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EL SIGNO EN EL TEATRO TADEUSZ KOWZAN EN: TEORÍA DEL TEATRO COMPILACIÓN DE: MARÍA DEL CARMEN BOBES NAVES ARCO/LIBROS MADRID - ESPAÑA 1997 SOLO USO ACADÉMICO -" ..... ,.>~ ~ ~ //) /J .....;6~ .. f!<fJ'F. \) {JA'tJ b. b-~L71i!:@l . ·L':~~l . "<t."Mu'"It 'd',"Giplinano G ~., .. ·Y.'...,"':.':~""~." sej~:~fli.",iliOF"GZ'Io' . .2j?Zi 5 ~ '1- {;.::":''.MV '\.. _)'I't% ,: -J de Hu",,,nid,,d es f."'u til UfK-Kf ··a··~ I ,bA II tc I .. ;~tVV"VI.~ l/~ JJL - IJ. /1=!f', I . (1.1 '1-' •••~ ~ rl.({4//t1~. IffW! NI9roSJ 1'1I-if V ::;> 1.: ;",t i ;\1, f:;' F? ;U ~\!1 ~j LTiD i ~) G;PL: f\i ;.\Hie JOSE Ef"liiLi() C()f',J?:/\LE::Z F/\GUL.TAD [)E ("it) i\HiDADES -~l _ ~:\.~ U' ,!\ .("" ..- ,.... ,."'c i· ~~ I") y' ,.•.. l :. ,-- ";'''-' "', ._" c("" .J ~ . !'J It:: 1-\~) 11..1 {'lIj I~, t.:: t-' U C.I·, I U h J ",J REGINTO DE FHO F'IECR.iJ,~:; :\t .g . ,. ~.J 1(~ ELSIGNO EN EL TEATR~ INTRODUCCION A LA SEMIOLOGIA DEL ARTE DEL ESPECTAcULO* /I / , ./?J1UPI. TADEUSZ KOWZAN La noci6n de signo, <Jl"I1lCt. (serna), ha hecho fortuna en la filosofia y en la historia de las ciencias. Hip6crates y los est9icos, Plat6n y Arist6teles, San Agustin y Descartes, Leibniz y.Locke, Hegel y Humboldt, figuran entre ios que se han ocupado de ella en profundidad. La noci6n de signo ha dado lugar a una gran variedad de ciencias y discipli nas: semiologia, semi6tica, semasiologia, semantica, sema tologia, que han cambiado de nombre y contenido segun los tiempos -y a veces las modas-, 0 que han caido en el olvido para reaparecer mas tarde bajo el impulso de un pensador notable. La historia de las ciencias del signa II;lere ce ser estudiada sistematicamente. Nos limitaremos a sena lar que, entre los terminos arriba citados, el de semiolo gia (0 semeiologia) ha seguido una trayectoria mas amplia y enriquecedora que los otros. Fue aplicado, desde la anti guedad griega, ados ambitos aparentemente distantes: el arte militar (la ciencia de disponer las maniobras de las tro pas mediante la ayuda de signos) y la medicina, donde ha demostrado mayor perseverancia. En Francia, por ejemplo, durante todo el siglo XIX, e incluso hoy, el estudio medico de los sintomas de las enfermedades se denomina semio logia. El termino semiologia irrumpe en las ciencias humanas gracias a Ferdinand de Saussure, 0 mas bien a su Curso de lin -fliUi-st'i:CG, general, configurado tras su muerte y publicado en 1916. Recordemos algunos de los pasajes mas conocidos, que han de servir de punto de partida a cualquier intento * «1£ signe au theatre. Introduction ala semiologie de I'art du specta cle», Di.ogene, 61. 1968 (59-90). (Trad. del frances: C. Babes/JesUs G. Maestro). SOLO USO ACADÉMICO L\DEL'SZ K< l""ZANl:-Z:! de ampJiar eI campo de investigaciones semiologicas en las ciencias sociales. «La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y pOl' eso es comparable a la escritura, al alfabeto de los sor domudos, a los ritos simh6licos, a las [ormas de cortesia, a las' seiiales militares, etc., etc. Solo que es el mas importante de" , todos esos sistemas. Se puede, pues, concebir, una ciencia que'" estudie La vida de los sign-os en el seno de La vida social. Tal ciencia " seria parte de la psicologfa social, y pOl' consiguien te de la psicologfa general. Nosotros la lIamaremos semiologia (del grie go semeion 'signo'). Ella nos ensenara en que consisten los sig nos y cuales son las Ieyes que los gobiernan [... ]. La Iingiifsti ca no es mas que una parte de esta ciencia general. Las leyes que la semiologia descubra seran aplicables a la lingiiistica [... J. Si se quiere descubrir la verdadera naturaleza de la len gua, hay que empezar por considerarla en 10 que tiene de comtm con todos los otros sistemas del mismo orden [... ]; al considerar los ritos" las costumbres, etc., como sign os, estos hechos apareceran aotra luz, y se sentira la necesidad de aglll parios en Ja semioIogfa y de explicarlos por las lcyes de csta . . .., ClenCla" -. La semiologfa, postulada por el linguista ginebrino (y antes que el por Ch. S. Peirce bajo ~l nombre de semiotica), no ha logrado, durante casi medio siglo, y a traves de dife rentes disciplinas, constituirse como ciencia autonoma, si bien las investigaciones semiologicas han hecho gran des progresos en los ultimos decenios, especialmente en la lin giifstica y la psicologfa social. Se ha intentado introducir los metodos de anilisis semiologico en algunos dominios constituidos pOl' repertorios de signos sociales: el codigo de circulacion, la moda, la alimentacion, los gestos, las seii.a les. Por el contrario, se ha prestado muy poca atencion a la semiologfa del arte, con la excepcion del arte literario, el mas proximo a la linguistica. Una de las primeras tentativas de examinar el arte como hecho semiologico la constituye la comunicacion de Jan Vid. F. de Saussure (1916), CUT.W de lingiiistica g/!1UTa~ Madrid, Alianza Editorial, 1983, pags. 80-82. Edicion critica preparada par Tullio de Malll'o, y traduccion, pr61ogo y notas de Amado Alonso. }.[ ,';1< ;;'\() E~ EL TEATRO 123 \lukarovsky, presentada en el VIII Congreso Internacional de Filosofia, celebrado en Praga en 1934. Mukarovsky parte <tt-l principio de que «todo contenido psfquico que sobre P~IS<l los llmites de la conciencia individual adquiere por el hecho mismo de su comunicabilidad el cad.cter de signo»; ,1firma que «la obra de arte es al mismo tiempo signo, estruc lura yvalor», y concluye de forma clarividente: «mieritras no ,C' rliferencie suficientemente el caracter semiologico del "nc, el estudio de la estructura de la obra de arte perma neeera incompleto, Sin orientacion semiologica, el teorico rlel arte siempre tended a considerar la obra como una eonstruccion puramente formal, 0 incluso como el reflejo rlirccto de las disposiciones psiquicas 0 incluso fisiologicas rlel autor, de la realidad concreta propuesta por la obra, 0 de la situacion ideol6gica, economica, social 0 cultural de 1111 medio dado [... ]. Solo el punto de vista semiologico per mitira a los teoricos reconocer la existencia autonoma y el rlinamismo esencial de la estructura artistica, as! como com prender su evolucion como movimiento inmanente, aun que en constante relacion dialectica con la evolucion de los otros campos de la ndtura,,3. Sin embargo, las reflexiones de Mukafovsky tienen un caracter muy general. Distingue dos funciones semiol6gi cas: la funcion comunicativa y la funcion autonoma, pero no propone ningun metoda de analisis semiologico en el domi nio del arte. Lejos de concebir una obra de arte como un conjunto 0 una secuencia de signos, parece considerarla como un signa «<toda obra de arte es un signo», «la obra de arte tiene caracter de signa», etc.). La misma tendencia a considerar la obra de arte cotno una unidad semiologica aparece en la obra de Eric Buyssens. En su libro publicado en 1943, que constituye una de las obras fundamentales en la historia de lajoven ciencia semio logica, dedica mllY poco espacio a los fenomenos artisticos. 3 Mukafovsky,j. (1936), L 'Art commeJait simiologique, en Aetes du Huitibne Congres International de Plrilosophie aPrague, 2-7 SejJlembre 1934, Praga, Orbis, Comite de Organizacion del Congreso, 1936 (1065-1072). Tatnbien en Poiitique, 3, 1970 (387-392). Trad. esp. en Ia compilaci6n deJ. L1ovet: «EI ane como hecho semiologico», Kseritos de r.stetica y semi6tica del arte, Barcelona, Gttstavo Gili, 1977 (3!'r43). l SOLO USO ACADÉMICO 125 c, 124 . ····:~'\;(<};,i):;1;:··AI contrario que Mukarovsky, Buyssens sostiene la opiniorf&t):f~~i de que «el arte es poco semico». «Su naturaleza -<:ontinua~:%t'~~}::: es puramente artistica: es ~l medi.~ para destacar los :le~<;~;~t~;@;; mentos que deben produClr etnoclOn [... J. La obra artlsti~;\f""'" .. ca no desempena el papel utilitario del acto semico que~i~ reclama colaboracion; es inas bien el testimoniode un acon~';} tecimiento psicologico» 4. Esta ultima afirmacion es un pasd'): atras en relacion a las tesis de Mukarovsky. Advirtamos deJ:f~"'~" paso que el .lingii~s~ belga distingue d~s cat~g?rias de semas:~}~1~i ;' los semas slstematlcos y los semas aSlstematlcos. Entre 10s;;.t9.~~{;' .. primeros enumera el discurso lingulstico, la senalizacion ?f\:~~, ~ terrestre 0 maritima, las formulas matematicas, fisicas y qUf~:::'~;~jt . micas, los signos comerCiales, musicales y prosodicos. Los :-::'i'i;;~:~,' ; se~as asiste~atic~~ son par~ eI el arte, la pU?licida?, .la ~~r~.2.'~.':.·;.~.:..• ;.:';.;.;.'.[;.t~~· tesla, la gestlculaClon, las senales, etc. Hoy dla tal dlstJnClon~/:~d~'..' solo tiene un valor historico, ya que desde entonces se han?.i~;:k. elaborado criterios declasificacion menos arbitrarios; si la:',,;'.·FX; recordamos aqui es para subrayar que Buyssens, al juzgar el;}:\;;:t;:,·¥. arte «poco semico», Ie reserva el papel de un semema (es ~i:;~~;:;:\~. decir, un conjunto de semas) aut6nomo. .:;t.1f~f .,,·P.:.~ Despues de la guerra, la idea de considerar el arte como )!i%::ff~ un hecho semiologico ganaterreno entre linguistas y .. 1~:;1[.:, .', semiologos. ~a.lite.ratura, ~rte' d~ la palabra, C~)llS,tit.uye;:;~?~~i un campo pnvlleglado de InVestlgaclOnes SemlOlOgICas.{;;.::~>;:~., qu~ son desarr~~ladas ~x.:ir:cipalmenteen Francia, Estados .•..~~~1 ~., Umdos y la Umon Sovletlca. En 10 que se refiere a otros{:.:-#t . dominios de actividad artistica, distintos de la literatura, las\:~!t;1 «inc~rsiones» s~n escasas, timidas y poco. sist.ematicas"·~'~ij Convlene advertlr que Roman Jakobson se Inchna a con- . :<;;)J siderar la pintura y el cine como <denguajes no linguisti-,)~:;:!t cos», que las obras de Roland Barthes sobre diferentes,'/.