA 
 
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RESUMEN 
Este Trabajo fin de Grado de revisión bibliográfica, pretende ofrecer información 
sobre el acoso escolar o bullying, un hostigamiento de unos menores sobre otros, que se 
produce de manera repetida y que tiene unas consecuencias muy negativas para todos los 
que intervienen. 
A lo largo de TFG, veremos cómo surge esta problemática. Seguidamente, se 
indagará en su delimitación conceptual. Además, nos encontraremos con las características 
de dicho problema en general, pero también las de cada uno de los distintos actores que 
intervienen en dicho acoso, junto con sus consecuencias. Por otro lado, se presentarán los 
tipos de acoso que se dan en la actualidad. Conoceremos también las causas y los síntomas 
propios de la violencia escolar. Se mostrará el protocolo de actuación que debe seguir un 
centro educativo ante este tipo de situaciones. Por último, veremos la importancia que tiene 
un trabajador social como técnico para solventar, prevenir y apoyar a los protagonistas de 
estos problemas, desde servicios sociales o educación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Palabras clave: acoso escolar, menores, trabajador social, víctima, agresor, familia. 
 
 4 
1. INTRODUCCIÓN 
El acoso escolar o bullying es un comportamiento agresivo continuado que recibe el 
niño por parte de otro. Este maltrato puede ser verbal o físico y puede atentar contra el niño 
y contra sus derechos fundamentales. Es más, puede generar daños psicológicos en la 
víctima cuando el maltrato dura mucho tiempo. Se puede dar tanto en el aula como a través 
de redes sociales o en el entorno escolar. 
Se han publicado estudios El Confidencial (2016) que señalan que siete de cada 
diez víctimas sufren acoso escolar a diario en España. Hay expertos que señalan que, para 
poder hablar de acoso escolar, este tiene que manifestarse durante seis meses como 
mínimo. Otros, revelan que dicho acoso depende de la duración y la intensidad, es decir, 
no se debe hablar de tiempo solamente. Asumiendo que desde este trabajo, al ser un tema 
tan plural y con tantas facetas, se va a tratar a partir de la definición del término, las 
manifestaciones de las víctimas, los espectadores, y la víctima, analizar las causas, 
modalidades, tipos y consecuencias que genera el contexto escolar. 
En 1973, Dan Olweus (2004), catedrático de psicología en la Universidad de 
Bergen (Noruega), es el primero que comienza a preocuparse en Noruega por este 
problema social. Es en 1982, cuando tras la noticia del suicidio de tres chicos del norte de 
Noruega a causa del acoso escolar, decidió investigar el caso. 
Dicha averiguación concluyó con la primera investigación de bullying. Debido a 
esto, muchos países lo tomaron como modelo de referencia y se creó una campaña a nivel 
nacional contra los problemas de agresores y víctimas en las escuelas de educación 
primaria y secundaria de Noruega, puesta en marcha por el Ministerio de Educación en 
1983. 
Es en 1999, como indica Cerezo (2015), cuando Olweus da una definición que goza 
de una destacable aceptación, en otro apartado veremos su descripción. 
Con respecto a la elección de esta temática, hay que decir que ha sido elegida 
debido a que en la actualidad se contrasta de forma continua en la prensa y noticias, que de 
vez en vez plantean casos de acoso en el territorio y fuera de él, a los cuales no se les da la 
importancia que realmente tienen. Sin embargo, es fundamental detectarlos para poder 
ayudar en la medida de lo posible. 
 5 
Por otro lado, hay que señalar que se ha elegido por el hecho de que forma parte del 
ámbito de acción de los Trabajadores Sociales. También, continuamente se está 
escribiendo sobre todas las consecuencias que tienen los/as niños/as que sufren acoso o 
bullying o que lo ejercen sobre otros. Este, es otro motivo por el cual se ha decidido 
trabajar sobre este problema, para así poder actualizarnos, informarnos, y referenciarnos de 
los aspectos más relevantes del acoso o bullying. Es un tema muy delicado, ya que se está 
poniendo en peligro el futuro de los que intervienen en él. 
Este problema es también importante por el silente en la mayoría de los casos, lo 
que conlleva a que no sea un fenómeno fácil de detectar, por diferentes motivos y 
circunstancias como: 
- Que la víctima normalmente no denuncia la situación. 
- Que los espectadores no quieren verse implicados, o tienen miedo a que pasen a 
ser víctimas ellos. 
 
2. OBJETIVOS 
Como objetivo general, de este TFG es profundizar en el conocimiento del acoso 
escolar. 
 Como objetivos específicos, podemos conseguir lo siguiente: 
 Conocer el origen del acoso escolar. 
 Conocer las características de los distintos actores implicados en este problema 
social. 
 Clasificar y conocer la tipología del acoso. 
 Plantear el rol del trabajador social en la intervención frente al problema de 
bullying. 
 
3. METODOLOGÍA 
El trabajo final de grado se ha realizado a través de una revisión bibliográfica y 
documental. El origen de este trabajo ha sido el acoso escolar, es decir, desde su 
 6 
definición, hasta los actores de este y qué función tiene el trabajaos social con estos 
menores. 
La realización de este trabajo ha tenido como base la lectura y análisis de la 
información de libros, revistas y documentos en web (en pdf, Word y paginas online). 
La fuente principal de estos libros ha sido la biblioteca de Granada, y la de las 
revistas han sido paginas online. 
En lo que se refiere a la información que se expone en el trabajo, ha sido 
organizada intentado dar respuesta a los objetivos marcados con dicho trabajo. Toda la 
información recabada para la elaboración de este trabajo de revisión bibliográfica tiene un 
carácter universal y público. 
 
