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1/28 DINÁMICA DE LAGRANGE 1. Introducción: Lo que vamos a ver aquí, se lo debemos fundamentalmente a Joseph Louis de Lagrange (1736 a 1813). Lagrange nación en Italia, ejerció en Italia, en Francia y en Rusia y finalmente fallece en Francia, su país por adopción, en París. Formó parte de la Corte de Federico II de Prusia por 20 años y fue discípulo de Euler. Su trabajo cumbre fue el desarrollo de la mecánica analítica, cuyo estudio pretendemos comenzar a abordar a partir de estas líneas. En el estudio de las partículas, o de los cuerpos vinculados (movimiento restringido), las fuerzas de restricción no son conocidas a priori y constituyen incógnitas adicionales del problema. Con la ayuda de las coordenadas generalizadas, del principio de D´Alembert y del principio de los trabajos virtuales, Lagrange logra eliminar las fuerzas de restricción. Así con la ayuda previa de D´Alembert, y posteriormente con la de Hamilton (tres de las mentes más brillantes de la humanidad de todos los tiempos), nos llega este método, formal y riguroso, que nos permite resolver el problema dinámico por un camino alternativo al de mecánica newtoniana, pero con el agregado de una elegancia inusitada. No sólo eso, sino que permite también el abordaje de casos que en primera instancia serían imposibles de resolver de la manera clásica, sin recurrir al uso de ordenadores. 2. Grados de libertad (o por sus siglas en inglés: dof: degree of freedom; o simplemente “f”). Sabemos que un punto libre en el plano tiene dos grados de libertad. El mismo punto en el espacio (R3), tendrá 3 dof. Un cuerpo libre en el plano 3 dof, y; Un cuerpo libre en el espacio (siempre sin considerar ninguna restricción), 6 dof. En cambio, para un sistema de puntos materiales en el espacio (en los sistemas siempre hay interacción), tendremos tantos grados de libertad, como resulte de aplicar la siguiente ecuación (parecida a la ecuación de Gibbs de la termodinámica): f = 3.n-k. Donde f es el nro. de grados de libertad totales o “netos”; n es la cantidad total de puntos que están interactuando en el sistema considerado y k el número de restricciones; Para un sistema de cuerpos en el R3, en cambio, tendremos f = 6.n-k, porque cada cuerpo libre tenía por si mismo 6 dof. 3. Coordenadas generalizadas: 2/28 Llamaremos coordenada generalizada 𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; …, a cualquier magnitud que nos permitan describir el comportamiento dinámico del problema. Las coordenadas generalizadas no tienen por qué coincidir con las coordenadas de algún sistema de referencia (cartesianas, intrínsecas, cilíndricas, esféricas, etc.). Pueden ser tanto magnitudes escalares como vectoriales que ni siquiera tienen porqué tener las mismas unidades. Una coordenada puede ser por ejemplo un ángulo y otra una energía o una longitud. Las coordenadas generalizadas no son únicas. Siempre podrá elegirse otras para describir el mismo problema. Finalmente, las coordenadas generalizadas no se limitan ni a n (número de cuerpos o de partículas, ni a 3.n (en el caso cuerpos en movimiento plano), o 6.n para el caso de cuerpos con movimiento libre en el espacio. Efectivamente, al poder elegir cualquier magnitud como coordenada generalizada (trabajo, energía, impulso, potencia, posición, etc.; podríamos tener no digo infinitas, pero sí un número, que por cada coordenada cartesiana, digamos, se podría elegir entre unas 10 magnitudes mecánicas). Sin embargo, en cualquier sistema siempre será posible armar un conjunto de f coordenadas generalizadas, independientes entre sí, que nos permitan expresar los vectores posición de todas las partículas. Este número f, es el número de grados de libertad (dof) netos del sistema, que ya definimos en el apartado anterior, y será 3.n-k, o bien 6.n-k, según se trate de cuerpos puntuales o cuerpos con geometría definida, respectivamente. Recordamos también que K es el número de restricciones. En función de estas coordenadas generalizadas, a su vez, será posible expresar los vectores posición: �̅�1 = 𝑓1(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡); �̅�2 = 𝑓2(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡); �̅�3 = 𝑓3(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡); (1) − − − − − − − − − − − − − �̅�𝑛 = 𝑓𝑛(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡); 4. Restricciones: En la mecánica clásica, si las fuerzas exteriores son conocidas a priori, entonces las leyes de Newton, nos conducen de la mano a las ecuaciones cardinales. Dicho sistema está constituido por las denominadas primera, segunda y tercera ecuación universal (o cardinal) de la mecánica. Las dos primeras son expresiones vectoriales y la última escalar. Separando las dos vectoriales en sus 3/28 componentes se puede llegar a armar un sistema de hasta siete ecuaciones y por ende, resolver problemas con hasta siete incógnitas. Como se trata de ecuaciones son diferenciales, será necesario además conocer las condiciones iniciales de posición y velocidad, para poder llegar a buen término. Pero ¿qué pasa cuando las fuerzas de restricción no son conocidas de antemano? Cuando el movimiento se restringe a través de superficies, guías, cuerdas, paredes barras, etc., las fuerzas de restricción se conocen por sus efectos, pero ya no son un dato del problema, ni obedecen a las leyes generales del movimiento. Adoptan formas específicas para cada circunstancia y para resolver el problema, habrá que eliminarlas de la descripción matemática. Lagrange, justamente logra hacerlo para determinado tipo de restricciones. Las restricciones impuestas al movimiento, no son otra cosa que ecuaciones, o mejor dicho funciones matemáticas que deben cumplir los vectores posición de las n partículas (o cuerpos que componen el sistema. Si tenemos hasta un máximo de k restricciones, entonces podremos escribir hasta k ecuaciones del tipo: 𝑔1(�̅�1; �̅�2; �̅�3; … ; �̅�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔2(�̅�1; �̅�2; �̅�3; … ; �̅�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔3(�̅�1; �̅�2; �̅�3; … ; �̅�𝑛; 𝑡) = 0; (2) − − − − − − − − − − − − − 𝑔𝑘(�̅�1; �̅�2; �̅�3; … ; �̅�𝑛; 𝑡) = 0; A su vez, los vectores posición pueden escribirse en función de las f coordenadas generalizadas que ya vimos. Si lo hacemos, lo anterior podría quedar de la siguiente manera: 𝑔1(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔2(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔3(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; (3) − − − − − − − − − − − − − 𝑔𝑘(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; 4/28 Aunque las ecuaciones de restricción podrían prescindir del tiempo e incluso de las derivadas de las coordenadas generalizadas. También podría tratarse de inecuaciones en lugar de ecuaciones. Todo depende del tipo de sistema que estemos analizando. Pero esta cuestión la resolveremos a continuación. 