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Aportaciones

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Aportaciones
Sócrates
Uno de los más grandes filósofos griegos (de hecho, los filósofos anteriores a él son a veces denominados como presocráticos.
Las aportaciones de Sócrates a la filosofía han sido tan importantes que han marcado un antes y un después en esta disciplina. De hecho, a menudo se distingue entre filósofos pre y post socráticos.
Sócrates fue un filósofo de la Grecia Antigua. Conocido como el padre de la filosofía
En lo que respecta a su pensamiento como filósofo, Sócrates destacó por centrar su atención en el terreno de la moral y la ética. Consideraba que el ser humano tiende al bien y que todo vicio es producto de la ignorancia. Creía que el bien, el amor, la bondad y la ética partían de definiciones universales. Se postura era opuesta al relativismo propugnado por los sofistas. También creía que el filósofo debe buscar la sabiduría en la virtud, siendo necesario para alcanzarla reconocer la propia ignorancia. 
Él mismo no se consideraba sabio, y consideraba que la mayoría de personas creían saber más de lo que realmente conocían. Por ello, usaba la ironía y el diálogo con el fin de exponer las contradicciones de sus interlocutores y hacer ver a los demás el nivel de conocimiento que poseían en realidad.
 Se reconoce a Sócrates como el padre de la filosofía porque comenzó a cimentar las bases para el pensamiento filosófico: el cuestionamiento; y también los elementos para hacerlo más efectivo: el poder de la palabra.
Los aportes de Sócrates a la filosofía permitieron someter la realidad y el mundo a una crítica constructiva.
Aportes de Sócrates a la filosofía
Análisis crítico de los conceptos de la vida
Sócrates concibió la filosofía moral; es decir, aquella que reflexiona sobre concepciones que hasta el momento eran consideradas actos propios de la naturaleza que carecían de un porqué.
generando en los interesados nuevas perspectivas sobre las nociones de la vida cotidiana, de las virtudes y los vicios, del bien y el mal.
Introdujo el tratamiento filosófico de todas las cuestiones posibles, ya que, para él, ningún aspecto de la vida carecía de importancia.
Una mirada objetiva sobre concepciones sociales
Según los diálogos de Platón, en los que Sócrates es el principal orador, este es mostrado como escéptico ante casi cualquier tema presentado.
El filósofo griego impulsó la búsqueda de una mirada objetiva sobre conceptos sociales, como la justicia y el poder, que para entonces eran dados por sentado o sobreentendidos por el ciudadano común.
Sócrates, al contrario de sus predecesores, centrados en temas científicos, comenzó a abordar por primera vez la problemática de la ética en diferentes prácticas del hombre, así como en lo correcto o incorrecto de su accionar frente a situaciones determinadas.
El dialogo y la argumentación
Sócrates se centraba en la discusión y el debate como principal forma de exposición de ideas. Frente a quienes dudaban de sus habilidades, se presentaba como un ignorante de ciertas temáticas, considerando que solo a través de la discusión de podía enriquecer el conocimiento.
Para el filósofo, la exposición de ideas argumentadas era el resultado de la examinación y reflexión profunda acerca de un tema.
Todas las corrientes y posiciones filosóficas que han surgido desde entonces continúan exponiendo sus ideas de manera sustentada, develando el carácter analítico y no solo contemplativo de la filosofía.
A Sócrates se le atribuye el manejo de las definiciones generales sobre ciertas temáticas y el uso del argumento inductivo para garantizar el intercambio efectivo de ideas.
Aplicación de la mayéutica
La mayéutica es una técnica cuyo origen se remonta a una forma de ayuda de durante el parto. Sócrates tomo esta idea y la traslado al ámbito filosófico.
Con la implementación de esta técnica durante una discusión, Sócrates permitía a su interlocutor o alumno generar el conocimiento que buscaba a través del cuestionamiento constante sobre todos los aspectos de un mismo tema.
De esta forma, Sócrates interpretaba el papel de ayudante de parto, permitiendo que las respuestas que el buscaba su alumno se vislumbraran ante sus propias preguntas. El objetivo del filósofo con esta técnica era iluminar el alma a través del conocimiento.
