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ENSAYO MAXIMATO

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《MAXIMATO》
INTRODUCCIÓN
La crisis política originada por el asesinato del presidente electo, Álvaro Obregón, fue resuelta habitualmente por Plutarco Elías Calles, quien de inmediato nombró secretario de Gobernación al gobernador de Tamaulipas, Emilio Portes Gil, para que asumiera de manera provisional la presidencia de la República.
El periodo del Maximato inicio con el fin de la Revolución Mexicana en 1920, donde casi todos los caullidos que habían participado, estaban muertos y resultando el único y victorioso, Álvaro Obregón, quien fue el primero de todos en terminar su periodo presidencial. Pero bien mencionado antes, el Maximato comenzó después de la Revolución Mexicana, por el cual sufrió diversas fracturas en diferentes ámbitos, principalmente en la economía, dónde es la principal fuente de ingresos dentro del país, además que se encontraba activa la Guerra Cristera y la creación del PNR, en el cual se destaca por ser “pionero” del sistema político presidencial actual del país.
MAXIMATO
Originalmente el Maximato inicia con la llegada de Emilio Portes Gil al poder del país, sin embargo, es necesario regresar al periodo presidencial de Venustiano Carranza, dónde se inicia el Estado posrevolucionario, para comprender un poco mejor.
Venustiano Carranza llega al poder gracias a que en 1913, Victoriano Huerta lanza un golpe de Estado junta con la traición y ejecución de Madero y Pino Suárez; y siendo así que asume al poder (por la fuerza) en medio del caos e instaló una dictadura militar que llegó incluso a disolver al Congreso de la Unión. Carranza aprovechó la oportunidad de dirigir la revolución y crear las reformas que Francisco I. Madero no logró hacer.
Y durante los primeros días de su gubernatura, Venustiano se revela contra la presidencia de Huerta, crearía el Plan de Guadalupe, en el que desconoce por completo al gobierno y se plante reconstruirlo; y finalmente formaría el Ejército Constitucionalista, quien en sus inicios liderando dicho ejército no era muy bueno, empezó a ganar aliados, y dentro de ellos se encuentra Álvaro Obregón; que a la postre terminaría derrotando al gobierno federal el 3 de agosto de 1914. Sin embargo, su gobierno no fue bueno, ya que existía el descontento de la gente aun así con la creación de la Constitución de 1917, puesto a que a sus 3 años de gobierno, la revolución no encontraba fin absoluto, seguía existiendo levantamientos y había muchas deudas dentro del gobierno, para resumir, todo el país se encontraba paralizado.
Para 1920, año de elecciones, Carranza perdía fuerza, no tenía aliados y los que quedaban se rebelaban contra él, a tal punto de que lo desconocían con el Plan de Agua Prieta, creado debido a las diferencias políticas entre Venustiano Carranza y Obregón, quien se incorporó Plutarco Elías Calles (renunciando al gabinete de Carranza, prácticamente, lo traicionó) y Adolfo De la Huerta; en el que también Obregón se lanzó oficialmente su candidatura desde Nogales, Sonora mediante un manifiesto a la nación, donde lo apoyó Calles. Con el asesinato de Carranza en Tlaxcalantongo, Puebla; Calles ocupó el cargo de secretario de Guerra y Marina durante el interinato de Adolfo De la Huerta y fue secretario de Gobernación en el gabinete del presidente Álvaro Obregón, el cual desempeñó durante casi todo el cuatrienio presidencial.
No es sorpresa de nadie que al término de su gubernatura su sucesor fuera Plutarco, ya que Obregón mostró total apoyo hacia él y dejó de lado a De la Huerta, quién no se quedaría de brazos cruzados y se revelaría, aunque no serviría de mucho ya que los delahuertistas serían derrotados y su líder sería expatriado a Panamá en 1924, mismo año en que Calles fue electo presidente.
Plutarco Elías Calles era un maestro de Sonora, de donde es originario, se unió a la Revolución para levantarse contra Victoriano Huerta (como ya se mencionó) y se hizo más cercano a Obregón, más que la simpatía o la amistad, la historia y la política mexicana los unieron. En el fondo, ambos sentían desprecio uno por el otro; sin embargo, siempre se necesitaron mutuamente y mantenían un trato cordial; Elías no era un gran militar, sin embargo era un gran administrador, la persona ideal para iniciar la institutonalización de la nación, fue así que gracias a la influencia de Álvaro Obregón y la cercanía que tenían, Calles llegó al poder sin mucho esfuerzo, claro, con la pequeña rebelión De la Huerta.
