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FITZPATRICK - RIC IRAN: A GOOD DEAL La “Joint Comprehensive Plan of Action (JCPOA) que se acordó en Viena el 14 de Julio de 2015 fue mejor que los 3 antecedentes. Los procedimientos de verificación de la JCPOA son más estrictos que las garantías previstas en el “Additional Protocol”. Las limitaciones y obligaciones que Irán acepta bajo el acuerdo también van más allá del Tratado de No Proliferación Nuclear. El tratado puede ser caracterizado como “Lausanne-plus, Additional Protocol-plus and NPT- plus”. Los oponentes al acuerdo lo comparan con conceptos idealizados de un mejor acuerdo, uno que restrinja el programa nuclear de Irán mucho más estrictamente y que restrinja su comportamiento en otros campos. “Dar y recibir” es la esencia de las negociaciones. A través del camino, Irán renuncio a muchas de sus demandas. El autor está sorprendido al saber que Irán acordó dejar ir 98% del uranio. Para los críticos, exigir el retorno a las disposiciones de los Estados Unidos de apertura e imponer otras condiciones es fantasía. La posibilidad de que Irán abandone su programa de enriquecimiento por completo desapareció. Criticar la JCPOA porque no pudo lograr este objetivo imposible es equivalente a argumentar en contra de cualquier resultado diplomático. Allison sostuvo que no hay mejor acuerdo que éste ya que matar a este acuerdo privaría a los negociadores de la capacidad de negociación de EE.UU. Similarmente, Robert Gates reconoce que una vez que fue aceptado por 8 partidos después de 2 años de negociaciones, es ahora el único acuerdo posible. Si el congreso de US lo bloquea, Irán no confiara nunca más en otro equipo negociador de US para poder cumplir con los términos acordados. Tampoco otros países aceptarían un retorno a imponer sanciones duras a la entera disposición de EEUU si Washington rechaza el acuerdo que los aliados europeos trabajaron tanto para lograr. La comparación valida es entre el JCPOA y el status del programa nuclear de Irán que prevaleció 2 años atrás. Este es el status quo ante que es probable que se cierre de nuevo si se cae el acuerdo. En otoño de 2013, Irán tenía casi 20000 “centrifuges in place”, habiéndolos instalados a un ritmo de casi 700 por mes. Mil modelos de segunda generación que eran tres veces más eficaz parecían estar listos para la operación y se estaban preparando para la instalación. Antes del acuerdo provisional se programaron inspecciones diarias, las cuales desaparecerían si el JCPOA se rechaza, los compromisos de verificación se limitan a las garantías ordinarias. Las inspecciones en sitios declarados tuvieron lugar una vez a la semana casi siempre, y el equipo de monitoreo estaba lejos del estado de arte. No había un Additional Protocol que provea acceso a facilidades, e Irán se rehusó a aceptar provisiones que requerían declaraciones de nuevas facilidades hasta que fueran operativas. El acuerdo interno que fue golpeado en noviembre del 2013 y que fue extendido en varias oportunidades trajo a Irán de vuelta desde el borde. En la carrera entre sanciones y CENTRIFUGES, las sanciones salieron ganando. Pero los compromisos de Irán bajo ese arreglo temporal podría caerse si el JCPOA se elimina. Irán estaría libre para continuar donde quedó hace dos años. Solo esta vez EEUU podría tener pocos compañeros que quieran imponer las duras sanciones que compelen las duras negociaciones de los últimos dos años. Ninguna nación aparte de Israel aboga por empezar de nuevo para tratar de negociar un mejor trato porque saben que sería imposible. NPT PLUS El “Iran deal” es mejor que el TNP en muchos sentidos. Además de comprometerse a nunca más producir armas nucleares, Irán también se comprometió a no involucrarse en 4 tipos de desarrollo relacionado a las armas nucleares. Esto incluye el desarrollo iniciador de neutrones y multi-punto de detonación de explosivos, actividades que el TNP no prohíbe. El trabajo de desarrollo en armas prohibidas también parece estar cubierta por los procedimientos de verificación de la JCPOA. Esto fue un gran punto de quiebre para el régimen de no proliferación nuclear, que hasta el día de hoy no garantiza a la Agencia de Energía Atómica internacional el derecho de verificar nuclear weaponisation work that does not involve nuclear