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1 -normas-minimas-comunes-del-voluntariado-de-emergencia - Guillermo Quiñónez

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Documento de Trabajo
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz 
Roja y de la Media Luna Roja promueve las actividades 
humanitarias de las Sociedades Nacionales a favor de las 
personas vulnerables.
Mediante la coordinación del socorro internacional en casos 
de desastres y el fomento de la asistencia para el desarrollo, 
se propone prevenir y aliviar el sufrimiento humano.
La Federación Internacional, las Sociedades Nacionales y 
el Comité Internacional de la Cruz Roja constituyen, juntos, 
el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media 
Luna Roja.
www.ifrc.org
Está autorizado copiar cualquier parte 
de este documento sin necesidad de 
solicitar previamente la autorización de la 
Federación Internacional de Sociedades de 
la Cruz Roja y de la Media Luna Roja con 
fines no lucrativos, siempre que indique la 
fuente de manera expresa e inequívoca. 
El desarrollo de la presente publicación 
ha sido posible gracias al apoyo financiero 
del Departamento de Ayuda Humanitaria 
y Protección Civil de la Comisión Europea 
DG-ECHO 
2010 
Federación Internacional de Sociedades
de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
Representación Regional para los países 
andinos
Calle Los Naranjos 351, Lima 27, Perú 
E-mail: peru.limaregdelegation@ifrc.org 
www.cruzroja.org 
El Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil 
de la Comisión Europea DG-ECHO , financia intervenciones 
de ayuda humanitaria a las víctimas de catástrofes naturales 
y conflictos fuera de la Unión Europea. La ayuda se brinda 
directamente a las victimas, de manera imparcial, sin 
distinción de raza, religión u opinión política.
DIPECHO, su programa de preparación para desastres, 
centra su acción en las principales zonas propensas a 
catástrofes del mundo y cubre fundamentalmente actividades 
de entrenamiento, formación, sensibilización, sistemas de 
alerta temprana, planificación y pronóstico.
http://ec.europa.eu/echo/
CAPRADE es el Comité Andino para la Prevención y Atención 
de Desastres, que tiene por objeto y competencia contribuir 
a la reducción del riesgo y del impacto de los desastres 
naturales y antrópicos que puedan producirse en el territorio 
de la subregión andina, a través de la coordinación y 
promoción de políticas, estrategias y planes, y la promoción 
de actividades en la prevención, mitigación, preparación, 
atención de desastres, rehabilitación y reconstrucción, así 
como mediante la cooperación y asistencia mutuas y el 
intercambio de experiencias en la materia. (Decisión 529 
del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores 
- CAMRE)
www.caprade.org
Documento de Trabajo
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
Prólogo
Bien orientado, organizado y regulado, el voluntariado representa un valor agregado 
innegable en las múltiples situaciones de emergencia; pero que, de lo contrario, 
puede, a su vez, generar situaciones de confusión, duplicidad de esfuerzos y, en el 
peor de los casos, poner en riesgo tanto a aquellos que desean ayudar como a las 
poblaciones que reciben la ayuda. En este sentido, se hace necesario redoblar los 
esfuerzos para crear condiciones, marcos institucionales y políticos a través de los 
cuales los voluntarios y voluntarias puedan desarrollar su labor de forma segura, 
organizada y profesional. 
Con el conocimiento adquirido a través de la experiencia y con el fin de contribuir 
al cumplimiento de los objetivos comunes orientados a mejorar la gestión y 
coordinación de los voluntarios y voluntarias que actúan en operaciones de 
emergencia y recuperación temprana, la Federación Internacional de Sociedades 
de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, con el apoyo del Departamento de Ayuda 
Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea DG-ECHO, llevó a cabo en 
2009-2010 el proyecto Fortalecimiento de Voluntariado: “Mejorando las capacidades 
de resiliencia y respuesta a desastres en la subregión andina” con el objetivo de 
afianzar la capacidad de preparación y respuesta en la subregión, proporcionando 
a los países miembros de la Comunidad Andina marcos comunes de fortalecimiento 
para una actuación eficaz.
Las Normas Mínimas Comunes del Voluntariado para Emergencias y Recuperación 
Temprana, desarrolladas tanto en cada uno de los países Bolivia, Colombia, Ecuador 
y Perú, como a nivel subregional andino, constituyen el marco común para la gestión 
y actuación del voluntariado de emergencia y recuperación temprana (VpERT). Estas 
normas e indicadores fueron desarrolladas participativamente para mejorar la acción 
frente a los desastres y salvar vidas, en contribución al fortalecimiento de los Sistemas 
Nacionales de Respuesta y a los objetivos subregionales establecidos en la Estrategia 
Andina para la Prevención y Atención de Desastres – EAPAD del CAPRADE.
 
Fernando Casanova 
Representante Regional para los países andinos. 
Federación Internacional de Sociedades
de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
6
Tabla de Contenido
1. Introducción ......................................................................................................................................7
2. ¿Qué es el voluntariado para emergencias y recuperación temprana? (VpERT) ......8
2.1 El concepto de voluntariado .............................................................................................8
2.2 Voluntariado para emergencias y recuperación temprana (VpERT)................ 10
3. ¿Por qué unas normas mínimas?............................................................................................. 12
3.1 Necesidad de un marco compartido ............................................................................ 12
3.2 Acerca de las normas mínimas e indicadores de cumplimiento ........................ 13
4. ¿De dónde provienen las normas mínimas comunes VpERT para la 
 subregión andina? ...................................................................................................................... 14
4.1 El proceso regional.............................................................................................................. 14
4.2 Normas aprobadas en cada país: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú .................. 16
5. Las normas mínimas comunes regionales ........................................................................... 20
5.1 Acerca de la normas regionales ..................................................................................... 20
5.2 Marco normativo e institucional (grupo 1) ................................................................ 21
5.3 Gestión organizativa del voluntariado (grupo 2) ..................................................... 27
5.4 La acción voluntaria (grupo 3) ........................................................................................ 35
Mirando al futuro .............................................................................................................................. 42
Tabla resumen .................................................................................................................................... 43
Lista de siglas y abreviaturas ......................................................................................................... 44
Documentos de referencia ............................................................................................................ 45
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
7
1. Introducción
En los últimos años, el voluntariado, como expresión del altruismo y la solidaridad entre 
los pueblos y las personas, se ha incrementado considerablemente en todo el mundo 
y, particularmente, el voluntariado en emergencias y recuperación temprana, tanto a 
lo interno de los países como en su dimensión internacional. Motivado, sobre todo, 
por el incremento en la frecuencia de los desastres,mayor acceso y globalización de la 
información y mayores posibilidades y medios de desplazamiento, el voluntariado en 
emergencias es una realidad que mueve miles de personas en diferentes continentes, 
países y contextos.
Desde hace varios años, la Cruz Roja y la Media Luna Roja, junto con otras organizaciones 
internacionales y las estructuras de defensa, protección civil y gestión del riesgo de 
desastres de los países, viene desarrollando diversos esfuerzos para mejorar y consolidar 
la calidad y responsabilidad de la acción voluntaria a nivel mundial. Esta trayectoria ha 
puesto en relieve la importancia de involucrar nuevos actores cada vez más, así como a 
los gobiernos e instituciones públicas como entes rectores y responsables de liderar y 
coordinar la acción humanitaria en sus respectivos países y contextos. 
La construcción de las Normas e Indicadores de Voluntariado en Emergencias y 
Recuperación Temprana (NeI VpERT), en los países y a nivel subregional andino, ha 
contado con un proceso liderado por las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y las 
instancias de la Defensa Civil y Gestión del Riesgo de Desastres en cada país, con el 
apoyo técnico de expertos consultores nacionales y regional y el respaldo continúo 
de la Presidencia Pro Témpore del Comité Andino para la Prevención y Atención de 
Desastres - CAPRADE durante el periodo 2008-2010 en Ecuador, Perú y Bolivia. 
La naturaleza de las NeI VpERT se fundamenta en los procesos nacionales de diagnóstico 
sobre la situación del VpERT y en las amplias consultas a nivel de los cuatro países, en los 
que participaron activamente más de 200 instituciones nacionales e internacionales, con 
la finalidad de ser adoptadas y aprobadas como marco compartido para la Comunidad 
Andina, bajo el liderazgo del CAPRADE. 
Se enfatiza en el rol activo y compromiso de las Entidades de Gestión del Riesgo de 
Desastres y Manejo de Desastres públicas y privadas, y organizaciones de voluntariado, 
que han cosntruido activamente en el proceso y que demuestran compromiso a seguir 
trabajando por el logro de los objetivos comunes trazados. 
No obstante el alcance subregional andino, el presente instrumento constituye un 
recurso vivo y adaptable a diferentes contextos y sin duda un ejemplo metodológico 
de construcción como un producto a ser replicado en otras regiones con la finalidad de 
promover la articulación y coordinación interregional. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
8
2. ¿Qué es el voluntariado para Emergencias y Recuperación 
Temprana? (VpERT) 1
2.1 El concepto de voluntariado
Existe diversos conceptos sobre ser voluntario y voluntariado. A continuación, se 
menciona dos ejemplos aplicados por las organizaciones de voluntariado más 
reconocidas, así como los conceptos adoptados por cada uno de los cuatro países de 
la Comunidad Andina en sus marcos legales y normativos. 
