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El internet de las cosas - Santiago (1)

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El internet de las cosas “IoT” aplicado al hogar inteligente
De un tiempo para acá venimos oyendo hablar de un nuevo amanecer en la tecnología: el internet de las cosas. Un mundo de objetos interconectados, de ciudades y hogares inteligentes, de aplicaciones y servicios automáticos. Los ejemplos de este futuro digital son tan inagotables como la imaginación de sus exponentes. Los más convencionales se relacionan con el hogar: cortinas que interpretan la luz del día para abrirse o cerrarse, lavadoras que pueden interactuar con la ropa para reportar el estado de desgaste de ésta, y neveras que reportan directamente los alimentos que están por caducar o que hacen falta. 
También hay ejemplos más complejos, que involucran un mayor grado de interacción entre la persona y la máquina, y entre éstos y los entornos sociales: un profesor se encuentra enfermo y avisa a la universidad donde trabaja que no se presentará a clase. La universidad envía esa información a los estudiantes y, a través de un sistema que integra dispositivos conectados a la red, cambia la agenda de los estudiantes, cambia la hora de sus despertadores e incluso programa la cafetera para una hora más tarde.
Parece prematuro adentrarse en esta discusión cuando todavía internet es una tecnología joven y su desarrollo y regulación enfrentan tantas incertidumbres. Más aún en América Latina, donde la inclusión ni siquiera alcanza el 50% y los computadores portátiles y los teléfonos móviles siguen siendo artículos costosos. Sin embargo, la atención que los medios de comunicación vienen prestándole al tema y la inclinación de la gente por consumir innovación tecnológica –ya sea a manera de noticias o de productos como tal, amerita hacer una revisión más desapasionada. 
La falta de información sobre el internet de las cosas (IoT) es similar al de los otros desarrollos tecnológicos que afectan al día a día de las personas.
Uno de los grandes obstáculos que impide el crecimiento del internet de las cosas (IoT) es la falta de privacidad que esto genera ya que la intimidad de las personas puede verse realmente afectada dado que esta tecnología induce a estar permanentemente conectados, localizables y no están exenta de riesgos como posibles “hackeos” y robos tanto físicos como de datos en un mundo en el que converge lo físico con lo digital.
Otro de los retos que aún subsisten es en materia de infraestructura, dependencia de procesos “internet” y energía eléctrica.
Una de las grandes barreras es la falta de conocimiento y el temor de que las personas queden totalmente obsoletas, ya que la propagación de esta tecnología puede tener como resultado personas más ambiguas a la hora de realizar ciertas tareas.
 
Que es el IoT (Internet of Things).
Internet de las cosas (IoT), algunas veces denominado "Internet de los objetos", lo cambiará todo, incluso a nosotros mismos. Si bien puede parecer una declaración arriesgada, hay que tener en cuenta el impacto que Internet ha tenido sobre la educación, la comunicación, las empresas, la ciencia, el gobierno y la humanidad . Claramente Internet es una de las creaciones más importantes y poderosas de toda la historia de la humanidad. Ahora debemos tener en cuenta que IoT representa la próxima evolución de Internet, que será un enorme salto en su capacidad para reunir, analizar y distribuir datos que podemos convertir en información, conocimiento y en última instancia, sabiduría. En este contexto, IoT se vuelve inmensamente importante.
 Ya están en marcha proyectos de IoT que prometen cerrar la brecha entre ricos y pobres, mejorar la distribución de los recursos del mundo para quienes más los necesitan y ayudarnos a comprender el planeta para que podamos ser más proactivos y menos reactivos. Aun así, son varias las barreras que amenazan con retrasar el desarrollo de IoT, como la transición a IPv6, el establecimiento de un conjunto de normas en común y el desarrollo de fuentes de energía para millones (incluso miles de millones) de sensores diminutos. Sin embargo, mientras que las empresas, los gobiernos, los organismos normativos y las áreas académicas trabajan conjuntamente para resolver estas dificultades, IoT prosigue su camino.
¿Qué es el ipv6?
