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This page intentionally left blank PSICOPATOLOGÍA FENOMENOLÓGICA Y EXISTENCIAL: HISTORIA LA ESPECIE HUMANA CREADORA 00-Primeras 16/10/07 11:16 Página 3 Colección Psicología Universidad 00-Primeras 16/10/07 11:16 Página 4 Antonio Zapata Molina PSICOPATOLOGÍA FENOMENOLÓGICA Y EXISTENCIAL: HISTORIA LA ESPECIE HUMANA CREADORA BIBLIOTECA NUEVA 00-Primeras 16/10/07 11:16 Página 5 Cubierta: A. Imbert Edición revisada por Pilar Zapata Bosch © Herederos de Antonio Zapata Molina, 2007 © Editorial Biblioteca Nueva, S. L., Madrid, 2007 Almagro, 38 28010 Madrid www.bibliotecanueva.es editorial@bibliotecanueva.es ISBN: 978-84-9742-758-6 Depósito Legal: M-45.050-2007 Impreso en Top Printer Plus, S. L. Impreso en España - Printed in Spain Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproduc- ción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin con- tar con la autorización de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sigs., Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos. 00-Primeras 16/10/07 11:16 Página 6 Índice Presentación, por Carmelo Monedero ............................... 11 Prólogo ................................................................................. 15 Introducción ........................................................................ 17 Fenomenología ..................................................................... 19 Husserl. Vida y obra ........................................................ 20 Problemática de esta época ............................................. 22 Trayectoria filosófica de Husserl ..................................... 22 Crítica al Positivismo ....................................................... 23 Crítica al Psicologismo .................................................... 25 La fenomenología como ciencia estricta ........................ 31 El método fenomenológico ............................................. 35 La actitud natural ............................................................ 40 Las reducciones ................................................................ 42 Reducción filosófica ......................................................... 43 Reflexión fenomenológica ............................................... 44 Reducción fenomenológica .............................................. 44 Reducción eidética ........................................................... 45 Reducción trascendental .................................................. 47 El idealismo fenomenológico .......................................... 48 El carácter esencial de la conciencia: la intencionalidad .. 49 Egología pura ................................................................... 51 El yo puro ........................................................................ 52 01-Indice 16/10/07 11:18 Página 7 8 Índice Análisis existencial ............................................................. 53 Heidegger, personalidad y obras .................................... 54 El problema del ser y su método ................................... 55 Análisis del Dasein ........................................................... 56 El ser-en-el-mundo ........................................................... 58 El cuidado ........................................................................ 61 El ser-para-la-muerte ....................................................... 62 La existencia auténtica y su historicidad ........................ 63 Transcendencia ................................................................. 65 Psicopatología ...................................................................... 67 La escuela de pensamiento fenomenológico y analítico- existencial, según Binswanger ..................................... 67 Las ideas básicas .............................................................. 68 El enfrentamiento con Freud .......................................... 75 II. Fenomenología y psicopatología .......................... 76 II. Análisis existencial y psicopatología .................... 83 Psicopatología fenomenológica y existencial ................. 95 Concepto de psicopatología ............................................ 95 Descripción de lo dinámico ............................................ 104 Descripción de lo endógeno ........................................... 118 Descripción de lo somático ............................................. 124 Aplicación de las reducciones. Generalidades ............... 128 Sentidos de la reducción ................................................. 137 Bibliografía .......................................................................... 139 01-Indice 16/10/07 11:18 Página 8 Para mi mujer, por todas las razones del mundo. Porque ¿cómo se dedica una cosa a nuestro propio corazón, y qué pen- samiento habremos de contar a nuestro mismo pensamiento? A Pilar, Maqui, Antonio y Esther. 01-Indice 16/10/07 11:18 Página 9 This page intentionally left blank Presentación No cabe duda de que todo lo que conocemos, lo que existe, ha sido creado por el hombre. No son los dioses los que sacan el mundo de la nada, como suele pensarse, sino que es el hombre, haciendo uso de la palabra, el que cons- tituye todo lo existente. Nada existe si no le hubiéramos dado su existencia; ni el mundo, ni las ciencias, ni las artes, ni la literatura estarían ahí si no hubieran sido creadas por el hombre. También lo que acostumbramos a calificar de mundo imaginario la única existencia que tiene es la que le damos. Es impensable algo que, paradójicamente, no haya- mos pensado ya. Esto quiere decir que si queremos regre- sar al origen de toda creación debemos volver a la concien- cia humana, que es el crisol en el que todo se genera. Indagar en los hechos de conciencia nos permite asistir a la génesis de todo lo existente. Todas y cada una de las ciencias deberían remitirse a los hechos de conciencia que fueron el origen de su constitución. Para que esta vuelta a la conciencia pueda ser fructífera es preciso que renuncie- mos a los prejuicios, las habladurías, de forma que poda- mos describir adecuadamente las experiencias juiciosas. Esta indagación en los orígenes debería ser el paso previo para dar fundamento a todos nuestros conocimientos cien- tíficos y no científicos. La psicología no es una excepción. Saber del sujeto humano es conocer, sin prejuicios, los hechos de conciencia. 02-Presentacion 16/10/07 11:18 Página 11 12 Psicopatología fenomenológica La vida del hombre es un continuo sentirse aludido en todas y cada una de las experiencias de la vida. Este sen- tirse afectado es una permanente toma de posición res- pecto de las sucesivas experiencias de la vida cotidiana. Las vivo positivamente, con alegría, si me aproximan a la reali- zación de mis deseos, y negativamente, con tristeza, si me apartan de ellos. La vida del hombre es un sentir y volver a sentir cómo está comprometida la realización de sus deseos en el mundo objetivo. Este resentimiento nos informa del sujeto humano, que es el auténtico objeto de la psicología. Pero el resentirse, como vemos, no es independiente del mundo en el que nos vemos inmersos. Si temo a los dioses es porque he constituido un mundo en el que ellos están; por eso temo desagradarlos. En todas las experiencias de la vida hay un sujeto que se resiente en un mundo determi- nado. Pero tanto el sujeto que somos como el mundo en el que somos ha sido constituido por la conciencia. Esto quiere decir que subjetividad y objetividad no pueden ser estudiadas independientemente, sino que son como dos caras de una misma moneda. Si nos interesamos por la con- ciencia de la objetividad debemos hacerlo con referencia a la subjetividad que se resiente. Si nos interesamos por la concienciade la subjetividad resentiente debemos hacerlo en referencia a la objetividad constituida. En el primer caso hacemos ontología y en el segundo psicología; pero siem- pre indisolublemente unidas. Resulta obvio que la psicología actual tiene, general- mente, muy poco que ver con lo que estamos diciendo. Trata de hacer una psicología científica que pueda ocupar un lugar digno entre el resto de las ciencias. Los psicólogos norteamericanos han impuesto que la psicología es la cien- cia de la conducta o de otras facetas del hombre. Para los europeos, lo mismo que para el hombre de la calle, la psi- cología debe ser el conocimiento del sujeto humano, lo cual está más próximo a la filosofía o, mejor, al humanismo. Fue la llegada de Husserl, con su reducción fenomenoló- gica, la que señaló el camino que conduce al conocimiento del hombre mismo. La fenomenología no ha llegado a 02-Presentacion 16/10/07 11:18 Página 12 Presentación 13 tener el éxito previsto. La razón es que una descripción de los hechos de conciencia sin prejuicios es irrealizable, desde el momento que seguimos utilizando el lenguaje, sede de todos los prejuicios, para realizar las descripciones. No es posible poner entre paréntesis todos los prejuicios que nos constituyen, caeríamos en la nada, pero sí es posi- ble, como vengo defendiendo, tener el propósito de ir libe- rándonos de los prejuicios poco a poco, de forma que pue- dan ser sustituidos por las experiencias juiciosas. Este pro- pósito de vida está encaminado no tanto al conocimiento de la verdad, aunque sea la única forma de alcanzarla, como a culminar una vida satisfactoria y libre. No existe felicidad sin libertad, aunque muchas personas libres no lleguen a ser felices. La fenomenología es una lucha contra los prejuicios. Esto es lo que podemos observar en la obra de Antonio Zapata que tenemos presente. La psicología y los psicólo- gos actuales se desenvuelven en tal mundo de prejuicios, que muy difícilmente podemos hacerles conscientes de ellos. Tienen una conciencia tan prejuzgada del ser humano que les impide ver lo que está ante sus ojos. La primera dificultad es que están incapacitados para comprender el propósito