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Elementos arquitectónicos góticos: tracería. Los elementos arquitectónicos góticos incluyen la tracería, que es un elemento decorativo distintivo de la arquitectura gótica. La tracería se refiere al patrón de diseño y ornamentación que se encuentra en las ventanas, rosetones y paneles de piedra de los edificios góticos. La tracería gótica se caracteriza por sus elaborados diseños en forma de arcos ojivales, que se entrecruzan y se entrelazan para crear una apariencia delicada y reticulada. Estos arcos ojivales se conocen como arcos trilobulados, ya que están compuestos por tres lóbulos o segmentos curvos. La tracería gótica también puede presentar otros tipos de arcos, como arcos cuatrilobulados, cinquefoil, multifoil y flamígeros, que tienen distintas formas y detalles ornamentales. La tracería se utiliza principalmente en las ventanas de los edificios góticos, donde se encuentra entre las nervaduras de las bóvedas de crucería. Estas ventanas góticas suelen ser altas y estrechas, con una gran área acristalada que permite la entrada de abundante luz en el interior de los edificios. La tracería se coloca en los espacios entre las nervaduras de las bóvedas y puede ser de piedra, vidrio o una combinación de ambos materiales. Además de las ventanas, la tracería también se utiliza en otras áreas de los edificios góticos, como los rosetones y los paneles de piedra. Los rosetones son ventanas circulares con tracería radiante en forma de rueda de radios. Estos rosetones suelen estar ubicados en las fachadas de las iglesias góticas y se destacan por sus diseños intrincados y vitrales de colores. La tracería gótica no solo cumple una función estética, sino que también tiene un propósito estructural. Al distribuir el peso y las cargas a lo largo de los arcos ojivales y los nervios de las bóvedas de crucería, la tracería ayuda a reforzar la estabilidad y la resistencia del edificio. En resumen, la tracería es un elemento arquitectónico característico de la arquitectura gótica. Se trata de una decoración elaborada en forma de arcos ojivales que se entrecruzan y se entrelazan para crear diseños reticulados en ventanas, rosetones y paneles de piedra. La tracería gótica no solo aporta un aspecto estético distintivo, sino que también cumple una función estructural al reforzar la estabilidad de los edificios góticos.
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