~;]~ dominios del arte enriquecen sus analisis semio16gicos, y:,;'.>';~ que <,El arte como sistema semiologico» fue uno de los ',Xj~;~; grandes temas del simposio sobre el signo que se organi- }:'iL~ zo en la URSS en 1961.;:,c;:~ Sin embargo, la teona del signo no ha sido aplicada hasta,.~;.<~, hoy, de forma sistematica, a ninglin dominio artistico. 2Cuales :>j~.'t :~1~\t 4 Buyssens, E. (1943). Les langages et le disclYUTS. .Essai de linguistil(Uf!onc-.{'N tionnelle dans le cadre de la semiologie, Bruxelles, Office de Publicite, pag. 43. :>~ o·'{i·rl.' :.:1' . 1. fl. S\GNO EN IOL TEATRO son las causas de esta situacion? cComo explicar este recelo para abordar las distintas regiones del arte? La semiologia l110derna se forma a partir de la lingiifstica saussureana. Sin embargo, mientras que para el maestro ginebrino «la lin gttistica es solo una parte de esta ciencia general» (semio logla), en nuestros dias se manifiesta una tendencia inversa, que tiende a considerar la semiologia como una par-te 0 un aspecto de la linguistica. Esta tendencia a reducir todos los problemas del signo allenguaje es tal vez la causa principal de que la semiologia se ocupe tan poco de las artes, prefi riendo dedicarse a campos de significacion (signos mate maticos, seiiales de trafico, mobiliario, cartografia, guias turfsticas, gufas de telefono, automoviles) donde encuentra facilmente equivalentes lingiifsticos. Resulta todavia mas sorprendente que las artes esceni cas, que tienen un campo comun con los hechos lingilisticos, hayan estado solo de forma i'ncipiente en el amilisis semio logico. En hobra de Buyssens encontramos la siguiente afir macion: «la combinacion mas enriquecedora de hechos semicos parece ser la que se produce durante la represen tacion de una opera», Sin embargo, a los medios de expre- . sion escenica (palabras, canto, musica, mimica, danza, trajes, decorado, luz), aiiade las reacciones del publico, y las mani festaciones de la vida mundana, sin olvidar la participacion del personal del teatro, de los bomberos y de la polida. Buyssens piensa, pues, en el especciculo como fenomeno sociologico, y conduye: «£s, en una palabra, todo un mundo que se reune y comunica durante unas horas» 5. Que sepa mos, la unica forma de especta,culo que ha sido considera da cientificamente desde eI punto de vista de la semiologia ha sido eI arte del cine 6. Todo analisis de este arte, uno de los mas modernos, y de los mas sujetos a una tecnica parti cular, se encuentra determinado por esta misma tecnica, a la que sin duda Ie resultaria muy util con tar con el apoyo de una semiologfa del arte teatral. Hay que advertir que varios teoricos y directores de teatro, y tambien escenogra 5 Op. cit., pag. 56. 6 efr. los articulos de Christian Metz (1964), especialmente «Le cine ma: langue ou langage?», Communications. 4 (52-90). SOLO USO ACADÉMICO http:r~.2.'~.':.�;.~.:..� 126 fos, emplean el termino «signo» al hablar de elementos J • ' arus.: ticos 0 de medios de expresion teatral, 10 que demuestra; que la consciencia 0 la subconsciencia semiol6gica c011sti:.:,;, tuye algo real para quienes se ocupan del espectaculo. Todo) esto confirma al mismo tiempo la conveniencia de una aper.-;~:1.JWhl" tura semiologica hacia el arte teatral, y la necesidad de con:::;/t~~~~· ' siderar el espectaculo desde el punto de vista de la semio~~,;f logfa. Tal es el objetivo principal de las reflexiones que aquf;';;~!-'i:'~7 se proponen. ,X~~1i!·t· El arte del espectaculo es, entre todas las artes, y acaso U~~~~ ~ entre todos los dominios de la actividad humana, aquel::~$]~;·;, donde el signa se manifiesta con mas riqueza, variedad y;S~t~r~{: densidad. La palabra pronunciada por el actor expresa an~e '~~H}~: todo su significado linguistico, es decir, es el signo. de 10s:i<~t.~W; : o~jetos, personas, sentimientos, ideas 0 interrelaciones, que ·~;~~":'~t' el autor del texto ha querido evocar. Sin embargo, la ento-,'"41:s~; ." nacion misma de la voz del actor, el modo de pronunciar tal'~~:ff.:.:~.lff:'E;.. o cual pa~abra, puede camb~ar su valor. iCuantas maneras de'i1'1>:;i pronunClar la frase «te qmero» pueden expresar tantO la pasion como la indiferencia, la ironia como la piedad! La mimica del rostro y el gesto de la mana pueden subrayar el significado de las palabras, desmentirlo, 0 darle un matiz particular. Yesto no es todo, pues mucho depende de la actitud corporal del actor y de su posicion en relacion a sus companeros. La frase «te quiero» adquiere un valor emotivo y significativo diferente, segun sean pronunciadas por una persona negligentemente sentada en un sillon, con un ciga rrillo en la boca (papel significativo suplementario del acce sorio), por un hombre que estrecha a una mujer en sus bra ',~,~~l zos, 0 que inclina la espalda hacia la persona a la que dirige estas palabras. ~. En una representacion teatral todo se convierte en signo. Una columna de carton expresa que la escena transcurre delante de un palacio. La luz del proyector descubre un trono, y nos situa en el interior del palacio. La corona sobre la cabeza del actor es el signa de la realeza, mientras que las arrugas y la blancura de su rostro, obtenidas con la ayuda del maquillaje, y su paso vacilante, son signos de vejez. En fin, el galope de caballos que se intensifica entre bastidores es el signo de que un viajero se aproxima. El Sll;~O EN El. TE.ATRO 127 £1 especciculo se sirve tanto de la palabra como de los sis temas de signos no linguisticos. Recurre tanto a signos acus liens como visuales. Aprovecha los sistemas de signos des tinados a la comunicaci6n humana, y de los generados por las exigencias de la actividad artistica. Utiliza signos pToce dentes de cualquier parte: de la naturaleza, de la vida social, de las diferentes profesiones y de todos los dominios del arte. Si por curiosidad examinamos la lista de artes «mayo res» y artes «menores», que Thomas Munro establece en un n{imero de cien 7, resultara facil constatar que cada una de elias puede encontrar su lugar en una representaci6n lcatral, y tiene en ella un papel semantico, y que al menos tllIa treintena de las mismasse relaciona directamente con el arte del espectaculo. Practicamente, no hay sistema de significacion ni existe signo alguno que no pueda ser utili zado en el espectaculo teatra!' La riqueza semiologica del arte del especUiculo explica al mismo tiempo por que este domino ha sido con frecuencia evitado por los teoricos del signa, ya que riqueza y variedad significan, en este caso, complejidad. Diflcilmente los signos se manifiestan en el teatro en estado puro. El simple ejemplo de las palabras «te quiero» acaba de demostrarnos que el signo linguistico esta acom paiiado siempre de signos de entonacion, de signos mimi cos, de signos de movimiento, y que todos los restantes rlledios de expresi6n escenica, decorado, indumentaria, maquillaje, efectos sonoros, actuan simultaneamente sobre el espectador como combinaciones de signos que se com plementan, se refuerzan, se perfilan mutuamente, 0 bien se contradicen. El analisis de un espectaculo desde un punto de vista semiologico presenta dificultades serias. (Hay que proceder mediante cortes horizontales 0 verticales? (Se trata ante todo de analizar los signos superpuestos de diferentes sistemas, 0 de dividir el espectaculo en unidades de desa rrollo lineal? Sin embargo, el espectaculo, y la mayor parte de combinaciones de signos, se situan tanto en el tiempo como en el espacio, 10 que da lugar a un analisis y una sis tematizacion todavia mas complicados. 7 lA'S art.s 1ft leurs relation.s mutuelles, Paris, J954, pags. 127·129, SOLO USO ACADÉMICO 128 129 ·:.;~;.I;' TADWSZ KOWZAN:~~~:'<';;: ··}~)t El vasto dominio delarte del espectaculo podria ser abor- ·.Y:~t dado, como campo de explotacion semiologica, de varios' . ,;:;"{,. modos. (Que metodo conviene elegir? La labor se verla sen; . :;t.~·~·;· : si,ble~ente facilitada si pudiera apoyarse en el anali~is teorico, •.P~~;f'};. ~ sufiClentemente desarrollado, de cada uno de los sIstemas de;.':(/:;;~ : signos de quese sirve 0 puede servirse el espectaculo. Siri . ~:?{;"' embargo, en el estado actual de los estudios semiologicos; ·..·,:hr, esto no es posible. Ciertos dominios de la expresion artisti.. ,'}\~l::' . ca, como las artes plasticas 0 la musica, continuan practica~ ;i;;:;,~, ~ mente inexplorados por la semiologia. Otros dominios, es-·;~;,,~!?tJ pecificamente escenicos, como el movimiento corporal '··>·~:~':I·· (mimica, gestos, actitudes), maquillaje, luz, apenas se encuen- . ;;~.•'.::..'.:;.' . tran en mejor situacion. Su valor semantico esta perfecta~?,;;:~'~( mente comprendido y explotado por los profesionales, pem .<~.'~~;;t-. ... f~ltan los fun?amentos, teoricos; los tratad~s ~xistentes son .... ':';:.':.:.:.~.'.':.;.·.:.'.~.~'I·' solo repertonos de caracter meramente practico. . ... :;:. :\.. Ante la falta de ba~es semiologicas suficientemente soli->::;-:c7~: ' das como para poder obtener conclusiones sobre el papel' ':":"'~:l" de los diferente~ sistemas de sig~~s en el complejo feno-.::..~.:..';:.:.;;: ..