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RESUMEN 1ER AÑO-MEDICINA (52)

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Las vacunas de los niños:
guía para padres
Dr. Juan J. Picazo
Dr. Alfonso Delgado
© Centro de Estudios en Ciencias de la Salud
Depósito legal: M-26.096-2004
Imprime: Marco Gráfico Imprenta, S.L.
Esteban Terradas, 12 - 28914 Leganés (Madrid)
Esta publicación no puede ser reproducida o transmitida total o parcialmente, por cualquier
medio, electrónico o mecánico, ni por fotocopia, grabación u otro sistema de reproducción
de información sin el permiso por escrito del titular del copyrigth.
5
ÍNDICE
SEC
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
SECCIÓN 1: CONCEPTOS GENERALES
ENFERMEDADES INFECCIOSAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
¿QUÉ SON LAS VACUNAS?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
CALENDARIOS VACUNALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
RESPONSABILIDAD Y CONSENTIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . 50
SECCIÓN 2: MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
TRANSPORTE Y CONSERVACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
INTERROGATORIO Y FALSAS CONTRAINDICACIONES. . . . . . 58
ADMINISTRACIÓN Y REGISTRO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
SECCIÓN 3: VACUNAS HABITUALES
DIFTERIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
TÉTANOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
TOS FERINA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
POLIOMIELITIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
H. influenzae TIPO b . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
MENINGOCOCO TIPO C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
NEUMOCOCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
HEPATITIS B. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
SARAMPIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
PAROTIDITIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
RUBÉOLA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
VARICELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
HEPATITIS A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
GRIPE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
RABIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
VACUNAS COMBINADAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
6
SECCIÓN 4: SITUACIONES ESPECIALES
PREMATURIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
INMUNODEPRESIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
INMIGRANTES Y ADOPTADOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
VIAJEROS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
FUTURO EN VACUNACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
SECCIÓN 5: ANEXOS
HISTORIA, LOGROS Y PERSONALIDADES . . . . . . . . . . . . . . . . 180
GLOSARIO DE TÉRMINOS TÉCNICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
INTERNET Y VACUNAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
LIBROS DE INTERÉS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
CENTROS DE VACUNACIÓN INTERNACIONAL. . . . . . . . . . . . 200 
7
La Organización Mundial de la Salud ha declarado que los dos pro-
cesos que han cambiado extraordinariamente la situación sanitaria
mundial (y por tanto, la vida humana) han sido la potabilización
del agua y las vacunas. En los países en los que se han aplicado las
vacunas, enfermedades tales como la viruela, difteria, sarampión,
paperas, tosferina, poliomielitis, rubéola, tétanos y otras, que cau-
saban dolor, mutilaciones y muerte a millones de personas, se han
convertido en problemas del pasado. Hoy en día, en esos países, no
aceptaríamos que cualquiera de estas enfermedades causaran daño
a la población.
Las vacunas son un recurso sanitario muy diferente del resto.
Cualquiera de nosotros acepta sin dudar el tratamiento de una
enfermedad, aunque éste fuera molesto o doloroso. Ante el padeci-
miento, se consiente el incomodo y los eventuales efectos desfavo-
rables del tratamiento con la esperanza de la curación. El uso de las
vacunas, sin embargo, implica (habitualmente) inyectar algo a una
persona que está sana. Para aceptar esto es necesario tener muy cla-
ras las ventajas indudables de la vacunación, comprendiendo bien
el riesgo de rechazar este recurso.
Por otra parte, las vacunas se aplican especialmente en los niños,
por lo que la decisión de su empleo recae en los padres, que de-
seamos lo mejor para nuestros hijos.
Este libro trata de colaborar en ese conocimiento, aportando de
forma clara y concisa la situación actual de las vacunas, de forma
que esa comprensión ayude a los padres a aceptar y decidir sobre
su aplicación en sus hijos.
PRÓLOGO
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
8
Deseamos agradecer a GlaxoSmithkline la financiación de esta edi-
ción, y a todos los que han colaborado en esta obra, al equipo de
dibujantes liderado por Miguel García Ramos y muy especialmen-
te al Dr. Fernando González Romo cuya participación y entusiasmo
han hecho posible la publicación. Confiamos que todo este esfuer-
zo sea acogido por los padres con el mismo cariño con el que se
ha elaborado.
Junio 2004
Juan J. Picazo
Catedrático-Jefe de Servicio de Microbiología Médica. 
Madrid.
Alfonso Delgado Rubio
Catedrático-Jefe de Servicio de Pediatría. 
Bilbao.
Sección 1
CONCEPTOS GENERALES
ENFERMEDADES INFECCIOSAS
¿QUÉ SON LAS VACUNAS?
CALENDARIOS VACUNALES
RESPONSABILIDAD Y CONSENTIMIENTO
■ MICROBIOS NOCIVOS
Las enfermedades infecciosas, excluyendo muchas parasitosis, están produci-
das por agentes conocidos como microorganismos. Esta denominación pro-
viene de su pequeño tamaño, tan reducido que es imposible verlos sin la
ayuda de un microscopio. Estos se dividen, principalmente, en bacterias,
virus, hongos y parásitos. Los primeros están constituidos por una única célu-
la, mientras que los segundos ni tan siquiera eso, son prácticamente, su mate-
rial genético envuelto en una cubierta o membrana proteica y son de menor
tamaño que los primeros.
El medio ambiente está repleto de estos microorganismos, muchos de ellos
viven en nuestro propio organismo, incluso, tenemos en nuestro cuerpo más
bacterias que células. La mayoría de estas son beneficiosas ayudándonos a
digerir alimentos, fabricar vitaminas o defendiéndonos, incluso, de otras bac-
terias. Otros microorganismos no lo son y cuando entran en contacto con
nuestro organismo es para dañarnos mientras intentan sobrevivir y reprodu-
cirse. En muchos casos se trata de microorganismos que solo pueden vivir en
el hombre y pasan de uno a otro, mediante el contagio, produciendo enfer-
medad, por lo que si consiguiésemos detener la transmisión podríamos aca-
bar con el propio microorganismo, siendo ésta una de los beneficios de las
vacunas que han permitido eliminar y hacer desaparecer enfermedades infec-
ciosas.
Además de importantes en número y distribución es destacable la gran varie-
dad de microorganismos existentes que pueden afectar al hombre, estimán-
dose en cerca de 1500 especies diferentes, y su potencial para producir enfer-
medad y muerte en millones de muertes al año en el mundo. Durante algún
tiempo gracias al gran impacto que tuvo el descubrimiento de los antibióticos
y a la sensación de que no existían más microorganismos por descubrir se
pensó que la batalla estaba definitivamente ganada pero la capacidad de éstas
para generar resistencias frente a los antibióticos y el creciente descubrimien-
to de nuevos patógenos, como ilustra el caso del virus de la inmunodeficien-
10■ ENFERMEDADES INFECCIOSAS ■
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
l campo de la medicina conocido hoy como Salud Pública sur-
gió y fue impulsado durante el periodo de la Ilustración. La hue-
lla dejada ayudó, probablemente, al nacimiento, a partir de
principios del siglo XIX, de una nueva ciencia: la bacteriología,
gracias al gran descubrimiento de que las enfermedades infecciosas esta-
ban causadas por microorganismos. Dos de los principales investigadores
que contribuyeron de manera vital a este cambio fueron Louis Pasteur y
Robert Koch.
La Penicilina fue descubierta por Alexander Fleming en 1928 de una forma
casual ya que un hongo que contaminó unas placas en las que trabajaba
inhibió el crecimiento de las bacterias
que cultivaba. En realidad solo una
persona con preparación suficiente,
gran espíritu científico, capacidad de
observación y razonamiento puede
sacar beneficio de un hecho tan simple
como el que se presentó ante sus ojos.
Aún así se necesitó más de una déca-
da para que su descubrimiento tuviese
repercusión en la comunidad científica
y pudiese revolucionar el tratamiento
de las enfermedades infeccosas. En
1945 este científico recibió el Premio
Nobel.
cia adquirida, productor del sida, entre otros, nos enseña que la lucha conti-
núa y que debe abordarse desde varios frentes, siendo la prevención con las
vacunas uno de los más importantes para poder deshacernos de algunas de
estas enfermedades infecciosas.