fenomenológico, que es preciso entenderlo como algo a lo que ha llegado el pensamiento occidental. Este libro nos muestra, rigurosa y pedagógicamente, este camino, insistiendo una y otra vez en los prejuicios que hay que evitar. El lector interesado puede encontrar aquí la forma de hacer una nueva psicología y psicopatología. Carmelo Monedero Doctor en Medicina y Filosofía y Letras Psiquiatra 02-Presentacion 16/10/07 11:18 Página 13 This page intentionally left blank Prólogo Empecé a escribir este libro liberándome así del paro y la estulticia nacionales. Del paro, en cuanto que mi con- cepto de psicología dista mucho de una muy general aspi- ración, de los que se califican de psicólogos, a una coloca- ción en el estado (a poder ser de funcionarios), o en alguna sociedad comercial (seguros, etc.). Y de la estulticia, en cuanto que siendo forzoso pasar por alguna facultad de medicina o psicología, y yo pasé por las dos, sus enseñan- zas quedan a una distancia de años luz de la vocación con que se va a la facultad y que después encontramos en los buenos libros. Que éste sea uno de ellos es mi gran aspira- ción, y en el atento lector pongo mi esperanza de que así lo juzgue. No es aquí un tópico corriente decir que los méri- tos del libro se deben a mis maestros en la materia de que trata, y sus defectos, a mi forma de exponerla. Esto es ver- dad en gran medida. Como también lo es que puse esa vocación ilusionada que nos asegura estar realizando el tra- bajo para el que desde muy jóvenes nos orientamos. Ante esto, ¡qué ridículos quedan el paro y la estulticia! Madrid, septiembre 1996 Madrid, abril 1997 03-Prologo 16/10/07 11:18 Página 15 This page intentionally left blank Introducción La conciencia vaga que tenemos de lo psíquico debe ser planteada en forma de problema. Para resolver éste debe- mos atenernos a una ciencia estricta. El problema es lo que se nos aparece, el «fainómenon», y no podemos sino des- cribirlo. En esto consiste la fenomenología. Pero todo esto no tiene lugar en un momento dado de la vida de un individuo, sino que es cosa que sucede a lo largo de ella, es decir, que afecta a su mismidad, a su esencia, de forma no soterrada y sobre todo continua. Se ha dicho que la existencia tiene prioridad, precede a la esencia. Analizar esta situación pertenece al Análisis Existencial. La Psicopatología Fenomenológica y Existencial incluye ambos aspectos. La gran cantidad de sus cultivadores (aquí he tratado de los dos autores representativos, Husserl y Heidegger), así como el no acoplarse estrictamente a la ciencia que estudian, sino hacer aportaciones originales, ha motivado una amplitud de ambas y de su psicopatología como corresponde a la amplitud del psiquismo humano. En cuanto a la Psicopatología, expondré mis ideas, objeto principal del presente trabajo, a partir de los autores. 04-Introd 16/10/07 11:18 Página 17 This page intentionally left blank Fenomenología La fenomenología consiste en la descripción de las esen- cias de los fenómenos vividos. Esta descripción neutra de dichas esencias, que tenemos en la conciencia, no nos explica las cosas por sus causas, como sucede en la ciencia, pero es muy útil en filosofía porque nos pone en presencia de los datos esenciales de un problema. Husserl, que fue el creador de la fenomenología, a pesar de sus importantes intuiciones, al final se inclina al idealismo. La fenomenología es una de las tendencias más impor- tantes de la filosofía contemporánea, y de ella surgen posi- ciones filosóficas diversas entre sí, pero manteniendo notas básicas comunes, como el ideal de un conocimiento rigu- roso, la ausencia de prejuicios o supuestos previos, la ten- dencia a la aprehensión esencial del objeto en la conciencia entendida como conciencia intencional, o sea, conciencia de algo (distinto de ella misma),y para conseguir todo esto, usa la reducción. Todas estas posiciones entendían la con- ciencia, no de forma empírica, sino como el lugar de mani- festación de la verdadera realidad, de la realidad esencial, de la esencia en fin. Dentro del campo de la fenomenología tenemos un numeroso grupo de seguidores inmediatos, siendo los tres más representativos Scheler, Hartmann y Merleau-Ponty. También los filósofos existencialistas apli- caron el método fenomenológico al análisis de la existencia, y entre ellos destacan Heidegger, Sartre y Levinas. La feno- 05-01 16/10/07 11:17 Página 19 20 Psicopatología fenomenológica menología, por tanto, no es una concreta concepción filo- sófica, sino una manera, forma o estilo de análisis filosófico que se puede aplicar a diversos campos: psicopatología, ética, estética, historia, sociología, etc. Husserl. Vida y obra Edmundo Husserl (1859-1938) nació en Prosznitz, Moravia, (Imperio austro-húngaro, actual Checoslovaquia), de familia judía. Estudió matemáticas en la universidad de Viena, sintiéndose atraído por el rigor de la ciencia mate- mática de su maestro Weirstrass. En Halle escucha a Stumpf. Pero sobre todo influyó en él Franz Brentano con su teoría de la intencionalidad de la conciencia, que se basaba en el término escolástico «intentio» (la referencia del concepto a algo distinto de él mismo). Se doctora con una tesis sobre «El concepto del número» en 1887, y comienza su trabajo como profesor. Profesor en la universi- dad de Halle (1887-1901). Aquí tiene lugar el cambio de pensamiento psicologista al antipsicologista, iniciando así su reflexión fenomenológica. En 1892 publica «Filosofía de la aritmética» (cuyo primer capítulo es la tesis doctoral arriba mencionada). La obra fue criticada por Frege y otros por su carácter psicologista (el concepto de número se con- creta por la acción de contar), y el mismo Husserl afirmará más tarde su carácter psicologista. El cambio de orienta- ción lo dará en su primera gran obra,las «Investigaciones lógicas» (1900-1901) donde adopta una postura fenomeno- lógica, pero aún como psicología descriptiva. Profesor en la universidad de Gotinga (1901-1916): tiene lugar su afianzamiento en la fenomenología, escri- biendo «La idea de la fenomenología» (1907)como método y como ciencia, marcando su programa el ensayo «Filosofía como ciencia estricta» (1911). La obra fundamental de este período es «Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica» (1913). Aparece una segunda edición de las «Investigacio- 05-01 16/10/07 11:17 Página 20 Fenomenología 21 nes» puesta al día de acuerdo con las «Ideas». En este perío- do la fenomenología se convierte en fenomenología trascen- dental. Profesor en la universidad de Friburgo de Brisgovia (1916-1933): Husserl continúa en su misma dirección, con- virtiendo su pensamiento en un idealismo trascendental o fenomenológico. La obra más representativa de este período es «Meditaciones cartesianas» (1931). La última obra importante es «La crisis de las ciencias europeas y la filoso- fía trascendental» (l936), obra que marca una nueva pers- pectiva al aparecer el concepto «el mundo de la vida». Es ésta una etapa de reflexión sobre el método fenomenoló- gico y afianzamiento de la Fenomenología Trascendental. Cursos: «Filosofía primera» (1924) y «Meditaciones carte- sianas» (1929). Publicaciones: «Kant y la idea de la filoso- fía trascendental» (1924), «Para la fenomenología de la conciencia interna del tiempo» (1927), «Lógica formal y trascendental» (1929), «Introducción a la fenomenología» (1931), «Experiencia y juicio» (l939), «Ensayo de una crí- tica de la razón lógica», «La crisis de las ciencias euro- peas». Separado de la docencia en 1933 con la subida al poder del nazismo, Husserl pasa los últimos años de su vida dedi- cado a la reflexión y redacción de los escritos que han sido conocidos como su testamento (más de 4.000 páginas). Acaba «La crisis de las ciencias europeas», que ha sido publicada después de su muerte. También se dedicó a dar conferencias (Viena, Praga, etc.). Muere en 1938. Le sucede Martin Heidegger en su cátedra de Friburgo. El archivo Husserl (su llamado «testamento») fue llevado a Lovaina, lo que evitó su destrucción por los nazis. Husserl fue un pensador en continua búsqueda, que vuelve continuamente sobre los mismos temas con nuevas profundizaciones y ampliaciones. Su fenomenología posee una doble dimen- sión pues es tanto un método como una doctrina filosófica (de carácter idealista). Sólo como método ha tenido una amplia aceptación. 05-01 16/10/07 11:17 Página 21 22 Psicopatología fenomenológica Problemática de esta época El idealismo absoluto de Hegel, que pareció a los filóso- fos un punto difícilmente superable en la reflexión, iba len- tamente desquebrajándose con Feuerbach, Marx, y la izquierda hegeliana en general, y con el psicologismo, el naturalismo y el positivismo de Comte, tendencias que combatieron lo teórico del idealismo, quedando solamente lo dado o científicamente experimentable. Pero la filosofía como reflexión sobre la problemática humana quedaba casi eliminada y considerada una preocupación que en otro tiempo tuvo el hombre, cuando no se había desarrollado lo suficiente. En consecuencia se negaba el valor de la metafí- sica como ciencia, que había afirmado Kant. Husserl reac- ciona contra este positivismo tratando de restablecer en la filosofía su verdadero carácter científico. Para ello combate en primer término los errores más generales de su siglo, el positivismo y el psicologismo (derivado del naturalismo). Aspira a hacer de la filosofía no sólo una ciencia, sino que ésta sea universal y necesaria, una ciencia en pleno sentido. Y para elle ofrece un nuevo método, el método fenomeno- lógico, construyendo así el Idealismo fenomenológico, que a su vez originará una nueva corriente filosófica: el Existen- cialismo. Trayectoria filosófica de Husserl Con arreglo a su época, Husserl empezó filosóficamente con el positivismo, y sobre todo con el psicologismo por ser discípulo de Brentano y sus seguidores (Stumpf y Mei- nong). Mediante Brentano estudió el escolasticismo aristo- télico. También