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29 Bowen _ Moran - Irans Nuclear Programme A case study in Hedging

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Bowen & Moran 
Iran’s Nuclear Programme: A case study in Hedging? 
Ariel Levite describe la cobertura nuclear como una estrategia nacional de mantener una opción viable por la rápida 
adquisición de armas nucleares, basados en una capacidad técnica de producirlas en una franja corta de tiempo. Es una 
estrategia que se encuentra entre la búsqueda nuclear y el rollback nuclear. Como el concepto es amplio y puede 
superponerse con otros, los autores argumentan que el análisis sistemático de ciertos indicadores y evidencia pueden 
apuntar hacia una estrategia basados en hedging. Este enfoque involucra aplicar tres niveles de análisis cuando se examina 
el comportamiento de proliferación desde afuera hacia adentro: 
1. Evidencia de opacidad de la proliferación y un movimiento hacia un estado latente de nuclearización 
2. Narrativas de política doméstica construidas alrededor de actividades nucleares 
3. Actividad diplomática relacionada a explicar y justificar el comportamiento nuclear 
Al aplicar este enfoque, los autores argumentarán que hay muchos indicadores que sugieren que el comportamiento 
nuclear del país es consistente con una estrategia basada en hedging. Incluso, argumentarán que mientras el 
comportamiento futuro cambiará de acuerdo a diversas influencias, no es posible interferir en las actividades nucleares 
de Irán enfocadas en su estrategia de hedging. 
Problematizing Hedging 
Estado latente y cobertura nuclear son términos muy similares dado que ambos se refieren a un país con una avanzada 
infraestructura nuclear que tiene el potencial de adquirir armas nucleares en un período de tiempo relativamente corto. 
En este sentido, ambos términos son utilizados indiscriminadamente. Sin embargo: 
-Proliferación latente= es mejor descrita como un enfoque físico de la proliferación, es decir, la distancia de la bomba se 
da por las capacidades físicas. O sea, no importan las intenciones, el estado latente es un corolario inevitable del avance 
nuclear de un estado. 
-Cobertura nuclear= no hay lugar para un progreso inocente hacia la bomba, dado que involucra una estrategia deliberada 
para desarrollar capacidades técnicas de producir armas nucleares. 
→En definitiva,el hedging nuclear es el estado latente intencionado. 
El término de hedging presenta algunos desafíos dado que no se puede identificar fácilmente cuándo se está considerando 
esta estrategia (las decisiones suelen ser secretas y estar a cargo de los altos mandos). Como respuesta a este desafío se 
debaten los tiempos de adquisición dado que ofrecen un medio de posicionar al programa nuclear en relación a la bomba. 
En el caso de Irán se puede ver cierta obsesión con el tiempo que le tomó ser potencialmente capaz de producir un arma 
nuclear. Sin embargo, los tiempos no pueden ser enfocados simplemente, tanto elementos técnicos como políticos deben 
ser considerados. Es importante considerar cómo la cobertura puede ser distinguida de un programa construido alrededor 
de una decisión deliberada y consciente de adquirir armas. A nivel estado, todas las formas de opacar la proliferación se 
superponen en cierto punto. Algunos factores comunes indican un movimiento hacia la adquisición nuclear incluyendo 
evidencia de capacidad técnica por debajo de lo requerido para un programa nuclear civil, de actividades no declaradas o 
de adquisiciones ilícitas, entre otras. 
 
1. Nuclear Hedging: Towards a Conceptual Framework 
Proliferación opaca y movimiento hacia el estado latente: Este primer elemento se enfoca en la capacidad- Desde las 
revelaciones en el 2002 del trabajo no declarado sobre el ciclo del combustible se han hecho muchos esfuerzos en estudiar 
las actividades nucleares de Irán. 
La capacidad de mantener la opacidad (aunque sea parcialmente) es central del hedging, dado que es un esfuerzo 
coherente de alcanzar el estado latente, probablemente a través de la adquisición encubierta de materiales nucleares. 
Se sigue, que de examinar las tendencias de capacidad, la correlación de actividades específicas con intenciones estatales 
políticas y la madurez de un programa civil nuclear, al mismo tiempo que el nivel de apertura del sector nuclear, sería 
posible saber si un país está comprometido con el hedging. Mientras que con este foco en las capacidades puede no 
Bowen & Moran 
proveer suficiente evidencia para el hedging por sí misma, cuando se considera con los otros dos aspectos se vuelve más 
relevante. 