CONCEPTOS GENERALES
11
Fig. 1. Alexander Fleming.
CURIOSIDADES
E
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
12
Fig. 2. Representación de distintos tipos de bacterias.
COCOS
BACILOS
ESPIRILOS
Y
ESPIROQUETAS
• Bacterias
Como se ha mencionado se trata de microorganismos compuestos por una
única célula. Las células se pueden dividir en eucariotas y procariotas. Las pri-
meras son más complejas y evolucionadas y son las que componen nuestro
organismo, en cambio, las bacterias están compuestas por células procario-
tas. Las bacterias tienen numerosas características diferenciales entre las cua-
les se encuentra su capacidad de división binaria que les permite reproducir-
se ampliamente si el ambiente es el propicio y establecerse, por ejemplo en
nuestro organismo, sin producir enfermedad, o sea colonizando, o produ-
ciéndola, o sea infectando. La capacidad que tenga para conseguir esto últi-
mo es lo que se conoce como patogenicidad, la cual se cuantifica mediante
la virulencia. Precisamente los factores de virulencia de los que dispone una
bacteria suelen ser una de las dianas de las vacunas.
CONCEPTOS GENERALES
13
Fig. 3. División de las bacterias.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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Fig. 4. Representación de distintos tipos de virus.
CONCEPTOS GENERALES
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• Virus
Los virus son más pequeños que las bacterias y ni tan siquiera están com-
puestos por células sino que se trata de estructuras subcelulares muy ele-
mentales. Los virus para obtener energía y reproducirse requieren la ayuda de
las células de nuestro organismo. Insertan su material genético en el interior
de nuestras células y se hacen con el control de la maquinaria que emplean,
exclusivamente, para la creación de más partículas virales. Estos nuevos virus
salen de la célula dispuestas a infectar otras con el mismo propósito. Las célu-
las infectadas terminan muriendo por problemas de funcionamiento, agota-
miento de recursos o al liberar los recién creados virus. Muchas son elimina-
das por nuestro propio sistema defensivo. Para que todo este proceso tenga
lugar deben darse muchos factores, tanto del virus como huésped, para que el
virus ejerza su acción patógena a nivel local o generalizado.
Fig. 5. Representación de virus reproduciéndose en el interior de una célula.
■ DEFENSAS NATURALES
• Mecanismos inespecíficos
La primera línea de barrera frente a la invasión de microorganismos está cons-
tituida por unos mecanismos inespecíficos que son de extremada importan-
cia cuando actúan en su conjunto. La protección que confieren se denomina
también inmunidad innata. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la integri-
dad de la piel que nos sirve de cubierta para evitar la entrada de los agentes
infecciosos mediante una función mecánica y química. Cuando ocurren ero-
siones y cortes o humedad y pérdida del manto ácido, se puede dar la entra-
da de microorganismos como el agente productor del tétanos, muy presente
en el polvo y la tierra, dándole la posibilidad de ejercer su acción patógena.
Por otro lado, la presencia de otros microorganismos de los habituales como
flora evita la llegada e instauración de microorganismos extraños y más viru-
lentos. Por último, mecanismos de secreciones en los diferentes sistemas
como el moco en las mucosas respiratorias que atrapan los microorganismos
y los expulsan gracias al movimiento de células con cilios, que actuando
como cepillos, barren hacia el exterior sin que lleguen a entrar en contacto
con las células. En la mucosa del sistema digestivo encontramos un medio
muy ácido útil como desinfectante en el estómago y posteriormente secrecio-
nes que actúan como sustancias corrosivas que degradan alimentos y micro-
organismos. Finalmente, en la orina también existen sustancias que hacen la
vida imposible para los microorganismos defendiéndonos frente a su infec-
ción.
Aparte de estos mecanismos inespecíficos hay que contar con un mecanismo
defensivo específico o inmunidad adquirida. Esta función es desempeñada
por el sistema inmunológico y su importancia es tal que si no pudiésemos
contar con el sistema inmune cualquier enfermedad infecciosa por simple y
poco virulenta que esta fuese podría convertirse en mortal.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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CONCEPTOS GENERALES
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Fig. 6. Varios mecanismos defensivos inespecíficos.
INTEGRIDAD DE LA PIEL Y MUCOSAS ATRAPAMIENTO EN EL MOCO
MOVIMIENTOS CILIARES
PRESENCIA DE OTROS MICROORGANISMOS 
NO PATÓGENOS
SECRECIONES DIGESTIVAS
• Mecanismos específicos
El sistema inmune es una compleja red de células y órganos especializados
que han ido evolucionando para protegernos frente a la entrada de sustancias
y organismos extraños como los agentes infecciosos. Entre los principales
órganos del sistema inmunológico encontramos las amígdalas, adenoides,
timo, bazo, ganglios y conductos linfáticos, la mucosa intestinal y la médula
ósea. Las células encargadas de la defensa están diseñadas para luchar cada
una de una manera diferente pero interaccionando y colaborando entre ellas
de forma que algunas no podrían ejercer su acción defensiva sin la presencia
de otras. El objetivo del sistema inmunológico para vencer al agente invasor
es ganar la balanza, o sea, eliminarlo con mayor rapidez de la que el agente
se reproduce.
Podemos dividir este sistema defensivo como humoral y celular. Antiguamente
la palabra humor definía cada uno de los líquidos corporales. En este caso la
respuesta defensiva humoral hace referencia a los anticuerpos y al sistema del
complemento, pequeñas moléculas que circulan por el torrente sanguíneo. En
cambio la celular, se refiere a varias células, glóbulos blancos, con actividad
defensiva que, aunque también circulan por el torrente sanguíneo, se pueden
encontrar en numerosos tejidos y ejercen una acción más compleja que los
anticuerpos.
Entre las células defensivas encontramos los macrófagos que son células enor-
mes y duras, con una actividad parecida a la de los policías que patrullan y
que cuando encuentran un virus lo engullen (fagocitan) para destruirlo dentro
de sí mismas (figura 9.1). Precisamente esto es lo que significa su nombre
macro "gran", fago "comedor". Pero para que esto tenga lugar el macrófago
debe identificar antes a qué célula o microorganismo puede y debe atacar.
Esto se consigue gracias a moléculas que se encuentran en la superficie de
cada célula, llamadas antígenos, diferentes y únicas de cada organismo, que
este macrófago reconoce como propias o como extrañas, atacando a cual-
quier célula que muestre estas últimas. Una vez digeridoen su interior el
agente extraño, el macrófago se desplaza a los ganglios linfáticos, pequeños
órganos del tamaño de un garbanzo, distribuidos por todo el cuerpo, que son
como las comisarías donde se van uniendo todas las células encargadas de la
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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CONCEPTOS GENERALES
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Fig. 7. Principales órganos del sistema inmunológico.
ADENOIDES
AMÍGDALAS
TIMO
BAZO
MUCOSA INTESTINAL
MÉDULA ÓSEA
VASOS LINFÁTICOS
GANGLIOS
LINFÁTICOS
defensa y organizan, interaccionando entre ellas, la defensa frente al invasor.
Tantas acuden y se concentran allí que su tamaño aumenta enormemente,
siendo los situados a nivel superficial fácilmente palpables. En estos ganglios
los macrófagos que han digerido al microorganismo expresan en su propia
membrana los antígenos para que otras células como los linfocitos se activen
y puedan reconocerlos y atacarlos (figura 9.2). Estos linfocitos son principal-
mente de dos tipos los T y los B, sus nombres hacen referencia a que los pri-
meros se forman en el Timo y los segundos en médula ósea (del inglés Bone
marrow). Los linfocitos T (LT), a su vez se diferencian en dos tipos (figura 9.3),
LT citotóxicos que, como la infantería, atacan sin miramientos con su carga
química a las células infectadas por microorganismos (figura 9.4), de hecho
son también conocidos como LT killer (del inglés asesinos), y los LT colabora-
dores, que, en este caso ejercen una actividad más parecida a la de los ofi-
ciales, también secretan sustancias químicas pero con la intención de marcar
el rastro hacia el objetivo para otras células y estimular a los otros tipos de lin-
focitos, los Linfocitos B (figura 9.5). Los linfocitos B se encargan de fabricar los
anticuerpos que, como se ha mencionado, son los responsables de la llama-
da respuesta inmunológica humoral. Son, por tanto, como fábricas de muni-
ción. En realidad cuando un LB entra en contacto con un antígeno al que
reconoce, se transforma en otra célula conocida como célula plasmática, más
grande, que es la que produce y libera los anticuerpos en grandes cantidades
(figura 9.6).