4. ANÁLISIS DE LAS FUENTES 
4.1. Orígenes del acoso escolar 
Sobre el origen del bullying o acoso, nos basamos en Rosario Ortega (2001, citado 
en Sánchez, 2009), catedrática de psicología, quien menciona o piensa que el inicio del 
acoso escolar hay que buscarlo en factores determinantes y no en causas. Es decir, se debe 
observar al alumno, su familia, la escuela y el contexto social como principales elementos 
del origen del acoso. Por tanto, no es solo el menor, sino que en el entorno del menor 
puede haber unas actitudes y unos valores negativos, asumidos por él y que pueden ser 
manifestados en forma de actitudes violentas. Los niños y adolescentes se comportan 
según lo que aprenden en su entorno. 
En esta misma línea se posicionó el psiquiatra Luis Rojas Marcos (2005 citado en 
Sánchez, 2009), quien afirmó que el acoso escolar se produce o está determinado por el 
ambiente, ya que el agresor los es por el contexto en el que vive, o bien por imitación o 
como consecuencia de la falta de afecto o seguridad. 
Se puede deducirde ambos expertos que el acoso no se origina solamente en la 
escuela, sino que proviene de unos factores que se dan en el contexto que rodea al 
adolescente, y que derivan en actitudes agresivas, que si no se tratan pueden prolongarse a 
edades adultas y tener unas consecuencias muy negativas. 
 7 
También hay un consenso en que no es cosa de la escuela solamente, sino que para 
tratar este problema, es decir, intervenir y prevenirlo, tan importante es el trabajo de centro 
educativo como de los padres. Asimismo, hay que decir, que este fenómeno tiene un 
problema, que es la dificultad para detectarlo, por lo tanto la mejor forma de reducirlo es la 
prevención. Aún así, en casos en los que es denunciado, y por tanto se puede intervenir con 
los actores, son los trabajadores sociales los encargados de dicha intervención, veremos a 
lo largo del trabajo la función que tienen éstos, para este fenómeno. 
Ahora bien, Benítez y Justicia (2006, citado en Estrada, 2015) señalan que la 
familia es el principal modelo de socialización para el niño y que el estilo de crianza 
determinará su conducta. 
Frías, Fraijo y Cuamba (2008, citado en Estrada, 2015) realizaron un estudio en 
México llamado “problemas de conducta en niños víctimas de violencia familiar”. En él 
llegaron a la conclusión de que cuando los niños son maltratados tienen problemas 
emocionales, sociales y conductuales, que pueden manifestarse en el hogar, la escuela o el 
entorno en el que viven. 
Tras lo anteriormente dicho, hay que señalar que las conductas agresivas no se 
generan en la escuela, sino que se ponen en práctica en dicha institución, porque existen 
otros factores que las originan. 
 
4.2. Definición de acoso escolar 
Hay varios autores que definen el concepto de acoso escolar, pero solamente 
veremos aquellas definiciones que consideramos más completas. 
El primero de los autores que destacamos es Dan Olweus, del que ya hablábamos 
con anterioridad. Olweus (1983, citado en Sánchez, 2009) definió el acoso o bullying como 
“una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al 
que escoge como víctima de repetidos ataques” (p. 27). 
Cerezo (2009) define bullying o acoso “una forma de maltrato, intencionada, 
perjudicial y persistente de un estudiante o grupo de estudiantes hacia un compañero, 
generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual, sin que medie 
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provocación, dinámica de la que la víctima es incapaz de salir, acrecentado la sensación de 
indefensión y aislamiento” (Cerezo, 2015, p.14). 
También Marina (2015) define el acoso como un caso especial de violencia que se 
ejerce conscientemente para hacer daño, durante un periodo largo de tiempo. 
Por otro lado, Díaz-Aguado (2006, citado en Equipo Multidisciplinar de Protégeles, 
2009) considera el acoso como “un tipo específico de violencia, que se diferencia de otras 
conductas violentas que puntualmente un alumno puede sufrir o ejercer en un determinado 
momento, por formar parte de un proceso con cuatro características que incrementan su 
gravedad: 
1. Suelen implicar diversos tipos de conductas: burlas, amenazas, 
intimidaciones… 
2. No se limita a un acontecimiento aislado, sino que es prolongado durante cierto 
tiempo. 
3. Provocado por un individuo (el matón), apoyado generalmente en un grupo, 
contra una víctima que se encuentre indefensa, que no puede por sí misma salir 
de esta situación. 
4. Y que se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de personas que rodean a 
los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente”. (Equipo 
Multidisciplinar de Protégeles, 2009, p. 52). 
Armero, Bernardino y Bonet (2011) exponen que para definirlo más concretamente, 
los sujetos deben tener intencionalidad, de forma que las acciones sean deliberadamente 
hostiles. Además, dicen que tiene que repetirse durante un periodo de tiempo y causar daño 
a la víctima que se encuentra sola e incapaz de resolverlo. Aluden también a que no hay 
provocación por parte del alumno que lo sufre. Es decir, como indican, no toda 
confrontación, pelea o insulto es acoso escolar. 
La conciencia de que el acoso escolar existe va aumentando, se puede ver en el 
aumento de investigaciones y estudios sobre la violencia escolar, tal y como mencionan 
Mayorga y Madrid (2010). 
 
 
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4.3. Características del acoso escolar 
Es importante no confundir el acoso con otras agresiones o manifestaciones 
violentas que tienen lugar entre el alumnado. Para que tengamos un conocimiento más 
amplio de lo que es el acoso escolar o bullying, vamos a ver sus características según la 
Orden de 20 de junio de 2011, por la que se adoptan medidas para la promoción de la 
convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos y se regula el derecho 
de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos e hijas: 
 Intencionalidad. La agresión se dirige hacia una persona determinada con la 
intención de convertirla en víctima. 
 Repetición. La agresión se reitera con el tiempo y la víctima la sufre 
continuamente. 
 Desequilibrio de poder. Se manifiesta una desigualdad de poder físico, 
psicológico o social, que provoca un desequilibrio de fuerzas en las relaciones 
interpersonales. 
 Indefensión/personalización. El objetivo del maltrato siempre suele ser un solo 
niño o niña, que es colocado en una situación de indefensión. 
 Componente colectivo o grupal. Normalmente existe más de un agresor o 
agresora. 
 Observadores pasivos. Las situaciones de acoso habitualmente son conocidas 
por otras personas que no hacen nada para que césela agresión. 
 
4.4. Tipos de acoso 
Es fundamental que los alumnos y alumnas entiendan que el acoso se puede dar de 
muchas formas. Si estos son capaces de identificar los diferentes tipos y formas de acoso, 
podrán informar con mayor precisión de lo que ocurra. Veamos a continuación, tal como 
explican Suckling y Temple (2006), los diversos tipos de acoso: 
 Acoso físico. Pelearse con el acosado, darle patadas, puñetazos, golpes, 
empujones, pellizcos, hacerle gestos groseros e invadir su espacio personal. 
 Acoso verbal. Se produce cuando el acosador utiliza de manera maliciosa la 
palabra para provocar angustia en el otro y, de ese modo sentirse poderoso. 
 10 
(Burlas, hacer desprecios, divulgar rumores desagradables, utilizar vocabulario 
soez…etc). Otro aspecto de acoso verbal son las continuas llamadas telefónicas 
que angustia tanto al acosado como a su familia. 
 
