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Amalgama - Rocio Acosta

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AMALGAMA 
La amalgama de plata se ha usado como material restaurador confiable y seguro 
por más de un siglo y a pesar de su antigüedad, todavía sigue siendo objeto de 
estudio y un material de elección en diversas situaciones clínicas. 
A pesar de los progresos considerables obtenidos en los últimos años en el campo 
de los composites, especialmente en relación con su utilización en los dientes 
posteriores, la amalgama aún continúa ocupando un lugar destacado en la odontología 
restauradora, en función de las siguientes ventajas: 
• Mantenimiento de la forma anatómica. 
• Resistencia a la abrasión. 
• Adaptación correcta a las paredes cavitarias. 
• Autosellado marginal, determinado por la deposición con el correr del tiempo 
de los productos de su corrosión a nivel de la interfaz diente-restauración. 
• Insoluble en los líquidos bucales. 
• Técnica menos sensible. 
• Longevidad (promedio de 10 a 15 años). 
 No obstante, presenta como principales desventajas: 
• Microfiltración inicial. 
• Falta de adhesión a las estructuras dentarias, con posible incidencia de caries 
secundaria. 
• Falta de estética. 
• Conductibilidad térmica. 
• Modificaciones volumétricas. 
Amalgama dental: es la aleación de uno o más metales con mercurio, que endurece 
constituyendo una estructura cristalina con formación de soluciones sólidas, 
compuestos intermetálicos y /o eutécticos. 
Composición química de una aleación (s / Especificación nº 1 de la F.D.I.). 
Ag: 65 % como mínimo 
Sn: 29 % como máximo 
Cu: 6 % como máximo (puede ser hasta 30 % en las nuevas aleaciones) 
Zn: 2 % como máximo 
Hg: 3 % como máximo (como preamalgamado) 
 
Estas aleaciones son actualmente conocidas como aleaciones convencionales. 
 
Al poner en contacto la aleación con el mercurio durante el procedimiento de 
trituración, éste ataca y disuelve parcialmente las partículas y reacciona con la plata y 
el estaño formando fases metalográficas que llevan al endurecimiento, el fraguado o la 
cristalización del material. La reacción de endurecimiento puede esquematizarse de la 
siguiente forma: 
 Ag3 Sn + Hg Hg Ag3 Sn + Ag2 Hg3 + Sn7-8 Hg 
 (Part. original) (Part. sin reaccionar) (Fase gamma 1) (Fase gamma 2) 
 
La fase gamma 2 es la fase negativa de las aleaciones y es responsable de creep, 
flow, corrosión y fractura marginal. 
La eliminación de esta fase en las aleaciones para amalgama se logra por el aumento 
significativo en la proporción de cobre (más del 13 %, hasta el 29 y 30 % en peso). 
 
 En 1963, Innes y Youdelis marcaron el comienzo de una nueva generación de 
amalgamas, al aumentar su resistencia mecánica, haciendo una mezcla de 
aleaciones convencionales de partículas irregulares en forma de limaduras 
(aproximadamente dos tercios) con partículas esféricas (alrededor de un tercio) 
correspondiente al eutéctico plata-cobre (72 % de Ag y 28 % de Cu). Estas aleaciones 
se denominaron Aleaciones de alto contenido de cobre, de Fase Dispersa (figura A) y 
presentaron una disminución evidente en la incidencia de fractura marginal y un mejor 
comportamiento clínico. 
 
 
En la década de los sesenta surgieron así en el mercado odontológico aleaciones 
con una composición diferente de un contenido relativo mayor de cobre (eutéctico 
plata-cobre) que tiene por finalidad evitar la formación de fase gamma 2, al actuar 
como elemento reforzador y dispersador de partículas. Así la fase negativa es 
reemplazada por dos nuevas fases mecánicamente más fuertes y químicamente más 
estables, como la Cu6 Sn5 y Cu3 Sn. 
Posteriormente se desarrollaron las Aleaciones con alto contenido de cobre de 
Única Composición donde todas las partículas tienen una composición similar, 
constituídas por plata 40-60 %, estaño 27-34 % y cobre 13-29 % que pueden 
presentar una morfología de limaduras, esféricas o blend (figura B). Asgar en 1971, 
fue el primero en diseñar una de partículas totalmente esféricas. 
Las amalgamas con alto contenido de Cu son también conocidas como 
amalgamas sin fase gamma 2, esto se asocia con la ausencia de la fase Sn-Hg 
(gamma 2) en la estructura final. Revelan como ventajas, mayor estabilidad química, 
menor corrosión, menor posibilidad de experimentar creep estático y dinámico y 
consecuente deterioro marginal, lo cual determina un mejor comportamiento clínico. 
 