5. Clasificación de los sistemas. Según el tipo de restricciones a los que un sistema esté sometido, los vamos a clasificar en sistemas: Holónomos, anholónomos, esclerónomos y reónomos. Donde las dos primeras son mutuamente excluyentes entre sí, y las dos últimas también. Es decir, un sistema no puede ser holónomo y anholónomo a la vez. Como tampoco esclerónomo y reónomo. Los sistemas entonces, conforme al tipo de restricciones que se les impongan entrarán siempre dentro de alguna de las siguientes cuatro clases: - Sistema holónomo esclerónomo; - Sistema holónomo reónomo; - Sistema anholónomo exclerónomo; - Sistema anholónomo reónomo. Llamamos sistemas esclerónomos, a aquellos sistemas donde las restricciones no dependen del tiempo. Luego, sistemas reónomos: Serán los sistemas en donde las restricciones Sí dependen del tiempo t; Sistemas holónomos: Son los sistemas que contienen restricciones que matemáticamente puedan serescritas de la forma: 𝑓(�̅�1(𝑡); �̅�2(𝑡); �̅�3(𝑡); … ; �̅�𝑛(𝑡); 𝑡); O sea, en función de los vectores posición de las partículas o cuerpos que intervienen, y eventualmente del tiempo (caso de los sistemas reónomos). Sistemas anholónomos: Son aquellos sistemas en los que las restricciones no pueden ser escritas como se vio en el caso anterior (donde eran función de los vectores posición y eventualmente del tiempo t). Ejemplos de restricciones anholónomas: 1) Cuando las restricciones al movimiento tengan que expresarse por medio de una inecuación, como sucede cuando partícula está obligada a desplazarse sobre un casquete esférico dentro de un campo gravitatorio externo: �̅�2 ≥ 𝑎2, donde �̅� es el vector posición, medido desde el centro del casquete y a el radio; 2) Cuando en las ecuaciones de restricción, además de las coordenadas generalizadas, aparezcan derivadas de éstas de cualquier orden: Caso típico Disco que rueda libre sin resbalar, sobre un plano. En este caso no se puede relacionar la posición del centro de masas 5/28 del disco con el punto de contacto en el plano y el ángulo girado sin recurrir a alguna derivada: Ejemplo de restricciones holónomas: 1) Partícula ligada a un punto fijo por medio de una barra rígida, articulada en ambos extremos por sendas rótulas de tres grados de libertad. En este caso si a es la longitud de la barra y �̅� es el vector posición medido desde el punto fijo: �̅�2 = 𝑎2; 2) Partícula que cae por un plano inclinado. Acá hay dos restricciones a) Movimiento plano, entonces por ejemplo es siempre z = 0 y, partícula obligada a caer por el plano, por lo que la relación entre las coordenadas x e y debe estar siempre relacionada a través de la ecuación de la recta que define geométricamente al plano: 𝑦 = 𝑦𝑜 − 𝑥. 𝑡𝑔(𝛼), donde α es el ángulo que define la pendiente del plano. En particular, el sistema de generales (3), explicitado en el punto anterior, de ecuaciones (3), correspondería a un sistema anholónomo, reónomo (porque incluye derivadas de las coordenadas generalizadas y el tiempo). 6. Sistemas conservativos y no conservativos. Además de lo anterior, en la mecánica analítica, resulta también necesario discriminar a los sistemas entre conservativos y no conservativos. Recordemos simplemente que un sistema conservativo es aquél en el que sólo actúan fuerzas conservativas, o que si actúan fuerzas del tipo no conservativas (tales como las fuerzas de vínculo), éstas no realizan trabajo. Un sistema no conservativo por ende es un sistema donde actúan fuerzas no conservativas que sí realizan trabajo. El hecho de que un sistema pueda ser conservativo o no conservativo independientemente de la clasificación anterior, nos conduce a un total de 8 posibilidades: Sistema holónomo, esclerónomo conservativo; Sistema holónomo, esclerónomo no conservativo…, etc. Para un mayor ahondamiento los remitimos a la bibliografía del capítulo. 7. Ejemplos: Siguiendo la costumbre impuesta por los libros de texto de Enrique Yépez Mulia y de Argüello, vamos a dar una cierta cantidad de ejemplos, tratando de no copiarlos y en todo caso de darles un toque personal. Ejemplo 1. Cuerpo puntual de masa m, descendiendo por un plano inclinado liso (sin fricción). a) El número de partículas o de cuerpos en este caso es uno: n = 1 b) Número de restricciones: k =2; Ecuaciones analíticas de restricción: En este caso, dijimos, tenemos dos restricciones: El movimiento debe ser plano, por lo tanto, por ejemplo z=zo, o directamente z=0 (si coincide con el plano X-Y). Es una restricción holónoma esclerónoma. 6/28 La segunda restricción es que el cuerpo (punto en este caso), se mueve siempre ligado al plano inclinado. Por lo tanto se debe cumplir que: 𝑦 = 𝑦0 − 𝑥. 𝑡𝑔(𝛼), con α = ángulo de inclinación del plano inclinado, respecto del eje X. También es una restricción del tipo holónoma esclerónoma; c) Fuerzas de restricción: La fuerza de restricción en este caso es la reacción del plano inclinado sobre el cuerpo. Esa fuerza siempre debe ser mayor que cero para el cuerpo permanezca sobre el plano. 𝐹𝑟̅̅ ̅𝑒𝑠𝑡. = �̅� = �̅� d) Análisis de fuerzas: Las fuerzas que actúan sobre el sistema son: La fuerza peso (�̅�) y la Reacción del plano (�̅�). La reacción del plano es no conservativa pero no realiza trabajo, el peso sí. Por lo tanto, el sistema es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 3.n-k = 3-2 = 1; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: En este caso tendremos una sola, porque f =1. Esta coordenada, que llamaremos 𝑞1, la podemos elegir como queramos. Podríamos tomar, por ejemplo, la energía cinética de la partícula, la energía potencial, la coordenada x, la coordenada y, o simplemente una longitud s medida a lo largo del plano inclinado. Con cualquiera de esas, la posición de la partícula quedaría unívocamente determinada. Si elegimos la longitud medida desde el vértice superior del plano, entonces: 𝑞1 = 𝑠. Incluso, podríamos tratar de reescribir la ecuación de restricción en función de la nueva coordenada generalizada que hemos elegido. Si llamamos 𝑦 = ℎ − 𝑠. 𝑠𝑒𝑛(𝜃); 𝑥 = 𝑠. cos(𝜃) ; 𝑦𝑜 = ℎ; L = largo total del plano medido en la horizontal, entonces: 𝑠. 𝑐𝑜𝑠(𝜃) − ℎ 𝐿 . 𝑠. 