materials. El JCPOA es también mejor que el TNP en el sentido de que no tiene una causa de retirada. Muchos de los límites en actividades nucleares civiles terminaron después de un periodo de tiempo, pero las obligaciones son indefinidas. El periodo normal para que Irán respondiera a una inspección era de 24 horas. Agregado un límite de 24 días es un avance al Additional Protocol, que no provee ese tipo de límites. Los límites de la capacidad nuclear civil tampoco tienen ningún equivalente en el TNP. La IAEA va a monitorear la producción de partes centrifugas claves por 20 años. Todo el oxido de uranio va a ser seguido por 25 años. Mientras tanto, los grandes poderes que estuvieron involucrados en las charlas tendrán diferentes funciones de monitoreo. Una precisión perfecta de la inteligencia no puede ser garantizada, pero Irán tendría que asumir que cualquier trampa de su parte muy probablemente sea observada de forma rápida. Si se detecta, EEUU y sus aliados no renunciarán a ninguna de las opciones que hoy poseen para obligar al cumplimiento. De hecho, tales opciones serán más robustas en los últimos años porque la tecnología a las opciones militares como las bombas anti-búnker mejorarán probablemente, al igual que la inteligencia, la imagen en actividades de Irán. Así, mientras uno puede legítimamente criticar al JCPOA por permitirle a Irán una expansión ilimitada de un programa nuclear civil en 15 años, esto difícilmente allana el camino para armas nucleares. Más bien, compra 15 o más años de estatus no nuclear certificada. Una buena implementación debería darle a la IEAE los medios para garantizar que Irán utilice los materiales nucleares solamente para propósitos pacíficos. ENEMY OF THE GOOD El autor ya escribió sobre aspectos problemáticos del acuerdo. Además de preocupaciones acerca de la clausula de extensión, hay preguntas no resueltas sobre la actividad nuclear de una posible dimensión militar. El acuerdo obliga a Irán a responder a estas preguntas pero no necesariamente a resolver las preocupaciones. Si las respuestas no son satisfactorias, los socios mayoritarios van a enfrentar una decisión política a principios de 2016 sobre si se deben levantar las sanciones de todos modos. Si Irán cumple con sus obligaciones establecidas bajo el JCPOA para eliminar centrifugues, LEU y el núcleo del reactor de Arak, pero deja las cuestiones PMD colgando, el autor prevé que las potencias se la bancaran y decidirán que anticiparse a la instalación de armamento futuro es más importante que saber lo que ocurrió en el pasado. Irán tendrá un incentivo permanente para garantizar que el archivo está cerrado en los últimos alegatos, ya que si en los últimos años de la JCPOA el OIEA todavía tenía dudas persistentes acerca de la instalación de armamento de trabajo, sería difícil sacar la conclusión más amplia de usos exclusivamente pacíficos. Muchos países no se sentirían cómodos permitiéndole a Irán proceder con un programa de enriquecimiento ilimitado. La crisis nuclear se reanudaría. Pero el mundo no podría estar peor que en el caso de que el congreso de EEUU torpedeara el JCPOA, levantando todas las restricciones de inmediato. Los adversarios de Irán esbozan otras razones por las cuales están en contra del acuerdo, incluyendo el hecho de que podría instigar el aventurismo regional. Esta es una pregunta abierta: el comportamiento de Irán podría ser peor, especialmente en el corto plazo, pero el acuerdo ofrece puntos que nos hacen pensar que podría desembocar en algo bueno. El historial “triste” de Irán respecto a los derechos humanos es otra razón para oponerse al acuerdonuclear, aunque no por los activistas de los DDHH iraníes porque ellos apoyan el JCPOA. El JCPOA es un potencial cambiador de juego de muchas maneras, abriendo un camino para mejorar las relaciones con Irán, que ha estado cerrado por más de 35 años. Desde ahora, sin embargo, hay que dejar que sea juzgado por los méritos de lo que las negociaciones proponen lograr. En la cuestión de una sola mayor importancia para la seguridad nacional de los Estados preocupados, la contribución positiva de la JCPOA es determinante. Hace que sea menos probable que Irán se convierta en un país armado nuclearmente ahora y en el futuro.
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