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Gestión del riesgo del arbolado https://jardinessinfronteras.com/2016/10/25/gestion-del-riesgo-del-arbolado/ Bonnnels, J. E. 25/10/206 Resumen: Antes de abordar un tema tan complejo conviene clarificar los conceptos principales, tanto para facilitar la comprensión entre los distintos agentes que intervienen en la toma de decisiones como para comunicarlo adecuadamente a los ciudadanos. Como ejercicio de responsabilidad se plantea la necesidad de elaborar un Plan de Gestión del Riesgo del arbolado en cada Municipio. El árbol como estructura viva El árbol es una estructura viva y por ello sujeta a las leyes de la biología y a las leyes de la física. La dinámica de la ciudad afecta frecuentemente a su estructura. En algunas ocasiones esta convivencia ocasiona alteraciones que disminuyen significativamente la contribución del árbol a la mejora del medio ambiente urbano y puede convertirse en un factor negativo en las condiciones de vida del ciudadano. Uno de estos factores es la probabilidad de caída de ramas y árboles enteros. En los animales, estamos acostumbrados a asociar la muerte a un fallo fisiológico o funcional. En cambio, la vida del árbol depende de dos aspectos: 1. Vitalidad (capacidad de realizar sus funciones vitales) 2. Estabilidad (capacidad de mantenerse en pie) Es importante señalar que: Los síntomas de vitalidad no son los únicos determinantes de las perspectivas de futuro de un árbol. Si se produce un fallo estructural puede quedar comprometido el futuro del ejemplar aunque, este presente síntomas de vitalidad elevada. https://jardinessinfronteras.com/2016/10/25/gestion-del-riesgo-del-arbolado/ Peligro y Riesgo Aunque estas dos palabras se usan como sinónimos se trata de dos conceptos diferenciados. Peligro es la disposición de un objeto, una condición o una situación a producir un daño Riesgo es la posibilidad de que algo adverso suceda. Peligro hace referencia a una cualidad del objeto, condición o situación Cualquier Riesgo está asociado a un peligro que se manifiesta cuando sobrepasamos un límite. Riesgos admisibles y tolerables Para poder vivir debemos aceptar distintos grados de riesgo. Si queremos viajar en coche, hay que aceptar que a pesar de todas las medidas de seguridad hay todavía un riesgo significativo de sufrir un accidente. ESQUEMA DE RIESGO Por lo tanto, no se trata de vivir sin riesgo sino de vivir dentro de un marco de tolerancia de riesgo entre un extremo de riesgo aceptable y el otro extremo con el riesgo inaceptable (Health and Safety Executive, 2001), que se representa gráficamente en la figura adjunta. ALARP, es un acrónimo en inglés “As Low As Reasonably Practicable” (tan bajo como sea razonablemente posible). ALARP, acrónimo del inglés "As Low As Reasonably Practicable", (en español, "tan bajo como sea razonablemente factible"), es un término común en la normativa británica en el campo de la seguridad laboral y en particular la seguridad de sistemas críticos. El principio ALARP es que el riesgo residual debe ser tan bajo como sea razonablemente factible. Para que un riesgo sea considerado ALARP debe ser posible demostrar que el costo de continuar reduciendo ese riesgo es desproporcionado en comparación con el beneficio que se obtendría. El principio ALARP se origina en el hecho de que para conseguir reducir el riesgo residual a cero sería necesario emplear recursos económicos, tiempo y esfuerzo infinitamente. ALARP no es una medida cuantitativa de beneficio contra perjuicio, sino una práctica de juicio para obtener un equilibrio entre riesgo y beneficio a la sociedad. En el contexto ALARP, riesgo es definido como la combinación de la frecuencia (probabilidad) y la consecuencia (Importancia o severidad) de un suceso peligroso. Los factores que generalmente son considerados a la hora de determinar si un riesgo es tolerable son: Normativas de seguridad e higiene Especificaciones Normativas y legislación vigentes Sugerencias de organismos asesores Los diagramas de zanahoria son usados a menudo para ilustrar los tipos de riesgos, y son frecuentemente utilizados dentro del principio ALARP. Son denominados diagramas de zanahoria porque tienen forman triangular con el lado más pequeño en el lugar inferior y suelen estar coloreados en naranja. El diagrama indica en la parte superior los riesgos inaceptables, que deben ser reducidos sin tener en cuenta el beneficio económico que ello conlleve, y los riesgos insignificantes en la parte inferior. La zona intermedia es la zona de riesgo tolerable, que es a menudo denominada zona El término ALARP tiene sus orígenes en la legislación británica, y en particular el acta de seguridad e higiene en el trabajo de 1974 (Health and Safety at Work etc. Act 1974), que requiere la provisión y mantenimiento de equipos y sistemas laborales para que sean seguros y sin riesgos para la salud "siempre y cuando sea razonablemente factible" (SFARP del inglés so far as is reasonably practicable). La definición de SFARP en este contexto conlleva a un requerimiento de que los riesgos deben ser reducidos a un nivel que sea ALARP. A la hora de determinar si un riesgo es ALARP es necesario definir lo que significa "razonablemente