𝑠𝑒𝑛(𝜃) = 0 g) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 2: Partícula moviéndose sobre la superficie interior de un casquete semiesférico liso (sin fricción), de radio a. En este caso la distancia de la partícula al centro del casquete debe permanecer constante, que es una restricción del tipo holónoma. a) El número de partículas nuevamente es uno: n = 1 b) Número de restricciones: k =1; Ecuaciones de restricción: En este caso tenemos una sola restricción, y es que el módulo del vector posición medido desde el origen del casquete, sea igual al radio del casquete: |�̅�| = 𝑎. Lo cual, también se puede escribir como �̅�2 = 𝑎2. c) Fuerzas de restricción: Reacción del casquete sobre el cuerpo, que también se denomina normal. Esa fuerza siempre debe ser mayor que 7/28 cero (a lo sumo igual) para el cuerpo permanezca sobre el casquete. 𝐹𝑟̅̅ ̅𝑒𝑠𝑡. = �̅� = �̅�. d) Análisis de las fuerzas: Las fuerzas que actúan sobre el sistema son dos: la fuerza peso (�̅�) y la reacción del casquete (�̅�). El peso es una fuerza conservativa y realiza trabajo. La reacción de vínculo es no conservativa pero no realiza trabajo. Por lo tanto, el sistema es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = (3.n)-k = 3-1 = 2; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: En este caso tendremos dos, porque f =2. Esta coordenada, que llamaremos 𝑞1, la podemos elegir como queramos. Podemos hacerlas coincidir con de las coordenadas del sistema de coordenadas esféricas: 𝜃 𝑦 𝜑: O sea, las dos son medidas angulares: 𝑞1 = 𝜃; 𝑞2 = 𝜑 g) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 3: Una partícula tipo collarín, obligada a moverse por una guía tipo alambre, contenida en un plano. Alambre liso (sin fricción). a) El número de partículas nuevamente es uno: n = 1 b) Número de restricciones: k = 2 (movimiento plano z=zo, y confinado a seguir la curva o función del alambre y= f(x) ); Movimiento plano, implica z=zo, es una restricción del tipo holónoma esclerónoma. La segunda es que el movimiento se confine al camino o trayectoria que marca el alambre, que eventualmente, puede tener una ecuación que la describa del tipo y=f(x), que también es una función analítica del tipo holónoma esclerónoma. c) Fuerzas de restricción: En este caso, habrá una fuerza de restricción, que es la reacción del alambre sobre la partícula, que llamaremos R de reacción, o N de normal: 𝐹𝑟̅̅ ̅𝑒𝑠𝑡. = �̅� = �̅� d) Fuerzas que actúan sobre el sistema: Fuerza Peso (�̅�) y la Reacción delalambre (�̅�). La última es no conservativa pero no realiza trabajo, porque siempre es perpendicular al desplazamiento. La fuerza peso sí realiza trabajo, pero es conservativa. Luego el sistema, es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 3.n-k = 3-2 = 1; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Una, porque f = 1. Elegimos, por ejemplo: 𝑞1 = 𝑠. Donde “s” es la longitud del camino, medida desde algún origen, o punto de referencia arbitrario. g) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 4: Péndulo plano. Consideramos una masa m puntual, suspendida de una soga inextensible de longitud l que oscila en el plano X-Y. a) Número de partículas: n = 1 b) Número de restricciones: k = 2. Movimiento plano y la distancia de la masa al centro del pivote, constante. Movimiento plano, implica z=zo, es una restricción del tipo holónoma esclerónoma. La segunda se puede expresar como: 𝑙 = 𝑐𝑡𝑒. 8/28 Ambas son expresiones analíticas del tipo holónomas y esclerónomas. c) Fuerzas de restricción: En este caso la fuerza de restricción es la tensión de la soga: �̅�. d) Fuerzas que actúan sobre el sistema: Fuerza Peso (�̅�) y tensión de la soga (�̅�). La última es no conservativa pero no realiza trabajo, porque siempre es perpendicular al desplazamiento. La fuerza peso es la única que realiza trabajos y es conservativa. Por lo tanto, el sistema es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 3.n-k = 3-2 = 1; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Una, porque f = 1. Elegimos, por ejemplo: 𝑞1 = 𝜃. Donde “ϴ” es el ángulo entre la vertical y la soga. g) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 5: Péndulo esférico con partícula puntual. No consideramos fricción viscosa con el aire. a) Número de partículas: n = 1 b) Número de restricciones: k = 1. La longitud del alambre, cuerda o piola que sostiene la masa m, debe permanecer constante. Es una restricción del tipo analítica, cuya ecuación es 𝑙 = 𝑐𝑡𝑒 = √𝑥2 + 𝑦2 + (𝑧 − 𝑧0)2. No hay derivadas, no hay desigualdad, por o tanto es una restricción del tipo holónoma y esclerónoma. c) Fuerzas de restricción: En este caso, habrá una fuerza de restricción, que es la tensión de la soga, que llamaremos �̅� d) Fuerzas que actúan sobre el sistema: fuerza peso (�̅�) y la tensión del acuerda (�̅�). La última es no conservativa pero no realiza trabajo, porque siempre es perpendicular al desplazamiento. La fuerza peso sí realiza trabajo, pero es conservativa. Luego el sistema, es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 3.n-k = 3-1 = 2; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Dos (2). Por ejemplo: 𝑞1 = 𝜃; 𝑞2 = 𝜑 g) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 6: Péndulo no inercial Ejemplo 7: Péndulo plano doble (2 dof) Ejemplo 8: Partícula sobre un disco rotando a velocidad angular constante, que interactúa con un resorte de constante elástica k. 9/28 Ejemplo 9: Partícula puntual de masa m, moviéndose sobre la superficie exterior de un casquete semiesférico liso, de radio a. Movimiento restringido a un plano. a) Número de partículas: n = 1 b) Número de restricciones: k = 2. Que el movimiento sea plano, implica que z=zo. Ya vimos que esta es una restricción analítica del tipo holónoma esclerónoma. La segunda restricción en cambio, es que el módulo del vector posición sea mayor o igual al radio del casquete. Es decir, la partícula nunca puede penetrar la superficie del casquete. Matemáticamente, esto se puede escribir: �̅�2 ≥ 𝑎2. Como estamos frente a una desigualdad, que no depende del tiempo, se trata de una restricción anholónoma y esclerónoma. c) Fuerzas de restricción: En este caso, habrá una fuerza de restricción, que es la Reacción normal del plano casquete �̅�, que será mayor o igual que cero, mientras se cumpla que �̅�2 = 𝑅2. Y será nula cuando �̅�2 > 𝑅2. d) Fuerzas que actúan sobre el sistema: fuerza peso (�̅�) y la reacción del casquete, �̅�, siempre que �̅�2 = 𝑅2). La última es no conservativa pero no realiza trabajo, porque siempre es perpendicular al desplazamiento. La fuerza peso sí realiza trabajo, pero es conservativa. Luego el sistema, es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 3.n-k = 3-2 = 1; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Una (1). Por ejemplo: 𝑞1 = 𝜃. g) Sistema: anholónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 10: Disco que rueda sin resbalar, sobre una superficie plana y lisa (plano X-Y), y cuyo eje de rotación permanece siempre horizontal, paralelo al plano X- Y. a) Número de partículas: n = 1 b) Número de restricciones: k = 2. Que el eje de rotación se mantenga siempre horizontal, lo podemos caracterizar también por el hecho de que el centro del disco tenga coordenada 𝑧𝐶 = 𝑎 = 𝑐𝑡𝑒. Donde a es el radio del disco. Es una restricción analítica del tipo holónoma esclerónoma. La segunda restricción en este caso es una relación que deben cumplir las dos rotaciones que se le pueden asignar al cuerpo: Un por la rodadura y otra por el cambio de orientación del eje de rotación. O sea, el eje de rotación es paralelo al plano X-Y, pero puede apuntar en infinitas direcciones. Las coordenadas de un punto P de la periferia del disco, se pueden expresar como 𝑃 ≡ (𝑥𝑐 + 𝑎. 