La ironía y la dialéctica socráticas
Sócrates estimaba que mediante la búsqueda auténtica del conocimiento se era capaz de percibir la verdadera esencia de un hombre.
Conocido por tener un carácter irónico, Sócrates utilizaba a su favor estos modos de expresión para dejar al descubierto falsas pretensiones o malas intenciones de otros hombres que buscaran desprestigiarlo.
Sócrates consideraba que la iluminación podía estar al alcance de todos los hombres, pero solo como resultado de un duro esfuerzo y dedicación.
Con estas cualidades impulsó posiciones escépticas antes cualquier postulado o idea que no se sometiera a una exhaustiva examinación participativa.
Primeras percepciones sobre la belleza
Sócrates tuvo una posición bastante fuerte frente a las expresiones de belleza a su alrededor. Consideraba la belleza como una “efímera tiranía” dado su carácter evocativo y temporal.
Pensaba que las cosas bellas no hacían sino generar expectativas irracionales en el hombre, que podían conducirlo a tomar decisiones negativas, que generaban violencia.
Esta posición frente a la belleza sería un legado que continuaría explorando Platón, frente a las formas de expresión artística que comenzaban a surgir en la Grecia Antigua como manifestaciones de belleza.
Continuidad mediante la enseñanza
El simple hecho de que Sócrates no haya dejado obra escrita alguna, y que todas sus ideas y propuestas se hayan conocido a través de las obras de sus discípulos y alumnos, que también se encargaron de esbozar un retrato del sabio filósofo, pone en evidencia el rol que jugaba Sócrates en la sociedad y en su búsqueda por el conocimiento.
Nunca se consideró un maestro, más bien le gustaba verse a sí mismo como un agitador de consciencias. En algunos textos es presentado como un hombre que compartía y discutía con todo aquel interesado; en otros resaltan que cobraba por esta práctica, aunque su noción sobre la filosofía no era la de un oficio.
A partir de estas primeras percepciones impulsadas por Sócrates, otros filósofos, como Antístenes (escuela cínica de filosofía), Arístipo (filosofía cirenaica), Epicteto y Platón comenzaron a dar forma a sus propias reflexiones, plasmarlas en obras y emprender el continuo desarrollo de la filosofía hasta la actualidad.
Platón 
El pensamiento de Platón estuvo muy influenciado por la filosofía pitagórica desde sus inicios. Para Platón era el alma y no el cuerpo lo que era la verdadera esencia del ser. De hecho, el cuerpo era un estorbo en la búsqueda de la verdad y de la amplia expresión del ser en su faceta más esencial.
Platón estimaba que el alma venía de una dimensión más elevada en donde habría estado en contacto con la verdad. En algún momento, el alma se entregó a placeres bajos y, como consecuencia de ello, se vio obligada a reducirse al mundo conocido, quedando aprisionada dentro del cuerpo.
Una de las nociones que desarrolló Platón fue la llamada Teoría de las tres partes. Estas partes eran la impulsividad, la racionalidad y el elemento pasional. Platón consideraba que estos elementos eran las facultades del alma.
Platón estableció dos tipos de realidades, por así llamarlas: el ámbito real, formado por el mundo de las ideas; y el ámbito semirreal, conformado por el mundo de lo material, de la sensibilidad.
Aportes de Platón a la filosofía
Diálogos y dialéctica
La narrativa utilizada por Platón permitió poner de manifiesto los pensamientos socráticos y posteriormente los platónicos. A diferencia de otras formas de desarrollo del pensamiento filosófico, el método dialógico permitía la discusión de los puntos temáticos para al final revelarse la verdad.
Esta técnica confrontaba un poco el carácter idealista de Platón con la minuciosidad en el análisis de los temas que se planteaba.
Funcionó para brindar al pensamientofilosófico una base dialéctica y narrativa que no se enfrascara en la simple exposición de postulados e ideas abstractas, sino que pudiesen transferirse a un plano real.
Teoría de las ideas
Platón negaba la realidad absoluta del mundo que habitamos; por lo tanto, la mayor parte de sus contribuciones se sustenta en la teoría de las ideas. Platón establecía que cada palabra denominación de algo no se refería específicamente a eso, sino a su versión ideal.
