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A lo largo de las décadas de 1980 y 1990, el estado de Chihuahua se convirtió en un interesante laboratorio para predecir los cambios políticos que luego afectarían a otras regiones del país ya escala nacional. Estos cambios en la zona norte del territorio nacional anunciaron una nueva era. El empuje económico de la asamblea maquiladora y la exigencia de respetar el voto, de una democracia electoral, fueron dos factores que hicieron de los chihuahuenses un espacio de experimentación en México durante la crisis de hace 30 años atrás. El modelo económico de sustitución de importaciones terminó significativamente en: quiebra económica del estado, suspensión de pagos, crisis de deuda en, nacionalización o estatización de bancos, ajuste económico fuerte macroeconomía bajo la nueva doctrina del Consenso de Washington, limitaciones severas de un sistema político que impidió cualquier alternativa, el derrumbe del modelo de partido hegemónico, clases medias emergentes y descontentas, empresarios en declive, mecanismo de control corporativo agotado y el fraude electoral como mecanismo de control autoritario. Cada uno de estos componentes ha moldeado el panorama nacional y de manera diferente, se presenta en regiones del país. La rotación en Chihuahua se dio durante el sexenio de Salinas, y parte del respeto al voto verdiblanco se entiende por los acuerdos alcanzados entre la dirección nacional del PAN (Luis H. Álvarez) y se entrevistó a un presidente (Carlos Salinas de Gortari) por fraude en 1988. Este intercambio se hizo a través de una coalición de privacidad legislativa por parte de la agenda histórica del PAN, como la posibilidad de vender tierras del ejido con las reformas del artículo 27 y restablecer las relaciones entre la iglesia y el Estado, mediante la reforma del artículo 130 de la Constitución. Este proceso coincide con el inicio de un período de liberalización del sistema alterno y, sobre todo, con el establecimiento de las reglas de un nuevo paradigma para los demás mexicanos en el mundo con el tratado de libre comercio, el cual inició en enero del año 1994. La apertura salinista a la rotación es selectiva, lo que se pacta con el PAN no sucede con la izquierda perredista, la cual es perseguida, reprimida y todos sus espacios son cerrados. Entre 1988 y 1991, se llevó a cabo una operación gubernamental que logró quitarle al cardenismo la mayor parte de los votos ganados de 1988, pero no se logró regresar al país que fue durante el 1985.
Una parte muy importante del imaginario político construido durante el relevo de alternancias va de la mano de las promesas de la oposición en las campañas electorales y de los deseos incumplidos de una sola persona, ciudadana y participante activa, a pesar del control gubernamental. En Chihuahua, el objetivo de las luchas cívicas de la década de 1980 era tener elecciones libres como medio para solucionar problemas: desde bajos salarios, difícil acceso a la educación media y superior, inseguridad ciudadana, falta deservicios urbanos, incluso la deshonestidad y la corrupción de los gobiernos. Dicho imaginario ascendió desde el municipio hasta la Presidencia de la República. 
No hubo eslabones mecánicos, pero a la vez, de elementos estructurales en los que se produjo el tránsito de lo rural a lo urbano, ampliación de los niveles educativos, lenta apertura de la masificación. medios de comunicación, continua crisis de la economía nacional, recortes en el sector de la seguridad social, consolidación del Partidismo opositor, ruptura del aparato estatal, motor de la reforma política electoral, han creado las condiciones para que surja el cambio político, integrando muchas regiones con grandes cambios.
El proceso no tuvo ritmo ni tiempo ordenado, no corresponde a una lógica que impregnara al país de manera unificada y sistemática. Por el contrario, es caótica, llena de accidentes, obstáculos, avances y fracasos, con puntos de crecimiento y crisis de por medio y sobre todo no se hace un proyecto de reforma y con una perspectiva a largo plazo. Al ver cómo se desarrollaron los problemas de la primera generación en los chihuahuenses, que eran comunes en la década de 1980, se puede determinar que los problemas de la segunda generación comenzaron en la década siguiente. Durante la primera experiencia de rotación, en el gobierno panista del encabezado por Francisco Barrio, se implementaron una serie de políticas estratégicas propias del estilo de Acción Nacional del gobierno. Por ejemplo, ha habido cambios en el desarrollo urbano, económico desarrollo y educación, proyecto e inversión social. El resultado resultó en que él fuera un éxito considerable, pero también con importantes fallas políticas, incluido el debido a la fractura de la coalición gobernante y la mala gestión de su sucesor.
Estas características nos hablan de un problema importante a partir de las sustituciones, que no están previstas en ninguna de las hipótesis y además, ponen en duda la hipótesis de que la rotación creará mejores gobiernos. Pero no solo eso, también desafía las suposiciones de sobre la votación retroactiva, es decir, los ciudadanos guían la votación de apuntar al gobierno en ejercicio. La elección de Chihuahua de 2004 no se centró en evaluar al gobierno, sino en exhibir al candidato y al aparato de control del partido gobernante. En Chihuahua, el ámbito electoral representa la ampliación de la brecha entre PRI y PAN, de tal manera que el panismo no se puede replicar en el gobierno.
Al mismo tiempo, el PRI fortalece su aparato electoral, que es mucho más efectivo que el PAN para ganar elecciones. La decepción en se convirtió en miedo, y se manifestó en un aumento de abstenciones en las elecciones de directores: 1998 de 42.9%; 2004 de 55.2%; 2010 de 58.6%. En las últimas elecciones votaron casi cuatro ciudadanos de cada 10; y en algunas ciudades, el abstencionismo fue de 70%, como en Ciudad Juárez, el principal centro urbano del estado.
La crisis de seguridad y la destrucción de una ciudad en general afectó a ciudadanos, por lo que ya no importan los procesos electorales. La constatación de que durante estos años ningún Estado ha sido facultado para proteger los derechos más fundamentales, como la vida, influyó directamente en las elecciones de 2010. Instituciones de Control Poblacional soberanía y participación ciudadana, transparencia, derechos humanos y elecciones, son incluidos en un proceso donde son capturados por las autoridades. Ahora que son espacios regidos por el poder estatal y las cuotas interpartidistas, el PRI y el PAN, las casas de gobierno se han repartido el poder a ritmo bipartidista. Estas instituciones son demasiado restrictivas para ser un contrapeso a la parte de su desempeño depende de una excepción, los asesores o representantes que se toman en serio su trabajo y eluden los mecanismos de control, el control gubernamental, pero en general, no son un espacio para empoderar a los ciudadanos para ejercer el control democrático. Actualmente, los chihuahuenses han descendido 9 lugares entre 2008 y 2010, en el índice de desarrollo humano de este país (salud, ingresos, educación), medido por el PNUD.
Los chihuahuenses se ven afectados por el aumento de la militarización que no aborda el problema subyacente; Es doloroso el aumento de las violaciones a los derechos humanos. El terror destruye el tejido social y la corrupción pudre el país. Estos conflictos del han perjudicado gravemente a México y Chihuahua en particular.
Referencias: Medina Poom J. 2017. “20 años de alternancia electoral en el noroeste de México” Instituto Nacional Electoral.

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