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Reporte
Alcoholismo y locura
Este artículo se enfoca en la historia del alcoholismo y la locura en México desde 1900 hasta 1913, centrándose en las prácticas de subjetividad y las representaciones de cuidado del alma. 
El alcoholismo se consideró como una plaga social en México durante el siglo XIX y principios del siglo XX. Se menciona que diversos periódicos de la época presentaban la situación del consumo del alcohol como un problema de salud pública que generaba violencia, crimen, agresiones entre familiares y afectaba la salud mental de la población. 
Se hace referencia a la tesis del sueco Magnus Huss, quien creía que el alcoholismo promovía la degeneración racial y la destrucción del carácter. Esta idea fue heredada conceptualmente en México durante el siglo XX y se consideraba que el alcoholismo generaba la mayoría de las enfermedades presentes en los manicomios, como delirios de persecución, manías, epilepsia, entre otras.
El alcoholismo se volvió un hábito que era necesario extirpar por sus consecuencias psíquicas y corporales, se volvió el lastre de una sociedad que aspiraba a progresar y su imagen podía volverse la imagen de la nación, por lo tanto, se buscaba borrar o invisibilizar al hombre perezoso, desmemoriado, indolente y degradado, y combatir el origen de estos males, en especial el consumo de alcohol.
En este sentido, se describe el proyecto antialcohólico de los protestantes como uno de los más completos de la época, logrando incluso influenciar a médicos y políticos.
El artículo explora la disidencia protestante de los métodos católicos y médicos para tratar la locura, especialmente en relación con el alcoholismo. Los protestantes creían que el alcoholismo llevaba a la degeneración y la creación de niños "idiotas", y que la regeneración de la raza podía lograrse a través de la prevención y el tratamiento del alcoholismo. 
En contraste con los métodos católicos y médicos, los protestantes se enfocaron en la disciplina del cuerpo y las emociones para prevenir la enfermedad mental. Su enfoque socioterapéutico buscaba incidir en un ámbito previo al manicomio: es decir, en la vida cotidiana. Más allá de los baños o las sangrías, se buscaba arribar a las pasiones, ya que su desenfreno generaba el consumo excesivo del alcohol y la inminente locura. 
Los protestantes creían que las pasiones y afectos perversos se volvían un elemento que problematizaba la cura e impedían que un sujeto lograra su equilibrio individual, familiar y social. Por lo tanto, su propuesta terapéutica y profiláctica buscó incidir en la regulación y disciplinamiento del cuerpo pasional para evitar la pérdida de la razón y, a su vez, el arribo al manicomio. 
La templanza tuvo un papel central para autocontrolarse, ésta es entendida como la capacidad de controlar los impulsos y las pasiones para lograr un equilibrio físico, mental y social, fue considerada esencial para prevenir y tratar la enfermedad mental. 
También se discute la creencia histórica en el poder curativo del aislamiento para los enfermos mentales, que era prevalente tanto en las tradiciones católicas como protestantes. Desde el siglo XIX, se desarrolló una paulatina forma de pensar e intervenir sobre las enfermedades mentales, desde una arquitectura espacial hasta una simbólica corporal, desde una caracterización del mal o del perjuicio, hasta una representación del curador, o si se quiere, del experto de la mente. 
En este contexto, tanto los católicos como los protestantes eran partidarios de la tesis de la cura por el aislamiento. En el caso de los protestantes, su propuesta terapéutica y profiláctica buscó incidir en un ámbito previo al manicomio: es decir, en la vida cotidiana. Más allá de los baños o las sangrías, se buscaba arribar a las pasiones, ya que su desenfreno generaba el consumo excesivo del alcohol y la inminente locura. 
Los protestantes creían que el aislamiento del sujeto podía encarar el mal provocado por el hábito del alcohol y demás vicios y acontecimientos perturbadores subyacentes a la locura. En su perspectiva socioterapéutica, se buscaba incidir en la regulación y disciplinamiento del cuerpo pasional para evitar la pérdida de la razón y, a su vez, el arribo al manicomio. 
Para realizar la investigación, el autor utilizó fuentes hemerográficas de periódicos liberales de 1900 a 1913 para contextualizar la situación del país en relación al consumo del alcohol, así como fuentes hemerográficas protestantes que permitieron comprender mejor sus ideas sobre el tema. También se mencionan algunos textos de autores como Mariano Rivadeneira, José López, Eduardo Liceaga y Máximo Silva, que abordan el tema del alcoholismo y la locura en México en diferentes momentos históricos. 
Además, se hace referencia a obras de Jacques Postel, Roy Porter, George Groddeck y Carlos Olivier, entre otros, que aportan información relevante para entender la perspectiva y prácticas de los protestantes en relación con el consumo del alcohol y la locura en el siglo XIX y principios del siglo XX en México.
Referencias· Olivier Toledo, C. y Jacobo Albarrán, M. (2013). Alcoholismo y locura: El caso de las sociedades de temperancia en México, 1900-1913. México, UNAM, pp. 53-73.
 Alcoholismo y locura: El caso delas sociedades detemperancia en México, 1900-1913
Carlos Olivier Toledo
Ma. Lourdes Jacobo Albarrán

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