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LA DÉCADA DEL NOVENTA Y LA DEVALUACIÓN EN ARGENTINA Prof.. Julio C. Tealdo Economía Política Documento de Cátedra Setiembre 2008 La devaluación que se produjo en nuestro país en los primeros meses del año 2002, con todas sus consecuencias, nos deben llevar a reflexionar, no sólo sobre el valor del dólar, sino sobre el funcionamiento económico de la Argentina en la década del noventa. El objetivo de este artículo es sólo limitarnos a analizar el sector externo y el tipo de cambio durante la vigencia de la convertibilidad (1991-2001), sin pretender responder a todas las causas de los problemas económicos actuales. Si bien el sector externo y en ello la Deuda Externa Argentina no es un tema menor, asumimos la limitación de nuestro análisis, pero nos puede servir de punto de partida para posteriores debates, donde involucremos otras variables tan importantes como el sector externo. Muchas veces “algunos economistas locales o extranjeros”, que nos hablan, (según ellos) desde el “conocimiento objetivo”, hacen un análisis coyuntural, de corto plazo y parcial (considerando sólo las pocas variables que les interesa), para responder sobre todos los males argentinos. Ello es una falacia, y no pretendemos hacerlo nosotros. En realidad todo análisis económico sobre un país, se debe realizar en un marco histórico, político, geográfico, con una visión sistémica, entendiendo la situación económica como un proceso en sus aspectos estructurales. Nosotros pretendemos, sin dejar de considerar el marco general que mencionamos, avanzar en un tema clave como lo es el tipo de cambio y las relaciones con el exterior. Dejando en claro nuestro objetivo para el presente artículo, en primer lugar comenzaremos con un marco conceptual de las relaciones con el exterior, la balanza de pagos y el tipo de cambio. A partir de allí, y de la convertibilidad, analizaremos con datos estadísticos que pasó con las relaciones con el exterior en nuestro país y en la balanza de pagos, la deuda externa, y finalizaremos con la devaluación y sus consecuencias. LAS TEORÍAS DE LAS RELACIONES CON EL EXTERIOR La teoría económica clásica y neoclásica, han postulado, al igual que en la actualidad los “neoliberales”, la teoría del librecambio entre las naciones. Dicha teoría en conjunción con otras características que la identifican, proponen la ausencia de barreras al comercio internacional, es decir, la no intervención gubernamental, como la forma más eficiente de funcionamiento económico, asegurando beneficios de riqueza y prosperidad para todos los países. Basándose en la teoría de las ventajas comparativas, cada país produce aquellos bienes en los cuales tiene costos más bajos que los extranjeros, e importa aquellos productos que no los puede elaborar o son muy costoso producirlos. “La competencia del mercado mundial haría que cada país se especializara en las líneas de producción en que tuviera más ventajas comparativas (naturales o adquiridas), de modo que todas las mercaderías se obtendrían siempre por su valor más bajo” 1 . En función de 1 Singer, Paul. “Curso de introducción a la economía política”. Siglo veintiuno editores, 6ta. Edición. estas ideas, las ventajas comparativas sería algo estático, donde cada país se podría especializar en productos basado en sus recursos naturales dados o en la destreza de su mano de obra. Este marco teórico se contrapone totalmente con la realidad empírica e histórica, incluso de aquellos países fervientemente defensores del liberalismo. En la práctica, los países comienzan a aplicar, sobretodo desde fines del siglo XIX y después de la gran crisis del ´30 hasta en la actualidad, medidas proteccionistas al comercio mundial entre naciones. Es decir, que buscan generar trabas a la compra y venta de bienes entre países, con el objetivo de favorecer a sectores locales de sus economías internas. Ya sea para consolidar un desarrollo industrial nacional general o de algunos sectores, o para proteger de la competencia de otros países a regiones o sectores económicos locales. Entre los argumentos utilizados para justificar el establecimiento de medidas proteccionistas, encontramos, “proteger a una industria que se considera estratégica para la seguridad nacional, fomentar la industrialización y la creación de empleo, hacer posible el desarrollo de industrias nacientes o nuevas, tratar de disminuir o combatir los déficits externos generados por que las importaciones son mayores que las exportaciones” 2 . Podríamos seguir enumerando algunos más, tales como, fomentar el desarrollo de alguna región o sector económico, mantener bajo control interno la explotación y producción de algún recurso natural en particular, mantener el empleo en el campo, etc.. En cuanto a las medidas proteccionistas, tomadas por los países podríamos dividirlas en tres grandes grupos. Uno, son las trabas arancelarias, en segundo lugar, las trabas no arancelarias y por último la política económica. Con respecto a la primera, podemos mencionar, la aplicación de aranceles a la importación, es decir, impuestos al ingreso de productos del exterior generando un encarecimiento de los mismos cuando ingresan al país. Y también los