Hipertensión - David (1)

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Hipertensión - Nutrición humana
La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una condición en la cual la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias es constantemente elevada. Se considera un problema de salud crónico y puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal.
La presión arterial se mide mediante dos valores: la presión arterial sistólica (el valor más alto) y la presión arterial diastólica (el valor más bajo). Se expresa en milímetros de mercurio (mmHg). La presión arterial normal se considera alrededor de 120/80 mmHg.
Existen dos tipos principales de hipertensión:
Hipertensión primaria o esencial: Esta es la forma más común de hipertensión y no tiene una causa específica identificable. Se cree que factores genéticos, estilo de vida poco saludable, como una dieta alta en sodio, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaquismo, y factores relacionados con el estrés pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión primaria.
Hipertensión secundaria: Esta forma de hipertensión se debe a una condición médica subyacente, como enfermedad renal, trastornos endocrinos, trastornos del sueño, uso de ciertos medicamentos o drogas ilícitas, y problemas de tiroides.
La hipertensión generalmente no presenta síntomas evidentes, lo que la convierte en una condición peligrosa. Sin embargo, en casos severos o no controlados, pueden presentarse síntomas como dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, dificultad para respirar y sangrado nasal.
El tratamiento de la hipertensión se centra en controlar y reducir los niveles de presión arterial para prevenir complicaciones a largo plazo. Algunas medidas para el manejo de la hipertensión incluyen:
Cambios en el estilo de vida: Adoptar una dieta equilibrada y baja en sodio, aumentar la actividad física regular, mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol y evitar fumar.
Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para reducir la presión arterial. Estos pueden incluir diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA), bloqueadores de los canales de calcio, entre otros.
Es importante realizar chequeos regulares de la presión arterial y seguir las recomendaciones médicas para el control de la hipertensión. La detección temprana y el manejo adecuado de la hipertensión pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida.