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La biología de las células cancerígenas y los tratamientos Las células cancerígenas son células que han experimentado cambios genéticos y epigenéticos que les permiten crecer y dividirse de manera descontrolada, evadiendo los mecanismos normales de regulación celular. Estos cambios genéticos pueden ser el resultado de mutaciones espontáneas o pueden ser causados por factores ambientales, como la exposición a carcinógenos o infecciones virales. Las células cancerígenas tienen la capacidad de evadir la muerte celular programada (apoptosis) y evitar el control del sistema inmunitario. También pueden invadir tejidos cercanos y propagarse a otras partes del cuerpo a través de un proceso llamado metástasis. El tratamiento del cáncer se basa en una combinación de enfoques que incluyen la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. La elección del tratamiento depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de otros factores individuales del paciente. La cirugía es comúnmente utilizada para extirpar tumores sólidos y es especialmente efectiva cuando el cáncer está localizado y no se ha diseminado a otras partes del cuerpo. La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerígenas y se puede administrar antes o después de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o eliminar células cancerosas restantes. La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerígenas o detener su crecimiento, y puede administrarse por vía oral o intravenosa. La terapia dirigida se enfoca en bloquear las alteraciones moleculares específicas presentes en las células cancerígenas. Estos medicamentos actúan inhibiendo las vías de señalización que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células cancerígenas. La inmunoterapia, por otro lado, utiliza el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer, estimulando una respuesta inmune más efectiva contra las células cancerígenas. Además de los tratamientos convencionales, también se están desarrollando terapias innovadoras, como la terapia génica y la terapia celular, que involucran la modificación de genes o la utilización de células inmunitarias modificadas para atacar selectivamente las células cancerígenas. Es importante destacar que el tratamiento del cáncer es un campo en constante evolución, y los avances en la comprensión de la biología de las células cancerígenas están impulsando el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas más efectivas y personalizadas. El objetivo final es mejorar los resultados del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
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