Los anticuerpos circulan por el torrente sanguíneo buscando a los microor-
ganismos, que circulan libres sin haber infectado aún las células, para unir-
se a sus antígenos hasta cubrirlo completamente (figura 9.7). La unión se pro-
duce como un ensamblaje preciso entre piezas que encajan a la perfección.
Esta afinidad entre piezas es única para cada antígeno, por lo que son nece-
sarios miles o millones de anticuerpos diferentes, en reserva, para que nues-
tro organismo esté preparado para responder frente a cualquier microorga-
nismo. Para ello, a su vez, miles o millones de LB circulan por el torrente san-
guíneo esperando las señales que indiquen que un intruso ha entrado. Una
vez cubierto el agente infeccioso queda inmovilizado, impidiendo que pueda
ejercer su acción virulenta, sirviendo, además, de señal para otras células
defensivas que acuden a engullir el microorganismo. Este mecanismo humo-
ral puede bastar para responder a numerosos ataques sin necesidad de la
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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CONCEPTOS GENERALES
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Fig. 8. Principales células del sistema inmunitario.
MÉDULA ÓSEA
CÉLULA MADRE
LINFOCITO T
LINFOCITO B
CITO-
TÓXICO
COLABO-
RADOR
NEUTRÓFILO
BASÓFILO
EOSINÓFILO
PLAQUETAS
GLÓBULOS 
ROJOS
CÉLULA PLASMÁTICA
Y ANTICUERPOS
MACRÓFAGO
ayuda de otras células defensivas y es el mecanismo que tratan de estimular
muchas vacunas.
Durante todo este proceso de defensa inmunológica, que ha durado algunos
días, el microorganismo que ha infectado células, ha producido un daño que
se manifiesta con síntomas que representan la enfermedad infecciosa. A veces
si el microorganismo es muy virulento o se reproduce muy rápido puede no
ganarse la batalla y se producen complicaciones, recuperables o no, o inclu-
so la muerte. Cuando esto no ocurre y según se vayan eliminando los micro-
organismos y las células infectadas, nos iremos recuperando de la enferme-
dad.
Todo esto ocurre cuando entramos en contacto por primera vez con un micro-
organismo, pero qué ocurre si se trata de la segunda o sucesivas veces y ya
hemos sufrido la enfermedad. Tras la respuesta inmunológica primera, una vez
eliminado el microorganismo, algunos de los linfocitos T y B que han lucha-
do frente a él, se transforman y se convierten en células de memoria (figura
9.8). Estas circularán a lo largo del cuerpo durante toda la vida, vigilando la
entrada de nuevo del mismo agente invasor. En caso de que esto se produzca
se dividen rápidamente y responden como hemos visto pero sin dar tiempo,
prácticamente, al microorganismo a infectar las células, por lo que no sufri-
mos la enfermedad, estamos protegidos frente a ella. Nuestro organismo ya lo
conoce y tiene preparada la munición, no necesita diseñarla tan solo fabri-
carla en mayores cantidades.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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CONCEPTOS GENERALES
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Fig. 9. Mecanismos de defensa específicos.
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O
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■ CONCEPTO
Nuestro propio organismo posee la habilidad natural de aprender a defender-
se frente a microorganismos que producen enfermedades infecciosas y las
vacunas ayudan a explotar esta destreza. Se trata de un producto inmunobio-
lógico, que contiene un microorganismo, parte de él o un producto derivado
de él y que se administra a una persona con el objeto de inducir una respuesta
inmunitaria específica protectora similar a la de la infección natural, pero 
sin peligro para el vacunado. Este proceso es conocido como inmunización
activa.
Al sistema inmunitario le lleva más de una semana, en un primer contacto con
un microorganismo, aprender a combatirlo. Este intervalo de tiempo puede ser
en muchas ocasiones excesivo, no pudiendo evitar a tiempo la diseminación
del agente por todo el organismo y permitiéndole ejercer su acción patogéni-
ca, sufriendo por tanto la enfermedad y las posibles consecuencias que de ella
se derivasen. Las vacunas facilitan al sistema inmunitario el necesario primer
encuentro con un microorganismo, pero lo hacen con estos ya sin poder viru-
lento tras matarlos o debilitarlos, utilizando solo partes de él o productos deri-
vados de él, de forma que no se desencadene la enfermedad y al sistema
inmunitario le resulte muy fácil reconocerlo, eliminarlo y desarrollar una
memoria para que en el supuesto caso de un futuro encuentro con el agente
natural, la respuesta sea rápida, efectiva y natural.
Las principales características que debe reunir una vacuna son capacidad
para generar una respuesta inmunitaria adecuada, seguridad para evitar la
aparición de efectos adversos, estabilidad para mantener sus propiedades, efi-
cacia para aportar beneficios a la salud de un individuo en condiciones idea-
les, efectividad para aportar beneficios a la salud de una población en condi-
ciones reales y eficiencia para establecer una relación favorable entre los
beneficios de la vacuna y los recursos necesarios para administrarla.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
24
■ ¿QUÉ SON LAS VACUNAS? ■
CONCEPTOS GENERALES
25
Fig. 10. Mediante la vacunación, nuestro sistema inmunitario aprende a defenderse
frente a microorganismos con los que no ha tenido contacto evitando 
la enfermedad.
■ TIPOS DE VACUNAS
Las diferentes vacunas disponibles se pueden clasificar atendiendo a múltiples
criterios en muchos tipos. Si atendemos a un criterio epidemiológico las
podemos dividir en sistemáticas y no sistemáticas. Las primeras serían las de
aplicación universal a toda la población diana susceptible que no presente
contraindicaciones de acuerdo a las estrategias establecidas por las
Autoridades Sanitarias de Salud Pública a través de un calendario vacunal. Las
segundas son de aplicación individual según las características de un sujeto
concreto y sus circunstancias o ante la aparición de brotes epidémicos. Si
atendemos a un criterio microbiológico,según la naturaleza del agente infec-
cioso frente al que se pretende proteger, se clasifican como bacterianas y víri-
cas si previenen la aparición de una enfermedad producida por una bacteria
o un virus respectivamente (ver sección microbios nocivos). Si atendemos, en
cambio, a un criterio basado en la tecnología de producción de la vacuna se
clasificarían como vacunas vivas atenuadas, inactivadas o muertas, de subu-
nidades, toxoides y conjugadas.
• Vacunas de microorganismos vivos, atenuados
Estas vacunas contienen una variedad del microorganismo vivo pero atenua-
do o debilitado en el laboratorio para que no pueda ocasionar enfermedad. Es
el tipo de vacuna que más simula la infección natural, tratándose, por lo
tanto, de una excelente manera de mostrar al sistema inmunológico como
generar la protección frente al microorganismo.
Suelen estimular tanto una respuesta celular como
humoral que además suele durar de por vida con
tan solo una o dos dosis. Resultan más fáciles de
obtener para virus dado que estos contienen un
número limitado de genes y sus características son
más fáciles de controlar. En cambio con las bacte-
rias resultan más difíciles de obtener por ser más
complejas y difíciles de manejar. No obstante, el
desarrollo de tecnología de ADN recombinante
puede permitir llevarla a cabo. Los mecanismos
utilizados para atenuar los microorganismos en el
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
Fig. 11. Vacunas de 
microorganismos vivos, 
atenuados.
26
laboratorio son variados e incluyen su reproducción a lo largo de numerosas
generaciones en medios hostiles de temperatura o nutrientes, como determi-
nadas células, para que vayan perdiendo su capacidad conforme avanzan las
divisiones. El inconveniente que podrían presentar estas vacunas es la remota
posibilidad de mutar o cambiar, al igual que lo hacen en su medio ambiente
recuperando su patogenicidad. Estas vacunas no deben ser utilizadas en per-
sonas con el sistema inmunológico debilitado para evitar que una mala res-
puesta de estos el microorganismo vivo pueda persistir y aumentar las posibi-
lidad de producir enfermedad.