recibió la influencia de Bolzano, Leibniz, Hume y Kant. Su pensamiento ha sido objeto de diversas divisiones, que pueden reducirse a dos fundamentales. En la primera, psicologista, se preocupa principalmente de la matemática, 05-01 16/10/07 11:17 Página 22 Fenomenología 23 acusando un notable influjo de Bolzano. En la segunda aparece el Husserl defensor de la lógica pura totalmente desligado del psicologismo contra el que va a utilizar argu- mentos que conducen a estas dos conclusiones: la esfera de la lógica no puede reducirse a psicología, y el psicologismo lleva a conclusiones absurdas. De esta crítica al psicolo- gismo ha surgido todo el sistema filosófico de Husserl. Para llegar a los conceptos de la lógica pura (distintos y liberados del psicologismo), Husserl tiene que inventarse el método fenomenológico. Y para concretar el objeto de la lógica pura, Husserl tiene que afrontar el problema ontoló- gico del ente ideal, que le llevará al idealismo fenomenoló- gico. La fenomenología comprende tanto el sistema como el método. Pero el intento de Husserl de superar el psicologismo no pudo realizarse sino a medias. Fue sólo una transforma- ción objetiva. El objeto intencional pasó desde la concien- cia común, empírica, a la conciencia pura, de forma que el fantasma del psicologismo continuó gravitando sobre la filosofía husserliana. Crítica al Positivismo En su última obra, titulada «La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental», expone Hus- serl que la explicación positivista de la ciencia ha condu- cido lentamente a una crisis de la filosofía, así como a una pérdida de humanismo. Dice Husserl: «Si por un lado hay que agradecer a Des- cartes que pusiera al “yo” en el primer plano como punto de partida para conseguir una filosofía como ciencia estricta, sin embargo su idea de la matemática ha ejercido una mala influencia durante siglos porque ha originado el positivismo científico. La concepción de la ciencia que tiene el positivismo es el de mera ciencia de los hechos, reduciendo así la realidad a meros hechos físicos y psíqui- cos y llevando al hombre a una total deshumanización. Las 05-01 16/10/07 11:17 Página 23 24 Psicopatología fenomenológica ciencias positivas dejan a un lado lo específicamente racio- nal del hombre y reducen todo a hechos, a simples datos, sin dejar nada del sujeto que no sea reducible a ellos.» El positivismo, que se inicia en el empirismo, adquiere en Comte (1798-1857) su máxima importancia. Comte explica le historia a través de los tres estados: estado teológico o ficticio, estado metafísico o abstracto y estado científico o positivo. Este último es el principal para el hombre y se debe aplicar a todas las instancias de la vida. El positivismo de Comte continúa hacia 1860 con el evolucionismo de Spencer (junto con Fischer y Fechner). Representan éstos una actitud francamente antimetafísica, positivista, que se expresa por el culto a los hechos empíri- cos y a las ciencias, por una concepción de la psicología como ciencia empírica y por una tendencia a negar la filo- sofía en el sentido que hasta entonces tuvo. Según Husserl la humanidad está inmersa en el hecho del cientificismo, que la aliena. Ha perdido su papel de protagonista de la cultura humana porque el positivismo ha matado a la filosofía. El positivismo lleva al naturalismo, que es la reducción de todo lo ideal a lo empírico, a lo fác- tico, a lo contingente que, por serlo, es relativo. Es decir, para el naturalismo todo es naturaleza física, todo lo que existe es físico, pertenece al complejo natural físico, e incluso lo psíquico no es más que una cosa dependiente de lo físico. Una de las consecuencias del naturalismo y una de las formas en que se expresa, es en la lógica, como Psicolo- gía. Husserl en un primer momento apoya al PsicologismoLógico («Filosofía de la aritmética»), pero pronto reacciona y es precisamente de esta reacción crítica al Psicologismo Lógico como llega a la Fenomenología. 05-01 16/10/07 11:17 Página 24 Fenomenología 25 Crítica al Psicologismo La etapa primera del pensamiento de Husserl se mues- tra en su primera obra («Filosofía de la aritmética», obra psicologista sobre unos análisis lógicos y psicológicos acerca del mundo, en cuanto concepto básico de la mate- mática). Antes que Husserl la primera crítica al psicologismo (e incluso a la tendencia positivista de la ciencia) la hizo la corriente neokantiana, sobre todo la escuela de Marburgo. La crítica de esta escuela influyó en Husserl antes que el pensamiento de Brentano (1884-1887), época en la que va teniendo lugar el nuevo pensamiento fenomenológico de Husserl. Éste está insatisfecho de su primera obra, eminen- temente psicologista como dijimos, y ello le obliga a aclarar y demostrar las diferencias entre la Lógica y la Psicología. La crítica al psicologismo la hace primeramente en «Inves- tigaciones Lógicas», y posteriormente en «Lógica Formal y Transcendental». El Psicologismo lógico es una forma de Positivismo. Significa la reducción de todo el pensamiento filosófico a la Psicología, la reducción de los principios y actos del pensa- miento a simples fenómenos psíquicos. O sea, afirma que los fundamentos básicos, teóricos, de la Lógica residen en la Psicología. Por lo tanto, el Psicologismo lleva a una reducción de los principios lógicos a la realidad empírica y fáctica de lo psíquico. Equipara la formación de juicios, cualquiera que sean éstos con fenómenos de la experiencia interna. El psicologismo es una variedad del positivismo porque, en resumen, reduce las formas lógicas a procesos empíricos psíquicos. Dice Husserl en «Ideas para una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica»: «Por grande que sea la sig- nificación metódica que para la psicología tiene que recla- mar la fenomenología, por muy esenciales que sean los fun- damentos que le aporta, es (a fuer simplemente de la cien- cia de las ideas) tan poco psicología como la geometría 05-01 16/10/07 11:17 Página 25 26 Psicopatología fenomenológica ciencia natural. Es más, la diferencia se presenta aún más radical que en el caso de esta comparación. No cambia en nada la situación el hecho de que la fenomenología se ocupe del «yo» y de la «conciencia», con todas las formas de vivencias, actos y correlatos de actos. Se ha hablado mucho en la última década, en la filoso- fía y psicología alemanas, de la fenomenología... Se concibe a la fenomenología como un grado inferior de la psicología. De ahí las objeciones perfectamente nulas, porque no dan con el simple sentido de mi exposición, contra mi crí- tica del método psicológico; una crítica que no negaba en absoluto el valor de la psicología moderna, ni despreciaba tampoco el trabajo experimental realizado por hombres de prestigio, sino que ponía de manifiesto ciertos defectos del método, radicales en el sentido literal de la palabra, de cuya eliminación depende necesariamente la elevación de la psicología a un grado científico superior y una ampliación de su campo de trabajo. Tras lo anterior resulta claro que el sentido de la ciencia eidética excluye en principio todo tomar en cuenta resulta- dos de las ciencias empíricas. Las tesis de realidad que apa- recen en las afirmaciones inmediatas de estas ciencias corren a través de todas las mediatas. De hechos se siguen sólo hechos. Si, pues, toda ciencia eidética es indepen- diente en principio de toda ciencia de hechos, es lo contra- rio lo que pasa con la ciencia de hechos. No hay ninguna que, plenamente desarrollada como ciencia, pueda ser pura de conocimientos eidéticos y, por ende, pueda ser indepen- diente de las ciencias eidéticas, ya formales, ya materiales. Pues en primer lugar, es comprensible de suyo que una ciencia empírica, siempre que lleva a cabo fundamentacio- nes mediatas de esencias, tiene que proceder con arreglo a los principios formales de que trata la lógica formal. En general y dado que se dirige, como ciencia, a objetos, tiene que estar sujeta a las leyes inherentes a la esencia de la obje- tividad en general. Con esto entra en relación el complejo de las disciplinas ontológico-formales, que abarcan junto a la lógica formal en sentido estricto, las restantes disciplinas 05-01 16/10/07 11:17 Página 26 Fenomenología 27 de la mathesis universalis formal (o sea también la aritmé- tica, el análisis puro, la teoría de la multiplicidad). A esto se añade en segundo término, que todo hecho implica un contenido esencial material, y toda verdad eidética inhe- rente a las esencias puras encerradas en este contenido da forzosamente una ley a la que está sujeto el caso singular fáctico y dado, lo mismo que todo caso singular posible en general». Husserl no critica aquí a la psicología sino al psicolo- gismo, o sea, al intento que imperaba en su época de redu- cir los problemas, las leyes, los principios de la lógica y de la teoría del conocimiento a meros fenómenos y funciones del psiquismo, puesto que tenía una estructura de funcio- namiento similar al de las realidades empíricas. Precisa- mente habían convertido la psicología en ciencia en cuanto era capaz de aplicar al psiquismo el método de la ciencia fisicomatemática. Este hecho de haber alcanzado la catego- ría de ciencia, añadido a la consideración de que el funcio- namiento mental humano es objeto da la psicología, crean la convicción de que la psicología es la ciencia que funda- menta todas las demás ciencias. Esta convicción es inadmisible para Husserl. Porque la psicología no puede ser el fundamento de una ciencia de la que ha tenido que copiar el modelo para convertirse en ciencia la propia psicología. Por otra parte basar la validez del conocimiento en las leyes psíquicas supone la negación del valor universario y universal del conocimiento, puesto que la estructura del psiquismo humano no es necesaria en sí misma, porque podría ser otra. Afirma Husserl que de hechos sólo se derivan hechos. La ciencia que fundamenta todas las demás no puede estar en el mismo plano de