impuestos o aranceles aplicados a la exportación, siendo un ejemplo de ello, la aplicación en nuestro país de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Con respecto a las barreras no arancelarias, podríamos mencionar a las regulaciones administrativas, es decir, aquellos trámites burocráticos administrativos que se deben hacer a fin de realizar una importación o exportación, creando muchas dificultades para poder concretar dichas operaciones. Dentro de este segundo grupo también tenemos a las exigencias sanitarias y barreras técnicas, “es muy frecuente que los países más desarrollados establezcan reglamentaciones sanitarias y defensa del consumidor muy minuciosas que, por lo general, se aplican con mucho más rigor a los productos extranjeros que a los nacionales” 3 . Lo mismo podemos decir de los requisitos técnicos de producción que se exigen, a fin de trabar las importaciones de productos del extranjero, que terminan beneficiando a la producción local para vender en el mercado interno. Y en tercer lugar, tenemos medidas de políticas económicas aplicadas, que terminan generando una traba a las importaciones, tales como el establecimiento de cupo o cuotas de importación, es decir, limitar la cantidad que se puede importar de un determinado producto extranjero, cualquiera sea el precio. Ejemplo de ello podría ser las medidas que establecen los países europeos estableciendo límites cuantitativos a la importación de automóviles japoneses. Otra medida de política económica sería los subsidios a las exportaciones, los subsidios a 2 Mochon, Francisco y Beker, Víctor. “Economía. Principios y aplicaciones”. Ed. Mc Graw Hill, 2da. Edición. Madrid, 1997. 3 Beker, Victor y Mochon, Francisco. “Economía. Elementos de micro y macroeconomía”. Editorial Mc Graw Hill. Madrid, 1994. la producción local a fin de producir a un más bajo costo que los productos importados (ejemplo, los subsidios agrícolas de EEUU a su producción). Y así podríamos mencionar muchas medidas de política económica, pero una muy importante sería la fijación del tipo de cambio, concepto que abordaremos más adelante. En síntesis, podríamos decir que desde el punto de vista del comercio exterior existirían dos situaciones totalmente opuestas. Uno es el marco teórico de no intervención estatal, de liberalización del comercio, y otra las políticas proteccionistas a través de distintos mecanismos. La gran mayoríade los países del mundose mueven con distintos niveles de medidas proteccionistas, lo que nos lleva a asegurar que hoy prácticamente no existe país en el mundo (salvo pocas excepciones) que logre tener un comercio exterior totalmente libre. A pesar, que en la Argentina durante la década del noventa, con sus políticas de apertura, baja de aranceles a la importación, supresión de subsidios, desregulación de normas sanitarias y administrativas, estuvo más cerca de las teorías clásicas y neoliberales, que los propios países centrales que pregonan dichas políticas. LA BALANZA DE PAGOS Podríamos definir al balance o Balanza de Pagos, como el documento contable donde se registran todas las operaciones o transacciones económicas de un país con el exterior, durante un período de tiempo que generalmente es de un año. Este documento nos permite brindar información como es el comportamiento económico de un país con el resto del mundo, por que se incluyen todas las operaciones económicas registradas, tanto las realizadas por la actividad privada como por la actividad del Estado. También brinda información sobre la estructura productiva de un país, en términos que según los tipos de bienes, que se importan y que se exportan, podemos deducir los tipos de empresas productivas que hay en el país. La balanza de pagos está conformada por tres grandes partes, las cuales contienen una serie de Sub-Balances y a su vez éstas, están conformadas por cuentas, donde se registran sistemáticamente las transacciones económicas con el exterior. La balanza de pagos en su conjunto siempre deberá quedar en equilibrio, los ingresos y salidas de divisas se deberán compensar de alguna manera. Esto se parece al balance general de una empresa donde el activo es igual al pasivo, o en una familia donde los ingresos son iguales a los egresos. En términos globales, podemos decir que la Balanza de Pagos quedará en equilibrio a lo largo del año. Las tres partes son: I) La CUENTA CORRIENTE o también llamada balanza de operaciones corrientes; II) La CUENTA CAPITAL o balanza en cuenta de capital; III) VARIACION DE RESERVAS INTERNACIONALES. Para algunos autores ésta última cuenta formaría parte de la Cuenta Capital, por lo cual el balance de pagos estaría sólo conformado por dos grandes categorías la Cuenta Corriente y la Cuenta Capital. I) La CUENTA CORRIENTE está conformada por tres sub-balances, que son la Balanza Comercial, la Balanza de Servicios y las Transferencias Unilaterales. La Balanza Comercial, es donde se registran todas las compras y ventas de bienes (mercancías) que se realizan con el exterior. Es decir, todo el movimiento de bienes van a estar comprendidas en esta balanza, que contiene dos flujos muy importantes. Las Exportaciones, conformado por el valor de los bienes que la Argentina vende