Las capillas y claustros en la arquitectura gótica

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Las capillas y claustros en la arquitectura gótica. 
 
Las capillas y los claustros son elementos característicos de la arquitectura gótica 
y desempeñan funciones importantes tanto en el ámbito religioso como en el 
monástico. A continuación, se exploran estos elementos en detalle: 
 
Capillas: 
1. Función: Las capillas góticas eran espacios destinados a la oración, la 
veneración de reliquias y la celebración de misas. Eran áreas separadas dentro de 
las catedrales, iglesias o monasterios, generalmente dedicadas a un santo en 
particular o a un evento religioso específico. 
 
2. Diseño: Las capillas góticas se caracterizaban por su tamaño reducido y su 
estilo arquitectónico gótico, con arcos ojivales, bóvedas de crucería y detalles 
decorativos como tracerías y rosetones. Algunas capillas podían tener una nave 
única, mientras que otras podían contar con capillas laterales adicionales. 
 
3. Altar y retablo: En el extremo de la capilla se encontraba el altar, generalmente 
adornado con un retablo tallado o pintado. Estos retablos, a menudo elaborados y 
detallados, contaban historias bíblicas o representaban santos y mártires. La 
disposición del altar y del retablo era cuidadosamente planificada para 
proporcionar un enfoque devocional y destacar su importancia. 
 
Claustros: 
1. Función: Los claustros eran espacios dentro de los monasterios o catedrales 
utilizados para la vida monástica y el recogimiento espiritual. Servían como 
lugares de contemplación, estudio, meditación y recreo para los monjes. También 
proporcionaban acceso a las diferentes áreas del monasterio. 
 
2. Diseño: Los claustros góticos solían ser espacios cuadrados o rectangulares 
rodeados por una galería de arcadas, sostenidas por columnas o pilares. Estas 
arcadas podían ser de diferentes estilos góticos, como el gótico temprano con 
arcos apuntados simples o el gótico flamígero con tracerías elaboradas. 
 
3. Jardín y fuente: En el centro del claustro a menudo se encontraba un jardín, que 
simbolizaba el Edén y proporcionaba un ambiente tranquilo para la reflexión. 
Algunos claustros también albergaban fuentes o estanques, que no solo cumplían 
una función práctica de abastecimiento de agua, sino que también representaban 
la purificación y la renovación espiritual. 
 
4. Esculturas y detalles decorativos: Los claustros góticos solían estar decorados 
con esculturas, relieves y elementos ornamentales, que a menudo representaban 
escenas bíblicas, figuras de santos, animales fantásticos o motivos geométricos. 
Estos elementos contribuían a la belleza estética del claustro y acentuaban su 
importancia como espacio sagrado.