Imagen 1.- Acoso escolar. Cadena Ser. 2015. On line. 
 Extorsión. Los acosadores los chantajean y los amenazan obligándolos a dar lo 
que ellos le pidan. 
 Acoso visual. El acoso visual también es lesivo y degradante para el acosado. 
Puede adoptar la forma de cartas insultantes transmitidas de uno a otro, o una 
carta introducida en la mochila. Otras formas son las pintadas en lugares 
públicos y mensajes de correo electrónico. 
 Exclusión. La exclusión se produce cuando se deja, a propósito, a muchos 
alumnos fuera del grupo. Por regla general, los alumnos describen la exclusión 
señalando que los ignoran, no les dejan jugar, los hacen sentir solos, les 
encargan las peores tareas del grupo. 
 Acoso sexual. El acoso sexual consiste en dibujos y gestos obscenos, chistes 
groseros sobre el acosado, rozarlo o tacarlo cuando no lo desee y hacerle 
preguntas de carácter sexual para avergonzarlo. 
 Acoso racial. Se manifiesta cuando se clasifica de forma negativa a una 
persona por ser diferente de otros por su raza. A menudo los alumnos que 
proceden de otro país se suelen meter con ellos con frases como “parece que 
tienes la piel sucia”. 
Todas estas formas de acoso se han dado siempre, pero en los últimos años, con el 
avance de las nuevas tecnologías, encontramos otra forma de acoso entre iguales, hablamos 
del ciberbullying. Hernández y Solano (2007)explican que es una forma de acoso usada 
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con las tecnologías de la información y la comunicación para castigar con crueldad a la 
víctima. 
 
