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Reporte_Aprobación de libros

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novohispana
Literatura
Pérez González, Andrea. (2020). La aprobación de libros en la literatura novohispana de los siglos XVII y XVIII: la censura como ejercicio intelectual. Nueva revista de filología hispánica, vol. LXIX, núm. 2, pp. 635-675. Recuperado de https://doi.org/10.24201/nrfh.v69i2.3750
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La aprobación de libros novohispanos
Este artículo académico discute el papel de la aprobación y la censura de libros en la cultura literaria de la Nueva España en los siglos XVII y XVIII, se analiza un corpus de libros impresos durante este período para explorar la relación entre la censura y la crítica literaria; discute la historia y función de la aprobación y la censura de libros en la Nueva España y su relación con autoridades civiles y eclesiásticas. 
El artículo no especifica el corpus de libros analizados en su totalidad, pero se refiere a varios ejemplos, como la Cýthara de Apolo de Agustín de Salazar y Torres y el Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz. El autor también menciona la existencia de múltiples aprobaciones y censuras en los preliminares de los libros impresos españoles de la época, muchas de ellas de carácter crítico y no burocrático.
En el contexto de la literatura impresa, los preliminares son las páginas que preceden al texto principal de un libro, como la portada, la página de título, el prólogo, la dedicatoria, la tabla de contenidos, las aprobaciones y censuras, entre otros. Estas páginas suelen contener información relevante sobre el libro, su autor y su contexto histórico, así como también pueden incluir comentarios críticos, agradecimientos y otros elementos que complementan la obra principal. Los preliminares son una parte importante de la edición de un libro, ya que proporcionan al lector una introducción y un contexto para la obra que está a punto de leer.
Durante los siglos XVI-XVIII, el proceso de aprobación de libros era un requisito legal que debía cumplirse antes de que un libro pudiera ser impreso y distribuido. El proceso comenzaba con la presentación del manuscrito a las autoridades civiles y eclesiásticas encargadas de la censura, quienes debían evaluar el contenido del libro para asegurarse de que no contenía nada que pudiera ser considerado herético, inmoral o subversivo. Si el libro era aprobado, se emitía una licencia de impresión que permitía al autor o al editor imprimir y distribuir el libro. 
Las aprobaciones de libros eran un componente importante del proceso de censura y se incluían en los preliminares del libro impreso. Estas aprobaciones eran escritas por los censores y debían contener información sobre el libro y su autor, así como también una evaluación crítica del contenido de la obra. A menudo, las aprobaciones incluían tópicos retóricos y literarios que justificaban la aprobación del libro y lo elogiaban. 
En general, el proceso de aprobación de libros en la Nueva España era un proceso riguroso y burocrático que estaba diseñado para garantizar que los libros impresos no contenían nada que pudiera ser considerado ofensivo o peligroso para la sociedad. Sin embargo, las aprobaciones también se convirtieron en un espacio para la crítica literaria y el ejercicio intelectual, lo que permitió a los censores ofrecer juicios estéticos y críticos sobre las obras literarias que evaluaban.
El censor era una figura encargada de evaluar y aprobar los libros antes de su impresión y distribución en la Nueva España durante los siglos XVII y XVIII. Los censores eran designados por las autoridades civiles y eclesiásticas y su función era asegurarse de que los libros no contenían nada que pudiera ser considerado herético, inmoral o subversivo. Los censores debían evaluar el contenido de los libros y emitir una aprobación que se incluía en los preliminares del libro impreso. 
Además de su función de censura, los censores también se convirtieron en críticos literarios y su labor en la aprobación de libros se convirtió en un espacio para la reflexión y el ejercicio intelectual. Los censores utilizaban tópicos retóricos y literarios para justificar la aprobación de los libros y ofrecían juicios estéticos y críticos sobre las obras literarias que evaluaban. 
En el artículo se mencionan varios tópicos retóricos utilizados en las aprobaciones, uno de los más comunes era el de la fama del autor, que se utilizaba para justificar la aprobación de un libro sin necesidad de una evaluación exhaustiva del contenido. Otro tópico común era el de la técnica o el arte del autor, que se utilizaba para elogiar la habilidad del escritor en la creación de la obra. 
También se utilizaban tópicos relacionados con el tema de la obra, como la importancia del asunto o la originalidad del enfoque. Además, se menciona que los censores a menudo utilizaban tópicos literarios y retóricos de la tradición renacentista, como la égloga y la novela pastoril, para evaluar la obra. En general, los tópicos retóricos utilizados en las aprobaciones de libros en la Nueva España reflejaban las preceptivas literarias y estéticas de la época y se utilizaban para justificar la aprobación de un libro y elogiar la habilidad del autor.
El principio de autonomía del texto crítico se refiere a la idea de que el discurso crítico es independiente de las instituciones gobernantes y se basa en el juicio personal del lector profesionalizado, se manifestaba en la capacidad del censor para ofrecer juicios estéticos y críticos sobre las obras literarias que evaluaba, independientemente de las imposiciones de las distintas instituciones gobernantes. 
El sentido de mediación entre obra y lector se refiere a la función del discurso crítico como un espacio para la reflexión y el ejercicio intelectual que permite al lector comprender y apreciar la obra literaria de una manera más profunda. El discurso crítico actúa como un puente entre la obra y el lector, proporcionando una interpretación y una evaluación de la obra que ayuda al lector a comprender su significado y valor estético. En conjunto, el principio de autonomía del texto crítico y su sentido de mediación entre obra y lector permiten al discurso crítico actuar como un espacio independiente y autónomo para la reflexión y el análisis literario,

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