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Augusto Vels -GRAFOLOGIA de La A Hasta La Z

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DEDICATORIA; 
A Don EMILIO GARCIA, 
a mis paisanos lumbrerenses 
y también a la memoria de mi amiga la Dra. Esperanza Fonta 
como homenaje a su labor universitaria y grafológica 
 
GRAFOLOGIA. DE LA “A” A LA “Z” 
Por AUGUSTO VELS 
 
 
 
 
NOTA IMPORTANTE: 
 
Debo expresar mi agradecimiento a mis colegas Rafael Sevilla, Rosa Saavedra y 
Fernando Fanlo, Licenciados en Filosofía, Peritos Calígrafos y Grafoanalistas, por 
su aportación informática de un nuevo “Método Vels de Gtafoanaliss” y haber 
colaborado en la corrección y revisión del texto de esta obra.. 
 
 Augusto Vels 
 
 
 
PRÓLOGO: 
 
Esta obra es el resultado de más de cinco años de trabajo en la que se recoge la 
experiencia de más de medio siglo en la practica de la Grafologia y en otros tests 
psicotécnicos y proyectivos destinados al estudio de orientación, promoción y 
selección del factor humano en las empresas. 
Contiene más de 200 currículums de autores y obras de Grafología. Estos 
currículums permitirán a los lectores elegir los autores y obras mas en consonancia 
con la especialidad que les interese. 
 
El texto de la obra puede considerarse como una ampliación al “Diccionario de 
Grafología y de términos psicológicos afines”. Destinada esencialmente a los 
profesionales y en la que han colaborado, aportando algunas de sus experiencias 
personales prestigiosos grafólogos de diversos países: 
 
ESPAÑA: (Colaboradores) : 
 
 
 2 
-Prof. Berta Andress, Ex-presidente de la “Asociación Grafopsicológica” (Madrid.). 
-Dra. Esperanza Fonta, Presidente de la A.G.C. (1993 - 1997) y Profesora de 
Psicomotricidad en la Universidad Ramón Llull de Barcelona. 
-Prof. Jaime Tutusaus, Presidente de la A.G.C.(1998).- 
-Prof. Francisco Viñals, Doctor en Derecho y Criminología, Presidente de la 
“Asociación de Peritos Calígrafos de Cataluña”, profesor de esta materia en la 
Universidad Autónoma de Barcelona y Vicepresidente.1º de la A.G.C. 
Prof. Mª Dolores Mora, Vicepresidente 2º de la A.G.C., Psicoterapeuta y prof. de 
Grafología y Peritaje Caligráfico en la Universidad Autónoma de Barcelona.. 
-Prof. Palmiro Viñas, prof. de Grafoanálisis y Secretario de la A.G.C. 
-Don José Sadurní Villalonga, Ingeniero en Informática, autor del primer programa 
informático del “Método Vels de Grafoanálisis.”. 
-Don José M. Escolá, Tesorero de la A.G.C. especialista en “ritmo de base”. 
.. 
Los licenciados en Filosofía, Peritos Calígrafos y Grafoanalistas Rafaél Sevilla, Rosa 
Saavedra y Fernando Fanlo, que han corregido los errores de teclado y 
compaginación del texto aportando su versión informática del “Método Vels de 
Grafoanálisis”.. 
 
Lps Profesores Tutusaus, Viñals, Dolores Mora y Viñas, han colaborado con la Dra. 
Fonta en los “Cursos de Master en Grafología” de la Universidad Ramón Llull de 
Barcelona y en los cursos de Peritaje Caligráfico de la Universidad Autónoma de 
Barcelona. y, a su vez, son profesores en la “Agrupación de Grafoanalistas 
Consultivos de España” (A.G.C.) que funciona como Escuela Superior de 
Grafología, con estatutos registrados en el Ministerio de Trabajo. 
 
 
 
COLABORADORES EXTRANJEROS: 
 
Dr. J. Ch. GIlle Maisani: Ex Catedrático de la Universidad Laval (Canada). 
Prof. Lamberto Torbidoni: Fundador Instituto G. Moretti. 
Prof. Silvio Lena: Presidente de la A.G.I. (Italia) 
Dr. Pacífico Cristofanelli: Dr. Instituto Moretti y de la revista “Scrittura” (Italia). 
Prof. Doris Gauthier: Dr. Inst. Caracterología (Canadá). 
Profesoras Marthe Laubi y A. Olivie Gaye de Bourdeaux (Francia). 
Prof. Paolo Bruni: Director de APRESPA (Italia). 
Prof. Pedro José Foglia: Profesor de Grafología en la Universidad Católica de 
Buenos Aires (Argentina). 
 3 
A todos los colaboradores expreso mi agradecimiento por haber contribuido al 
proyecto de hacer esta obra una herramienta útil para los profesionales de la 
Grafología.. 
Es de agradecer también el apoyo moral y beneplácito de muchos de los colegas 
que conocen el borrador de esta obra y aunque, por su limitación de tiempo, no han 
podido colaborar con sus aportaciones, no quiero dejar de mencionar a algunos, 
entre ellos los profesores y profesoras que durante los más de cinco años que ha 
durado la realización de esta obra me han animado en su proyecto. Entre los 
colegas a los que envié el borrador de la obra, se encuentran Mauricio Xandró, 
Amparo Botella. Consuelo Galindo, Julia Moya, Eduardo Pérez de Mora, María del 
Mar García Martín, Isabel Sánchez-Bernuy, Chantal Melin, Carlos Ramos Gascón, 
Alicia Martínez y muchos otros grafólogos actuales de España y extranjero que 
figuran en el currículum de autores. 
Para el autor de esta obra será muy grato comprobar la acogida de sus colegas en 
este intento de haber querido hacer algo que sea útil a los profesionales a los cuales 
queda abierta toda crítica y sugerencia que pueda mejorar este trabajo. 
 
 El autor.- 
 
 
 
 
 
 
GRAFOLOGIA- DE LA “A” A LA “Z”: 
 
(Este “Diccionario” es una ampliación a la obra anterior del mismo autor denominada 
“Diccionario de Grafología y de términos psicológicos afines). 
 
 
ORDEN ALFABÉTICO DE LOS SIGNOS GRÁFICOS: 
 
Este “Diccionario” ha sido concebido como herramienta de consulta destinada a los 
grafólogos profesionales. Se pensó, en principio, en forma de disquete abierto que 
permitiera ir integrando en cada signo las nuevas investigaciones que se vayan 
produciendo. Sin embargo, por su posible resultado comercial negativo dada la 
facilidad de las copias piratas en el campo de la Informática, hemos tenido que 
desistir de este proyecto inicial. Este “Diccionario” es el fruto de cinco años de 
trabajo y de innumerables consultas y aportaciones de diversos colegas. Algunos de 
ellos anteriormente mencionados. 
La clave de la letra inicial de cada signo y los dos números siguientes se habían 
pensado para facilitar de inmediato el acceso a cada signo mediante las teclas de 
 4 
función del ordenador. Se conservan estas claves para aquellos lectores que 
adquieran la obra y deseen, si disponen de ordenador, tener también el texto, sin 
grabados, de esta obra en forma de disquete para PC. 
 
 
 
CLAVE: 
 
 
A01 ABIERTA: 
 
(Se refiere a los óvalos u ojos de las letras “a”, “o”, “g”, “d”, etc. y a las zonas 
iniciales y finales de las letras mayúsculas y minúsculas). La escritura en guirnalda 
no buclada es abierta. 
El coligamento en arco debe interpretarse como escritura cerrada y lo mismo la 
escritura invertida y sinistrógira. 
Los signos de “abreacción” (Escritura Abierta), en general, asociados a un nivel 
positivo alto (Escritura Armónica: A23), deben interpretarse como abertura de ánimo, 
sinceridad, espontaneidad, ausencia de fingimiento o de hipocresía. Buena 
adaptación al entorno. Equilibrio entre las pulsiones instintivas y las exigencias del 
medio ambiente. Fidelidad en los sentimientos de aprecio, de amor o de amistad. 
 
1.-Abierta por la derecha del óvalo: 
En general, la escritura abierta a la derecha y sin inhibiciones importantes, refleja al 
“Yo Niño” del análisis transaccional de Berne. El sujeto expresa sus sentimientos y 
habla de sus necesidades directamente, con espontaneidad. Acepta de buen grado, 
con buena disposición, los gustos e ideas de los demás sin que necesariamente 
renuncie a la propia ética y convicciones. 
Esta espontaneidad y disposición abierta está más cerca de la generosidad que del 
egoísmo, ya que la actitud es ofertante, sobre todo, si la escritura es extensa y 
progresiva. El sujeto sabe ponerse en el lugar de los demás y comprenderles, 
respeta sus deseos y criterios sin renunciar a los propios, comparte ilusiones y 
tristezas. Rara vez toma posiciones egoístas o individualistas. Es capaz de dialogar 
sin crear conflictos, sin tomar actitudes rígidas o intransigentes 
Con escritura grande, redondeada, ligada, inclinada y extensa: Libertad y 
espontaneidad en la expansión de los sentimientos yemociones. Actitud ofertante 
de afecto y simpatía. Buena sociabilidad. Extroversión. 
 
2 -Abierta por atrás o parte izquierda de los óvalos: 
Necesidad de contener los primeros impulsos expansivos. La espontaneidad se ve 
refrenada por la prudencia, el temor o la desconfianza. Efecto de la experiencia de 
 5 
la vida en sujetos normalmente expansivos, en quienes se inicia la retracción, la 
defensa del Yo frente a los vapuleos de la vida. 
 
3 -Abertura excesiva de los óvalos que adoptan la forma de “u”: 
(N) Actitud demasiado abierta y espontánea a los estímulos o influencias externas. 
Falta de cautela y de discreción, de sentido crítico y de autocontrol en los impulsos 
expansivos. Permeabilidad a toda clase de presiones, de influencias, por 
ingenuidad, credulidad o falta de resistencia para oponerse. Plasticidad, ductilidad 
de carácter y, como consecuencia, sugestibilidad (ver este término en el Diccionario 
de Psicología). Esta tendencia a ser el “Yo niño” del Análisis Transacional de Berne 
que representa la ingenuidad, la candidez, la simpleza o ausencia de sagacidad 
crítica, de picardía y malicia, supone también la falta de madurez en el 
discernimiento y la falta de discreción, tanto en las expansiones verbales como en la 
captación de palabras y opiniones de otros. Esta tendencia a la credulidad puede 
ser peligrosa para quien la padece, si el medio ambiente que rodea al sujeto no es 
socialmente correcto. Frecuentemente el sujeto puede arrepentirse de lo que ha 
dicho o hecho, cuando ya no existe ningún medio o posibilidad de rectificar su error 
o indiscreción. 
 