•.. meno del espectaculo, hemos deCldldo abordar el tema por ";(;"~ ; el resultado, es decir, el espectaculo como una realidad exis- ":Z~,:t't tente, tra~an~o de poner u~ po.co de orden en est~ desor-;::':::i."l . den, 0 mas bIen en la apanenClfl de desorden debida a la ;',\?' riqueza de todo 10 que se desarrolla en el espacio y en el;:::Ui7" tiempo a 10 largo de una representacion teatral. Nos limi- ,c~·:~:tr taremos, en nuestras consideraciones, al arte teatral, en la'{~0{:' acepcion mas amplia del termino (drama, opera, ballet,,':~;;~~g: pantomima, marionetas), dejando de lado otras form as de :\U,:~;" . espectaculo, especialmente el cine, la television, el circo,i)':{t ,; el music-hall.,:i'~,,:,,· En primer lugar, hay que considerat la nocion de signo. ·:f«:i.{; La teoria general del signo es una ciencia fecunda que se'~'~'~~~:. desarrolla sobre todo en el seno de la logica, la psicologia'K),'?, : y la lingijistica. Para la semiologia, constituye un punto de ':;~8(' partida imprescindible. Lo que no quiere decir que la >~tf:;: no.cion de si~no est~ clara, al con~rar~o, las. definici?nes ':~~~f;(. eXlstentes varIan sensiblemente, el termmo mismo de signo ~!I;~~ll contrasta, 0 mas bien concurre, con buen numero de ter- ~}jl,\; minos ~nal?gos: ind,ice: se?al, simbolo, icono, informacion, 'C'.~.::~.':I~ mensaJe,smtoma, mSlgma, que aparecen no para reem- ,'_:,~:~'~' .~,i~ t:L SICNO EN EL TEATRO plazarlo, sino para delimitar la nocion de signo segun las numerosas funciones que Ie incumben. Tratarernos de no crear nomeclaturas 0 definiciones nuevas, para no con fundir mas la situacion teorica del signo. Trataremos de escoger, a este respecto, aquellas que nos parezcan mas razonables, y al mismo tiempo mas adecuadas a nuestro objeto, es decir, la semiologia del espectaculo. I) Aceptamos el terrnino signa, sin acudir a otros terminos del mismo campo nocional. 2) Adoptamos el esquema saussureano significado y signifi conte, como componentes del signo (el significado corre5 ponde al contenido, el significante a la expresion). 3) En cuan to a la clasificacion de los signos, aceptamos la que los divide en signos naturales y signos artificiales, Este ultimo punto requiere algunos comentarios. La men cionada distincion aparece en el Vocalntlaire technique et critique de La phiLosophie de Andre Lalande (I! ed, 1917), He aqui 10 esencial de sus definiciones: "Signos naturales, aquellos cuya relacion con la cosa signifi.cada resulta de las leyes de la natu raleza: por ejemplo, el humo, signo del fuego». «Signos arti ficiales, aquellos cuya re1acion con hi cosa significada depen de de una decision voluntaria, y con frecuencia colectiva» 8. Esta distincion fundamental entre signos naturales y signos artificiales, seguida por muchos autores, descansa sobre un principio bastante claro. Todo es signo de algo, en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea, en la naturaleza y en la actividad de los seres vivos. Los signos naturales nacen y existen sin participacion de Ia voluntad; adquieren caracter de signo por el que los percibe, quien los interpreta, si bien ellos son emitidos involuntariamente. Esta categoria com prende principalmente los fenomenos de la naturaleza (re1ampago - signo de tormenta, fiebre - signo de enfer medad, color de la piel - signo de una raza) , y las acciones de los seres vivos no destinadas a transmitir un significado H F, de Saussure distingue el signo natural del signo armtrano, Charles Bally opone el indice al Jigno, Se emplea tambien. por oposici6n a «signo nl.lturab•• la expresi6n «signo conuencional» , SOLO USO ACADÉMICO 1'1. :-i11;NO ~:N u. T~ArRO130 TADEUSZ KOWIAN 131 (actos reflejos). Los signos artificiales son creados por el hombre 0 por el animal voluntariamente, para seI'ialar algo, ~ffi( para comunicarse con alguien. Modificando un poco las definiciones de Lalande, puede afirmarse que la diferencia .esencial entre signos naturales y signos artificiales se sittIa en la emision, no en la percepcion, y que esta esti deter minada por la ausencia 0 existencia de la voluntad de emi i~ l,?~:~ tir elsigno. Aunque bastante clara, esta distincion no resuelve todos los problemas pricticos, ni determina en ciertos casos ambi guos. Tomemos un ejemplo de! signo lingulstico. La excla macion "iayl» de un fumador que se ha quemado la mano con su cigarrillo es un signo natural, pero un juramento pronunciado en la misma situaci6n, (es un signo natural 0 un signo artificial? Depende de ciertas circunstancias, como los hibitos lingiilsticos de quien los usa, la presencia 0 ausen cia de testigos. Tomemps un signo relativo a la mimica. (En que medida un gesto dedisgusto es un signo natural (refle jo involuntario) 0 signo artificial (acto voluntario para comu nicar e! disgusto)? Todos los signos de los que se sirve e! arte teatral per :~),1;~}: tenecen a la categoria de signos artificiales. Son signos arti ficiales por excelencia.Resultan de un proceso voluntario, secrean con frecuencia con premeditaci6n, y tienen como ;~Iftfin la comunicaci6n inmediata. No resuIta sorprendente en un arte que no puede existir sin publico. Expresados voluntariamente, con plena consciencia de comunicar, los signos teatrales sori perfectamente funcionales. EI arte tea tral hace uso de signos procedentes de todas las manifes taciones de la naturaleza y de todas las actividades huma nas. Sin embargo, una vez utilizado en el teatro, cada uno de estos signos adquiere un valor significativo mucho mas acusado que en su uso primitivo. EI espectaculo transforma los signos naturales en signos artificiales (el relimpago), tiene el poder de «artificializar» los signos. Aunque en la realidad sean s610 aetas reflejos, en el teatro se convierten en signos voluntarios; incluso si en la vida carecen de fun .,..;;,;'''l:-' f. ~,·...j~d(~ ,ci6n comunicativa, la obtienen necesariamente en la esce ..".~ . na. Por ejemplo, el soliloquio de un sabio que trata de organizar sus pensamientos, 0 de una persona en un esta ~}I··.//t"{ .. ,.;:~f~;·.·~ do de sobreexcitacion nerviosa, se compone de signos lin gUlsticos, por tanto de signos artificiales, pero sin inten cion de comunicar. Pronunciados en el escenario, las mis mas palabras encuentran su papel comunicativo, el lllOn610go del sabio 0 del personaje encolerizado no tiene olrO fin que el de comunicar a los espectadores su pensa rniento 0 su estado emotivo. Acabamos de decir que todos los signos de que· se sirve d arte teatral son signos artificiales. Esto no impide la exis lencia, en una representacion teatral, de signos naturales. Los medios y las tecnicas del teatro se encuentran muyenrai zaclos en la vida como para que los signos naturales pue dan ser totalmente eliminados. En la dicci6n yen la mimi ca de un actor, los habitos estrictamente personales se encuentran muy pr6ximos a los matices voluntariamente creados, y los gestos conscientes alternan 0 se mezcIan con movimientos reflejos. Los signos naturales se confunden, en este caso, con los signos artificiales. Para el te6rico, sin embargo, las complicaciones van mucho mas lejos. La voz temblorosa de un joven actor que representa a un viejo es un signo artificial. Por el contrario, Ja'voz temblorosa de un actor octogenario, sin ser provocada voluntariamente, es un signo natural tanto en la vida como en la escena. Sin embargo, es un signo voluntaria y conscientemente emplea do en el caso de que este actor represente a un personaje viejo. No 10 es por voluntad del actor, sino porque este no puede hablar de otro modo; su voz se convierte en signo artificial por voluntad del director de escena que Ie haya escogido para este pape!. Observamos, pues, que Ia elec ci6n del actor para un papel, 0 la eleccion de una obra para un actor, eleccion efectuada segun su fisico (expresi6n de la cara, voz, edad, talla, constituci6n, temperamento, todo 10 que concierne a su pape!) es ya un acto semantico orit;n tado a obtener los valores mas adecuados a las intenciones del autor 0 del director de escena. Nos aproximamos asi a la cuesti6n de la voluntad en el signo teatral, problema al .que habra que volver a 10 largo de este articulo. Tras estas observaciones generales, referentes a Ia noci6n de signa y a la especificidad del signo empleado en el tea tw, trataremos de delimitar los principales sistemas de sig SOLO USO ACADÉMICO "i";'.':'~"; .':~:':~%~¥':;. ,~: ." : '~';:"';:/:;' :. TADEUSZ KOWZAN132 •··.··;~;;\;.:i' EL SIGNO EN EL TEATRO 133 ;'~: nos de los que haee uso una representaci6n teatral. La cla ·/~::·t· ,,-:,,1( ..... .sificaci6n propuesta es, como toda clasificacion, arbitraria. .~~~< ~ :~. Hemos seiialado trece sistemas de signos. Se podrian hacer i'·f· , 'divisiones mas generale1!, que limitaran el numero de sis );/~~',';;... ,:. ", temas a cuatro 0 cinco, y se podria igualmente proceder a ·.~~~:·.§.f ~ una c1asificacion mucho mas detallada. Nuestra propuesta ha querido conciliar, en cierta medida, los fines teoricos y )~~tlos fines practicos, como punto de partida para una inves '. ,Y... ~I~~,\.tigacion semio16gica mas profunda, y al mismo tiempo para b(~proporcionar un instrumental adecuado al ancilisis cientifico !; ," ':~-...del espectaculo teatra!' t(! of:'"· (~f1. LA PAlABRA ;{~,}~ ~'.,:.1 La palabra esta presente en la mayor parte de las mani festaciones teatrales (S;ilvo la pantomima y el ballet). Su papel, por relaci6n a los signos de otros sistemas, varia segun los generos dramaticos, las modas literarias 0 tea trales, los estilos de la puesta en escena (efr. un especta v~ culo-lectura y una representaci6n espectacular). Considera k remos los signos de la palabra en su acepci6n linguistica. Se trata de palabras pronuneiadas por los aetores en el eurso de la representacion. Si bien la semiologia linguistica esta mucho mas desarrollada que las teorias sobre cualquier otro sistema de signos, hay que referirse a los numerosos iii trabajos de los especialistas para elaborar las bases de una ~:\t~: semiologia de la palabra en el espectaculo, a pesar de que no haya acuerdo sobre muchos de los problemas esencia les. Nos limitaremos a seiialar que el analisis semiologico de ~f~ "':'~la palabra puede situarse en distintos niveles: no solo en ~, :'ri,el nivel semantico (que concierne a las palabras, a las fra ';",: ses y a las unidades mas complejas), sino tambien al nive! fonologico, sintactico, prosodico, etc. La sobreabundan ;~2i ';"~cia en una replica. de consonantes sibilantes y fricativas (s, ',:::.