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PT 2 - Richard J Evans, Capítulo VI Ascenso y triunfo del - Historia de Occidente a Partir de la Modernidad II - Resumen 2do parcial

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Resúmenes Historia de Occidente a Partir de la Modernidad II – PT 2 
 
 
2. Richard J. Evans, Capítulo VI: “Ascenso y triunfo del 
nazismo en Alemania” 
 
Richard J. Evans analiza a más largo plazo la sociedad y la política alemana, dividiendo 
su análisis en cinco corrientes explicativas relacionadas sobre este tema del que mucho 
se ha escrito. 
 
I Hitler y la propaganda Nazi: 
 
El movimiento Nazi comenzó su andadura formal el 9 de enero de 1919, con la 
fundación del Partido Obrero Alemán. Este era uno de los varios movimientos de 
extrema derecha presentes en la agitada escena política de la Baviera de la revolución y 
contrarrevolución de posguerra. Pretendía ganarse las masas trabajadoras para el 
nacionalismo extremo, mediante la combinación de anticapitalismo, pangermanismo y 
antisemitismo. Adolf Hitler no ingreso en el partido hasta el 12 de septiembre de 1919. 
Su convicción de que los alemanes debían unirse en un solo estado-nación basado en la 
raza lo llevo a alistarse en el ejército alemán en vez de en el Austriaco, en 1914. Gracias 
a su capacidad de oratoria paso a desempeñar un papel cada vez más importante en el 
partido hasta convertirse en el máximo dirigente del partido Nazi en agosto de 1921. 
Siendo él, junto con Drexler el principal autor del programa de febrero de 1920. 
 
Fue la voluntad de Hitler la que empujo al partido hacia la acción violenta durante la 
crisis de la República en 1923. Luego de su intento fallido de tomar Baviera abandonó 
la idea de un golpe de Estado y optaría por intentar llegar al poder por medios 
constitucionales y comenzó a insistir en el “principio de caudillaje”, aprovechando su 
nueva imagen fuerte, luego de su juicio, la redacción en prisión del Mein Kampf y las 
expectativas de sus seguidores luego de su excarcelación. 
 
De 1926 a 1928, el partido Nazi unió los diversos grupos dispersos de nacionalistas bajo 
la jefatura de Hitler. En las elecciones de 1928 solo consiguieron 12 escaños y el 3% de 
los votos. Dos años después lograron cituarse en el centro de la escena política alemán, 
consiguiendo 107 escaños y 6,5 millones de votos en las elecciones para el Reichstag de 
1930. Y ya en Julio de 1932 era el partido político mas aceptado de Alemania, con el 
37% de los votos y 230 escaños. Esta fuerza electoral sería la base para su llegada al 
poder en 1933, cuando fue nombrado canciller. 
 
Hitler fue fundamental para el triunfo de los Nazis ya que su historia e imagen política 
ocuparon el lugar más destacado de la actividad propagandística y fue el quien se negó 
a entrar en un gobierno de coalición si no era para dirigirlo. Hitler utilizó su cargo para 
desplazar a sus oponentes, consiguió poderes dictatoriales mediante el decreto 
presidencial de emergencia promulgado el 28 de febrero de 1933 y selló la impantacion 
de la dictadura con la aprobación de la Ley de Plenos Poderes por el órgano legislativo. 
Para 1933 todos los partidos políticos habían sido disueltos a excepción de los nazis. 
Había culminado la creación de un Estado de partido único. 
 
Es obvio que modifico alguna de sus ideas para adaptarse a las exigencias del 
momento.Pero sus objetivos fueron muy claros: la consecución del poder dictatorial, 
seguida del rearme, la guerra, la creación del Lebensraum y la aniquilación de judíos. 
Sumados a su carisma retorico y su astucia política. Sin Hitler nada de esto habría 
ocurrido, aunque el movimiento nazi fue más que la prolongación su voluntad. El 
carisma no puede ejercerse sin una audiencia dispuesta a dejarse atraer. No habría 
triunfado si su mensaje no hubiera respondido a las ideas y aspiraciones de una gran 
parte del electorado alemán. 
 