los hechos. Sólo se pueden situar en ese plano de hechos las cien- cias eidéticas o de esencias. Las ciencias eidéticas tienen que excluir, no tomar en consideración los resultados de las ciencias empíricas. En cambio todas las ciencias empíricas suponen las eidéticas, porque toda ciencia empírica es regida por ciencias eidéticas formales y porque cada hecho 05-01 16/10/07 11:17 Página 27 28 Psicopatología fenomenológica supone un contenido material que aquí llamamos ciencias eidéticas materiales. Y añade Husserl: «La ciencia de donde parten todas las ciencias eidéticas es esa disciplina filosófica fundamental, la fenomenología.» Insistamos en el difícil problema: La crítica que hace Husserl al psicologismo se basa en dos aspectos o conse- cuencias. Una consecuencia es que el psicologismo lógico con- duce forzosamente a un relativismo escéptico. Puesto que si la lógica se reduce a estados psíquicos lo más que podemos hacer es emitir juicios generales empíricos (no necesarios y carentes de la validez universal y necesaria propia de toda ciencia). Es decir, a la probabilidad en los juicios lógicos, nunca a la certeza. De ahí el escepticismo que se deriva for- zosamente. Otra consecuencia es que si las leyes lógicas quedasen reducidas a fenómenos psíquicos, dichas leyes sólo servirían para dichos fenómenos, con lo que privaríamos a la lógica de todo carácter universal. No habría unos principios lógi- cos aplicables a todas las ciencias, tales como «el todo es mayor que la parte», «todo principio o efecto tiene una causa», etc. Es decir, estos principios universales quedarían limitados a principios particulares y su amplitud ideal que- daría también reducida a lo empírico. Y por tanto tendría- mos que ser escépticos en cuanto a una lógica universal. Consideremos ahora algunos de los prejuicios que implica el psicologismo:— «Las leyes del conocimiento se basan en la psicolo- gía». — «El contenido de la lógica son fenómenos psíqui- cos». — «La lógica es una psicología de la evidencia». Consideremos ahora sus refutaciones respectivas: — Debemos distinguir entre las normas lógicas y las técnicas del pensamiento. Las lógicas se refieren a 05-01 16/10/07 11:17 Página 28 Fenomenología 29 los juicios universales y son objetivas. Las técnicas del pensamiento explican el modo de pensar del hombre y son subjetivas. — La lógica es objetiva y los fenómenos psíquicos son subjetivos. Esto quiere decir que cada una origina una ciencia distinta. — La evidencia se basa en la verdad, por tanto es obje- tiva, y por tanto no puede ser psíquica, que es sub- jetiva. Pues bien, reflexiones similares hicieron a Husserl aban- donar el psicologismo por su incapacidad para hacer de la Filosofía una ciencia específicamente rigurosa, como él andaba buscando. Inicia, por tanto, un nuevo camino filosó- fico desarrollando su teoría de la «Lógica pura» o «Lógica fenomenológica», moviéndose en el campo de la realidad objetiva, de la idea: de la verdad universal, y no en el de un fenómeno puramente psíquico. De esta forma Husserl pre- tende llegar a las cosas mismas, como dirá posteriormente, y para ello propone el método fenomenológico. Dijimos que a combatir el psicologismo dedicó Husserl el primer tomo de sus «Investigaciones lógicas». Fijemos algunos conceptos básicos: Los actos psíquicos del pensar, para los psicologistas son materia de la lógica, pero para Husserl lo son de la psi- cología. Tampoco interesan a la lógica, según Husserl, los objetos empíricos que estudian las demás ciencias. Pero hay un mundo de objetos que son independientes de ambos (de los actos psíquicos y de los objetos empíricos), que es el mundo del ser ideal, objeto de la lógica pura. Por tanto, frente a la lógica psicologista y superando las cien- cias empíricas, existe, según Husserl, la lógica pura de los objetos ideales. Ésta puede definirse como el estudio del ente ideal y de sus formas generales. Ahora bien, en Husserl «idea» tiene el sentido genuino del «eidos» griego. La lógica, por tanto, será una ciencia eidética formal. Resumamos: 05-01 16/10/07 11:17 Página 29 30 Psicopatología fenomenológica — La psicología se ocupa de los actos psíquicos del pensar. — Las demás ciencias se ocupan de los objetos empíri- cos. — La lógica se ocupa de los objetos ideales. Extendámonos brevemente en la discusión sobre el psi- cologismo a fin de sacar algunas conclusiones. Debemos tener muy claro que no hay que confundir lo psíquico con lo ideal. Así la psicología debe construirse como ciencia empírica y a posteriori, mientras que la lógica es una ciencia ideal y a priori. Nos ayudaremos con un esquema: Tenemos el pensar y el objeto a que el pensar se refiere, exterior a él. Pero entre ambos hay un tercer término, que es el pensamiento, al que Hussler llamó significación. Esta significación no se identifica con la palabra, porque se encuentra entre la palabra (que es el significante) y el objeto (o significado). La palabra es un conjunto de fone- mas que tiene un significado. El objeto puede ser real (este perro), ideal (la circunferencia), y hasta imposible (el círcu- lo cuadrado). Pues bien, una misma palabra puede signifi- car diferentes objetos, así como un mismo objeto puede ser significado por distintas palabras. En conclusión, objeto, significación y palabra son irreductibles entre sí. Si comparamos las significaciones con los actos de pen- sar, es evidente su irreductibilidad. El error del psicolo- gismo es la identificación del pensar y el pensamiento o sig- 05-01 16/10/07 11:17 Página 30 Fenomenología 31 nificación, Sin embargo el pensamiento es independiente del pensar. Diríamos que el pensamiento es pasivo mientras que el pensar es activo. Por otra parte, el pensar no pro- duce los pensamientos, pues entonces éstos le serían homo- géneos, y sin embargo son muy diferentes. Pero el pensar tampoco contiene los pensamientos, porque serían especies del pensar. En consecuencia, esta independencia, heteroge- neidad e irreductibilidad entre pensar y pensamiento nos aclara que se refieren a dos ciencias distintas. Ya lo dijimos antes. La psicología es la ciencia del pensar y la lógica pura es la ciencia del pensamiento. La fenomenología como ciencia estricta Husserl dice lo siguiente en «La filosofía como ciencia estricta»: «Desde sus primeros comienzos la filosofía pre- tendió ser —una ciencia estricta, más aún, la ciencia que satisficiera las necesidades teóricas más profundas e hiciera posible... una vida regida por normas puramente raciona- les. Esta pretensión fue sostenida en diversas épocas de la historia con mayor o menor energía, pero jamás fue aban- donada, ni siquiera en momentos en que los intereses y las aptitudes con respecto a la teoría pura parecían debilitarse, o en que los poderes religiosos inhibían la libertad de la investigación científica teórica. En ningún momento de su desarrollo, la filosofía pudo cumplir esta exigencia de ciencia estricta, ni siquiera en los tiempos modernos que, con la múltiple diversidad de sus corrientes filosóficas, ha avanzado, desde el Renacimiento hasta el presente, con un paso esencialmente uniforme. Es verdad que el carácter dominante de la filosofía moderna no consiste en entregarse ingenuamente al impulso filosó- fico, sino más bien en la voluntad de erigirse en ciencia estricta por medio de la reflexión crítica, investigando cada vez más profundamente su propio método. El único fruto maduro de este empeño fue la fundación y emancipación tanto de las ciencias estrictas de la naturaleza y el espíritu 05-01 16/10/07 11:17 Página 31 32 Psicopatología fenomenológica como de las nuevas disciplinas de la matemática pura. La filosofía, aun en el sentido especial que acaba de desta- carse, carecía como otrora del carácter de ciencia rigurosa; tampoco la significación de dicho carácter había logrado una determinación científicamente segura. Todavía sigue debatiéndose en la actualidad el problema de las relaciones entre la filosofía y las ciencias de la naturaleza y las del espíritu, la pregunta por saber si el carácter específica- mente filosófico de su tarea (que, sin embargo, se refiere esencialmente a la naturaleza y al espíritu) exige en princi- pio nuevas actitudes que imponen nuevos fines y nuevos métodos, e igualmente la pregunta por saber si el carácter filosófico nos introduce al mismo tiempo en una nueva dimensión, o se desenvuelve en el mismo que el de las cien- cias empíricas de la naturaleza y del espíritu. Esto demues- tra que la significación precisa de los problemas filosóficos aún no ha alcanzado claridad científica». Husserl se propone hacer de la filosofía un saber rigu- roso. Evitará ante todo asumir en el campo de la filosofía el modelo de las ciencias de la naturaleza y del espíritu, para así poder hacer de la filosofía la disciplina que fundamente todas las demás ciencias de la naturaleza y del espíritu, situándola en un plano distinto. La filosofía, entendida como fundamento de toda cien- cia y de todo saber, arte incluido, es la fenomenología. Su objeto son los fenómenos, es decir, las cosas mismas en cuanto aparecen a la conciencia y por la conciencia. Y eso que aparece a y por la conciencia es lo que Husserl llama «esencia». Las esencias son el fundamento y razón de ser de todas las ciencias y de toda realidad. Es decir, la fenomenología se ocupa de las coses en cuanto esencias (eide), y a este plano superior en que la filosofía se sitúa lo llaman algunos filósofos el plano de las significaciones. También quisieron convertir la filosofía en ciencia estricta Platón, Descartes, Kant y Fichte. Pero ante el fra- caso de estos autores, Husserl se propuso continuar en su empeño hasta convertir la filosofía en ciencia estricta. Con- 05-01 16/10/07 11:17 Página 32 Fenomenología 33 sideró ésta la tarea más importante de su época, en la que dominabanel relativismo y el escepticismo. Dice Husserl en «La filosofía como ciencia estricta» : «Se dice que nues- tra época es de decadencia. No puedo