Conceptos de las principales organizaciones de voluntariado destacados: 
• Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna 
Roja: “Voluntariado es una actividad que se funda en el libre albedrío de la persona 
que presta servicios de voluntariado y no en el deseo de obtener un beneficio material 
o pecuniario, ni en presiones sociales, económicas o políticas externas (1); tiene por 
objeto ayudar a las personas vulnerables y a sus comunidades, de conformidad con los 
Principios Fundamentales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (2); su organización 
corre a cargo de representantes reconocidos de las Sociedades Nacionales de la Cruz 
Roja o de la Media Luna Roja(3)” 2
• Cáritas Internacional: “Voluntario es el que, además de sus propias labores 
profesionales, de un modo continuo, desinteresado y responsable dedica parte de 
su tiempo a actividades no en favor de sí mismo ni de los asociados (a diferencia 
del asociacionismo), sino en favor de los demás o de intereses sociales colectivos, 
según un proyecto que no se agota en la intervención misma (a diferencia de la 
beneficencia), sino que tiende a erradicar o modificar las causas de la necesidad o 
marginación social.”
En relación con los marcos normativos y legales, el siguiente cuadro muestra los 
conceptos adoptados por cada país:
1. Este apartado corresponde a un consolidado a partir de la información y análisis de los documentos 
elaborados en las consultorías nacionales en el marco del proceso desarrollladas en Ecuador, Bolivia, 
Colombia y Perú .
2. Política de Voluntariado 1999, Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media 
Luna Roja.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
9
Se considera voluntariado al conjunto de actividades realizadas por personas, asociaciones o entidades 
jurídicas, con fines de bien común, asociadas por libre elección y sin intención de lucro, fuera del marco de 
una relación de empleo o de función pública” (Ley No. 3314 de 16 diciembre de 20053.
“Voluntario es toda persona natural que libre y responsablemente, sin recibir remuneración de carácter 
laboral, ofrece tiempo, trabajo y talento para la construcción del bien común en forma individual o 
colectiva, en organizaciones públicas o privadas o fuera de ellas” (Congreso Nacional de Colombia, Artículo 
3, Ley 720 de 2001).
“como una forma de participación social”. (Constitución Ecuatoriana, 2008). 
En el Taller sobre el Ciclo de Gestión del Voluntariado, organizado en Ecuador por Cruz Roja Ecuatoriana y 
la Secretaría Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, en el marco del proyecto, en junio de 2010, las 
organizaciones participantes propusieron los siguientes conceptos: 
1. Voluntariado en Gestión del Riesgo.- Grupo de hombres y mujeres constituidos en un sistema (legal, 
administrativo y operativo) para poder actuar en la Gestión de riesgos acorde a su capacidad y competencia 
institucional.
2. Voluntario – Voluntaria.- Ser humano que de acuerdo a su capacidad sirve a la comunidad en gestión 
de riesgos por decisión propia, libre y justificada por su institución.
El voluntariado es una labor realizada sin fines de lucro, en forma gratuita y sin vínculos ni responsabilidad 
contractual. El voluntariado alcanza actividades de interés general para la población como: actividades 
asistenciales, de servicios sociales, cívicos, de capacitación, culturales, científicos, de portavoz y otros de 
naturaleza análoga y tendiente a lograr el bien común.
El voluntariado es una labor realizada sin fines de lucro, en forma gratuita y sin vínculos ni responsabilidad 
contractual. El voluntariado alcanza actividades de interés general para la población como: actividades 
asistenciales, de servicios sociales, cívicos, de capacitación, culturales, científicos, de portavoz y otros de 
naturaleza análoga y tendiente a lograr el bien común
Bolivia
Colombia
Ecuador
Perú
Concepto de VoluntariadoPaís
Todos los conceptos arriba detallados, aunque cada uno con sus matices, contienen 
elementos denominadores comunes que definen las características básicas de la 
acción voluntaria. En este sentido, los investigadores Cnaan, Handy y Wadswoth (1996) 
identificaron cuatro elementos fundamentales que caracterizan la acción voluntaria4:
• La naturaleza de sus acciones: siempre voluntaria, no forzada ni obligada.
• El tipo de recompensa: sin recompensa esperada, o sólo compensación de gastos.
• El contexto: asociado formalmente a alguna organización. 
• Objeto de la ayuda: desconocidos, conocidos, autoayuda. 
3. Ley de la República de Bolivia, que norma al voluntariado del país. 
4. CNAAN, R, HANDY, F. y WADSWORTH, M: “Defining who is a volunteer: conceptual and empirical 
considerations”. En: “Non-profit and voluntary sector quarterly”. 1996, p. 25. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
10
Finalmente, merecen ser mencionados los Principios fundamentales del voluntariado 
que fueron proclamadosen la Declaración Universal sobre el Voluntariado de 1990, 
según sigue:
• Se reconoce el derecho de asociación de todo hombre, mujer, niño, niña, cualquiera 
sea su raza o condición religiosa, su condición física, económica, social y cultural; 
• Se garantiza la dignidad de todo ser humano y su cultura; 
• Ofrecer ayuda mutua desinteresada y participar individualmente o en asociaciones 
con espíritu de compañerismo y de fraternidad; 
• Estar vigilantes a las necesidades de las comunidades y propiciar con ellas la solución 
de sus propios problemas; 
• Se busca que el voluntariado se constituya en un elemento de desarrollo personal, de 
adquisición de conocimientos nuevos de ampliación de capacidades, favoreciendo la 
iniciativa y la creatividad; 
• Estimular la responsabilidad social y motivar la solidaridad familiar, comunitaria e 
internacional. 
2.2 Voluntariado para Emergencias y Recuperación Temprana (VpERT)
Dentro de la acción voluntaria, el voluntariado para Emergencias y Recuperación 
Temprana (VpERT) es muy específico tanto por la naturaleza de las tareas y misiones como 
por la preparación y competencias necesarias y el contexto donde se desarrollan. 
Una de las principales diferencias con otro tipo de acciones voluntarias es que ésta se 
desarrolla siempre en situaciones especiales donde el equilibrio y la normalidad de 
un contexto y comunidad se han visto gravemente alterados por un factor externo; 
es decir, un desastre o emergencia. Esto lleva a que la acción voluntaria normalmente 
se tenga que desarrollar bajo estrés y presión de tiempo, limitación de medios, y en 
un contexto adverso e inseguro. Estas condiciones obligan, sin duda, a una mayor 
preparación y responsabilidad por parte de las personas en el desarrollo de sus 
labores, ya que la posibilidad de salvar la vida de las personas afectadas por desastres 
o reducir el impacto negativo depende en gran medida de la oportunidad y calidad 
de la acción.
Tomando en cuenta lo anterior, el VpERT se podría definir como:
Una acción voluntaria desinteresada, colectiva proveniente de la sociedad civil, 
el sector público y el sector privado, que ponen a disposición de la comunidad, 
competencias habilidades y destrezas orientadas a desarrollar acciones humanitarias 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
11
independientes, documentadas y responsables, que cumplan rigurosamente 
las normas humanitarias internacionalmente reconocidas y que normalmente 
se desarrolla en un contexto de emergencia y/o desastre donde las condiciones 
normales de la población se han visto afectadas. 
La acción voluntaria, como su nombre indica, incluye tanto la fase de primera respuesta 
como la de recuperación temprana. A nivel conceptual, aunque existen diferentes 
enfoques sobre la duración de las fases; en general, se entiende que la fase de primera 
respuesta está centrada en salvar vidas y prevenir daños mayores como consecuencia 
directa del evento y puede durar entre uno y tres meses posteriores al evento, 
dependiendo de la magnitud del mismo. 
Si bien el concepto de recuperación temprana es relativamente nuevo y aún está 
sometido a cierto debate y diferencias de percepción, Naciones Unidas (PNUD) lo 
define como “un proceso multidimensional de recuperación que se inicia en un contexto 
humanitario y está guiada por principios de desarrollo, cuyo propósito es la elaboración de 
programas humanitarios y la catalización de las oportunidades de desarrollo sustentable. 
Su objetivo es generar procesos nacionales, sólidos y auto-sostenidos para la recuperación 
tras una crisis. Abarca el restablecimiento de los servicios básicos, medios de vida, refugios, 
gobernabilidad, seguridad, Estado de derecho, medioambiente y dimensiones sociales, lo 
cual incluye la reintegración de poblaciones desplazadas. 5
La recuperación temprana está focalizada en desarrollar las condiciones y medios 
para restablecer, y en lo posible, mejorar la situación de las poblaciones afectadas con 
una visión de largo plazo y sostenible. Suele tener una duración de varios meses y se 
inicia inmediatamente después de concluir la fase de primera respuesta y, en algunos 
casos, de forma simultánea, si bien se debe planificar desde el primer día posterior al 
desastre. 
5. Guía de Orientación sobre Recuperación Temprana, Cluster sobre Recuperación Temprana (CWGER-
PNUD Abril 2008).