4.5. ¿Quiénes intervienen en el acoso escolar? 
Según Sánchez (2009), los actores principales del acoso son los acosadores, las 
víctimas y los observadores. 
El acosador 
El acosador intimida y somete emocional e intelectualmente a la víctima con el 
objetivo de obtener a cambio algo positivo y/o dominarle. A veces, es excluido 
socialmente, por lo que va probando hasta conseguir una víctima apropiada. Además, este 
se rodea de personas que se convierten en observadores y, a veces, colaboradores de la 
acción agresiva. Podemos distinguir los siguientes tipos: 
 Acosador inteligente. Se caracterizan por tener buenas habilidades sociales y 
popularidad en el grupo. Es capaz de enmascarar su actitud intimidatoria. 
 Acosador poco inteligente. Se caracteriza por tener un comportamiento 
antisocial e intimida a otros directamente. 
 Acosador víctima. Es acosador y víctima a la vez. Acosa a los que son más 
débiles que él y, por otro lado, es acosado por otros más fuertes que él. 
La personalidad del agresor puede ser diferente en cada caso, pero, normalmente, lo 
que le sucede es que no se sienten seguros de sí mismo. Para sentirse mejor agreden a otros 
para tener el reconocimiento de los demás. Algunos rasgos que definen su personalidad son 
los siguientes: 
 Comportamiento agresivo y desafiante. 
 Fuerte temperamento. 
 Falta de autocontrol. 
 Falta de empatía. 
 Es autosuficiente. 
 Presenta baja tolerancia a la frustración. 
 Incumple las normas sociales. 
 Presenta un déficit en las habilidades sociales. 
 12 
Cuando analizamos las características de los acosadores, nos damos cuenta que son 
personas que necesitan que se les reconozca, tal como indica Barri (2007, citado en 
Sánchez, 2009). Tienen problemas de aceptación, baja autoestima. El problema es que al 
tratarse de personas que ni ellos se valoran y los demás tampoco los valoran, buscan ese 
reconocimiento por el camino inadecuado. 
En general el acosador tiene conductas inculcadas a través de modelos de 
enseñanza. Aquí entran dos fuentes importantes de inculcación, que son la familia y la 
escuela. 
Ahora bien, el aspecto físico no siempre se trata del sexo masculino y de aquellos 
que tienen más fuerza física, sino que también nos encontramos chicas que acosan, y niños 
más pequeños que acosan a mas grandes, ya que se trata más de encontrar la inseguridad 
en la victima que de la fortaleza física. 
Seguidamente se va a detallar dos aspectos que son muy importantes en la mayoría 
de los casos para que un/una niño/a se convierta en acosador o agresor de los más débiles. 
Estos son: el aspecto social y la situación familiar. 
La situación familiar: nos podemos encontrar con aquella familia en la que no 
existe la figura del padre, y la madre por si sola lo puede manejar la conducta del menor. O 
si el padre si está presente suele ser agresivo tanto dentro del contexto familiar como fuera 
de él. 
También nos podemos encontrar con aquella familia en la que los padres no valoran 
el rendimiento escolar de los niños/as, incluso se oponen a las decisiones de los profesores, 
por lo tanto, cuando hay una contradicción entre dos de los ejes principales para la 
educación de un niño como son la escuela y la familia, se pone en peligro al menor, ya que 
pueden reforzar las conductas inapropiadas de este. Y por último otro caso familiar que nos 
podemos encontrar, es aquel en el que el menor sufre algún tipo de maltrato en el contexto 
familiar. Algunas características socio-familiares que se pueden dar en los agresores son: 
 Carencia de lazos familiares. 
 Bajo interés por la escuela. 
 Permisividad familiar ante el acceso del menor a la violencia. 
 Puede ser el reflejo de cómo ejercen en él la violencia. 
 13 
 Ha percibido que sus padres o hermano comportándose de forma agresiva han 
conseguido lo que querían. 
 Puede sentir ausencia de atención por parte de los padres. 
Por otro lado, la presión que ejerce el grupo de iguales es otro factor determinante 
en el agresor. Hay situaciones en las que el agresor es amigo de la víctima pero cuando se 
juna con otros comienza a burlarse de él. Hay que decir, que el agresor en muchas 
ocasiones nos es consciente del daño que está ocasionando y de las consecuencias que esa 
actitud puede traer. 
Consecuencias del agresor: 
El agresor va interiorizando que a través de las conductas que realiza va 
consiguiendo lo que se propone. El problema más grande viene cuando en años posteriores 
estos comportamientos se pueden convertir en conductas delictivas, incluso en la vida 
adulta. Esto se puede expandir a otros ámbitos como su futura familia o su trabajo. 
Estos agresores van obteniendo una baja y pobre capacidad para comprender a otros, se 
vuelven insensibles y tienden a ser pasivos ante cualquier injusticia a no ser que les afecte 
directamente a ellos. Esto hace que se comporten de forma abusiva hacia iguales e incluso 
padres y profesores. Son muchas las tragedias ocurridas como consecuencia de estos 
comportamientos. Arias (2011) publicó en El País la tragedia sucedida en Río de Janeiro 
(Brasil), en la que un joven de veintitrés años asesinó a doce adolescentes en un colegio. 
Todos los testimonios coincidían en que dicho asesino era exalumno de dicho colegio, 
donde sufrió humillaciones y acoso escolar. Éste es uno de los casos, pero hay muchos 
más. Hay casos que no se ven en estas situaciones pero que tiene importantes secuelas para 
toda la vida, y que les repercutirá en su día a día. Estos tienen dificultad para convivir con 
los demás, necesitan ganar siempre, y normalmente por la fuerza, poder y amenaza. 
Habitualmente ante cualquier diálogo están a la defensiva, se meten en discusiones o 
peleas. Se vuelven insensibles al sufrimiento del otro y, por último cada vez son menos 
capaces de establecer relaciones positivas con el entorno que les rodea. 
La víctima 
Es la persona que por sus características es objeto de maltrato o acoso por parte del 
agresor, pero también se ven influenciada por ciertas situaciones, es decir, el acoso escolar 
 14 
se da cuando la víctima tiene que compartir el medio con los agresores. Podemos ver que 
hay dos tipos de víctimas: 
 Víctima activa o proactiva: son alumnos que se comportan de forma nerviosa e 
irritante y tienen problemas de concentración a su alrededor, lo que provoca 
que los agresores utilicen esto como excusa. 
 Victima pasiva: Este tipo es el más frecuente. Son inseguros, no responden al 
ataque ni al insulto. 
Las víctimas del acoso escolar normalmente presentan algunas características 
similares o se dan algunas de las siguientes: 
 Inseguridad, poca confianza en sí mismo. 
 Baja autoestima, lo que se considera causa y consecuencia del acoso. 
 Suele tener carácter débil, presenta ansiedad, aunque es cierto que en ocasiones 
puede llegar a ser agresivo. 
 Tímido, dificultad para relacionarse, y suele tener pocos amigos, y si los tiene, 
ante esta situación de acoso está solo. 
 Puede tener trastornos psicológicos. Para evitar acoso, simula enfermedades. 
 Presenta sobreprotección familiar, normalmente los adultos le resuelven los 
problemas. 
 Sus estrategias para afrontar el acoso son la resignación y el aislamiento, por lo 
tanto estrategias inadecuadas. 
 Carencia de habilidades de relación con sus iguales. Poca capacidad de 
establecer lazos de amistad. 
Los iguales se percatan de estas características y los señalan como víctima. En 
cuanto al aspecto físico de estos, por lo general se dice que son menos fuertes físicamente 
que el agresor, no en todos los casos, porque como se ha visto anteriormente, por desgracia 
se dan situaciones de todos los tipos, pero lo que también utilizan los agresores de las 
victimas para humillarlos,son los rasgos característicos. Por ejemplo, (gafas, obesidad...) 
En cuanto al entorno familiar, por norma general, nos encontramos a niños, muy 
apegados a sus padres, sobreprotegidos, incapaces de afrontar situaciones por si solos. 
Incluso presentan más habilidad para relacionarse con mayores que con sus iguales. Por 
 15 
eso, es muy importante que desde chicos se les fomenten la relación con los iguales 
(guarderías, ludotecas…). 
En lo que se refiere al ámbito social, presentan las siguientes características: 
 Mucha dificultad para hacer amigos, y cuando lo hacen crean un vinculo tan 
fuerte que pasan a depender y hacer lo que ellos le digan, lo cual les lleva a la 
sumisión y a ser la víctima propiciatoria. 
 Normalmente son niños/as poco populares en clase, no tienen capacidad para 
crear lazos sociales, lo que provoca que no participen en ningunas actividades, 
lo que conlleva a que poco a poco se aíslen socialmente y mayor posibilidad de 
recibir acoso. 
Consecuencias de la víctima: 
Dentro de los actores, la víctima es la que tiene peores consecuencias, desde el 
fracaso escolar, hasta la baja autoestima, apatía, trastornos emocionales, depresión, 
ansiedad, ideas suicidas…Cuando esta sufre los ataques, no sabe qué hacer si callarse o 
contarlo, es decir se encuentra retraída por estos actos. Es fácil, que el/la menor ante 
ataques repetidos se sienta culpable de lo que está ocurriendo, por lo que se verá incapaz 
de salir de dicha situación. Esto hará que su paso por la escuela le deje unas secuelas para 
el resto de su vida. 
Aunque es difícil detectar el acoso, tanto padre/madre, profesor u compañero, 
pueden detectar la posibilidad de estar sufriendo acoso, si tiene un aspecto triste, falta más 
de lo normal a clase, disminución del rendimiento escolar, aspecto contrariado. En cuanto 
al aspecto físico, no duerme por las noches, vómitos, dolores de estómago, náuseas… 
Las víctimas presentan frecuentemente ansiedad, depresión y baja autoestima. En 
casos extremos pueden llegar al suicidio. Si el proceso de victimización se prolonga en el 
tiempo, es posible que presenten síntomas clínicos que pueden dar lugar a posibles cuadros 
de neurosis, histeria y depresión, cómo indica la autora anteriormente mencionada. 
 16 
 