justificar este repro- che. Difícilmente se encontrará en la historia una época en que se haya puesto en movimiento una suma tal de energías y en que esas energías hayan actuado con tanto éxito. Pienso que nuestra época es grande por su vocación. Sólo adolece de escepticismo, del escepticismo que destruyó los viejos discutidos ideales. Y por eso sufre de la falta de de- sarrollo y de la escasa fuerza de una filosofía poco desarro- llada e insuficientemente científica como para poder supe- rar el negativismo escéptico (que se llama a sí mismo posi- tivismo) mediante el verdadero positivismo. Nuestra época sólo quiere creer en realidades. Su más fuerte tarea es la ciencia; por ello la ciencia filosófica es lo que más necesita nuestra época.» Esto está escrito en la crisis del positivismo y en el momento de la gran transformación científica de comien- zos de su siglo. Entonces considera Husserl que la filosofía tiene ante sí la tarea de ayudar a superar la crisis de la cien- cia aportando a la humanidad una mayor seguridad, tarea que la filosofía no estaba haciendo, pues «toda la filosofía romántica actúa en el sentido de un debilitamiento o adul- teración del afán por construir una ciencia filosófica estricta». De manera que Husserl critica lo que cree los dos grandes errores de su momento: el naturalismo y (como reacción antinaturalista), el historicismo. En cuanto al naturalismo, dice que «es la consecuencia del descubrimiento de la Naturaleza, considerada como unidad del ser espacial temporal, conforme a las leyes natu- rales exactas». El naturalismo dice que «no existe sino naturaleza, y ante todo naturaleza física», de tal manera que lo psíquico no es sino un «fenómeno concomitante». En consecuencia, conduce a una «naturalización de la con- ciencia». De aquí deriva el psicologismo frente al que (ya lo hemos visto) Husserl afirma la independencia y validez absoluta de los principios lógicos, fundando así la lógica 05-01 16/10/07 11:17 Página 33 34 Psicopatología fenomenológica pura. Igualmente Husserl ataca la idea del naturalismo de reducir todas las ciencias al modelo de las ciencias natura- les, haciendo del método experimental el método único. Ése es el error de esa forma del naturalismo que es el posi- tivismo. En cuanto al historicismo se desarrolla en reacción con- tra el naturalismo «como una consecuencia del descubri- miento de la historia y de la fundación de las ciencias del espíritu. El historicismo tiende a reducirlo todo a “creación histórica”». Por lo tanto (sobre todo bajo su forma de «filosofía de la cosmovisión» de Dilthey) lleva al relativismo en el mejor de los casos, o incluso al escepticismo en el peor. En conclusión, Husserl acusa al naturalismo y al histori- cismo de haber llevado a la filosofía al relativismo, abando- nando todo el campo de los valores y los grandes temas absolutos, es decir abandonando la conciencia. Por ello, si se desea crear una filosofía como ciencia estricta, es impor- tante recuperar ese campo perdido creando una «ciencia de la conciencia». La cual, insiste, no puede ser ciencia natural de la conciencia (o lo, que es lo mismo, psicología explicativa), ni tampoco historia, sino fenomenología. La fenomenología se presenta en su momento histórico como una alternativa al cientificismo positivista. Esta alterna- tiva consiste en construir una filosofía como ciencia estricta de valor universal. Con ello se eleva la filosofía a la impor- tancia máxima de un saber científico que desvela los prin- cipios esenciales de todo saber, sea real o posible. Óptima idea si en su realización se emplease un método realmente claro. Para que la filosofía llegue a ser la ciencia que funda- mente a todas las demás, es necesario hacer en ella un pro- fundo cambio, una radical reforma, dice Husserl. Ante una humanidad que ha perdido el fundamento y meta de su acción a causa del positivismo y de las actitudes positivistas, Husserl quiere una filosofía como ciencia rigu- rosa que haga posible una vida racional, dirigida por las puras normas de la razón, una ciencia en la que los conoci- mientos se refieran a objetos evidentes al alcance de todos, 05-01 16/10/07 11:17 Página 34 Fenomenología 35 y, por lo tanto, que todas las dudas puedan aclararse ape- lando a las cosas mismas, a la experiencia, eliminando toda discusión. La fenomenología, por tanto, no es una doctrina filosó- fica, no es un sistema filosófico a la manera de Kant, Hegel y Tomás. Es un nuevo método de pensar. Es una actitud para pensar. Pero no es una actitud radical como la de Des- cartes, que quiera establecer nuevas bases, firmes e indubi- tables, para el saber, sino que es una actitud del pensa- miento, que pretende hacer de la fenomenología lo radical del filosofar, para que la filosofía pueda tener el lugar que le corresponde como ciencia. La filosofía, de acuerdo con lo dicho, tiene que ser una ciencia estricta. Su misión no es dar una explicación de los hechos concretos (como quería el positivismo naturalista) sino llegar a la verdad universal, por encima de los hechos, y descubrir las conexiones que se dan en ese mundo de hechos (objetos de las ciencias particulares). La filosofía, por tanto, fundamentaría a las demás cien- cias. Para lograrlo, Husserl propone un nuevo método, el método fenomenológico, que supone una manera distinta de ver las cosas. La fenomenología se dirige a los fenóme- nos (como todas las demás ciencias), pero con una actitud tan completamente distinta que hace que se modifique el sentido y el significado del concepto «fenómeno». El método fenomenológico Es un método para conocer la realidad o sea, la esencia de las cosas. Es decir, es un modo de llegar a los fenóme- nos para buscar su núcleo esencial, su fundamento. Para Kant fenómeno es lo que aparece de forma manifiesta y clara ante nosotros, en el espacio y el tiempo, sin que nece- sitemos deducir su esencia, su realidad profunda, su «noú- meno». Para Husserl, fenómeno es «la cosa misma perci- bida» (no es fenómeno la mera apariencia o imagen defec- tuosa de la realidad), lo mismo que investiga cualquier 05-01 16/10/07 11:17 Página 35 36 Psicopatología fenomenológica científico. Para Husserl detrás del fenómeno no hay ningún noúmeno. El fenómeno husserliano es el objeto, la cosa, natural o no, el árbol o la mesa, objeto de nuestra percep- ción, o sea, el objeto real. Ése es el fenómeno. Husserl aclara la idea de fenómeno: es la cosa percibida, la cosa que aparece. El método, por tanto, se orienta a dicha cosa que aparece, se orienta al fenómeno. Por eso dice Husserl: hay que ir a las cosas mismas. Pero dichas cosas, o sea, el fenómeno contiene una serie de elementos procedentes, o bien del exterior, o bien del sujeto que conoce, o bien del propio fenómeno. Por tanto debemos depurar esos elementos con el objeto de quedar- nos solamente con la esencia de la cosa. Husserl llama «epojé» a esta depuración de elementos. (O «epoché», en transcripción inglesa). El método fenomenológico pretende volver a las cosas mismas, a la esencia de la cosa después de prescindir de todo lo que no es el fenómeno. Así se llega al momento en que las cosas son percibidas por el sujeto. Esto es mucho más que simplemente no quedarme en el objeto (mesa, árbol) sino llegar a su esencia contemplando el momento en que dicha cosa se convierte en objeto para mi conciencia. Por tanto el punto de partida de la fenomenología es el fenómeno tal como aparece a mi conciencia. Esto no tiene nada que ver con abstraer o deducir. Es captar la cosa, la esencia de la cosa, mejor dicho, en mi conciencia. Lo cual no es fácil. Para conseguirlo debemos dar una serie de pasos, lo que Huaserl llama «epojé», es decir una serie de reducciones sucesivas, a fin de depurar los elemen- tos que nos impidan llegar a la esencia de la cosa. Gracias al método fenomenológico se realiza la con- quista dela evidencia apodíctica (necesaria) de la esencia de los fenómenos en la conciencia pura. Según Husserl, gracias a este método se consigue eliminar todo presupuesto a fin de hacer de la filosofía una ciencia estricta, lo que se consi- gue, ya lo hemos dicho, por la epojé fenomenológica. El término «epojé» deriva de los escépticos griegos y equivale a retención, cesación o suspensión del juicio cau- 05-01 16/10/07 11:17 Página 36 Fenomenología 37 sada por una actitud de duda universal. Así, dice Sexto Empírico: «La epojé es la suspensión del juicio: ni negamos nada ni afirmamos nada. Para Husserl consiste en «poner fuera de juego», «desconectar», «poner entre paréntesis». No consiste en dudar ni siquiera cartesianamente. La apli- cación de la epojé fenomenológica da lugar a diversas «reducciones». Conviene recordar, dado que volveremos a insistir en los puntos más oscuros a fin de facilitar su comprensión, que la palabra reducción tiene en filosofía un doble sen- tido: 1) convertir un tipo de objetos a aquello en que real- mente consisten. Este tipo de reducción es criticado por Husserl por su matiz naturalista: «tal cosa no es más que...» 2) eliminar lo accesorio. La reducción practicada por Hus- serl (por efecto de la «epojé») es de este segundo tipo. Debemos tener en cuenta que Husserl usa indiferente- mente los términos «epojé» y «reducción». En su momento veremos los tres tipos de reducciones que usa Husserl, sucesivamente. La fenomenología es una ciencia preteórica que no se propone emplear el método explicativo (de causa y efecto) usado por las demás ciencias, sino el método descriptivo. El principio básico de todos los principios sobre el cual se fundamenta la fenomenología se formula así: «Que toda intuición conducente a los datos inmediatos y originarios es una fuente de conocimiento válida, que todos los datos inmediatos deben ser pura y simplemente aceptados como se presentan en la intuición.» Esta exigencia de atenerse a los datos inmediatos explica el empirismo fenomenológico. Estos datos inmediatos son los actos psíquicos, que en la terminología de Husserl reciben