4 Abertura en la base de los óvalos: 
(N) Fingimiento, simulación, ficción, hipocresía. Modo de hablar encubierto. Se 
enmascara el pensamiento con la comedia, la farsa o la disimulación, como medio 
de evadir la culpabilidad o las intenciones. El camuflaje de las intenciones, en este 
caso, tiene una finalidad defensiva o egoísta que el sujeto no desea confesar. 
Carlos Ramos ha querido aportar algunas de sus observaciones personales sobre 
este signo gráfico: “Quienes abren los óvalos en la base, no son efectivamente 
amigos de la sinceridad. Lo he observado en varios casos muy significativos. Este 
signo suele alternarse con óvalos cerrados en la base. La abertura en la base de los 
óvalos suele ir también acompañada de escritura ancha e incluso aplastada y, en 
ocasiones, los óvalos son más rápidos que el resto de letras Este signo es más 
frecuente en mujeres. Lo que interesa subrayar es que, en estos casos, se trata de 
personas que se sienten particularmente indefensas ante las vivencias de angustia y 
todo lo que suponga la irrupción de la actividad inconsciente”. “Pienso agrega -
Carlos Ramos-, que esta particular sensibilidad a la angustia suele tener base 
constitucional. Es un indicio muy significativo de neurosis, incluso de personalidad 
borderline”. (Ver currículum de Carlos Ramos en Índice de Autores). 
 
5 Abreacción desigual: (Ver Desigualdades de Abreacción). 
 
 
A02 - ABREACCIÓN: 
 
(Ver este término en el Diccionario de Psicología). 
 
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A03 - ACARICIADORA: 
 
El Dr. Gille-Maisani describe ampliamente este “gesto-tipo” en su obra “Psicología 
de la escritura” (Ed. Herder; 1991). Según el Dr. Gille, Solange Pellat describió este 
signo a principios de siglo. Consiste en la existencia de arpones en forma de 
“curvas” en las zonas iniciales y finales de las letras (ver el trazo inicial de las dos “E” 
mayúsculas de la fig. 138) y la presencia de guirnaldas bucladas y de jambas en 
ocho de guarismo (fig. 130). 
(N) Es un signo propio, según el Dr. Gille, de personas aduladoras, lisonjeras, tras 
de cuya actitud se oculta un profundo afán de posesividad, que “se orienta hacia el 
campo de los sentimientos en lugar de hacerlo hacia el de los bienes materiales”. “El 
arte de agradar es el arte de engañar” (Vauvernargues). 
Según el Dr. Gille, la escritura “acariciadora” “se entronca, en sus variedades 
atenuadas y armoniosas, con las especies “graciosa” y “elegante” (fig. 215), cuyo 
significado sería el “encanto”, la habilidad seductora, el savoir-faire, el arte de 
cautivar y fascinar propio de las personas amables, con gancho para agradar. 
Cuando los gestos-tipo acariciadores se mezclan con escritura con frecuentes lazos 
y formas complicadas, el deseo de agradar es claramente un engaño insidioso y 
perverso destinado a conseguir ventajas personales. 
 
 
A04 - ACELERADA, Escritura: 
 
La escritura acelerada supone un incremento de la velocidad normal de la escritura. 
Sólo se puede diagnosticar este signo si tenemos suficientes muestras de escritura 
para verificar el ritmo normal y el ritmo acelerado. 
Para interpretar la escritura acelerada es necesario cotejar las variaciones de 
espacio forma y movimiento que se producen en el grafismo al salir del ritmo normal. 
Hay que observar si el sujeto conserva el control de sí mismo mediante la voluntad, 
en cuyo caso la aceleración no supone pérdida importante en la calidad del trazado; 
o si es la emotividad quien domina en el proceso de aceleración, en cuyo caso el 
espacio, la forma y el movimiento resultan más o menos alterados, es decir, se 
pierde calidad en el trabajo ejecutado. 
(P) Cuando la aceleración es positiva, es decir, cuando se acelera el ritmo normal 
sin deterioro de la calidad del trazado, refleja la capacidad del sujeto para 
incrementar su trabajo en determinados momentos clave y realizar muchas cosas 
bien y en poco tiempo. La voluntad controla la acción, en este caso, sin dejar que la 
emotividad distorsione el trabajo realizado. Este es un buen signo de salud y de 
equilibrio interior. Supone una buena adaptación del sujeto a las condiciones y 
exigencias de su medio ambiente. 
(P) Capacidad para acelerar el ritmo habitual de trabajo (mental o manual). Este 
aumento de productividad implica un perfecto control y dominio de la labor que se 
realiza y, por tanto, no perjudica, en este caso, la calidad de las tareas realizadas. 
 7 
(N) Con desorden, agitación y pérdida del dominio de las reacciones motoras 
supone hiperemotividad que frena o perturba la adaptación del sujeto a un ritmo 
superior al suyo habitual. Incapacidad para adaptarse a un incremento de la 
actividad. Viscosidad mental. En este caso, en lugar de aumentar, puede disminuir, 
en general, la cantidad y calidad del rendimiento, principalmente si el sujeto se 
siente observado. 
 
 
A05 - ACENTOS: 
 
Tanto los acentos como los puntos, son partes integrantes de las letras que precisan 
su estructura. Sin ellos, las letras quedan incompletas y afectan a la claridad y 
eficacia del trabajo realizado. Colocar adecuadamente un punto o un acento es 
precisar el significado de una palabra y presentar un trabajo completo y eficaz. 
Omitir un punto o un acento, o colocar estos signos complementarios fuera de su 
sitio correspondiente, no es sólo una falta de atención y precisión en lo que se 
piensa, se dice o se hace, es también un abandono de la ética y de todo 
compromiso en presencia de una obligación. 
(P) Acentos de dimensión normal, colocados con precisión: Equilibrio mental, 
precisión, deseo de claridad. Pensamiento atento y responsable en presencia de 
cualquier deber u obligación. El sujeto se caracteriza por la exactitud y la 
puntualidad, si el ambiente gráfico confirma el predominio del orden en los aspectos 
espacio, forma y movimiento. 
(N) Acentos grandes, impulsados, acerados, en un grafismo de bajo nivel positivo 
(fig. 61, 126a y 162). Reflejan disturbios emocionales, reacciones agresivas, 
irritables y violentas; pérdida frecuente del equilibrio y la compostura en presencia 
de contrariedades, oposiciones u obstáculos (egocentrismo agresivo). Reacciones 
propias de sujetos con elevado grado V en la escala de Pophal. 
Si los acentos son recurvados y acerados, la pérdida del autocontrol es aún más 
frecuente e irritable y se puede mezclar con fantasmas de la mente, con falsas 
interpretaciones sobrelas intenciones de los demás o sobre la hostilidad del medio 
ambiente. 
 
 
A06 - ACERADA: 
 
Se caracteriza por un impulso vivo y lanzado que otorga a los trazos finales de letra, 
de palabra o barras de las “t”, una terminación más o menos aguda o puntiaguda 
(fig. 85a, 117b, y 208 en la barra de la tercera “t”). 
1 (N) Déficit en el dominio de sí mismo. Deficiencia en el freno o inhibición de las 
reacciones. Es un derivado con distintos matices, de la emoción primaria cólera 
(reacción agresiva a las frustraciones, a las contrariedades, a los obstáculos, a los 
deseos impedidos, etc.). 
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Supone una actitud emotiva pasional fijada a un deseo u objetivo. Cualquier 
obstáculo, impedimento o frustración provoca una descarga agresiva contra la 
persona, objeto o situación que frustra el deseo o impide el cumplimiento del 
objetivo. Esta descarga agresiva puede dirigirse hacia el propio sujeto (automartirio, 
autocrítica, autodestrucción, etc.), o dirigirse en palabra u obra hacia los demás. 
De aquí se derivan las interpretaciones de crueldad, sadismo, irritabilidad, 
agresividad, combatividad, enojo, ironía, espíritu crítico, etc., que se da a este signo, 
según la fuerza de los trazos y la agudeza de las puntas terminales. La causa de 
estas reacciones es siempre la frustración (Ver éste término en el Diccionario 
psicológico). 
(N) El gesto acerado es lo contrario del gesto en maza. La maza es un impulso 
frenado, contenido, es una fuerza que se almacena en el interior. El trazo acerado 
supone una tensión o fuerza que se descarga. 
Según el dinamismo gráfico, la fuerza y frecuencia del impulso, es decir, según el 
grosor, la agudeza de las puntas, la dimensión de los trazos y el ambiente gráfico, la 
descarga agresiva puede ser manifestada directamente a través de palabras 
ofensivas o de actos más o menos impulsivos y reprochables. La agresividad, en 
determinados casos, con un ambiente gráfico positivo o armonioso, puede ser 
sublimada o fantaseada. 
(P) Cuando la agresividad es latente y se sublima en el individuo, puede 
descargarse a través del espíritu crítico, del humorismo irónico, de la observación 
aguda de matices y detalles no correctos en las cosas. El sujeto de este tipo, 
cuando está dotado de vivacidad de espíritu, de agudeza de sensibilidad, y de una 
inteligencia penetrante, es hábil para investigar sobre las personas y las cosas y 
para desenredar la trama del pensamiento ajeno y descubrir los lados vulnerables o 
los aspectos inéditos que tienen las cosas, sin que la agresividad de fondo se 
manifieste abiertamente, si está sublimada o humanizada. 
La agresividad latente, puede ser también fantaseada a través de obras literarias, 
cuyo insigne ejemplo, puede ser el personaje de Don Quijote de Miguel de 
Cervantes y, cambiando de categoría, el personaje de Superman. La descarga 
agresiva indirecta y fantaseada se puede ver también en ciertas obras artísticas o 
científicas. Tenemos abundantes ejemplos en el cine, en la pintura y en ciertas 
actividades científicas, como la cirugía y algunas investigaciones con finalidad bélica 
y destructiva. 
2 (N) Cuando la agresividad se manifiesta directamente, generalmente está 
presente la tendencia a las reacciones pasionales, a la indignación, a la irritabilidad 
o al enojo, como consecuencia de la frustración. El individuo pasional y reactivo, no 
aguanta bien la frustración, la contrariedad a sus ideas y deseos. Su impaciencia 
egocéntrica se inviste de inmediatez: “quiero eso aquí y ahora” Vive la exigencia 
neurótica de ser atendido de inmediato y cualquier oposición, retardo o contrariedad, 
le sume en una dramática inadaptación que se resuelve en agresividad verbal o 
motora. 
Con escritura rápida, movida, lanzada y con desigualdades de la presión de la 
dimensión y del coligamento, los arrebatos de impulsividad son violentos y 
frecuentes. El sujeto no aguanta bien los contratiempos, se enfurece cuando algo no 
resulta a medida de sus deseos, reacciona sin reflexión ni cautela a las causas 
motivantes de la frustración (ver grado V de la escala de Pophal). 
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Es importante observar la dirección de los trazos acerados. Si los trazos finales, 
barras de las “t”, etc. tienen una dirección ascendente, en diagonal con la línea (figs. 
28, 126a y 210), este signo refleja lo mismo que las respuestas DZW del Rorschach: 
oposición, inconformidad, contradicción y agresividad hacia los superiores. Si el 
trazo es horizontal, la agresividad se centra sobre aquellos que el sujeto estima 
como iguales. Si el trazo es descendente, hacia abajo y a la izquierda (fig. 208 k), la 
agresividad puede dirigirse hacia sí mismo (autocrítica, autodestrucción más o 
menos desarrolladas). 
3 (N) Si el signo es muy marcado (fuerte presión, grosor anormal y extrema agudeza 
en la punta): La agresividad de las reacciones puede registrar el aspecto sádico: 
crueldad, encarnizamiento implacable, ferocidad y espíritu sanguinario. 
4 (N) La escritura muy acerada en grafismos femeninos indica instinto felino. 
Tendencia a las insinuaciones maliciosas, al ataque solapado en situaciones 
comprometidas. Afán de criticar que sobrepasa toda medida de buena fe y 
prudencia. Complejo de castración. Tendencia a la reivindicación , a la venganza y 
al ataque al varón por sentimiento de castración o de minusvalía. 
5 (N) Con presión gráfica débil o ligera y terminaciones en punta muy afilada: 
Sensibilidad susceptible y quisquillosa, nerviosidad irritable, impaciente, ansiosa y 
angustiable. Tendencia a crear dificultades, a criticar, murmurar y ofender, sea por 
sentimiento de contrariedad, por envidia, celos o resentimiento. Compensación 
ficticia de la propia minusvalía atacando las ideas, las alegrías e ilusiones de los 
demás. 
Cuando la dirección de los trazos acerados es hacia la izquierda, en grafismos con 
fuertes signos de introversión y líneas descendentes, la agresividad se centra en el 
propio sujeto (automartirio). 
NOTA IMPORTANTE: Hay que tener en cuenta, al interpretar la escritura acerada, 
el historial del autor del grafismo. Muchos adultos, huérfanos de infancia, tienen un 
inconsciente agresivo y sádico. 
 