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
12
3. ¿Por qué unas Normas Mínimas?
3.1 Necesidad de un marco compartido
Como se ha mencionado en los capítulos precedentes, el incremento en los últimos 
años de las acciones voluntarias vinculadas a emergencias y desastres representa 
un valor agregado importante, pero al mismo tiempo puede derivar en situaciones 
de descoordinación, duplicidad y falta de profesionalismo. A ello contribuyen 
aspectos como problemas de gestión del voluntariado6, la falta de mecanismos de 
coordinación, la variedad y complejidad de acciones que se deben llevar a cabo a favor 
de la población afectada (asistencia humanitaria, búsqueda y rescate, alojamiento 
temporal, atención pre-hospitalaria, salud en desastres, agua y saneamiento, 
evaluación de daños y necesidades, restablecimiento de contactos familiares, etc.) 
y sobre todo el no contar un marco institucional compartido y concertado que 
permita que todas los componentes funcionen de forma sincronizada. Por otra parte, 
la complejidad de las acciones que se deben desarrollar requiere de distintos niveles 
de capacitación y especialización que a su vez requieren de un referente compartido 
de calidad como por ejemplo currículos formativos unificados, criterios de selección 
y perfiles de puesto o tarea. 
En la subregión andina, la experiencia de los desastres más recientes, en los que se 
ha presentado algunas dificultades de colaboración, liderazgo y coordinación ha 
vuelto a poner sobre la mesa las limitaciones y vacíos de las acciones humanitarias y 
más específicamente de las organizaciones de ayuda y socorro que trabajan con y a 
través del voluntariado. 
Lo expresado anteriormente resume el fundamento de la necesidad de contar con un 
marco común de actuación que siente las bases para una acción voluntaria responsable, 
coordinada, oportuna y de calidad, que sea acordada por los diferentes actores 
involucrados. Este marco compartido se puede construir de forma progresiva con 
acciones de diferente naturaleza, como creación redes de voluntariado, intercambio 
de experiencias y formación compartida, entre otros; pero para ello se debe contar una 
referencia o visión común; es decir, unos estándares o normas mínimas compartidas por 
los países, gobiernos, instituciones, organizaciones y por los voluntarios y voluntarias 
que sustente las bases para procesos necesarios posteriores. 
Una vez acordadas estas normas mínimas será más fácil identificar puntos de 
encuentro, dar seguimiento a los procesos, evaluar la calidad de las acciones y 
6. Gestión del voluntariado: Proceso de gestionar y administrar los aspectos relacionados con la planificación, 
preparación, captación, formación, seguridad, ubicación, supervisión, evaluación y reconocimiento de los 
voluntarios. Es un proceso continuo que puede describirse como un ciclo de gestión de voluntarios. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
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gestionar la solidaridad entre países. 
Los principales beneficios de la adopción de un marco de normas mínimas 
compartidas son la mejora de la institucionalidad, coordinación, gestión del 
voluntariado y calidad de las acciones voluntarias. 
3.2 Acerca de las normas mínimas e indicadores de cumplimiento
Las Normas Mínimas son enunciados cualitativos para determinar un mínimo de calidad 
y desempeño y son concebidos para ser universales y aplicables en diferentes contextos. 
En el marco del VpERT, se trata de un conjunto de criteriosy requisitos claros y de dominio 
público y de desempeño por parte de las instituciones públicas, las organizaciones que 
gestionan VpERT, y por cada voluntario y voluntaria en su responsabilidad individual, 
que permiten establecer los niveles básicos de calidad de la actuación en situaciones de 
respuesta humanitaria a emergencias.
Por cada Norma Mínima se ha establecido un grupo de Indicadores clave (máximo 6), 
que son enunciados cualitativos y cuantitativos, que orientan la medición del grado de 
cumplimiento de la norma y, por ende, el progreso. Los indicadores clave, si bien deben ser 
universales, deben contextualizarse y no deben considerarse exhaustivos ni excluyentes. 
La presencia de todos los indicadores propuestos no significa necesariamente que se 
alcance el estándar o norma, y para lograr esto último, no necesariamente todos los 
indicadores deben estar presentes. Los indicadores son sólo referencias para medir un 
cumplimiento pero no el fin en sí mismos. 
Si bien existe diferentes tipos y niveles de indicadores, para los fines del presente 
documento se ha optado por indicadores de cumplimiento o de producto, es decir 
aquellos que sirven para medir el cumplimiento de la meta final, es decir, la norma. 
Los indicadores seleccionados son sólo ejemplos orientativos que dependiendo del marco 
normativo, institucional, organizativo y circunstancias particulares de cada país pueden 
ser modificados y enriquecidos con indicadores adicionales (Ej.: indicadores intermedios 
de proceso) que permitan monitorear y medir mejor los avances en el cumplimiento de 
cada norma. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
14
4. ¿De dónde provienen las normas mínimas comunes VpERT 
para la subregión andina?
4.1 El Proceso Regional 
Las normas mínimas comunes para la subregión andina son el resultado de un 
proceso de construcción participativa e incluyente, en el que han estado involucradas 
las principales instituciones públicas y organizaciones de voluntariado vinculadas a 
la intervención humanitaria en situación de emergencias o desastres en cada uno de 
los cuatro países (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú). En total estuvieron involucradas 
más de 100 organizaciones y unas 200 personas tanto a través de contactos bilaterales 
como mediante su participación en los talleres nacionales. De manera resumida el 
proceso fue el siguiente:
Paso 1
Elaboración de documentos de investigación y análisis, incluyendo aspectos 
como marcos normativos, rol y responsabilidades de las instituciones públicas, 
mapeo de organizaciones de voluntariado, análisis de procesos de gestión y 
currículos formativos. 
Paso 2
Desarrollo de talleres nacionales de consulta y construcción colectiva de las 
normas e indicadores nacionales en coordinación enbtre la Cruz Roja y las 
instituciones responsables de respuesta en cada país y la participación de 
organizaciones relevantes al VpERT.
Paso 3
Desarrollo de las 9 Normas mínimas y 41 indicadores regionales, con base en 
las normas e indicadores nacionales. Las NeI regionales están divididas en tres 
grupos: marco normativo institucional, gestión organizativa del voluntariado 
y acción del voluntariado. 
 
Paso 4
Documento preliminar de normas mínimas regionales es compartido con las 
autoridades de CAPRADE para su revisión y posterior aprobación. 
Paso 5
Una vez aprobado el documento es publicado, divulgado y se identifican 
acciones para su aplicación e implementación en cada uno de los países de la 
Comunidad Andina.
Durante los talleres la propuesta inicial de normas mínimas e indicadores fue 
analizada, revisada y enriquecida estableciendo prioridades a partir de la realidad, 
contexto y experiencia de cada institución y organización. Cada país priorizó 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
15
diferente número de normas Bolivia (7), Colombia (6), Ecuador (7) y Perú (8) pero en 
cuanto a contenido los cuatro países coincidieron en los temas y áreas priorizadas. 
Asimismo, en cada país se celebraron sesiones y talleres de género, diversidad y 
no discriminación lo que permitió integrar estos aspectos dentro de las normas e 
indicadores propuestos.
El siguiente esquema muestra en línea generales los diferentes pasos seguidos en el 
proceso de construcción y aprobación:
PROCESO DE CONSTRUCCION DE LAS NORMAS E INDICADORES REGIONALES VpERT
Proyecto Regional
(Apoyo a CAPRADE y Sistemas Nacionales)
Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú 
Proceso regional Normas Mínimas
- Consultoría Regional.
- Asesoría y acompañamiento a procesos 
de cada país.
Procesos Nacionales
- Documento Mapeo y Análisis.
- Talleres Nacionales.
- Normas Mínimas priorizadas.
Documento Regional
- Normas Mínimas Comunes Regionales.
- Representativo de los países.
CAPRADE
- Revisión
- Aprobación y Validación
Aplicación
- Publicación.
- Eventos de divulgación por país.
- Capacitación.
- Institucionalización.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
16
4.2 Normas aprobadas en cada país: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú
Cada uno de los cuatro países tuvo un proceso propio para la identificación y 
aprobación de las normas mínimas de VpERT. A continuación se explica brevemente 
por cada país las normas que fueron seleccionadas y aprobadas en sus respectivos 
talleres de identificación y aprobación.
4.2.1 Bolivia
En total se seleccionó siete normas, tres relacionadas con el marco institucional y 
normativo, dos con la gestión organizativa del voluntariado y dos con la acción del 
voluntariado. Las tres normas relacionadas con el marco institucional están focalizadas 
en la necesidad de contar con políticas y procedimientos apropiados, que deben ser 
respetados y conocidos por las instituciones y organizaciones y en el conocimiento y 
respeto de los principios, códigos de conducta y convenios internacionales. Las dos 
normas relacionadas con la gestión organizativa ponen énfasis en la existencia de 
procedimientos para una gestión adecuada del voluntariado y la necesidad de que 
los voluntarios y voluntarias reciban una formación oportuna y apropiada. Por último, 
las dos normas relacionadas con la acción voluntaria se refieren a que las misiones y 
tareas sean apropiadas para el perfil de cada voluntario y voluntaria y se cuente con 
los medios y recursos suficientes para desarrollarlas de forma efectiva y eficiente. 