factible". Este término ha formado parte del derecho inglés desde el caso de Edwards contra el Departamento Nacional del Carbón en 1949. El fallo fue que el riesgo debe ser insignificante en relación al sacrificio (dinero, tiempo, inconveniencia) necesario para evitarlo. Es decir, que los riesgos deben ser evitados a no ser que la diferencia entre el costo y el beneficio obtenido sea desproporcionado. Al incluir el término "desproporcionado", determinar si un riesgo es ALARP no es tan sencillo como un simple estudio de costo-beneficio, ya que el equilibrio siempre está inclinado en favor de realizar la mejora de seguridad. Sin embargo, no existe un consenso preciso a la hora de determinar que factor es el apropiado a utilizar. https://es.wikipedia.org/wiki/Acr%C3%B3nimo https://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_ingl%C3%A9s https://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_espa%C3%B1ol https://es.wikipedia.org/wiki/Normativa https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_Unido https://es.wikipedia.org/wiki/Seguridad_laboral https://es.wikipedia.org/wiki/Riesgo https://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad https://es.wikipedia.org/wiki/Riesgo https://es.wikipedia.org/wiki/Frecuencia_estad%C3%ADstica https://es.wikipedia.org/wiki/Peligro https://es.wikipedia.org/wiki/Ley https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_de_Inglaterra https://es.wikipedia.org/wiki/Costo-beneficio ALARP, aunque esto es erroneo ya que el principio ALARP es aplicable en todas las zonas. En la zona de riesgo tolerable, los riesgos son ALARP si no pueden ser reducidos de forma que el costo de la reducción no sea desproporcionado con respecto al beneficio que se obtendría de la reducción. Costo – Beneficio: Siempre y cuando un riesgo haya sido previamente reducido a un nivel tolerable, para determinar si el riesgo ha sido reducido al nivel ALARP se debe realizar un estudio de costo-beneficio. Este estudio deberá demostrar mediante una comparativa, que el gasto requerido para reducir el riesgo sería desproporcionado al beneficio obtenido. En caso de que esto no pueda ser demostrado, el riesgo residual no puede ser considerado ALARP. Otro factor a tener en cuenta es el propio coste de evaluar el beneficio obtenido en la reducción de riesgos. En sistemas extremadamente complejos, este coste puede ser extremadamente alto, por lo que puede resultar ser el factor determinante a la hora de determinar la factibilidad de la reducción del riesgo. Fuera del Reino Unido es raro encontrar uso en el principio ALARP, y en su lugar se utilizan normativas y prácticas prescriptivas junto a legislación que identifica niveles absolutos de seguridad requeridos. Cuando el principio ALARP es usado fuera del Reino Unido, es posibleque no tenga las mismas implicaciones que en el Reino Unido. Por ejemplo, "razonablemente factible" puede ser interpretado conforme a la cultura local y con implicaciones distintas, y puede que no exista mención del concepto de disproporcionalidad. Accidentes e Incidentes Accidente es un suceso imprevisto y no deseado que interrumpe el desarrollo normal de una actividad y origina daños a personas o a bienes. Incidente es un suceso imprevisto y no deseado que interrumpe o interfiere el desarrollo normal de una actividad sin consecuencias adicionales. Accidentes previsibles y no previsibles. Los accidentes previsibles son los que antes de producirse presentan indicios que nos alertan. Los accidentes no previsibles pueden ser debidos a dos tipos de causas: Por causa mayor (fenómenos extraordinarios) Por causa fortuita (asintomático) No podemos evitar todos los accidentes causados por los árboles pero si debemos evitar los accidentes previsibles. En caso contrario se puede incurrir en negligencia profesional y puede dar lugar a dos tipos de responsabilidades: Responsabilidad Civil, presente siempre que se produzca un daño a terceros, supondrá la posibilidad de exigir una indemnización por daños y perjuicios. Responsabilidad Penal, que se da en los casos más graves de negligencia profesional, podrá suponer la imposición de una pena a la persona que cometió la negligencia. El factor de seguridad Todos los materiales tienen un factor de seguridad, Es decir, una relación entre su masa y su capacidad de carga. Los árboles presentan un factor de seguridad significativo, superior a los huesos de los vertebrados, pero como todos los materiales vivos tienen un límite. Una estructura viva para ser eficiente limita su capacidad de carga en relación a su masa. Es evidente que incluso un árbol sano puede fracturarse y ocasionar daños. ¿Cuándo un árbol es peligroso? Todos los árboles tienen cierta disposición potencial de producir un daño, pero relativamente pocos lo hacen. Un árbol peligroso tiene una probabilidad elevada de fallar, tanto el ejemplar entero como una o varias de sus partes y en segundo lugar, que también tiene una elevada probabilidad de que en caso de fallo se provoquen daños a personas o bienes. Gestión del riesgo No se trata de eliminar el riesgo asociado al arbolado urbano, incluso ni se trata de disminuirlo sistemáticamente. El riesgo se debe gestionar: evaluarlo, establecer