Imagen 2.- El Vacío frente al grupo. Colegio de Valencia. 2010. On line. 
Los observadores 
Son los alumnos o compañeros que observan los hechos y se callan por múltiples 
razones. Los tipos de observadores que nos podemos encontrar son: 
 Compinches: ayudantes o amigos íntimos del agresor. 
 Reforzadores: son los que no agreden de manera directa pero incitan a los 
agresores a agredir. 
 Ajenos: tienen una actitud de neutrales, se callan, no quieren implicarse, pero 
esto hace que consientan o toleren el bullying. 
 Defensores: son aquellos espectadores que acaban apoyando a la víctima y la 
defienden. 
Cuando se dan situaciones de acoso, normalmente hay espectadores, puesto que el 
agresor tiene como objetivo, que los compañeros vean lo que está haciendo. 
 Dicha autora, mencionada con anterioridad, enumera las características de la 
personalidad que justifican el hecho de que toleren el acoso son las siguientes: 
 Los que se ponen del lado del agresor es porque se sienten más seguros de sí 
mismos. 
 Piensan que protestando no conseguirán nada, es más si consiguen algo es que 
sean objeto del agresor. 
 Creen que pueden verse implicados, por ello piensan que lo mejor es callar. 
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El papel del observador es muy importante, de cara a la prevención como en la 
intervención, puesto que son las personas que lo presencian, ya que ven lo que se les 
escapa a los adultos, y en la mayoría de los casos son el incentivo por el que actúa el 
agresor. 
Consecuencias de los espectadores 
Estas personas pueden tener problemas parecidos a la víctima o al agresor. Es decir, 
sentimiento de miedo a ser víctima, se reduce la empatía y son propensos al aprendizaje de 
conductas agresivas o violentas. Además, tienen más probabilidad de aumento de la falta 
de sensibilidad, apatía e insolidaridad. Todo esto puede provocar en un futuro sean ellos 
protagonistas directos de agresiones o desarrollo de conductas violentas. 
Los observadores interiorizan cómo comportarse ante situaciones injustas, por lo 
que se ven reforzadas o aumentadas las conductas individualistas, egoístas y violentas 
Son observadores de un modelo equívoco, del cual ven como los agresores obtienen 
beneficios con este modelo, y ese es un peligro que tienen los observadores y que puede 
perjudicarles en un futuro. También corren el riesgo, que si observan sin hacer nada, con el 
tiempo, ante los sentimientos de temor, pena harán que pueda volverse insensible a estas 
situaciones. 
Los adultos 
Cuando nos referimos a los adultos, hacemos referencia a los profesores y la familia 
que son los más cercanos esos menores implicados en casos de acoso escolar. Estos tienen 
un papel fundamental, porque son los que deben estar alerta de cualquier situación de 
acoso, y ver u observar a su hijos/as o su alumnos/as para detectar si presentan algunas de 
las características descritas anteriormente, puesto que, si las presentan, podrían verse 
involucrados como uno de los actores de acoso escolar, como señala la autora nombrada 
inicialmente. 
Para finalizar, decir que es muy importante tener conocimiento de cada uno de los 
actores del acoso o bullying, y de cómo se comportan para poder detectarlo a tiempo e 
intervenir. Son muchos los casos que se están dando, como bien se ha explicado 
anteriormente. Hay que concienciarse que está en juego la vida de muchísimos niños/as, y 
que los más importante haciendo referencia a Rosario Ortega, dada la dificultad de la 
detección, es la prevención para evitar y concienciar a toda la comunidad. 
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Imagen 3.- Consecuencias del acoso. 20minutos. 2016. On line. 
 
4.6. Causas del acoso 
Las causas de esta problemática son múltiples, puesto que encontramos en la 
sociedad varios factores de riesgo de violencia. Dichas causas, según Enríquez y Garzón 
(2015), pueden ser: 
 Personales. El acosador se siente superior a los demás y cuenta, a veces, con 
otros que lo apoyan. También puede ocurrir que el acosado tenga e capacidad 
para responder a las agresiones. 
 Familiares. La violencia puede darse por la falta de un padre o, a la inversa, por 
tener un padre muy violento. Pero también, pueden darse en las familias 
tensiones matrimoniales, situaciones socioeconómicas o mala organización del 
hogar. Además, en esta causa se pueden incluir los métodos que utilizan los 
padres en la educación de sus hijos o hijas. En definitiva, la familia juega un 
papel muy importante, ya que a través de ella los/as menores adquieren los 
primeros modelos de conducta, y estos se comportaran y harán lo que 
interiorizan en el entorno familiar. 
 Escolares. No solo hay que tener en cuenta las características de la escuela, 
sino también el contexto educativo, ya que cuanto más grande sea éste mayor 
será la probabilidad de violencia. Además, hay que añadir el trato por parte de 
los docentes de la institución, puesto que la falta de respeto, humillación o 
desprecio, pueden provocar violencia entre el profesorado y el alumnado. 
 19 
Otra de las causas que enumera Sánchez (2009) son los medios de comunicación. 
Estos, sobre todo la televisión, nos exponen continuamente a la violencia. De hecho, se 
consideran que son los principales causantes de la violencia ejercida en los niños. Dicha 
autora concluye lo siguiente: 
 Que los comportamientos que los niños ven en la televisión influyen en su 
propio comportamiento. 
 Que las diferencias individuales que presenta cada niño hacen que sólo algunos 
manifiesten las conductas agresivas. 
 Que dada la gran cantidad de información violenta a la que se expone la gente 
que ve la televisión, podemos pensar que su consumopuede producir cierta 
habituación. 
 Que se debería hacer un uso educativo de la televisión y orientado a la 
prevención de la violencia. 
 
4.7. Sintomatología 
Armero, Bernardino y Bonet de Luna (2011) revelan que la víctima puede presentar 
un rango amplio de problemas que generalmente pertenecen a trastornos de ansiedad, 
como por ejemplo, la fobia escolar o los trastornos de apetito y sueño. 
Además, indican que es normal que presenten un bajo rendimiento escolar. Dichos 
autores, señalan que los pediatras, los profesores y los padres tienen que percatarse de ello, 
puesto que muchas veces los niños y niñas no lo cuentan. Algunos tienen miedo por las 
venganzas de sus compañeros y otros por no ser capaces de afrontar la situación, lo que 
provoca que se lo oculten a su familia. Por el contrario, hay muchos que no son conscientes 
de la situación en la que están inmersos, es decir, no piensan que dicho problema sea un 
maltrato. Algunos llegan al punto de creer que se lo merecen, puesto que está muy 
normalizado entre el grupo de iguales. Finalmente, la poca importancia y el poco 
entendimiento de los adultos hacen que estos menores puedan arrepentirse de denunciar 
dicha situación. 
En el siguiente cuadro, que presentan los autores anteriormente mencionados, se 
resumen algunos comportamientos que nos hacen sospechar si puede haber acoso: 
 20 
SIGNOS Y SÍNTOMAS SUGESTIVOS DE MALTRATO 
 Somatizaciones: por las mañanas se encuentra mal, en la escuela no se encuentra 
bien y pide que le vayan a recoger. 
 Cambios de hábitos: no quiere ir a la escuela, quiere que le acompañen o cambia 
la ruta habitual, no quiere ir en el transporte escolar. 
 Cambios en la actitud hacia las tareas escolares: baja el rendimiento académico. 
 Cambios de carácter: está irritable, se aísla, se muestra introvertido, más arisco, 
pierde confianza en sí mismo. 
 Alteraciones en el apetito: pierde el apetito, o vuelve con hambre porque le han 
quitado el bocadillo. 
 Alteraciones en el sueño: tiene pesadillas, le cuesta dormirse. 
 Vuelve a casa con la ropa o el material roto. Tiene moratones, heridas o cortes 
inexplicables. 
 Empieza a amenazar o a agredir a otros niños o hermanos menores. 
 No dice por qué se siente mal e insiste en que no le pasa nada. Da escusas 
extrañas para justificar todo lo anterior. 
Cuadro nº 1. Signos y síntomas sugestivos de maltrato. Armero, Bernardino y Bonet de Luna. 2011. 
 