1. La organización debe contar con políticas y procedimientos formalmente aprobados/establecidos 
que permiten una gestión de voluntariado transparente y no discriminatoria.
2. La organización respeta el marco institucional, legal y de costumbres existente en el ámbito 
territorial donde está constituida y donde los voluntarios y voluntarias desarrollan sus acciones. 
3. La organización conoce, promueve y respeta las políticas, convenios, acuerdos, códigos y cualquier 
otro instrumento internacionalmente acordado y reconocido en relación con el VpERT. 
4. Las organizaciones cuentan con un procedimiento sobre el ciclo de gestión del voluntariado, 
garantizando una adecuada organización y administración del recurso humano voluntario.
5. Los voluntarios y voluntarias reciben una formación y entrenamiento gradual e integral apropiados y 
actualizados permanentemente para el desarrollo de su acción voluntaria con profesionalismo y seguridad.
6. Los voluntarios y voluntarias realizan misiones y tareas adecuadas a su competencia, destreza y 
capacidades para las cuales han recibido un entrenamiento y formación adecuada. 
7. Durante las misiones la organización facilita los medios logísticos y equipos necesarios para que los 
voluntarios y voluntarias realicen sus tareas con eficacia y eficiencia.
Marco institucional 
y normativo del 
voluntariado
Gestión 
organizativa del 
voluntariado
Acción del 
voluntariado
Normas Mínimas Ámbito de aplicación
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADOPARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
17
4.2.2 Colombia
En Colombia, se aprobó seis normas mínimas que fueron divididas en dos grupos 
en función de su ámbito de aplicación. Un primer grupo incluye tres normas, cuyo 
cumplimiento está directamente relacionado con las dos principales estructuras 
formales existentes en la gestión del VpERT,como son el Sistema Nacional de 
Prevención y Atención de Desastres (SNPAD) y el Sistema Nacional de Voluntariado; 
y que se refieren a la necesidad de contar con una política pública sobre VpERT, 
directrices para articular las acciones por parte del SNPAD y la necesidad de 
institucionalizar temas formativos para el VpERT. El segundo grupo de tres normas 
tiene su ámbito de aplicación en las organizaciones de voluntariado (ODV) y se 
refiere a que las ODV deben aplicar los protocolos y procedimientos del SNPAD, al a 
una formación apropiada y a que las ODV deben contar con mecanismos de gestión 
del talento humano voluntario.
1. El Sistema Nacional de Voluntariado - SNV, cuenta con una política pública formalmente 
establecida y aplicada que orienta la gestión de VpERT.
2. El Sistema Nacional Atención y Prevención de Desastres - SNPAD cuenta con directrices 
para la articulación de los Comités Regionales y Comités Locales para la Prevención y 
Atención de Desastres, las Organizaciones de voluntariado (ODV) y las Entidades con acción 
voluntaria (ECAV), en los procesos de atención de emergencias y recuperación temprana 
(AERT), con la asignación de tareas claras conocidas por los/las voluntarios/as.
3. El SNPAD cuenta con un documento que regula la formación de voluntarios y voluntariasde 
acuerdo a sus roles y responsabilidades frente a la atención de emergencias y recuperación 
temprana.
4. La organización aplica los protocolos y procedimientos establecidos por el SNPAD 
(Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres).
5. Todo voluntario y voluntaria, que desempeña acciones de AERT, recibe una formación y 
entrenamientos mínimos generales para el desarrollo de su acción.
6. Las instituciones cuentan con un proceso de ciclo de gestión del voluntariado garantizando 
una adecuada organización y administración del recurso humano voluntario.
Para el Sistema Nacional 
de Prevención y Atención 
De Desastres (SNPAD) y 
el Sistema Nacional de 
Voluntariado
A nivel de las 
organizaciones de 
voluntariado (ODV)
Normas Mínimas Ámbito de aplicación
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
18
4.2.3 Ecuador
En Ecuador, se aprobó un total de siete normas mínimas que no quedaron 
agrupadas en función de su ámbito de aplicación y responsabilidad, sino que 
hacen referencia a diferentes aspectos temáticos y procedimentales considerados 
necesarios en la marco de la acción del VpERT. En este sentido, las normas se refieren 
a aspectos, tales como contar con una política formalmente aprobada para el 
VpERT, necesidad de protocolos y procedimientos, documentos orientativos para 
la formación y capacitación del voluntariado, adecuación de las tareas al perfil del 
voluntariado, facilitación de medios apropiados durante las misiones, el respeto a 
la cultura y principios humanitarios y la necesidad de programas formativos para el 
voluntariado.
1. Se cuenta con una política formalmente aprobada o establecida que permita una gestión de 
voluntariado transparente y no discriminatoria.
2. Se cuenta con protocolos y procedimientos de actuación de respuesta a emergencias y 
recuperación temprana, conocidos por los voluntarios y voluntarias, en los cuales se asigne 
tareas claras y transparentes, así como normas mínimas de seguridad.
3. Se cuenta con un documento que oriente la capacitación de los voluntarios y voluntarias de 
acuerdo a sus roles y responsabilidades en VpERT
4. Los voluntarios y voluntarias realizan tareas adecuadas a sus competencias y destrezas y 
para las cuales han recibido entrenamiento y formación previa. 
5. La organización facilita, durante las misiones, los medios logísticos y equipos necesarios 
para que los/las voluntarios/as realicen sus tareas con dignidad y eficiencia, y en un ambiente 
seguro tanto para ellos/as, como para las personas y comunidades con las que trabajan y son 
beneficiarias de sus acciones.
6. La organización garantiza que los voluntarios y voluntarias desarrollan sus acciones desde 
el respeto a los derechos humanos, cultura y costumbres de la población con las cuales 
desarrollan su acción voluntaria.
7. Los voluntarios y voluntarias reciben una formación y entrenamiento mínimos apropiados 
para el ejercicio de su acción voluntaria con profesionalismo y seguridad. Para ello se ha 
desarrollado políticas y mecanismos internos que fomentan una atmósfera de respeto, 
oportunidades de desarrollo y formación continuada, para favorecer la motivación y retención 
de los voluntarios y voluntarias. 
Aprobación
Protocolización
Lineamiento
Responsabilidades 
definidas
Recursos adecuados
Código de conducta
Programa formativo
Normas Mínimas Ámbito de aplicación
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
19
4.2.4 Perú
En Perú, se aprobó ocho normas mínimas agrupadas en tres ámbitos de aplicación. En 
relación con el marco institucional y normativo se aprobó tres normas relacionadas 
con la existencia de políticas y procedimientos, el respeto a los convenios y acuerdos 
internacionales y el respeto al marco institucional existente en el país. En relación 
con la gestión organizativa se aprobó tres normas relacionadas con la gestión del 
voluntariado, el registro apropiado del voluntariado y los protocolos de incorporación. 
Y finalmente en relación con la acción voluntaria se aprobó dos normas relacionadas 
con los planes de movilización del voluntariado y la gestión del voluntariado en el 
terreno. 
1. La organización cuenta con políticas y procedimientos formalmente aprobados/
establecidos,que permiten una adecuada gestión de voluntariado: eficiente, transparente 
y no discriminatoria. 
2. La organización conoce y respeta convenios y acuerdos internacionales vinculados con el 
VpERT. 
3. La organización respeta el marco legal e institucional existente en el país, con base en el 
queel voluntariado desarrolla sus acciones. 
4. Las organizaciones incorporan el ciclo de gestión del voluntariado. 
5. Las organizaciones cuentan con un registro estandarizado de voluntarios y voluntarias. 
6. Se cuenta con protocolo mínimo de incorporación de voluntariado espontáneo. 
7. Las organizaciones activan su plan de movilización de voluntariado.
8. Se cuenta con un plan de acción que incluye la gestión de voluntariado en terreno. 
Marco institucional 
y normativo del 
voluntariado
Gestión organizativa 
del voluntariado
Acción del voluntariado
Normas Mínimas Ámbito de aplicación
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
20
5. Las Normas Mínimas Comunes Regionales 
5.1 Acerca de las Normas Regionales 
Las Normas Mínimas Comunes Regionales son, en total, nueve (09) divididas en tres 
grupos o áreas de aplicación: Marco Normativo e Institucional (Grupo 1), Gestión 
organizativa del Voluntariado (Grupo 2) y Acción del Voluntariado (Grupo 3). 
GRUPO 1: Marco Normativo e Institucional 
Está directamente relacionado con el rol y responsabilidad del Estado y las instituciones 
públicas rectoras en materia de acción humanitaria y voluntariado (específicamente 
VpERT), con el fin de garantizar y facilitar un marco mínimo de entendimiento y 
coordinación, en el que existan unas normas, orientaciones y liderazgo claros para 
que las organizaciones que gestionan VpERT puedan desarrollar su trabajo con 
responsabilidad y calidad. En este grupo, las tres normas están relacionadas con los 
instrumentos legales y políticas para el voluntariado (NORMA 1), con los protocolos y 
procedimientos para tener instrumentos válidos (NORMA 2) y con el reconocimientoy respeto a los principios y acuerdos internacionales (NORMA 3).