el nombre de «viven- cias». Cuando estas vivencias se refieren a un objeto se lla- man «vivencias intencionales» y dentro de ellas está la con- ciencia misma. Husserl dice que los fenómenos psíquicos se distinguen por su intencionalidad o referencia a un objeto, que en este caso será el objeto de la lógica pura, o sea, las especies o esencias puras (eide). Cuanto se refiera a ellas Husserl lo llama «eidético». Por lo tanto para Husserl 05-01 16/10/07 11:17 Página 37 38 Psicopatología fenomenológica la filosofía es una ciencia eidética. Consecuentemente a todo lo dicho, podemos captar el sentido de la definición husser- liana de la fenomenología: «Ciencia descriptiva de las esen- cias de la conciencia pura», Dicho sentido pueda aclararse aún más si tenemos en cuenta que para Husserl la «con- ciencia pura» equivale a «conciencia intencional», la cual está separada de la realidad y es independiente de toda trascendencia. Se opone a la conciencia psicológica o empí- rica, que está unida a la realidad y sólo puede existir si existe el mundo. Importa diferenciar que así como el camino que con- duce hasta las esencias constituye el método fenomenoló- gico, la determinación ontológica de las esencias constituye el idealismo fenomenológico. Husserl definió el método fenomenológico como una «descripción eidética en la acti- tud fenomenológica», es decir, que se trata de una descrip- ción de las esencias realizadas en una esfera particular del ser que es la conciencia pura. Por lo tanto, antes de emprender el estudio de la descripción eidética debemos aclarar el lugar donde ella se realiza. Según Husserl hay una actitud directa, que va a las cosas transcendentales, más allá de la conciencia. Pues bien, esta actitud refleja se denomina natural; pero hay una actitud refleja llamada fenomenológica (por contraposición a la natural), en la que observamos dos modalidades: — Actitud fenomenológico-estática: realiza el regreso intuitivo desde los momentos objetivos hasta los modos de la conciencia que corresponden a dichos momentos. — Actitud fenomenológico-genética: realiza el regreso desde los modos de la conciencia estáticamente pre- sentes hasta la génesis puramente inmanente que hay en su fondo. Husserl entiende por «modos de conciencia» las refe- rencias intencionales de la conciencia a su objeto. Dice Husserl: «El carácter de las intenciones específicamente 05-01 16/10/07 11:17 Página 38 Fenomenología 39 distinto es la percepción, es la rememoración reproductiva, en la representación imaginativa, en la simbólica.» Y estos modos de conciencia siempre permanecen idénticos a pesar de los diversos objetos a que puedan referirse. Así tenemos que la actitud fenomenológica es la que, prescindiendo de los momentos objetivos, solamente se atiene a los modos de conciencia. Diremos para una mejor comprensión del método: — que los modos son aprehendidos intuitivamente; — que estos modos interesan sólo como fundamento ejemplar para conocer las esencias, no interesando por sí mismos; — que evidentemente esas esencias serán descritas; — que estos modos son modos de la conciencia en general, apodícticamente necesarios e independien- tes del sujeto que conoce, pero no corresponden en sentido estricto a la conciencia humana. La reflexión ha de preceder a toda descripción eidética, porque la actitud fenomenológica es el lugar donde se rea- liza la descripción eidética y es una actitud refleja. Por ello Husserl dijo: «el método fenomenológico se mueve conti- nuamente en actos de reflexión». Husserl parte de lo inmediatamente dado, de los fenó- menos. La fenomenología será precisamente una descrip- ción de los fenómenos. Eso lo sabemos. Fenómeno es lo que aparece o se manifiesta, es decir, lo que es dado a la conciencia. Importa tener presente que el fenómeno no se identifica con el objeto. Fenómeno es el aspecto del objeto presente, no aparente a la conciencia sino vivido por ella, en una experiencia cualquiera. Pero el objeto de la expe- riencia sensible distinto del objeto de la experiencia feno- menológica. El objeto de la experiencia fenomenológica es la esencia o eidos. La aprehensión inmediata de la cual tiene lugar por la intuición llamada esencial o eidética. Con todo esto, aquella definición de la fenomenología como ciencia descriptiva de los fenómenos, equivale a esta otra: fenome- 05-01 16/10/07 11:17 Página 39 40 Psicopatología fenomenológica nología es la ciencia descriptiva de las vivencias de la con- ciencia, o a esta otra: ciencia eidética descriptiva de las esencias. Husserl insiste en el carácter descriptivo y no explica- tivo de la fenomenología. Ya veremos que el fenomenólogo no puede juzgar o tomar postura frente al objeto. Dice Husserl: «Todo lo que se nos ofrece originariamente en la intuición debe ser tomado tal como se nos da, pero tam- bién únicamente en los límites en que se nos da.» En el método fenomenológico, propio de las ciencias de esencias, se pueden distinguir tres momentos: intuición, reducción e ideación. La intuición, dirigida inmediatamente al fenó- meno, es una visión directa del objeto que se basa en la presencia del objeto a la conciencia, y es infaliblemente verdadera. Se debe estar atento al objeto, a lo dado, elimi- nando los pensamientos y cuantos elementos puedan inter- ferir a la investigación fenomenológica, que debe estar cen- trada en el eidos. Ésta es la reducción. La ideación es la con- templación de la esencia universal, es decir, del eidos. La ideación es la verdadera intuición eidética , preparada por toda la obra anterior. Así pues, el método fenomenológico ha conseguido ser la intuición de esencias Por lo que podemos definirlo nue- vamente como: 1º, una ciencia eidética, 2º, una ciencia des- criptiva de las esencias, 3º, una ciencia de las vivencias (esencia de las vivencias), 4º, una ciencia de la conciencia pura (según veremos al hablar de la reduccióntrascenden- tal). El método fenomenológico conduce, pues, a Husserl, a construir la fenomenología como ciencia eidética descrip- tiva de las esencias vivenciales de la conciencia pura. La actitud natural Se llama actitud natural aquella en que normalmente nos desenvolvemos. En esta actitud el mundo es ajeno a la conciencia porque lo que cuenta es la relación con lo real, la percepción. Por eso decimos que el conocimiento 05-01 16/10/07 11:17 Página 40 Fenomenología 41 empieza en la experiencia o que la experiencia es la madre de la ciencia. Características del mundo son: — El mundo con el que me relaciono está delante de mí, lleno de valores, de bienes, de cosas. — El mundo no solamente existe sino que existe para mí como lugar de referencia de mi conciencia. Es decir, la actitud de mi conciencia es imposible sin el mundo. — El mundo es el medio donde yo establezco mis rela- ciones, personales e interpersonales. Dice Husserl que esta actitud que tenemos con el mundo objetivo es «una actitud ingenua que no tiende a investigar el ser y el modo de ser del mundo natural, sino que tiende a considerar lo exterior, lo que siempre vale». Debemos abandonar esta actitud natural porque es ingenua y adquirir una actitud refleja, diferente, mediante un acto de reflexión. Por eso dice Husserl que el método fenomenológico se mueve continuamente en actos de refle- xión. Esta actitud desinteresada es la «epojé». Este cambio de actitud consiste: 1º, en abstenerse de dar un juicio, poniendo todo juicio entre paréntesis, 2º, en no afirmar la existencia del mundo, o sea, la realidad exis- tente. Esta afirmación está implícita en la actitud natural. De esta forma nos convertimos en espectadores desinte- resados del fenómeno que aparece. Ponemos entre parénte- sis todo juicio a fin de captar la esencia de la cosa, que es lo único que interesa. Esta nueva actitud no niega el mundo real existente; lo que hago es suspender la afirma- ción de la realidad del mundo poniéndola entre paréntesis y entonces al mundo se convierte para mí en un puro fenó- meno; paso de ser un sujeto interesado en el mundo a ser un espectador desinteresado. Importa tener las ideas claras. Este cambio de la actitud natural a actitud reflexiva es la primera reducción o epojé, 05-01 16/10/07 11:17 Página 41 42 Psicopatología fenomenológica Las reducciones Como decimos, la filosofía se sitúa en un plano superior al plano de los hechos, se sitúa en un plano que funda- menta los hechos. Las llamadas reducciones conducen a la mente desde las cosas, tal como éstas son vistas en la acti- tud natural, hasta las cosas, tal como aparecen en ese otro plano fundamental. Husserl entiende por actitud natural, ya lo hemos visto, el modo como vemos las cosas en la vida normal: teniendo una existencia extramental y afectando a nuestros intereses, como verdades científicas, etc. Pero esta actitud natural está llena de prejuicios, de cosas supuestas que sin embargo aceptamos sin juzgar. Como Descartes, Husserl piensa que si queremos hacer de la filosofía un saber riguroso, es necesario meter entre paréntesis, prescin- dir o hacer epojé de todo cuanto no sea sometido previa- mente a un juicio, a una crítica racional. Vemos que la epojé husserliana tiene una función parecida a la duda car- tesiana. Pero no se trata de negar el mundo sino de meter el juicio entre paréntesis, de suspenderlo para recuperarlo después ya fundamentado. La reducción fenomenológica consiste en desnudar al fenómeno de todo elemento extraño a él con objeto de que- darnos sólo con la esencia. Para ello pondremos entre parén- tesis todos los elementos ajenos a la cosa misma. Significa, por tato, atenerme sólo a lo dado, eliminando toda la envol- tura subjetiva, todo lo teórico o concreto, de forma que quede sola y aislada la esencia, lo «dado» (eso que viene pre- cisamente envuelto en el ropaje con que se nos presenta cada objeto del mundo a nuestra percepción, a nuestros sentidos). Se trata de captar ese momento en el cual las cosas empiezan a tener un sentido para el que las percibe con los ojos de su