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abdominopélvicos. Estos nervios las conducen hasta el plexo aórtico abdominal, donde se unen con fibras parasimpáticas presinápticas procedentes del nervio vago. ● Las fibras simpáticas pasan a los ganglios prevertebrales, que en su mayoría se encuentran agrupados alrededor de las ramas principales de la aorta abdominal. Tras hacer sinapsis en los ganglios, las fibras simpáticas postsinápticas se unen a las fibras parasimpáticas presinápticas, y viajan a través de los plexos periarteriales situados alrededor de las ramas de la aorta abdominal hasta alcanzar las vísceras. ● Una continuación del plexo aórtico abdominal inferior a la bifurcación de la aorta (los plexos hipogástricos superior e inferior) conduce la inervación simpática para la mayoría de las vísceras pélvicas. Las fibras simpáticas inervan principalmente los vasos sanguíneos de las vísceras abdominales e inhiben la estimulación parasimpática. ● Las fibras parasimpáticas hacen sinapsis sobre o en el espesor de las paredes de las vísceras con neuronas parasimpáticas postsinápticas intrínsecas, que finalizan en el músculo liso o las glándulas de las vísceras. Inervación parasimpática. El nervio vago aporta fibras parasimpáticas para el tubo digestivo desde el esófago hasta el colon transverso. ● Los nervios esplácnicos pélvicos inervan el colon descendente y sigmoide, y el recto. ● La estimulación parasimpática promueve el peristaltismo y la secreción (aunque gran parte de esta última se suele regular hormonalmente). Sistema nervioso entérico. El SNE está formado por el plexo mientérico de la musculatura de la pared intestinal, y el plexo submucoso, que inerva al revestimiento o mucosa intestinal y se encuentra por debajo de este. ● Además de neuronas motoras parasimpáticas postsinápticas, que están sumamente interconectadas tanto directamente como a través de interneuronas, el plexo incluye neuronas aferentes primarias intrínsecas que reciben el impulso local y estimulan a las neuronas motoras, formando un circuito reflejo local, además de informar al SNC. ● El SNE integra intrínsecamente a la secreción exocrina y endocrina, la actividad vasomotora, la micro y macromotilidad y la actividad inmunitaria del intestino. ● El impulso del SNC a través de fibras parasimpáticas y simpáticas extrínsecas sólo regula esta actividad local. Inervación sensitiva. Las fibras viscerales aferentes siguen las fibras autónomas retrógradamente hacia los ganglios sensitivos. ● Las fibras aferentes que conducen las sensaciones dolorosas de las vísceras abdominales proximales a la mitad del colon sigmoideo discurren con las fibras simpáticas hasta los ganglios sensitivos de los nervios espinales toracolumbares; todas las demás fibras aferentes viscerales discurren con las fibras parasimpáticas. Así, las fibras aferentes viscerales que transportan información refleja desde el intestino proximal a la mitad del colon sigmoideo pasan a los ganglios sensitivos vagales; las fibras que transportan información dolorosa y refleja del intestino distal a la mitad del colon sigmoideo pasan a los ganglios sensitivos espinales S2-S4. DIAFRAGMA El diafragma es una estructura musculotendinosa, en forma de doble cúpula, que separa la cavidad torácica de la abdominal. Forma el suelo convexo de la cavidad torácica y el techo cóncavo de la cavidad abdominal (fig. 5-92 A y B). El diafragma es el principal músculo inspiratorio (en realidad, de toda la respiración, ya que la espiración es básicamente pasiva). Desciende durante la inspiración; sin embargo, sólo se mueve su porción central, porque su periferia, como origen fijo del músculo, se une al margen inferior de la caja torácica y las vértebras lumbares superiores. El pericardio, que contiene el corazón, descansa en la parte central del diafragma y lo deprime ligeramente (fig. 5-92 A). El diafragma se curva superiormente y forma las cúpulas derecha e izquierda; normalmente, la cúpula derecha es más alta que la izquierda, debido a la presencia del hígado. Durante la espiración, la cúpula derecha se eleva hasta la 5.ª costilla y la cúpula izquierda asciende hasta el 5.º espacio intercostal. El nivel de las cúpulas diafragmáticas varía según: La fase de la respiración (inspiración o espiración). La postura (p. ej., decúbito supino o bipedestación). El tamaño y el grado de distensión de las vísceras abdominales. 