~ z,1, j) puede constituir, en ciertas lenguas, signo de c61e ;'>,:1 ra 0 irritacion del personaje que habla 9. El hiperbaton ,.~~~ EI famoso verso de Racine: "Pour qui sont ces serpents qui sifflent sur vas tetes» (Andromaque; acto V. escena 5). ~t ,;'~:.,'.;! areaizante de las palabras es signo de ~na epoca historica lejana, 0 de un personaje hist6rico anacr6nico, que vive al margen de los habitos lingiiistieos de sus contemporaneos. Las alternancias ritmicas, pros6dicas 0 metricas, pueden expresar cambios de sentimiento 0 de humor. En todos estos casos, nos haHamos ante supersignos (signos de segun do 0 tercer grado), en los que las palabras, aderrias de su funcioi1 puramente semantica, adquieren una funcion semiologica suplementaria en el nivel de la fonologia, de la sintaxis 0 de la prosodia. Veamos ahora, a titulo de ejemplo, un problema espe cificamente teatral, problema de relaciones entre el sujeto hablante y el valor fisico de la palabra. Contrariamehte a 10 que sueede en la vida, no eonstituyen una unidad en el teatro, y 10 que es mas importante, esta inadecuaci6n tiene conseeueneias semio16gicas. En un espectaeulo de mario netas, los personajes se representan, desde un punto de visual, por rrluiiecos, mientras que las palabrasson pro nunciadas por artistas invisibles. Los movimientos conse cutivos de tal 0 cual marioneta a 10 largo del dialogo expre san que es ella quien «habla» en ese momento, indican el supuesto sujeto de tal 0 eual replica, y tienden un puente entre la palabra y el personaje «hablante». Sucede que el procedimiento del teatro de marionetas puede ser imitado en una representaci6n dramatica con actores vivos, si bien el valor semio16gico de esta escenificaci6n es entonces com pletamente diferente, 0 incIuso contrario. Tomemos un personaje que ejecuta gestos rigidos y no hace sino abrir la boca, mientras que sus palabras son transmitidas mecani camente por medio de un altavoz. La ruptura inteneional entre la fuente natural de la voz y el sujeto «hablante» es el signo del personaje-titere, del personaje-marioneta. La separacion de la palabra y del sujeto hablante, experiencia bastante extendida en el teatro contemporaneo gracias a las tecnicas modernas, puede adoptar diferentes formas y desempeiiar diversas funciones semiol6gicas: como signa del monologo interiordel heroe, como signo de un narra dor visible 0 invisible, de un personaje colectivo, de un fan tasma (el padre de Hamlet en determinadas representa ciones), etc. ~~{:t~' •.,' 'f 9 SOLO USO ACADÉMICO 135 134 '~~ . Ti\l)~:U:-;Z KOWZAN' 2. EL TONO La palabra no es solo signo lingiiistico. £1 modo con que' se pronuncia Ie confiere un valor semiologico suplemen~ tario. «£1 tono hace la cancion». La diccion del actor puede suscitar en una palabra, aparentemente neutra e indife rente, los mas sutiles e inesperados efectos. Un actor de la compania de Stanislavski se distinguio por declamar las palabras «esta tarde» de cuarenta formas distintas, de modo que sus oyentes fueron capaces de adivinar, en la mayoria de los casos, su contexto semantico. Lo que llamamos aqui el tono (Ia diccion del autor es su instrumento), comprende elementos tales como la entonacion, el ritmo, la velocidad, la intensidad. La entonacion, aprovechando la altura de los sonidos y su timbre, y a traves de toda una serie de modu laciones, crea de modo especial los signos mas variados. Del mismo modo"hay que situar en este sistema de sig nos 10 que llamamos el acento (acento rural, aristocra.tico, provinciano, extranjero), aunque los signos del acen to se encuentren distribuidos entre el tono y la palabra propia mente dicha (en el nivel fonologico y sintactico). Cada signa linguistico posee, pues, una forma normali zada (la palabra como tal), y tambien variaciones (el tono) que constituyen «un campo de libertad» (A Moles) que cada individuo hablante, y sobre todo el actor, explota de modo mas 0 menos original. Tales variaciones pueden tener un valor meramente estetico, y pueden constituir tambien signos. 3. LA MIMlCA DEL ROSTRa Pasemos ahora a la expresion corporal del actor, a los signos espacio-temporales creados por las tecnicas del cuer po humano, signos que podriamos denominar quinesicos, quinestesicos 0 cineticos. Comenzaremos por la mimica del rostro, ya que constitu ye el sistema de .signos quinesicos mas proximo a la expre sion verbal. Existe un gran numero de signos mimicos exigi dos por la articulacion; en este nive! es dificil precisar la frontera entre la mfmica espontinea y la mimica voluntaria, Ili ;:l~wr ...."''-'J;;k ';t~~~f (,7(;~,~: \~ili <.;<, ~ .; r~,,;:·~·· '&,<,.1; ,ill :-~;" -, ..<'4:"/'<'i~:.' ..:;?/~~ :. :'~~{ic;' ';;?l'::Jl '.. ~ E\. SI(;~O EN El. TEATRO entre los signos naturales y los signos artificiales. Un ejemplo sorprendente es la representacion de una opera, en la que la mfmica del rostro, muy desarrollada, esti casi enteramente en funcion de la emision de la voz y la articulacion. Por el contrario, los signos mfmicos, en funcion del texto pronun- . ciado por el actor, es decir, de la palabra en el nivel semanti co, son en la mayor parte de los casos signos artificiales. Hacen mas expresiva, mas significativa, la palabra a La que acompa nan, aunque tambien ocurre que pueden atenuar 0 contra decir los signos linguisticos. Los signos mustulares del rostro adquieren un valor expresivo tan grande que a veces Began a sustituir, incIuso con exito, a la palabra. Igualmente existe toda una serie de signos mimicos afines a formas de comu nicacion no lingilistica, a emociones (sorpresa, colera, miedo, placer), a sensaciones corporales agradables 0 desagradables, a sensaciones musculares (por ejemplo el esfuerzo), etc. 4. E1. GESTO EI gesto constituye, tras la palabra (y su forma escrita), el medio mas rico y flexible para expresar pensarnientos, es decir, el sistema de signos mas desarrollado. Los teoricos del gesto sos tienen que es posible ejecutar con la mana y el brazo hasta 700.000 signos (R. Paget). En cuanto al arte del especticulo, vale la pena advertir que los 800 signos interpretados con las dos manos por los actores del drama indio, Kathakali, corres ponden, desde un punto de vista cuantitativo, al vocabulacio del basic-English 0 el jranfaisfondamenta~y permiten a los per sonajes desarrollar largos diaIogos. Al diferenciar el gesto de otros sistemas de signos quinesicos, 10 consideramos como movimiento 0 actitud de la mano, del brazo, de la piema, de la cabeza, del cuerpo entero, con el fin de crear ycomunicar signos. Los signos gestuales comprenden varias categorias. Los hay que acompaIi.an a la palabra, 0 que la sustituyen, que reem plazan un elemento del decorado (movimiento del brazo para abrir una puerta imaginaria), un elemento del traje (sombre ro imaginario), uno 0 varios accesorios (representacion del pescador sin cana, sin cebo, sin peces, sin cesto), gestos que expresan un sentimiento, una emocion, etc. Respecto a los :~~: SOLO USO ACADÉMICO 137 136 TADEUSZ KOWZAN gestos que se consideran mas 0 menos convencionales (efr. signos de cartesia 0 de comodidad f'isica a traves de las dife-. r~ntes areas de la civilizaci6n), conviene subrayal' que en lasH artes del espectaculo de ciertos pafses, como los de Asia, los. gestos constituyen signos mllY convencionales: cllidadosamente· codificados, transmitidos de generaci6n en generaci6n, y s6lo' son accesibles a un publico previamente iniciado. 5. EL MOVIMIENTO ESCENICO DEL ACTOR EI tercer sistema de signos quinesicos comprende los desplazamientos del actor y sus posiciones en el espacio escenico. Se trata principalmente de: . a) espacios sucesivos ocupados por relacion a otras acto res, a los accesorios, a los elementos del decorado, y a los 'f~t espectadores; , .";, ;:~;.)l: .. :.::~~~t· ..:.·'b) diferentes modos de desplazarse (marcha lenta, pre cipitada, vacilante, maJestuosa, desplazamiento a pie, en una ~,:;:~i~~:;) ".' .~carreta, en coche,en una camilla); c) entradas y salidas; .;;~;~ d) movimientos colectivos. :~~!.f.. ~"J......~;~} Estas categorfas del movimiento escenico del actor, con ·.'.1.,>,,~ \.~1"i'~~: sideradas desde el punto de vista semiol6gico, son suscepti "''\:, f!' bles de configurar los signos mas variados. Un personaje ....' ~.~~.sale de un restaurante (signo de sus relaciones con el res- ~~. taurante: es el dueno 0 el camarero, es cliente 0 simple ~~ mente ha entrado para ver a alguien). AI ver a otro personaje S'" .,en medio de la escena, se detiene bruscamente (deseo de no ,':" .)