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"Evaluación formativa: potenciando el aprendizaje continuo y el desarrollo de los estudiantes". El tema 17 se centra en la importancia de la evaluación formativa y cómo esta puede potenciar el aprendizaje continuo y el desarrollo de los estudiantes. La evaluación formativa es un enfoque pedagógico que se centra en recopilar información sobre el progreso y las necesidades de los estudiantes con el fin de proporcionar retroalimentación oportuna y ajustar la enseñanza en consecuencia. La evaluación formativa difiere de la evaluación sumativa, que se utiliza para calificar y clasificar a los estudiantes. En cambio, la evaluación formativa se centra en el proceso de aprendizaje y busca brindar información útil para mejorar el aprendizaje y guiar la toma de decisiones pedagógicas. La evaluación formativa se lleva a cabo de manera continua a lo largo del proceso de enseñanza y aprendizaje. Los educadores utilizan diversas estrategias, como observaciones, preguntas, ejercicios prácticos, tareas y pruebas, para recopilar información sobre el desempeño y los logros de los estudiantes. La retroalimentación es un componente clave de la evaluación formativa. Los educadores proporcionan comentarios específicos y constructivos a los estudiantes, destacando sus fortalezas y áreas de mejora. La retroalimentación debe ser clara, relevante y oportuna, y debe estar orientada al crecimiento y al desarrollo del estudiante. La evaluación formativa también implica que los estudiantes participen activamente en su propio proceso de aprendizaje. Deben ser conscientes de sus metas y objetivos de aprendizaje, y tener la capacidad de autoevaluarse y autorregular su propio aprendizaje. Esto fomenta la autonomía y la responsabilidad de los estudiantes en su propio desarrollo educativo.
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