• Vacunas inactivadas o muertas
Estas vacunas son más habituales para las bacte-
rias. En este caso el microorganismo no está debi-
litado sino que está muerto por lo que no tiene
ninguna capacidad para reproducirse o producir
la enfermedad. Tienen la ventaja, por tanto, con
respecto a las anteriores de que no puede mutar y
la necesidad de refrigeración no es tan vital, lo
que las convierten en más seguras, estables y fáci-
les de distribuir. Los mecanismos empleados para
inactivar los microorganismos son su exposición
a tóxicos químicos, calor o radiaciones. Desgra-
ciadamente presenta como desventaja que la res-
puesta inmunológica que desencadenan no es tan intensa como las vacunas
atenuadas y por ello suelen ser necesarias varias dosis de recuerdo para poder
mantener la inmunidad frente al microorganismo. Esto puede representar un
problema en poblaciones que tiene difícil acceso a los cuidados sanitarios ya
que pueden perder dosis.
• Vacunas de subunidades
Estas vacunas están compuestas solo por las partes importantes del microor-
ganismo de cara a la respuesta inmunológica, a sea, las que mejor estimula-
ción producen. Al prescindir del microorganismo completo y de gran parte de
sus moléculas y antígenos, estas vacunas resultan más seguras y menos reac-
CONCEPTOS GENERALES
27
Fig. 12. Vacunas inactivadas
o muertas.
tógenas. Estas vacunas se realizan mediante la
destrucción de los microorganismos con sustan-
cias químicas y la posterior separación y selec-
ción de las partes que nos interesan. Hoy día exis-
te también la posibilidad de crearlas mediante la
tecnología de ADN recombinante. Para ello se
insertan los genes del microorganismo que con-
tienen la información para la producción del antí-
geno que nos interesa, en otro microorganismo
que los fabrica en grandes cantidades que se van
recolectando y purificando.
• Vacunas de toxoides
Son numerosos los microorganismos que produ-
cen la enfermedad a través de una toxina. Para
combatir estos agentes se utilizan vacunas de
toxoides. El toxoide es la propia toxina tratada en
el laboratorio para inactivarla sin que pierda su
capacidad de generar una respuesta protectora
por el sistema inmunológico. Habitualmente para
el mecanismo de inactivación de la toxina se uti-
lizan sustancias químicas.
• Vacunas conjugadas
Estas vacunas son fruto de un reciente desarrollo y
están solventando un gran problema que existía,
pues los niños muy pequeños no respondían frente a
ciertas vacunas por que no eran capaces de recono-
cer sus antígenos, concretamente frente a ciertos
azúcares presentes en la cubierta de microorganis-
mos que producían graves enfermedades en los
niños. Estas vacunas se realizan uniendo a esos azú-
cares proteínas o toxoides de otros microorganismos
haciendo que entonces sí reaccione frente a ellos, no
pudiendo esconderse del sistema inmunológico.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
28
Fig. 13. Vacunas de
subunidades.
Fig. 14. Vacunas de
toxoides.
Fig. 15. Vacunas 
conjugadas.
CONCEPTOS GENERALES
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■ ¿CÓMO FUNCIONAN?
Una vez que el sistema inmunológico ha aprendido a defenderse de un micro-
organismo concreto, tras sufrir la enfermedad o tras ser vacunado, se dice que
esa persona es inmune a él, tratándose de una inmunidad adquirida natural o
artificial respectivamente.
Las vacunas generan una inmunidad artificial porque la inducimos nosotros
con un producto modificado pero la respuesta es totalmente natural. De
hecho lo que en realidad se pretende conseguir al administrar una vacuna es
simular la infección natural pero sin sufrir la enfermedad. Al administrar la
vacuna estamos introduciendo un microorganismo poco virulento o parte de
él, pero para el sistema inmunológico es como si hubiese entrado por su pro-
pio pie y se tratase del microorganismo virulento, por lo que pone en marcha
toda su maquinaria defensiva (ver sección defensas naturales). La ventaja con-siste en que mientras ésta se lleva a cabo, el microorganismo no nos hace
daño por que no tiene capacidad para ello. Si en el futuro entramos en con-
tacto con el verdadero microorganismo nuestras defensas responderán rápi-
damente frente a él y tampoco sufriremos la enfermedad gracias a fenómeno
llamado "memoria inmunológica".
Las vacunas no solo protegen frente a una enfermedad infecciosa a la perso-
na vacunada sino también a los de su alrededor de dos formas diferentes. Por
un lado, directamente, ya que al estar vacunado y entrar en contacto con un
agente infeccioso el periodo durante el cual será contagioso para otras perso-
nas será menor si es que existe. Por otro, indirectamente, ya que cuando este
hecho se multiplica por muchas personas vacunadas, hasta un número críti-
co, la circulación del agente en esa comunidad prácticamente desaparece y
todo el grupo poblacional, vacunados o no, queda protegido. Esto se conoce
como inmunidad de grupo o comunitaria. Cuando la enfermedad no ha sido
totalmente erradicada y el número de personas vacunadas no es el suficiente,
la enfermedad puede resurgir.
La capacidad del sistema inmunitario para responder de una forma eficaz ante
la presencia de microorganismos es enorme, de hecho cada día estamos sien-
do expuestos a multitud de ellos sin que la mayoría de las veces se 
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
30
CONCEPTOS GENERALES
31
Fig. 16. Gracias a la vacunación de muchos niños podemos conseguir que si alguno
no ha podido ser vacunado o no ha respondido se vea igualmente protegido gracias
al fenómeno de inmunidad de grupo o comunitaria.
deriven consecuencias negativas para la salud. Se cree que podemos recono-
cer y atajar de forma adecuada cientos de miles de microorganismos.
Conociendo estos hechos se puede comprender que las vacunas que se admi-
nistran a los niños en el calendario solo representan y ocupan una pequeñísi-
ma parte de la memoria del sistema inmune, por lo que el temor de que éste
pudiese verse desbordado o agotado por la administración de vacunas es
infundado. Además, aunque hoy día se intenten prevenir más enfermedades
infecciosas mediante la vacunación, las vacunas son cada vez más purifica-
das, con menor contenido de antígenos, por lo que el uso del sistema inmu-
nitario es, en realidad, menor.
Por otro lado, las enfermedades infecciosas prevenibles mediante las vacunas
a su vez pueden favorecer infecciones secundarias por otros microorganismos
debido a debilidad del sistema inmunitario. Por el contrario la aplicación de
vacunas lejos de debilitar el sistema inmunológico lo fortalece y en estudios
llevados a cabo con este propósito no se ha encontrado incremento de infec-
ciones tras la administración de vacunas.
La respuesta a cada vacuna no siempre es homogénea, puede variar aten-
diendo a distintos factores individuales y de la vacuna. Entre los individuales
se encuentran la edad, factores hereditarios, nutricionales, la existencia con-
comitante de otras infecciones, anticuerpos circulantes, bien maternos o
administrados de forma exógena. Entre los factores relacionados con la propia
vacuna se encuentran, como no, la naturaleza y cantidad del antígeno, la vía
de administración y la presencia de sustancias que aumenten la eficacia
(adyuvantes). 
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
32
dward Jenner, con justicia uno de los padres de la vacunación,
se dice que quedó impresionado por la belleza de las vaqueras,
encargadas de ordeñar las vacas. Estas mujeres debían su belle-
za a que en sus caras no se encontraban marcas de la viruela,
porque sufrían una viruela muy leve que solo les afectaba
durante escaso tiempo y muy localizada a las manos. Esa viruela no era la
humana, era contagiada a través de las ubres de las vacas que sufrían la
viruela vacuna (variolae vaccinea), pero una vez que sufrían esta enferme-
dad ya no sufrían la viruela aunque estuviesen en estrecho contacto con un
enfermo. Este fue y sigue siendo el principio básico de la vacunación.
De hecho, el término utilizado hoy día para hacer referencia a la inmuni-
zación, "vacunación", deriva a su vez de "vacuna (vaccina)" que utilizó
Jenner para describir el producto que había obtenido de estos animales.
Pero gran parte del mérito de que esta denominación se mantuviese la tuvo
Pasteur casi un siglo después cuando tras sus exitosos experimentos propu-
so ante la Academia de Ciencias de París este término aunque no tuviese ya
nada que ver con las vacas ni con las ordeñadoras.