Era deber del hombre, a través del conocimiento, acercarse al estado ideal de las cosas y el entorno.
Para una mejor comprensión de este supuesto, Platón desarrolla el Mito de la Caverna, en el cual los hombres se encuentran encadenados dentro de una cueva, viendo frente a ellos las sombras que representan las cosas. Como son lo único que conocen, las toman como reales.
Solo cuando el hombre rompe sus cadenas y sale de la caverna, es cuando verá el estado ideal de todo lo que le rodea. El deber del filósofo es volver a la caverna y enseñarles a los ciegos todo lo que yace afuera, aunque no sea una tarea sencilla.
Anamnesis
Platón introdujo la anamnesis (término aplicado también en las ciencias de la salud) en la filosofía como la capacidad del alma para recordar experiencias y conocimientos previos que se olvidan al dejar el cuerpo y entrar en otro.
Para Platón, el conocimiento son recuerdos que el alma ha adquirido en etapas previas, y que deben ser despertados en cada hombre para su fácil acceso.
Esta forma de conocimiento representaría un acercamiento a la forma ideal de cada elemento existente.
La búsqueda metódica de conocimiento
La Academia fundada por Platón no era un centro de enseñanza abstracta. Las ciencias manejadas hasta el momento (geometría, aritmética, astronomía, armonía) eran los campos fundamentales de investigación dentro del recinto. Platón desarrolló y mejoró las técnicas didácticas existentes hasta el momento.
La teoría y aplicación de la hipótesis fue mejorada por Platón, hasta brindarle un nivel de fuerza necesaria para ser parte fundamental de toda investigación.
Para el griego, una hipótesis debe explicar los hechos; de no lograrlo, se debe buscar otra. A través de la demostración de hipótesis el hombre se acerca al conocimiento de la verdad.
División del alma humana
Platón separa lo real en dos mundos opuestos: Lo positivo (representado por el alma, lo inteligible, el cielo) y lo negativo (el cuerpo, la tierra, lo sensible).
A partir de estas bases, y en sus reflexiones acerca del Estado ideal, Platón estableció una división en cuanto a la conformación del alma humana.
En el hombre están presentes la razón (ubicado a la altura de la cabeza), el coraje (en el pecho) y los apetitos (zona baja del torso). Son estas estructuras las que mueven al hombre y los inclinan hacia sus decisiones.
Para el hombre que debe gobernar, Platón abogaba por aquel que dominara la razón y la sabiduría por sobre otros impulsos. Aquel que siempre estuviese en búsqueda de la “verdad”.
Concepción de un Estado ideal
En su obra La República, Platón comienza a discernir sobre los elementos que conformarían un modelo de Ciudad-Estado ideal; la madre de las utopías.
Platón divide la estructura del Estado en tres clases principales: los guardianes de la élite, los militares y las masas; así como tres formas de gobierno: monarquía, oligarquía y democracia.
Para Platón, el nivel de instrucción de las élites debe ser el ideal para poder gobernar, y no se debería dejar el poder en mano de las masas.
Permite cierta flexibilidad social, ya que lo propuesto por Platón sería el escenario ideal, y la realidad manifestaba una estructura de Estado distinta. Platón no abolía, sino que consideraba necesarios, aspectos como la esclavitud.
Crítica frente a las artes
Al igual que Sócrates, que establecía las nociones de belleza que brindaban las artes (en especial la poesía), como distractoras y faltas de sabiduría, Platón mantuvo una posición crítica frente a las bellas artes de entonces, condenándolas como falsas representaciones de la realidad, que no hacían sino alimentar los apetitos más negativos del hombre.
En su concepción de Estado ideal, Platón abogaba por expulsar a poetas y artesanos, ya que estos oficios poco sumaban en la búsqueda del conocimiento y de la verdad por parte del hombre.
Aristóteles 
Aportes de Aristóteles a la filosofía 
Construyó un sistema filosófico propio
 Opuesto a las ideas de su maestro Platón, para quien el mundo se componía de dos planos: el sensible y el inteligible, Aristóteles propuso que el mundo no tenía compartimentos. Criticó, así, la “Teoría de las formas” de su maestro, que postulaba que el mundo de las ideas era el mundo verdadero y que el mundo perceptible era apenas un reflejo de éste. Para Aristóteles, las cosas se componen de una materia y una forma, irremediablemente juntas en la esencia de la realidad, y su verdad puede alcanzarse sólo empíricamente, es decir, a través de la experiencia.