Hedging puede suceder en varios estados latentes e Irán ya posee un límite, aunque una capacidad latente que se está 
desarrollando. Respecto a esto, la mayor parte del debate y conjeturas sobre la capacidad de Irán se ha dado en torno a 
las siguientes preguntas: ¿cuánto y qué grado de material fisible ha sido producido? Si Irán continúa expandiendo su 
capacidad de producir estos materiales, ¿cómo el alcance de la expansión influenciará su habilidad de producir materiales 
para armas? 
El trabajo inicial de Irán de convertir uranio para enriquecerse y luego el ascenso al 5%, comenzó a preocupar a la 
comunidad internacional. En 2010 anunció que había logrado enriquecerse en un 20% lo que lo transportaba a un nuevo 
nivel; un nivel superior de enriquecimiento significa que el material estaba más cerca de ser utilizado para armamento y 
que llegar a hacerlo ya no le suponía un gran esfuerzo.(hedging) 
Si se consideran las acciones de Irán racionalmente y se yuxtaponen con los conocimientos sobre actividades nucleares, 
esto le pone más color a las consideraciones de hedging potencial. Aquí surge una cuestión clave: ¿son las actividades 
nucleares y los movimientos hacia un estado latente compatibles con una racionalidad civil coherente? El tema más 
importante es que la escala y rapidez del enriquecimiento del programa iraní tienen poco sentido en términos de 
racionalidad. Mientras que Irán ha planeado expandir su programa nuclear significativamente, solamente la Buhsher ha 
sido construida hasta la fecha y las plantas nucleares están muy lejos de ser desarrolladas y ser operacionales. Incluso, la 
Buhsher es construida por Rusia y utiliza combustible ruso. Entonces hay que intentar entender por qué Irán necesita 
desarrollar infraestructura tan extensiva cuando el único poder reactor del país no requiere de una fuente doméstica 
de combustible. Los esfuerzos de enriquecimiento de Irán no están alineados con la situación de poder nuclear. La escala 
y rapidez del programa iraní tiene poco sentido económico o técnico en términos de racionalidad, lo que genera 
preocupación sobre posibles o potenciales movimientos ulteriores. 
Es también importante considerar la cuestión de la transparencia en la arena nuclear. En Irán el ocultamiento y el 
desarrollo encubierto han sido considerados como elementos centrales del modus operandi nuclear del país. Esto genera 
ansiedad internacional sobre las verdaderas intenciones de Teherán. 
Finalmente, para examinar movimientos hacia el estado latente se deben ver indicadores específicos militares. Por 
ejemplo, Irán ganó posesión de un documento describiendo el proceso para convertir a un UF6 en Uranio y maquinarlo 
en dos hemisferios. La IAEA ha adquirido información de un trabajo Iraní en detonaciones. Sin embargo, Irán lo refuta 
argumentado que es para usos militares y convencionales. Además la IAEA tiene evidencia indicando que las 
organizaciones militares iraníes han participado de esfuerzos en proyectos relacionados a armas nucleares. Cuando se 
consideran todos los intentos por encubrir acciones de Irán y la cuestionable racionalidad nuclear, se hace difícil creerle a 
Irán acerca de sus puramente civiles intentos. 
2. The Domestic Nuclear Narrative 
Este elemento involucra entender la narrativa alrededor del programa nuclear: la forma en que las actividades del Estado 
están representadas por los tomadores de decisiones y la elite política. Desde las revelaciones de las actividades no 
declaradasen 2002, Irán ha defendido consistentemente su propósito nuclear. Oficialmente el régimen no se ha desviado 
de su posición, y tanto localmente como en la comunidad internacional, la narrativa iraní ha buscado retratar a Irán como 
una víctima de la hostil comunidad internacional. En el ámbito doméstico, los sucesivos gobiernos han usado el tema 
nuclear como un punto de reunión para el sentimiento nacionalista. 
La narrativa presenta al desafío de Teherán sobre sus actividades nucleares como parte de una lucha legítima y justa que 
comprende tres estándares. 
a. Primero, la narrativa presenta a la oposición internacional al programa nuclear en términos de negación a la 
tecnología. Además, los potenciales beneficios económicos de un programa nuclear también han sido enfatizados. 
En este contexto, los esfuerzos internacionales de revertir la trayectoria iraní bloqueando la obtención de los 
materiales nucleares y la experiencia son retratados como un intento de negar a Irán la tecnología necesaria para 
avanzar en su programa nuclear y lograr los beneficios económicos y tecnológicos que trae asociados. 