En conclusión, se puede decir que este grupo de normas está directamente 
relacionado con la responsabilidad del Estado.
GRUPO 2: Gestión Organizativa del Voluntariado
Este grupo de normas se refiere a lo que deben hacer las organizaciones que 
gestionan VpERT para garantizar una adecuada gestión de los/as Voluntarios/as y 
un desempeño de la organización en armonía y respeto con el marco normativo e 
institucional de cada país o región. Las tres normas planteadas están relacionadas 
con la aplicación de un ciclo de gestión de voluntariado de calidad (NORMA 4), el 
respeto al marco de actuación existente en el país (NORMA 5) y el garantizar procesos 
apropiados de formación y especialización del voluntariado (NORMA 6). 
Este grupo de normas apunta directamente a la responsabilidad de las 
organizaciones gestoras del VpERT. 
GRUPO 3: La Acción del Voluntariado
El último grupo de normas se relaciona con la oportunidad, calidad y responsabilidad 
de la acción voluntaria; es decir, las condiciones existentes para que los voluntarios y 
las voluntarias puedan realizar su labor y, también, cómo deben actuar y comportarse. 
Las tres normas de este grupo están referidas al perfil y preparación para realizar sus 
tareas (NORMA 7), el comportamiento y respeto necesarios durante el desempeño 
(NORMA 8) y, por último, a las condiciones de trabajo y medios puestos a disposición 
(NORMA 9).
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
21
Este grupo de normas se refiere a la responsabilidad individual de cada voluntario/a 
y su forma de actuar junto con la responsabilidad de la organización o institución, 
dependiendo de cada caso, de facilitar las condiciones necesarias.
Los siguientes numerales: 5.2, 5.3 y 5.4 explican los tres grupos de normas. Cada 
norma incluye: primero, una breve descripción para explicar y ejemplificar en qué 
consiste la norma, su razón de ser y propósito (“Acerca de la norma”). Después, algunos 
ejemplos, no exhaustivos ni excluyentes, de acciones que se puede desarrollar 
para lograr el cumplimiento de la norma (“Cómo alcanzar la norma”) y finalmente 
ejemplos de indicadores, igualmente no exhaustivos ni excluyentes, para medir el 
grado de cumplimiento de la norma (“Ejemplos de indicadores de cumplimiento”). 
5.2 Marco normativo e institucional (grupo 1) 
Norma 1:
El país cuenta con un marco legal y políticas formalmente 
aprobadas que permiten una gestión del voluntariado eficiente, 
transparente y no discriminatorias.
 • ACERCA DE LA NORMA
Esta norma está relacionada con la necesidad de formalizar y organizar el marco en el 
cual se desarrolla la acción voluntaria en situaciones de emergencia y recuperación 
temprana para que existan unos parámetros y mecanismos de actuación conocidos 
y respetados, tanto por los/as voluntarios/as que desarrollan las acciones como las 
instituciones y organizaciones responsables de su accionar.
Si bien, en general, la actividad voluntaria no debe ser dirigida o controlada sino, más 
bien, incentivada y motivada, las experiencias previas de voluntariado en situaciones 
de emergencia y desastres nos han enseñado que es necesario que dicha actividad 
voluntaria se desarrolle dentro de un marco institucional y organizativo mínimo, 
que si bien será diferente en función del contexto y funcionamiento de cada país, 
debe garantizar un desarrollo de las acciones coordinado, eficiente y respetuoso con 
todos los actores involucrados y, especialmente, con las personas afectadas por los 
desastres que son la razón de ser de las acciones.
En Bolivia, Ecuador y Perú, existe una responsabilidad y voluntad política para 
organizar y regular el VpERT desde las instituciones responsables de la gestión 
del riesgo de desastres, mientras que en Colombia, si bien la voluntad política e 
institucional también existe, el marco de desarrollo y gestión del voluntariado tiene 
otras dinámicas donde las instituciones públicas tienen un rol diferente que limita 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
22
su accionar regulador y organizador. No obstante, en todos los casos existe una 
responsabilidad de coordinar y facilitar que la acción voluntaria se desarrolle de 
manera eficiente organizada y profesional y lo que va a cambiar en función de cada 
contexto es el camino para alcanzarlo. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Definir un marco legal adecuado para el contexto. Algunos países cuentan con 
leyes específicas de voluntariado y otros integran los aspectos relacionados con el 
voluntariado en artículos específicos de otras leyes superiores. En cualquiera de 
ambos casos, se trata el voluntariado de forma general sin referencia específica 
al VpERT que, como ya se ha señalado, tiene sus particularidades. De igual forma, 
hay países donde se ha desarrollado una legislación a partir del rol de liderazgo y 
responsabilidad del Estado, mientras, en otros el liderazgo respecto del VpERT 
es compartido entre diferentes niveles y actores. Todos estos ejemplos llevan a 
considerar la importancia de contar con un marco legal que de cobertura formal al 
VpERT, pero que, al mismo tiempo debe ser apropiado y adecuado para la realidad 
de cada país. En el proceso de construir o reformar un marco legal es necesario 
tomar como referencia los marcos legales y políticas desarrollados por otros países, 
especialmente, si son de la misma región y contexto sociocultural, pero deben ser 
adaptados al contexto y particularidades de cada país. En definitiva, debe existir un 
equilibrio entre aspectos comunes estandarizados regional o internacionalmente y 
otros propios de cada país. 
Consultar y consensuar con los principales actores relacionados con VpERT. 
Independientemente del tipo de legislación o políticas que se desarrollen o 
adopten el resultado deberá ser la culminación de un proceso participativo donde 
las organizaciones que gestionan VpERT y otros actores relevantes del ámbito 
humanitario (Ej.: agencias de Naciones Unidas, Iglesias) son consultados y, en la 
medida de lo posible, exista un acuerdo o consenso sobre los contenidos. Esto va a 
permitir un mejor reflejo de los problemas e inquietudes de los diferentes actores y 
que éstos, a su vez, se apropien del mismo, facilitando su respeto y cumplimento. 
Integrar referencias explícitas de los aspectos de diversidad y no discriminación. 
Las leyes relacionadas con VpERT y, particularmente, su reglamentación deben 
integrar cláusulas y artículos relacionados con el respeto a la diversidad y no 
discriminación que inviten y orienten tanto a las organizaciones públicas como 
privadas a trabajar en este sentido.
Divulgar el marco legal y políticas VpERT. Una vez aprobados y formalizados, 
tanto las leyes como sus reglamentos deben ser divulgados entre las organizaciones 
y el propio voluntariado. Para ello, se pueden hacer publicaciones comentadas de las 
leyes y principios, versiones reducidas, foros de reflexión y discusión, entre otros.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
23
Ejemplos de indicadores:
• Existen instrumentos legales y/o formales, con sus respectivos reglamentos 
desarrollados, que regulan y orientan la actividad VpERT en el país.
• El marco legal y las políticas son incluyentes, apropiados para la realidad 
socio-política y administrativa y respetuosos con la diversidad cultural y 
costumbres del país. 
• Existe un mecanismo liderado y/o facilitado por las instituciones públicas 
u organizaciones privadas responsables del voluntariado en torno al cual 
están agrupados, coordinados y articulados las instituciones, organizaciones, 
entidades y personas que realizan acciones voluntarias de emergencia y 
recuperación temprana.
• El Marco Legal y las políticas incorporan elementos relacionados con 
discriminación y/o violencia basada en géneroy respeto a la diversidad e integran 
mecanismos para sancionar, canalizar y responder a las denuncias y casos de 
discriminación y/o violencia basada en género que pudieran presentarse.
•Las políticas de VpERT desarrolladas por las instituciones u organizaciones 
competentes están escritas, son divulgadas y conocidas por las organizaciones 
que gestionan voluntariado y por los voluntarios y voluntarias.
Norma 2:
Existe protocolos, procedimientos y mecanismos que regulan y 
facilitan la articulación entre los diferentes niveles del Estado y 
las organizaciones de voluntariado en los procesos de Atención 
de Emergencias y Recuperación Temprana y que son conocidos 
y respetados tanto por las instituciones públicas como por los 
voluntarios y voluntarias. 
 • ACERCA DE LA NORMA
Esta norma tiene como objetivo principal facilitar la existencia de mecanismos 
de coordinación, relacionamiento y trabajo conjunto entre los diferentes actores 
que permitan una acción voluntaria más eficaz y eficiente. Para ello se deben 
desarrollar herramientas concretas que permitan asignar y diferenciar los roles y 
responsabilidades de cada actor. En algunos contextos estos mecanismos tomarán 
forma de reglamentación de instrumentos legales o procedimientos de obligado 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
24
cumplimiento y, en otros serán acuerdos entre iguales resultado de un diálogo entre 
los diferentes actores relacionados con el VpERT. En cualquiera de los casos, estos 
instrumentos deberían existir para prevenir y minimizar el riesgo de descoordinación, 
duplicación de esfuerzos o acciones por fuera de las prioridades y necesidades 
identificadas de manera conjunta. 