Es el padre fundador de la lógica
A este filósofo griego se le atribuyen los primeros sistemas de investigación sobre los principios de validez o invalidez de un razonamiento, a través de la construcción de la categoría del silogismo (deducción). Según sus propias palabras, éste es “un discurso (logos) en el cual, establecidas ciertas cosas, resulta necesariamente de ellas, por ser lo que son, otra cosa diferente”; es decir, un mecanismo de inferencia de conclusiones a partir de un conjunto de premisas. Este sistema permitía estudiar el propio mecanismo de razonamiento a partir de la validez o invalidez de las premisas. Un modelo que se mantiene vigente hasta hoy.
Postuló el principio de no contradicción
Otro gran aporte a la lógica fue el principio de no contradicción, que estipula que una proposición y su negación no pueden ser verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido. De allí, todo razonamiento que implique una contradicción podrá ser tenido como falso. Aristóteles dedicó también sus esfuerzos al estudio de las falacias (razonamientos inválidos), de las cuales identificó y clasificó trece tipos principales.
Propuso una división de la filosofía
En aquellas épocas, la filosofía era entendida como el “estudio de la verdad”, por lo que su objeto de interés era bastante amplio. Aristóteles propuso en cambio una serie de disciplinas a partir de ella: la lógica, que consideró una disciplina preparatoria; la filosofía teórica, integrada por la física, la matemática y la metafísica; y la filosofía práctica, que se componía de la ética y la política.
Propuso una ética de las virtudes. Aristóteles defendió como primordiales las virtudes del espíritu, es decir, aquellas que tenían que ver con la razón humana, que para él se dividía en dos: el intelecto y la voluntad. Mediante ellas, el hombre podía dominar su parte irracional. Estos preceptos servirían a toda una vertiente de escuelas filosóficas por venir, cuya división del hombre entre un aspecto racional e irracional encarnaría en otras formas, como por ejemplo la división cristiana entre el alma imperecedera y el cuerpo mortal.
Propuso un modelo astronómico geocéntrico
 Este modelo pensaba a la tierra como una entidad fija (aunque redonda) en torno a la cual giraban los astros en una bóveda esférica. Este modelo se mantuvo vigente a lo largo de los siglos, hasta que Nicolás Copérnico en el siglo XVI introdujo un modelo que planteaba al Sol como centro del universo.
Desarrolló una teoría física de los cuatro elementos
 Su teoría física partía de la existencia de cuatro sustancias elementales: el agua, la tierra, el aire, el fuego y el éter. A cada una asignaba un movimiento natural, a saber: los dos primeros se movían hacia el centro del universo, los dos siguientes se alejaban de él, y el éter giraba alrededor de dicho centro. Esta teoría se mantuvo en vigencia hasta la Revolución Científica del siglo XVI y XVII.
Referencia 
· McKirahan, R. D. (2010). Philosophy Before Socrates. Indianapolis: Hackett Publishing.
· Onfray, M. (2005). Antimanual de filosofía. Madrid:EDAF.
· Osborne, R., & Edney, R. (2005). Filosofía para principiantes. Buenos Aires: Era Naciente.
· Popper, K. (2001). El conocimiento de la ignorancia. Polis.
· Taylor, C. C. (1997). From the Beginning to Plato. London: Routledge.
· Vlastos, G. (1971). The Philosophy of Socrates. New York: Anchor Books.
· Brickhouse, T., & Smith, N. D. (s.f.). Plato (427-347 B.C.E). Obtenido de Internet Encyclopedia of Philosophy: iep.utm.edu
· Grube, G. M. (s.f.). El pensamiento de Platón. España: Del Nuevo Extremo.
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· Robledo, A. G. (1975). Platón. Los seis grandes temas de su filosofía. Crítica: Revista Hispanoamericana de Filosofía, 115-120.
Ing. Yolanda Moreno Torres
Filosofía

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