Cuando utilizamos Internet para cualquier actividad, ya sea correo electrónico, navegación web, descarga de ficheros, o cualquier otro servicio o aplicación, la comunicación entre los diferentes elementos de la red y nuestro propio ordenador o teléfono, utiliza un protocolo que denominamos Protocolo de Internet (IP, Internet Protocol).
En los últimos años, prácticamente desde que Internet tiene un uso comercial, la versión de este protocolo es el número 4 (IPv4 ).
Para que los dispositivos se conecten a la red, necesitan una dirección IP. Cuando se diseñó IPv4, casi como un experimento, no se pensó que pudiera tener tanto éxito comercial, y dado que sólo dispone de 2^32 direcciones (direcciones con una longitud de 32 bits, es decir, 4.294.967.296 direcciones), junto con el imparable crecimiento de usuarios y dispositivos, implica que en pocos meses estas direcciones se agotarán.
Por este motivo, y previendo la situación, el organismo que se encarga de la estandarización de los protocolos de Internet (IETF, Internet Engineering Task Force), ha trabajado en los últimos años en una nueva versión del Protocolo de Internet, concretamente la versión 6 (IPv6), que posee direcciones con una longitud de 128 bits, es decir 2^128 posibles direcciones (340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456), o, dicho de otro modo, 340 sextillones. 
IoT en el presente.
Al igual que con varios conceptos novedosos, las raíces de IoT se pueden remontar al Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
En 2003, había aproximadamente 6,3 mil millones de personas en el planeta, y había 500 millones de dispositivos conectados a Internet.3 Si dividimos la cantidad de dispositivos conectados por la población mundial, el resultado indica que había menos de un dispositivo (0,08) por persona. 
De acuerdo con la definición de Cisco IBSG, IoT aún no existía en 2003 porque la cantidad de cosas conectadas era relativamente escasa, dado que apenas comenzada la invasión de los dispositivos omnipresentes, como los smartphones. Por ejemplo, el Director General de Apple, Steve Jobs, no presentó el iPhone sino hasta el 9 de enero de 2007 en la conferencia Macworld.4.
El crecimiento explosivo de los smartphones y las tablet PC elevó a 12,5 mil millones en 2010 la cantidad de dispositivos conectados a Internet, en tanto que la población mundial aumentó a 6,8 mil millones, por lo que el número de dispositivos conectados por persona es superior a 1 (1,84 para ser exactos) por primera vez en la historia.
IoT como la red de redes.
Actualmente, IoT está compuesta por una colección dispersa de redes diferentes y con distintos fines. Por ejemplo, los automóviles actuales tienen múltiples redes para controlar el funcionamiento del motor, las medidas de seguridad, los sistemas de comunicación y así sucesivamente. De forma similar, los edificios comerciales y residenciales tienen distintos sistemas de control para la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado, la telefonía, la seguridad y la iluminación . A medida que IoT evoluciona, estas redes y muchas otras estarán conectadas con la incorporación de capacidades de seguridad, análisis y administración. Esta inclusión permitirá que IoT sea una herramienta aún más poderosa.
¿Por qué es tan importante IoT?
Antes de que podamos ver la importancia de IoT, es necesario comprender las diferencias que existen entre Internet y World Wide Web (o web), términos que suelen utilizarse indistintamente. Internet es la capa física o la red compuesta de switches, routers y otros equipos. Su función principal es transportar información de un punto a otro, de manera veloz, confiable y segura. La web, por otro lado, es una capa de aplicaciones que opera sobre la superficie de Internet. Su rol principal es proporcionar una interfaz que permite utilizar la información que fluyea través de Internet.
En este contexto, IoT adquiere gran importancia porque se trata de la primera evolución real de Internet (un salto que conducirá a aplicaciones revolucionarias con el potencial de mejorar drásticamente la manera en que las personas viven, aprenden, trabajan y se entretienen). IoT ya ha logrado que Internet sea sensorial (temperatura, presión, vibración, luz, humedad, estrés), lo que nos permite ser más proactivos y menos reactivos. Además, Internet se expande hacia lugares que, hasta el momento, eran inalcanzables. Los pacientes ingieren dispositivos de Internet que ingresan a su cuerpo para ayudar a los médicos a diagnosticar y determinar las causas de ciertas enfermedades. Es posible colocar sensores pequeñísimos en plantas, animales y fenómenos geológicos y conectarlos a Internet. En el otro extremo del espectro, Internet viaja al espacio por medio del programa Internet Routing in Space (IRIS) de Cisco.