~ ;fentrar en comunicaci6n con este personaje), 0 bien se diri ge hacia el (deseo de establecer comunicaci6n). Aparece ;~{~J una tercera persona, y ambos interlocutores se separan pre cipitadamente (signo de su complicidad). El paso vacilante es signo de embriaguez 0 de extrema fatiga. La marcha hacia atras puede ser signo de reverencia exigido por el protocolo, de timidez, de desconfianza ante !i la persona que se aleja, 0 de afecto (el valor real de este ...,.1' . signo depende del contexto semioI6gico). La entrada del .;;~ actor (asf como su salida), de un lado 0 de otro, por la puer :'i;:;'t'~ ,\',:' '.:\t: ' ~1'~~;1J EI. SI(;~O EN EL TlOATRO ta 0 la ventana, procedente de debajo del escenario 0 sal tando por encima de las candilejas, .son algunos de los signos ntilizados por el dramaturgo 0 el dIrector de escena. En fih, los movimientos de grupos y multitudes pueden crear sig nos especificos, diferentes de la Sllma de signos configurados par movimientos individuales. Por ejemplo, la maicha lenta yapatica se convierte en signo de un poder amenazante, cuando la Bevan a cabo varias decena.s de individuos, en grupo, 0 procedentes de diferentes direcciones (el mismo signa, multiplicado por cierto nllmero de casos individuales, cambia de significado y obtiene un valor nuevo). 6. EL MAQUILLi\JE El maquillaje teatral esta destinado a destacar el rostro del actor que apareceen la escena bajo determinadas con diciones de luz. Contribuye, junto con la mfmica, a consti tuir la fisonomfa del personaje. Mientras que la mfmica, gra cias al movimiento de los musculos de la cara, crea sabre todo signos dinamicos, el maquillaje da lugar a signosque tienen un caracter mas permanente. A veces, esta en rela cion con otras superficies descubiertas del cuerpo, como las manos 0 la espalda. Utilizando tecnicas y materiales variados (pintura, l<ipices, polvos, masilIas, barnices, postizos), el maquiIIaje puede crear signos referentes ala raza, a la edad, al estado de salud, al temperamento. Generalmente se fun dan en signos naturales (color de la piel, blancura 0 color del rostro, Ifnea de los labios 0 de las cejas). Se puede Uegar, por medio del maquillaje, a dibujar un cOl'~junto de signos que pueden constituir un personaJe-tipo, por ejemplo, un varnpiro, una bruja, un borracho. Los signos del maquiIlaje (frecuen temente combinados con los del peinado y el vestuario) per miten tambien reflejar la personalidad hist6rica 0 contem por.illea. El maquiIIaJe como sistema de signos esta en relacion de interdependencia directa con la mfmica del rostro. Los signos de los dos sistemas se potencian mutuamente 0 se complementan, pero tambien ocurre que el maquillaje difi cuIta la expresi6n mimica del actor. Los profesionales del teatro conocen bien el maquillaje IIamado «de mascara», que SOLO USO ACADÉMICO lS8 TADEUSZ KOW1.'\N E.L SI(;NO EN ~:1. TEATRO inmovi1iza parcia1mente e1 rostro; la tecnica del maquiII~e Perez (personaje secundario), en maraja indio 0 en por'~~i' 139 tambien ha recurrido ocasionalmente a mascaras de goma. Todo esto nos I1eva a considerar cmil es la funcion propia mente dicha de la mascata en la semiologia del espectaculo teatral. A nuestro modo de ver, la mascara se vincula al sistema de signos del maquillaje, si bien desde e1 punto de vista mate rial puede considerarse parte de la indumentaria, y desde el punto de vista funcional, de la mimica. 7. EL PEINADO Como producto artesanal, el peinado se clasifica general mente en el ambito del maquillaje. Como fenomeno artistico pertenece al dominio del disenador del vestuario. En cual quier caso, desde el punta de vista semiologico, el peinado desempena generalmente un papel independiente del maqui llaje y el vestuario, un papel que resulta muchas veces decisivo. Por esta razon no nos hemos decidido a considerarlo como un sistema autonomo de signos. Por ejemplo, en Los fisicos [Die Physiker ] , de Durrenmatt, el espectador, advertido de que entre los personajes hay un pseudo-Newton, 10 reconoce desde el primer momento gracias a la peluca tipica del siglo xvn ingles; en tal caso, el maquillaje desempena un papel total mente secundario. El peinado puede ser el signo que indica la pertenencia a una determinada area geogr.ifica 0 cultural, a una epoca, a una clase social, a una generacion que se opone a las costumbres y habitos de sus padres. El pocier semiologico del peinado estriba no solamente en su estilo, en sus variantes his toricas y sociales, sino tambien en el estado mas 0 menos cui dado en que se encuentra. En relacion con el peinado, no hay que olvidar el papel semiologico que pueden desempenar la barba y el bigote, bien como complementos indispensables del peinado, bien como elementos autonomos. 8. EL VESTUARIO En el teatro, «e! habito hace al monje». El vestuario trans forma al senor Martinez (personaje principal) 0 al senor diosero parisino, en patricio de la Roma clasica 0 en capitim de navio, en cura 0 en cocinero. En la vida misma, el ves tuario es vehiculo de signos artificiales de gran variedad. En el teatro es el medio mas externo, el mas convencional, de definir al individuo humano. La indumentaria expresa el sexo, la edad, la pertenencia a una clase social 0 jerarquica particular (rey, papa), la nacionalidad, la religion; determi na, con frecuencia, una personalidad historica 0 contem poranea. Dentro de los llmites de cada una de estas catego rfas (y tambien fuera de elias), el vestuario puede expresar todo tipo de matices, como la situaci6n material del perso naje, sus gustos, ciertos rasgos de su caracter. El poder semi6 tico del vestuario no se limita a definir al que 10 lIeva. El ves tido es tainbien signo del clima (casco colonial), de la epoca historica, de 1a estacion del ano (sombrero de paja) , 0 del tiempo que hace (impermeable), dellugar (traje de bano, traje de alpinista), 0 de la hora del dia. En efecto, un traje correspon.de con frecuencia a muchas circunstancias a la vez, y habitualmente se asocia a signos de otros sistemas. En algunas tradiciones teatrales (Extremo Oriente, India, com media dell'arte), el vestuario, fijado por convenciones muy rigurosas, se convierte, como la mascara, en signo de tipos inmutab1es que se repiten de obra en obra y de generacion en generacion. Conviene subrayar que los signos del ves tuario, como tambien los de la mimica, del maquiI1aje 0 del peinado, pueden funcionar a1 reyes: el traje sirve para ocul tar e! verdadero sexo del personajc, su verdadera posicion social, su verdadera profesion, etc. Tambien pueden consi derarse todas las posibilidades del travestismo. 9. Los ACCESORlOS Los accesorios constituyen, por muchas razones, un sis tema autonomo de signos. En nuestra clasificacion pueden situarse entre el traje y el decorado, puesto que muchos casos ponen en relacion uno y otro sistema. Todo elemen to del vestuario puede convertirse en accesorio, siempre que desempene un papel especial, independientemente de SOLO USO ACADÉMICO 141 140 T ..\llEljSI. h.(J\\'/.,\:\ las hmciones semioll>gicas del vestido. Por t:jemplo, eI bas ton es Lin elemento indispensable del traje de un dandy en las cOllledias de Musset; sin embafgo, olvidado en el tocador de la dama cortejada, se convierte en un accesorio, de gra ves consecuencias. POl' otra parte, los limites entre decora do y accesorios son con frecuencia ditlciles de determinar. Un <lutom6vil es mas bien un accesorio en la escena terce ra de iHafstro Puntilla y sn tria'do Multi, pero se convierte en un elemento esencial en el decoraclo del primer acto de Knod!. El carromato de Madre Cor<~je es uno y otro en la obra de Brecht. Un conjunto pr{rcticamente ilimitado de o~jetos, exis tentes en la naturaleza y en la vida social, plleden transfor marse en accesorios de teatro. Estos accesorios, si no sign i fican mas que objetos presentesen la vida, son sigrl0s artiticiales de tales o1?jetos, signos en primer grado. Adem,ls de esta funci6n elemental, pueden, sin embargo, expresar ellugar, el momento, una circunstancia cualquiera en rC'1a ci()Il a los person,~jes que los usan (profesi6n, gusto, inlen ci6n), y estc seria su significado en segundo grado. La lin lerna encendida en ]a mano de un criado signitica que es de noche, la sierra'o el hacha son signos de un leilaclor, No obstante, hay casos en que los accesorios puede a1callzar un valor semiol6gico de grado mas elevado. La gaviota dise erda, accesorio en la obra de Ch~jov, es el signo, en primer grado, de una gaviota nmerta recielltemente; 1'1 misma gavio ta es el signo, en segundo grado (0 simbolo, ell lengu<lje mas corriente) de una idea abstracta (aspiraci6n frustra(!<I de libertad), que es a la vez el signo del estado de animo de los persol1<~jes de la obra. Para ser mas exaetos, diremos que el significado del signo en primer grado se vincula al sig nificado del signo en segundo grado, y este se vincula '11 significado en tercer grado, y asi sucesivamente (fen6me no de connotacion). 