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Bowen & Moran Iran’s Nuclear Programme: A case study in Hedging? Ariel Levite describe la cobertura nuclear como una estrategia nacional de mantener una opción viable por la rápida adquisición de armas nucleares, basados en una capacidad técnica de producirlas en una franja corta de tiempo. Es una estrategia que se encuentra entre la búsqueda nuclear y el rollback nuclear. Como el concepto es amplio y puede superponerse con otros, los autores argumentan que el análisis sistemático de ciertos indicadores y evidencia pueden apuntar hacia una estrategia basados en hedging. Este enfoque involucra aplicar tres niveles de análisis cuando se examina el comportamiento de proliferación desde afuera hacia adentro: 1. Evidencia de opacidad de la proliferación y un movimiento hacia un estado latente de nuclearización 2. Narrativas de política doméstica construidas alrededor de actividades nucleares 3. Actividad diplomática relacionada a explicar y justificar el comportamiento nuclear Al aplicar este enfoque, los autores argumentarán que hay muchos indicadores que sugieren que el comportamiento nuclear del país es consistente con una estrategia basada en hedging. Incluso, argumentarán que mientras el comportamiento futuro cambiará de acuerdo a diversas influencias, no es posible interferir en las actividades nucleares de Irán enfocadas en su estrategia de hedging. Problematizing Hedging Estado latente y cobertura nuclear son términos muy similares dado que ambos se refieren a un país con una avanzada infraestructura nuclear que tiene el potencial de adquirir armas nucleares en un período de tiempo relativamente corto. En este sentido, ambos términos son utilizados indiscriminadamente. Sin embargo: -Proliferación latente= es mejor descrita como un enfoque físico de la proliferación, es decir, la distancia de la bomba se da por las capacidades físicas. O sea, no importan las intenciones, el estado latente es un corolario inevitable del avance nuclear de un estado. -Cobertura nuclear= no hay lugar para un progreso inocente hacia la bomba, dado que involucra una estrategia deliberada para desarrollar capacidades técnicas de producir armas nucleares. →En definitiva,el hedging nuclear es el estado latente intencionado. El término de hedging presenta algunos desafíos dado que no se puede identificar fácilmente cuándo se está considerando esta estrategia (las decisiones suelen ser secretas y estar a cargo de los altos mandos). Como respuesta a este desafío se debaten los tiempos de adquisición dado que ofrecen un medio de posicionar al programa nuclear en relación a la bomba. En el caso de Irán se puede ver cierta obsesión con el tiempo que le tomó ser potencialmente capaz de producir un arma nuclear. Sin embargo, los tiempos no pueden ser enfocados simplemente, tanto elementos técnicos como políticos deben ser considerados. Es importante considerar cómo la cobertura puede ser distinguida de un programa construido alrededor de una decisión deliberada y consciente de adquirir armas. A nivel estado, todas las formas de opacar la proliferación se superponen en cierto punto. Algunos factores comunes indican un movimiento hacia la adquisición nuclear incluyendo evidencia de capacidad técnica por debajo de lo requerido para un programa nuclear civil, de actividades no declaradas o de adquisiciones ilícitas, entre otras. 1. Nuclear Hedging: Towards a Conceptual Framework Proliferación opaca y movimiento hacia el estado latente: Este primer elemento se enfoca en la capacidad- Desde las revelaciones en el 2002 del trabajo no declarado sobre el ciclo del combustible se han hecho muchos esfuerzos en estudiar las actividades nucleares de Irán. La capacidad de mantener la opacidad (aunque sea parcialmente) es central del hedging, dado que es un esfuerzo coherente de alcanzar el estado latente, probablemente a través de la adquisición encubierta de materiales nucleares. Se sigue, que de examinar las tendencias de capacidad, la correlación de actividades específicas con intenciones estatales políticas y la madurez de un programa civil nuclear, al mismo tiempo que el nivel de apertura del sector nuclear, sería posible saber si un país está comprometido con el hedging. Mientras que con este foco en las capacidades puede no Bowen & Moran proveer suficiente evidencia para el hedging por sí misma, cuando se considera con los otros dos aspectos se vuelve más relevante. Hedging puede suceder en varios estados latentes e Irán ya posee un límite, aunque una