conciencia. No es quedarse en el fenómeno u objeto concreto (el hombre concreto, la mesa concreta), sino llegar a contemplar el momento en que «algo» se constituye en objeto para un sujeto, es decir, cuando algo del mundo real llega a tocarme la conciencia: entonces se 05-01 16/10/07 11:17 Página 42 Fenomenología 43 convierte en vivencia, tiene un sentido o significado para mí y así llega a ser un objeto para mí, para un sujeto. Esto es difícil para una mentalidad positivista, para la que sólo cuenta la percepción de lo real, y ésta suele ser nuestra acti- tud natural, en la que «estamos envueltos por las cosas». Es necesario hacer un esfuerzo para distanciarnos de ellas y contemplar las cosas en su sentido más profundo. Para ello hay que seguir los momentos del método fenomenológico. Para llegar a las esencias Husserl propone tres tipos de epojé o reducción, los cuales consisten en «poner entre paréntesis» o hacer caso omiso de ciertos datos que no interesan o que pueden desviar la atención en el trabajo fenomenológico. Estas reducciones son tres pasos que nos permiten avanzar en nuestra investigación desde la actitud natural de la que partimos hasta el nivel más fundamental que después veremos. Conseguiremos así una ciencia eidé- tica de fenómenos reducidos trascendentalmente. Reducción filosófica La primera reducción es la filosófica, en la cual se pres- cinde, se pone «entre paréntesis», de toda doctrina, presu- puesto, sistema o teoría filosófica anterior con el objeto de poder fijar mejor la atención en las cosas mismas. Dice Husserl en «Ideas»: «Abstenernos por completo de juzgar acerca de las doctrinas de toda filosofía anterior, y llevar nuestras descripciones dentro del marco de esta abstención.» De esta forma lo que queda son las cosas mis- mas purificadas de cualquier teoría, de forma que el tema de la fenomenología es ¡volver a las cosas mismas! Husserl acusa al positivismo de no haberse atenido a los hechos, sino al prejuicio filosófico de que las cosas se nos dan en la experiencia empírica, y agrega: «Si positivismo quiere decir tanto como fundamentación absolutamente exenta de prejuicios, de todas las ciencias en lo ‘positivo’, en lo que se puede aprehender originariamente, entonces somos nosotros los verdaderos positivistas.» 05-01 16/10/07 11:17 Página 43 44 Psicopatología fenomenológica Reflexión fenomenológica Es una reflexión que se interesa sólo por lo inmanente. Puede ser de dos clases: — La reflexión fenomenológica se abstiene (mediante la suspensión del juicio o la puesta entre paréntesis) de todo lo trascendente. Entonces la reflexión feno- menológica se llama «epojé fenomenológica» o sim- plemente «epojé». — La reflexión fenomenológica reduce lo trascendente a vivencias reflejadas en la conciencia. Entonces la reflexión fenomenológica se llama «reducción feno- menológica». Reducción fenomenológica En este nivel se trata de hacer epojé, de meter entre paréntesis, de abstraer el juicio acerca de la realidad de las cosas, de la dimensión existencial de los objetos, de manera que éstos queden reducidos a fenómenos internos, es decir, a su aparecer para la conciencia libres de presupuestos. Hay que tener presente que epojé no significa una duda universal al estilo de Descartes, sino que consiste en no tomar en consideración o suprimir todo lo exterior al fenó- meno que se presenta a mi conciencia, todo lo subjetivo (sentimientos, gustos, posiciones personales, deseos, etc.), todo lo teórico, hipótesis, presupuestos, los conocimientos que los científicos y filósofos han hecho a lo largo de la his- toria, con el fin de que mi postura ante el fenómeno, ante el objeto, sea completamente objetiva. Se prescinde de esa realidad y se toma como tal sólo lo que existe para mi con- ciencia, «lo que está ahí para mí». 05-01 16/10/07 11:17 Página 44 Fenomenología 45 Reducción eidética Consiste en prescindir de la existencia yfijarse sólo en la esencia mediante la epojé (suspensión del juicio). De esta forma no se entorpece la descripción fenomenológica de la esencia. Poniendo entre paréntesis la realidad del mundo, es decir, no afirmando ni negando nada de él, no se duda de su existencia. La epojé no tona posición ante el problema de la realidad ni en la cuestión realismo-idealismo. Con la reducción eidética la conciencia está enteramente libre para referirse a los actos intencionales. Esencia es lo que constituye el ser de un individuo, es decir, lo que hace que tal objeto o dato, etc., de forma nece- saria sea tal objeto o dato. Tiene carácter universal, es el concepto o idea. La reducción eidética es la operación de la mente mediante la cual se busca la esencia del fenómeno, alcan- zando así las puras esencias de las cosas. Evidentemente esto no se hace por abstracción como se hacía en la Edad Media en la teoría del conocimiento para quedarse con las notas universales. Estas esencias tampoco son captables por la experiencia (van más allá del positivismo y del empirismo), porque la experiencia nos habla solamente de lo concreto, de lo singular o contingente. Se hace mediante la intuición de lo que se manifiesta a mi conciencia de forma directa o no. Se suprime de ello todo lo fáctico (por ejemplo la medida o peso de un objeto), accidental, contingente, para llegar a un aspecto invariable del fenómeno, que se mantiene idéntico a sí mismo a pesar de todas sus variaciones. Por ejemplo la forma del triángulo a pesar del color, peso, etc., nos indica que es un triángulo y no otro polígono. Ese aspecto invariable es la «mismidad» del fenómeno, el eidos, la esencia, lo que de universal y necesario tiene cada cosa, objeto, situación, etc., despreciando lo individual o mudable. En la reducción eidética tratamos de encontrar por intuición las esencias puras, que como sabemos por la 05-01 16/10/07 11:17 Página 45 46 Psicopatología fenomenológica reducción anterior carecen de espacio y tiempo (pues había- mos despojado al fenómeno de dichas coordenadas). Así, suprimidas todas las características propias del fenómeno, captamos intuitivamente la esencia, lo más profundo, del fenómeno. La esencia es lo que el objeto es en sí, y se capta a través de la conciencia pura (eidética). De forma que epojé eidética o intuición de esencia del fenómeno es lo mismo. De donde, a la altura en que estamos de conoci- mientos, afirmaremos que fenomenología es la ciencia del espíritu descriptiva de la esencia. La reducción eidética permite a la fenomenología «constituirse no en ciencia de hechos, sino en ciencia de esencias», dice Husserl en «Ideas». Por eso piensa estar continuando la obra de Pla- tón, con la diferencia de que para él las esencias no son reales (como para Platón). El método eidético ha servido de modelo para los feno- menólogos posteriores (con diversas variaciones según los autores). Este método, lo hemos repetido, consiste en un descubrimiento y descripción de las esencias de los fenóme- nos dados a la conciencia. Esto supone partir de lo empí- rico o representaciones imaginativas (mucho mejores, ya que son más ricas y libres), pasando de ahí a la intuición eidética, que debe ser llevada al grado máximo de claridad intuitiva para después pasar a hallar y describir las «notas» esenciales del fenómeno teniendo presente las que están íntimamente relacionadas entre sí, exigiéndose mutuamente (como color, peso y extensión, por ejemplo). Posterior- mente se busca una expresión literal que tenga el sentido del dato intuido. El mismo Husserl resumió así el método: «Poner delante de los ojos un ejemplar del fenómeno correspon- diente, darle una claridad perfecta, llevar a cabo dentro de esta claridad la aprehensión y el análisis de la esencia, per- seguir las conexiones esenciales evidentes, y fijar lo intuido en cada momento con expresiones conceptuales a las que prescriba su sentido puramente lo intuido.» 05-01 16/10/07 11:17 Página 46 Fenomenología 47 Reducción trascendental Pone entre paréntesis la existencia del mundo y del pro- pio sujeto. El residuo fenomenológico restante es la con- ciencia pura. Por la epojé nos encontramos en una actitud de «contemplador desinteresado» del flujo de las vivencias intencionales de la conciencia, sin afirmar ni negar nada. Dice Husserl en «Meditaciones»: «Este universal poner fuera de todo valor, esta inhibición, este «poner fuera de juego» todas las actitudes que podemos adoptar respecto al mundo objetivo (y en primer lugar las actitudes que con- ciernen a existencia, apariencia, existencia posible, hipoté- tica, probable, y otras) o, como suele decirse, esta epojé fenomenológica, este «poner entre paréntesis» el mundo objetivo, no nos coloca ante una pura nada. Lo que, por el contrario y por ello mismo se convierte en nuestro, o mejor, en mío, para mí, que soy sujeto que medita, es mi vida pura con sus vivencias puras y sus objetos intenciona- les, es decir, la universalidad de los «fenómenos» en el sen- tido especial de la fenomenología. Se puede decir también que la epojé es el método radical y universal por el cual yo me aprehendo como yo puro, con la vida de conciencia pura que me es propia, vida en la que y por la que el mundo existe para mí, tal y como existe para mí... La existencia natural del mundo (del que yo puedo hablar) presupone, como una existencia en sí anterior, la existencia del ego puro y sus cogitaciones. El ámbito de la existencia natural no posee, pues, sino una autoridad de segundo orden, y presupone siempre el ámbito trascenden- tal. Por ello, el procedimiento fenomenológico trascenden- tal, en la medida en que nos conduce a este ámbito origi- nal, se llama reducción fenomenológica trascendental. Es decir, la reducción trascendental consiste en prescin- dir de la existencia propia del individuo cognoscente; se trata de prescindir de los elementos propios característicos, pertenecientes al sujeto, para llegar a una conciencia pura, a un yo trascendental. 