4.8. Los centros educativos ante el acoso escolar 
Los centros educativos deben llevar a cabo un protocolo de actuación cuando se 
detecta violencia o acoso escolar en el centro. Para ello hay que seguir los siguientes pasos 
(Orden de 20 de junio de 2011): 
 Paso 1. Identificación y comunicación de la situación. Cualquier profesional 
del centro educativo que detecte una situación de acoso, tiene la obligación de 
comunicárselo al tutor o tutora, a la persona responsable de la orientación en el 
centro o al equipo directivo. La persona que reciba la información, se lo hará 
saber al equipo directivo. 
 Paso 2. Actuaciones inmediatas. Después de lo anteriormente expuesto, se 
reunirán el equipo directivo, el tutor o tutora de los menores involucrados y la 
persona responsable de la orientación del centro. En dicha reunión, se deberá 
extraer toda la información, estudiarla y se valorar la intervención que se 
llevará a cabo. Además, se debe registrar por escrito todo lo expuesto en ella. 
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Igualmente, se informará del protocolo de actuación al Servicio Provincial de 
Inspección de Educación. 
 Paso 3. Medidas de urgencia. Cuando sea oportuno, se llevarán a cabo 
medidas de urgencia para proteger a la víctima y evitar agresiones. Dichas 
medidas son las siguientes: 
- Medidas que aseguren la seguridad del alumno o alumna acosada y 
medidas específicas de apoyo y ayuda. 
- Medidas de precaución dirigidas al alumno o alumna acosador/a. 
 Paso 4. Traslado a las familias o responsables legales del alumnado. El 
tutor o la tutora, o la persona responsable de la orientación en el centro, con 
cuidado y a través de una entrevista, informará a las familias o tutores legales 
del alumnado implicado de la situación. Deberá, además, exponer las medidas 
que se tomarán. 
 Paso 5. Traslado al resto de profesionales que atienden al alumno o 
alumna acosado. El director o directora informará al equipo docente del 
alumnado involucrado. Si cree conveniente, también se lo hará saber al resto de 
profesionales del centro y a otras instancias externas (sociales, sanitarias o 
judiciales). 
 Paso 6. Recogida de información de distintas fuentes. Una vez adoptadas las 
medidas de urgencia, el equipo directivo recogerá información de distintas 
fuentes de la siguiente forma: 
- Recopilará documentación del alumnado afectado. 
- Observará de forma sistemática los siguientes indicadores: espacios 
comunes del centro, clase, actividades complementarias y extraescolares. 
- Pedirá al departamento de orientación o al equipo de orientación educativa 
que, con el tutor o tutora, se complete la información. 
- Una vez recogida toda la información, el director o directora del centro 
ejecutará un informe con todos los datos obtenidos, para ello verificará la 
información aportada por las diferentes fuentes. 
 Paso 7. Aplicación de correcciones y medidas disciplinarias. Una vez 
recogida toda la información, el director o directora tomará medidas de 
adopción de correcciones a las conductas contrarias a la convivencia o de 
medidas disciplinarias al alumnado que interviene en este problema. 
 22 
 Paso 8. Comunicación a la comisión de convivencia. El director o directora 
del centro enviará el informe y las medidas disciplinarias aplicadas a la 
comisión de convivencia del centro. 
 Paso 9. Comunicación a la inspección educativa. El equipo directivo 
tramitará el informe al Servicio Provincial de Inspección de Educación, sin 
perjuicio de la comunicación inmediata del caso, tal como se dice en el Paso 2. 
 Paso 10. Medidas y actuaciones a definir. El equipo directivo y el equipo de 
la orientación educativa, detallará las medidas y actuaciones para cada caso de 
acoso escolar. Igualmente, podrá contar con el asesoramiento del Gabinete 
Provincial de Asesoramiento sobre la Convivencia Escolar y de la inspección 
educativa. 
Estas medidas y actuaciones hacen referencia a aquellas de aplicación en el 
centro y en el aula y de aplicación al alumnado en conflicto. Algunas de estas 
actuaciones son las siguientes: 
- Actuaciones de apoyo y protección, actividades de educación emocional y 
estrategias de atención y apoyo social, intervención individualizada por la 
persona orientadora para el aprendizaje y desarrollo de habilidades 
sociales, de comunicación, autoestima y asertividad y derivación. 
- Actuaciones con el alumnado agresor: aplicación de las correcciones de 
conducta del plan de convivencia, actuaciones educativas en el aula de 
convivencia del centro, o programas y estrategias específicos de 
modificación de conducta y ayuda personal, y derivación. 
- Actuaciones con los compañeros y compañeras observadores pasivos: 
actuaciones de desarrollo de habilidades sociales, de comunicación, 
emocionales y de empatía, campañas de sensibilización y actividades de 
mediación y de ayuda entre iguales. 
- Actuaciones con las familias: orientaciones sobre cómo ayudar a sus hijos 
o hijas, actuaciones para una mejor coordinación y comunicación, 
información sobre apoyos externos y seguimiento de los mismos y 
establecimiento de compromisos de convivencia. 
- Actuaciones con el profesorado y el personal de administración y 
servicios: orientaciones sobre cómo intervenir en la situación y cómo hacer 
el seguimiento, orientaciones sobre indicadores de detección y actividades 
de formación específica. 
 23 
El equipo directivo es el responsablede que se cumplan estas medidas y 
actuaciones, informando, para ello, a la comisión de convivencia, a las familias 
o tutores legales de los menores y al inspector o inspectora. 
 Paso 11. Comunicación a las familias o responsables legales del alumnado. 
Se informará a las familias del alumnado de las medidas y actuaciones de 
carácter individual y de carácter organizativo y preventivo. 
 Paso 12. Seguimiento del caso por parte de la inspección educativa. El 
inspector o inspectora realizará un seguimiento de las medidas y actuaciones 
concretadas y empleadas, así como de la situación escolar del alumnado 
implicado. 
 