capacidad latente que se está desarrollando. Respecto a esto, la mayor parte del debate y conjeturas sobre la capacidad de Irán se ha dado en torno a las siguientes preguntas: ¿cuánto y qué grado de material fisible ha sido producido? Si Irán continúa expandiendo su capacidad de producir estos materiales, ¿cómo el alcance de la expansión influenciará su habilidad de producir materiales para armas? El trabajo inicial de Irán de convertir uranio para enriquecerse y luego el ascenso al 5%, comenzó a preocupar a la comunidad internacional. En 2010 anunció que había logrado enriquecerse en un 20% lo que lo transportaba a un nuevo nivel; un nivel superior de enriquecimiento significa que el material estaba más cerca de ser utilizado para armamento y que llegar a hacerlo ya no le suponía un gran esfuerzo.(hedging) Si se consideran las acciones de Irán racionalmente y se yuxtaponen con los conocimientos sobre actividades nucleares, esto le pone más color a las consideraciones de hedging potencial. Aquí surge una cuestión clave: ¿son las actividades nucleares y los movimientos hacia un estado latente compatibles con una racionalidad civil coherente? El tema más importante es que la escala y rapidez del enriquecimiento del programa iraní tienen poco sentido en términos de racionalidad. Mientras que Irán ha planeado expandir su programa nuclear significativamente, solamente la Buhsher ha sido construida hasta la fecha y las plantas nucleares están muy lejos de ser desarrolladas y ser operacionales. Incluso, la Buhsher es construida por Rusia y utiliza combustible ruso. Entonces hay que intentar entender por qué Irán necesita desarrollar infraestructura tan extensiva cuando el único poder reactor del país no requiere de una fuente doméstica de combustible. Los esfuerzos de enriquecimiento de Irán no están alineados con la situación de poder nuclear. La escala y rapidez del programa iraní tiene poco sentido económico o técnico en términos de racionalidad, lo que genera preocupación sobre posibles o potenciales movimientos ulteriores. Es también importante considerar la cuestión de la transparencia en la arena nuclear. En Irán el ocultamiento y el desarrollo encubierto han sido considerados como elementos centrales del modus operandi nuclear del país. Esto genera ansiedad internacional sobre las verdaderas intenciones de Teherán. Finalmente, para examinar movimientos hacia el estado latente se deben ver indicadores específicos militares. Por ejemplo, Irán ganó posesión de un documento describiendo el proceso para convertir a un UF6 en Uranio y maquinarlo en dos hemisferios. La IAEA ha adquirido información de un trabajo Iraní en detonaciones. Sin embargo, Irán lo refuta argumentado que es para usos militares y convencionales. Además la IAEA tiene evidencia indicando que las organizaciones militares iraníes han participado de esfuerzos en proyectos relacionados a armas nucleares. Cuando se consideran todos los intentos por encubrir acciones de Irán y la cuestionable racionalidad nuclear, se hace difícil creerle a Irán acerca de sus puramente civiles intentos. 2. The Domestic Nuclear Narrative Este elemento involucra entender la narrativa alrededor del programa nuclear: la forma en que las actividades del Estado están representadas por los tomadores de decisiones y la elite política. Desde las revelaciones de las actividades no declaradasen 2002, Irán ha defendido consistentemente su propósito nuclear. Oficialmente el régimen no se ha desviado de su posición, y tanto localmente como en la comunidad internacional, la narrativa iraní ha buscado retratar a Irán como una víctima de la hostil comunidad internacional. En el ámbito doméstico, los sucesivos gobiernos han usado el tema nuclear como un punto de reunión para el sentimiento nacionalista. La narrativa presenta al desafío de Teherán sobre sus actividades nucleares como parte de una lucha legítima y justa que comprende tres estándares. a. Primero, la narrativa presenta a la oposición internacional al programa nuclear en términos de negación a la tecnología. Además, los potenciales beneficios económicos de un programa nuclear también han sido enfatizados. En este contexto, los esfuerzos internacionales de revertir la trayectoria iraní bloqueando la obtención de los materiales nucleares y la experiencia son retratados como un intento de negar a Irán la tecnología necesaria para avanzar en su programa nuclear y lograr los beneficios económicos y tecnológicos que trae asociados. Bowen & Moran b. En segundo lugar, los intentos de impedir