 
A07 - ADOSADA, DE LETRAS ADOSADAS, Escritura: 
 
Los grafólogos de la escuela morettiana han estudiado las letras adosadas 
(empotradas unas sobre otras) con el apelativo de “largo o distancia entre letras”. 
Este tema ha sido tratado en profundidad por Pacífico Cristofanelli en su obra “Segni 
del vissuto” (Ed. Librería G. Moretti, Urbino, 1994). 
La escritura de letras adosadas afecta al espaciamiento entre letras y se caracteriza 
por el adosado, enganche o adherencia de unas letras con otras en las palabras. 
Las letras montan unas sobre las otras sin que necesariamente se trate de una 
escritura apretada, ya que la anchura de las letras, no sólo puede ser la normal de 
una escritura redondeada o redonda, sino incluso tener una mayor anchura (ver, 
como ejemplo, no suficientemente intensivo y extensivo, el empotrado de las “p” de 
“posible” y de “importancia” con la letra siguiente en la fig. 148). 
Este signo tiene cierto parentesco con el reseguimiento y la regresión de los 
movimientos, supone un freno, una necesidad de oclusión, de reserva por 
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desconfianza (actitud defensiva o miedo) ante las fuertes necesidades expansivas 
que puede tener el sujeto y que serán tanto más fuertes, cuanta mayor anchura o 
volumen tengan las letras. Según Cristofanelli, las letras adosadas son propias de la 
adolescencia. 
En mi artículo sobre las letras adosadas y reseguidas (Boletín nº 4 de la A.G.C., 
1988), he estudiado este tema, que se vuelve a repetir en Escritura Reseguida: R15. 
Carlos Ramos, en carta del 16 de Julio de 1996, confirma las conclusiones a las que 
el autor de esta obra había llegado en el artículo citado. Transcribo a continuación 
las observaciones que este autor e investigador me ofrece sobre la “escritura 
adosada”: ”No recuerdo haber encontrado un solo ejemplo de escritura “adosada”,redonda y ancha en el sexo masculino. Siempre lo he encontrado en mujeres 
adultas o en personas con fuerte tendencia simbiótica, con todo lo que esto implica: 
tendencia a la oralidad, a la dependencia afectiva, incluso al parasitismo económico. 
Esta interpretación se refuerza si la escritura es redonda, blanda y ancha”. 
 
 
A08 - AGRIA, Escritura: 
 
La palabra “agria”, dice el Dr. Guille, viene del latín “acer”, que significa “puntiagudo” 
y está emparentada con “acerada”, del latín “acies” (punta), (ver “Psicología de la 
escritura”, página 45). El Dr. Gille define esta escritura-tipo del siguiente modo:”La 
escritura agria, sobre la cual Crepieux-Jamin dejó una documentación que no tuvo 
tiempo de elaborar, presenta un aspecto general agudo, brusco, punzante, 
anguloso, seco, con finales lanzados, acerados y en diagonal. Es el equivalente, en 
la escritura, a una voz ácida, chillona y desagradable” (ver figs. 79, 145 y 201). La 
escritura agria, tiene una morfología contraria a la escritura “plena” (fig. 114) en la 
que predomina la curva y la amplitud graciosa de las hampas. 
(N) La interpretación, dice el Dr. Gille, se orientará hacia un carácter desagradable, 
razonador y “criticón”, amigo de llevar la contraria y fácilmente agresivo. La fuerza o 
debilidad del trazado indicará el grado de vulnerabilidad y susceptibilidad del 
escritor. 
Cuando la forma se agudiza con ángulos puntiagudos y los trazos se adelgazan 
como si fuesen a romperse (fig. 79), escasa energía vital, es señal de fragilidad 
interna, de tendencia al desmayo, a la angustia vital permanente, al sobresalto, al 
sobrecogimiento ante lo inesperado. Esta conciencia de la propia debilidad e 
impotencia, no sólo produce inseguridad y recelo defensivos, una actitud de 
desconfianza enfermiza y la susceptibilidad crítica y ácida hacia su entorno, sino que 
incrementa la hipersensibilidad, los sentimientos de frustración y el presentimiento 
de un Yo en peligro frente a los demás y al medio ambiente. 
La desadaptación, por exceso de vulnerabilidad interna, enfrenta al sujeto con un 
temor constante a la hostilidad o enemistad de los demás y, como consecuencia, al 
presentimiento de las malas pasadas que pueden traerle los acontecimientos. Sus 
razonamientos y críticas, no son otra cosa que el descontento de sí mismo 
proyectado sobre la vida y sobre el comportamiento de los demás. Este temor 
insano y neurótico, obliga al sujeto a vivir en un estado de alerta ansioso y continuo. 
 
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A09 - AGRUPADA, Escritura: 
 
La escritura agrupada es aquella donde las palabras están ligadas por grupos de 
letras. Si los grupos coinciden con las sílabas, esta modalidad de cohesión se llama 
isotómica. Si los cortes aumentan progresivamente se llama politómica y, 
finalmente, si el número de cortes es cada vez menor, recibe el nombre de cohesión 
oligotómica. La politomía puede ser compensada o no compensada. Cuando los 
cortes de cohesión se producen por la necesidad de poner un punto, una barra de 
“t” o por una ligadura anormal, esta politomía es compensada (fig. 29). 
No es compensada, cuando los cortes obedecen a inhibiciones (fig. 56). 
(P) En un grafismo armónico o con buen nivel positivo, señala cierto equilibrio entre 
los impulsos y tendencias inconscientes y la actitud de la conciencia frente a la 
realidad, es decir, indica un juego armónico, una relación estable y equilibrada entre 
las apetencias biológicas y las funciones psíquicas y mentales. Los deseos 
normales, los sentimientos y la reflexión no sufren la censura crítica o inhibitoria de 
un Super-Yo dominante. Existe un buen acuerdo entre las necesidades internas y 
una ecléctica objetividad en las relaciones con el exterior, juicio ponderado, empatía 
sin pasión. Equilibrio entre las exigencias biológicas y las exigencias del entorno, 
entre el impulso a actuar y la reflexión. 
La capacidad de razonar no excluye la visión intuitiva, ni ésta intercepta a aquella, 
sino que se apoyan mutuamente. Esta buena integración y adaptación produce una 
mezcla de iniciativa y cautela de intuición y discernimiento, de impulso creativo y 
sentido práctico, así como una buena armonía de carácter. 
(N) Con predominio del sentido negativo, puede indicar dificultades de adaptación, 
vida sentimental frustrada o fracasada, desequilibrio entre las tendencias internas y 
las exigencias del mundo circundante, sobre todo, cuando abundan las 
desigualdades en el coligamento, en la dimensión, en la presión y en la inclinación, 
en cuyo caso estará presente la ambivalencia, las luchas y conflictos internos, las 
insatisfacciones, las frustraciones, la inseguridad y la irritabilidad. 
 
 
A10 - AIREADA, Escritura: 
 
Es aireada una escritura cuando el aire puede circular libremente y sin obstáculos 
entre palabras y líneas, cuando las mayúsculas, las hampas y las jambas no 
invaden las líneas adyacentes y subyacentes, cuando los márgenes están bien 
delineados y se respetan las distancias en los puntos y aparte. En otras palabras, 
cuando la relación espacio y movimiento es armónica (Fig. 16, 26, 45, 46, 95 y 96). 
(P) Una buena repartición de la masa gráfica, si va seguida de un trazado firme y 
dinámico (Fig. 178) es señal de una buena vitalidad y de un buen equilibrio psíquico, 
en el que la actividad supera a la emotividad. En la persona sana, la actividad 
supera siempre a la emotividad. 
 12 
La escritura aireada en un grafismo de trazado ligero (fig. 65) y bien organizado 
(equilibrio armónico de la forma, del espacio y del movimiento), señala una actividad 
mental precisa, organizada y eficaz. En el caso de Sebastián Arbó, (escritura 
pequeña, clara, simplificada, sobria, aireada, organizada, agrupada, ligera, vertical, 
etc.), la armonía de espacio-movimiento y forma, testimonia un espíritu muy claro, 
reflexivo, organizado y analítico hasta en los más mínimos detalles, sin excluir la 
intuición y una profunda sensibilidad estética. 
 