al resto del mundo. Todas aquellas mercancías producidas localmente que exceden al consumo interno y se venden al exterior. A partir de las operaciones registradas en esta cuenta podemos obtener la información del ingreso de divisas que se genera para un país. Las exportaciones nos indican que de nuestro país salen bienes e ingresan divisas (por ej. dólares) por el pago de dichos bienes. Otro dato importante, al analizar el monto y composición (tipos de bienes) de las exportaciones, nos permite saber como está conformada la estructura del aparato productivo de un país. El otro flujo de la balanza comercial, son las Importaciones, que se refieren a la compra de mercancías desde el exterior. Es decir, son los bienes que compran los residentes nacionales a los extranjeros. En este caso, las importaciones nos indican que a nuestro país ingresan bienes y egresan o salen divisas (por ej. dólares) por el pago de dichos bienes. Al igual que con las exportaciones, esta cuenta nos ayuda a poder ver con claridad la estructura productiva de nuestro país, las necesidades de bienes o insumos como complemento de nuestra producción, e ingresar o comprar todas aquellas mercancías que nuestra economía no tiene capacidad de producir. A partir de éstas dos cuentas, Exportaciones e Importaciones, y al analizarlas en conjunto, nos permite concluir si existe Superávit o Déficit en nuestra relación con el exterior, en cuanto al movimiento de bienes. Si las Exportaciones son mayores que las Importaciones, estaremos en presencia de un Superávit de Balanza Comercial, lo que nos indica desde el punto de vista monetario, es que hay un ingreso mayor al egreso de divisas (U$S). El resultado neto es un ingreso de divisas hacia nuestro país. El Déficit, es el caso totalmente inverso, como las Importaciones son mayores a las exportaciones, nos indica que la salida de divisas del país es mayor al ingreso, por el movimiento de mercancías. En la Balanza de Servicios se registran todos los movimientos de servicios entre países. Está conformada por la importación o exportación de servicios y su saldo surge por la diferencia entre el cobro por servicios prestados menos el pago de servicios utilizados. Como la balanza de servicios está conformada por dos cuentas, los Servicios Reales y los Servicios Financieros, para obtener el saldo final, Superávit o Déficit, habrá que ver los saldos de sus cuentas. Los Servicios Reales, serían fletes, seguros, viajes, turismo, pasajes, gastos de embarque, gastos portuarios, etc. Cuando una empresa nacional vende o presta un servicio (ej. fletes) a empresas de otros países, estaríamos en presencia de una exportación o venta de un servicio y por lo cual van a cobrar por el servicio prestado. Dicha operación generará un ingreso de divisas hacia nuestro país. La situación inversa, es decir, contratar una empresa de otro país por un servicio determinado, va a generar un egreso o salida de divisas del país, por el pago del servicio. En este caso estaríamos importando un servicio. Esta cuenta genera ingresos y también egresos de divisas, según quien es la empresa que presta el servicio. Por lo cual tendrá un saldo de superávit, cuando los cobros en dólares por los servicios prestados es mayor a los pagos de servicios al exterior, y lo realizan empresas argentinas o ubicadas en nuestro territorio. El déficit, es el caso inverso al anterior. Mientras que en los Servicios Financieros, se incluirían todos los movimientos financieros monetarios (en U$S) entre países, que son consecuencia de algún movimiento de capitales en períodos anteriores. Estarían incluidos los intereses de la deuda externa, utilidades (ganancias) que las empresas extranjeras envían a sus países de origen, o utilidades de empresas argentinas que están en el exterior envían hacia nuestro país, dividendos, regalías, etc. También esta cuenta tendrá superávit o déficit según los movimientos en el año. Si las divisan que egresan (pagos) del país son mayores a las que ingresan (cobros), por intereses de la deuda externa, utilidades de la empresas, dividendos, regalías, etc., estaremos en presencia de un déficit en la cuenta de Servicios Financieros. Mientras que si los cobros superan a los pagos, estaremos frente a un superávit. Para determinar el saldo final de la Balanza de Servicios, habrá que analizar los saldos de cada una de sus cuentas (servicios reales y servicios financieros), y de allí surgirá la existencia de un déficit o superávit. Por último, en la Cuenta Corriente, tenemos la cuenta Transferencias Unilaterales, que allí se registran todos los movimientos que hay entre un país con el resto del mundo, pero no existe contraprestación concreta. Un ejemplo de ello, son las donaciones que se reciben o se realizan, el cobro de jubilaciones por extranjeros residentes en nuestro país, los envíos de dólares a sus países de origen (a sus familias) de la comunidad peruana, paraguaya u otra, que trabaja en Argentina. En estacuenta también hay ingresos de divisas y salidas de divisas, según se verifiquen los movimientos sin contraparte, y surgirá un saldo de superávit o déficit. Superávit, cuando los ingresos por donaciones, jubilaciones, envío de U$S del exterior a familiares