Bowen & Moran 
b. En segundo lugar, los intentos de impedir el progreso del programa nuclear de Irán son retratados como una 
negación de derechos. Como signo del Tratado de No-Proliferación, Irán ha asegurado que desarrolla tecnología 
nuclear para fines pacíficos. El artículo 4 del tratado se refiere a los derechos inalienables de todos los miembros 
del tratado de desarrollas investigación, investigación y uso de energía nuclear para propósitos pacíficos. Este es 
el punto central de la narrativa Iraní: los poderes occidentales lo discriminan, mientras que Irán es visto como una 
víctima. Sin embargo, esta visión del mundo ha dominado la política iraní y la sociedad desde la revolución de 
1979. Desde su establecimiento, la república islámica fue caracterizada por su deseo de independencia en 
contraste con la relación sumida entre Shah y los Estados Unidos. 
c. En tercer lugar, la narrativa presenta la oposición internacional como una negación de status. A través de la 
historia iraní, los líderes del país han creído que el tamaño del país, la importancia histórica y la auto profesada 
superioridad cultural merecen un rol significante para el país en la región. Es ahí que surge una brecha entre la 
imagen que Irán tiene de sí mismo y la realidad sobre su influencia limitada. El programa nuclear iraní es usado 
por el régimen como un medio de revertir esta discrepancia de status, proveyendo a la República Islámica con un 
vehículo para la proyección de influencia internacional y status. 
Sin embargo, la narrativa alrededor del programa nuclear no significa por sí sola una estrategia de hedging. Debemos 
considerar como esta narrativa encaja e influencia las perspectivas de política doméstica. La autoridad en Irán está 
compartida entre el Líder Supremo, el presidente, el clérigo, la armada, la Guardia Revolucionaria, el Majlis y otros grupos, 
por lo que el ambiente político doméstico en Irán constituye un laberinto de ideas conflictivas, creencias, aspiraciones y 
objetivos. A pesar de la creencia popular de que la toma de decisiones está enmarcada por el consenso, nada puede estar 
más alejado de la realidad. Paradójicamente, el controversial programa nuclear ha provocado relativamente poco disenso 
dado que ha sido representado por el régimen, posicionado en un encuadre nacional y ligado al desarrollo nacional y los 
derechos de soberanía. El asunto nuclear está por fuera de los parámetros de la oposición política normal en Irán, 
protegido por un control que permea a la esfera política y cruza las líneas facciosas. 
 Es importante destacar que si bien hay un enorme consenso en preservar los derechos bajo el Tratado de No Proliferación 
y en desarrollar aplicaciones nucleares pacíficas, no hay evidencia de consenso en desarrollar un programa nuclear militar. 
Visto de esta forma, hedging es la única posible estrategia para un régimen que por una parte parece haber avanzado en 
el camino de construcción de armas nucleares y por otra, está sujeto por los límites de su propio esfuerzo para usar el 
programa nuclear con sentimiento nacionalista como una fuente de capital político. 
 
3. International Diplomacy 
El foco debe estar en cómo el Estado justifica sus actividades técnicas, particularmente cuando se lo investiga por 
desobediencia al TNP. En la década pasada, el patrón establecido por la diplomacia iraní ha visto las negociaciones como 
cortinas de humo que servían tanto para disipar la presión internacional y comprar tiempo para avanzar en sus 
capacidades nucleares. Teherán se enganchó en lo que se dice diplomacia del gato y del ratón con los jugadores externos 
que han buscado la suspensión de trabajo nuclear en Irán, mayor transparencia y cooperación con la IAEA. 
Esta interpretación difiere de la perspectiva iraní por la cual los poderes occidentales nunca fueron serios sobre encontrar 
una solución mutuamente aceptable al desafío nuclear. Esta perspectiva forma parte de una narrativa nuclear más amplia 
y posiciona la culpa por el fracaso diplomático a los poderes occidentales, más particularmente a Estados Unidos. Mientras 
que las oportunidades perdidas son un desafío para occidente, es incierto si Teherán alguna vez intentó alcanzar la 
negociación. La diplomacia iraní se caracterizó por la renuencia a hacer cualquier concesión de acuerdo a la capacidad y 
avance de su programa nuclear. El programa ha probado ser efectivo. 
La diplomacia iraní parece estar apuntada por objetivos más amplios. Irán ha intentado disipar la presión internacional 
explotando su status como un signatario del TNP para compensar la controversia causada por su defensa y tornar al debate 
hacia otras cuestiones de derechos del tratado. La narrativa de victimización ha resonado con los miembros no alineados 
que generalmente tuvieron simpatía por la causa de Irán y tendieron a defender la defensa nuclear Iraní. 