10. EL DECORI\DO La finalidad principal del decorado, sistema de sign os que puede IIamarse tambien dispositivo escenico, deco fL SIGNO EN EL TEATRO raci6n 0 escenografia, consiste en representar un lugar: Ingar geografico (paisaje de pagodas, mar, montana), lugar social (plaza publica, laboratorio, cocina, cafe), 0 los dos a la vez (calle dominada por rascacielos, salon con vistas a la torre Eiffel). El decorado, 0 uno de sus elementos, tam bien puede expresar tiempo: epoca hist6rica (templo grie go), estaci6n del ana (techos cubiertos de nieve), parte del dla (sol naciente, luna).Juntoa su funci6n semiol6gica de situar la accion en eltiempo, el decorado puede estar compuesto de signos que adquieren relacion con las cir cunstancias mas diversas. Trataremos de demostrar que el campo semio16gico del dec·orado teatral es casi tan amplio como el de todas las artes plasticas: pintura, escultura, arquitectura, artes decorativas. Los medios que usa el deco rador son de una gran diversidad. Su elecci6n depende de la tradicion teatral, de la epoca, de las corrientes artis ticas, de los gustos personales, de las condiciones mate riales del espectaculo. Hay decorados ricos en detalles y decorados que se limitan a algunos elementos esenciales, incluso a un solo elemento. En un interior burgues recar gado, cada mueble y cada objeto (tridimensional, pinta do en carton piedra) es el signo en primer grado de un objeto real, pero la mayor parte de ellos, no tienen signi ficacion individual en segundo grado; suelen ser la com binaci6n de varios signos de primer grado, y a veces su totalidad, 10 que constituye un signo en segundo grado, signo de un interior burgues. En el caso de que un deco rado teatral se limite a un solo elemento, a un solo signo, este se convierte automaticamente en signo de segundo grado, 0 incluso de tercer grado. EI valor semiol6gico de un decorado no depende, pues, directamente de la can tidad de signos de primer grado que tenga. Un signo ais lado puede tener un contenido semantico mas rico y mas denso que todo un conjunto de signos. La funci6n semio16gica del decorado no queda limitada a los signos implicados en sus elementos. El mo\Timiento de los decorados, la forma de colocarlos, 0 de cambiarlos, pueden aportar valores complementarios 0 aut6nomos. Un espectaculo puede prescindir totalmente del decorado, Su papel semiologico es asumido en este caso pOl' el gesto y el SOLO USO ACADÉMICO 142 T.-\l>U Sf [,()II /.\~ movimiento (expediente al que recunce espontaneamente ·:<i.'ci'''H la pantomima), por la palabra, el ruiclo, el vestu<lrio, los accesorios y tam bien la iluminacion. 11. LA rLL:MJ:'-<AcrC):'-< La iluminacion es un recurso bastante reciente (en Francia no fue introducicio hasta el siglo X\'II). Apro vechado principalmente para clestacar otras meciio~ de expresion. puede tambien tener lll1 valor semiol6gico aut6 noma. Gracias al extraordinario progreso en el uso de la electricidad, desde hace mas de un siglo, con sus meca nismos cada vez mas perfectos de distribuci6n y de con trol, la iluminacion teatral encuentra un uso cada vez mas amplio y rico desde el punto de vista semiol6gico, tanto en el escenario cubierto como en el espectaculo al aire libre, En primer lugar, la iluminacion permite delimitar el espacio escenico, las luces, polarizadas sobre una parte del escenrio, expresan ellugar inmediato de la acci6n. La 1m del proyector permite tambien el aislamiento de lIll actor 0 de un accesorio. Sin embargo, no solo se trau cie delimitar el lugar material, sino que tambien puede cles tacar a un actor 0 un objeto en relacion con su entorno: la luz se convierte entonces en signo de la importancia, momentanea 0 absoluta, del personaje 0 del objelo illl minados. Una funcion importante de la luz consisle en intensificar 0 modificar el valor del gesto. del movimien to, del decorado, e inclnso darles un v<llor semiol6gico nuevo; el rostro, el cuerpo del actor 0 un fragmento del decorado, son a veces «modelados» por la luz. El color poryectado por la luz tambien pllede desempeilarlln pape-I semiologico importante. Las proyecciones ocupan un lugar especialmente impnr tante. Por su funcionamiento se relacionan con el sistelll'l de iluminacion, pero su papel semiologico sobrepasa con mucho el de este sistema de signos. En primer lugar, h<\\' que distinguir la proyeccion ~ja de la proyeccion rnov!l. La primera puede completar 0 sustituir al decorado (imagen o fotografia proyectada), la segunda anade efectos din~)- II .~I(S() FS Fl. TF..-\TR() 143 miens (ll1(wimient0 de nubes, de olas. imitacion de la lIuvia n de la nie'"e). EI uso de la proyecci6n en el teatro con teI1lpor~lneo adopta formas muy variadas: se ha cOIwertido ell el medio tecnico para comunicar sign os que pertene cell a otros sistemas, e incluso situados mas alla de elios. POl' ejemplo. la proyeccion cinelnatognifica durante un espectacllio teatral debe ser analizada en princi-pio en el marco de la semiologfa del cine; el hecho de que esta pro \'ccci()l1 tenga Illgar es para nosotros un signo de grado c()ll1pl~jo: 0 trallscurre simultaneamente en otro espacio, 0 SOil slIellos de1personaje. I~. L\ \1(srC\ La 1ll1\sica. uno de los gt:andes dominios del arte, exigiria eswdios especializados para distinguir sus aspectos seman tims 0 semiol6gicos. Desde siempre, el valor significativo de 1<1 ··I/UIsj((/ de !Jrograma», de la mllsica «imitativa», es evi dente. Sin embargo. no es posible un metodo de analisis valido sino a partir de la investigacion semiol6gica de estruc turas fundamentales de la mllsica -ritmo, melodfa, armo nl<l-, basadas sobre relaciones de intensidad, duracion, altura 0 timbre de los sonidos. Estas investigaciones no han pasac10 de una fase preliminar. En 10 que se refiere a la I11tlsica aplicada al espectaculo, su funci6n semiologica es c<lsi siempre indudable. Se presentan problemas especffi cos y bastante dificiles cuando la ml"tsica es el punto de par tida del espeetaculo (opera, ballet). En el caso de que la I11tlsica acompaii.e al espectaculo, su papel consiste en subrayar, ampliar, desarrollar, 0 a veces desmentir los signos de otras sistemas, 0 bien reemplazarlos. Las asociaciones rft micas 0 melodicas ligadas a ciertos tipos de mllsica (minue lOS, marchas militares) pueden servir para evocar una deter minada atmosfera, el lugar 0 la epoca de la accion. La eleccion de un instrumento tiene tambien un valor semio l6gico para sugerir un espacio, un medip social, un ambien teo Entre los muchos usosque los directores de escena hacen de la mllsica, podemos evocar, por ejemplo. el tema musical que acompa11a las entradas y salidas de cada per SOLO USO ACADÉMICO 144 145 T,\IlFl:S/ kO\l·Z.\\i son,~je Yse convierte en signo (de segundo grado) de «lela uno de ellos, 0 el motivo musical que, asociados a esccnas retrospectivas, signitica el contraste presente-pasado. Un lugar especial ocupa la mllsica vocal, en la que los signos estan estrechamente ligados a los de la palabra y la c1icci6n (al igual que la palabra y eJ tono estan ligados en el lell gu<0e hablado). Sin embargo, la mllsica puede expresar a veces algo diferente del texto (por ejemplo, mllsica suave y texto agresivo). En un espectaculo de opera la labor del semiologo resuIta mas complicada, ya que los sign os musi cales se manifiestan simult:meamente en dos niveles: eI ins trumental y el vocal. Asi ocune, en cierta medid'l, ell 1,1 opereta y la canci6n. I~. Los F.FFCTOS SONOROS Lkg'lmos a la c'ltegoria de los ekctos sonoros del espec l,\culo que no pertenecen ni a Ia palabra ni ala llllisica: los ruidoso En principio hay toda una serie de signos natura les (ruido de pasos, chirriar de puertas, roces de accesorios y tr,~jes) que siguen siendo naturales en el espeetaculo. Son el resultado involuntario y secundario de la cOllluni caci(>n hecha por medio de otros signos, resultado que no se puecle 0 no se quiere evitar. S{>lo nos interesan los efec tos sonoros que, sienclo signos naturales 0 artificiales en la vida, son reproducidos artificialmente para los fines del espectaclllo, y que constitllyen eJ sistema de signos de los efectos sonoros. EI campo semiol6gico de los efectos sono ws es muy amplio, acaso mas que el llniverso de ruidos en la vida cotidiana. Los ruidos producidos en el teatro pueden expresar la hora (campanadas de un reloj), el tiempo que hace (lluvia), el Jugar (ruidos de coches, canto de p~jaros, voces de ani males domesticos), el movimiento (ruido deun coche que se aproxima 0 se aleja), la atmos fera de solemnidad 0 de inquietud (susurro de abejas, siren as) , pueden ser signos de fen6menos 0 de circuns tancias de 10 mas divers6. Los medios empleados para obte ner los efectos sonoros son variadisimos: desde 1£1 voz human a, que entre bastidores imita el canto del gallo, ""1.