en Argentina, etc., sean mayores a los egresos en los mismos conceptos. El déficit será cuando se produzca la situación inversa. Por supuesto que esta cuenta es de escasa importancia en los Balances de Pagos de los distintos países. Habiendo analizado la conformación de la Cuenta Corriente, surgen de allí todos los movimientos de bienes y servicios que tiene un país con el exterior, es decir, su capacidad de generar divisas genuinas en las relaciones con el exterior. Esta cuenta, en función de los sub-balances en conjunto, tendrá un saldo de superávit cuando genere un ingreso de divisas mayor a la salida, y posiblemente pasarán a engrosar las reservas del país. Ante la situación inversa, que la cuenta corriente tenga un Déficit, por que los pagos en divisas de importaciones, servicios reales y financieros, y transferencias unilaterales, superen a los ingresos por exportaciones, pagos de servicios y transferencias unilaterales, el país se verá obligado a endeudarse o vender los dólares de sus reservas, para poder compensar el déficit. II) La CUENTA CAPITAL, está conformada por dos grandes cuentas, los Capitales de Préstamos y los Capitales de Riesgo. En cuanto a los primeros, ubicaremos allí todos los préstamos que reciba (ingresos de divisas) un país del exterior, ya sea por que lo soliciten las empresas privadas o el Gobierno Nacional. También ubicaremos allí los préstamos que realice (salida de divisas) un país o un banco de nuestro país al exterior, al igual que la devolución (salida de divisas) de préstamos solicitados en su momento. Es decir, todo el movimiento de capitales de préstamos (ingresos o pagos) se ubicarán en dicha cuenta. Mientras que en los Capitales de Riesgo, ubicaremos todo los movimientos de capitales (ingresos y egresos) entre países, sean de Inversión Productiva o de tipo Capitales Financieros. Cuando mencionamos los Capitales de Inversión Productiva, nos estamos refiriendo a aquellos capitales que ingresan a un país en una actividad productiva concreta, ejemplo la instalación de la empresa automotriz GM en la Provincia de Santa Fe en la década del noventa. También la compra de empresas (industrias) argentinas por parte de capitales extranjeros. En esta cuenta, también incluye aquellos capitales argentinos que invierten en actividades productivas de otros países, figurarán como una salida de capitales de riesgo de inversión productiva. Mientras que los Capitales Financieros (también llamados “golondrinas”), son aquellos que ingresan o salen de los países vía inversiones en divisas en el mercado financiero, plazo fijo, acciones, títulos valores, bonos de deuda pública, etc. De modo que tomando la cuenta capital en su conjunto, a lo largo de un año, y contabilizando los ingresos y salidas de divisas vía préstamos, inversiones productivas e inversiones financieras, la misma tendrá un saldo superavitario (ingresos mayor a los egresos de U$S) o deficitario en el caso contrario (ingresos menores a los egresos de U$S). En caso de la existencia de un superávit ello le permitirá a ese país compensar déficit de la cuenta corriente, pagar deuda externa o incrementar sus reservas. Si tienen un déficit, no podrá compensar la cuenta corriente si esta es deficitaria, es más deberá generar superávit en su cuenta corriente o, en su defecto, deberá recurrir al F.M.I. a pedir préstamos (Capitales Compensatorios), como veremos en la cuenta Variación de Reservas Internacionales La tercera parte de la Balanza de Pagos, es una cuenta que actúa como compensación de las dos partes anteriores. Nosotros al principio habíamos dicho que la balanza de pagos debería quedar en equilibrio, por lo cual para llegar al mismo existe lo que se llama, III) VARIACION DE RESERVAS INTERNACIONALES. Esta cuenta está conformada por las Reservas en Divisas U$S que el país tiene, y los Capitales Compensatorios, que son los préstamos del F.M.I. (Fondo Monetario Internacional), para aquellos países que tienen dificultades en su Balance de Pagos (Cta.Corriente – Cta.Capital), es decir déficits de las dos cuentas o en una de ellas que no es compensada por la otra, y necesitan divisas para compensar sus déficits. Ahí se utiliza esta cuenta, utilizando reservas o préstamos del FMI. Si hay superávit se engrosan (aumentan reservas). BALANCE DE PAGOS (esquema) I ) BALANZA Importaciones CUENTA COMERCIAL CORRIENTE (Mercancías) Exportaciones BALANZA Reales: Fletes, Seguros SERVICIOS Financieros: Intereses, Utilidades TRANSFERENCIAS UNILATERALES Donaciones II) CUENTA PRESTAMOS CAPITAL RIESGO Inversión Productiva Capitales Financieros - - - - - - - - - - - - - - - - SUPERÁVIT O DÉFICIT DE LAS TRANSACCIONES III) RESERVAS DIVISAS U$S VARIACION DE RESERVAS CAPITALES INTERNAC. COMPENSATORIOS F.M.I. EQUILIBRIO FINAL EL TIPO DE CAMBIO Cuando nos referimos al tipo de cambio, nos estamos refiriendo a la relación de valor de una moneda con respecto a otra. Podríamos definir al tipo de cambio, como “el precio de una moneda expresado en otra. El tipo de cambio se expresa como el número de unidades de moneda nacional por unidad de moneda extranjera” 4 . Por ejemplo, en el año 2002 el tipo de cambio en Argentina respecto al dólar era de $ 3.50, es decir, hay que entregar