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«preparación» para Ahora bien, la escuela es una culrura en sí, no solo una ella o un calentamiento. Como les gusta gusta decir a algunos antropólogos, la cultura cS una caja de hcrramicntas, de técnicas y procedimientos para entender y mane jar el mundo. Cuando mencioné anres que un cxamen más inspeccionador de la estructura narrativa puede ayudar a los estudiantes a entender las historias que Construyen sobre sus mundos, estaba orientando mis afirmaciones en ese sentido proccdimnental. Y, por supuesto, los procedimientos cotidianos de los que hablaba Sc pucden aumentar con las tecnologías recientemente disponibles para ayudar en las tarcas interpretativas quc los estudiantes ticnen que dominar: bombas de rCCU peración como el CD-ROM, o analíticas como Hypercarg, mecanismos de orde nación para distribuir cosas en distintas estructuras de árbol y recursos asi. Estâ claro que los chavales aprenden rápido a usar estas ayudas técnicas y a compartir sus resultados con otros. Pero la tecnologia prostética no es la cuestión, incluso aunque sea crucial para entender de qué va una cultura. Lo que es la cuestión es el proccdimiento de pes quisa, de uso de la mente, que es cenral para el mantenimiento de una comuni dad interpretativa y de una cultura democrática. Un paso consiste en elegir los problemas cruciales, en particular los problemas que están incitando el cambio dentro de nuestra culrura. Permitamos que esos problemas y nuestros procedi mientoS para pensar en cllos sean parte de lo que se hace en la cscuela y en eB tra bajo en el aula. Esto no quiere decir que la escucla se convierta en una pista de carreras para discutir los errores de !a cultura. Pero igual que Ann Brown usó la horripilancia del derrame de petróleo del Exon Valdez para experimentar con cuestiones del hábitat humano en su aula de Oakland, también deberíamos empezar nuestra cxperimentación sobre la condición humana -Pasada, Presente y Posible- con las Problemáticas que hacen que ese tema sea tan actual hoy como siempre lo fue. Por cjemplo, ¿cómo llegamos del «todos los hombres son creados libres e iguales» original al desequilibrio de nucstro sistema de distribución de la riqueza? Recordemos lo que dije antes: la Problemáica es el motor de la narra ción y la justificación para llegar a un público con una historia. Es el olor a pro blema lo que nos lleva a buscar los constituyentes relevantes o responsables en la narración, para convertir la Problemáica cruda en un Problema controlable que se pueda mancjar con temple procedimental. Nada de esto es nuevo. En esto consiste una cultura: no solo en poemas antropológicos en prosa sobre patrones, sino también en una manera de enfren tarse a los problemas humanos: con transacciones humanas de todo tipo, repre sentadas con símbolos. Los buenos profesores de literatura, historia y ciencias sociales sicmpre han conocido esta Mcaracterística problemática» de la narración. A esos dos caballeros rusos con los que pasé aquella larga velada de búsqueda espiritual les estaban toreando las circunstarncias. Por mi parte, me gustaría ver nos enfrentar también la responsabilidad de la explicación narrativa, y estamos 119
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