CONCEPTOS GENERALES
33
Fig. 17. Jenner en sus observaciones. 
CURIOSIDADES
E
■ BENEFICIOS E IMPACTO
La vacunación es la estrategia más beneficiosa y barata para prevenir algunas
enfermedades infecciosas. La OMS ha declarado que junto con la potabiliza-
ción del agua, la vacunación ha sido la intervención en sanidad pública que
mayor repercusión ha tenido en la salud mundial. El impacto de las vacunas
se ha visto favorecido por el desarrollo de programas de inmunización y
calendarios vacunales que han permitido aumentar las coberturas vacunales.
Gracias a las vacunas han disminuido considerablemente los casos de nume-
rosas infecciones así como las complicaciones y muertes debidas a estas.
Incluso se ha conseguido erradicar alguna de éstas como en el caso de la
viruela, cuyo último caso de enfermedad se produjo en 1977 en Somalia.
Otras se espera lo sean próximamente como la polio, de hecho numerosas
regiones del mundo, entre ellas España, han sido declaradas libres de la enfer-
medad. Y otras, aunque no se espera su erradicación en un futuro inmediato,
se han eliminado de numerosas regiones del mundo una vez implantados
programas de vacunación como en el caso del sarampión, la rubéola y la
parotiditis. Más recientemente, se ha testimoniado el impacto que sobre las
enfermedades que previenen han tenido tanto la vacuna frente a Haemophilus
influenzae tipo b como frente a neumococo. A lo largo de la presente guía se
irán mostrando más ejemplos del beneficio e impacto de las vacunas sobre las
enfermedades infecciosas.
No cabe duda de que la mejora en las condiciones económicas, sociales,
higiénicas y sanitarias de numerosos países ha jugado también un papel
importante pero no explican por sí mismos los descensos tan rápidos y signi-
ficativos que se han observado tras la instauración de un programa vacunal.
Además el caso de la poliomielitis ilustra como países de Sudamérica poco
desarrollados fueron los primeros en el mundo en conseguir eliminar la enfer-
medad al poco tiempo de instaurar importantes programas vacunales sin que
el resto de las condiciones se viesen modificadas durante ese intervalo.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
34
CONCEPTOS GENERALES
35
Fig. 18. Algunos ejemplos del descenso de enfermedades infecciosas en España 
tras la introducción de vacunas.
CASOS DE POLIOMIELITIS EN ESPAÑA
CASOS DE PAROTIDITIS EN ESPAÑA
CASOS DE RUBÉOLA EN ESPAÑA
a viruela ha sacudido a la humanidad desde tiempos remotos de
forma implacable para todos los niveles de la sociedad. La
momia del faraón egipcio Ramsés V que se exhibe en el Museo
de El Cairo muestra claras marcas en la cara de pústulas suge-
rentes de viruela que la señalan como probable causa de su
muerte. Por razones culturales no se ha permitido a la comunidad científi-
ca tomar muestras para analizar el ADN del virus y así poder confirmarlo.
En 1719 en una sola pandemia en Paris se produjeron 14.000 muertos por
viruela. En 1770 otra en la India mató a más de tres millones. George
Washington, el primer presidente de los
EE.UU. haciéndose eco de que los solda-
dos ingleses contra los que luchaba no
sufrían la viruela, insistió en la vacunación
de los nuevos reclutas de su ejército, aun
sabiendo que aquella originaria vacuna
tenía muchos efectos indeseables. El desti-
no quiso que años más tarde él mismo
muriese de una afección laríngea que pro-
bablemente fuese difteria, otra de las pri-
meras enfermedades prevenibles por vacu-
nación. Hoy gracias a la vacunación ha
desaparecidotanto la viruela como el virus
que la producía y ni siquiera sigue siendo
necesaria la propia vacuna. 
La interrupción de programas vacunales, por distintos motivos, en algunos paí-
ses ha mostrado elevaciones rápidas de casos de la enfermedad que prevenía.
Así mismo la mayoría de los casos de enfermedad que se producen en muchos
países se dan en personas no vacunadas, muchos de estos ocurren en forma
de brotes epidémicos en comunidades o grupos que por distintos motivos son
contrarios a la vacunación.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
36
Fig. 19. Momia de Ramsés V.
CURIOSIDADES
L
CONCEPTOS GENERALES
37
Fig. 20. La viruela, una enfermedad erradicada gracias a la vacunación.
Tras siglos de lucha contra la
enfermedad, la OMS declaró 
oficialmente erradicada la
viruela el 8 de mayo de 1980
después de no producirse
ningún caso desde el 26 de
octubre de 1977 en Somalia.
En España no se daban casos
autóctonos desde 1948, 
aunque fue uno de los
últimos países europeos 
en conseguir eliminarla.
■ SEGURIDAD
Los requerimientos actuales de las Autoridades Sanitarias previos a la autori-
zación de cualquier vacuna garantizan que estas sean productos muy seguros.
Muy anteriormente a solicitar esta autorización los laboratorios farmacéuticos
han realizado numerosos estudios de diversa índole para asegurar este vital
punto. Además, incluso, una vez comercializada una vacuna existe una exten-
sa y compleja red de fármacovigilancia que recoge cualquier incidencia que
pudiese darse en cualquier parte del mundo para investigar el tipo de relación
que pudiese existir por la administración previa de una vacuna. Una relación
temporal no siempre implica una relación causal.
A pesar de que se trata de productos seguros, su complejidad, su amplio y
diferente ámbito de utilización y la variabilidad entre los individuos provocan
que, en ocasiones, se puedan presentar efectos secundarios inesperados que
se suelen dividir en locales y generales.
Los efectos locales más frecuentes son dolor, enrojecimiento e hinchazón en
la zona de la inyección que no suelen tener mayor importancia desapare-
ciendo a las pocas horas o días. Más raramente se pueden dar nódulos que
desaparecen a las pocas semanas.
Entre los efectos generales el más frecuente y conocido es la presentación de
fiebre que puede ser muy variable aunque lo habitual es que no sea muy ele-
vada y no dure más allá de 2 días. En ocasiones la fiebre puede originar con-
vulsiones. En ambos casos deben ser valoradas tratándose generalmente con
las medidas habituales. Pueden darse, también, erupciones en la piel con sín-
tomas de afectación general que ceden espontáneamente. Mucho más raro es
la presentación de aumento del tamaño de los ganglios, dolores articulares,
llanto persistente o crisis de pérdida del tono muscular.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
38
CONCEPTOS GENERALES
39
Fig. 21. Seguridad vacunal.
Una amplia red de vigilancia farmacológica, a varios niveles, controla y estudia
la seguridad de las vacunas.
Reacciones locales: dolor,
enrojecimiento e hinchazón
en el lugar de inoculación.
Reacciones generales: fiebre.
■ OTROS COMPONENTES
Al igual que en otros productos farmacéuticos o, incluso, en los alimentos, en
la composición de las vacunas es necesario incluir otros componentes con el
objeto de facilitar o ayudar a la respuesta inmunológica, conservarla en buen
estado desde su fabricación hasta su administración, etc. Muchas veces son
estos componentes los que generan la presentación de algún efecto indesea-
ble. Estos componentes se encuentran sometidos también a estudios y regula-
ciones que aseguren su eficacia y seguridad.
Los adyuvantes son componentes que se añaden a las vacunas para mejorar
la respuesta inmunológica que estas producen acelerándola, prolongándola o
potenciándola. Estos compuestos son cuidadosamente estudiados y también
requieren de aprobación por las Autoridades Sanitarias. Se suelen utilizar sales
de aluminio que se unen al antígeno y lo retienen en el lugar de la inyección,
ayudan a que lleguen a los ganglios linfáticos y a su contacto con las células
defensivas. El resultado es una respuesta incrementada de creación de anti-
cuerpos.
Los conservantes tienen como función mantener el vial libre de contamina-
ción desde su fabricación hasta que es abierto. Se trata de antibióticos, meta-
les como los derivados del mercurio o sustancias químicas como el fenol que
evitan el crecimiento de microorganismos que pudiesen haber contaminado
la vacuna en su procesamiento o utilización. Dadas las mejoras en las técni-
cas de producción su necesidad está disminuyendo.