 L a aleación en cualquiera de sus presentaciones comerciales, como se muestra 
en la siguiente figura, debe mezclarse con mercurio (Hg) para otorgarle plasticidad a la 
amalgama. El mercurio debe ser químicamente puro y límpido (presentando en su 
superficie, en su menisco convexo, una imagen de espejo). 
 
 
 
 
Características de las aleaciones Características de las aleaciones 
convencionales con alto contenido de Cu 
Contenido de Cu, 2% a 6% Contenido de Cu, 12 a 30% 
Requieren alto % de Hg, 52 a 53% Requieren bajo % de Hg, 42 a 43% 
Presencia de fase gamma Ausencia de fase gamma 2 
Baja resistencia inicial Mayor resistencia inicial y final 
Baja resistencia (24 hs) Menor creep estático y dinámico 
Fractura marginal Bajo escurrimiento 
Alta corrosión Baja corrosión 
Alto escurrimiento (deformación) Excelente integridad marginal 
Propiedades físicas de la amalgama 
• Adaptación 
• Resistencia a la compresión 
• Conductibilidad térmica 
• Oxidación y Corrosión 
• Deformación de la amalgama ( Flow – Creep ) 
Adaptación: es una de las propiedades más importantes de la amalgama. Tiene una 
adaptación primaria que es mala y una final muy buena y correcta. Está en estrecha 
relación con los cambios dimensionales que sufre: contracción inicial por difusión y 
absorción del Hg por las partículas de aleación, expansión subsecuente por formación 
y crecimiento de las fases metalográficas , finalmente el mercurio libre restante se 
difunde hacia las partículas de fase gamma produciéndose una 2ª contracción leve. 
Resistencia a la compresión: es término medio de 3170 Kg / cm2, es tanto mayor 
cuanto menor sea el contenido de mercurio residual. 
A mayor trituración, mayor resistencia compresiva. 
A mayor presión de condensado, mayor resistencia a la compresión. 
Conductibilidad térmica: Es evidente que la amalgama al estar constituída por varios 
metales, es buena conductora térmica y eléctrica. Presenta una CT: 60. De esto se 
desprende que es fundamental realizar un buen aislamiento y protección biopulpar. 
Oxidación y Corrosión: la amalgama sufre un proceso normal de oxidación al 
ponerse en contacto con la saliva, formando óxidos en la superficie. La forma de 
reducirla es puliendo la restauración al cabo de 24 hs. Con el tiempo el óxido no sólo 
ennegrece la superficie sino que la ataca y se produce una reacción química con 
formación de cribas o erosión, con pérdida de sustancia conocida como corrosión. 
Estos fenómenos son muchos menores en las amalgamas con alto contenido de 
cobre, siendo en cierto grado beneficioso desde el punto de vista de la interfase del 
material (2-3µm), ya que los productos de corrosión se depositan a nivel de la 
interfase reduciendo la filtración marginal (autosellado marginal). 
Deformación plástica: la amalgama como todo metal tiene un límite de elasticidad, 
que depende de los componentes estructurales que la forman. Cuando se consigue 
vencer ese límite elástico como consecuencia de una presión constante o inconstante, 
se deforma plásticamente. Flow o Creep estático es la deformación plástica bajo 
cargas constantes y el Creep dinámico es la deformación plástica bajo cargas o 
presiones inconstantes. 
TÉCNICA DE MANIPULACIÓN 
 Entre todos los materiales restauradores, la amalgama parece ser el menos 
sensible a la técnica; no obstante su manipulación requiere una técnica depurada para 
lograr el éxito clínico de la restauración. Para la manipulación correcta del material es 
necesario que el profesional conozca cuáles son las recomendaciones del fabricante. 
El objetivo de una manipulación correcta es el logro de una restauración bien 
adaptada, con un mínimo de porosidad y con un contenido mínimo de Hg residual 
(que es el Hg que queda en la amalgama, luego de condensada, el contenido ideal es 
de 45 a 53%). Para cumplir los objetivos mencionados se deben llevar a cabo en 
forma ordenada los siguientes pasos: 
 Relación aleación /mercurio. 
 Amalgamación (mezcla o trituración). 
 Condensación. 
 Tallado y bruñido. 
 Pulido 
Relación aleación /mercurio 
 La relación aleación/mercurio expresa las partes por peso de aleación y de 
mercurio, por ej. una relación 5:8 (indica que deben emplearse cinco partes de 
aleación y ocho partes de mercurio por peso), como en las aleaciones convencionales. 
En la mayoría de las aleaciones modernas (con alto contenido de cobre) se indica una 
relación 1:1, aunque las aleaciones de partículas esféricas pueden requerir una 
cantidad menor de mercurio 1:0.8; Se requiere el empleo de proporcionadores: 
 