 
A11 - ALINEADA, Escritura: 
 
La escritura alineada es aquella donde las líneas guardan una equidistancia y 
paralelismo entre ellas y el margen izquierdo y superior. Esta equidistancia y este 
paralelismo puede ser rígido (fig. 126a), ligeramente flexible (figs. 16 y 45) y puede 
ser monótono (figs. 40 y 47). 
(P) Lo más normal es que el alineamiento, la horizontalidad y el orden con relación a 
los márgenes, sea ligeramente flexible, sin rigidez ni monotonía, en cuyo caso 
expresa un control emocional tranquilo, sin esfuerzo de voluntad, lo que determina 
una cualidad activa sensata, reflexiva y constante, con apego al método, al orden en 
las ideas y una adaptación equivalente al grado III de Pophal. 
Esta escritura recordará las cualidades del “flemático” de Heymans (ver la 
descripción de este no-emotivo, activo, secundario, en el “Manual de Grafoanálisis, 
página 112 y la descripción del grado III de Pophal en la página 123 de la misma 
obra). 
 
 
A12 - ALTA, Escritura: 
 
Se refiere a la altura excesiva de las letras en la zona media del grafismo (figs. 106c 
y 154). No hay que confundir este tipo de grafía con las escrituras-tipo grande y 
sobrealzada, aunque suele tener con ellas un cierto parentesco. 
(N) Ambición de rango. Necesidad imperiosa e irresistible de supercompensar 
complejos o sentimientos de inferioridad, en actitudes de superioridad. Estos 
excesos en el sentimiento autoestimativo, engendran el deseo egocéntrico, 
narcisista y egoísta, que los demás reconozcan al sujeto una superioridad que, a 
veces, no es real. 
La pretensión del sujeto que se le valore por encima de otros en lo social y en lo 
profesional, el deseo inmoderado de gloria, de honores, de fama, de respeto a su 
persona, el afán patológico de sobresalir en “importancia” sobre otros, tiene como 
fondo inconsciente, el bloqueo de un miedo excesivo y angustioso a la marginación, 
a la inferioridad, al desprecio de los demás, a sentirse “minimizado” y ridículo ante la 
gente, tragedia dramática que no podría soportar. Elculto a la fachada externa, lo 
utiliza el sujeto como medio para imponerse a su entorno. 
 13 
Este tipo de sujetos son muy sensibles al trato que reciben, al valor y atenciones 
que los demás les dispensan. Cualquier frustración, contrariedad, oposición o simple 
olvido de su persona, puede desencadenar el drama de un resentimiento profundo y 
duradero (especialmente si la escritura es muy angulosa). 
Esta tendencia puede aliarse al sadismo, bien buscando formas de placer en 
cualquier tipo de dominio, bien buscando otras gratificaciones substitutivas. En todos 
los casos, el sujeto intenta hacerse dueño de las situaciones, esclavizar, someter, 
poner a su servicio a los demás en exclusiva. 
 
 
A13 - AMPLIA, Escritura: 
 
Se caracteriza por el desarrollo de la onda gráfica en tanto que amplitud curvilínea 
que no llega a la inflación, sino que presenta una plenitud de formas y una cierta 
armonía entre las formas y el movimiento expansivo (figs. 54, 114, 137a y 178). 
(P) La escritura amplia, como dice el Dr. Gille, “es un signo de imaginación, sobre 
todo, cuando está asociada al trazado movido y a las desigualdades de dimensión”. 
“La cualidad de esta imaginación depende de la armonía y del nivel de la escritura. 
Cuando el ambiente es armonioso y rico, la imaginación es el más precioso de los 
dones y permite la creación”. 
Generalmente, con un ambiente gráfico positivo, la escritura amplia, refleja un 
carácter abierto, expansivo, radiante y eufórico, expresión de buena salud, de deseo 
de vivir, de contento y satisfacción de sí (líbido en progresión, de Teillard). 
En lo social, el sujeto tiene facilidad para aceptar las opiniones ajenas renunciando 
a las propias (Marchesan), pide consejo en vez de reflexionar (Brosson), lo que hace 
al carácter agradable y simpático para todo el mundo. Buena memoria e imaginación 
verbal y capacidad para captar el aspecto dinámico y la transcendencia social de las 
cosas. 
(N) Con escritura movida, desproporcionada, inflada y desordenada, la imaginación 
se desborda sobre la realidad, es la loca de la casa, deforma amplifica y cambia 
fácilmente el sentido de las cosas para adaptar a la situación presente el deseo de 
protagonismo personal. Es también un signo de dispersión, de despilfarro del 
tiempo, del dinero y de la actividad. Puede indicar también la sed de sorprender a 
los demás con exhibicionismo y extravagancias. La ausencia de timidez y de pudor, 
excita su imaginación ante la presencia de espectadores. 
 
 
A14 - ANCHA, Escritura: 
 
La escritura es, en proporción, más ancha que alta (figs. 10, 42, 58, y 117a, en 
diversos matices y proporciones). Es, gráficamente, lo contrario que escritura alta. 
(P) Con un ambiente gráfico positivo, refleja una actitud ofertante y de aceptación, 
sin conflictos, del pensamiento y de la acción de los demás, mientras este 
 14 
pensamiento y acción no constituyan un ataque, en cualquier sentido, para el propio 
Yo. 
Si la escritura es pequeña y ordenada, refleja el modo de pensar extravertido de 
Jung. Si el grafismo es grande, redondeado e inclinado, indica el predominio del 
sentimiento extravertido (ver “funciones psíquicas” en el Diccionario de psicología de 
esta misma obra). 
(N) Con escritura desordenada, movida, inflada y abierta, refleja un modo de 
expansión carente de control, de discreción, de formalidad y de atención hacia los 
demás, por exceso de protagonismo e invasión del terreno de los otros mediante la 
charla o la iniciativa audaz. 
Con escritura en guirnalda anillada y con óvalos rellenados, el escritor, o escritora, 
reviste de amabilidad seductora, de adulación y de intriga, sus contactos con los 
demás al objeto de obtener las máximas ventajas y beneficios egoístas de su 
relación con la gente. 
 
 
A15 - ANGULOS “A”, “B” y “C” MORETTIANOS: 
 
El Padre G. Moretti, fundador de la grafología italiana, ve tres especies en la 
escritura angulosa. Él llama “angulosa A”, cuando los ángulos, más o menos 
agudos, se encuentran en el vértice inferior de las letras “a” y “o” minúsculas y en los 
óvalos de las letras “c”, “d”, “g”, etc. 
Llama “angulosa B”, cuando los ángulos se encuentran también en los vértices 
superiores de las mismas letras indicadas. Y “angulosa C” cuando la escritura 
avanza de modo espontáneo y fácil y los ángulos son suavizados, pero con algún 
ángulo agudo esporádico. 
Esta concepción original de la escritura angulosa, conduce a interpretaciones 
diferentes e importantes. Para el Prof. Moretti, la escritura “angulosa “, expresa 
resentimiento y susceptibilidad, irritabilidad, poca disponibilidad a aceptar las 
observaciones de otro, tendencia a la desconfianza, etc. (ver fig. 115). 
La escritura angulosa “B”, expresa -según Moretti-, tenacidad, terquedad, 
persistencia en las propias actitudes, disposición habitual a la resistencia, 
combatividad en el plano de las ideas (fig. 126b). 
La escritura angulosa “C”, expresa habilidad en el saber decir y en el saber hacer, 
astucia, sentido de la oportunidad, organización, elaboración, etc. (fig. 142). Para 
una mayor amplitud del tema, ver “Grafología. Manual teórico práctico”, Ediciones 
Tantin, Santander, 1991. 
 
 
A16 - ANGULOSA, Escritura: 
 
Se denomina escritura angulosa aquella cuyas letras están formadas por 
movimientos angulosos o triangulares (figs. 28, 37, 79, 93, 96, y 120, todas ellas en 
 15 
distintos grados). Todo movimiento anguloso supone un cambio brusco de dirección, 
un freno, una detención, una resistencia, oposición o bloqueo, al propio impulso 
natural. Así como la curva es expresiva de una expansión natural de los impulsos 
(principio psicoanalítico del placer), el ángulo y el triángulo, son representativos del 
principio freudiano del “displacer”. Si recurrimos al Análisis Transacional de Berne, el 
movimiento en curva, representa de alguna manera al “Padre nutricional (PN)”, y el 
movimiento anguloso, al “Padre crítico (PC)” (ver esta tipología en mi obra “Manual 
de Grafoanálisis”, páginas 129 y siguientes). 
(P) Todo movimiento anguloso, cuando se encuentra en un medio ambiente 
positivo, refleja el predominio de la voluntad reguladora del carácter y de la 
actividad. El sujeto puede no ser espontáneo, puede no ser excesivamente amable 
o tierno, pero se conduce en la vida y en el trabajo con fuerte y profundo sentido de 
su deber y de sus obligaciones, es serio, organizado, responsable y eficaz. Es firme 
y concreto, no cede fácilmente a las presiones externas y mantiene sus puntos de 
vista éticos. Es frecuente este grafismo en sujetos con capacidad de mando, con 
buenas facultades críticas y razonadoras muy prácticas pero, a veces, más o menos 
individualistas o independientes. El sujeto no busca apoyos externos, para creer en 
sí mismo y en sus ideas, le basta su examen riguroso de las cuestiones y su 
experiencia. 
(N) El ángulo, en sentido negativo, supone una actitud de rechazo, una dificultad de 
adaptación, un estado de tensión continua por efecto del displacer, del desagrado, 
insatisfacción o frustración que invade la vida emocional y afectiva del sujeto. Esta 
situación ha generando la ansiedad o la angustia y, como consecuencia, la 
agresividad, las reacciones coléricas típicas, sobre todo, si la escritura angulosa va 
acompañada de la escritura acerada y lanzada. 
Según L. Bousquet, la escritura angulosa y acerada “indica el estado neurótico por 
incapacidad de adaptación. La escritura angulosa en la mujer puede ir acompañada 
de frigidez, en tanto que esta aspire a hacer de la independencia una profesión de fe 
y tienda a jugar un papel masculino igualando o intentando sobrepasar a los 
hombres en un afán voluntario de competición y, por tanto, adoptando una actitud 
agresiva”. 
En todos los casos, “la fuerza de la presión, el grado de aceramiento, la rigidez y 
tensión de las formas y del movimiento, nos indicarán -dice L. Bousquet-, si la 
agresividad es expresada, contenida o rechazada”. Sin duda, hemos matizado 
mucho sobreciertas escrituras-tipo, pero sobre la escritura angulosa, se siguen 
manteniendo hoy los mismos significados, en sentido negativo, indicados por 
Michon: rigidez, dureza, rudeza, intransigencia, inflexibilidad, terquedad, agresividad, 
y acentuación del PC (“Padre Crítico”), del Análisis Transacional. 
Con escritura estrechada, muy inclinada, ligera sobrealzada y acerada, puede 
señalar celos, envidia, ingratitud, egoísmo, “retención” de objetos que no son de 
propiedad, avaricia, etc. 
 