A pesar de su modernidad y complejidad, la propaganda Nazi tampoco logró todo lo 
que se propuso. Ni el anticapitalismo ni el antisemitismo fueron elementos 
suficientemente atractivos antes de 1933. Pero la propaganda si anotó tantos en su 
ataque contra la República de Weimar. Consiguió apoyo, en parte, porque parecía la 
fuerza que contaba con mas probabilidades de terminar con las instituciones políticas 
de la primera democracia de Alemania. Estas instituciones habían concentrado sobre 
ellas el resentimiento popular y entregaron al Nazismo muchos de los mecanismos 
constitucionales esenciales para su táctica de “legalidad” posterior a 1923 en su 
búsqueda del poder. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
II La débil república de Weimar
La República de Weimar nació como consecuencia de la derrota de Alemania en la 1° Guerra 
mundial. Al gobierno de socialdemócratas que tomó posesión el 9 de noviembre de 1918 le 
siguió, a comienzos de 1919, la elección de una Asamblea Nacional que se reunió en 
Weimar. La constitución aprobada por la Asamblea era una de las mas democráticas del 
mundo, pero estaba minada de defectos fatales que permitieron el posterior triunfo del 
nazismo. Su sistema de representación proporcional era responsable de la multiplicidad de 
partidos que complicaron la escena política, lo que generó coaliciones pluripartidistas 
inestables. En sus catorce años de existencia la República tuvo 20 gabinetes distintos. 
Muchos de los avances electorales de los nazis se realizaron a costa de partidos políticos 
mas pequeños. La continuidad ministerial fue considerable entre gobiernos sucesivos. 
 
La existencia de cinco partidos importantes reflejaba lo cuarteada que estaba la 
sociedad alemana por múltiples fisuras sociales, religiosas, regionales e ideológicas. 
Otro tema problemático fue el papel de los plebiscitos en el sistema de Weimar, se dice 
que socavaron la democracia representativa y pusieron un arma propagandística 
peligrosa en manos de los extremistas. Por ejemplo, los nazis consiguieron credibilidad 
en la campaña emprendida por la derecha en 1929 en favor del rechazo plebiscitario 
del Plan Young, acuerdo internacional para programar los pagos de Alemania por los 
perjuicios de la 1° Guerra Mundial. La constitución también fue criticada por no haber 
reducido el predominio de Prusia y no haber reforzado el poder del gobierno central en 
el sistema federal. 
 
La disposición más problemática fue la elección popular de un presidente, con 
facultades de gobernar por decreto en situaciones de emergencia. Gracias a ello Paul 
Von Hidenburg proporciono la pantalla constitucional que oculto el final del sistema 
democrático y permitió a Hitler alcanzar sus objetivos sin aprobación parlamentaria al 
permitir la utilización de sus poderes para gobernar por decreto. 
 
La república de Weimar carecía de legitimidad desde el principio, ya que fue la 
Asamblea Nacional y el gobierno revolucionario quienes aprobaron las condiciones del 
Tratado de Versalles. La propaganda nazi los calificaba de “traidores de Noviembre” 
por aceptar el Tratado de Versalles. Todos los partidos políticos coincidían en su 
rechazo al mismo, incluidos los socialdemócratas, que se habían visto obligados a 
firmar el acuerdo de paz. 
Además, el tratado avivó el resentimiento nacionalista. La propaganda Nazi aprovechó 
el descontento general para convencer a muchos de que el carácter democrático 
estaba vinculado a la humillación nacional. 
 
A partir de 1920 los partidos que respaldaban las instituciones fundamentales 
estuvieron en minoría. Los Nacionalistas hicieron todo lo posible para socavar el 
sistema político. Para los comunistas, la Republica era un régimen burgués y capitalista. 
 
La republica de Weimar logro superar las tormentas de revolución y las insurrecciones 
armadas en 1919,1923 y 1928. Lo que cambio la situación e hizo que el partido nazi 
dejara la periferia para convertirse en el mayor partido político del país, fue la gran 
depresión de 1929. 
 
IIILa mala situación económica y las empresas: 
 
La economía de Weimar estuvo acosada desde el principio. La república comenzó su 
existencia en un periodo de inflación que se remontaba a 1914.En 1922 la inflación 
previase convirtió en hiperinflación. El caos económico de 1923 avivó la agitación 
política y dio un impulso a extremistas como los nazis. la clase media sufrió las 
consecuencias y generó la fragmentación política y social, ya que unos grupos ganaron 
y otros perdieron. 
 
La recuperación económica posterior (1924-1928) fue precaria. La racionalización y el 
ahorro provocaron un desempleo generalizado. Luego de ello otra contracción 
económica en 1927 golpeó la republica debido al sistema de seguridad social 
introducido en dicho año y encontró la hostilidad del empresariado debido a sus 
costes. Pero el golpe decisivo fue el crash de 1929. Al terminar 1932, el 35% de la 
población activa estaba desempleada, la renta nacional descendió un 39%, las quiebras 
se multiplicaron y la actividad empresarial llego al borde de la ruina. El gobierno de 
“gran coalición” formado en 1928 llegó a su fin bajo la presión de los antagonismos 
sociales. El nuevo gabinete independiente emprendió una política de deflación salvaje. 
 