 Es preferible el empleo de cápsulas predosificadas, debido a su dosificación 
exacta del mercurio y la aleación (establecidos por el fabricante), que se encuentran 
separados por un diafragma que evita su contacto hasta el momento de preparar la 
mezcla. También esta presentación evita la contaminación ambiental por vapores de 
mercurio. 
Amalgamación 
 El objetivo de la trituración, amalgamación o maxalación es el de eliminar la capa 
de óxidos que recubre a cada uno de las partículas de la aleación y lograr un mojado 
completo de ellas con el mercurio, para desencadenar los procesos de solubilización y 
reacción que darán por resultado la formación de las fases metalográficas de la 
amalgama y finalmente el endurecimiento o cristalización. La capa de óxido se elimina 
por la acción mecánica de fricción que ejerce el pilón en el mortero esmerilado 
(trituración manual,) con movimientos circulares a 180 rpm, durante 1 a 2 minutos. La 
mezcla manual no es conveniente ni permite obtener resultados adecuados, ya que es 
difícil controlar las importantes variables de fuerza y velocidad. 
 Los amalgamadores mecánicos, utilizados casi en forma universal, son 
superiores en ambos sentidos y disponen de un temporizador, que mide el tiempo en 
segundos que se desea emplear para la trituración mecánica, minimizando el contacto 
con el mercurio. El tiempo de amalgamación oscila entre los 6 y los 20 segundos, 
dependiendo del tipo de aleación, de la velocidad del mezclador y del volumen del 
material. (Siguiente figura). 
 
 
 
Una mezcla convenientemente lograda ( sea por trituración manual o mecánica) debe 
tener plasticidad, ligero brillo, un aspecto uniforme y textura homogénea. 
 
Condensación 
 Una vez que se obtiene la mezcla adecuada, la amalgama debe insertarse en 
estado plástico en la preparación cavitaria correspondiente. El material se deposita en 
un vaso Dappen o en un contenedor metálico y con la ayuda de un portaamalgama 
(puede ser metálico o plástico) se lleva en pequeñas y sucesivas porciones a la 
cavidad. 
 
 
La condensación debe iniciarse inmediatamente después de la trituración con 
instrumentos apropiados (condensadores), de acuerdo con el tamaño de la cavidad y 
tipo de aleación que se utilice. La 
técnica de condensación se puede realizar por tres métodos: a) manual, b) mecánico 
y c) ultrasónico. 
En la condensación manual se emplean condensadores cilíndricos de pequeño 
diámetro 0.7 o 0.8 mm, de extremo liso y alta presión de condensado (aprox. 2,7 
kg/cm2) para las porciones iniciales con movimientos vertical, horizontal y oblicuos. 
Posteriormente, a medida que avanza la obturación pueden utilizarse condensadores 
de mayor diámetro (1,5 a 2 mm) hasta sobreobturar los límites cavitarios. En las 
preparaciones cavitarias próximo-oclusales el procedimiento de condensación deberá 
comenzar por las cajas proximales, previa colocación de las matrices y cuñas. 
Una amalgama condensada correctamente no tiene cambios volumétricos excesivos y 
al reducirse al mínimo la corrosión, el creep y la porosidad, se mejora su 
comportamiento mecánico y su adaptación marginal. En consecuencia, se obtiene un 
resultado clínico más satisfactorio. 
Tallado y bruñido 
 Terminado el proceso de la condensación, la amalgama debe tallarse en forma 
inmediata para reproducir la anatomomorfología correspondiente, eliminar posibles 
restos de mercurio en la superficie y eliminar excesos de material. 
 Este procedimiento debe realizarse con instrumentos muy afilados, pueden 
emplearse talladores como los de Frahm, Ward, Hollenback o bien lo cleoides y 
discoides. 
 