\ , I r \ ~ " • C" • ~" I E1. Slt;NO 1:::-1 EL TI:AfRO hasta toda cIase de procedimientos meca.nicos, como la ciota magnetof6nica, que ha producido una verdadera revoluci6n en este ambito. De un lado, permite la graba cion y recogida de los ruidos naturales mas peculiares, y de otro, hace posible un verdadero trabajo creador, asi como las experiencias mas audaces para conseguir signos que estin entre los limites de la musica y la palabra. Un texto hablado, grabado en una cinta magnetof6nica y repro ducido al reves, (no es un tipo de balbuceo en forma de . ruido? Cuando se consideran en conjunto los trece sistemas de signos que acabamos de presentar, es posible encontrar cri terios que permitan una cIasificaci6n mas sintetica. Los sis temas 1 y 2 se refieren al texto hablado; el 3, 4 y 5, a la expresi6n corporal; 6, 7 Y 8, a la apariencia externa del actor; 9, 10 Y 11, a la configuraci6n del espacio escenico; 12 y 13, a los efectos sonoros no articulados, 10 que da lugar a cinco grandes grupos de signos. Observemos que los ocho primeros sistemas (tres grandes grupos) conciernen direc tamente al actor. Otra cIasificaci6n permite distinguir signos auditivos y signos visuales. Los dos primeros y los dos ultimos sistemas de nuestra cIasificacion -palabra, entonaci6n, musica y efec tos soooros- se refieren a signos auditivos (sonoros 0 acus ticos), mientras que el resto son signos visuales (u 6pticos). A esta cIasificaci6n, fundada sobre el criterio de percep cion de los signos, se remite la que los situa por relacion al tiempo y al espacio. Los signos auditivos actuan en el tiem po. El casu de los signos visuales es mas complejo: unos (maquillaje, peinado, vestuario, accesorios, decorado) son en principio espaciales, los otros (mimica, gesto, movi miento, iluminacion) funcionan, habitualmente a la vez, en el espacio y en el tiempo. Aplicando la distincion que concierne a la percepcion sensorial de los signos (auditivos-visuales) a la que proce de de considerar su agente emisor, obtenemos cuatro gran des categorias: signos auditivos emitidos pOI' el actor (sis temas 1 y 2), signos visuales localizados en el actor (3, 4, 5, 6, 7 Y8), signos visuales externos al actor (9, 10 Y11), Ysig nos auditivos externos al actor (12 y 13). , SOLO USO ACADÉMICO 147 146 1 paJabra 2 tono texto oral signos auditiyos tiempo s~nos au itivos (actor) 3 mimica 4 gesto 5 movimiento expresi6n corporal actor signos visuales espacio y tiempo ------- espacio signos visuales (actor)6 maquillaje 7 peinado 8 vestuario apariencia externa del actor 9 accesorios 10 decorado 11 illiminaci6n caraeteristicas del espacio escenico externos ------- espacio y tiempo signos visuaJes (extemosaJ actor) 12 musica 13 efectos sonoros efectos sOIloros no articlilados al actor signos auditivos tiempo signos . visuaJes (extemos at autor) TADEUSZ KOWZAN t'f~l H. S!(;NO ~:N H. T~ATRO respecto a los diferentes sistemas de signos). En el ballet y los interludios bailados, el coreografo es el creador princi pal de los signos del gesto y del movimiento. Despues de estas tentativas para sistematizar los feno menos semiologicos del espectaculo teatral, conviene insis tir en el hecho de la intercambiabilidad de los signos entre diferemes sistemas. Este problema se nos ha presentado al analizar alguno de los sistemas. La palabra, en primer lugar, tiene la posibilidad de reemplazar la mayor parte de los sig nos pertenecientes a otros sistemas. El gesto va en segundo lugar. Sucede, sin embargo, que los signos mas materiales, los del decorado y el vestuario, por ejemplo, se sustituyen unos a otros. «Algun hombre tendra que representar la pared: es preciso que se cubra de yeso, de escayola 0 de cal, para simular el muro; y despues, que ponga los dedos asi, y Piramo y Tisbe susurraran a traves de la abertura», dice Bottom en El sueno de una noche de verano (acto III, escena 1) 10, Yefectivamente el traje de Groin sera un elemento del deco rado: ,'Esta cal, estos cascotes y estas piedras os mostraran que soy realmente un muro. Es la verdad», afirma (acto V, escena 1) 1I. En otras representaciones, los actores hacen dobletes, poniendo sus caras en el hueco de un papel en el que ingeniosamente estan dibujadas sus siluetas. En este caso, un elemento del decorado sustituye al vestuario. Observemos de paso que hay un teatro de signos equi vocos, de doble sentido, conscientemente embrollados 0 hermeticos, tanto en el nivel verbal como en otros sistemas, signos susceptibles de ser interpretados de modos diversos.. Un decorado puede significar a la vez un bosque y las bove das de una catedral (par un gusto artistico de simplifica cion, por razones practicas, para crear un sentido comple 10 «Some man or other must present Wall; and let him have some plaster, or some loam, or some rough-cast about him to signify Wall; or let him hold his fingers thus, and throught that cranny shall Pyramus and Thisbe whisper. .. » (w. 52-57). II «This loam, this rough-cast, and this stone doth show That I am that same wall; the truth is so» (w. 159-160). Tambien es posible clasificar los signos y sus sistemas aten diendo a la voluntad del sujeto que los emite, es decir, segun las personas que los crean por su propia voluntad, ya que todo signo artificial implica un creacion voluntaria. En primer lugar tenemos al autor dramatico: eI es inicialmente el crea dor de los signos verbales, y puede sugerir, desde el mismo texto, 0 participando en los ensayos, signos pertenecientes a otros sistemas. £1 director de escena es, en nuestros dias, el arbitro todopoderoso del especticulo, y puede crear 0 supri mir signos de cualquier sistema (incluido el verbal, haciendo cortes, cambios 0 aiiadidos al texto). El actor determina, de modo mas 0 menos independiente) los signos de entona cion, la mimica y el gesto; tambien, aunque parcialmente, los signos de movimiento escenico, y a veces los de maqui llaje, peinado 0 vestuario. El papel del decorador (llamado tambien autor del dispositivo escenico, 0 escenografo) con :':'~';i siste en crear los signos del decorado, los accesorios, y a veces '\";'~~"I la iluminacion; el mismo, 0 sus colaboradores espe.cializa dos, crean los signos del traje, del peinado, del maquillaje. Para tal 0 cual disposicion del espacio escenico, el decora dor puede sugerir los signos de movimiento. Por fin, el com positor, por no hablar mas que de los principales co-autores "'I del especticulo teatral, crea los signos musicales y, eventual mente, los efectos sonoros; en el caso de la musica de ballet o de la pantomima, el compositor inspira los signos de movi miento del actor (como el autor del texto dramatico 10 hace SOLO USO ACADÉMICO .' ... ·';1.~~~~'~ti. 148 TADEUSZ K()W'l~" ./;:!.;'>,:~.-J H, SI(;:-;O ~:N J::L H:ATRO 149 (.J'\J'i _ '"A.'~:"' '~'~'_.;. :r ,-•• :>::~"-\"""~" jo) . Un traj~ puede t~ner elementos me.zc1ados de los dos' ;':-/~)~J sexos y de dlferentes epocas. Un determmado efecto sono-' ><1~\t:.~, ro puede expresar al mismo tiempo ellatir del corazon de ,.;:',;/;{;g:) un personaje y el sonido de los tambores de un ejercito, e:;:,:;f¥1~~::S inc1usopuede pasar de un sentido al otro. :;::,)!~':~;~;:~: EI problema de la percepcion y de la interpretacion de los·. ':,~;J~{/fl "', "''l'l,''!'''f' signos merece ser analizado con los metodos de la teorla de ::'.~~!\>;,t la informacion.' Donde existe un sistema de signos, debe" >p;:~;'i existir un codigo. Los codigos de los signos empleados en el.:7-<0~3tteatro nos son proporcionados por la experiencia individual':V/_:;;~J o social, por la instruccion, por la cultura literaria 0 artisti- ·:/'tJ;1£ ca. Hay tipos de espectaculos en los que es necesario el cono- .~.i':~~;~f cimiento de un codigoespecial (0 varios codigos especia-:::A~~~Ul les). Tomemos, para ir al centro de la cuestion, el ejemplo -,:~:).~>f[.'j de un, s.ord? 0 un ci.e~o; q,ue asist~n a una ~~present~cion:n;1~;i dramattca: este perClblra solo los slgnos audltlvoS, aguel los J,·~~):kc.1 , .. ", " '''1:' signos visuales. El ejemplo de un espectaculo en lengua.;.. ;§~;gt;t extranjera es mas matizado (grado de conocimiento de la':cUX,I obra representada). En todos los casos, el numero y el valor ;/,-':.:J.:a de los signos emitidos varian segu.n la cultura general del;.f.Uf~·'~ espectador, su conocimiento de los medios y de las costum-:~~C:lid bres que se representan, el grado de su fatiga, de su com- .';~:;;{';-I promiso con 10 que pasa en la esceha, su capacidad de con-\"':)':/~ centracion, la cantidad de signos emitidos simultaneamente·:;;;:}::f ' (problema de economia de los signos, sobre el que volvc- .d(t\t remos), las condiciones de transmision de los signos (por '::~:')~~i't e~emplo, la mala diccion de un actor, 0 la iluminaciol: defi- ,.~:~:~;;~;;' Clente), en fin, el lugar ocupado por el espectador, lllme-···t;~:l. • ,' ... J); diatamente despues del foso de la orquesta 0 en el anfitea- ':~{{'t tro, 10 que diferencia sus posibilidades de ver y entender,;,,:::r?J diferenciadas ya a priori por su propias capacidades audi tivas,::;}i~t y visuales..Sin embargo,. estas consideraci?n~scorrell.' el ries- .i..',~.;.l go de aleprnos demaslado del tema prmClpal de nuestra'~Se] investi?,aci0r:, ya que r~mite~ ala teoria de la informacion, ::~f'j:;I-f a la pSlcologla y a la fislOlogla del espectador. ,;>~.·i·j Desde el punto de vista de la semiologia teatni.l, es de':'E:',.!.. importanci.a capital el problema de l~ economia d~ lo~ sig- "':~; ; nos comulllcados a 10 largo del espectaculo. La prodlgahdad ,i;./ ( y la ecor:omia semiologicas cons?,tuyen los dos polos. Antes ·' ..;1 del comlenzo de la representaClon, el espectador contem-:~.H pia el telon pintado, que Ie informa sin equlvocos sobre eI Ingar Yepoca de la obra. Unas compases de musica confir man que estamos en los tiempos de Offenbach. Se levanta d telon, un enorme calendario sobre el foro nos indica la fecha exacta, y una de las primeras replicas del personaje de la obra da una informacion aun mas valiosa: "Estamos en mil ochocientos... » En otra representacion, mientras' que los actores hablan y se desplazan en escena, un «periodito lumi noso» corre por enciema de sus cabezas, y al mismo tiempo ~e proyectan imagenes en una pantalla, de modo que resul ta practicamente imposible seguir simultcineamente los tres planas. En tan excelente espectaculo, el director de esce na no se ha limitado a represet).tar el lugar y el ambiente de la accion dramatica (un manicomio), haciendo que algu noS enfermos se paseen, sino que situa decenas de ellos en todos los rincones del decorado, construido en distintos niveles, y durante toda la representacion les hace emitir ruidos y expresar gestos de 10 mas elaborado. La prodiga lidad de signos es enorme, y esta al servicio de un fin artis tico indudable. EI derroche semiologico puede presentar se bajo formas muy diversas: duplicando 