Estos mecanismos de coordinación y colaboración podrán formalizarse y celebrarse 
de acuerdo con los diferentes niveles descentralizados de los marcos legales y 
sistemas de respuesta de cada país, si bien debe existir una mínima coherencia entre 
los acuerdos y mecanismos acordados en estos niveles. Finalmente, es necesario 
mencionar la importancia de contar con los mencionados mecanismos y que 
éstos sean conocidos y respetados por los actores involucrados. Para ello deben ser 
publicados y divulgados para su conocimiento, así como puestos en práctica a través 
de entrenamientos o ejercicios de simulación y/o simulacros a diferentes niveles y 
con la participación de las principales instituciones públicas y organizaciones de 
voluntariado especializadas en diferentes disciplinas. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Definir con claridad los roles y responsabilidades de cada actor en la 
reglamentación de las leyes. El rol que cada organización gestora de VpERT y el de 
los propios/as voluntarios/as en el momento de una respuesta humanitaria deben 
estar bien definidos desde la propia reglamentación de las leyes, lo que va a permitir 
prevenir situaciones de duplicación de esfuerzos y facilitar que las acciones VpERT se 
integren dentro de las necesidades y prioridades determinadas por las instituciones 
responsables de la gestión del riesgo y gestión de desastres en cada contexto y en 
diferentes niveles. 
Integrar formalmente las organizaciones VpERT en los mecanismos de decisión 
y coordinación en casos de desastre. Las organizaciones que gestionan VpERT 
tienen un rol protagónico en las situaciones de desastres y debieran ser integradas 
formalmente en las estructuras de actuación y toma de decisiones de los Sistemas 
de Gestión del Riesgo y Gestión de Desastres de cada país en los diferentes niveles 
(Ej.: Comités nacionales, regionales, locales, etc.). Esta integración y participación 
debiera darse no sólo en los momentos de emergencia, sino también en las acciones 
de prevención y, sobre todo, preparación, donde se generan las condiciones para 
un trabajo de coordinación y, complementariamente, se construyen espacios de 
confianza institucional. El desarrollo de protocolos conjuntos de actuación y la 
celebración de ejercicios de simulación y simulacros son algunos ejemplos de 
acciones que se pueden realizar. 
Desarrollar y adaptar los instrumentos y procesos internos de las organizaciones 
VpERT para que sean compatibles y complementarios con el marco general. 
Para que la cooperación y coordinación entre las organizaciones de voluntariado 
y de éstas con el Estado y otros actores sea realmente efectiva, es necesario que la 
misión, vocación y funcionamiento de las mismas facilite el trabajo con otros actores. 
Asimismo las herramientas como los planes internos de respuesta y contingencia, 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
25
protocolos, normativa y otros instrumentos internos deben recoger e integrar esos 
acuerdos externos.
Ejemplos de indicadores de cumplimiento:
• Existe protocolos y procedimientos compartidos que definen los roles y 
responsabilidades en situaciones de emergencia de las organizaciones que 
gestionan VpERT. 
• Existe directrices, orientaciones y herramientas públicas que determinan 
y regulan la formación y perfil requerido para los/as voluntarios/as para 
emergencias y recuperación temprana. 
• Existe mecanismos para que, en el contexto de una emergencia, las 
organizaciones que gestionan VpERT reciban por parte de las instituciones 
públicas rectoras orientaciones e información oportuna sobre el rol y tareas 
de su responsabilidad. 
• Las directrices, protocolos, procedimientos y herramientas se han elaborado 
a partir de un análisis de no discriminación, género y respeto a la 
diversidad e integran mecanismos y medidas específicas para su promoción, 
respeto y sanción si fuera necesario.
• Los protocolos, procedimientos, herramientas e instrumentos públicos 
existentes son publicados y divulgados entre las organizaciones que 
gestionan VpERT y los/as voluntarios/as. 
 
Norma 3: 
Las instituciones públicas y organizaciones privadas 
responsables de la gestión de VpERT a diferentes 
niveles conocen, promueven y respetan las políticas, 
convenios, acuerdos, códigos y cualquier otro instrumento 
internacionalmente acordado y reconocido en relación con 
el voluntariado para emergencias y recuperación temprana 
(VpERT).
 • ACERCA DE LA NORMA
El principal objetivo es garantizar que la acción voluntaria de emergencias 
y recuperación temprana se desarrolle acorde con los principios y acuerdos 
internacionalmente reconocidos independientemente del país o contexto donde se 
lleve a cabo. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
26
Se entiende que, independientemente de las obligaciones individuales de cada 
voluntario/a, existe, también, una responsabilidad institucional y organizacional de 
las entidades relacionadas con la gestión del VpERT para que los citados principios 
y códigos existentes sean tomados en cuenta y respetados. Por esta razón, la norma 
hace énfasis en la necesidad del conocimiento de los instrumentos como paso previo 
a su promoción y respeto. De los principios y códigos existentes e internacionalmente 
reconocidos relacionados con las emergencias y recuperación temprana, merecen ser 
destacados el “Código de Conducta relativo al socorro en casos de desastre para el 
Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las Organizaciones 
No Gubernamentales (ONG)”, “La Carta Humanitaria” y “Las normas mínimas Esfera”. 
En referencia a principios de voluntariado, merecen ser destacados la “Declaración 
Universal del Voluntariado” (1990) que incluye los principios internacionales del 
voluntariado más importantes. Un paso fundamental para el cumplimiento de la 
norma sería facilitar espacios de capacitación y divulgación, o refrescamiento donde 
ya exista un camino recorrido, sobre los principales instrumentos arriba mencionados, 
destinados tanto a tomadores de decisiones como a gestores, funcionarios, técnicos 
y voluntarios/as de las instituciones y organizaciones relacionadascon el VpERT. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Integrar referencias a los instrumentos internacionales relacionados con las 
acciones VpERT en el marco legal y reglamentos. Normalmente, las referencias 
a principios y códigos éticos no se integran en las leyes y reglamentos que en los 
países regulan el accionar de la ayuda humanitaria en situaciones de desastres, 
quedando abierto a la conciencia de las organizaciones y personas. Sin embargo, 
si se quiere lograr que instrumentos internacionales como los mencionados en el 
apartado anterior sean conocidos y respetados por quiénes desarrollan la acción 
voluntaria, éstos deberán formar parte del respectivo marco legal. Para lograrlo los 
diferentes gobiernos y, especialmente, las instituciones responsables de la Gestión 
del Riesgo y Gestión de Desastres en cada país deben, junto con otras instituciones y 
organizaciones no gubernamentales, liderar el proceso.
Institucionalizar el conocimiento, divulgación y respeto a los instrumentos 
internacionales. Las instituciones públicas y organizaciones gestoras de VpERT deben 
desarrollar mecanismos internos que permitan una apropiación e interiorización, 
pero, sobre todo, institucionalización de los principios, códigos éticos y estándares 
humanitarios; éstos no pueden ser vistos sólo como una referencia o meta futura para 
alcanzar, sino asumidos como una realidad institucional; es decir, como los pilares que 
dan sentido al trabajo desarrollado en situaciones de ayuda humanitaria y recuperación 
temprana. Cada organización debe dar pasos para integrarlos en sus estatutos, políticas, 
reglamentos y códigos y desarrollar estrategias, planes formativos y de divulgación 
que formen parte de la dinámica normal de cada actor. Adicionalmente, es importante 
que los esfuerzos y responsabilidad de cada organización sean complementados con 
acciones conjuntas donde participen las diferentes instituciones y organizaciones, 
lo cual ayudará, sin duda, a construir una visión compartida (Ej.: Cursos Esfera 
Interinstitucionales, publicaciones compartidas, etc.). 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
27
Desarrollar mecanismos de veeduría compartida. Para saber si las instituciones 
y organizaciones actúan sobre la base de los principios, códigos y acuerdos 
internacionales, se debe contar con instrumentos que permitan dar seguimiento 
y recopilar la información necesaria. En principio, la finalidad de estas acciones 
de seguimiento no sería sancionadora o fiscalizadora pero, sí buscan incrementar 
la toma de conciencia y responsabilidad de cada actor. Se trata de un esfuerzo 
conjunto interinstitucional y sería el propio grupo el que marcaría con su accionar 
los estándares de actuación y comportamiento. 
 
Ejemplos de indicadores de cumplimiento:
• Las políticas públicas, reglamentos internos y otros instrumentos de gestión 
del VpERT integran los principales principios, valores y códigos de conducta 
relacionados con el voluntariado y la acción humanitaria de emergencias.
• Las Instituciones públicas tienen mecanismos de asesoría, vigilancia 
y acompañamiento para que la acción voluntaria se desarrolle desde el 
respeto a los valores y principios internacionales del voluntariado y la acción 
humanitaria. 
• Los directivos, tomadores de decisiones y/o funcionarios de las instituciones 
públicas y organizaciones privadas relacionadas con VpERT conocen los 
principales convenios y acuerdos internacionales relativos a voluntariado 
y principios de la acción humanitaria.
• Las instituciones públicas y/o organizaciones privadas lideran e implementan 
programas y acciones para la sensibilización, divulgación y capacitación 
sobre principios y valores del voluntariado, humanitarios y código de conducta 
en situaciones de emergencia.