Diferencia entre la domótica y el IoT (Internet of Things).
Domótica.
La domótica es un conjunto de sistemas y/o tecnologías que permiten la automatización de casas, oficinas, edificios, depósitos, etc. Con el propósito de conseguir mejores condiciones de habitabilidad y bienestar.
Estos sistemas pueden ser:
a)	Seguridad:
•	Cableadas y/o inalámbricas.
•	Alarmas autónomas, con reportes o monitoreadas.
b)	Controles de acceso:
•	Autónomos y/o con comunicaciones.
•	Controles con pestillo, cerraduras independientes.
•	Accesos con tarjeta, con tags, utilizando las huellas y/o reconocimiento facial.
c)	Cámaras:
•	Cámaras de CCTV.
•	Cámaras HD.
•	Cámaras IP.
•	Cámaras ocultas.
•	Sistemas híbridos.
d)	Gestión eficiente del uso de energía:
•	Manejo automático de luces.
•	Control de temperatura en los ambientes.
e)	Aplicaciones de confort:
•	Manejo de luces / escenarios.
f)	Entretenimiento:
•	Música centralizada en todos los ambientes.
•	Centros de entretenimiento. (Cine – TV).
g)	Comunicaciones:
•	Redes inalámbricas.
•	Cableado estructurado.
•	Telefonía.
La domótica aporta valor añadido en diversas actividades de la vida cotidiana, bien sea simplificando tareas, mejorando la eficiencia u ofreciendo nuevos servicios:
h)	Ahorro energético: 
Racionalizando el consumo de energía eléctrica y del agua y gestionando la producción energética si se realiza.
i)	Comodidad:
Control de las condiciones de habitabilidad, como la temperatura, humedad, iluminación, calidad del aire, etc.
j)	Seguridad: 
Controlando no solo el acceso de intrusos, sino también la seguridad de los habitantes del hogar (niños, ancianos, etc.).
k)	Comunicaciones: 
Integrando los distintos sistemas de comunicación utilizados en el hogar.
l)	Ocio, tele-educación y tele-asistencia: 
Integrando las infraestructuras de comunicaciones utilizables en el hogar para proporcionar servicios en estas áreas. 
IoT (Internet of Things).
El internet de las cosas (IoT) es un concepto que se remonta a finales del siglo pasado, vinculando la conexión de internet con los objetos cotidianos, pero cada día que avanza más la tecnología cobra más fuerza en el segmento de innovación. Esta conexión objeto a objeto o multiobjeto con diferentes protocolos de comunicación, abre un campo inmenso de aplicaciones en la vida cotidiana y un nuevo enfoque de acción-reacción en sucesos que no siempre tienen que intervenir humanos.
El concepto es simple, tomemos cualquier objeto cotidiano y vinculémoslo con la red, con sus utilidades y con la multiplicidad de usos que pueda tomar dicho objeto en la interconexión con la comunicación con terceros. Desde las transferencias o interconexiones vía Wi-Fi, a protocolos de comunicación mucho más complejos, nos podemos encontrar desde las zapatillas de deporte inteligentes que monitorizan nuestro running, a aplicaciones en biomédica que controlan cómo un marcapasos funciona correctamente y prevé situaciones críticas en el paciente según los datos que extrae.
En este contexto, IoT adquiere gran importancia porque se trata de la primera evolución real de Internet (un salto que conducirá a aplicaciones revolucionarias con el potencial de mejorar drásticamente la manera en que las personas viven, aprenden, trabajan y se entretienen). 
IoT ya ha logrado que Internet sea sensorial (temperatura, presión, vibración, luz, humedad, estrés), lo que nos permite ser más proactivos y menos reactivos. Además, Internet se expande hacia lugares que, hasta el momento, eran inalcanzables. Los pacientes ingieren dispositivos de Internet que ingresan a su cuerpo para ayudar a los médicos a diagnosticar y determinar las causas de ciertas enfermedades. Es posible colocar sensores pequeñísimos en plantas, animales y fenómenos geológicos y conectarlos a Internet.