0 multiplicando el mismo signo, yuxtaponiendo signos de significado iden tieo 0 proximo, reposicion reiterada de los mismos signos, emision simultanea de un gran numero de signos, seme jantes a diversos, de los que el espectador solo puede veT una parte. Es fadl constatar que la noci6n de redundancia, toma da de la teoria de la informacion, no explica todos los pro blemas relativos a 10 que llamamos prodigalidad 0 exceso de signos del espectaculo. Una escena casi vacfa, telones negros y una tarima. La compania de actores entra como un equipo homogeneo con monos de trabajo. Un actor se destaca, toma un som brero, un baston y se pone a hablar; e1 personaje est.a hecho. La luz del proyector destaca a otro comediante que avanza y lanza una replica. Poco a poco, con algunos accesorios y otros pormenores de vestuario, can la palabra y el movi miento, todo ese pequeno mundo empieza a vivir, a discu tir, a sufrir, a disfrutar. Esta sena una puesta en escena suma mente austera, en la que la economia semiologica permite dar relieve a cada uno de los signos, e imponerle una fun SOLO USO ACADÉMICO 150 151 " TADEUSZ KOWI_\N cion que habitualmente esta repartida entre varios signos de varios sistemas. Entre estos dos extremos, prodigalidad y austeridad, se situa el problema de la economia de los signos, la cual exige que no se multipliquen ni se repitan sin necesidad seman tica 0 artistica, y que, ante una gran cantidad de signos comunicados simultaneamente (exigencia de la obra dra matica 0 del estilo de la puesta en escena), el espectador :i~ pueda seleccionar con facilidad los mas importantes, los :,if que son indispensables para la comprensi6n de la obra iij~ representada, Tras reflexionar sobre los variados analisis y numerosos ejemplos sacados de los diferentes sistemas de signos, es preciso que reconsideremos el problema del signo teatral en ~~~'''.~J".''':.i-'-':~; general, y sobre todo las relaciones entre el significado y el significante. Hemos aceptado como punto de partida el esquema saussureano de dos componentes del signo: sig nificante-significado. tComo se adapta este esquema, con cebido para las necesidades de la lingiiistica, a las exigencias del signa teatral, signo que se inscribe en dominios semio logicos extremadamente amplios? Determinado efecto sonoro es signo de lluvia. El sonido emitido por un agente sonoro (una chapa) es en este caso el significante, la idea de que llueve es el significado. Sin embar go, la lluvia puede ser representada (significada) en el teatro de mUltiples maneras, por medio de diferentes sistemas de sig nos: la luz (proyecci6n), el vestuario (impermeable y capu cha), por accesorios (paraguas), gestos (el actor se sacude al entrar), el peinado (cabellos mojados), la musica, y sobre todo, la palabra. Hay, pues, diferentes signos (simultaneos, sucesivos 0 virtuales), diferentes significantes, pero el signi ficado es siempre el mismo: «l1ueve». (Sin olvidar que cada . line de estos signos puede tener un valor semiol6gicD suple mentario, por ejemplo, la entonacion particular para pro nunciar la palabra «llueve», el gesto que representa a un hombre rustico 0 a un caballero distinguido). Tomemos otro 1'. ejemplo. La idea de hombre inculto puede representarse en ~ ': un personaje teatral mediante muchos signos: palabra, ento naci6n, gesto, movimiento, peinado> vestuario, accesorios. Su significado es «hombre sin cultura». En el acto quinto de EL SIGNO EN EL TEATRO Pigmalion, de G. B. Shaw, el senor Doolitle llega a casa de la senora Higgins. Esta vez el basurero esta vestido como un adinerado burgues: levita, chaleco blanco y sombrero de copa. El actor que representa este papel se sienta en una butaca, deja su sombrero de copa en el suelo, a su lado, y enciende un puro. En el transcurso del dialogo quiere sacu dir la ceniza de su cigarro, vacila unos instantes y, a falta de cenicero, se sirve de su chistera. Su gesto significa: 1) que quiere sacudir la ceniza del cigarro, 2) que no sabe de bue nas maneras, y 3) que quiere ser considerado como un gen tleman. He aqui un signo, un significante, y tres significados superpuestos, 0 como hemos dicho otras veces para simpli ficar, un signa en primero, en segundo y en tercer grado. Acabamos de aludir <il caso en el que varios signos tienen el mismo significado, y al caso en el que un solo signo tiene varios significados superpuestos. Conviene anadir un caso mas complicado, en el que .el espectador se ve obligado a relacionardos 0 mas signos pertenecientes a diferentes sis temas, para descubrir un significado compuesto (0, en otra nomenclatura, un signo complejo). Un grupo de manifes tantes atraviesa la escena con las manos vadas, mientras se proyectan en una pantalla diferentes es16ganes. Hay varios signos procedentes de dos sistemas (movimiento y decora do proyectado), con diferentes significan tes y significados; solo asociando estos signos con sus significados alcarizamos el significado compuesto (el signo en grado X): las gentes se manifiestan con pancartas, y exigen la realizacion de sus peticiones. Otra combinacion: el actor queda inm6vil sobre la escena, mientras que sus palabras son difundidas por un altavoz, y su cara se muestra articulandolas en la proyec cion de una pelicula. Ademas de los signos emitidos en cada uno de los sistemas, el signo de grado X, 0 significado com puesto, que resulta de la asociaci6n de los tres elementos, es un «mon6logo interior», Los ejemplos citados muestran ampliamente la complejidad del signo teatraL La nocion de connotacion (Hjelmslev, Barthes) puede ayudarnos a resolver ciertos problemas, pero resulta ineficaz en los casos mas complicados. El desarrollo de las investigaciones sobre los sistemas particulares de signos y sobre los diferentes generos de es SOLO USO ACADÉMICO TADEUSZ KOWZAN 152 153 pectaculos permitiran clarificar y precisar las caracteristi cas teoricas del signo. Es posible que en un futuro proxi mo se logre una sfntesis de todo esto, es decir, la realiza cion de una semiologfa del arte del espectaculo. Si nos hemos atrevido a esbozar esta vision general (si bien limitada a ciertos tipos de espectaculo), ha sido con la esperanza de que pueda animar y facilitar el desarrollo de investigaciones practicas, sin las cuales ninguna sfntesis valida seria reali zable. Las observaciones aquf propuestas pueden rendir un servicio al analisis cientifico de la representacion teatral, si bien en nuestros dfas se impone un analisis verdaderamente cientifico y comparativo del fenomeno teatral. El coloquio de Royaumont sobre teatro contemporaneo, organizado y dirigido porJean Jacquot en noviembre de 1966, constitu yo una de las primeras tentativas en este sentido. Durante los debates se puso de manifiesto como la gente interesada seriamente por el problema -investigadores, universitarios, directores de escena, criticos- necesitan de un metodo que les permita un esfuerzo colectivo eficaz. Nos parece que el metodo semiologico se ajusta perfectamente, como punto de partida, a este tipo de investigacion, teniendo en cuen ta ademas que las tecnicas existentes, cine y magnetofono, proporcionan los medios para examinar una y otra vez, tanto para los signos visuales como para los signos auditivos, cada fragmento de una representacion. La aplicacion del metodo semiologico al analisis del espectaculo necesita la elaboracion de algunos principios metodologicos y, en primer lugar, la determinacion de la unidad significativa (0 semiologica) del espectaculo. Si se considera la falta de acuerdo entre los linguistas sobre la unidad semantica de la lengua (~monema?, ~palabra?, ~frase?, ~enunciado?), se puede suponer la dificultad que entraiia esta tarea en el teatro. Es preciso determinar la unidad significativa para cada sistema de signos, y a conti nuacion encontrar un rasgo comun a todos los signos emi-' tidos al mismo tiempo. Podriamos postular a priori la siguien te definicion, a partir de la nocion de tiempo: la unidad semiologica del espectaculo es un segmento que contiene todos los signos emitidos simultaneamente, segmento cuya duracion es igual a la del signo de menor duracion. Esto Seminl'riO Multic!i6Giplin"riO J06l: r.. ... ,lio Gon""lc>: 5MJL racu1tl'J de t11l"'Zlnid,.dc~ UfR·Rf .t., ., :',." puede llevar en la practica a una atonUzacion excesiva de las unidades del espectaculo, y quizas fuera necesario intro ducir una distincion entre las unidades pequeiias y las gran des unidades (sobre todo en el nivel de la palabra y de los signos quinesicos). Ademas de sus funciones pragmaticas, y de las posibili dades que es capaz de ofrecer a los estudios teatrales, la investigacion semiologica abre vastos horizones desde el punto de vista teorico en el ambito del espectaculo. La con frontacion de signos heterogeneos en el seno de u'na e~tl dad artistica, en un tiempo y un espacio relativamente limi tados, signos cuyas interdependencias son numerosas y diversas, 05Ifga a buscar soluclOnes teoncas y a sacar con- cluslOnes que seran vahdas para ersrgno en su~ectos mas amphos poslbles. £1 estudio semioT6gico del especta cUiO puetlc:cmrverrtrse en el terreno de pruebas privile giado para la elaboracion de una semiologfa general. Gracias a la necesidad de enfrentar sistemas de signos variados, la semiologfa del arte del espectaculo puede convertirse en la piedra de toque de una ciencia general de los signos. EL SIGNO EN EL TEATRO SOLO USO ACADÉMICO
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