𝛼. cos 𝛽 ; 𝑦𝑐 + 𝑎. 𝛼. sen𝛽 ; 𝑎) El hecho de rodar sin resbalar, implica que hay una relación entre el cambio de la posición del centro del disco y los ángulos de giro: 10/28 𝑑𝑥 = 𝑎. 𝑑𝛼. 𝑐𝑜𝑠𝛽 𝑑𝑦 = 𝑎. 𝑑𝛼. 𝑠𝑒𝑛𝛽 Nuevamente se trata de una restricción anholónoma y esclerónoma. c) Fuerzas de restricción: La fuerza de restricción �̅�, es de nuevo la reacción del plano sobre el disco. Es una fuerza que tiene dirección constante, perpendicular al plano de apoyo. d) Fuerzas que actúan sobre el sistema: fuerza peso (�̅�) y la reacción del plano sobre el disco, �̅�. La última es no conservativa pero no realiza trabajo, porque siempre es perpendicular al desplazamiento. La fuerza peso sí realiza trabajo, pero es conservativa. Luego el sistema, es conservativo. e) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 6.n-k = 6-2 = 4; f) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Cuatro (4): Por ejemplo: 𝑞1 = 𝑥𝑐; 𝑞2 = 𝑦𝑐; 𝑞3 = 𝛼; 𝑞4 = 𝛽. g) Sistema: anholónomo, esclerónomo y conservativo. Ejemplo 11: Cilindro de radio a, que cae rodando sin resbalar por un plano inclinado (α = ángulo de inclinación del plano). a) Número de partículas: n = 1 b) Número de restricciones: k = 5. Que el eje de rotación mantenga su dirección constante: Esta condición es del tipo holónoma esclerónoma y restringe 4 grados de libertad: dos desplazamientos u dos giros. La segunda es que rueda sin resbalar. Para ello, es necesario que se cumpla: �̇� = 𝑎. �̇�. Parecería una restricción anholónoma, pero no lo es. Conociendo las condiciones iniciales es fácilmente integrable y se convierte en una expresión analítica holónoma y esclerónama. Fuerzas de restricción: La reacción de vínculo es �̅�, y es siempre perpendicular al plano de apoyo y está aplicada en el punto de contacto del cilindro con el plano. c) Fuerzas que actúan sobre el sistema: La fuerza peso (�̅�); La fuerza de rozamiento estático 𝐹𝑟𝑜𝑧̅̅ ̅̅ ̅ y la reacción del plano sobre el disco, �̅�. La fuerza peso, es conservativa y realiza trabajo; La fuerza 𝐹𝑟𝑜𝑧̅̅ ̅̅ ̅ es no conservativa, pero no realiza trabajo, y; La fuerza �̅� es no conservativa, pero tampoco realiza trabajo Luego el sistema, es conservativo. d) DOF: El número de grados de libertad netos, f = 6.n-k = 6-5 = 1; e) Coordenadas generalizadas linealmente independientes: Una (1): Por ejemplo: 𝑞1 = 𝑠. f) Sistema: holónomo, esclerónomo y conservativo.11/28 8. Desplazamiento virtual. Llamamos desplazamiento virtual a aquél desplazamiento que pueda cumplir simultáneamente las siguientes cuatro condiciones: - Se realiza en un instante de tiempo fijo y determinado. No involucra al tiempo; - Es arbitrario; - Es compatible con los vínculos. Esta es una condición fundamental, y que justamente, muchas veces distingue al desplazamiento real del virtual. Por ejemplo: Una partícula que se desliza sobre una barra que a su vez rota en un plano, alrededor de un punto fijo. El desplazamiento virtual compatible con el vínculo, que para el punto es la barra, debe ser el relativo; o sea, en la dirección de la barra. En cambio, el real hay que medirlo sobre la trayectoria del punto, cuya tangente como sabemos, tiene la dirección de la velocidad absoluta…; - No tiene por qué tener existencia física real. Por lo explicado anteriormente. Coinciden cuando los vínculos son fijos, porque en este caso la velocidad de arrastre es nula y el movimiento absoluto coincide con el relativo. Teniendo en cuenta que: �̅�𝑖 = 𝑓𝑖(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡), entonces el desplazamiento virtual, en función de las coordenadas generalizadas, quedará: 𝛿𝑟�̅� = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 Pero el último término debe ser nulo, puesto que la primera condición que se le impuso a los desplazamientos virtuales es que fueran independientes del tiempo. Entonces: 𝛿𝑟�̅� = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 Si tomamos la expresión dentro de la sumatoria: 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 , dividimos y multiplicamos por 𝜕𝑡, tendremos: 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 = 𝜕𝑟�̅�/𝜕𝑡 𝜕𝑞𝑗/𝜕𝑡 = 𝜕�̅�𝑖 𝜕�̇�𝑗 9. Trabajo virtual: Llamamos también trabajo virtual (𝛿𝑇𝑣𝑖𝑟𝑡𝑢𝑎𝑙, o simplemente 𝛿𝑇𝑣𝑖) al trabajo realizado por una fuerza, a lo largo de un desplazamiento virtual: 𝛿𝑇𝑣𝑖 = �̅�. 𝛿�̅�𝑖 12/28 Aquí, a diferencia de lo que ocurrirá en el principio de los trabajos virtuales, que veremos más adelante, intervienen todas las fuerzas: Las activas �̅�𝑖 𝑎 y las reactivas �̅�𝑖; y todas las activas (interiores, como exteriores). 10. Principio de D´Alembert (Jean Le Rond D´Alembert 16/11/1717 - 29/10/1783. Fue un gran enciclopedista francés del siglo XVIII y uno de los máximos exponentes del movimiento ilustrado…) Recordemos que la segunda ley de Newton para una partícula i-ésima arbitraria y cualquiera, se puede escribir como: �̅�𝑖 𝑒𝑥𝑡 = 𝑚𝑖 . �̅�𝑖 Donde �̅�𝑖 𝑒𝑥𝑡, es la resultante de las fuerzas exteriores que actúa sobre la masa i- ésima; 𝑚𝑖 su masa, y; �̅�𝑖 su aceleración. Pero las Fuerzas exteriores, se pueden dividir en activas y reactivas: Entonces: �̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 + �̅�𝑖 = 𝑚𝑖 . �̅�𝑖 Donde, �̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 es la resultante de las fuerzas exteriores activas, que actúa sobre la partícula i-ésima; y �̅�𝑖 es la resultante de las fuerzas reactivas que actúa sobre la misma partícula. El principio de D´Alembert luego, establece que la condición de equilibrio dinámico para una partícula “i” cualquiera, se puede expresar como: �̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 + �̅�𝑖 − 𝑚𝑖. �̅�𝑖 = 0̅ (4) O también: (�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 − 𝑚𝑖 . �̅�𝑖) + �̅�𝑖 = 0̅ Donde el paréntesis representa las fuerzas perdidas (�̅�𝑖 𝑃). Entonces: �̅�𝑖 𝑃 + �̅�𝑖 = 0̅ En otras palabras, podríamos decir que, “en toda partícula, las fuerzas perdidas se utilizan para equilibrad a las fuerzas reactivas”. NOTA: En lugar de 𝑚𝑖. �̅�𝑖, es habitual escribir �̅�𝑖 ̇ , que es la forma en que se expresa la primera ecuación universal de la mecánica. 