 
A17 - ANILLADA (Rellenada), Escritura: 
 
 16 
La escritura anillada la define el Dr. Gille, en “Psicología de la escritura”, como 
movimientos en guirnalda buclada (figs. 14, 44, 83). Los bucles en forma de anillos 
se pueden instalar también en la escritura en arcos. La fig. 83 presenta las dos 
modalidades: guirnaldas bucladas y arcos buclados. En “Escritura y Personalidad” 
se interpretan también los dobles círculos o dobles anillos en los óvalos de las letras 
“a”, “o”, “d”, etc. como escritura anillada o rellenada, llamada también, 
erróneamente, escritura “jointoyée”. 
(P) Con un ambiente gráfico armónico, refleja el deseo de agradar, la amabilidad de 
trato, la seducción de modales, la habilidad en las relaciones sociales, la destreza 
manual y de expresión verbal, la habilidad en los negocios y en saber silenciar todo 
aquello que puede molestar al prójimo y enturbiar el encanto personal. 
(N) En sentido negativo, refleja la capacidad para adular y poner a los demás a favor 
de las intenciones egoístas personales. El sujeto sabe callar a tiempo e insinuarse 
sin demostrar abiertamente sus intenciones. Gusto por rodear las cosas de cierto 
misterio (capacidad para intrigar).Esta habilidad para engañar, para hacer las cosas 
atrayentes, para sacar partido del efecto psicológico que las palabras producen, es 
un reflejo del instinto posesivo y de la falsedad. Indica también narcisismo, es decir, 
el sujeto se erige a sí mismo como único objeto de interés. 
 
 
A18 - APOYADA, Escritura: 
 
La escritura es apoyada cuando aumenta bruscamente la presión en determinados 
trazos o direcciones en desproporción con el resto del grafismo (figs. 85b, 154, 162 
y 178). Los apoyos repercuten de modo muy sensible sobre el grosor y espesor de 
los trazos, tomando a veces el aspecto de mazas (fig. 154) o de trazos fusiformes o 
en forma de huso (fig. 117a). Ver escritura “fusiforme”. 
(P) Si los apoyos son armónicos y no distorsionan la buena armonía del conjunto 
(fig. 178) reflejan un erotismo sano, una líbido en progresión, una tendencia a 
sobrecargas de tensión que se expansionan sin disturbios en el comportamiento. 
Buena vitalidad y autorregulación de la energía, la cual está bajo el control de la 
voluntad, lo que no impide que el sujeto viva más de acuerdo con sus sentidos 
físicos, que con sus dones espirituales. 
(N) Tendencia a la acumulación y descarga de tensiones emocionales violentas. 
Desplazamiento irregular de la energía. Disturbios en la sexualidad. Brusquedad, 
arrebato, explosividad espasmódica, propia de los sujetos epileptóides. La 
contracción espasmódica violenta de estos sujetos, en el caso de los movimientos 
masivos o fusiformes, se produce -según algunos autores- por efecto de “deseos 
bruscos y violentos de ciertos individuos muy sensuales, frecuentemente inestables, 
crispados, exaltados, de humor fantástico” (Delachaux). 
La escritura con apoyos anormales, puede ser un indicador de un erotismo desviado 
que explota, ante pequeñas contrariedades, produciendo escenas espectaculares 
de una violencia emotiva exagerada. 
Pulver opinaba que los regruesamientos fusiformes pueden deberse a una 
excitación o fuerza rechazada que se revela bruscamente. Los apoyos no fusiformes 
 17 
en sentido vertical, en los movimientos de flexión, son indicadores de una afirmación 
violenta de las actitudes, de una resistencia brutal a admitir otra postura o criterio del 
ya tomado o manifestado. 
Los apoyos violentos en sentido horizontal (fig. 154) expresan el deseo de regir y 
dirigir por decreto, la tiranía hacia las personas más íntimas, la dictadura en el hogar 
y el desplazamiento de la sexualidad hacia el instinto de poder y de dominio. 
 
 
A19 - APRETADA, Escritura: 
 
Llamamos escritura apretada a aquella cuyas letras, en las palabras, se contraen, se 
estrechan o encogen como si quisieran ocupar el menor espacio posible. Los óvalos 
de las letras “a”, “o”, “d”, “g”, etc. pueden tener una anchura normal o superior. Se 
diferencia de la escritura concentrada, en que la escritura apretada comprime las 
letras, mientras la escritura concentrada puede comprimir solamente los espacios 
entre palabras y líneas, aunque a veces, ambos signos suelen darse juntos. Las 
figs. 15, 31 y 97a y b, son escrituras apretadas. La fig. 16 es una escritura 
concentrada. 
(P) La escritura apretada en un ambiente positivo, expresa el repliegue sobre sí 
mismo, el deseo de autocontrol, el sentido de la economía, la introversión y una 
actitud reflexiva y cauta. El sujeto no está exento de cierta opresión de sentimientos 
(falta de libertad para expresar las emociones y respeto considerable a la 
personalidad ajena, a los derechos de otros y al hábitat de los demás). 
En general la escritura apretada señala el predominio de la inhibición, de la 
retención, de la restricción limitativa sobre la expansión natural de los impulsos, 
tendencias y necesidades. En sentido positivo, esta inhibición puede compensarse 
por una sublimación de la energía instintiva en un intento de alcanzar el equilibrio 
vital indispensable. 
(N) El sujeto arrastra sus problemas de infancia no resueltos. Es víctima de las 
prohibiciones, de la severidad educativa, de las disciplinas que le fueron impuestas 
en la niñez de las cuales no ha podido liberarse y, como consecuencia, permanece 
atado a los miedos y angustias neuróticos oprimentes. Esta inhibición psíquica 
produce los significados corrientes de timidez, pusilanimidad, desconfianza, 
egoísmo, estrechez del campo de conciencia, mezquindad, avaricia etc., producto 
de una líbido bloqueada o en regresión. 
 
 
A20 - ARCOS (Coligamento en): 
 
Las letras “m” y “n” y otros elementos de la escritura en la zona media toman la 
forma de arcos (las figs. 87, 103, 111b y 161 presentan distintos tipos de 
coligamento en arco). El arco es exactamente la inversión del movimiento en 
guirnalda. La guirnalda es un gesto abierto hacia arriba, el arco es un movimiento 
abierto por abajo. La guirnalda “abre”, el arco “tapa”, “recubre” “cierra”. 
 18 
(P) En razón de su sentido simbólico de “esconder”, de “encubrir”, la arcada, en 
sentido positivo, puede indicar la necesidad de cubrir las apariencias con una cierta 
distinción y corrección de modales, preservándose de cualquier comentario 
despectivo o crítico del medio ambiente. En cierto modo, supone una actitud 
prudente de reserva, de desconfianza defensiva, que se encubre con la amabilidad. 
El sujeto no renuncia a su deseo interno de destacar, de ser admirado, de sentirse 
homenajeado. 
El arco, en sentido positivo, con buen dinamismo, relieve y buen nivel estético (figs. 
103 y 104), testimonia las facultades creativas, la necesidad de construir obras 
estéticas y la elegancia de espíritu, cualidades que contribuyen al secreto deseo de 
ser respetado, considerado y admirado. 
El arco se produce frecuente en los grafismos femeninos de moda, en las llamadas 
“letras aristocráticas” procedentes de colegios religiosos de “alto prestigio”, aunque 
cada vez se ven menos. Las “poses”, los modales cultivados, el lenguaje y porte de 
muchas mujeres del gran mundo, como ocurre con las eternas protagonistas de la 
revista “¡Hola!” y de otras revistas del corazón, es considerado, por estas damas, 
como un medio eficaz para ser admiradas, del mismo modo que el vestido. Hoy el 
destape, exigido por la moda, tiene como misión llamar la atención, hacer reclamo, 
darse al placer que causa, a estas mujeres, sentirse contempladascomo “féminas 
elegantes y bellas”. Para satisfacer el deseo narcisista de sentirse admiradas no 
dudan en gastar importantes cantidades de dinero en vestidos y joyas, mientras en 
otras partes del mundo 800 millones de personas pasan hambre o mueren en la 
miseria. 
(N) En sentido negativo, el arco es un movimiento retrógrado, egoísta, egocéntrico, 
tras del cual está la habilidad de fingir y disimular, la adulación servil e interesada, la 
mentira, las intenciones secretas e interesadas de las personas falsas y desleales, 
sobre todo, si los arcos son buclados y se mezclan en el coligamento con los 
ángulos, los trazos filiformes, la verticalidad de la inclinación y los óvalos en doble 
anillo o abiertos por abajo (figs. 148 y 161), en cuyo caso ha de pensarse en un 
carácter astuto, solapado, insincero e hipócrita que puede llevar su egoísmo a 
cualquier extremo de falsedad y engaño. 
Observación: El coligamento en arco, es frecuente en la edad crítica. En esa edad, 
el joven pasa de niño a adulto y se ve obligado a vigilarse y disimular la atracción 
sexual hacia el otro sexo y, en casos de desviación de la líbido, hacia sujetos del 
propio sexo. Al no haber logrado aún la independencia de los padres y tampoco, del 
todo, la vinculación edípica del varón con la madre y de la fémina con el padre, el 
futuro adulto tiene que ocultar sus problemas y conflictos en relación con la líbido, 
por lo que no es extraño que, en su escritura, abunde el coligamento en arcos. 
 
