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Uso Tradicional de la Fauna Silvestre en las Serranías del Occidente del Estado Aguascalientes, México

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Elizalde Jaime Dafne Junue 
USO TRADICIONAL DE LA FAUNA SILVESTRE EN LAS SERRANÍAS DEL OCCIDENTE DEL ESTADO 
AGUASCALIENTES, MÉXICO. 
Amador-Alcalá, S. A. y De la Riva, H. G. 2016. Uso Tradicional de la Fauna Silvestre en las Serranías del 
Occidente del Estado Aguascalientes, México. Revista Etnobiología. Vol. 14, Núm. 2. Agosto: 20-36. 
Aguascalientes alberga el 8.3% de la diversidad de vertebrados de México, y, gracias a las relaciones entre humanos y 
animales, existe el potencial para desarrollar investigaciones etnozoológicas. Se aplicaron encuestas a 265 personas de 
diferentes edades y se llegó a la conclusión de que el conocimiento de fauna silvestre es mayor en varones de la tercera 
edad que se dedican a la ganadería y/o agricultura. De la información recopilada se encontró que 26 especies son 
aprovechadas para el consumo humano: dos anfibios, dos reptiles, ocho aves y catorce mamíferos; para el uso medicinal 
se registraron 19 especies, entre las que destacan la víbora de cascabel (Crotalus spp.), la tortuga casquito (Kinosternon 
sp.), el zorrillo (Mephitis macroura) y el coyote (Canis latrans). El aprovechamiento de la fauna silvestre aún perdura, 
pero no con la misma frecuencia, sin embargo, este conocimiento se esta perdiendo en las nuevas generaciones. 
La fauna silvestre ha constituido un elemento muy significativo en la historia de la evolución humana y la cultura en 
todo el mundo, debido a sus múltiples valores, que dependen del grupo social. La etnozoología es la ciencia encargada 
de estudiar las relaciones tradicionales entre las culturas y los animales de su entorno, por ejemplo: la utilización de los 
seres vivos con fines medicinales, culturales, rituales y mágicos, así como las creencias míticas y supersticiones. Esta 
ciencia busca entender la relación entre el conocimiento y la acción en lo que respecta al aprovechamiento, manejo y 
conservación de los recursos naturales y el hábitat. 
Aguascalientes cuenta con 77 especies registradas de herpetofauna de las cuales 17 pertenecen a los anfibios y 60 a 
reptiles, de estos últimos 20 son lagartijas, 37 serpientes y 3 tortugas. Respecto a las aves, el estado cuenta con 240 
especies, de 52 familias y 18 órdenes, y solo dos son endémicas de México. En cuanto a la mastofauna, existen 78 
especies registradas, agrupadas en 42 géneros, 16 familias y 7 órdenes, el Orden Rodentia es el más abundante con 33 
especies, seguida del Orden Chiroptera con 22 y el Orden Carnívora con 12 especies. El estado incluye 8.3% de la 
diversidad de vertebrados registrada para México, las aves (21.7%), los mamíferos (14.7%) y los reptiles (7.5%) son los 
vertebrados mejor representados. 
Los estudios sobre el uso tradicional de fauna en el estado son escasos, por lo que, esta investigación pretende aportar 
información acerca de la utilización e importancia ecológica, social y económica de la fauna de las comunidades de las 
áreas rurales que habitan en las sierras del occidente de Aguascalientes. Esta información podría ser utilizada para futuros 
planes de manejo en las áreas naturales protegidas de la región (Zona Sujeta a Conservación Ecológica Sierra Fría y del 
Monumento Natural Cerro del Muerto), además, de contribuir a recopilación sobre el conocimiento tradicional de la 
fauna en las comunidades rurales y así fomentar su conservación. 
Gracias a los estudios etnozoológicos, se encontró que, en total son aprovechadas 64 especies; 25 aves, 16 mamíferos, 
19 reptiles y 3 anfibios. Los principales usos son: el alimenticio, medicinal y mascota, en menor medida son el uso como 
adorno (pieles y animales disecados) y amuletos. 
 En mi opinión, siento que los estudios etnozoológicos (e incluso etnobotánicos) son de vital importancia, ya que 
las personas locales, principalmente las que llevan toda su vida en esos lugares, conocen casi a la perfección la zona. No 
sólo es importante respecto al conocimiento del número o tipo de especies que habitan ahí, sino también por cuestiones 
como la participación social, ya que, si la comunidad o comunidades afines a la zona de estudio está interesada en 
cualquier proyecto, la información recopilada podría ser más extensa y la conservación puede ser más eficaz, pero esto 
solo servirá si las personas están dispuestas a participar con las instituciones interesadas en las zonas.

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