990 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org La porción muscular del diafragma está situada periféricamente, con fibras que convergen radialmente en la porción aponeurótica central trifoliada, el centro tendinoso (fig. 5-92). Este tendón no tiene inserciones óseas y está dividido incompletamente en tres hojas, asemejándose a un trébol ancho (fig. 5-92 B). Aunque se sitúa cerca del centro del diafragma, el centro tendinoso está más próximo a la porción anterior del tórax. El centro tendinoso está perforado por el foramen de la vena cava, por donde pasa la porción terminal de la VCI para entrar en el corazón. La porción muscular circundante forma una lámina continua; sin embargo, a efectos descriptivos y de acuerdo con sus inserciones periféricas, se divide en tres partes: Una porción esternal, formada por dos bandas musculares que se insertan en la cara posterior del proceso xifoides; esta porción no siempre está presente. Una porción costal, compuesta por bandas musculares anchas que se insertan en las caras internas de los seis cartílagos costales inferiores y las costillas adyacentes en cada lado; esta porción forma las cúpulas derecha e izquierda del diafragma. Una porción lumbar, que se origina en dos arcos aponeuróticos, los ligamentos arqueados medial y lateral, y las tres vértebras lumbares superiores; esta porción forma los pilares musculares derecho e izquierdo, que ascienden hacia el centro tendinoso. Los pilares del diafragma son haces musculotendinosos que se originan en las caras anteriores de los cuerpos de las tres vértebras lumbares superiores, el ligamento longitudinal anterior y los discos intervertebrales. El pilar derecho, más ancho y largo que el izquierdo, se origina en las tres o cuatro primeras vértebras lumbares, mientras que el pilar izquierdo lo hace en las dos o tres primeras. Resulta curioso que el hiato esofágico, que se encuentra a la izquierda de la línea media, sea una formación del pilar derecho; sin embargo, si se siguen las fibras musculares que limitan cada lado del hiato, se comprueba que pasan a la derecha del hiato aórtico. Los pilares izquierdo y derecho, y el ligamento arqueado medio que los une al curvarse por encima de la cara anterior de la aorta, forman el hiato aórtico. El diafragma también se inserta a cada lado en los ligamentos arqueados medial y lateral. El ligamento arqueado medial es un engrosamiento de la fascia que cubre el músculo psoas mayor y se extiende entre los cuerpos vertebrales lumbares y el extremo del proceso transverso de L1. El ligamento arqueado lateral cubre el cuadrado lumbar, extendiéndose desde el proceso transverso de L12 hasta el extremo de la 12.ª costilla. La cara superior del centro tendinoso del diafragma se fusiona con la cara inferior del pericardio fibroso, la parte externa, fuerte, del saco pericárdico fibroseroso que contiene al corazón. Vasos y nervios del diafragma Las arterias del diafragma se ramifican en las caras superior (torácica) e inferior (abdominal) del diafragma. Las arterias que irrigan la cara superior del diafragma 991 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org (fig. 5-93; tabla 5-12) son las arterias pericardiofrénica y musculofrénica, ramas de la arteria torácica interna, y las arterias frénicas superiores que se originan en la aorta torácica. Las arterias que irrigan la cara inferior del diafragma son las arterias frénicas inferiores, que característicamente son las primeras ramas de la aorta abdominal; sin embargo, también pueden originarse en el tronco celíaco. FIGURA 5-92. Inserciones, ubicación y características de la cara abdominal del diafragma. A) Se han eliminado la pared torácicay la parrilla costal para mostrar las inserciones y la convexidad de la cúpula derecha del diafragma. B) Las porciones musculares esternal, costal y lumbar del diafragma (silueteadas con una línea discontinua) convergen centralmente en el centro tendinoso trifoliado, la inserción aponeurótica de las fibras musculares diafragmáticas. Las venas que drenan la cara superior del diafragma son las venas pericardiofrénicas y musculofrénicas, que drenan en las venas torácicas internas, y en el lado derecho una vena frénica superior, que drena en la VCI. Algunas venas de la curvatura posterior del diafragma drenan en las venas ácigos y hemiácigos (v. cap. 4). Las venas que drenan la cara inferior del diafragma son las venas frénicas inferiores. La vena frénica inferior derecha suele desembocar en la VCI, mientras que la vena frénica inferior izquierda es generalmente doble: la rama anterior al hiato esofágico termina en la VCI, mientras que la otra rama, más posterior, suele unirse a la vena suprarrenal izquierda. Las venas frénicas derecha e izquierda