tres pesos con cincuenta para obtener un dólar. Así podemos analizar los distintos tipos de cambio de nuestra moneda respecto a otras. La que generalmente se toma en cuenta y nos interesa, es el valor del tipo de cambio del dólar, por que es la moneda de transacción internacional. Con lo cual todas las operaciones con el exterior, que hacen todos los países, se realizan en dólares. Ahora, respecto a la forma de determinar el valor del tipo de cambio, y que sea el precio de equilibrio, es sumamente complejo. Sobre todo por que es el precio de una relación de monedas, que condiciona y repercute en todas las relaciones exteriores de un país. El organismo que establece las reglas que rigen el mercado de divisas y determinan el tipo de cambio es el Banco Central. Existen distintos sistemas o reglas para fijar el tipo de cambio. Uno es el tipo de Cambio Fijo, que es cuando el Banco Central determina en forma rígida el valor. Por ejemplo, la convertibilidad, fue un sistema de cambio fijo de nuestra moneda respecto al dólar. Una variante de este tipo de cambio es el llamado control de cambios, se refiere cuando se hace coincidir la oferta y demanda con estricto control de ventas y compras de divisas (fija prioridades) a un precio fijado por la autoridad monetaria del momento (Gobierno – Banco Central). Otra son los tipos de Cambio Libre o Flexibles, que serían el caso, donde el valor del tipo de cambio se determina en el mercado por la oferta y demanda de dólares. A su vez en este tipo de cambio flexible existen dos alternativas: el tipo de cambio flexible de Flotación Limpia, donde el valor del tipo de cambio se determina en el mercado libre, por la oferta y demanda de divisas sin intervención del Banco Central. Y el tipo de cambio flexible de Flotación Sucia, donde el valor del tipo de cambiose determina en el mercado libre, oferta y demanda del mercado, pero con intervenciones del Banco Central, comprando y vendiendo dólares como un agente más, a fin de establecer o mantener el valor entre determinados rangos o valores del dólar. Y también podemos encontrar aquí el tipo de cambio Ocasionalmente modificado, por ejemplo, cuando se implementa una tablita cambiaria, o esquema de modificaciones del tipo de cambio en determinadas fechas ya pre- establecido (ej. en Argentina, la tablita cambiaria implementada por el Gobierno Militar de 1976, por su ministro de Economía Alfredo Martinez de Hoz). Y por último el tipo de Cambio Múltiple, es el caso en que el Gobierno en acuerdo con el Bco. Central, establece distintos tipos de cambio según la actividad económica, por ejemplo, el dólar comercial, dólar financiero, dólar turista, el dólar agropecuario, el dólar industrial. Decíamos anteriormente que es sumamente complejo establecer el valor de equilibrio del tipo de cambio, pero para los países es sumamente importante tener un tipo de cambio lo más cerca del equilibrio, debido a que en caso contrario se produciría lo que se conoce como la sobrevaluación o la subvaluación de la moneda. Decimos que hay una Sobrevaluación de nuestra moneda, cuando ésta tiene un valor mayor al que debería tener, y por lo cual es barato comprar la moneda extranjera. Si partiríamos (en teoría) que para el 4 Beker, Victor y Mochon, Francisco. “Economía. Elementos de micro y macroeconomía”. Editorial Mc Graw Hill. Madrid, 1994. año 2000 el valor de equilibrio del tipo de cambio podría ser de $ 2 = 1 U$S, a fines del año 2001 cuando estábamos en la convertibilidad ($ 1 = 1U$S) nuestra moneda se encontraba sobrevaluada. En cambio, la Subvaluación es el caso contrario. Indica que nuestra moneda tiene un valor menor al que debería tener, sería el caso, si para el 2002 en una primera etapa el tipo de cambio de $ 3.50 = 1U$S, cuando en nuestro ejemplo el tipo de cambio de equilibrio dijimos que es $ 2 = 1U$S. Es decir, necesitaríamos más pesos para comprar dólares que el valor de equilibrio teórico, allí estamos frente a una subvaluación de nuestra moneda. Por ello generalmente los gobiernos complementan la política cambiaria (el valor del tipo de cambio), con el conjunto de las otras políticas económicas que aplican, tales como las políticas arancelarias, los subsidios, la política fiscal, la política monetaria, la política de precios, las políticas de ingresos, etc. Incluso hacen un seguimiento de la inflación (aumento de precios interno, los precios de otros bienes) con el valor del tipo de cambio, a fin de compatibilizar este precio (el del tipo de cambio, nuestra moneda con el U$S), con los otros precios de la economía en su conjunto, para evitar la sobrevaluación o la subvaluación del peso (de nuestra moneda). EL SECTOR EXTERNO ARGENTINO DURANTE LA DÉCADA DEL NOVENTA Durante la década del noventa, y sobre todo después de lanzada la convertibilidad en el año 1991, la Argentina tuvo un período de fuerte crecimiento económico. Mediante la convertibilidad y por ley, el Banco Central estableció un tipo de cambio fijo de 10.000 australes = 1 dólar. Luego con el cambio de signo monetario (Pesos) y el quite de cuatro ceros al austral, se convirtió en $ 1 = 1U$S. Las políticas económicas neoliberales que se comienzan a aplicar via desregulación de los mercados, desmantelamiento