los límites de tolerancia, valorar los recursos y actuar cuando sea razonable. Una gestión adecuada supone un ajuste de los medios y de los objetivos a las distintas situaciones. No podemos aplicar el mismo nivel de precisión a todos los árboles. https://es.wikipedia.org/wiki/Costo-beneficio En el caso de los parques periurbanos o de las masas forestales cuando la frecuencia de ocupación humana es ocasional o poco frecuente aunque haya ejemplares con elevado potencial de fallo, la probabilidad de riesgo de accidente es baja y no justifica medidas de control de árbol a árbol. Finalidad del Plan de Gestión Disponer de un protocolo de trabajo que garantice la gestión adecuada de los ejemplares arbóreos y que lleve un registro sistemático de todas las observaciones. Métodos de Evaluación La base de la Evaluación es el conocimiento del árbol que mejora con los avances de la ciencia. Desde los años 90 se han desarrollado distintos Métodos de evaluación del riesgo potencial del arbolado en distintas partes del mundo, los más usados son: Método ISA (J. Clark y N. Matheny, 1991) o USA, es el método más difundido y usado en Estados Unidos. Método VTA (Mattheck y Breloer, 1994), el más usado en Europa y se basa en los principios de la Biomecánica arbórea. Métodos SIA y SIM (Wessolly, 1995), se basan en la Estática de los árboles o Dendroestática. Método QTRA (Mike Ellison, 2005), es un procedimiento que permite estimar el nivel de peligrosidad de un árbol o evaluar el riesgo de producir un daño calculando la probabilidad resultante del producto de la probabilidad de fallo por la probabilidad de que se produzca el impacto. Todos los métodos presentan aspectos discutibles y cada uno de ellos acentúa alguna faceta de la cuestión. Los instrumentos son complementos de la diagnosis y en la mayoría de los protocolos de evaluación de riesgo no son necesarios. Los resultados de los instrumentos nunca son concluyentes por sí mismos y deben evitarse los instrumentos que perjudican al ejemplar. Procedimiento Se debe realizar una inspección sistemática y ordenada de todos los árboles, tanto los de alineación como los de zonas verdes. Empezando por las zonas de más alta circulación, colegios, zonas de juegos infantiles, zona centro. Esta inspección visual tiene como objetivo realizar un primer filtrado que discrimine los ejemplares que claramente no presentan indicios de riesgo del resto que serán los que se diagnosticaran y pasaran a la segunda fase. Primera Fase: Inspección del arbolado: En esta fase, se trabajará de forma gráfica, sobre un plano de la zona a inspeccionar. El encargado de la zona señalará sobre el plano con un círculo azul los ejemplares inspeccionados y con un círculo rojo los ejemplares a diagnosticar (segunda fase). En el caso que se observaran indicios de riesgo y que la actuación tuviera prioridad se marcará el ejemplar y se indicará con un breve texto el nivel de prioridad y el motivo. Los árboles inspeccionados se registraran como tales y se anotará la fecha de la inspección y el nombre del inspector. Segunda Fase: Evaluación del riesgo: Los ejemplares seleccionados en la inspección para diagnosticar serán revisados por los técnicos designados a esta labor y si estos establecen que no hay motivo de evaluación por no presentar indicios de riesgo se registraran como revisados y el resto se procederá a su evaluación. La evaluación del riesgo la realizaran técnicos formados a tal fin que aplicaran la metodología escogida y rellenaran la ficha de evaluación. Una vez finalizado el trabajo se establecerán las actuaciones adecuadas para cada ejemplar. A los ejemplares a mantener se realizará un seguimiento que puede conllevar distintas visitas de las que se guardará registro. El protocolo de evaluación del riesgo tanto del arbolado como de las palmeras seguirá un proceso ordenado tal como establecen las fichas de evaluación y se llevará un registro sistemático de todos los datos. Se complementará con un reportaje fotográfico en el que se pueda observar el ejemplar completo, la copa y los detalles de las alteraciones más graves detectadas. Tanto los datos de las fichas como las fotos se archivarán de forma sistemática y deben estar vinculados al código de identificación (ID) del inventario o Censo. Conclusiones 1. El riesgo se debe gestionar, es decir, evaluarlo, establecer los límites de tolerancia, valorar los recursos y actuar cuando sea razonable. 2. Es necesario llevar un control de todo el arbolado urbano, pero ello no debe suponer una desproporción de recursos respecto a los fines que perseguimos. 3. Se debe elaborar y aplicar un Plan de Gestión del Riesgo del arbolado. Esto es, un protocolo de trabajo que garantice la gestión adecuada del riesgo de los ejemplares arbóreos y que lleve un registro sistemático de todas las observaciones y las actuaciones. 4. Se podrá llevar a cabo de forma razonable, si se realiza una formación adecuada al personal técnico y laboral que gestiona el arbolado. 5. Es conveniente implementar estrategias comunicativas dirigidas a los ciudadanos que favorezcan la toma de conciencia sobre el riesgo asociado al arbolado y faciliten la gestión del mismo.
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