La crisis se intensifico en 1932 y constituyó la base del triunfo nazi ya que; en primer 
lugar, impulsó a las empresas a buscar un impasse político de la República, una 
solución que mitigase la presión a la que estaban sometidos, desmantelando el estado 
de bienestar. Para ello apoyaron política y económicamente al radicalismo 
de derecha, aunque los nazis obtenían la mayoría de su financiación de pequeños 
empresarios y en ningún momento dependieron de las aportaciones de la gran empresa, 
pero varios grupos empresariales tuvieron un papel en el proceso que condujo a Hitler al 
poder; en segundo lugar, fue la depresión la que generó un desplazamiento masivo de las 
preferencias de los votantes hacia los nazis, que comenzaron a atraer gente de todos los 
grupos sociales. Los nazis ofrecían una alternativa dinámica, carismática y bien organizada 
que proponía acabar con los partidos marxistas. Fue el partido que aglutinó el descontento 
y ejerció un atractivo fuerte para jóvenes y clases medias protestantes. 
 
La gran depresión cerceno toda posibilidad de que la clase obrera opusiera resistencia 
a la destrucción de la republica de Weimar y ahondo diferencias entre 
socialdemócratas y comunistas. 
 
 
 
 
 
IV Disposición al autoritarismo: 
 
No seria correcto afirmar que los nazis llegaron al poder por medios legales o que la 
República de Weimar no fue destruida por sus adversarios, sino que se destruyó a si 
misma. La dictadura solo fue posible cuando las instituciones democráticas de la 
república dejaron de funcionar, con el gobierno de Bruning y la eliminación efectiva del 
Reichstag, los nazis desataron una campaña de violencia contra sus oponentes en los 
primeros meses de Cancillería de Hitler. La republica fue derrotada por sus oponentes, 
no por sí misma. 
 
La disposición de los votantes a apoyar el autoritarismo nazi y los valores 
antidemocráticos tenían raíces profundas en el pasado alemán. En su momento, 
Alemania no pudo vivir su propia revolución como lo vivieron otras naciones. Los 
grupos que detuvieron dicha revolución en su época, luego de la llegada de la 
República, fomentaron el ascenso del nazismo y los ayudaron a llegar al poder, tenían 
la esperanza de controlar a Hitler mediante la ocupación de las carteras del gabinete de 
coalición, pero no termino siendo así. Gobernaron junto a los nazis y obligaron a Hitler 
a mutilar su rama paramilitar radical, los “camisas pardas”. Solo con la radicalización 
del sistema a partir de 1938 comenzó el proceso de alejamiento que condujo al intento 
conservador de derribar a los nazis en 1944. 
 
Resulta poco plausible considerar que el ascenso y triunfo del nazismo fueron la 
expresión de las fuerzas preindustriales de la sociedad. Esas fuerzas continuaban 
presentes, pero ya no eran dominantes, ni fueron esenciales para la crisis de 1930-
1933. Es cierto que las fuerzas de las elites se inclinaban a destruir la democracia pero 
lo cierto es que para 1932, la mayoría de los partidarios de los nazis procedían de 
grupos sociales que eran modernos en muchos aspectos en sus valores y 
comportamiento. 
 
V 
 
El nazismo surgió como fuerza dominante de la extrema derecha en la segunda mitad 
de la década de 1920 porque estaba bien organizado, era dinámico y tenía un líder 
carismático. Pero los triunfos de los nazis no se debieron solo a ello. Para 1930 se 
convirtió en un movimiento de masas que eran receptivas a la retórica demagógica del 
nacionalismo, la falta hasta ese momento de un movimiento político que las 
representara realzo el contraste de los nazis con el resto. Hitler y su movimiento 
prometieron eliminar el sistema de Weimar que estas personas tanto odiaban. 
 
El ascenso del nazismo es inseparable de la debilidad de la república de Weimar. La 
primera experiencia de democracia parlamentaria en Alemania se realizó en una época 
de grandes cambios en las estructuras demográficas, sociales y económicas, donde la 
industria experimentaba grandes conmociones, desde la inflación hasta la 
racionalización, la caída de los precios y la depresión. Lo que el nazismo ofrecía a las 
elites era la versión modernizada y actualizada de sus tan queridos días de Bismarck y 
Guillermo II, donde el deseo de cambio y renovación de los jóvenes podía combinarse 
con el orden, autoridad y estabilidad deseada por los ancianos. El carisma de Hitler 
ofreció la oportunidad de encontrar integración y seguridad en momentos de gran 
crisis política, social, económica y cultural. La violencia intrínseca del nazismo se 
ocultaba en parte y en parte se desataba contra los símbolos de Weimar. 
El nazismo cumplió su promesa de destruir el sistema de Weimar, pero también fue 
demasiado inestable en su mezcla de modernidad practica y tradición manipulada. La 
inestabilidad se fue haciendo más evidente a medida que avanzaba la década. A finales 
del decenio de 1930 estaba cada vez mas fuera de control y 12 años después la toma 
del poder por los nazis había conducido a la catástrofe.

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