05-01 16/10/07 11:17 Página 47 48 Psicopatología fenomenológica Mediante la reducción trascendental intuimos que todas las esencias captadas hasta ahora a través de las otras reducciones, hacen referencia a una conciencia, a un yo puro, trascendental, un «yo» como sujeto de la epojé. La epojé que lleva a cabo esta puesta entre paréntesis existencial de cuanto aparece en la conciencia es llamada por Husserl reducción trascendental. En este último nivel, pues, las cosas son incluidas en la conciencia que aparece como escenario de la realidad. Husserl llama de varias formas a la conciencia así enten- dida: conciencia trascendental, conciencia pura, yoidad, ego, etc. Es el plano al que Husserl quería llegar: el plano tras- cendental. Es el plano donde la filosofía se constituye en fundamento de toda ciencia y de todo saber. El plano de la ciencia eidética fundamental o fenomenología trascenden- tal. No sólo sustenta sino que crea disciplinas eidéticas que dan las categorías de los distintos ámbitos del mundo bajo las denominaciones de «esfera anímica», «esfera de la natu- raleza», etc., que constituyen el saber en general. Husserl dice que el Ego da sentido a las diferentes esferas de la rea- lidad. La reducción trascendental prescinde de esa referencia a la trascendencia que vimos en la reducción eidética, redu- ciendo las esencias a lo eidético inmanente, y por tanto, al fundamento de las esencias inmanentes, que es, ya lo diji- mos, la conciencia pura. Para Husserl la conciencia pura es el fundamento de todas las esencias. Llegando a la conclu- sión de que «todo ser es, o conciencia pura, o ser consti- tuido por la conciencia pura». A esto conduce el método fenomenológico. Que en este punto deja de ser un método para convertirse en el sistema del idealismo fenomenoló- gico. El idealismo fenomenológico Por medio de la reducción trascendental, tercera y defi- nitiva, de las esencias (que en la reducción eidética eran 05-01 16/10/07 11:17 Página 48 Fenomenología 49 sencillamenteseparadas de la realidad empírica), se ponen dichas esencias entre paréntesis con objeto de poner la atención sobre la conciencia pura. Tengamos presente que estamos considerando dos tipos de esencias, cuya diferen- cia posibilita la reducción trascendental. Las esencias con- sideradas hasta ahora se distinguían porque eran dadas a la conciencia, pero la esencia, que es la conciencia, se da a sí misma en la intuición. De forma que en ella la realidad y la esencia son lo mismo. La conciencia pura es el rasgo feno- menológico irreductible. No puede tener nueva reducción. Es condición de todo y no esta condicionada por nada, fuera de ella misma. Esta conciencia pura es el único ser verdadero. Todo lo demás necesitará ser constituido tras- cendentalmente a partir de la conciencia. Es decir el mundo, excluida su realidad existencial, es una serie de esencias ideales que debe su estructura a la conciencia tras- cendental. Husserl convierte así la fenomenología en metafísica. Ya en sus libros denotaba la constitución de una fenomenolo- gía trascendental que caminaba en el fondo hacia un idea- lismo fenomenológico. Husserl crea una filosofía primera que intentando eliminar prejuicios y supuestos, conduce a la forma más rebuscada de idealismo, consistente en la determinación ontológica de las esencias. El carácter esencial de la conciencia: la intencionalidad Según Husserl el carácter esencial de la conciencia es la intencionalidad. Por intencionalidad entiende la necesaria referencia de la conciencia a algo diferente de ella misma. La conciencia es siempre conciencia de algo. Porque es esencialmente abertura, nunca cerrada en sí misma. Husserl distingue dos aspectos en la conciencia: noesis es el aspecto subjetivo, noema, es el aspecto objetivo. Noe- sis es el acto intencional de dar sentido al objeto mientras, que noema es el sentido ya realizado en el objeto corres- 05-01 16/10/07 11:17 Página 49 50 Psicopatología fenomenológica pondiente. Por ejemplo, noesis es el acto de recordar y noema es lo recordado. Noesis es el aspecto de la concien- cia constituido por los actos que tienden a captar el objeto, es la acción del sujeto mediante la que éste se orienta al objeto. Noema es el contenido del acto intencional, no es el objeto sino la percepción del objeto. Otro ejemplo: Yo pienso una suma. Noesis es el acto psicológico de pensarla, noema es la suma (2 + 2) como contenido de mi pensa- miento. La validez del noema decidirá la validez de la noe- sis. De manera que los actos psicológicos del conocimiento deben explicarse por el noema. Por eso se dice que la intencionalidad de la conciencia es de dos sentidos, porque no sólo afecta a la conciencia sino también al objeto de ésta. Hemos partido de que el carácter esencial de la con- ciencia es la intencionalidad. A través de ésta elabora su mundo particular, que es el mundo de las esencias. Vimos anteriormente que la conciencia tiende a captar las esencias de las cosas. Pues bien, la intencionalidad dirige y da valor a la conciencia, a la actividad de ésta dirigida a su objeto. La intencionalidad nos hace transformar el cogito carte- siano en cogito cogitatum debido al carácter de apertura que tiene. Es sabido que el concepto de intencionalidad lo tomó Husserl de su maestro Brentano, y éste de la escolástica medieval. En Husserl todas las formas de la intencionali- dad presuponen su conocimiento, es decir, la forma cog- noscitiva. A ésta se referirá la investigación que en el plano de la conciencia pura hará Husserl, a la que llamará feno- menología. Partiendo de la intencionalidad como carácter esencial de la conciencia, pasemos ahora a describir ésta. Para Husserl, la conciencia es una corriente de experien- cias vividas intencionales que incluyen todos los actos o vivencias. Cada experiencia que vivimos tiene su propia esencia (una percepción, un acto de voluntad, un recuerdo, una emoción, etc.), y al conjunto de experiencias vividas lo llama Husserl «el mundo de la vida» (Lebenswelt). La conciencia es un darse cuenta. Solamente. Que exige un sujeto, que no es conciencia, y que exige un objeto, que 05-01 16/10/07 11:17 Página 50 Fenomenología 51 tampoco lo es. El darse cuenta es lógicamente una vivencia no confundible ni con quien se dá, ni de lo que se da cuenta. El sujeto puede ser objeto de ella, por tanto no es conciencia. El objeto tampoco lo es porque ni siquiera es contenido suyo. Se ha dicho que «ni el objeto es contenido de la conciencia ni el sujeto es la conciencia de ningún con- tenido». Egología pura Husserl no parte del objeto. No define a la verdad como la conformidad del pensamiento con la realidad (sería realismo). No parte del sujeto. No define a la verdad como la conformidad de la mente consigo misma (sería idea- lismo). Husserl parte de la unidad indisoluble de las viven- cias intencionales y del fenómeno que las origina, es decir, parte de la aparición del fenómeno ante la conciencia. Y llama a su filosofía «idealismo fenomenológico trascenden- tal», pero advierte que pone entre paréntesis la existencia del mundo. La filosofía de Husserl es: — Idealismo: Es el valor absoluto del yo frente al valor contingente de las cosas. El yo puro, obtenido como residuo de conciencia en la reducción trascendental, ocupa el lugar principal y central en su filosofía, de la que es el único punto de partida. — Idealismo de caracteres propios: Distinto del de Kant, del de Hegel (el yo puro husserliano es dis- tinto del espíritu absoluto hegeliano), o de cualquier otro autor. Es el valor absoluto del yo frente al valor contingente de las cosas. — Egología pura: La fenomenología de Husserl es una egología pura, porque el EGO, ocupando el centro de su filosofía, es el punto de partida único para una filosofía radical. Ya sabemos que al YO puro se le obtiene como resto de conciencia en la reducción 05-01 16/10/07 11:17 Página 51 52 Psicopatología fenomenológica trascendental. El idealismo de Husserl lleva a la expresión suprema del yo, a la egología pura. Puede llevar a la conclusión de que el sujeto es lo único que existe y el mundo está en la conciencia al ser percibido y sentido, única forma que tiene el mundo de existir porque es inmanente al yo. Husserl no quiere caer en este error y para evitarlo habla de intersubjetividad en lugar de subjetividad, es decir, hay distintos Yo en un mundo común, que es el mundo cotidiano. Personalmente creo que esta pos- tura es inaceptable porque el Yo es antes que los Yos a los cuales fundamentaría. El yo puro Husserl ha dicho que el yo puro es el que se vive a sí mismo en las vivencias, y pues tiene la íntegra corriente de las vivencias. Es el yo trascendental que no necesita del mundo para existir, puesto que tiene conciencia de una serie de esencias de los fenómenos y está alejado de toda realidad mundana natural, del mundo concreto, sensible, empírico porque trasciende al mundo. Por tanto la con- ciencia pura está por encima de los hechos. El yo puro es una «pura inteligibilidad». Las esencias son dadas a la con- ciencia, pero el yo puro se caracteriza por darse a sí mismo en la intuición. En relación con las vivencias, el yo puro es necesario porque las vivencias sólo son posibles como vivencias del yo puro. En cuanto al tiempo, el yo puro es temporal porque toda vivencia tiene duración y la corriente de las vivencias es una duración pura. 05-01 16/10/07 11:17 Página 52 Análisis existencial Así como el creador primero de la fenomenología fue Husserl, son varios los autores posteriores que, precisa- mente partiendo de la fenomenología y tratando de profun- dizar y ampliar el pensamiento filosófico, crean una doc- trina caracterizada por la prevalencia de la existencia sobre la esencia, por lo que recibe el nombre de existencialismo. Antecedentes de ellos pueden ser Dostoiewski, Kierkegard, Nietzsche y Kafka. Todos ellos analizan la existencia humana como modo principal del ser del hombre en el mundo, siendo éste, por tanto, uno de los temas fundamen- tales, máxime
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