 Tallador de Frahm 
Es importante que durante el tallado el material haya endurecido lo suficiente como 
para oponer una ligera resistencia a la acción de corte del instrumento y que éste se 
encuentre apoyado en estructura dentaria, siguiendo la inclinación de las vertientes 
cuspídeas internas. 
Si el esculpido se realiza demasiado pronto, la amalgama estará muy plástica y se 
desmenuzará en los bordes dejando borde cavosuperficial al descubierto (Macchi, R) 
 La textura superficial que se obtiene con este procedimiento no es óptima, ya que 
presenta poros e irregularidades que favorecen la corrosión del material y dificultan el 
pulido final. Por lo tanto, es recomendable terminar el tallado con un alisado o ligero 
bruñido (frotamiento de la superficie con un instrumento romo) para evitar estos 
inconvenientes. 
El bruñido no debe considerarse un simple proceso de terminación superficial, sino 
una continuación de la condensación de la amalgama ( Kato S, 1968; Lanata E, 
1988; Russo M, 1970). 
 
El bruñido se puede realizar con instrumentos metálicos como los bruñidores en forma 
de huevo, esféricos o de forma cónica ( Wescott 21). Este último instrumento también 
puede emplearse para el tallado de la obturación, lo cual posteriormente facilita su 
bruñido. 
 
Con el bruñido final de la restauración se logra: 
 Reducir la porosidad y las irregularidades superficiales 
 Aumentar la resistencia a la corrosión 
 Incrementar la adaptación a las paredes cavitarias 
 Mejorar la integridad marginal 
 Disminuir la microfiltración inicial 
 Facilitar las maniobras de terminación y pulido 
 
 
Pulido 
 Con fresas de doce filos de formas y tamaños diversos, se rectifican detalles de la 
forma anatómica, accionadas a baja velocidad, escasa presión y de manera 
intermitente para evitar que el calor generadopor fricción haga fluir el mercurio a la 
superficie. 
El pulido final de la restauración se realiza con puntas de goma abrasivas (marrón, 
verde y azul) para lograr una adecuada textura superficial (ej: puntas Shofu, Kenda, 
Sorensen, etc.). El brillo se obtiene con cepillos o brochas y pasta acuosa con óxido de 
estaño u óxido de zirconio. 
 
 
INDICACIONES DE LA AMALGAMA 
 Cavidades clase I simples y compuestas 
 Cavidades clase II ( Excepto OM en 1°premolares Sups. e Infs ) 
 Molares temporarios 
 
CONTRAINDICACIONES 
 Dientes anteriores 
 En preparaciones cavitarias extensas y de paredes débiles 
 En dientes donde la amalgama haga contacto con restauraciones de diferente 
potencial eléctrico, para evitar corrosiones y alteraciones pulpares 
 
AMALGAMAS ADHERIDAS O CON ADHESIVOS 
 Una de las principales limitaciones de la amalgama es que al no ser adhesiva, 
para conseguir una retención de largo plazo requiere la eliminación de una cantidad 
mayor de tejido dentario, además de la microfiltración inicial a través de la brecha o 
interfaz amalgama-diente. Esta falta de contacto íntimo entre el material y las paredes 
cavitarias es lo que permite la penetración de fluidos, microorganismos, iones y 
moléculas (microfiltración marginal) y son la causa de caries secundaria o irritación 
pulpar. Es por esto que necesitamos un sellado inmediato, hermético y estable de esta 
interfaz,para asegurar la integridad biológica del complejo dentino-pulpar y evitar la 
sensibilidad postoperatoria. 
 Este sellado solamente se logra con la aplicación de un sistema adhesivo y/o 
cemento adhesivo bajo la restauración de amalgama. La técnica operatoria en general 
se sintetiza en la preparación del sustrato dentario: esmalte y dentina para la unión 
adhesiva, aplicación del adhesivo de acuerdo con las instrucciones del fabricante 
según el sistema que se utilice (fotopolimerizable o autopolimerizable) y condensado 
inmediato de la amalgama. 
 