5.3 Gestión organizativa del voluntariado (grupo 2) 
Norma 4:
Las organizaciones que gestionan el voluntariado de 
emergencias y recuperación temprana cuentan con 
procedimientos establecidos para la gestión del voluntariado, 
garantizando una adecuada organización y administración del 
talento humano voluntario.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
28
 • ACERCA DE LA NORMA
Esta norma está directamente relacionada con la responsabilidad que las 
organizaciones tienen de realizar una gestión del voluntariado profesional, lo que 
implica contar con herramientas y mecanismos apropiados para tal fin. 
Dicha gestión debe realizarse en las diferentes fases o etapas de lo que se conoce 
como “ciclo de gestión del voluntariado”7. Si bien este concepto y enfoque ha sido 
acuñado por la Federación Internacional tiene total validez en cualquier organización 
de voluntariado. El ciclo de gestión del voluntariado determina la forma en que se 
organiza y administra el recurso humano voluntario a través de diferentes etapas 
del proceso donde la organización debe contar con pasos y acciones oportunas que 
permitan a los voluntarios y voluntarias tener una ocupación y actividad dentro de 
la organización al mismo tiempo que sus expectativas y necesidades de formación 
están cubiertas. Las principales etapas del ciclo son: la planificación, incorporación, 
inducción y capacitación, participación, evaluación y reconocimiento. 
Es importante que la organización que gestiona el VpERT tenga una estrategia bien 
definida para cada una de las etapas del ciclo, así como flexibilidad para gestionar 
y canalizar el “voluntariado espontáneo” que suele aparecer en momentos de 
emergencia y que normalmente representa una oportunidad para las organizaciones 
de captar y retener nuevos voluntarios y voluntarias. Si bien todas las etapas 
del ciclo son importantes en la gestión de cualquier talento humano, la etapa de 
“reconocimiento” tiene especial relevancia cuando se trata del voluntariado ya que 
al no existir una remuneración económica se debe contar con otros mecanismos de 
reconocimiento íntrinsecos que mantengan e incrementen el espíritu y motivación 
de los voluntarios y voluntarias. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Integrar la gestión del voluntariado en el marco organizacional. La gestión del 
voluntariado no puede ser algo improvisado o circunstancial, sino que debe estar 
formalmente regulado e integrado en la organización y contar con procedimientos 
y procesos internos claramente definidos y conocidos por todos. En este sentido, 
los principales instrumentos y referentes internos como son los estatutos, políticas, 
reglamentos internos, planes estratégicos y entre otros, deben incorporar el concepto 
de gestión del voluntariado y dar pautas para su buena marcha. 
7. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja / Centro Regional de 
Referencia en Preparación para Desastres (CREPD). Guía de Voluntariado. San Salvador, El Salvador 
Centro América. 2008. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
29
Definir una política y procedimiento de gestión de voluntariado apropiada 
para la organización. Lasas instituciones y organizaciones que gestionan VpERT 
son de diferente naturaleza, tamaño y cobertura geográfica. Si bien todas ellas 
tienen la responsabilidad de contar con una política y procedimiento de gestión 
del voluntariado, el alcance y profundidad de las mismas va a depender de 
múltiples factores como número de voluntarios y voluntarias, capacidad de gestión 
institucional, tipo de acciones voluntarias, etc. Considerando esto, es recomendable 
que cada organización realice una evaluación de su realidad y capacidad interna 
previo a la definición de su política y procedimientos de gestión del voluntariado. 
Independientemente del tipo de política y procedimiento elegido, se debe garantizar 
unos elementos mínimos de calidad en el proceso; es decir, aspectos como la estrategia 
de captación, formación continuada o reconocimiento del voluntariado deberían 
formar parte de cualquierproceso de de gestión del voluntariado. Por ejemplo, para 
garantizar una buena formación de sus voluntarios y voluntarias una organización 
puede decidir contar con su propio currículum y centro de capacitación, mientras 
que otra puede enviar a su voluntariado a capacitarse en otro lugar. En ambos casos, 
el objetivo formativo quedaría cubierto aunque con estrategias diferentes.
Divulgación de la política y procedimiento de gestión del voluntariado. Una 
circunstancia que se repite con cierta frecuencia en algunas organizaciones que 
gestionan voluntariado es el hecho de que sus políticas y procedimientos de gestión 
no son suficientemente conocidos, lo que puede llegar a percibirse como falta de 
transparencia. Para prevenir estas situaciones, es importante que, por ejemplo, toda la 
información relativa a procesos y criterios de reclutamiento, capacitación, asignación 
de tareas, reconocimiento y oportunidades de desarrollo sean debidamente publicada 
y divulgada entre el voluntariado para que se conozcan las “reglas del juego” y 
exista un mayor sentido de pertenencia y respeto por la institución u organización. 
Asimismo, esta divulgación y transparencia permite una institucionalización de los 
procesos y reduce el margen de subjetivismo individual. 
Establecer mecanismos internos de seguimiento y control del cumplimiento. 
La política de gestión del voluntariado no sólo tiene que existir, sino que tiene que 
funcionar y cumplirse. Para ello, cada institución y organización debe desarrollar e 
implementar mecanismos para conocer la calidad y cumplimiento de la gestión del 
voluntariado en sus diferentes etapas. Acciones como procedimientos de reclamación 
claros y discretos, informes de misión o evaluación del desempeño son algunos 
ejemplos de acciones que se pueden implementar. Especial importancia tiene el 
contar con una figura independiente que actúe como defensor/a de los derechos del 
voluntariado donde los/as voluntarios/as puedan acudir a presentar reclamaciones 
desde el respeto a su privacidad y dignidad. Dependiendo del contexto, esta figura 
puede ser pública o a lo interno de cada organización, o ambas, pues pueden cumplir 
roles complementarios.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
30
Ejemplos de indicadores de cumplimiento:
• Existe un procedimiento para el ciclo de gestión del voluntariado 
formalizado, publicado, ampliamente divulgado y conocido por los 
voluntarios y voluntarias que incorpora elementos y acciones claras para las 
fases de planificación, incorporación e inducción, capacitación, participación, 
evaluación y reconocimiento de la acción voluntaria.
• El procedimiento de identificación, selección e incorporación del 
voluntariado de cada organización se realiza de acuerdo con las capacidades 
e incorpora criterios de no discriminación e igualdad de oportunidades y es 
publicado y divulgado para el conocimiento de los/as voluntarios/as.
• Se garantiza una inducción mínima en función de cada emergencia que 
permita a los voluntarios y voluntarias conocer el contexto, normas de 
seguridad, rol y responsabilidades en relación con la acción voluntaria que 
van a desarrollar.
• La organización que gestiona VpERT lleva un registro de voluntarios/
as que actualiza periódicamente en función de las altas, bajas, formación y 
experiencias acumuladas. 
• Existen normas y procedimientos internos formales y escritos que regulan 
y garantizan los derechos y deberes del voluntariado que incorporan 
mecanismos apropiados y confiables para canalizar y responder y sancionar 
a las denuncias de discriminación y/o violencia basada en género cometidos 
en cualquier nivel de la organización y que son divulgados y conocidos por 
los/as voluntarios/as. 
• Existe un procedimiento de reconocimiento e incentivos no monetarios 
basado en los méritos y desempeño de los/as voluntarios/as y que no es 
discriminatorio. 
NORMA 5:
Las organizaciones que gestionan VpERT desarrollan 
sus actividades dentro del marco legal, institucional y 
procedimental acordado con las instituciones públicas 
responsables de la acción humanitaria y el voluntariado VpERT 
en el ámbito territorial donde están constituidas y donde los/as 
voluntarios/as desarrollan sus acciones.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
31
 • ACERCA DE LA NORMA
Esta norma es especialmente relevante para garantizar que la acción voluntaria de 
emergencias y recuperación temprana esté mínimamente regulada y se desarrolle 
dentro del marco institucional definido por las autoridades estatales responsables de 
las acciones de gestión del riesgo y gestión de desastres. El objetivo es evitar acciones 
voluntarias realizadas fuera de control y sin el conocimiento de las autoridades 
competentes que pudieran ser contraproducentes y generar mayor caos y confusión 
especialmente en contextos y emergencias particularmente complejos. En ningún 
caso la norma estaría dirigida a limitar la autonomía de acción e independencia de 
las organizaciones que gestiona VpERT, sino que se espera que éstas realicen sus 
actividades como parte de un sistema organizado y sustentado bajo los principios 
de legalidad, coordinación y complementariedad. Existen diversas formas de llevar 
a buen fin esta norma pero algunas de las más prácticas y efectivas es la firma de 
acuerdos/convenios interinstitucionales tanto bilaterales como multilaterales y la 
elaboración de planes de respuesta y contingencia compartidos (territoriales y/o 
sectoriales), donde los roles, responsabilidades, recursos y valor agregado de cada 
organización queden bien definidos antes de cualquier evento. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Actualizar y adaptar los instrumentos internos de respuesta. Las organizaciones 
que gestionan VpERT deben tener protocolos y procedimientos de actuación 
compatibles con el marco de actuación establecido por la autoridad competente 
en materia de gestión del riesgo y gestión de desastres. Los planes de respuesta 
y contingencia institucionales, protocolos y procedimientos de la organización 
deben ser elaborados o adaptados para ser complementarios con los de otras 
organizaciones y sobre todo con las necesidades y prioridades establecidas por las 
entidades públicas. Si por ejemplo el marco legal establece que sólo el Estado puede 
realizar tareas de identificar y enterrar cadáveres, ninguna organización sin permiso 
del Estado podría realizar esta labor aún estando cualificada para ello. Asimismo, 
los roles y responsabilidades de las organizaciones deberían de ser los mismos 
en los planes internos que en los planes generales compartidos, no existiendo 
contradicciones.