11. Principio de los trabajos virtuales: 13/28 La condición necesaria y suficiente para que un sistema esté es equilibrio estático, es que el trabajo virtual de las fuerzas activas, nunca sea positivo: 𝛿𝑇𝑣𝑖 𝑎𝑐𝑡 ≤ 0 (5) O sea: �̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝛿�̅�𝑖 ≤ 0 Para los sistemas holónomos tendremos �̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝛿�̅�𝑖 ≤ 0 O sea, en los sistemas holónomos, las fuerzas de restricción no efectúan trabajo virtual y así, con este postulado, logramos eliminarlas de la formulación. Pero el principio de los trabajos virtuales por sí solo no resuelve el problema dinámico, ya que corresponde al caso de equilibrio estático. Además, los desplazamientos virtuales, 𝛿�̅�𝑖, no son independientes entre sí, sino que están relacionados a través de las ecuaciones de restricción. 12. Ecuación simbólica de la mecánica. Juntando la condición de equilibrio dinámico (4), con el principio de los trabajos virtuales (5), tendremos la condición general para equilibrio dinámico: (�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 + �̅�𝑖 − 𝑚𝑖. �̅�𝑖). 𝛿�̅�𝑖 = 0 O bien, (�̅�𝑖 𝑃 + �̅�𝑖). 𝛿�̅�𝑖 = 0 Por lo tanto: �̅�𝑖 𝑃. 𝛿�̅�𝑖 = 0 Porque el trabajo virtual de las fuerzas reactivas del tipo holónomos, es siempre nulo. Finalmente, para n partículas, tenderemos: ∑(�̅�𝒊 𝒂𝒄𝒕 − 𝒎𝒊. �̅�𝒊). 𝜹�̅�𝒊 𝒏 𝒊=𝟏 = 𝟎 (𝟔) ∑(�̅�𝒊 𝒂𝒄𝒕 − �̅�𝒊 ̇ ) . 𝜹�̅�𝒊 𝒏 𝒊=𝟏 = 𝟎 (𝟕) O bien: 14/28 ∑�̅�𝒊 𝑷. 𝜹�̅�𝒊 𝒏 𝒊=𝟏 = 𝟎 (𝟖) Las tres últimas expresiones se denominan: Ecuación simbólica de la mecánica válida para sistemas holónomos. Si desarrollamos las sumatorias veremos que en el primer miembro aparecen n términos, que vale la pena recalcar, no son nulos en forma individual, justamente porque los 𝜹�̅�𝒊 no son independientes entre sí. Por eso trataremos en lo que sigue, de expresar la ecuación simbólica en función de las coordenadas generalizadas, que sí lo son. 13. Ecuaciones de Lagrange para sistemas holónomos: Sabemos que: �̅�𝑖 = 𝑓𝑖(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡) Con i = nro. de partículas. Pero, el desplazamiento virtual i-ésimo será: 𝛿𝑟�̅� = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 Si reemplazamos el último, en la ecuación simbólica (por ejemplo en la (7) ), tendremos: ∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 − �̅�𝑖 ̇ ) .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 = 0 ∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 ) . −∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑛 𝑖=1 = 0 En el primer término, las fuerzas activas no dependen de los grados de libertad, luego se pueden escribir: ∑(∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗) 𝑓 𝑗=1 ) .−∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑛 𝑖=1 = 0 Luego, se puede también invertir el orden de las sumatorias. Si lo hacemos, tenderemos: 15/28 ∑(∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗) 𝑛 𝑖=1 ) .−∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 Ahora, como 𝑑𝑞𝑗, es un escalar, y no depende de i, podemos reagrupar así: ∑(∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) . 𝑑𝑞𝑗 𝑛 𝑖=1 ) .−∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 Y finalmente, como 𝑑𝑞𝑗 no depende de i: ∑([∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] . 𝑑𝑞𝑗) .−∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 (9) Al término dentro del corchete de la primer sumatoria, se lo conoce con el nombre de Fuerza generalizada asociada a la coordenada 𝑞𝑗, y se la representa con el símbolo 𝑄𝑗. 𝑄𝑗 = ∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 Esta nueva magnitud, 𝑄𝑗, depende de todas las fuerzas aplicadas, pero está asociada a un solo grado de libertad, el de la coordenada generalizada 𝑞𝑗. Nota: No confundir 𝑄𝑗 (fuerza generalizada asociada al grado de libertad j), con �̅�𝑖 ̇ , que es una magnitud vectorial, y que representa la cantidad de movimiento de la partícula i-ésima. Obsérvese además que el producto de 𝑄𝑗. 𝑑𝑞𝑗, que es un producto entre dos escalares (no es un producto escalar, definido entre vectores), tiene que tener unidades de trabajo. Y como las coordenadas generalizadas, 𝑞𝑗, podían tener cualquier unidad, la unidad de 𝑄𝑗 se debe adecuar a tal circunstancia, de manera que el producto entre ámbas, tenga unidades de trabajo.Por ejemplo, - Si [𝑞𝑗] se mide en grados (ángulo), entonces, [𝑄𝑗] tienen que tener unidades de trabajo; - Si Si [𝑞𝑗] se mide en metros (unidad de longitud), entonces, [𝑄𝑗] tienen que tener unidades de fuerza; - Si [𝑞𝑗] se mide por ejemplo en Joule (unidad de energía), entonces, [𝑄𝑗] tienen que ser adimensional…; - Etc. Retomemos la ecuación (9). Primero la reescribimos para no tener que dar vuelta la página: 16/28 ∑([∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] . 𝑑𝑞𝑗) .−∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 Que, en función de la fuerza generalizada, 𝑄𝑗, la podríamos escribir como: ∑(𝑄𝑗. 𝑑𝑞𝑗). −∑�̅�𝑖 ̇ .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 En el segundo término podemos hacer algo parecido, como los �̅�𝑖 ̇ , no dependen de los grados de libertad en j, los incluimos dentro de las segunda sumatoria: ∑(𝑄𝑗. 𝑑𝑞𝑗). −∑∑(�̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗) 𝑓 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 = 0 Las invertimos: ∑(𝑄𝑗. 𝑑𝑞𝑗) − ∑∑(�̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗) 𝑛 𝑖=1 𝑓 𝑗=1 𝑓 𝑗=1 = 0 O también: ∑[(𝑄𝑗) − ∑(�̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 (10) Como: �̅�𝑖 ̇ = 𝑑(𝑚𝑖. �̅�𝑖)/𝑑𝑡 Vamos a tratar de incluir también al otro factor 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 dentro de la derivada… Si hacemos: 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 Vemos que: 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 = 𝑚𝑖. 𝑑�̅�𝑖 𝑑𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 + 𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 O sea: 17/28 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 = �̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 + 𝑚𝑖. �̅�𝑖. 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 Por lo tanto, �̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 = 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 − 𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 (11) Donde, la última derivada: 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 = ∑ ( 𝜕2𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝜕𝑞𝑘 . 