 
A21 - ARCOS EN LAS MAYUSCULAS: 
 
Los arcos en las mayúsculas tienen distinto significado que en el coligamento. El 
coligamento afecta a la vida social y emocional del sujeto, a sus contactos afectivos 
con los demás y al comportamiento moral. En cambio, los arcos en las mayúsculas, 
 19 
afectan a la autoimagen del sujeto, a la idea que tiene de sí mismo y de lo que 
querría ser. 
En la mitología antigua, incluso en épocas relativamente recientes, el arco era, y es, 
un monumento destinado a homenajear a los héroes. En todas las grandes 
ciudades hay erigidos los famosos “arcos del triunfo”. La misma Iglesia utiliza los 
palios o doseles montados sobre cuatro o más varas para resaltar, en las 
procesiones, la importancia del Santísimo Sacramento, de los santos, del Papa y de 
sus representantes los cardenales y obispos, aunque algunos, no eclesiásticos, han 
sido glorificados con ese tipo de arcos, como Franco, caudillo de España. Los arcos 
en las mayúsculas, tienden a expresar el deseo de triunfo, de gloria, de 
magnificación, de exaltación del propio Yo. 
(P) En sentido positivo, en un ambiente gráfico rítmico y armónico (figs. 96, 103, 114 
y 215 ), indica imaginación y fantasía constructiva y creadora (talento inventivo). 
Este gesto-tipo se observa con frecuencia en grafismos de escritores, de artistas y 
científicos de fama, acostumbrados al éxito, a que les sonría la fama. Es el símbolo 
del triunfo que se tiene, o del triunfo que se desearía tener. 
En otras palabras, el arco en las mayúsculas (representativas de la auto-imagen, del 
sí mismo de la persona que las escribe), es la expresión de un orgullo vanidoso, hijo 
del placer que el sujeto siente, o desearía sentir, ocupando el pensamiento de otros 
a base de exhibir los rasgos externos con los que inviste su personalidad, sus actos 
o creaciones personales, sus palabras o sus “posesiones”. 
Observación: Los arcos en las zonas iniciales de las mayúsculas, pueden 
representar un anhelo, una apetencia pasiva, es decir, pueden ser sólo un deseo, un 
sueño con los ojos abiertos, si el ritmo y dinamismo (nivel de actividad), la presión 
del trazado, la dimensión, la inclinación y la continuidad son aspectos deficitarios. 
 
 
A22 - ARCOS EN LOS TRAZOS FINALES: 
 
Sólo tenemos, en las muestras gráficas del Diccionario, un ejemplo para ofrecer, 
aquel de la fig. 218 que se señala con flechas. No tenemos ningún otro caso capaz 
de ilustrar este signo. Los finales en arco suelen presentarse preferentemente en las 
mayúsculas. Las figs. 37, 38, 96, 105 y 123 de “Escritura y Personalidad” ofrecen 
muestras en donde el arco queda instalado en la zona final de las mayúsculas. 
(N) Los arcos en las letras finales, instalados en las minúsculas, tienen distintos 
significados, según que sean movimientos en arco a la derecha (fig. 218 del 
Diccionario) o en arco sinistrógiro (fig. 97 de Escritura y Personalidad.). En el primer 
caso (fig. 218).Este tipo de arcos puede reflejar la intención oculta de apropiarse de 
objetos. 
En la figura 97 de “Escritura y Personalidad”, los arcos regresivos en forma de 
guadaña, señalan el deseo de acaparar, de apropiarse egoístamente y de manera 
dura, de objetos, ventajas, oportunidades, etc. (ver los ángulos y enroscamientos de 
las “p”), aprovechándose de la ingenuidad de la gente. La presión desplazada es 
otro signo que agrava el equilibrio moral de esta persona, ya que corresponde a 
desviaciones o anomalías del instinto sexual. 
 20 
La estructura final de las mayúsculas en arco de las figs.37, 38 y 96, corresponden a 
personajes que alcanzaron fama en su época. El primero es un político y los dos 
siguientes escritores muy conocidos. En cambio, la autora de la fig. 105 fue una 
popular dama que logró triunfar socialmente gracias a su belleza física, a su 
habilidad seductora y a su y sex-appeal. Finalmente, la damita de la fig. 123, gracias 
al encanto protector de esas “v” minúsculas, elevadas a mayúsculas por la 
dimensión, logró alcanzar sus ansias de gloria, de dinero y de alta situación social, 
tomando el papel de “hada protectora” de un joven de alta situación económica y 
social. Es significativo en este grafismo, la filiformidad, la inversión, las jambas en 
ocho de guarismo y los grandes bucles imaginativos de las hampas. Los arcos, en 
los finales de las letras “V” mayúsculas, desde Michon, se han considerado como un 
signo de “protección”, cuando cubren, por encima, las minúsculas que siguen. En la 
fig. 123, aquí comentada, no son las mayúsculas las que cubren a las letras 
siguientes, sino minúsculas elevadas a la categoría de mayúsculas, de donde la 
falsedad del papel protector. 
 
 
A23 - ARMONICA: 
 
La impresión de armonía y belleza, de ritmo y equilibrio, de organización y 
dinamismo gráfico, dicho de otro modo, la existencia de una relación armónica entre 
los aspectos forma, espacio y movimiento, depende casi totalmente, del grado de 
cultura, del sentimiento estético y de la capacidad apreciativa de lo bello y 
armonioso que posee cada grafólogo. Crepieux-Jamin, basaba la superioridad e 
inferioridad general en la armonía, Klages y Roda Wieser en el ritmo y Moretti en su 
concepto de la desigualdad metódica. 
Todos estos conceptos son demasiado subjetivos para poder precisarlos y 
valorarlos objetivamente. Nosotros, a través del grafoanálisis, hemos tratado de 
sacar unos porcentajes concretos, revisando y valorando cada grafismo a la luz de 
unos 250 signos diferentes cotejando las desviaciones de cada signo con su módulo 
estadístico correspondiente. 
El “Método Vels de Grafoanálisis” aporta unos porcentajes, bastante fiables, del 
“sentido positivo y negativo” del ambiente gráfico, equivalente, en cierto modo, al 
concepto de armonía e inarmonía de Crepieux-Jamin, permitiéndonos dividir las 
interpretaciones en sentido general, sentido positivo y sentido negativo, tal como lo 
expusimos, hace muchos años, en la obra “Escritura y Personalidad”. 
Decía Crepieux-Jamin en su ABC de la Grafología que “la armonía de la escritura 
resulta de sus buenas proporciones, de su claridad, del acuerdo entre sus partes. La 
sencillez, sobriedad y soltura precisan más su valor. La armonía de la escritura 
corresponde a la del carácter. Es el signo de la superioridad”. 
Estamos de acuerdo con esta base pero, como hemos dicho al principio, la armonía 
es un concepto abstracto y complejo cuya apreciación depende del grado de 
sensibilidad, cultura, gusto estético, equilibrio interno y capacidad ponderativade 
valoración de cada grafólogo. Nosotros pensamos, sobre esta cuestión, lo mismo 
que Crepieux con respecto a Michon . Hace falta un método de valoración que 
pueda eliminar toda apreciación subjetiva, toda proyección de nuestros propios 
estados psíquicos en el momento de valorar el grado de armonía de una escritura. 
Con el “Método Vels de Grafoanálisis” pretendemos haber eliminado, en buena 
 21 
parte, el riesgo de las apreciaciones subjetivas, aunque, nuestros conceptos del 
sentido positivo y negativo no miden exactamente la superioridad e inferioridad, ni la 
armonía, sino más bien el grado de adaptación y madurez psicológica de cada 
individuo. 
 
 
A24 - ARPONES: 
 
Los arpones son movimientos bruscos e inconscientes de retorno, en forma de 
gancho o arpón, que se producen en el tramo final o inicial de los trazos por efecto 
de una sacudida o descontrol nervioso (figs. 37, 90, 93 y 201). 
(P)En un grafismo con nivel positivo alto, puede ser signo de tenacidad, de empeño 
en los objetivos, de resistencia a ceder a los obstáculos, las dificultades u 
oposiciones. El afán de poseer, de tener, de adquirir conocimientos, de saberlo todo 
y tenerlo todo, domina la mente del sujeto y produce la tenacidad adquisitiva y la 
resistencia en las propias ideas y posiciones, si los arpones están situados en las 
barras de las “t”. 
 
(N) Si los arpones se presentan en los trazos finales de las letras en la zona media 
(figs. 37, 70, y 93), el egoísmo posesivo suele ir seguido de imposición, de 
exclusivismo, de la tendencia a “retener” los “objetos” (personas o cosas) mediante 
presiones o chantajes afectivos más o menos suaves o exigentes. Este canibalismo 
psíquico (tendencia a absorber, a incorporar al Yo, tanto al ser amado como a las 
demás personas y objetos externos) es un afán patológico de seguridad, que entra 
dentro del factor k+ de Szondi (ver el significado de este factor en mi obra “La 
Selección de personal”, página 401). 
Los arpones, como final de los movimientos verticales, puede ser un signo de 
reacciones explosivas y violentas de tipo epileptoide. 
(N) En cualquier caso, la presencia de arpones en el grafismo es un claro síntoma 
de neurosis. Esta neurosis puede estar compensada, si el ambiente gráfico es 
positivo. Si, como ocurre en las figuras 37, 90, 93 y 201, el ambiente gráfico no es 
positivo, la desadaptación neurótica, la terquedad el egoísmo, el afán de 
posesividad, la agresividad y el latrocinio pueden darse con un nivel inferior. Con 
otros signos, como jambas complicadas, óvalos protuberantes, aplastados o 
rellenados, escritura blanda, descendente y desordenada, el afán de poseer, la 
avidez, la rapacidad, etc., puede ir emparejada con una inclinación vengativa, con 
un carácter maligno, intrigante y rencoroso. 
 