4.9. Legislación sobre el problema 
En cuanto a la legislación vigente sobre la protección del los adolescentes ante estas 
situaciones, Alfocea (2015) dice que el acoso escolar en un problema que preocupa. En 
dicho documento hay algunos artículos, como el artículo 2.2, que explica que los Estados 
llevarán a cabo medidas adecuadas que respondan a las necesidades de los menores 
involucrados en este problema social, en definitiva, protegerlos de todo tipo de 
discriminación o castigo. 
Dicho autor indica también que en España se echa en falta una mención expresa al 
acoso escolar en nuestro código penal. Dada esta ausencia, el acoso escolar es tratado 
como parte del artículo 173.1CP Titulo VII: De las torturas y delitos contra la integridad 
moral, señalando lo siguiente: “el que infligiera a otra persona un trato degradante, 
menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de 
seis meses a dos años. Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de 
cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, 
realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a 
constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima”. 
En el Real Decreto 732/1995, de 5 de mayo de 1995, se recoge los derechos y 
deberes de los alumnos y normas de convivencia en los centros. Además. Resalto que es la 
Administración educativa y los Órganos de dirección del centro los encargados de frenar el 
acoso, apoyados por padres y madres, con el objetivo de luchar contra este problema. Esta 
normativa señala la responsabilidad que tiene el centro educativo del daño causado a un 
 24 
menor, y para ello debe tomar las medidas oportunas para garantizar la seguridad de los 
alumnos. 
En el artículo 8 del decreto anteriormente citado, se establece la obligación que 
tiene el centro educativo de hacer un seguimiento de las normas de convivencia, y los 
resultados deberán estar reflejados en el informe anual que elabora el consejo escolar. Es 
decir, ante cualquier situación de acoso, o incumplimiento de normas debe estar recogido 
en este informe anual. 
También se puede dar el caso, como señala el autor anteriormente nombrado, en el 
que el centro educativo y sus integrantes sean incapaces de parar una situación de acoso 
escolar, dicha situación, debería ser denunciada ante la justicia con el fin de que se aplique 
las normas del derecho penal. Si el autor es menor de 14 años, este carece de cualquier 
responsabilidad penal según la legislación vigente, será la fiscalía la que mostrará al centro 
educativo las medidas a adoptar. 
Por otro lado, si el autor se encuentra ente los 14 y los 18 no cumplidos, se le 
aplicara la Ley Orgánica De Responsabilidad Penal Del Menor (LORPM), siendo 
responsable de un delito de trato degradante. 
 
4.10. EL TRABAJADOR SOCIAL 
4.10.1. El trabajador social en los centros de salud 
El trabajador social tiene un peso muy importante dentro del acoso escolar. El 
trabajador social en el acoso tiene una función de trabajador social sanitario, ya que cuando 
llegan casos de acoso cualquier centro médico, llegan con alguna patología. La función que 
se ejerce aquí, es de trabajador social sanitario que se ocupa de tratar la relación entre las 
causas de la enfermedad y los efectos que tiene en la vida social de la persona que lo 
padece. Su abordaje requiere que la atención a los pacientes y sus familiares sea integral. 
Los trabajadores sociales están dentro de un equipo multidisciplinar formado por 
psicólogos, educadores…pero son ellos los que informan al resto de miembros sobre los 
factores psicosociales detectados en el paciente para realizar una planificación en conjunto 
de las medidas más adecuadas a poner en práctica. Estas funciones forman parte dentro de 
la unidad de atención primaria, ya que las personas los menores que sufran acoso y se 
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 25 
presente en un centro de salud, se le aplicara una atención primaria por el trabajador social. 
Se realizara las siguientes actividades, de diagnóstico, prevención y tratamiento: 
 Orientación, apoyo y asesoramiento a pacientes y a sus familias. 
 Información sobre prestaciones, acceso y utilización de recursos sanitarios y 
sociales y gestión de estos cuando proceda. 
 Coordinación con el resto de profesionales en detección de los pacientes en 
riesgo, analizando los factores sociales que inciden en el proceso de salud. 
 Potenciación de los recursos personales del paciente y su entorno fomentando 
la auto-responsabilidad en la resolución de su problema. 
 Desarrollo de las funciones asistencial, educativa, preventiva, promocional, 
investigadora y de coordinación. 
Para ver cómo actúa el trabajador social en el área de salud ante una situación de 
acoso escolar, se describirá un caso a continuación. 
1. Normalmente acuden los familiares a centro de salud para asesorarse, porque 
han detectado algo inusual en el menor. 
2. El/la trabajador/a social les da cita para otro día pero con presencia del/de la 
menor. 
3. En esta cita se hace pasar al o a la menor sin los familiares. 
4. Se realiza un diagnóstico social. Y un estudio familiar. 
5. Después de realizar el diagnóstico y teniendo la lista de problemas que presenta 
la víctima de acoso, se le hace un seguimiento en consulta durante un tiempo, y 
también se derivará a salud mental. 
6. Por último, se pondrá en marcha el protocolo de actuación en supuestos casos 
de acoso escolar (Orden de 20 de junio de 2011). Este protocolo de actuación 
desde el centro, y los pasos a seguir están explicados con anterioridad. 
Para finalizar, hay que decir que el trabajador social hoy en día, ejerce una función 
de atención primaria ante el acoso, pero que la actuación para prevenir el acoso depende 
de los centros educativos. La labor que realiza este es fundamental para la detección de los 
problemas del menor, pero desde mi punto de vista pienso que dentro de esa intervención 
en los centros educativos debería de estar la figura del trabajador social. 
 