𝑑𝑞𝑘 𝑑𝑡 ) 𝑓 𝑘=1 + 𝜕 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝜕𝑡 = 𝜕 𝜕𝑞𝑗 . [∑ ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑘 . 𝜕𝑞𝑘 𝑑𝑡 ) 𝑓 𝑘=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 ] Recordemos que: que �̅�𝑖 = 𝑓𝑖(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡) Entonces: �̅�𝑖 = 𝑑�̅�𝑖 𝑑𝑡 = 𝜕�̅�𝑖 𝑞1 . 𝜕𝑞1 𝜕𝑡 + 𝜕�̅�𝑖 𝑞2 . 𝜕𝑞2 𝜕𝑡 + 𝜕�̅�𝑖 𝑞3 . 𝜕𝑞3 𝜕𝑡 + ⋯+ 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑡 = ∑ 𝜕�̅�𝑖 𝑞𝑘 . 𝜕𝑞𝑘 𝜕𝑡 𝑓 𝑘=1 + 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑡 Y por lo tanto, 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 = 𝜕 𝜕𝑞𝑗 . [∑ ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑘 . �̇�𝑘) 𝑓 𝑘=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 ] = 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 (12) Como en el punto 8 habíamos visto que: 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 = 𝜕𝑟�̅�/𝜕𝑡 𝜕𝑞𝑗/𝜕𝑡 = 𝜕�̅�𝑖 𝜕�̇�𝑗 (13) Retomando la ecuación (10), que repetimos para que ud. no retroceda: ∑[(𝑄𝑗) − ∑(�̅�𝑖 ̇ . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 Conforme a la (11), se puede escribir: ∑[(𝑄𝑗) − ∑( 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 − 𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 Y por la (12) y la (13): 18/28 ∑[(𝑄𝑗) − ∑( 𝑑 (𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕�̇�𝑗 ) 𝑑𝑡 − 𝑚𝑖. �̅�𝑖 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 Teniendo en cuenta que 𝑚𝑖. �̅�𝑖. 𝜕�̅�𝑖 = 1 2 . 𝑚𝑖. �̅�𝑖 2 = 𝑇𝑖, es la energía cinética de la partícula i-ésima. Entonces: ∑ [ (𝑄𝑗) − ∑ ( 𝜕 ( 𝑑 ( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2) 𝑑𝑡 ) 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕 ( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2) 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 ∑[(𝑄𝑗) − 𝑑 𝑑𝑡 𝜕 𝜕�̇�𝑗 ∑( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2) 𝑛 𝑖=1 + 𝜕 𝜕𝑞𝑗 ∑( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2 ) 𝑛 𝑖=1 ] 𝑓 𝑗=1 . 𝑑𝑞𝑗 = 0 Como las coordenadas generalizadas que nosotros utilizamos en esta descripción, sí son independientes entre sí, entonces estas ecuaciones se pueden desacoplar, dando lugar a f ecuaciones de la forma: [(𝑄𝑗) − 𝑑 𝑑𝑡 𝜕 𝜕�̇�𝑗 ∑( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2) 𝑛 𝑖=1 + 𝜕 𝜕𝑞𝑗 ∑ ( 1 2 .𝑚𝑖. �̅�𝑖 2 ) 𝑛 𝑖=1 ] . 𝑑𝑞𝑗 = 0 Y teniendo en cuenta que: 𝑑𝑞𝑗 ≠ 0, que ∑ ( 1 2 . 𝑚𝑖. �̅�𝑖 2)𝑛𝑖=1 = 𝑇, y acomodando un poco, queda: 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑻 𝝏�̇�𝒋 − 𝝏𝑻 𝝏𝒒𝒋 = 𝑸𝒋 (𝟏𝟒) Las (14) se conocen con el nombre de expresiones de Lagrange para sistemas holónomos, en función de las fuerzas generalizadas (Qj). Esas expresiones son válidas para sistemas holónomos, tanto conservativos como no conservativos. La restricción de holónomos es necesaria porque bajo esta suposición hemos logramos eliminar las fuerzas reactivas en la ecuación simbólica de la mecánica. Expandiéndolas: 19/28 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑻 𝝏�̇�𝟏 − 𝝏𝑻 𝝏𝒒𝟏 = 𝑸𝟏 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑻 𝝏�̇�𝟐 − 𝝏𝑻 𝝏𝒒𝟐 = 𝑸𝟐 (𝟏𝟓) − − − − − − − − − − 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑻 𝝏�̇�𝒇 − 𝝏𝑻 𝝏𝒒𝒇 = 𝑸𝒇 Las ecuaciones (15) resultan de la expansión de la (14). En ellas no figuran las fuerzas de Restricción y constituyen una alternativa para plantear las ecuaciones de movimiento en función de las variables qj. Es fácil observar que si las coordenadas qj coinciden con la cartesianas, y no intervienen fuerzas de restricción, caso por ejemplo de una partícula libre, las ecuaciones (15) se reducen a la segunda ley de Newton: Demostración. Supongamos, una única partícula (n=3), libre (f=3). La resultante de las fuerzas exteriores activas (las únicas que hay, porque es una partícula libre), es �̅�. Entonces: �̅� = 𝑥. 𝑖̌ + 𝑦. 𝑗̌ + 𝑧. �̌� Y que: �̅� = 𝐹𝑥. 𝑖̌ + 𝐹𝑦. 𝑗̌ + 𝐹𝑧. �̌� Entonces, �̅� = �̇�. 𝑖̌ + �̇�. 𝑗̌ + �̇�. �̌� Entonces la energía cinética (T) será: 𝑇 = 1 2 .𝑚. �̅�2 = 1 2 .𝑚. (�̇�2 + �̇�2 + �̇�2) Si tenemos tres grados de libertad, entonces j = 3; Y si elegimos las coordenadas generalizadas coincidentes con las cartesianas: 𝑞1 = 𝑥, 𝑦 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖é𝑛, �̇�1 = �̇� 𝑞2 = 𝑦, 𝑦 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖é𝑛, �̇�2 = �̇� 𝑞3 = 𝑧, 𝑦 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖é𝑛, �̇�3 = �̇� Y las fuerzas generalizadas, Qj, serán: 20/28 𝑄1 = ∑�̅�𝑖 𝑎 𝑛 𝑖=1 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞1 = 𝐹𝑥. 1 + 𝐹𝑦. 0 + 𝐹𝑧. 0 = 𝐹𝑥 𝑄2 = ∑�̅�𝑖 𝑎 𝑛 𝑖=1 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞2 = 𝐹𝑦. 1 = 𝐹𝑦 𝑄3 = ∑�̅�𝑖 𝑎 𝑛 𝑖=1 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞3 = 𝐹𝑧. 1 = 𝐹𝑧 Las ecuaciones 15, se reducen a tres: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�1 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞1 = 𝑄1 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�2 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞2 = 𝑄2 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�3 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞3 = 𝑄3 Luego, 𝜕𝑇 𝜕𝑞1 = 𝜕𝑇 𝜕𝑥 = 𝜕 1 2 .𝑚. (�̇� 2 + �̇�2 + �̇�2) 𝜕𝑥 = 0 𝜕𝑇 𝜕𝑞2 = 𝜕𝑇 𝜕𝑦 = 0 𝜕𝑇 𝜕𝑞3 = 𝜕𝑇 𝜕𝑧 = 0 Y 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�1 = 𝑑 𝑑𝑡 { 𝜕 [ 1 2 .𝑚. (�̇� 2 + �̇�2 + �̇�2)] 𝜕�̇� } = 𝑑 𝑑𝑡 (𝑚. �̇�) = 𝑚. �̈� 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�2 = 𝑑 𝑑𝑡 { 𝜕 [ 1 2 .𝑚. (�̇� 2 + �̇�2 + �̇�2)] 𝜕�̇� } = 𝑑 𝑑𝑡 (𝑚. �̇�) = 𝑚. �̈� 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�3 = 𝑑 𝑑𝑡 { 𝜕 [ 1 2 .𝑚. (�̇�2 + �̇�2 + �̇�2)] 𝜕�̇� } = 𝑑 𝑑𝑡 (𝑚. �̇�) = 𝑚. �̈� 21/28 Volviendo a armar las ecuaciones (15) con el modelo: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑓 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑓 = 𝑄𝑓, tendremos: 𝑚. �̈� − 0 = 𝐹𝑥 𝑚. �̈� − 0 = 𝐹𝑦 𝑚. �̈� − 0 = 𝐹𝑧 Que no son otra cosa que la segunda ley de Newton, escrita en forma escalar (en componentes). 14. Ecuaciones de Lagrange para sistemas holónomos conservativos. Si el sistema es conservativo, entonces, existe una función potencial V (función escalar), tal que el campo de fuerzas se puede escribir como un campo de gradientes de esa función potencial: �̅�𝑖 𝑎 = −∇𝑖(V) Entonces, la fuerza generalizada, quedaría: 𝑄𝑗 = ∑�̅�𝑖 𝑎. 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 𝑛 𝑖=1 = ∑−∇𝑖(V). 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 𝑛 𝑖=1 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑞𝑗 El resto de los términos, son todos nulos. Lo anterior se puede ver más fácil, si de nuevo, hacemos n=1 (una sóla partícula y hacemos coincidir a las coordenadas generalizadas con las cartesianas. Para este caso particular: 𝑄1 = ∑−∇𝑖(V). 