Los estabilizantes son los encargados de que la vacuna mantenga todas sus
propiedades y potencia aunque se modifiquen durante algún tiempo sus con-
diciones óptimas de conservación como ante exposiciones a calor o excesivo
frío. También son útiles para hacer presente las pequeñas cantidades de masa
viral incluidas en algunas vacunas evitando su pérdida al pegarse a las pare-
des de los viales, por ejemplo. Se incluyen azúcares, aminoácidos, proteínas,
gelatina y sales, principalmente.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
40
CONCEPTOS GENERALES
41
Fig. 22. Otros componentes de las vacunas.
CONSERVANTES
ADYUVANTES ESTABILIZANTES
Las Autoridades Sanitarias recomiendan el uso de determinadas vacunas de
forma sistemática o universal una vez que han demostrado su eficacia y segu-
ridad no solo para proteger a un individuo concreto sino también a los de su
alrededor aunque no estén vacunados gracias a la disminución del agente cir-
culante y del número de enfermos que potencialmente podrían contagiar la
enfermedad, esto es lo que se conoce como inmunidad colectiva o de grupo.
Por otro lado, para un mismo individuo puede resultar difícil saber cuando
debe comenzar o recibir una inmunización. Por todo ello surge la necesidad
de crear calendarios vacunales, que no son más que la secuencia cronológi-
ca de vacunas que se administran de forma sistemática a toda la población de
un país o un área concreta, con el fin de conseguir unas cifras adecuadas de
inmunización en la población frente a las enfermedades prevenibles.
Estos calendarios se van revisando y modificando constantemente, no deben
ser estáticos ni definitivos, como algunas personas creen. Las modificaciones
que se van introduciendo responden a razones científicas según la disponibi-
lidad de nuevas vacunas, la evolución de la situación epidemiológica con
aparición, resurgimiento o eliminación de enfermedades infecciosas y econó-
micas según los recursos disponibles para el mantenimiento de las mismas.
No obstante, para evitar crear confusión y desconcierto, la conveniencia de
los cambios y la introducción de los mismos es ampliamente estudiada y
debatida.
La edad de inicio de la vacunación suele ser la mínima a la que el niño sea
capaz de responder mientras exista riesgo de exposición al agente infeccioso
frente al que se pretende proteger y siempre que exista seguridad en su admi-
nistración. Si el niño no ha sido vacunado en su momento debe ser adaptado
a su situación individual.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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■ CALENDARIOS VACUNALES ■
CONCEPTOS GENERALES
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El primer calendario vacunal en España se elaboró por el Ministerio de
Sanidad en 1964 y fue modificado en 1981. Desde entonces la descentraliza-
ción sanitaria ha provocado que exista un calendario elaborado por el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud sobre el que las dis-
tintas Comunidades Autónomas pueden elaborar el propio por lo que existen
multitud de calendarios en España, algunos de ellos con diferencias algo nota-
bles. La tendencia actual es a intentar unificar y converger lo máximo posible
el calendario, de forma que sea lo más parecido posible en todas las
Comunidades Autónomase intentar que en el futuro se trate de un calendario
único para todo el territorio nacional. Incluso, no se puede descartar que en
un futuro pudiese existir un calendario único Europeo.
Actualmente, son diez las enfermedades infecciosas que se intentan prevenir
mediante las vacunas incluidas en el calendario: Difteria, Tétanos, Tos ferina,
Poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo b, Meningococo C, Hepatitis B,
Sarampión, Rubéola y Parotiditis. El empleo de vacunas combinadas en el
calendario reduce el número de inyecciones necesarias, en un mismo acto
vacunal donde coincidan varias vacunas, a prácticamente tres. Entre las dife-
rencias mencionadas entre Comunidades Autónomas sirvan como ejemplo la
administración de la vacuna frente a la hepatitis A en Ceuta, Melilla y
Cataluña y de la vacuna frente a la tuberculosis en el País Vasco.
Por otro lado, Asociaciones como la Asociación Española de Pediatría a través
del Comité Asesor de Vacunas, constituido en Mayo de 1994 realiza su propio
calendario donde se plasman sus recomendaciones a la vista de la evidencia
científica y social del momento. Este calendario difiere del comentado ante-
riormente con presencia de algunas vacunas no incluidas en el anterior como
la vacuna conjugada frente al neumococo y la vacuna frente a la varicela.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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 v
ac
un
al
es
.
En el acto vacunal concurren circunstancias que le proporcionan un carácter
diferencial respecto a otras actuaciones médicas planteando, en ocasiones,
problemas éticos de difícil solución. Por un lado, el sujeto receptor es un indi-
viduo sano, los beneficios de su administración individual son extensibles a
toda una comunidad, para asegurar estos beneficios es necesario un alto
número de personas vacunadas y, en el caso de los niños, alguien debe deci-
dir por ellos.
Existe una regulación legal enmarcada en la Ley General de Sanidad de 25 de
Abril de 1986 donde se considera la vacunación un derecho básico a la pro-
tección de la salud. Así mismo y como se amplía en la Ley 41/2002 se con-
templa la necesidad de una correcta y abundante información a los padres,
escrita o verbal, continuada o en el mismo momento, que sea adecuada al
grado de entendimiento. No deben existir dudas que justifiquen temores
infundados por lo que se debe informar de la relación entre el riesgo y el
beneficio. La decisión final de la administración o no de la vacuna depende
del paciente o, en el caso de los menores, de sus padres o tutores legales.
Según la ley, el consentimiento debe ser verbal en la mayoría de los casos.
En España, donde somos un país modélico en la conciencia ciudadana de
salud pública y aceptación de la vacunación, no existe obligatoriedad legal
expresa para la administración de las vacunas sistemáticas, como ocurre en
otros países, no se puede forzar a su administración sin consentimiento, aun-
que sí existe de una forma indirecta, ya que, como se ha dictaminado en algu-
nas sentencias, y atendiendo a otras leyes, existe riesgo de enfermedad preve-
nible para el propio niño y para otros, problemas de escolarización, etc. que
sí pueden acarrear distintas responsabilidades legales a los padres.
Ciertamente, representa un problema legal complejo donde el diálogo, enten-
dimiento y, principalmente, la información honesta juegan un papel vital.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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■ RESPONSABILIDAD Y CONSENTIMIENTO ■
CONCEPTOS GENERALES
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Fig. 26. Responsabilidad y consentimiento.
El acto vacunal
comienza ya
desde la 
información
sobre los 
beneficios 
y riesgos de la
vacuna hasta el
registro y 
vigilancia tras la
administración.
Sección 2
MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
TRANSPORTE Y CONSERVACIÓN
INTERROGATORIO Y FALSAS CONTRAINDICACIONES
ADMINISTRACIÓN Y REGISTRO
Las vacunas son un producto especial en lo referente a su conservación pues
requieren una temperatura estable que debe ser mantenida desde el momen-
to de su fabricación hasta su aplicación. Esta temperatura para la mayoría de
las vacunas gira en torno a 2-8 ºC. Para ello existe lo que se conoce como
cadena de frío que hace referencia tanto al manejo, transporte y distribución
como conservación de las vacunas para asegurar unas condiciones adecuadas
que garanticen su calidad. Las tres primeras se engloban como cadena de frío
móvil mientras que la última representa la fija. En el mantenimiento de la
cadena de frío intervienen numerosos elementos tanto humanos como mate-
riales, algunos de ellos muy especializados, y diferentes según el nivel de apli-
cación de la propia cadena, así intervienen el laboratorio fabricante, las con-
sejerías de salud y los centros de vacunación. Una mala conservación de la
cadena de frío puede conducir no solo a una pérdida de su capacidad de pro-
tección sino incluso a una mayor reactogenicidad de la misma. Dependiendo
del tipo de vacuna de que se trate la necesidad de refrigeración varía, siendo
especialmente importante en las vacunas atenuadas como la triple vírica y la
de la varicela. De hecho, si esta no se puede asegurar es preferible, incluso,
no utilizarlas. Las más estables son las de toxoides como la del tétanos y dif-
teria. Hay que saber que no solo el pico de temperatura alcanzado en la cade-
na puede influir sino también el tiempo que ha permanecido a la misma.