Diferencias.
Aquí es donde muchas personas se confunden un poco con el concepto de domótica, algo que se popularizó junto con el IoT. La domótica es un conjunto de sistemas capaces de automatizar los servicios como la comunicación, energía, etc. Todo esto en una casa, edificio o un lugar habitable por las personas. Por ejemplo, si el sol pega por la ventana del norte, la cortina se coloca de forma automática para cubrir esa parte de la casa, o en cuanto se va la luz del sol los focos se encienden en ciertas partes de la casa.
La domótica busca automatizar respuestas o movimientos de ciertos elementos que faciliten y mejoren la vida de las personas mientras que el IoT busca la comunicación de los elementos electrónicos, sensores, actuadores y de casi cualquier dispositivo. No están peleados los conceptos, de hecho, pueden trabajar juntos, pero no son la misma cosa. 
Principales características.
El Internet de las Cosas es una peligrosa espada de doble filo ya que puede llevar a diseñadores y expertos a un problema de enfoque. Las "cosas" o productos finales, pueden adoptar fácilmente gran variedad de formas y es precisamente esta variabilidad la que se convierte a la vez en una bendición y una maldición.
Características clave que forman parte del Internet de las Cosas
Software y Hardware.
a)	Software y Hardware.
La combinación software y hardware proporciona esa "chispa inteligente" que hace que un producto de toda la vida se convierta en "Smart" o inteligente.
Sin embargo, esta combinación puede darse de diferentes formas. Por poner un ejemplo, prácticamente la totalidad de los wearables funcionan en combinación con un Smartphone en el cual delegan las tareas de computación propiamente dichas, mientras que por ejemplo el termostato Nest posee la suficiente potencia como para poder asumir él mismo, las tareas de Inteligencia Artificial (que al fin y al cabo no deja de ser poder de cómputo).
 
b)	La conectividad.
La conectividad es mucho más que poner un módulo WiFi y subir información a Internet, es precisamente la conectividad lo que dota al Internet de las Cosas de toda su potencia. La conectividad permite compatibilidad y acceso a la red, sea cual sea el medio que le rodea. Gracias a ella, podemos consumir y producir datos indistintamente de si estamos en una ciudad o un pueblo, si nuestra caldera es de una marca u otra o de si nuestra compañía suministradora de Internet empieza por O o M. 
c)	Sensibilidad.
Gracias a nuestros sentidos y capacidad de entender el mundo físico y personas que nos rodean, somos capaces de interaccionar día a día para sobrevivir. Los sensores son los encargados de transportar esta visión a las máquinas. Las diferentes tecnologías de detección y reconocimiento, proporcionan los medios necesarios para crear experiencias que reflejen un verdadero conocimiento del mundo físico y sus habitantes.
En otras palabras, las máquinas son capaces de entender nuestro mundo complejo y aportar soluciones a los problemas que en él habitan
d)	Interacción.
La interacción puede establecer la comunicación necesaria entre el mundo físico, las personas y las máquinas. Es indiferente hablar de una casa inteligente o una granja con tecnologías agrícolas inteligentes, la expresividad del sistema es clave a la hora de crear productos que interactúan de forma inteligentecon el mundo real.
Y no nos equivoquemos, esto significa mucho más que la simple representación de datos al usuario a través de interfaces bonitas visualmente, sino una estrategia completa entre todas las partes que componen el sistema: desde servidores que almacenan la información hasta condiciones ambientales medidas por sensores y pasando, lógicamente, por las condiciones que establezca la persona física propietaria o encargada
e)	Energía.
Es indiscutible que sin energía no podemos hacer funcionar nuestros dispositivos en la vida real. El problema es que no podemos crear miles de millones de cosas que funcionan con baterías. El almacenamiento de energía es complicado y a la larga, estas baterías se deterioran. Además, la energía de estas baterías sólo puede ser consumida por el dispositivo que posee la batería y es precisamente esta incapacidad para compartir energía entre dispositivos la que presenta un problema a un mundo inteligente.
La generación de energía, la eficiencia energética, y toda la infraestructura necesaria para el transporte y consumo final de dicha energía son partes necesarias de un ecosistema inteligente que debemos diseñar.
f)	Seguridad.