 
A25 - ARQUEADA: 
 
El movimiento configurativo de las letras “m” y “n” y de sus enlaces con las demás 
letras, en el coligamento, adopta la forma de arcos (figs. 110, 111b y 161). El arco 
afecta también al sentido de giro de los movimientos formativos de las letras de 
óvalo: “a”, “o”, “g”, “d”, etc. Los óvalos toman la forma de guirnalda cuando, sin 
 22 
ningún bucle inicial, están abiertos por arriba (figs. 17 y 18). Su estructura es 
arqueada cuando las letras de óvalo, o con óvalo, presentan bucles, en doble anillo 
o se cierran o abren en la base (figs. 24, 25, 26, 32, 83, 148 y 174). Debemos ésta 
última observación al Prof. L. Bousquet. 
Tanto la arcada, como los óvalos trazados en sentido contrario a las agujas del reloj 
(óvalos en doble anillo o rellenados, óvalos buclados, óvalos abiertos o cerrados por 
abajo, etc.) “son movimientos, -dice el Prof. L. Bousquet-, que tienden a recubrir, a 
envolver”. Por tanto, la arcada en sentido positivo, se puede interpretar como una 
reacción instintiva de defensa (angustia frente al mundo exterior) cuya necesidad de 
auto-protección invita al sujeto a “revestir” su personalidad de modales corteses o de 
elegancia y distinción para presentarse a los demás, no según se ve el sujeto a sí 
mismo (orgullo), sino según quiere que los demás le vean, es decir, intenta ocultar 
sus lados desfavorables para llevar a cabo una adaptación positiva. 
(N) Lo más frecuente es que la arcada aparezca en grafismo de nivel positivo bajo. 
Según el nivel de positividad, la arcada puede ser, simplemente, un signo de 
introversión, de reserva, discreción acentuada que mueven al sujeto a contactar con 
los demás adoptando una actitud de cautela, de cortesía, más o menos superficial o 
de distinción aparente. Con bajo nivel positivo, suele ser un signo de falsedad, de 
engaño, de egocentrismo marcado y de falta de confianza en sí mismo. 
La tendencia a la secretividad, a tener siempre escondidos los sentimientos, los 
deseos, las intenciones, frecuentemente malas o perversas, hace a éstos sujetos 
desleales, embusteros, calculadores, intrigantes fabuladores y simuladores, con una 
vocación inveterada al fingimiento, al disfraz, a la duplicidad, al engaño o a la estafa. 
Al estudiar la escritura “Arqueada”, debe tenerse en cuenta las desigualdades en la 
zona media, especialmente en la forma, en la dimensión y en la rapidez. 
(P) Las desigualdades citadas, con buen nivel positivo, suelen ser expresión de 
vivacidad y calor del sentimiento, de pasión, de intensidad de las emociones y de los 
estados anímicos, pero también pueden ser expresivas de frustraciones 
sentimentales y, a veces, de cierta impulsividad en las reacciones afectivas. He 
comprobado, con alguna frecuencia, las desigualdades de altura y de coligamento 
en personas divorciadas, separadas o con desavenencias matrimoniales. Estas 
personas intentan disimular sus complejos de fracaso y de culpabilidad a través de 
las arcadas, o del coligamento filiforme. La presencia de guirnaldas junto a las 
arcadas y movimientos filiformes, pueden indicar la necesidad insatisfecha de 
afectos tiernos. 
(N) Las desigualdades en el coligamento, con déficit en la presión y desorden de 
espacio y de movimiento, señala debilidad en la voluntad, mala regulación en los 
mecanismos del control emotivo. Esta hiperemotividad neurótica, da lugar a la 
inconstancia, a la versatilidad, a la inestabilidad y a un comportamiento desigual y 
contradictorio. 
La impresionabilidad y el descontrol emotivo, producen una voluntad variable, 
influenciable, polifacética, que origina la inconstancia, los contrastes, los cambios 
repentinos en las ideas, la falta de unidad y de disciplina en el comportamiento y, 
como consecuencia, la falsedad y el engaño en las justificaciones de la conducta. 
El sujeto puede mostrar su neurosis y su volubilidad en los diferentes entornos 
donde se mueve. Cambia fácilmente de amigos, de opinión y de planes. Si coincide 
con un coligamento mixto o variable, puede sospecharse algún fracaso en la esfera 
 23 
sentimental. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos neuróticos 
supercompensan sus lagunas a través de su actividad laboral, mostrando toda clase 
de habilidades en el ejercicio de sus tareas. De éste modo, sus minusvalías en las 
relaciones del Yo con el otro sexo, o del Yo con el Tú, en la vida social, son 
supercompensadas con éxitos en la vida profesional. (Ver otras interpretaciones en 
Desigualdades de Dimensión). 
 
 
A26 - ARRÍTMICA, Escritura: 
 
Decimos que una escritura es arrítmica cuando presenta discordancias o 
desigualdades y descontrol en el ritmo, es decir, perturbaciones intensas y 
numerosas en relación con el movimiento, la forma y el espacio (fig. 49, 82, 83 y 85). 
La fig. 49 presenta arritmias de forma, movimiento y espacio. La discordancia de 
forma y rapidez se puede ver claramente en las jambas cuya forma triangular y 
extensión, así como las mayúsculas, perturban y complican el espacio gráfico al 
invadir un terreno que no les es propio (ver la “S” y la “H” de la primera línea y la “L” 
de la penúltima línea). 
Algo parecido ocurre en la fig. 82 donde se aprecian cambios de velocidad enla 
zona media, variaciones de dimensión importantes en los trazos iniciales, grandes 
desproporciones, discordancia y cambios de forma en las jambas y en las 
mayúsculas y sobrealzamientos muy significativos en los trazos iniciales y en las “s” 
minúsculas, propio de una personalidad paranoide y desquiciada. 
En la figura 83 se aprecian también los cambios de forma, de velocidad y de 
inclinación de una persona poco cultivada, narcisista y poco dada a la veracidad. 
Finalmente, las arritmias en la fig. 85b, se deben a las distorsiones producidas por 
los fuertes “apoyos” verticales, en contraste con las letras interiores. 
(N) Toda arritmia es el reflejo de una discordancia en la relación del movimiento con 
la forma y el espacio. La arritmia en el grafismo, refleja la posibilidad de 
desequilibrios importantes en la dirección de los instintos, tendencias y necesidades. 
No solamente refleja una neurosis o desadaptación del carácter, sino también 
anomalías en la esfera sexual. “Allí donde veáis anomalías de carácter, -decía Freud 
a sus seguidores-pensad que existen también anomalías sexuales”. 
Sobre el tema de la discordancia en el grafismo, que siempre va unida a la arritmia o 
desequilibrio del movimiento, ha hecho un estudio profundo el Dr. Gille-Maisani en 
su obra “Psicología de la Escritura” (págs. 86 y ss Editorial Herder, S.A., Barcelona, 
1991).Recomendamos la lectura de este importante trabajo. 
(N) Lucha entre la impulsividad y la necesidad de contención y moderación de las 
tendencias instintivas. Nerviosismo, inquietud y agitación. Inseguridad, propensión a 
la duda y a los cambios repentinos de ideas y proyectos. Constitución emotiva, 
sugestibilidad e impresionabilidad nerviosa. Discordancia de carácter por 
ambivalencia o desajuste entre impulso e inhibición. Conflictos neuróticos internos. 
 
 
 24 
A27 - ARTIFICIAL, Escritura: 
 
Una escritura es artificial o “bizarra”, cuando por expreso deseo voluntario, las letras 
no guardan más que un lejano parecido con la caligrafía normal (figs. 38a y b en las 
mayúsculas, 111a, 111b, 161, 162 y 186). Cuando las formas son extremadamente 
raras, el grafismo es extravagante. 
Cuando el grafismo conserva una cierta armonía estética y con un nivel positivo alto, 
cosa nada frecuente, hay que sospechar en el autor un cierto narcisismo estético y 
creativo, un deseo de originalidad, no exento de una tendencia, más o menos 
absurda, a figurar y mostrase como un innovador, con ideas de reforma estética, 
política, económica, o de otro tipo. 
(N) En general, refleja el snobismo, el deseo y necesidad de singularizarse y llamar 
la atención ocupando el pensamiento de la gente. Aspiración neurótica a que los 
demás vean al sujeto como dotado de cualidades y méritos extraordinarios que 
compensen su complejo de inferioridad. Cuando la conciencia toma una actitud 
excesiva en algún aspecto, en el inconsciente vive, con la misma fuerza, la cualidad 
contraria. En el axioma popular se conoce esta tendencia con la frase : “Dime de 
qué presumes y te diré de qué careces”. 
Según la rareza y la complicación de las formas, la escritura artificial puede indicar 
desde la simple sobreestimación narcisista e inadaptación por orgullo o 
megalomanía, hasta la inclinación patológica a no querer hacer nada como los 
demás (excentricidad). 
Con bajo nivel positivo, la defensividad del sujeto con estas tendencias, puede 
llevarle a la falsedad, al engaño, a la simulación y fingimiento más audaz, al 
comportamiento más amoral. La artificialidad no puede producir una conducta sana, 
equilibrada y sincera. 
 
 
A28 - ASCENDENTE: 
 