el progreso del programa nuclear de Irán son retratados como una negación de derechos. Como signo del Tratado de No-Proliferación, Irán ha asegurado que desarrolla tecnología nuclear para fines pacíficos. El artículo 4 del tratado se refiere a los derechos inalienables de todos los miembros del tratado de desarrollas investigación, investigación y uso de energía nuclear para propósitos pacíficos. Este es el punto central de la narrativa Iraní: los poderes occidentales lo discriminan, mientras que Irán es visto como una víctima. Sin embargo, esta visión del mundo ha dominado la política iraní y la sociedad desde la revolución de 1979. Desde su establecimiento, la república islámica fue caracterizada por su deseo de independencia en contraste con la relación sumida entre Shah y los Estados Unidos. c. En tercer lugar, la narrativa presenta la oposición internacional como una negación de status. A través de la historia iraní, los líderes del país han creído que el tamaño del país, la importancia histórica y la auto profesada superioridad cultural merecen un rol significante para el país en la región. Es ahí que surge una brecha entre la imagen que Irán tiene de sí mismo y la realidad sobre su influencia limitada. El programa nuclear iraní es usado por el régimen como un medio de revertir esta discrepancia de status, proveyendo a la República Islámica con un vehículo para la proyección de influencia internacional y status. Sin embargo, la narrativa alrededor del programa nuclear no significa por sí sola una estrategia de hedging. Debemos considerar como esta narrativa encaja e influencia las perspectivas de política doméstica. La autoridad en Irán está compartida entre el Líder Supremo, el presidente, el clérigo, la armada, la Guardia Revolucionaria, el Majlis y otros grupos, por lo que el ambiente político doméstico en Irán constituye un laberinto de ideas conflictivas, creencias, aspiraciones y objetivos. A pesar de la creencia popular de que la toma de decisiones está enmarcada por el consenso, nada puede estar más alejado de la realidad. Paradójicamente, el controversial programa nuclear ha provocado relativamente poco disenso dado que ha sido representado por el régimen, posicionado en un encuadre nacional y ligado al desarrollo nacional y los derechos de soberanía. El asunto nuclear está por fuera de los parámetros de la oposición política normal en Irán, protegido por un control que permea a la esfera política y cruza las líneas facciosas. Es importante destacar que si bien hay un enorme consenso en preservar los derechos bajo el Tratado de No Proliferación y en desarrollar aplicaciones nucleares pacíficas, no hay evidencia de consenso en desarrollar un programa nuclear militar. Visto de esta forma, hedging es la única posible estrategia para un régimen que por una parte parece haber avanzado en el camino de construcción de armas nucleares y por otra, está sujeto por los límites de su propio esfuerzo para usar el programa nuclear con sentimiento nacionalista como una fuente de capital político. 3. International Diplomacy El foco debe estar en cómo el Estado justifica sus actividades técnicas, particularmente cuando se lo investiga por desobediencia al TNP. En la década pasada, el patrón establecido por la diplomacia iraní ha visto las negociaciones como cortinas de humo que servían tanto para disipar la presión internacional y comprar tiempo para avanzar en sus capacidades nucleares. Teherán se enganchó en lo que se dice diplomacia del gato y del ratón con los jugadores externos que han buscado la suspensión de trabajo nuclear en Irán, mayor transparencia y cooperación con la IAEA. Esta interpretación difiere de la perspectiva iraní por la cual los poderes occidentales nunca fueron serios sobre encontrar una solución mutuamente aceptable al desafío nuclear. Esta perspectiva forma parte de una narrativa nuclear más amplia y posiciona la culpa por el fracaso diplomático a los poderes occidentales, más particularmente a Estados Unidos. Mientras que las oportunidades perdidas son un desafío para occidente, es incierto si Teherán alguna vez intentó alcanzar la negociación. La diplomacia iraní se caracterizó por la renuencia a hacer cualquier concesión de acuerdo a la capacidad y avance de su programa nuclear. El programa ha probado ser efectivo. La diplomacia iraní parece estar apuntada por objetivos más amplios. Irán ha intentado disipar la presión internacional explotando su status como un signatario del TNP para compensar la controversia causada por su defensa y