del Estado, apertura a las importaciones, liberalización de precios, apertura financiera, libertad de movimientos de capitales, eliminación de subsidios, supresión de organismos de control del Estado, conjuntamente con las privatizaciones “a precios de regalo” de las empresas públicas (según el economista de Flacso Nochteff, las más acelerada y masiva del mundo) en el marco del Plan Brady, y el favorable contexto internacional a inicios de los noventa hacia los países emergentes, generaron un ambiente propicio en la Argentina para el ingreso de capitales y en otros países de América Latina. Estas condiciones generaron en nuestro país un esquema perverso de funcionamiento en las relaciones con el exterior, que terminó desembocando en una Deuda Externa a niveles altísimos y una devaluación de la moneda. Analizando la Balanza Comercial, podemos decir que histórica y tradicionalmente nuestro país había tenido superávit, es decir, que las exportaciones superaban a las importaciones. La vigencia del tipo de cambio fijo (convertibilidad), con ciertos niveles de inflación en los años noventa, que acumulada llegó al 60%, y en un contexto internacional donde casi todos los países del mundo en los ´90 devaluaron sus monedas, generó una sobrevaluación de nuestra moneda. Ello junto a la apertura indiscriminada de las importaciones de todo tipo de productos, desde maquinarias a alimentos, provocó un inmediato cambio en el saldo de la balanza comercial, generando un fuerte déficit. Es decir, convertibilidad, sobrevaluación de la moneda (dólar barato), apertura importadora, generaban un incentivo a las importaciones del exterior, un subsidio encubierto, por lo cual los productos importados eran más barato que la producción nacional. Es claro ello en el sector industrial (Cuadro Nº 1) durante la década del noventa, el fuerte déficit que tuvo a lo largo de toda la década, pero sobre todo a partir de 1992. Así, a partir de dicho año las importaciones en general comienzan a crecer aceleradamente, generando un déficit de balanza comercial de 1.450 mill. de U$S. para ese año.Dicho déficit, se va a repetir en crecimiento en toda la década, salvo los años 1995- 1996 durante la crisis del tequila (Cuadro Nº 2 y 3). Gráfico Nº 1: Balance de Divisas de la Industria Argentina en la década del ´90. Fuente: Elaboraciòn propia en base a datos del INDEC. FIDE, Revista Coyuntura y Desarrollo N* 292, Diciembre de 2003. CUADRO Nº 2 ARGENTINA: BALANZA DE PAGOS. Evolución 1992-2001 (en miles de millones de dólares) 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Cuenta Corriente -5462 -8162 -11157 -5210 -6872 -12334 -14624 -12000 -8864 -4429 Balanza Comercial -1450 -2364 -4139 2358 1760 -2123 -3097 -794 2558 7507 Exportaciones 12235 13269 16023 21162 24043 26431 26434 23309 26410 26655 Importaciones 13685 15633 20162 18804 22283 28554 29531 24103 23852 19148 Balanza Servicios -4012 -5798 -7018 -7568 -8632 -10211 -11527 -11206 -11422 -11936 Servicios Reales -2257 -3323 -3786 -3458 -3581 -4449 -4516 -4156 -4288 -4021 Servicios Financieros -2416 -2995 -3694 -4662 -5496 -6215 -7409 -7432 -7369 -8095 Transferen.Unilaterales 661 520 462 552 445 453 398 382 235 180 Cuenta Capital 8567 13564 12743 7223 12086 16818 18418 14010 9649 -4127 Errores y Omisiones 0 -1165 -902 -2114 -1331 -1212 -356 -807 -1225 -3527 Diferencia Cta.Corriente 3105 4237 684 -101 3883 3272 3438 1203 -440 -12083 y la Cuenta Capital (incluido errores y omisiones) Variación de Reservas 3105 4237 684 -101 3883 3272 3438 1203 -440 -12083 Inernacionales Datos de la Deuda Externa Argentina (en miles de mill. de U$S) DEUDA EXTERNA 61.551 78.447 90.094 113016 125489 145683 165345 176751 185332 198841 Fuente: Elaboración propia en base a la revista FIDE. Datos de fuentes oficiales y privadas. POR AÑO 1990-2000 3470,5 -6581,5 -7967,6 -10874,3 -6032,5 -8314,6 -12085,5 -12962 -9925,8 -8592,4 -420,4 -14000 -12000 -10000 -8000 -6000 -4000 -2000 0 2000 4000 6000 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 19971998 1999 2000 AÑOS M IL L . D E U $ S POR PERIODOS Y TOTAL DECADA DEL ´90 -28405,8 -51880,3 -80286,1 -90000 -80000 -70000 -60000 -50000 -40000 -30000 -20000 -10000 0 1990-1995 1996-2000 1990-2000 PERIODOS M IL L . d e U $ S CUADRO Nº 3 ARGENTINA: BALANZA DE PAGOS. Evolución 1990-2000 (en miles de millones de dólares) 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Balanza Comercial 8274 3703 -1450 -2364 -4139 2358 1760 -2123 -3097 -794 2558 Exportaciones 12353 11978 12235 13269 16023 21162 24043 26431 26434 23309 26410 Importaciones 4079 8275 13685 15633 20162 18804 22283 28554 29531 24103 23852 Datos de la Deuda Externa Argentina Deuda Externa 61770 66783 65194 82880 96554 113164 125489 145683 165345 176751 185332 Fuente: Elaboración propia en base a la revista FIDE. Datos de fuentes INDEC, Ministerio de Economía, BCRA. Por el lado de la Balanza de Servicios, que siempre fue escasamente deficitaria, a partir de finales de los años ´70 y como consecuencia de la Deuda Externa contraída por la dictadura militar, sus niveles fueron altamente crecientes, llegando en el año 1992 a ser de -4012 mill. de U$S. Recordemos que la Deuda Externa Argentina que era de 8.000 mill de dólares en el año 