■ RECURSOS HUMANOS
Habitualmente se cuenta con personal formado específicamente, pero dado
que hoy día no todas las vacunas están disponibles en estos centros de forma
gratuita y se pueden adquirir en las farmacias, el papel de éstas y de los pro-
pios padres que compran la vacuna ya sea para llevarla directamente a un
centro donde aplicarla o a casa donde permanecerá algún tiempo, comienza
a ocupar un lugar importante para garantizar la futura protección del niño, por
lo que se hace imprescindible conocer ciertas normas básicas en el manteni-
miento de las mismas.
54
■ TRANSPORTE Y CONSERVACIÓN ■
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
55
Fig. 27. Hoy día la vacuna puede viajar de la farmacia a casa, de ésta a un centro
donde administrarla, etc. y debe hacerlo en condiciones adecuadas.
■ RECURSOS MATERIALES
La cadena de frío móvil en este nivel representa al transporte desde la farma-
cia a casa o de casa al centro, y debe realizarse en contenedores isotérmicos,
neveras portátiles o portavacunas que puedan mantener una temperatura entre2 y 8º C. Para conseguirlo suele ser habitual el empleo de acumuladores de
frío, pequeños bloques de plástico con algún líquido en su interior que, tras
tenerlos algunas horas en el frigorífico, se guardan en el congelador. Al sacar-
los del congelador es conveniente mantenerlos unos minutos a temperatura
ambiente, hasta que aparezcan gotas de condensación, antes de introducirlos
en el contenedor para evitar el excesivo enfriamiento de la vacuna. Así mismo
se deben colocar evitando el contacto directo con la vacuna. Se debe evitar,
también, el empleo de hielo ya que se descongela antes y puede mojar el
envase de la vacuna deteriorándolo.
La cadena de frío fija está representada por el frigorífico, que deberá funcio-
nar correctamente y estar dotado de termostato para mantener una tempera-
tura entre 2 y 8º C. Para conservar la vacuna en el interior en las mejores con-
diciones posibles se deben tener en cuenta algunos consejos prácticos:
– Intentar independizar la vacuna de los alimentos sin manipular los enva-
ses.
– Evitar las zonas denominadas de "temperatura 0" de algunos frigoríficos.
Ideales para conservar embutidos pero demasiado frías para la vacuna.
– Evitar su conservación en la puerta. Está más alejada del resto de los ali-
mentos pero es la zona más caliente y de temperatura menos constante
del frigorífico.
– Evitar estantes sin perforaciones. La vacuna no se caerá pero se pueden
acumular líquidos en su superficie.
– Evitar los estantes más bajos, ya que es riesgo de que les pueda caer líqui-
dos es mayor.
– Evitar, así mismo, el contacto con las paredes, especialmente la parte tra-
sera donde la temperatura suele ser más baja y a veces se produce la con-
gelación.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 28. Conservación de las vacunas.
Cadena de frío móvil.
Cadena de frío fija. 
Es preferible no guardar las vacunas en la puerta,
partes bajas, fondos y congelador.
■ INTERROGATORIO
No debemos sorprendernos si al acudir a que nos administren una vacuna nos
realizan una serie de preguntas. Al igual que con otros productos farmacoló-
gicos podrían existir contraindicaciones que deben ser descartadas previa-
mente, por ello debemos acudir predispuestos a responderlas de forma ade-
cuada.
Las cuestiones, aunque variables dependiendo de quién las realice, del grado
de conocimiento de nuestro historial médico y de la vacuna a administrar,
podrían guardar relación con el padecimiento de alguna alteración digestiva
como diarrea o vómitos, enfermedad aguda, alteración de la coagulación o
alergia a antibióticos, alimentos u otras sustancias; presencia de algún trata-
miento médico en el momento actual; si sufre alguna inmunodepresión o con-
vive con algún inmunodeprimido; si se han administrado otras vacunas, inmu-
noglobulinas o transfusiones recientemente; si está embarazada o cree que
pudiera estarlo; si ha estado expuesto a determinadas enfermedades infeccio-
sas recientemente; o si se ha presentado algún tipo de reacción en dosis vacu-
nales previas. Gracias a estas simples preguntas se pueden descartar la mayo-
ría de las condiciones que podrían obligar a retrasar, en el caso de contrain-
dicaciones relativas, o a suspender, en el caso de las contraindicaciones abso-
lutas, la vacunación.
Aunque no es preciso realizar una exploración física en la mayoría de los
casos, el médico o profesional sanitario observará el estado general del niño
a vacunar y en caso de encontrar algún signo externo de condición que pudie-
se contraindicar la vacunación podría realizarla o requerir su realización por
el médico antes de la administración de la vacuna a pesar de que el interro-
gatorio haya sido favorable.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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■ INTERROGATORIO 
Y FALSAS CONTRAINDICACIONES ■
MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 29. El interrogatorio previo ayuda a descartar posibles contraindicaciones 
a la vacunación.
Por favor, dígame si...
■ FALSAS CONTRAINDICACIONES
Es algo muy habitual, incluso entre otros profesionales sanitarios, la existen-
cia de tópicos o confusas interpretaciones de las situaciones en las cuales no
es conveniente administrar una vacuna. Estas falsas contraindicaciones pue-
den desembocar en pérdidas de dosis vacunales en el momento apropiado o,
incluso, de forma definitiva, derivándose el consiguiente riesgo de contraer
una enfermedad prevenible y de contagio en la comunidad.
Entre otras, algunas de las principales creencias erróneas para impedir la
vacunación son las siguientes:
– Fiebre baja o la reacción en el lugar de inyección tras una vacuna ante-
rior.
– Padecer un catarro simple o una diarrea.
– Estar en tratamiento con antibióticos en ese momento. 
– Ser un niño prematuro o una persona anciana.
– Tanto la madre como el niño en lactancia materna.
– Antecedentes en la familia de alergias.
– Determinadas enfermedades como asma, diabetes, síndrome de Down,
cardiopatías, alteraciones neurológicas.
– Personas ingresadas en un hospital.
– Encontrarse en ayunas.
– Meses de verano.
Otra creencia habitual es pensar que el haber padecido la enfermedad a pre-
venir hace innecesaria la vacunación. Esta aseveración, aunque cierta para
algunas enfermedades que solo se pueden sufrir una vez, puede no ser correc-
ta, por lo que es imprescindible que consulte siempre con su médico.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 30. Algunas falsas contraindicaciones de la vacunación.
Personas ingresadas
Catarro simple
Madre o niño en lactancia
Meses de verano
Personas ancianas
Ingesta de fármacos
La administración de las vacunas representa un momento culminante de la
vacunación. Constituye una parte tan importante, o más, que todas las fases
previas de investigación, desarrollo y comercialización de una vacuna de cara
a la consecución del objetivo principal: la adecuada protección del niño. 
■ COLABORACIÓN DEL NIÑO
En la adecuada realización del proceso de administración intervienen activa-
mente, no solo los sanitarios, sino también los padres, principalmente de cara
a la consecución de la importante colaboración del niño que facilite el pro-
ceso para hacerlo lo más rápido, leve, inocuo y natural posible.
• Papel del ambiente
El ambiente debe encontrarse tranquilo y mostrarse acogedor. Puede ser con-
veniente que motivos infantiles decoren las paredes, que se trate de un lugar
luminoso y cálido, que el niño no sea apartado ni dejado solo. Debe inten-
tarse mantener junto a él algún objeto familiar o reconocible.
• Papel de los padres
Deberán mostrarse tranquilos para no transmitir inquietud al pequeño, comu-
nicar al personal sanitario cualquier incidencia que deseen o consideren
importante así como las dudas que les asalten. En los casos en los que sea
posible deberán permanecer cerca del niño y, a ser posible en su campo de
visión. Dependiendo de cada situación y si lo desean pueden participar más
activamente en los procedimientos. Cuando se trata de niños algo más mayo-
res, y atendiendo al grado de comprensión de los mismos, se les puede haber
explicado previamente a la cita, en la medida de lo posible, en que consiste
la administración de las vacunas para evitar sorpresas o que se sientan enga-
ñados, pero evitando algunos términos como jeringa, punción, pinchazo, etc.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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■ ADMINISTRACIÓN Y REGISTRO ■
MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 31. Momento de administración de la vacuna.