tornar al debate hacia otras cuestiones de derechos del tratado. La narrativa de victimización ha resonado con los miembros no alineados que generalmente tuvieron simpatía por la causa de Irán y tendieron a defender la defensa nuclear Iraní. El argumento iraní basado en los derechos ha resultado ser difícil de oposición mayormente porque Irán ha tenido éxito en nuevos temas de no conformidad con la cuestión fundamental del derecho a acceder a la tecnología del ciclo del Bowen & Moran combustible. La crisis iraní no es una cuestión de derechos, pero Irán ha buscado hacerlo así dado que le da espacio para maniobrar y legítima defensa. Irán ha perseguido vínculos más cercanos con China y Rusia como un medio de compensar la diplomacia y el peso económico de los Estados Unidos (quien más pide por medidas más fuertes contra Irán. Este giro hacia la derecha de Irán es extremadamente valioso para la diplomacia: cultivar relaciones con China y Rusia le ha permitido mitigar los efectos de la presión económica y política americana. Desde la perspectiva de China, Irán tiene mucho que ofrecer: además de las importantes reservas de gas y aceites, Irán provee un mercado para las exportaciones chinas y sirve como palanca para Beijing contra los Estados Unidos. Rusia es igualmente atraída por la economía iraní y lo ve como un medio de expandir sus intereses en Medio Oriente. Si bien la interacción de Irán con la comunidad internacional es consistente con una estrategia de hedging nuclear, la diplomacia no ha sido coherente y unificada. Dado los precedentes que existen, es muy improbable que Irán haga rollback ahora o en futuro. Esto se puede ver en el enfoque que adopta Rouhani acerca del desafío nuclear. A pesar de que sostiene muchas reformas en numerosos temas, sigue sosteniendo el desarrollo nuclear. International Exposure La exposición sobre las actividades militares relacionadas con las actividades nucleares y la consiguiente presión internacional, puso barreras al progreso hacia la bomba. Ante la mirada internacional, el régimen fue forzado a comprometerse con una narrativa nuclear al nivel doméstico para asegurarse el apoyo político necesario.Este compromiso permitió a la teocracia de Teherán usar el tema nuclear como un disparador del nacionalismo que serviría como capital político para el régimen. La conexión con el nacionalismo y la importancia que se le da sitúa a la nación en una posición difícil de revertir. El programa nuclear está en el centro de un espiral destructivo que ve a las medidas coercitivas como alimentando el nacionalismo nuclear que encuadra el avance nuclear. Siguiendo este camino, Irán se moverá a un nivel superior de latencia y llegando más cerca de la bomba, Setting Realistic Goals Los objetivos deberían ser realistas: Contener el progreso nuclear en vez de buscar revertirlo (significaría aceptar el hedging). Esto significaría mantener a Irán lejos de una capacidad de ruptura, pero al mismo tiempo le daría la posibilidad de mantener su programa de cierta forma. Para ser exitosos se requeriría de una relación entre Irán y Occidente, lo que permitiría que ambos lados entendieran los objetivos del otro y calibrara el comportamiento que aceptaría de parte del otro. Verdaderamente están buscando revertirlo? No lo dan ya por sentado solo que buscan contenerlo y que no siga creciendo? Cómo se podría alcanzar una relación si la política de Irán se basa en ir en contra de Occidente, si el tema nuclear es un disparador del nacionalismo? Interpreting strategic signals Muchos consideran al Presidente Rohuani como un lobo vestido de cordero, y que todo sigue siendo una táctica para construir la bomba. Sin embargo, esta perspectiva falla al considerar los desarrollos técnicos recientes. Desde la perspectiva de los autores, éstos constituyen una forma de señalar que apoyan la noción de una estrategia iraní basada en hedging. Un mal cálculo podría dañar el liderazgo a nivel doméstico, regional y global. En la actualidad, las actividades nucleares van encaminadas por detrás de lo que es estrictamente necesario para un programa nuclear civil. El aislamiento internacional a largo plazo no se alinea con la auto percepción iraní de un poder regional o incluso global. Desde este punto de vista pareciera que los efectos dañinos del avance sobrepasan a los beneficios. Esto es evidente desde el punto de vista del presidente: en este contexto se puede argumentar que los objetivos estratégicos del país ya han sido alcanzados.
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