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Rcgreso ahora al programa de las tres P's: aprendcr a construir interpretativa. mente el Presente, el Pasado y lo Posible del ser humano, y particularmente hacerlo mediante el uso responsable de la narración. ;Cómo entran la agencia y la colaboración en este esquema? Para empezar. la habilidad es el instrumento de la agencia que se adquierc a través de la colaboración. Sin habilidad, somos impo tentes. Así también con las habilidades v el saber-cómo de la construcción narra tiva. Aunque conocemos los rudimentos de la narración desde una tierna edad (Igual que conocemos los rudimentos del discurso y el diálogo), hay un largo camino por hacer para legar a la madurez narrativa adulta. Y esto es lo que quiero considerar ahora. a 1'ara empezar, parecemos construir las historias llamadas del mundo rcal de forma muy parecida a como construimos las ficticias: las misInas reglas de forma CIôn, las mismas cstructåras narrativas. Sencillamente, no sabemos si sabremos nunca si aprendemos la narrativa a través de la vida o la vida a través de narracio nes: probablemente las dos cosas. Pero nadie cuestiona que aprender las sutilezas de la narrativa es una de las rutas primarias para pensar en la vida; tanto como el entendimiento de las reglas asociativas, comunicativas y distributivas nos ayuda a entender lo que es el pensamiento alcbraico. Por tanto, intentaré hacer un fesu men rápido. Una «historia» (ficticia o real) implica al mínimo a cualquier Agente que Actúa para conseguir un Objetivo en un Contexto reconocible mediante el uso de ciertos Medios. Lo que mueve la historia, lo que hace que merezca la pena contarBa, es una Problemática: algún desarreglo cnre Agentes, Actos, Objetivos, Contextos y Medios. ¿Por qué es la Problemática la licencia para contar una his toria? La narración empieza con un prólogo explícito o implícito que estabiece el carácter ordinario o legítimo de sus circunstancias iniciales: «Yo iba bajando por la calle dedicándome a mis asuntos cuando.. Después la acción se desarrolla le vando a una ruptura, una violación de la expectativa legitima. Lo que sigue puede ser una restitución de la legitimidad inicial o un cambio revolucionario en el cstado de cosas con un nucvo orden de legitimidad. Las narraciones (verdado fic ción) terminan con una convención que restaura al narrador y a la audiencia al aquí y ahora, normalmente dando una pista de evaluación de lo que se desprende. En todas estas fases -el establecimiento de una legitimidad inicial, la gestiÕn de la restitución o la destitución, y la sugerida evaluación del estado final- las narracio nes son profunda e inevitablemente normativas; si bien esta normaividad puede estar tenazmente enmascarada como realidad convencional. Nótese también la narración, ya sea ficticia o «real», se ejecuta en un paisaje doble: uno subjetivo nciencia de los protagonistas y uno «objetivo»o «real» del cual el narrador informa a la audiencia, aunque los protagonistas del relato pueden no conocerlo; como Edipo, que no sabe, aunque tú sí, que Yocasta, su mujer escogida, cs su madre de sangre. 114 que
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