1976, cuando se produce el golpe militar, pasó a 45.069 en 1983, año en que asume el nuevo gobierno democrático. Es decir, tuvo un crecimiento del 462%, lo cual generó a partir de allí, y por el pago de intereses de la deuda externa, un fuerte y permanente déficit en la cuenta de servicios financieros. A ello hay que sumar que en los noventa el crecimiento de salida de divisas en dicha cuenta se debió, a que a medida que se extranjerizaba la economía vía, compra de bancos locales por la banca extranjera, la llegada de las grandes cadenas internacionales de comercialización como por ejemplo, Carrefour, Walmart y otras, las inversiones extranjeras en la compra de las grandes industrias locales, privatizaciones, etc., se generaba la remisión de las utilidades o ganancias de dichas empresas a sus casas matrices del exterior. Todo ello en un marco de desregulación del sistema financiero que permitía la entrada y salida totalmente libre de capitales, sin control, ni regulación. Así en la década analizada, se generaba un fuerte déficit se servicios financieros y lo cual potenciaba el déficit de la balanza de servicios en general (Cuadro Nº2). Sumando el déficit en la balanza comercial y el déficit de la balanza de servicios, en nuestra Cuenta Corriente para 1992 se generó un déficit de 5.462 mill. de dólares (salida de divisas), Cuadro Nº 2. Considerando que la Cuenta Corriente, es la parte de la balanza de pagos, que nos informa sobre el grado de competitividad de nuestra economía con el exterior y sobre la generación de divisas en forma genuina. Los datos nos indican que nuestro país a partir de ese año pierde competitividad y no genera las divisas suficiente, y lo que es más grave, las importaciones impactan de tal forma que destruye gran parte del aparato productivo industrial, que no pueden competir con los productos del exterior. Ahora observando los datos de la Cuenta Capital, la misma tiene un superávit de 8567 mill de U$S para 1992 (Cuadro Nº 2). Vamos a ver que los ingresos de capitales se producían por distintos mecanismos: a) por préstamos que fueron solicitados por el sector público y el sector privado, a éste último les convenía endeudarse en el exterior en U$S por ser la tasa de interés mas baja, y la existencia del 1 a 1 en nuestro tipo de cambio, aseguraba la devolución de los préstamos; b) por el ingreso de inversiones productivas, como el caso de las privatizaciones (venta de la empresas públicas), la compra de empresas nacionales (extranjerización de la economía; c) el ingreso de inversiones financieras (la gran mayoría), también llamadas “capitales golondrinas”, aquellos capitales que ingresaron y fueron invertidos en el sistema financiero (plazo fijo, bancos, bolsa de valores, acciones y títulos, títulos públicos, etc.). Capitales muy volátiles, generalmente de corto plazo, que entraban y salían del país libremente, sin control y regulación, y estaban exentos de impuestos. Dicho superávit de la cuenta capital, permitía compensar los déficits de la balanza comercial y de servicios, es decir, la Cuenta Corriente, y no solo ello, sino también permitía engrosar las reservas del Banco Central que compraba dólares. Este mecanismo permitía al Banco Central emitir moneda, y financiar el crecimiento económico, que se basaba casi exclusivamente en el consumo de la sociedad. Si nos fijamos en la cuenta Variación de Reservas Internacionales, éstas crecieron en 3105 mill. de dólares en 1992. Por supuesto, que a partir de este esquema de funcionamiento y compensación de déficits, se estaba gestando una deuda externa impagable e incontrolable que llegó a casi los 190.0000 mill de U$S hacia finales de la década (Cuadro Nº 2). El comportamiento general de la década del noventa, fue muy similar al analizado para el año 1992. Es más se profundizó a medida que pasaban los años. Funcionó con la lógica antes explicada, crecimiento del déficit de balanza comercial, crecimiento permanente de los servicios financieros llegando hacia 1999 a un monto de 11.206 mill U$S. y de los servicios en general, lo que llevó a un déficit de Cuenta Corriente global. Dicho déficit se fue financiando con el ingresos de divisas en la cuenta capital, aspecto no neutral, porque iba generando un incremento de la Deuda Externa a niveles cada vez más elevados, que luego se debía devolver más intereses, y que llevaban a condicionar la posibilidad de pagos. En el año 1990 la Deuda Externa Argentina era de 63.300 mill U$S y hacia fines de 2000 llegaba a 185.332, es decir, tuvo un crecimiento del 200% (Cuadro Nº 2 y 3). Una comparación interesante en el cuadro mencionado es ver el crecimiento permanente y en paralelo que tuvieron la cuenta Servicios de la balanza de pagos por el impacto de los intereses de la deuda externa (servicios financieros) y la deuda externa argentina, durante la década del noventa (Cuadro Nº 2 y 3). Financiamiento de las importaciones, pago de intereses de la deuda externa, salida de divisas por remisión de utilidades de las empresas extranjeras, incrementos de las Reservas del Banco Central, fuga de capitales al exterior (según el economista Eduardo Basualdo a fines de los noventa era de 100.000 mill. De U$S), financiación del consumo