• Papel de los sanitarios
Debemos estar tranquilos ya que el personal responsable de la administración
de las vacunas está adecuadamente formado respecto a todo lo concerniente
al proceso vacunal. Tendrán en cuenta las circunstancias y la edad del niño de
cara a aplicar algunos métodos como acercarse con cuidado para no atemo-
rizar al niño, intentando ganarse su confianza le acariciaran y hablarán con
un tono suave, intentarán algún tipo de juego o destacarán con premios lo
positivo de haber acudido. Se les explicarátodo lo que se está haciendo en
cada momento con lenguaje comprensible. Cuando los niños son mayores y,
aun más, adolescentes es importante no imponer excesiva autoridad y pro-
porcionar una cierta intimidad.
■ REGISTRO
Cualquier vacuna administrada debe hacerse constar en la historia clinica y
en el carné vacunal en forma de nombre de la vacuna, lote administrado,
fecha y localización de la administración y centro vacunal. Nunca debe faltar
información respecto a la existencia de contraindicaciones o a la presentación
de reacciones indeseables si se dieron. Una vez completado deberá sellarse
debidamente. Es importante que los padres acudan con el carné siempre que
se vaya a realizar cualquier acto médico programado o no. Esta precaución es
especialmente importante si se acude por heridas o mordeduras donde cono-
cer el estado vacunal exacto del niño le puede ahorrar alguna dosis adicional.
Este carné debe ser conservado de por vida.
El registro es útil, también, como base de datos para estimar el porcentaje de
niños vacunados, localizar los no vacunados o los vacunados de forma
incompleta o aquellos en los que surja cualquier incidencia con respecto a
una administración previa. También es útil como medio recordatorio de las
siguientes visitas vacunales pendientes.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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a vía inyectable es una idea
conocida desde tiempos remotos
cuando la observación de pica-
duras y mordeduras de insectos y
animales como serpientes hizo
aprender al hombre que mediante la inocu-
lación de material externo se pueden provo-
car consecuencias, algunas deseables y otras
no tanto.
La inoculación es, según el DRAE, la acción de introducir en un organismo
una sustancia que contiene los gérmenes de una enfermedad. Proviene del
latín "in" dentro y "oculus" ojo, refiriéndose a una labor agrícola de injerto
que se realizaba haciendo un corte con forma de ojo en la corteza de los
árboles donde se injertaba la rama que prendía para sobrevivir.
La vía intranasal se utilizó ya en
la antigüedad en China para pre-
venir la viruela, de forma que tras
pulverizar la costra de una pústu-
la se introducía en la nariz
soplando a través de una caña de
bambú. La tradición marcaba
que en los niños la inoculación
se hiciera en la ventana nasal
izquierda y en las niñas en la
derecha.
Fig. 32. Picadura por insecto.
CURIOSIDADES
L
Fig. 33. Variolización en la antigua China.
■ VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
La principal vía de administración suele ser la inyectada aunque también se
aplican otras. Cuando es necesaria la aguja, siempre se utiliza una con un gro-
sor y longitud adecuada a la edad del niño y a la vía de administración. La
localización para la punción debe ser seleccionada intentando evitar zonas
donde pueda existir riesgo de lesión local de algún vaso, nervio o tejido pró-
ximo.
• Vía intramuscular
En este caso la vacuna se deposita directamente en el músculo que gracias a
su gran vascularización permite una rápida absorción que incluso hay que
enlentecer con determinados componentes en la fabricación de la vacuna.
Precisamente, por este mismo motivo, debe evitarse en niños con alteraciones
de la coagulación. La aguja debe insertarse formando un ángulo de 90º con
respecto a la superficie corporal. Una vez retirada la aguja conviene compri-
mir, sin masajear, la zona con un algodón. Suele ser la vía empleada para
administrar la mayoría de las vacunas fraccionadas. Las principales localiza-
ciones son:
Cara anterolateral del muslo superior. Suele ser la zona preferida en los recién
nacidos, lactantes e, incluso, hasta los 3 años. Para su aplicación correcta es
conveniente que el niño se encuentre tumbado hacia arriba para que el muslo
esté más relajado.
Músculo deltoides del brazo. Se puede utilizar a partir del año y medio si está
bien desarrollado, en caso contrario es preferible esperar hasta los 3 años. El
niño puede encontrarse sentado para evitar movimientos bruscos en el
momento de la inoculación.
Cuadrante superoexterno del glúteo. Debe intentar evitarse, si es posible, esta
clásica zona ya que existen estructuras próximas que podrían lesionarse y
mucho tejido graso que podría evitar el correcto depósito de la vacuna dismi-
nuyendo su eficacia y originando más efectos indeseables.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 34. Vía intramuscular.
90°
Cara anterolateral del muslo superior
Cuadrante superoexterno del glúteo Músculo deltoides del brazo
• Vía subcutánea
Debajo de la piel, antes de llegar al músculo, existe un tejido denominado
conjuntivo o celular subcutáneo, donde se inoculan vacunas con el objeto de
conseguir una absorción más lenta. En este caso se suele tomar un pliegue de
piel con los dedos para insertar, sin soltarlo, la aguja con un ángulo de inyec-
ción de 45º. Las localizaciones más habituales son también la cara anterola-
teral del muslo y la región deltoidea del brazo.
• Vía intradérmica
De utilización algo más excepcional, el empleo de esta vía favorece una
absorción más lenta aun y local. En este caso la aguja se introduce en la der-
mis, una de las capas de la piel, para lo cual debe colocarse casi paralela a la
superficie, con un ángulo de 15º, y se inocula el producto lentamente. Tras la
aplicación suele quedar un pequeño bultito en el punto de inoculación que
desaparecerá espontáneamente en unos minutos. La localización preferente
para esta vía es la cara anterior del antebrazo.
• Vía oral
Consiste simplemente en su administración a través de la boca, algunas en
forma líquida y otras en cápsulas. Esta era la vía tradicional para administrar
la vacuna de la polio durante muchos años, pero desde este año 2004, en
nuestro país, se ha optado por la vacuna inyectada. Si el niño vomita en los
diez minutos siguientes a su administración es conveniente repetir la toma. Si
volviese a vomitar por segunda vez, es preferible postponer su administración
a otro día.
• Vía intranasal
Constituye una forma nueva de administrar vacunas. Concretamente, ya exis-
te en algunos países comercializada una vacuna frente a la gripe que emplea
esta vía simulando la entrada natural del virus y generando inmunidad desde
la mucosa.
LAS VACUNAS DE LOS NIÑOS: GUÍA PARA PADRES
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MANEJO Y ADMINISTRACIÓN
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Fig. 35. Otras vías de administración.
VÍA SUBCUTÁNEA
VÍA INTRADÉRMICA
VÍA INTRANASAL
VÍA ORAL
45°
15°
Sección 3
VACUNAS HABITUALES
DIFTERIA • TÉTANOS • TOS FERINA • POLIOMIELITIS
H. influenzae TIPO B • NEUMOCOCO
MENINGOCOCO C • HEPATITIS B • SARAMPIÓN •
PAROTIDITIS • RUBÉOLA • VARICELA • HEPATITIS A •
GRIPE • RABIA • VACUNAS COMBINADAS
■ CONOCIENDO LA DIFTERIA
Esta enfermedad está producida por un agente bacteriano llamado
Corynebacterium diphteriae que se encuentra en la boca, garganta y nariz de
las personas infectadas, lo cual hace que su transmisión a otras personas sea
muy fácil a través de un simple estornudo o una tos durante un largo periodo
de 2 a 4 semanas. Una vez expuesto el niño, la bacteria, a través de una
potente toxina, provoca la enfermedad donde se producen unos síntomas
comunes a otras enfermedades como fiebre no muy alta, escalofríos y dolor al
tragar. Esto provoca que su diagnóstico temprano no sea fácil y la enfermedad
avance, produciendo una membrana gruesa y blanquecina en la garganta que
impide tragar e, incluso, respirar con normalidad. Esta membrana al tocarla, o
bien espontáneamente, puede sangrar por lo que, en ocasiones, adopta una
coloración negruzca o verdosa. Se suele añadir un aumento del tamaño de los
ganglios del cuello con hinchazón de éste por acumulación de líquidos que
le da un aspecto de "cuello de buey". Existe también una forma que afecta a
la laringe que produce una dificultad respiratoria más grave aun, generando
gran ansiedad en el niño que siente como se asfixia. Así mismo se pueden dar
la afectación del corazón, los riñones y parálisis de los nervios. Los efectos de
la potente toxina que produce este agente conducen

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