El recorrido de la línea, de izquierda a derecha de la página, sigue una dirección 
ascendente. Para que esta dirección tenga un sentido positivo, ha de ir acompañada 
de una buena presión gráfica y del predominio del movimiento sobre la forma. 
El movimiento ascendente de las líneas puede equipararse con el concepto 
freudiano de “agresividad”, entendiendo este término psicoanalítico como una 
necesidad vital, como un instinto de vida, tanto en su aspecto de excitación de los 
impulsos sexuales encaminados a lograr su finalidad expansiva y creadora, como en 
su aspecto destructivo y contrario, en cuyo caso puede llegar, según Lacan, al 
“desgarramiento del sujeto contra sí mismo”. 
En general, la escritura ascendente es propia de sujetos con actitud eufórica, 
optimistas, poseídos por una sensación interna de confianza y seguridad en sí 
mismos y en las metas y objetivos que quieren alcanzar. 
Las líneas ascendentes son propias de sujetos con iniciativa, que encuentran con 
facilidad los medios capaces de resolver las dificultades. A su cualidad de 
 25 
optimistas, que ven las cosas por el lado más favorable, estos sujetos suelen tener 
buenas facultades de superación, ambición de “ser” y de “tener éxito” y 
combatividad agresiva, sin perder la empatía, la cordialidad, y el espíritu 
comprensivo y generoso, cuando predomina la curva sobre el ángulo. 
Cuando en una escritura ascendente predomina el ángulo sobre la curva, y la 
dimensión vertical (escritura sobrealzada, estrechada, rígida y acerada), puede 
denunciar la agresividad sádica y fría y los estados de insatisfacción del sujeto 
paranoide. Con velocidad lenta, fuertes mazas y terminaciones verticales en gancho 
o arpón, puede expresar la violencia epileptoide. Los sujetos de escritura 
ascendente, rápida y movida, tan pronto logran sus metas, sus objetivos deseados, 
no son, generalmente conservadores de sus logros, tienden a buscar otras metas u 
objetivos para satisfacer su impulso emprendedor y su dinamismo. 
Ardor, iniciativa innovadora, actividad laboral positiva. Espíritu alegre, entusiasta, 
esperanzado, generoso y participativo. Tendencia a ver los hechos y las cosas bajo 
su prisma más favorable. Fe en el éxito personal y confianza en las personas. 
Imaginación creativa. Facilidad de intercambio y buena expresión verbal. 
Con predominio de la zona superior: ambiciones en la esfera del ideal del Yo, es 
decir, ambición de “ser” y de “representar”, de tener una categoría superior, de 
ejercer poder y dominio espiritual o moral sobre los demás (Ver el factor P+ en mi 
obra “La Selección de Personal”, página 402). Deseo de convertirse en líder y 
decidir por todos. El sujeto está convencido de su capacidad para dirigir y triunfar. 
Tiene fe en su propio éxito. Para creer en sí mismo no necesita apoyarse en lo que 
sobre él piensan los demás. 
El riesgo de ésta euforia es que el sujeto puede sobrepasar, sin darse cuenta, el 
límite de sus posibilidades, llevando a todos al fracaso. (Ver en mi obra “La 
selección de personal” el factor “P” de Szondi). 
Con zona media alta o predominante: ambiciones de tipo emocional; necesidad y 
deseo de “imponer” las propias emociones, de dominar el sentimiento de los demás. 
(N) Con predominio de la presión y la dimensión en la zona inferior: apetencias 
biológicas y materiales; necesidad y deseo de imponer las propias necesidades 
materiales, o los placeres del sexo, con poca o ninguna consideración. 
Con escritura extensa, y con predominio del movimiento sobre la forma y el espacio: 
extroversión; tendencia a adelantar con fuerte impulso imponiéndose a las 
dificultades; confianza en el éxito y en resolver los obstáculos y problemas 
exteriores; sensación íntima de fuerza y de poder creador y realizador; buena salud. 
Con escritura desordenada y desigual: excitación, nerviosismo, eretismo; tendencia 
a sobrepasar los límites permitidos y a llevar una conducta embrollosa y 
desordenada; presuntuosidad pedante y exhibicionista, descaro en las relaciones 
sociales. 
Con escritura grande, alta, inflada y desigual: comportamiento histriónico (exagerada 
tendencia a la megalomanía, a la necesidad de halago, al exhibicionismo histérico-
narcisista, a la necesidad compulsiva de sentirse admirado, de figurar en sociedad, 
de tener fama y ser el eco de toda clase de comentarios). Las tendencias 
esquizóides(paranoia) se dan frecuentemente unidas al histerismo. 
(N) Con escritura muy ascendente, sobrealzada, inflada y desigual: pérdida de 
relación con la realidad; paranoia; histerismo. 
 26 
 
 
A29 - ASIMÉTRICA: 
 
Discordancia acentuada de los hemisferios derecho e izquierdo de las letras, incluso 
a veces de las palabras y de las líneas. Estas discordancias entre la mitad izquierda 
y derecha de las letras, especialmente en las mayúsculas y en las letras de hampa y 
jamba, son típicamente inarmónicas, incoherentes, desproporcionadas en los tres 
aspectos fundamentales del grafismo: forma, espacio y movimiento. (Ver, como 
ejemplo, las figs. 49, 82, 85b, y 162). 
En la fig. 49, las asimetrías se destacan principalmente, en la zona inferior, en las 
jambas, afectando a la forma y a la dimensión. 
En la fig. 82, la asimetría está en la desproporción de los trazos iniciales con 
relación al resto de la letra, en la desproporción del penacho de la “S” de “Santa” en 
relación con el resto de letras de la palabra y, finalmente, hay una asimetría y una 
discordancia de forma entre la zona inferior de la “p” de “podido” y el resto del 
cuerpo de esta letra en la zona media. 
En la fig. 85b, la asimetría afecta a la discordancia de la presión (apoyos brutales en 
los trazos verticales y relativa suavidad en los movimientos de abducción (de 
izquierda a derecha). 
En las figs. 162, la asimetría afecta a las discordancias entre la desproporción de las 
jambas (dimensión, presión, forma) y la zona media del grafismo (escritura filiforme) 
que indican claramente las desviaciones de la sexualidad, comentadas ya en otro 
lugar. 
La escritura “asimétrica”, como hemos visto por los ejemplos, forma parte de la 
escritura disarmónica, desproporcionada y discordante. Aunque puede, por 
supercompensación, presentarse en sujetos relativamente brillantes y con éxito, no 
deja de ser un signo de desequilibrio que afecta, no solo a la sexualidad, sino 
también a la conducta en general. 
Los sujetos con este tipo de grafismo no pueden considerarse como personas de 
fácil adaptación. No obstante, hay que estudiar caso por caso, ya que las asimetrías, 
tanto en la escritura como en el rostro, difieren mucho unas de otras y pueden estar 
compensadas o descompensadas, depende del grado de anomalía y de la zona o 
zonas donde están presentes. 
Como he indicado en un trabajo sobre este tema que realicé hace años y que se 
publicó, no hace mucho, en el Boletín nº 9 de la A.G.C., y después fue traducido y 
publicado en la revista “Graphology” de Londres, en el boletín de la SFDG y en la 
revista “Scrittura”, si tenemos en cuenta que ha de haber un cierto equilibrio 
sinergético o compensación armónica entre el área izquierda y derecha de la 
página, entre las líneas, las palabras y las letras para que el sujeto se manifieste 
normalmente en sus funciones psíquicas, en sus tendencias, instintos, necesidades, 
etc., todo cuanto sea un signo de desproporción, de discordancia o inarmonía entre 
un hemisferio y otro, nos traducirá la propensión, en el autor del grafismo, a que se 
escapen a su control determinadas tensiones e impulsos instintivos, afectivos o 
mentales desviados de las normas que rigen la conducta social. 
 27 
El sujeto frustrado socialmente puede entrar en una conducta disocial o 
desadaptada, si el entorno, la sociedad le etiqueta y le maltrata descargando sobre 
él una agresividad destructiva. 
Muchos sujetos marginados por la sociedad, buscan una compensación gratificante 
en el alcohol, las drogas, la delincuencia e incluso en la criminalidad, cuando no hay 
factores de herencia determinantes. Para mayor ampliación sobre este tema, ver mi 
artículo “Las asimetrías en el grafismo”, boletín nº 9 de la A.G.C. 
 
 
A30 - ASPECTOS FORMA, ESPACIO y MOVIMIENTO: 
 
Este tema se ha desarrollado con cierta amplitud en “Grafología estructural y 
dinámica” (Edición por la A.G.C., Barcelona 1994). En sentido general, el aspecto 
Forma recoge lo más consciente e intencional de la onda gráfica, los modales de 
conducta externos, el estilo personal de vida, el modo como el sujeto quiere ser visto 
por los demás. Por tanto, traduce las características externas de la personalidad, la 
selectividad y gusto estético, el respeto a los semáforos sociales, a los 
convencionalismos y normas educativas, etc. Los disturbios, discordancias o 
anomalías, en el aspecto Forma, reflejan el nivel de desequilibrio, el nivel de 
“displacer”, de contrariedad, de represión o bloqueo, que acusa cada sujeto en sus 
pulsiones instintivas, afectivas o mentales. 
El aspecto espacio representa el modo como se desenvuelve el sujeto en relación 
con su espacio vital, en su contacto con el exterior. En el modo como cada persona 
ocupa la extensión o superficie de papel disponible (masa gráfica total, aspecto de 
los márgenes, de los puntos y aparte, de las líneas, de las palabras y de las letras), 
podemos ver el grado de seguridad y dominio del escritor sobre su ambiente y la 
manera como influyen los impactos emocionales que el sujeto recibe del ambiente. 
De la relación espacio-texto, se desprende el grado de organización del tiempo y de 
la actividad, así como el orden reflexivo en las ideas, el autocontrol emocional y la 
adaptación del sujeto. 
En esta relación espacio-texto se recoge también si la actitud del sujeto hacia el 
“objeto” (personas, cosas, acontecimientos externos, etc.) es de “proximidad” de 
acercamiento, de participación, o es una actitud de distanciamiento, de aislamiento, 
de expectación, de desconfianza o autismo. Finalmente, el aspecto del Movimiento 
(rapidez, presión, dimensión, inclinación, dirección y continuidad) es un indicador del 
nivel de vitalidad, dinamismo, variación y equilibrio funcional de las pulsiones 
instintivas, de la afectividad y de la actividad mental. El Movimiento es como el sello 
o distintivo temperamental de cada sujeto. “Actúa y te conoceré”, decía Sócrates y, 
en efecto, un ser inmóvil es como un fósil, es un “no ser”, es un ser muerto. 
 
 
A31 - ATERCIOPELADA, Escritura: 
 
Algunas escrituras de trazado cilíndrico, bien nutridas, en relieve, redondas o 
redondeadas y con un ritmo cadenciado, dan la impresión a algunos grafólogos, 
 28 
sobre todo de sexo femenino, de un hilo o tejido aterciopelado. Aunque es difícil dar 
ejemplos en escrituras ya impresas, sugerimos un ejemplo de este tipo de grafía en 
las figs. 26 y 183a, en oposición a la fig. 28 que es angulosa-dura, seca y con 
presión desigual y acerada. 
La interpretación de la escritura aterciopelada se refiere siempre a un 
comportamiento suave, meloso, acariciante y sin “lados bruscos o espinosos”. 
Detrás de ese comportamiento captativo de los sentimientos de agrado, de 
comprensión e identificación, que el sujeto despierta en su entorno, detrás de ese 
clima cómodo, sibarita y complaciente de empatía, puede esconderse una intención 
egoísta, interesada, que se filtra a través del placer de la suavidad del terciopelo. 
Ver, por ejemplo, en la fig. 26, los óvalos en regresión (girando en sentido contrario 
a las agujas del reloj) y cerrados por abajo. Recordamos aquí el viejo axioma 
popular: “No es oro todo lo que reluce”. 
Algunos hombres y mujeres se invisten, por fuera de seda o de terciopelo y son: 
suaves al tacto, halagadores, aduladores, impresionantes por su simpatía y, por 
dentro -como dice Jardiel Poncela-, sólo hay “un gusano que se retuerce”. 
 
 
A32 - ATORMENTADA, Escritura: 
 
La escritura atormentada es difícil de definir por la cantidad de accidentes gráficos 
que puede presentar (inhibiciones, perturbaciones de ritmo, inseguridad de marcha, 
vacilaciones, temblores, sacudidas, desigualdades de todo tipo e incluso 
incoherencia en la inclinación y a veces en la dirección, con roturas muy frecuentes 
en la continuidad (desigualdades de cohesión), etc. La escritura atormentada es el 
producto de tensiones emotivas con carga de angustia, de inseguridad, de temor e 
inquietud que

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