Logo Studenta

F 2 Teoría nutrición e inmunidad

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

NUTRICIÓN E INMUNIDAD
La desnutrición es la causa principal de inmunodeficiencia en el mundo. 
Malnutrición en diferentes etapas de la vida
Malnutrición fetal: El sistema inmune que se desarrolla en un entorno de carencia nutricional y que culmina con un recién nacido de bajo peso, pequeño para la edad gestacional, con depleción de LT, inmunodeficiencia celular, déficit de Igs o inmunodeficiencia humoral.
Malnutrición en el anciano: Se caracteriza por disminución de LT y disminución de la función fagocítica.
Respuesta a una noxa y desnutrición
Los cambios inflamatorios y hormonales resultan en variaciones en los metabolismos proteicos y energéticos de las células. Los niveles de catecolaminas, glucagon, hormona de crecimiento y glucocorticoides aumentan. Hay un estallido metabólico celular, consumo de oxígeno, gluconeogénesis y pérdida de la cetoadaptación.
En individuos desnutridos puede producirse rápidamente una malnutrición calórico-proteica (MCP) o bien, explica en parte las respuestas que el individuo con MCP no puede montar para responder a una infección, o un trauma, como puede ser una quemadura extensa.
Desnutrición calórico-proteica (DCP)
· Linfocitos < 1200/mm3.
· La inmunidad celular, evaluada a través de los tests cutáneos y de la respuesta a la PHA (fitohemaglutinina) y PWM están disminuidos, así como la respuesta a Ag nuevos como DNCB (dinitroclorobenceno).
· Disminuyen espacialmente los CD3, que se expresa en timocitos y células T.
· Disminución de CD4 y CD8, con valores de CD4/CD8 muchas veces por debajo de 1.
· La reducción de la respuesta a mitógenos está relacionada a la disminución de células en mitosis y a la prolongación del ciclo celular por la restricción proteica, además de la presencia de inhibidores, como PCR, endotoxinas y α-fetoproteina y por la carencia de nutrientes esenciales para la proliferación.
DCP e inmunidad humoral: Se afecta en grado variable.	
· Se conserva la capacidad de respuesta a polivirus, tétanos, difteria, paperas y Ag polisacáridos del neumococo, pero no responden a vacunas de fiebre amarilla e influenza A (en algunos casos se observa disminución en la afinidad de estos Ac).
· En ausencia de infección los niveles de las Igs están por debajo de lo normal.
· Habitualmente la concentración de Igs séricas está aumentada, predominado en general una clase, casi siempre la IgA asociada a las infecciones en mucosas o IgE por las infecciones a parásitos.
· La IgA se encuentra disminuida y su respuesta retrasada.
Ac en MCP
Los más conservados son T independientes. La afinidad de los Ac está disminuida, con un aumento de las concentraciones de inmunocomplejos circulantes. La IgA muestra reducción selectiva con aumento compensador de IgM en secreciones (tendencia a septicemia).
Inmunidad inespecífica y MCP
· La cifra de PMN es normal.
· Reacción neutrofílica a la infección conservada, pero la función de los mismos está alterada (quimiotaxis, capacidad bactericida, estallido metabólico y, especialmente, fagocitosis).
· Los niveles de las proteínas del complemento están disminuidos, excepto C4, así como la actividad hemolítica del complemento.
· Otros mecanismos inespecíficos, como la producción de interferón, de lisozima y la opsonización están alterados.
· Los niveles de los reactantes positivos de fase aguda tienden a estar elevados.
· Disminución de la actividad opsónica del plasma (C3, factor B, otros factores, actividad hemolítica total).
· Reducción en la activación metabólica de destrucción intracelular de bacterias.
Otras alteraciones en MCP
· Está aumentado el número de células NK, esto junto al hallazgo de una actividad TdT aumentada, marcador de linfocitos inmaduros, sugiere una alteración en la maduración y diferenciación linfocitaria.
· Disminución de citocinas IL-1, IL-2 e interferón δ.
· Respuesta alterada a citocinas.
· Déficit de Zinc.
· Atrofia linfoide.
· Respuestas de hipersensibilidad cutánea reducidas.
· Rechazo de injertos retrasado.
Barreras y DCP
La atrofia de la piel y de la mucosa gastrointestinal predispone a la infección.
Obesidad y nutrición
Morbilidad asociada al sobrepeso y la obesidad. Presenta las siguientes consecuencias:
	BIOQUÍMICA CLÍNICA Y CUANTITATIVA I
	2018
· 
4
· Diabetes tipo 2.
· Dislipemia.
· Hipertension.
· Enfermedad coronaria y cerebrovascular.
· Colelitiasis.
· Osteoartritis.
· Insuficiencia cardíaca.
· Sindrome de apnea del sueño.
· Alteraciones menstruales.
· Esterilidad.
· Alteraciones psicológicas.
Esto puede llevar a: Mayor susceptibilidad a padecer algunos tipos de cáncer e infecciones, mayor riesgo de bacteriemia y mayor tiempo de cicatrización de las heridas tras una intervención quirúrgica.
