La Mentalidad Científica Inmersa en la Educación

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Licenciatura en educación infantil 
 
 
Antuaneth Paola Bolívar Bojanini 
Marianys Mejía Fonseca 
 
 
 
La Mentalidad Científica Inmersa en la Educación. 
 
Investigación e innovación educativa en educación infantil 
 
Profesor: Edilberto Hart Montes 
 
 
Septiembre, 09 del 2022 
 
 
 
 
 
 
¿Qué hacer desde la escuela para favorecer de modo decisivo la formación de la 
mentalidad científica? 
 
 Nuestra educación a lo largo de los años se ha presentado como una 
concepción en la cual solo se busca transmitir un conocimiento elaborado, sin buscar la 
evolución y construcción de conocimientos a partir del mismo estudiante. Dentro de las 
escuelas se debe crear un contexto de indagación, a través del enfrentamiento 
progresivo a situaciones que por medio de experiencias generen el pensamiento 
científico en los estudiantes. Por ello bien afirma (Pujol, 2003) " Una alternativa a este 
modelo de enseñanza pasaría por entender la génesis de la ciencia como un proceso 
largo y complejo de construcción de teorías y modelos explicativos en relación con los 
fenómenos naturales. En este proceso, tanto la experiencia como las palabras que se 
van utilizando juegan un papel importante". 
 Existen diversas maneras en las cuales desde la escuela se pueden 
implementar estrategias, las cuales permitan fomentar el pensamiento científico, el cual 
es de suma importancia, ya que este ayuda en la formación y desarrollo de los 
estudiantes, para que sean seres autónomos y capaces de relacionar todo aquello que 
aprenden en clase y puedan asociarlo con su entorno. Dentro de este proceso (Feu y 
Scaner, 2006) destacan " Un buen diseño de las prácticas escolares sería aquel que 
dotase de herramientas e instrumentos que permitiesen interpretar los fenómenos del 
entorno". Es decir, la importancia de hacer énfasis en la adquisición de actitudes como 
la curiosidad por el mundo que nos rodea, el rigor en el trabajo generaran dentro de la 
mentalidad científica una serie de procedimientos de observación, exploración, 
experimentación, búsqueda, análisis logrando la construcción de un pensamiento crítico 
que conduzca a la perspectiva científica. 
 Si se quiere fomentar desde la escuela el pensamiento científico se debe partir 
de estimular en los estudiantes la curiosidad porque de ello se genera un aprendizaje 
significativo el cual estará ligado con sus emociones, aparte de permitir que los 
estudiantes sean críticos, analíticos y sobre todo reflexivos, donde sean ellos mismos 
capaces de encontrar soluciones a situaciones del mundo y de su vida cotidiana. 
 La educación debe dar un salto a las nuevas metodologías que favorezcan el 
aprendizaje significativo para los estudiantes, dónde se pueda orientar al estudiante en 
 
su aprendizaje de manera en la que se implementen estrategias pedagógicas con 
relación al desarrollo y estímulo de la creatividad y la imaginación, en la que se pueda 
fomentar el aprendizaje mediante el juego, la observación y experimentación, en la cual 
los estudiantes se sientan comprometidos y motivados en el aprendizaje y por lo tanto, 
se sientan libres de expresar sus ideas, aprendan por ensayo y error, y puedan 
reflexionar acerca de ello y tener la capacidad de buscar estrategias a cada dilema que 
se les presenten y aprendan a través del descubrimiento como las metodologías 
constructivistas planteadas por Bruner. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía 
 
Gil, M., Martínez, M. (2008) De la universidad a la escuela: No es fácil la indagación 
científica. Revista interuniversitaria de formación de Profesorado. 
 
Blanca, S., Hidalgo, J. (2013). Escuela infantil y Ciencia: la indagación científica para 
entender la realidad circundante.