pueden anastomosarse entre sí. Los plexos linfáticos de las caras torácica y abdominal del diafragma se comunican libremente (fig. 5-94 A). Los nódulos linfáticos diafragmáticos anteriores y posteriores se encuentran en la cara torácica del diafragma. La linfa de estos nódulos drena en los nódulos linfáticos paraesternales, mediastínicos posteriores y frénicos. Los vasos linfáticos de la cara abdominal del diafragma drenan en los nódulos linfáticos diafragmáticos anteriores, frénicos y lumbares superiores (de la cava/aórticos). Los capilares linfáticos son densos en la cara inferior del diafragma, y constituyen el principal medio de absorción del líquido peritoneal y de las sustancias que se introducen mediante inyección intraperitoneal. 992 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Toda la inervación motora del diafragma procede de los nervios frénicos derecho e izquierdo, cada uno de los cuales se origina de los ramos anteriores de los segmentos medulares C3-C5 y se distribuye por la mitad homolateral del diafragma desde su cara inferior (fig. 5-94 B). Los nervios frénicos también aportan la mayor parte de la inervación sensitiva (dolor y propiocepción) del diafragma. Las porciones periféricas del diafragma reciben su inervación sensitiva de los nervios intercostales (los seis o siete inferiores) y de los nervios subcostales. Hiatos del diafragma Las aperturas del músculo diafragma permiten el paso de estructuras neurovasculares entre el tórax y el abdomen (figs. 5-92, 5-93 y 5-95). Hay un foramen para la vena cava inferior y hiatos para el esófago y la aorta, así como otras aperturas menores. FIGURA 5-93. Vasos sanguíneos del diafragma. A) Arterias y venas de la cara superior del diafragma. B) Arterias y venas de la cara inferior del diafragma. FORAMEN DE LA VENA CAVA El foramen de la vena cava es una abertura en el centro tendinoso destinada principalmente al paso de la VCI. También lo atraviesan ramos terminales del nervio frénico derecho y algunos vasos linfáticos en su camino desde el hígado hacia los nódulos linfáticos frénicos medios y mediastínicos. Este foramen se localiza a la derecha del plano medio, en la unión de las hojas derecha y media del centro tendinoso. El foramen de la vena cava, el más superior de las tres aperturas del diafragma, se sitúa al nivel del disco intervertebral entre las vértebras T8 y T9. La VCI se adhiere al borde del foramen; en consecuencia, cuando el diafragma se contrae durante la inspiración, aumenta el calibre del foramen y la VCI se dilata. Estos cambios facilitan el flujo sanguíneo hacia el corazón a través de esta gran vena. HIATO ESOFÁGICO 993 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org El hiato esofágico es un orificio oval para el esófago situado en el músculo del pilar derecho del diafragma al nivel de la vértebra T10. Por el hiato esofágico también pasan los troncos vagales anterior y posterior, ramas esofágicas de los vasos gástricos izquierdos y unos pocos vasos linfáticos. Las fibras del pilar derecho se decusan (se cruzan entre sí) inferiormente al hiato y forman un esfínter muscular para el esófago, al cual constriñen cuando se contrae el diafragma. En la mayoría de los individuos (70 %), los dos bordes del hiato están formados por haces musculares del pilar derecho; en otros (30 %), un haz muscular superficial del pilar izquierdo contribuye a formar el borde derecho del hiato. HIATO AÓRTICO El hiato aórtico es un orificio posterior del diafragma para el paso de la aorta (figs. 5-92 y 5-95). Como la aorta no perfora el diafragma, el flujo sanguíneo por esta arteria no se ve afectado por los movimientos del músculo durante la respiración. La aorta pasa entre los pilares del diafragma posterior al ligamento arqueado medio, que se encuentra al nivel del borde inferior de la vértebra T12. Por el hiato aórtico también pasan el conducto torácico y, en ocasiones, las venas ácigos y hemiácigos. FIGURA 5-94. Vasos y nódulos linfáticos, y nervios del diafragma. A) Los vasos linfáticos forman dos 994 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org plexos, uno en la cara superior del diafragma y el otro en su cara inferior; ambos plexos se comunican libremente. B) Los nervios frénicos aportan toda la inervación motora del diafragma y la mayor parte de la inervación sensitiva. Los seis o siete nervios intercostales inferiores y los nervios subcostales aportan la inervación sensitiva periférica. OTRAS APERTURAS DEL DIAFRAGMA Además del foramen y los hiatos principales, entre las inserciones esternal y costal del diafragma (fig. 5-92) hay una pequeña apertura, el triángulo (foramen) esternocostal. A través de este triángulo pasan vasos linfáticos de la cara diafragmática del hígado y los vasos epigástricos superiores. Los troncos simpáticos pasan profundos al ligamento arqueado medial, acompañados por los nervios esplácnicos imos. Hay dos pequeñas aperturas en cada uno de los pilares del diafragma; por uno de ellos pasa el nervio esplácnico mayor, y por el otro el nervio esplácnico menor. Acciones del diafragma Cuando el diafragma se contrae, sus cúpulas se mueven inferiormente, de modo que la convexidad del diafragma se aplana un poco (v. fig. 4-10 F). Aunque este movimiento se describe a menudo como «descenso del diafragma», sólo descienden sus cúpulas; la periferia del diafragma se mantiene fija a las costillas y a los cartílagos costales de las seis costillas inferiores. A medida que el diafragma desciende, empuja las vísceras abdominales inferiormente. Esto aumenta el volumen de la cavidad torácica y reduce la presión intratorácica, con la consiguiente entrada de aire en los pulmones. Además, el volumen de la cavidad abdominal disminuye levemente y la presión intraabdominal aumenta en la misma medida. Los movimientos del diafragma son también importantes en la circulación, porque el aumento de la presión intraabdominal y la disminución de la presión intratorácica ayudan al retorno de la sangre venosa hacia el corazón. Cuando el diafragma se contrae, con la compresión de las vísceras abdominales la sangre de la VCI es forzada superiormente en dirección al corazón. El diafragma se encuentra en su nivel más elevado cuando la persona se sitúa en decúbito supino (y con la parte superior del cuerpo más baja, la posición de Trendelenburg). En esta posición, las vísceras abdominales empujan al diafragma superiormente en la cavidad torácica. Cuando una persona se recuesta de lado, el hemidiafragma asciende a una posición más alta debido al mayor empuje de las vísceras de ese lado. A la inversa, el diafragma se sitúa en un nivel inferior cuando la persona está sentada o de pie. Por este motivo, las personas con disnea (dificultad para respirar) prefieren sentarse a recostarse; el volumen respiratorio de reserva aumenta, y el diafragma colabora con la gravedad en lugar de oponerse a ella. 995 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 5-95. Hiatos del diafragma.La secuencia «8-10-12» es una regla mnemotécnica simple para recordar los niveles vertebrales torácicos donde la vena cava inferior, el esófago y la aorta atraviesan el diafragma. PARED POSTERIOR DEL ABDOMEN La pared posterior del abdomen (figs. 5-96 a 5-98) está compuesta principalmente por: Cinco vértebras lumbares y los correspondientes discos intervertebrales (centralmente). Los músculos de la pared posterior del abdomen (psoas mayor, cuadrado lumbar, ilíaco, transverso y oblicuos del abdomen), lateralmente. El diafragma, que contribuye a formar la parte superior de la pared posterior. La fascia, incluida la fascia toracolumbar. El plexo lumbar, compuesto por los ramos anteriores de los nervios espinales lumbares. Grasa, nervios, vasos (p. ej., la aorta y la VCI) y nódulos linfáticos. Si únicamente se observa la anatomía de la pared posterior del abdomen en diagramas bidimensionales, como la figura 5-98, sería fácil suponer que es plana. Al observar un cadáver diseccionado o un corte transversal, como en la figura 5-96 A y B, resulta evidente que la columna vertebral lumbar forma una destacada prominencia central en la pared posterior, creando dos «surcos» paravertebrales a cada lado. La parte más profunda (más posterior) de los surcos está ocupada por los riñones y la grasa que los rodea. La aorta abdominal se sitúa en la cara anterior de la protrusión anterior formada por la columna vertebral. Normalmente sorprende comprobar lo cerca que se encuentra la aorta abdominal de la pared anterior del abdomen en las personas delgadas (v. fig. C5-40 C). Por supuesto, hay muchas estructuras situadas anteriormente a la aorta (AMS, partes del duodeno, páncreas y vena renal izquierda, etc.), por lo que estas «estructuras abdominales posteriores» pueden estar más cerca de la pared anterior del abdomen de lo que cabría esperar en las personas delgadas, sobre todo cuando están en decúbito supino. 996 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 5 ABDOMEN Diafragma Vasos y nervios del diafragma Hiatos del diafragma Acciones del diafragma Pared posterior del abdomen booksmedicos.org Push Button0:
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