El argumento iraní basado en los derechos ha resultado ser difícil de oposición mayormente porque Irán ha tenido éxito 
en nuevos temas de no conformidad con la cuestión fundamental del derecho a acceder a la tecnología del ciclo del 
Bowen & Moran 
combustible. La crisis iraní no es una cuestión de derechos, pero Irán ha buscado hacerlo así dado que le da espacio para 
maniobrar y legítima defensa. 
Irán ha perseguido vínculos más cercanos con China y Rusia como un medio de compensar la diplomacia y el peso 
económico de los Estados Unidos (quien más pide por medidas más fuertes contra Irán. Este giro hacia la derecha de Irán 
es extremadamente valioso para la diplomacia: cultivar relaciones con China y Rusia le ha permitido mitigar los efectos de 
la presión económica y política americana. Desde la perspectiva de China, Irán tiene mucho que ofrecer: además de las 
importantes reservas de gas y aceites, Irán provee un mercado para las exportaciones chinas y sirve como palanca para 
Beijing contra los Estados Unidos. Rusia es igualmente atraída por la economía iraní y lo ve como un medio de expandir 
sus intereses en Medio Oriente. Si bien la interacción de Irán con la comunidad internacional es consistente con una 
estrategia de hedging nuclear, la diplomacia no ha sido coherente y unificada. Dado los precedentes que existen, es muy 
improbable que Irán haga rollback ahora o en futuro. Esto se puede ver en el enfoque que adopta Rouhani acerca del 
desafío nuclear. A pesar de que sostiene muchas reformas en numerosos temas, sigue sosteniendo el desarrollo nuclear. 
 
International Exposure 
La exposición sobre las actividades militares relacionadas con las actividades nucleares y la consiguiente presión 
internacional, puso barreras al progreso hacia la bomba. Ante la mirada internacional, el régimen fue forzado a 
comprometerse con una narrativa nuclear al nivel doméstico para asegurarse el apoyo político necesario.Este 
compromiso permitió a la teocracia de Teherán usar el tema nuclear como un disparador del nacionalismo que serviría 
como capital político para el régimen. La conexión con el nacionalismo y la importancia que se le da sitúa a la nación en 
una posición difícil de revertir. El programa nuclear está en el centro de un espiral destructivo que ve a las medidas 
coercitivas como alimentando el nacionalismo nuclear que encuadra el avance nuclear. Siguiendo este camino, Irán se 
moverá a un nivel superior de latencia y llegando más cerca de la bomba, 
Setting Realistic Goals 
Los objetivos deberían ser realistas: Contener el progreso nuclear en vez de buscar revertirlo (significaría aceptar el 
hedging). Esto significaría mantener a Irán lejos de una capacidad de ruptura, pero al mismo tiempo le daría la posibilidad 
de mantener su programa de cierta forma. Para ser exitosos se requeriría de una relación entre Irán y Occidente, lo que 
permitiría que ambos lados entendieran los objetivos del otro y calibrara el comportamiento que aceptaría de parte del 
otro. Verdaderamente están buscando revertirlo? No lo dan ya por sentado solo que buscan contenerlo y que no siga 
creciendo? Cómo se podría alcanzar una relación si la política de Irán se basa en ir en contra de Occidente, si el tema 
nuclear es un disparador del nacionalismo? 
 
Interpreting strategic signals 
Muchos consideran al Presidente Rohuani como un lobo vestido de cordero, y que todo sigue siendo una táctica para 
construir la bomba. Sin embargo, esta perspectiva falla al considerar los desarrollos técnicos recientes. Desde la 
perspectiva de los autores, éstos constituyen una forma de señalar que apoyan la noción de una estrategia iraní basada 
en hedging. Un mal cálculo podría dañar el liderazgo a nivel doméstico, regional y global. En la actualidad, las actividades 
nucleares van encaminadas por detrás de lo que es estrictamente necesario para un programa nuclear civil. El aislamiento 
internacional a largo plazo no se alinea con la auto percepción iraní de un poder regional o incluso global. Desde este 
punto de vista pareciera que los efectos dañinos del avance sobrepasan a los beneficios. Esto es evidente desde el punto 
de vista del presidente: en este contexto se puede argumentar que los objetivos estratégicos del país ya han sido 
alcanzados.

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