Algunas marcas comerciales de sistemas adhesivos para amalgama 
 Panavia Ex. (Kuraray) 
 All-Bond 2 (Bisco) 
 Resinomer (Bisco) 
 Scotch Bond MP Plus (3M) 
 Amalgambond Plus (Parkell) 
 Ionómeros híbridos (de autocurado) 
 Adhesivos de sexta generación más un cemento de resina (de curado dual) 
Los sistemas adhesivos de autocurado, son más aconsejados, ya que se unen a la 
superficie dentinaria a través de la formación de la denominada “ capa híbrida ” que 
permiten lograr un tipo de unión micromecánica que ayuda a integrar la amalgama a la 
estructura dentaria. A su vez la amalgama en estado plástico debe ser condensada 
sobre el adhesivo de autocurado, antes que se produzca la polimerización del mismo. 
De este modo, al polimerizar el adhesivo y producirse el endurecimiento de la 
amalgama, ambas estructuras quedan trabadas una contra otra y relacionadas a la 
estructura dentaria. La principal unión que se logra entre los sistemas adhesivos de 
autocurado o duales y la amalgama es fundamentalmente de tipo micromecánica (a la 
estructura dentaria por la capa híbrida y a la amalgama por la traba mecánica). Las 
restauraciones de amalgama realizadas con estos adhesivos se conocen como 
amalgamas adheridas, lográndose un adecuado sellado marginal con ausencia de 
filtración (Urquía Morales C., Bonnin C.; 1996). 
 Algunos autores recomiendan la utilización de un adhesivo fotopolimerizable, en 
donde la amalgama será retenida tradicionalmente en la preparación cavitaria, lo cual 
denominamos amalgama con adhesivos. Según Martín Alonso J. (2000) los 
adhesivos fotopolimerizables producen un sellado insuficiente en restauraciones de 
amalgama, coincidiendo con los conceptos de la cátedra 
 
Ventajas e inconvenientes de las amalgamas adheridas 
Ventajas 
 Sellado marginal 
 Sellado hermético de la dentina 
 Ausencia de sensibilidad postoperatoria 
 Refuerzo moderado de la estructura dentaria 
 Ausencia de microfiltración 
 Longevidad clínica 
Inconvenientes 
 Mayor tiempo operatorio 
 Procedimiento más sensible 
 Aumenta el costo de la restauración 
 Se desconoce su performance en el largo plazo 
 
Bibliografía 
 Lanata EJ. Operatoria Dental. Estétia y adhesión 2° ed. Buenos Aires: Editorial 
Grupo Guía S. A.; 2003. p 235- 50. 
 Macchi RL. Materiales dentales 2° ed. Buenos Aires: Editorial Médica 
Panamericana; 2000. p 183-99. 
 Martín Alonso J, García Barbero A, Vera V. Estudio de la microfiltración de 
amalgamas adheridas con sistemas adhesivos fotopolimerizables. RCOE 2000; 
5:495. 
 Uribe Echevarría J. Operatoria Dental. Ciencia y Práctica. Madrid: Ed Avances; 
1990. 
 Urquía Morales M, Bonnin C, Macchi RL. Amalgamas adheridas. Rev. Asoc. 
Odont. Argentina 1996; 84:174. 
 Urquía Morales M, Macchi RL. Adaptación y sellado de amalgamas en función 
de la terminación cavitaria. Rev. Asoc. Odont. Argentina 1995; 83:130. 
 Urquía Morales MC y col. Guía de Contenidos. Cátedra Operatoria I “B”. 
Medios Audiovisuales Fac. de Odont. UNC; 2019.

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