 26 
4.10.2. El trabajador social en la fiscalía de menores 
La fiscalía de menores es otro de los ámbitos donde el trabajador social se 
encuentra casos de acoso escolar, en este ámbito se da esta situación porque se ha llegado a 
tal punto que ha habido una denuncia, o bien por la familia, centro educativo…etc. Dentro 
de la fiscalía de menores el trabajador social tiene dos funciones muy importantes y 
determinantes que son las siguientes: 
 Informar a jueces y fiscales de menores. 
 Realizar mediación judicial entre el menor y la víctima perjudicada. 
En el proceso judicial los trabajadores sociales realizan unas funciones en cada una 
de las fases de la actuación penal. 
En la fase de instrucción: 
 Asistencia de menores. 
 Elaboración de un dictamen-informe sobre la situación del menor o la menor. 
 Proposición de una intervención socioeducativa sobre el menor. 
 Informar y asesorar sobre la sobre la conveniencia de poner en marcha el 
procedimiento de mediación entre el agresor y la victima. 
 Informar al juez de menores antes de que este pueda decidir la adopción de 
medidas. 
En la fase de audiencia: 
 Informar sobre si es aconsejablela presencia de representantes legales de el/la 
menor en el mismo acto. 
 Informar sobre las circunstancias del menor. 
 Informar sobre el contenido de la medida, sobre si es aconsejable o no 
dependiendo de la situación y de el/la menor. 
Una vez dictada la sentencia y antes de ejecutar la medida judicial: 
 Asistencia al acto de la vista oral ante la audiencia provincial. 
 Informar al juez de menores antes de determinar. 
 Informar sobre el orden de cumplimiento de las medidas impuestas. 
 27 
 Informar sobre la convivencia que alteran el orden de convivencia de las 
medidas impuestas en diferentes procedimientos cuando estas no se puedan 
cumplir simultáneamente. 
 Informar al juez de menores para dejar efecto la medida, reducir su duración o 
sustituirla antes de ejecutarla. 
Fase de ejecución de la medida judicial: 
 Información sobre el alzamiento, sustitución, de la medida interpuesta, así 
como sobre el lanzamiento de la medida por la conciliación del autor con la 
víctima. 
 
4.10.3. Importancia del trabajador social en los centros educativos 
Cívicos, González, Pérez y Hernández (2006), señalan que los trabajadores sociales 
forman parte del sistema educativo, concretamente de los Equipos de Orientación 
Educativa y Psicopedagógica (EOEPS). Aunque, hay que resaltar, que se necesitan muchos 
más profesionales de este colectivo en los colegios e institutos, ya que en dichas 
instituciones existen muchos problemas, como por ejemplo, acoso escolar, absentismo, 
anorexia, que sí fueran intervenidos por estos especialistas, se evitarían muchas de estas 
situaciones y, en las ya existentes, disminuiría su gravedad. 
Estos autores indican también que los trabajadores sociales pueden llevar a cabo 
tareas educativas. Pueden transmitir conocimientos, habilidades y actitudes prosociales, 
pero, además, realizan una función de modelado y son los responsables, junto a otros 
profesionales, de la mejora de la convivencia o la preparación de los padres. 
A pesar de la gran importancia que tiene un trabajador social en los centros 
educativos, casi nunca se valora el papel educativo que ejerce en las distintas instituciones 
escolares. Sin embargo, estos profesionales desempeñan funciones muy importantes, las 
cuales debemos tener en cuenta. Veamos algunas de estas funciones descritas por Díaz 
Herráiz (2003, citado en Cívicos, González, Pérez y Hernández, 2006): 
1. Con respecto al alumnado: 
 Atender y resolver situaciones individuales y grupales. 
 Detectar desajustes familiares. 
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 Informar al equipo del diagnóstico del alumno. 
 Prevenir situaciones de inadaptación y delincuencia juvenil. 
2. Con respecto a las familias: 
 Especificar el papel que deben cumplir en la escuela como agentes educativos. 
 Animar a la participación estable en la marcha del centro. 
 Alentar la puesta en marcha de la escuela de padres. 
 Colaborar en el desarrollo de programas formativos dirigidos a padres. 
3. Con respecto al centro: 
 Mantener una buena relación con las familias. 
 Ayudar en la preparación del proyecto educativo del centro. 
 Planificar acciones de prevención y detección temprana de los Alumnos con 
Necesidades Educativas Especiales (ACNEES). 
 Colaborar en trabajos de investigación sobre necesidades o problemas que se 
presenten para buscar soluciones. 
4. Con respecto al profesorado: 
 Mejorar las relaciones y coordinación con el medio. 
 Informar sobre los recursos disponibles y el entorno social. 
 Potenciar el acercamiento entre los distintos agentes educativos. 
 Participar en las tareas de orientación familiar que realiza el tutor. 
5. Con respecto a la comunidad: 
 Aportar a la comunidad todos los medios de que dispone para su promoción. 
 Colaborar con el movimiento asociativo haciendo actividades culturales. 
 Coordinarse con los servicios existentes para dar respuestas globales e 
integrales a las necesidades de sus alumnos. 
Como podemos comprobar, las funciones de los trabajadores sociales van más allá 
de la presencia en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEPS). Por 
tanto, su labor en el campo educativo es fundamental. 
 
 29 
5. CONCLUSIÓN 
El acoso escolar o bullying es un fenómeno que cada vez se da más en la sociedad 
de hoy día. Sin embargo, como indica Rojas (2005), su impacto es efímero, puesto que nos 
alarmamos en el momento en el que se produce una tragedia de este tipo, pero, después, no 
se hace hincapié en cómo y de qué manera prevenir estas situaciones. Resaltamos prevenir 
porque, como bien se menciona a lo largo del trabajo, es la forma más eficaz de erradicar 
este problema. 
Por otro lado, hay que subrayar a las familias, ya que es uno de los eslabones 
principales en la educación de los menores. Como hemos visto a lo largo del trabajo, hay 
veces que los actores de dicho fenómeno ponen en práctica conductas o actitudes que se 
han interiorizado en el entorno. Por tanto, la familia es otro de los elementos principales, 
junto con los centros educativos y los menores, en la intervención y prevención del acoso 
escolar. 
Ahora bien, es importante recalcar la función que cumple un trabajador social ante 
la presencia de esta problemática. Los trabajadores sociales estamos formados para 
intervenir y prevenir con los menores y con su contexto social (familia, grupo de iguales). 
Este es uno de los inconvenientes que se manifiesta en la actualidad debido a la poca 
existencia de estos profesionales en el campo educativo. Otro de los obstáculos que 
encontramos es que la única iniciativa para abordar la problemática de tal dimensión, sea la 
implantación de un protocolo de actuación, anteriormente descrito., cuando ya se da 
indicios de acoso escolar. Pero la gran deficiencia viene de la falta de creación de 
iniciativas para prevenir y concienciar a toda la comunidad educativa. 
Por otro lado, se debe despuntar que, con este trabajo, se pueden ampliar los 
conocimientos respecto a esta temática, puesto que muchos aspectos no los conocemos. 
Por ello, hemos profundizado en las características, causas y consecuencias que llevan 
consigo el acoso. 
Para finalizar, hay que decir que el acoso escolar o bullying es un problema social 
de tal dimensión que nos corresponde a todos, es decir, todo el entorno que rodea al menor. 
Como indica Rojas (2005), “el acoso escolar nos deshumaniza a todos y su erradicación 
nos incumbe a todos”. 
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 30 
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