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞1 𝑛 𝑖=1 = ∑− ∂(V) ∂x . 𝑖̌. 𝜕(𝑥. 𝑖̌ + 𝑦. 𝑗̌ + 𝑧. �̌�) 𝜕𝑥 1 𝑖=1 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑥 También: 𝑄2 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑦 ,y 𝑄3 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑧 , y en definitiva 𝑄𝑗 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑞𝑗 Retomando la (14), que expresaba las ecuaciones de Lagrange para sistemas holónomos: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑗 = 𝑄𝑗 (14) Y reemplazando Qj para el caso de sistemas conservativos: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑗 = − 𝜕𝑉 𝜕𝑞𝐽 22/28 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑗 + 𝜕𝑉 𝜕𝑞𝐽 = 0 Los dos últimos términos los podemos agrupar, porque están derivados respecto de la misma variable, que es la coordenada generalizada asociada al grado de libertad j: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕(𝑇 − 𝑉) 𝜕𝑞𝑗 = 0 En el primer término no aparece V, pero igual lo podemos introducir de “prepo”, ya que no depende de �̇�𝑗, por lo que su derivada será nula: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕(𝑇 − 𝑉) 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕(𝑇 − 𝑉) 𝜕𝑞𝑗 = 0 De esta manera simplificamos la escritura de la ecuación. Porque ahora, si a esta nueva magnitud, que resulta de sumar la energía cinética más la potencial, la llamamos Lagrangiano: L. La ecuación anterior nos queda: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕(𝐋) 𝜕�̇�𝑗 − 𝜕(𝐋) 𝜕𝑞𝑗 = 0 (16) Donde, como dijimos antes, L = T-V; o sea, es la suma de las energías cinética y potencial (mejor dicho la resta). La ecuación anterior, también está desacoplada y se debe repetir para cada grado de libertad. Es decir, tendremos f ecuaciones del siguiente modo: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕(𝐋) 𝜕�̇�1 − 𝜕(𝐋) 𝜕𝑞1 = 0 𝑑 𝑑𝑡 𝜕(𝐋) 𝜕�̇�2 − 𝜕(𝐋) 𝜕𝑞2 = 0 (17) − − − − − − − − − − 𝑑 𝑑𝑡 𝜕(𝐋) 𝜕�̇�𝑓 − 𝜕(𝐋) 𝜕𝑞𝑓 = 0 Tanto las ecuaciones (17) como la (16), expresan las ecuaciones de Lagrange para sistemas holónomos conservativos. Si el sistema es no conservativo, hay que recurrir a las expresiones (14) y (15), que son más generales. 15. Ecuaciones de Lagrange con parámetros superabundantes. 23/28 El vector posición de la partícula i, podía quedar expresado en función de las coordenadas generalizadas, como: �̅�1 = 𝑓1(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑓; 𝑡) Luego, podemos escribir: 𝑑�̅�1 = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 Vemos que, al contrario que el desplazamiento virtual, 𝛿𝑟�̅�, éste sí depende del tiempo t. En cambio, el desplazamiento virtual era: 𝛿𝑟�̅� = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 La velocidad, habíamos visto: �̅�𝑖 = 𝑑�̅�𝑖 𝑑𝑡 = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑑𝑡 𝑓 𝑗=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 𝑑𝑡 = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . �̇�𝑗 𝑓 𝑗=1 + 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑡 En cambio, la velocidad virtual, asociada a un desplazamiento virtual, que no depende del tiempo, será: �̅�𝑖𝑟𝑡 = 𝛿�̅�𝑖 𝛿𝑡 = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝛿𝑡 𝑓 𝑗=1 Bien. Vamos a intentar utilizar, ahora, más coordenadas generalizadas, que las ” f “ que veníamos utilizando, que eran linealmente independientes. O sea, para el caso de la dinámica de partículas, por ejemplo, si tenemos “n” partículas, tendremos 3.n grados de libertad, por supuesto que no son linealmente independientes. Pero tendremos para elegir hasta 3.n parámetros. ¿La idea cuál es? La idea es muy sencilla, si con f coordenadas generalizadas podemos armar f ecuaciones linealmente independientes (lo cual nos permitiría resolver problemas con hasta f incógnitas), si aumentamos el número de parámetros (o de coordenadas generalizadas) a m, podremos resolver problemas con mayor número de incógnitas. Donde m tiene que ser 𝑓 ≤ 𝑚 ≤ 3. 𝑛, y 3. 𝑛 − 𝑘 = 𝑓. O sea que también 𝑓 ≤ 𝑚 ≤ 𝑓 + 𝑘: El hecho es que estos parámetros que van desde f hasta 3.n, están ligados entre sí, a través de k ecuaciones de ligadura. Estas son justamente las k ecuaciones 24/28 de restricción, que habíamos visto en el punto 4 (Restricciones), y que habíamos denominado ecuaciones (3), 𝑔1(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔2(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; 𝑔3(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; (3) − − − − − − − − − − − − − 𝑔𝑘(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0; Esta forma de escribirla, puede variar en función del tipo de sistema (sistema holónomo-esclerónomo, holónomo-reónomo, anholónomo-esclerónomo y anholónomo-reónomo), e incluso convertirse en una inecuación. Lo mismo ocurre con las derivadas de las coordenadas generalizadas. No son independientes entre sí. Volvamos entonces a la ecuación simbólica de la mecánica, en cualquiera de sus formas, por ejemplo la (7): ∑(�̅�𝒊 𝒂𝒄𝒕 − �̅�𝒊 ̇ ) . 𝜹�̅�𝒊 𝒏 𝒊=𝟏 = 𝟎 Si reemplazamos de nuevo la expresión del desplazamiento virtual, pero ahora expresado en función de m parámetros o coordenadas generalizadas (dentro de las cuales hay f que son independientes, pero m-f dependientes), tendremos: 𝛿�̅�𝑖 = ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 Nos queda: ∑(�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 − �̅�𝑖 ̇ ) . 𝑛 𝑖=1 ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 = 0 Distribuimos (igual que antes): ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝑛 𝑖=1 ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 − ∑�̅�𝑖 ̇ 𝑛 𝑖=1 .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 = 0 ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝑛 𝑖=1 ∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 − ∑ 𝑑�̅�𝑖 𝑑𝑡 𝑛 𝑖=1 .∑ 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 = 0 ∑∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 − ∑∑ 𝑑�̅�𝑖 𝑑𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 = 0 25/28 Antes, al desarrollar las expresiones de Lagrange para sistemas holónomos, habíamos eliminado los 𝛿𝑞𝑗, porque eran independientes entre sí y por lo tanto no podían ser nulos. Ahora no podemos asegurar lo mismo. Para sacar la derivada temporal afuera de la sumatoria del segundo término, tenemos que hacer igual que antes y restar el término adicional que aparecerá al derivar el desplazamiento virtual (ver ecuación 11). ∑∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 − ∑∑ 𝑑 𝑑𝑡 [�̅�𝑖. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 − �̅�𝑖. 𝑑 ( 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 ) 𝑑𝑡 ] . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 = 0 Que, teniendo en cuenta la (12) y la (13): ∑∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 − ∑∑ 𝑑 𝑑𝑡 [�̅�𝑖. 𝜕�̅�𝑖 𝜕�̇�𝑗 − �̅�𝑖. 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 ] . 𝛿𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 = 0 Para quitarnos de encima los 𝛿𝑞𝑗, que sabemos que puede haber hasta k valores dependientes, vamos a forzar la igualdad a cero agregando términos que satisfagan la condición de nulidad para un valor determinado de k parámetros, de valor a determinar: ∑∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 − ∑∑ 𝑑 𝑑𝑡 [�̅�𝑖. 𝜕�̅�𝑖 𝜕�̇�𝑗 − �̅�𝑖 . 𝜕�̅�𝑖 𝜕𝑞𝑗 ] 𝑚 𝑗=1 𝑛 𝑖=1 + ∑∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞𝑗 𝑚 𝑗=1 𝑘 𝑠=1 = 0 Los primeros dos términos deberían resultarnos conocidos. El primero corresponde a las fuerzas generalizadas, asociadas a cada uno de los m coordenadas elegidas. El segundo no es otra cosa que la derivada temporal, de la derivada de la energía cinética respecto de las derivadas temporales de las coordenadas generalizadas (�̇�𝑗): 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑗 , y; El tercero, también está asociado a la energía cinética: 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑗 . Ordenando un poco y desacoplando, en función de los parámetros o coordenadas: 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑻 𝝏�̇�𝒋 − 𝝏𝑻 𝝏𝒒𝒋 = ∑�̅�𝒊 𝒂𝒄𝒕. 𝝏𝒓�̅� 𝝏𝒒𝒋 𝒏 𝒊=𝟏 + ∑ 𝝀𝒔. 𝝏𝒈𝒔 𝝏𝒒𝒋 𝒌 𝒔=𝟏 (𝟏𝟖) Éste es un sistema, de m x m+k. O sea, que tiene m ecuaciones con m+k incógnitas: - Hay “m” en términos de coordenadas generalizadas (𝑞𝑗, con 𝑗 = 1… ,𝑚, y con 𝑚 > 𝑓 ); 26/28 - Pero también hay “k” incógnitas adicionales en términos de los parámetros de Lagrange, 𝜆𝑠. Luego, para poder resolverlo habrá que agregar k ecuaciones. Estas son justamente, las k ecuaciones de restricción. El juego que representa la (18), expandido queda: 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�1 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞1 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞1 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞1𝑘 𝑠=1 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�2 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞2 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞2 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞2 𝑘 𝑠=1 (19) − − − − − − − − − − − − − − − − − − 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑚 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑚 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑚 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞𝑚 𝑘 𝑠=1 Y como se dijo, para poder resolverlo es necesario incorporar las k ecuaciones de restricción (19)+(3): 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�1 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞1 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞1 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞1 𝑘 𝑠=1 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�2 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞2 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡 . 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞2 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞2 𝑘 𝑠=1 (19) − − − − − − − − − − − − − − − − − − 𝑑 𝑑𝑡 𝜕𝑇 𝜕�̇�𝑚 − 𝜕𝑇 𝜕𝑞𝑚 = ∑�̅�𝑖 𝑎𝑐𝑡. 𝜕𝑟�̅� 𝜕𝑞𝑚 𝑛 𝑖=1 + ∑𝜆𝑠. 𝜕𝑔𝑠 𝜕𝑞𝑚 𝑘 𝑠=1 𝑔1(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0 𝑔2(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0 (3) − − − − − − − − − − − − − − − − − − − 𝑔𝑘(𝑞1; 𝑞2; 𝑞3; … ; 𝑞𝑛; �̇�1; �̇�2; �̇�3; … ; �̇�𝑛; 𝑡) = 0 Estas ecuaciones tienen validez para sistemas holónomos y anholónomos, esclerónomos, conservativos y no conservativos. Si el sistema fuera conservativo, la expresión (18) por ejemplo, se reduciría a: 27/28 𝒅 𝒅𝒕 𝝏𝑳 𝝏�̇�𝒋 − 𝝏𝑳 𝝏𝒒𝒋 = ∑𝝀𝒔. 𝝏𝒈𝒔 𝝏𝒒𝒋 𝒌 𝒔=𝟏 (𝟐𝟎) 17. Ecuaciones canónicas de Hamilton. Hamilton define una función H, que denominaremos “Hamiltoniano”, que nos permite incrementar el número de ecuaciones, reduciendo su orden en una unidad (recordemos que las ecuaciones de Lagrange son de segundo orden). Seguidamente vamos a pasar a una formulación rápida, derivando al lector interesado a la abundante bibliografía que existe sobre el tema. 𝐻 = ∑ 𝜕𝐿 𝜕�̇�𝑗 . �̇�𝑗 𝑓 𝑗=1 − 𝐿 (1) Donde: - f son los DOF netos. Para el caso de partículas: f=3.n-k; - k cantidad de restricciones; - 𝑞𝑗 coordenadas generalizadas, en este caso independientes entre sí; - L: Lagrangiano (L=T-V). Si llamamos Impulso generalizado, a la siguiente expresión: 𝒑𝒋 = 𝝏𝑳 𝝏�̇�𝒋 (𝟐) Luego, la ecuación de Lagrange para sistemas holónomos conservativos, podría escribirse: 𝑑 𝑑𝑡 ( 𝜕𝐿 �̇�𝑗 ) − 𝜕𝐿 𝜕𝑞𝑗 = 0 𝑑 𝑑𝑡 𝑝𝑗 − 𝜕𝐿 𝜕𝑞𝑗 = 0 Y, �̇�𝒋 = 𝝏𝑳 𝝏𝒒𝒋 (𝟑) Reemplazando (2) en (1), el Hamiltoniano queda: 𝐻 = ∑𝑝𝑗. �̇�𝑗 𝑓 𝑗=1 − 𝐿 28/28 Y como el Lagrangiano, 𝐿 = 𝑓(�̇�𝑗; 𝑞𝑗; 𝑡), entonces: 𝑑𝐻 = ∑(𝑝𝑗 . 𝑑�̇�𝑗 + �̇�𝑗. 𝑑𝑝𝑗) 𝑓 𝑗=1 − ∑ 𝜕𝐿 𝜕�̇�𝑗 . 𝑑�̇�𝑗 𝑓 𝑗=1 − ∑ 𝜕𝐿 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 − 𝜕𝐿 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 Que aplicando las relaciones indicadas en (2) y en (3): 𝑑𝐻 = ∑(𝑝𝑗. 𝑑�̇�𝑗 + �̇�𝑗. 𝑑𝑝𝑗) 𝑓 𝑗=1 − ∑𝑝𝑗. 𝑑�̇�𝑗 𝑓 𝑗=1 − ∑�̇�𝑗. 𝑑𝑞𝑗 𝑓 𝑗=1 − 𝜕𝐿 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 𝑑𝐻 = ∑(�̇�𝑗 . 𝑑𝑝𝑗 − �̇�𝑗. 𝑑𝑞𝑗) 𝑓 𝑗=1 − 𝜕𝐿 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 Además como 𝐻 = 𝑓(𝑝𝑗; 𝑞𝑗; 𝑡), tendremos: 𝑑𝐻 = ∑( 𝜕𝐻 𝜕𝑝𝑗 . 𝑑𝑝𝑗 + 𝜕𝐻 𝜕𝑞𝑗 . 𝑑𝑞𝑗) + 𝜕𝐻 𝜕𝑡 . 𝑑𝑡 = 𝑛 𝑗=1 Comparando las últimas dos, se debe cumplir que: 𝝏𝑯 𝝏𝒑𝒋 = �̇�𝒋 𝝏𝑯 𝝏𝒒𝒋 = −�̇�𝒋 (𝟒) 𝝏𝑯 𝝏𝒕 = 𝝏𝑳 𝝏𝒕 Las expresiones referidas como (4), conforman un sistema de 2.f + 1 ecuaciones de primer orden. Si el Lagrangiano no depende del tiempo, entonces, como indica la última, el Hamiltoniano tampoco, y el sistema se reduce a 2.f ecuaciones diferenciales de primer orden. 18. Bibliografía: a. Mecánica, de Luis Roque Argüello, editorial Answer Justa in Time; b. Mecánica, de Ángel Rodolfo Alessio, editorial CEIT; c. Mecánica Racional, de Liberto Ércoli y V. Azurmendi, Edutecne, UTN; d. Mecánica Analítica, de E. Y. Mulia y M.Y. Martínez, editado por la UNAM (Univ. Nacional de Méjico); e. Mecánica, de Marcelo Rod. Danta, Publicado por la Univ. de Sevilla; f. Mecánica Teórica, de Ricardo R. Hertig, editorial El Ateneo; g. Mecánica, tomo II, de Fermín V. Heberlein, editado por la UNAM; 29/28 h. Introducción a la Mecánica Analítica, de Héctor Vucetich, editorial Eudeba; i. Mecánica teórica, de Jaume Carot y J. Ibáñez, Editorial Reverté; j. Mecánica Analítica, selección de problemas resueltos, serie Limusa; de D.F. Lawden; editorial Limusa.
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