Cambios inmunológicos en la obesidad
Afectan tanto a la inmunidad humoral, sobre todo a la secreción de Ac, como a la inmunidad celular, especialmente al recuento de leucocitos y subpoblaciones linfocitarias y a la proliferación de linfocitos en respuesta a mitógenos.
La leptina, secretada por el tejido adiposo, está implicada en la homeostasis energética y en la regulación de la función inmune. Parece constituir un nexo de unión entre la respuesta pro-inflamatoria Th1, el estado nutricional y el balance energético, ya que:
· Estimula la proliferación y activación de células mononucleares periféricas.
· Estimula la producción de citocinas proinflamatorias (IL-6, TNF-α) por los monocitos circulantes.
· Potencia la activación de linfocitos a agentes mitógenos como fitohemaglutinina o concanavalina A.
· Inhibe la producción de LT de memoria.
· Aumenta la producción de LB.
· Estimula la producción de citocinas tipo Th1 (IL-2, IFN-γ) por los linfocitos.
Posible mecanismo de activación de las células mononucleares por la leptina
La leptina estimula a los monocitos haciendo que expresen más receptores de leptina, y del mismo modo actúa sobre los LT haciendo que expresen más receptores de leptina y activándolos. Como consecuencia de ello, se va a producir una liberación de citocinas proinflamatorias por parte de los monocitos. Estas citocinas producen una estimulación de los LT los cuales responden aumentando la producción de IL-2 y de IFN-γ, dos citocinas de la respuesta Th1. La respuesta Th1 es inmunoprotectora, pero también es proinflamatoria y, por lo tanto, una respuesta Th1 exagerada es perjudicial. Por otra parte, el IFN-γ va a actuar sobre los monocitos aumentando la producción de citocinas proinflamatorias, por lo que podemos considerar que la misma leptina es una citocina proinflamatoria. Por lo tanto, podríamos considerar la obesidad como una enfermedad inflamatoria en la cual se observan frecuentemente niveles altos de leptina circulante.
Como ya hemos indicado anteriormente, la leptina se produce fundamentalmente en el tejido adiposo y, por tanto, en aquellos individuos que tienen escaso panículo adiposo los niveles circulantes de leptina serán bajos. De hecho se ha visto que los niños desnutridos tienen niveles bajos de leptina y que esos niveles bajos se correlacionan con una disminución de la respuesta linfoproliferativa ante una agresión. La hipoleptinemia conduciría a un aumento de la susceptibilidad a la infección debido a una disminución de la activación de los LTh y a un efecto directo sobre el timo.
Por el contrario, un exceso de leptina, a través de la estimulación de respuestas Th1, aumentaría la susceptibilidad a las enfermedades autoinmunes, como sugieren algunos estudios experimentales. Los niveles excesivos de leptina, en los individuos con sobrepeso, podrían jugar un papel en el desarrollo de patologías mediadas por una exacerbación de la respuesta inmune. Así, la leptina, junto con otras citocinas como IL-6 o TNFα, podrían acelerar el desarrollo de arteriosclerosis, diabetes mellitus tipo 2, o Síndrome X, todas ellas enfermedades inflamatorias o inmunológicas.
Por último, pero no menos importante, la forma más común de obesidad humana, caracterizada por una hiperleptinemia que origina una resistencia a la leptina a nivel central y periférico, se asocia con una incidencia aumentada de infecciones.En este contexto, la desensibilización del receptor de leptina es percibida por las células T como un estado de deficiencia de leptina, lo que conduce a una disfunción del sistema inmune similar a la producida por la malnutrición y el déficit congénito de leptina.
Inmunosenescencia
Se define inmunosenescencia como el estado de desregulación de la función inmune que contribuye a un aumento de susceptibilidad de los ancianos a la infección, a la enfermedad autoinmune y al cáncer.
La causa de muerte más común es la infecciosa en este grupo, seguida por el cáncer y la enfermedad cardiovascular, por lo que el rol del sistema inmune en prevenir la muerte es fundamental. Esto se relaciona directamente a una ventaja en la supervivencia de ancianos centenarios con función inmune relativamente mejor conservada frente a otros individuos de 80 años o mayores.
Se sabe que existe un incremento de las infecciones bacterianas y a protozoos en los ancianos. Pacientes de 85-90 años muestran:
· Disminución en el número y porcentaje de CD3.
· Altos porcentajes de CD8+ y CD4+CD8+
· Bajas respuestas a ConA.
· Un patrón de pobre respuesta proliferativa de LT y bajos niveles de IL-2 se asocian a alta mortalidad.
· Disminución de la respuesta humoral al virus de la influeza, casi toda de tipo IgG, probablemente ligada a una disminución de LTh (CD4CD45RO+: fenotipo memoria).
· Aumento de la actividad NK.

Continuar navegando