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INGENIERÍA AGROINDUSTRIAL TOXICOLOGIA ADITIVOS ALIMENTARIOS Los aditivos alimentarios son sustancias agregadas a alimentos y bebidas para modificar su olor, color, sabor o textura; también se utilizan para facilitar el proceso de conservación de estos alimentos. Existen muchos tipos de aditivos: conservantes, colorantes, edulcorantes, antioxidantes, etc. Algunos de ellos enmascaran la verdadera naturaleza de un producto. Intoxicación por aditivos alimenticios La intoxicación por aditivos alimentarios se da por el consumo de productos procesados Varias maneras de prevenir la intoxicación por aditivos alimenticios Revisar los ingredientes del producto. Tener una lista con aquellos aditivos más perjudiciales y evitar consumir productos que los contengan. No consumir alimentos procesados, congelados y precocinados con mucha frecuencia. Todos estos alimentos contienen una gran cantidad de aditivos muy perjudiciales para nuestra salud. Usa aditivos naturales. Optar por un mayor consumo de alimentos frescos y naturales como frutas, carnes, etc. Enfermedades producidas por los alimentos Las enfermedades producidas por alimentos pueden ser debidas a sustancias químicas. CONSERVANTES Nitritos Usados para curar el bacon y otros productos del cerdo, especialmente embutidos. Tienen una función protectora sobre el botulismo. Se convierten en nitrosaminas combinándose con las amidas y aminas del organismo, siendo éstas unos potentes carcinógenos. Usualmente se suele añadir conjuntamente un antoxidante como el ascorbato (vitamina C) o el alfa-tocoferol (vitamina E) para reducir la formación de nitrosaminas. ANTIOXIDANTES También se han relacionado con la inducción del cáncer en animales de experimentación. Los más utilizados son el BHA y el BHT; están presentes especialmente en patatas instantáneas, cereales y otros productos que se enrancian con la exposición al aire y al oxígeno. En 1983 se comprobó que un grupo de ratas alimentadas con dosis elevadas de BHA durante dos años presentaban una inducción de tumores papilomatosos en el estómago, posteriormente se observaron signos similares en periodos más cortos. En combinación con nitritos, y en un medio ambiente ácido, se pueden producir sustancias con alta capacidad mutagénica. El BHA es un aditivo prohibido en algunos países, como el Japón. COLORANTES Pigmentos artificiales Algunos pigmentos utilizados en la industria alimentaria son sospechosos de producir reacciones de hiperkinesia en niños. Entre ellos tenemos los siguientes: Rojo núm. 3 (eritrosina), rojo 40, rojo cítrico 2, amarillo núm. 5 (tartracina), amarillo núm. 6, verde núm. 3 y azules núms. 1 y 2. La tartracina es responsable además de reacciones alérgicas, y el rojo núm. 3 es posiblemente carcinógeno. Existen numerosos pig-mentos de síntesis que durante décadas han sido considerados como inocuos, pero que actualmente están prohibidos. Pigmentos naturales La lista incluye el jugo de remolacha, caramelo, cochinilla, caroteno, aceite de zanahoria, cúrcuma, etc. Ciertos pigmentos de origen natural, como por ejemplo el caroteno, se utilizan en la industria alimentaria a partir de sustancias de síntesis. IRRADIACIÓN La irradiación se considera un aditivo alimentario. Su uso está limitado por los temores de la población a la energía nuclear y a los desastres que esporádicamente suceden en ese tipo de centrales eléctricas. La utilización de radionúclidos en los alimentos tiene una finalidad idéntica a la de otros conservantes, la de evitar el deterioro de los alimentos e inhibir el crecimiento de microorganismos. Se usa sobre todo para la conservación de tubérculos, liliácea, cereal, frutas, hortalizas, plantas medicinales, especias, etc. Sin embargo, la pregunta que se plantea respecto al uso de la irradiación como aditivo. Alimentario es si ésta tiene la capacidad de producir sustancias radiolíticas, y si éstas pueden ser nocivas para la salud. Análisis La intoxicación por parte de los aditivos alimentarios es muy frecuente ya que componen en gran cantidad los productos que consumimos a diario, muchos tipos de aditivos como por ejemplo: conservantes, colorantes, edulcorantes, antioxidantes, etc. Algunos de ellos enmascaran la verdadera naturaleza de un producto. Sin embargo, a pesar de su continua utilización por la industria alimentaria, son muchos los consumidores que aún desconocen la verdadera justificación de su uso, así como sus ventajas e inconvenientes. En el presente trabajo se aborda la definición de aditivo alimentario y se pone de manifiesto el grado de conocimiento real que en este campo poseen los consumidores. Los alimentos constituyen una necesidad básica para el hombre y esto se ha mantenido desde el principio de los tiempos hasta nuestros días. Vivimos en una época en la que la industria alimentaria ha adquirido una creciente importancia, a medida que nuestra alimentación se ha desplazado hacía el consumo de productos con un alto nivel de manufactura. Además, se plantea la necesidad de abastecer adecuadamente a una población en aumento, con un alto grado de consumismo, lo que da lugar a la elaboración de alimentos que se conserven durante más tiempo, manteniendo unas características organolépticas, higiénicas y sanitarias adecuadas. Para satisfacer estas exigencias, el papel que representa el uso de aditivos alimentarios en la industria moderna es de gran peso, llegando a tal extremo que sería prácticamente imposible obtener una producción óptima, con las garantías de seguridad higiénica y los estándares de calidad que actualmente se requieren para ser competitivos en el mercado, sin la presencia de aditivos. En la actualidad, para muchos consumidores, existe una gran confusión en relación con los aditivos alimentarios, y esto puede ser causado, en parte, por el vacío informativo al que están sometidos, o por la aparición de una información ambigua y/o errónea, favoreciéndose así un clima de incertidumbre y preocupación, y generándose mitos y miedos sin fundamento alguno. Esto puede dar lugar a la aparición de ciertos problemas si la información está de alguna forma manipulada o erróneamente interpretada, como por ejemplo pretender diferenciar a los alimentos en buenos (aquellos que se consideran naturales) y malos, los que se denominan también artificiales (alimentos procesados que contienen aditivos). Resulta razonable imaginar que con esta forma de pensar aparezca la preocupación ante posibles riesgos por el uso de aditivos alimentarios, tanto por parte del consumidor individual, como de las asociaciones de consumidores, e incluso para algunos profesionales que directa o indirectamente se relacionan con el ramo de la alimentación y cuyo conocimiento es escaso.
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