interno vía préstamos bancarios para la compra de gran parte de productos importados, todo este mecanismo generaba una demanda cada vez mayor de dólares. Ante la destrucción de la industria local, a pesar del crecimiento global de nuestras exportaciones, y además, en un contexto de tipo de cambio fijo, donde casi todos los países devaluaban en mayor o menor medida sus monedas, nuestra moneda se sobrevaluaba y provocaba en nuestro país la necesidad de cada vez mayor endeudamiento para tener capacidad de oferta de dólares. Es realidad, se estuvo gestando en los noventa, un esquema de funcionamiento económico basado en el crecimiento de la Deuda Externa, que financiaba los déficits de la balanza de Cuenta Corriente, el incremento de las Reservas y la fuga de capitales al exterior. Ante situaciones de crisis como en 1995 o desde 1998-99 en adelante, el Banco Central compensaba los déficits, vendiendo dólares de las reservas, para cubrir la demanda. Hacia finales de la década, dado losdesequilibrios externos mencionados, la restricción de préstamos a la Argentina a nivel internacional, la disminución de las reservas del Banco Central (en el 2001 vendió reservas por 12.000 mill. de dólares), generaba una presión de la demanda sobre la oferta de divisas, que en un principio se compensó con un ajuste interno que provocaba, recesión, caída de la demanda, caída de las importaciones. Pero el desequilibrio estructural del “modelo”, profundizó la crisis del sector externo, y a medida que en el Banco Central disminuían las Reservas hacía imposible sostener el tipo de cambio fijo. Podemos decir que no hay experiencia mundial tanto de países desarrollados como subdesarrollados, que compruebe la existencia de déficit externo en forma permanente. Por ello, todos los países, desde el fin del patrón oro, acompañan sus políticas económicas internas con pequeñas o grandes devaluaciones en función de sus intereses y de su producción nacional. Aún cuando no devalúan, aplican fuertes políticas restrictivas a las importaciones, o subsidios a sus exportaciones (medidas proteccionistas en general), a fin de generar las divisas suficientes, y no tener que recurrir en forma permanente al endeudamiento. Este esquema, hizo vivir en la Argentina una burbuja de consumo a algunos sectores sociales, los de mayores ingresos. Dicha situación era una ficción, debido a la sobrevaluación de nuestra moneda que nos permitía comprar dólares barato o comprar productos importados muy baratos. Y nuestra moneda no se sobrevaluaba por su potencial productivo, o la competitividad de la economía, sino en forma ficticia por una ley y cubriendo los déficits con Deuda Externa. Esta situación es la que nos va llevando a fines del año 2001 y principios del año 2002 a una devaluación brutal, ya anticipada por algunos economistas. Desde hacía varios años, a fines de los años `90 economistas “críticos” al modelo, (los cuales no estaban en los medios masivos de comunicación), planteaban que el ajuste en algún momento iba a venir por devaluación en nuestro país, debido a que la convertibilidad generaba más salida que ingreso de divisas (U$S) en una economía que cada vez venía creciendo menos (el PBI iba disminuyendo en los últimos años de la década del noventa). Esta situación, en un país sin capacidad industrial exportadora, y en condiciones de restricción del endeudamiento, haría imposible sostenerla. Cuando la demanda de divisas es mayor a la oferta, y no se puede compensar el déficit global de la Balanza de Pagos, el tipo de cambio se modifica (aumenta el valor del dólar, se devalúa nuestra moneda), por qué es un bien escaso y altamente necesario, generándose una devaluación, provocada por el propio Gobierno o por los actores económicos, con todas las consecuencias que ello genera, generalmente con un aumento de precios generalizados. Como planteamos al principio, en nuestra visión sistémica, debemos agregar a la crisis del sector externo, la crisis económica general y los serios problemas políticos e institucionales, en que fue ingresando nuestro país sobre fines de 2001. Esto no excluye de culpas o responsabilidad a los gobernantes que devaluaron y la salida que dieron a la crisis. Porque fue una salida de la convertibilidad, dentro del propio modelo neoliberal que aún estaba totalmente vigente, convalidando una estructura de concentración, extranjerización y poder económico, donde los sectores medios y los de menores recursos, sufrieron una caída en sus ingresos como consecuencia de la inflación posterior. Podemos decir, que el modelo implementado en los noventa, y la salida de la convertibilidad (que se hizo de la peor manera a las alternativas que existían), han llevado a que nuestro país se encuentre en eses momento en una de las crisis económicas más grandes de su historia. BIBLIOGRAFÍA - AZPIAZU, Daniel / NOCHTEFF, Hugo. “La Democracia condicionada. Quince años de economía”. Introducción. En el Libro “15 Años de Democracia” . Lejtman (Comp.) . Edit. Norma. Año 1998. - BASUALDO, Eduardo “Concentración y Centralización del capital en la Argentina durante la década del noventa”. Edit. Univ.Nacional de Quilmes /FLACSO / IDEP. 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