Gracias al Internet de las Cosas, ganamos eficiencia, nuevas posibilidades hasta ahora no exploradas y otros beneficios, pero no debemos olvidarnos de la seguridad. Todas las partes involucradas en el Internet de las cosas (creadores, intermediarios y consumidores) debemos diseñar una arquitectura segura, tanto en términos tradicionales (riesgo eléctrico, protección a personas) como digital (ciberseguridad, privacidad). 
La necesidad de fijar unos criterios de valoración que deben cumplir redes, datos, dispositivos y técnicos especializados nos lleva a un nuevo paradigma de seguridad capaz de escalar sin complicaciones y en el que inevitablemente deben participar todos los actores implicados (organismos e instituciones públicas, privadas, académicas y corporativas). 
Ventajas y desventajas del IoT (Internet of Things) aplicado al hogar inteligente.
Ventajas.
Hablando de ventajas que nos trae el internet de las cosas a nuestra vida, se puede mencionar dentro de las principales:
La facilidad de comunicación e intercambio de datos:
Esto porque gran parte de lo que hacemos o utilizamos estará conectado a la nube, por lo que dicho dato será de muy fácil acceso y transferencia. Imaginando que existe una camiseta para realizar deporte, podríamos con ella compartir información del tipo de deporte que estamos realizando, o los ejercicios que practicamos y de esta manera compartir esos datos con otras personas en el mundo, para poder realizar ejercicios similares y así mantener una base de datos actualizados y activos constantemente. 
Por otra parte, y que es algo a lo que estamos empezando a acostumbrarnos, es a tener información en tiempo real, por lo que, por ejemplo, sin en el otro lado del mundo ocurre una catástrofe podríamos darnos cuenta de inmediato por medio de algún aparato electrónico y demás, al instante.
La simplicidad en las tareas cotidianas: 
Poder activar electrodomésticos por medio de nuestro celular, encender las luces de nuestra casa, dispensar comida para nuestras mascotas estando fuera de casa.
Salud: 
Por ejemplo, una pulsera o reloj que no avise cuando tenemos que tomar un medicamento o cual es nuestro ritmo cardiaco. 
Seguridad: 
Por ejemplo, que el vehículo en el que estamos viajando quede varado o esté presentando problemas, que él mismo se comunique con un servicio de grúa o mecánicos, incluso con la policía, para informar de que estamos en una situación de peligro. Poder monitorear nuestra casa por medio de cámaras de seguridad.
Desventajas. 
Lamentablemente el internet de las cosas no trae solo cosas buenas a nuestra vida, también existen algunos contras y que tenemos que tomar en cuenta:
Seguridad:
Es de las desventajas más peligrosas, ya que el usuario está muy vulnerable a ataques cibernéticos, poniendo en peligro información personal y financiera, también se pueden generar otros males como el spam, el malware, la distribución de los virus, el phising... entre otros medios utilizados para dañar los sistemas e irrumpir en nuestra vida. 
Dependencia: 
La dependencia es una situación de cuidado, ya que las personas tienden a acostumbrarse y depender de la tecnología, pero esto hasta cierto punto no es bueno, ya que existe la posibilidad de que no siempre se pueda disponer de la tecnología, lo que puede desatar problemas en las personas, por la capacidad de adaptación al no disponer de esto. 
Estabilidad de la conexión:
Una de las exigencias del internet de las cosas, es la capacidad de disponer de una conexión a internet bastante buena, y si no se cuenta con un servicio estable y eficiente, es muy probable que se tengan problemas constantemente. 
El fácil acceso a información no adecuada
 Y la dificultad para poder controlar esa cantidad de información.
Recomendaciones
para que esta tecnología tenga éxito y de frutos es necesario que los usuarios del Internet de las Cosas puedan permanecer siempre en control de sus datos y deben saber claramente cómo y para qué se van a utilizar los mismos. Deben dar su consentimiento expreso tras recibir la información de forma clara y transparente.
Controlar los datos y la información que cae en manos de terceros, es importante que el consumidor sepa en todo momento quien obtiene esos datos y qué hace con ellos.
Conservar copias de seguridad de los códigos de programación.

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