Participar en espacios compartidos de capacitación, prácticas y coordinación. 
La mejor forma de lograr una acción coordinada y eficaz entre las diferentes 
organizaciones gestoras de VpERT, instituciones públicas y otros actores relevantes 
es a partir de conocerse entre ellas y generar espacios de confianza antes de que los 
desastres sucedan. Algunos ejemplos de acciones que contribuyen en ese sentido 
son las capacitaciones compartidas, acuerdos y protocolos de respuesta donde se 
definan con claridad los roles de cada actor y sobre todo realizar ejercicios prácticos 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
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de simulación o simulacros donde los/as voluntarios/as se conozcan entre sí y de 
forma conjunta identifiquen aspectos que deben mejorarse para una respuesta 
oportuna y efectiva. 
Participar de forma activa en los espacios formales de coordinación y toma de 
decisiones en situaciones de desastre. En apartados anteriores, se ha mencionado 
la importancia del reconocimiento formal de las organizaciones gestoras de VpERT 
como miembros de los espacios de decisión y coordinación definidos en los marcos 
legales de gestión del riesgo de desastres. Sin embargo, eso es sólo un primer pasoya que debe ir acompañado de una voluntad y compromiso por parte de éstas de 
participar de forma activa en los niveles que les corresponda. Esta participación es 
especialmente importante en las convocatorias realizadas en situación de desastre 
para formar parte de la toma de decisiones distribución de roles y responsabilidades 
pero, también, lo es en la fase de preparación donde se elaboran planes 
interinstitucionales de respuesta y contingencia, protocolos, etc. 
Ejemplos de indicadores de cumplimiento:
• La organización que gestiona VpERT conoce y respeta las principales leyes 
y políticas desarrolladas por las instituciones públicas en relación con el 
voluntariado en emergencias y recuperación temprana para el país o territorio 
donde opera.
• La organización respeta y aplica los protocolos y procedimientos 
establecidos en el país por las instituciones rectoras y responsables de la 
acción humanitaria y VpERT y adapta sus procesos internos para que sean 
compatibles y complementarios con los primeros.
• La organización se coordina y comunica de forma regular con las 
instituciones públicas responsables y con otras organizaciones que gestionan 
VpERT tanto antes como durante las emergencias para evitar duplicidad de 
acciones e identificar sinergias y complementariedad en la acción voluntaria. 
 
• La organización cuenta con políticas, procedimientos escritos y mecanismos 
de información y seguimiento a las políticas de género, no discriminación 
y respeto a la diversidad.
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
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NORMA 6:
Los voluntarios y voluntarias reciben una formación y entrenamiento 
integral apropiado y actualizado permanentemente para el 
desarrollo de su acción voluntaria con profesionalismo y seguridad.
 • ACERCA DE LA NORMA
Una las etapas del ciclo de gestión del voluntariado mencionado en la norma 4 es la 
de “inducción y capacitación”. Por su importancia y transcendencia en el desarrollo 
de la acción voluntaria, la capacitación y/o formación merece una atención especial 
a través de la presente norma. 
Es obligación y responsabilidad de las instituciones y organizaciones que gestionan 
el VpERT asegurar que los/as voluntarios/as están debidamente capacitados para las 
tareas que deben desempeñar y conocen perfectamente el alcance y responsabilidad 
de sus acciones. Normalmente, esta formación debe ser integral, es decir, debe 
incluir aspectos generales de la acción humanitaria, de la propia organización, sus 
valores y misión; así como elementos técnicos y específicos del área de desempeño 
de cada voluntario/a. De igual forma, la formación debe adecuarse periódicamente a 
las necesidades de cada persona. Para lograr lo anterior las organizaciones deberían 
contar con currículos formativos en función de cada contexto e integrar temas de 
interés general recomendados por las instituciones responsables de la reducción 
de riesgos en un ámbito territorial dado. En cualquier caso, no se puede olvidar el 
carácter dinámico de la formación y entrenamiento de los/as voluntarios/as y su 
valor agregado como incentivo y reconocimiento de la labor que desempeñan para 
la organización. En la medida de lo posible, se debe abogar porque exista temas 
formativos básicos comunes a todas las organizaciones independientemente de su 
especialización, ya que ello va a mejorar el entendimiento y comunicación entre los/
as voluntarios/as de las diferentes organizaciones. 
 • COMO ALCANZAR LA NORMA
Definir una política de formación y divulgarla. Toda organización que gestiona 
VpERT debería tener una política de formación donde se definan los criterios y 
procesos formativos internos en función de perfiles, desempeño, tipos de tareas y 
funciones dentro de la organización. Así mismo esta política debe ser divulgada tanto 
externamente como a lo interno conocida por el voluntariado. El conocimiento de 
la política permite a los/as voluntarios/as tener mayor claridad sobre lo que pueden 
esperar de la organización y cómo proyectar su desarrollo dentro de ésta, mejorando 
su sentido de pertenencia y motivación. 
Identificar necesidades formativas de la organización y los/as voluntarios/
as. Cada organización en función de su mandato y especialización tiene unas 
necesidades formativas diferentes ya que los perfiles de sus voluntarios/as también 
son diferentes. De igual forma, las personas llegan a la institución u organización 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
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con una formación y conocimientos previos, por ello las necesidades de formación 
se deben determinar desde varias perspectivas como evaluar los conocimientos 
mínimos necesarios en función del puesto, evaluar el perfil de los/as voluntarios/
as que se tienen e identificar fortalezas y definir etapas y fases de especialización a 
partir de los conocimientos mínimos. En cualquier caso, el resultado debería ser que 
las políticas y temas formativos que posteriormente se desarrollen se ajusten a las 
necesidades y actividad de cada organización. 
Garantizar temarios y planes formativos. A partir de la evaluación e identificación 
de necesidades formativas el siguiente paso es asegurar que los voluntarios y 
voluntarias reciben esta formación. Para ello existen diversas estrategias en función de 
la capacidad, tamaño y capacidad de la organización. Algunas organizaciones pueden 
decidir brindar directamente la formación mientras que otras pueden apoyarse en 
actores externos o simplemente una combinación de ambas dependiendo del tipo 
de formación pero lo realmente importante es garantizar lo que se necesita con 
calidad. Una opción cada vez más aceptada es determinar un currículum con dos 
partes. Por un lado, un temario básico para cualquier voluntario VpERT que debería 
ser común a cualquier organización y por otro uno más especializado en función de 
la misión, tareas y necesidades de cada organización.
Dar seguimiento personalizado al desempeño y necesidades formativas del 
voluntariado. La política y procedimientos de gestión del voluntariado de cada 
organización deben incorporar mecanismos y herramientas que permitan un 
acompañamiento individualizado de cada voluntario/a para identificar necesidades 
de formación, crecimiento y desarrollo que permitan mejorar la calidad de 
voluntariado. Algunas acciones encaminadas en este sentido son la asignación de 
tutores o mentores, la organización de sesiones de devolución (debriefing) después 
de cada misión, encuestas personalizadas con formatos predefinidos, etc. 
Ejemplos de indicadores de cumplimiento:
• La organización que gestiona VpERT cuenta con una malla curricular de 
formación básica homologada y acorde con los estándares, directrices y 
orientaciones definidos por las instituciones públicas responsables de acción 
humanitaria y VpERT. 
 
• Existe procedimientos y guías publicados y divulgados entre los 
voluntarios y voluntarias de la organización, en lo que se explica con 
transparencia y claridad los procesos de acceso a la formación interna y otras 
oportunidades adicionales.
• Los voluntarios y voluntarias reciben una formación básica cuando ingresa a 
la institución acorde con su perfil, especialidad, rol y nivel de responsabilidad. 
NORMAS MÍNIMAS COMUNES DEL VOLUNTARIADO PARA EMERGENCIAS Y RECUPERACIÓN TEMPRANA (VPERT) 
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• Los voluntarios y voluntarias tienen acceso a oportunidades de desarrollo 
y capacitación acorde con su perfil y desempeño y conoce previamente los 
mecanismos y condiciones para acceder a las mencionadas oportunidades.
5.4 La acción voluntaria (grupo 3) 
Norma 7:
Los voluntarios y voluntarias aceptan y realizan misiones y 
tareas adecuadas a sus competencias, destreza y capacidades 
para las cuales han recibido entrenamiento y formación 
integral, gradual y actualizada. 
 • ACERCA DE LA NORMA
Esta norma apunta tanto a la responsabilidad individual, es decir de cada voluntario/a,

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