En 1924, Calles inició su mandatario con la modernización del país, mediante el establecimiento de un Estado fuerte, apoyado en la ideología populista y basada en el principio de conciliación de sectores. Con él se logró un ajuste económico y de instituir un nuevo orden político. Pues reconstruyó calles, creó el Banco de México y reanudó relaciones diplomáticas con el extranjero. La presidencia de Plutarco Elías Calles hubiera sido “perfecta”, por ponerle nombre a su buen gobierno (aunque corrupta) si no hubiera sido que cambió la política en desfavor a la religión, principalmente católica, creó una política completamente antirreligiosa, donde se establecía en la Constitución de 1917 una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces e impedía el culto público fuera de los templos.
Todo esto empezó el 14 de junio de 1926, en el que el gobierno de Calles Campuzano expidió una Ley adicional que fue publicada el 2 de julio del mismo año, en la que limitaba el número de sacerdotes en cada Entidad y donde se establecía que todos los sacerdotes del país debían registrarse con cada presidente municipal y solamente podrían ejercer sus funciones quienes tuvieran una licencia otorgada por el Congreso de la Unión o el Congreso del estado correspondiente. Esta Ley efectivamente no solamente no separaba Iglesia y Estado, sino que supeditaba la primera al segundo, el cual mediante ella adquiría "Carta blanca" legal para inmiscuirse a su antojo en los asuntos estrictamente internos de las Iglesias.
En el decreto, Calles modificó el Código Penal donde establecía penas severas por violaciones a la Constitución en lo referente a cultos o enseñanza. Debido a esto, llamándole “Ley Calles", fueron clausurados arbitrariamente 142 templos en el país; se cerraron 73 conventos y se expulsó a numerosos sacerdotes extranjeros. Prácticamente buscaban limitar o suprimir la participación de las iglesias en general en la vida pública. Ante estas agresiones por parte del gobierno, a finales de julio de 1926, el episcopado mexicano ordenó la suspensión de todos los actos de carácter religioso; acción que precipitó el movimiento armado, “Guerra Cristera”. Hubo mucha muerte, destrucción, manifestaciones, fracturó al país y manchó el nombre de la administración callista.
Con todo este caos, ocasionó el regreso de un viejo conocido, Álvaro Obregón. Ya retirado de la vida política, seguía teniendo gran peso, por ser el único caullido sobreviviente del país, además que intervenía directamente en algunos asuntos políticos. Se cuenta que Obregón y Calles habían hecho un “pacto secreto” en 1923, en el que acordaban que los dos se turnarían el poder periodo tras periodo. En el cuatrienio callista, el sistema político fue una diarquía, sobre todo en 1926, cuando Obregón regresó abiertamente a la política, decidido a defender y promover su reelección. A partir de esto, la presión sobre Calles fue mucha y ésta empeoró cuando Obregón y Luis N. Morones rompieron relaciones amistosas irreconciliables pues ambos pretendían la silla presidencial; esto obligaría a Calles a actuar como mediador entre ellos muchas veces. Aquella rivalidad acentuó las divisiones que había en el Congreso debido a los problemas interregionales, se formaron bloques de cromistas, socialistas, agraristas, obregonistas, moronistas y algunos callistas, que luchaban a favor o en contra de la reelección de Obregón, siendo así la rebelión militar, encabezado por los generales Arnulfo R. Gómez yFrancisco R. Serrano, ambos candidatos a la presidencia.
Para lograr el cometido de Obregón, la constitución mexicana sufrió una reforma para permitir la reelección en enero de 1927, en el sentido de permitir la reelección al cargo de Presidente de México, siempre que no fuera para el periodo inmediato, con lo que Obregón ganaba partido para su candidatura, principalmente en el terreno de los agraristas, los 2 candidatos a la presidencia desaparecieron misteriosamente, pero realmente fueron fusilados por atentar contra Obregón y Calles. El 10 de julio de 1928 se efectuaron las elecciones y Obregón resultó electo Presidente de la República.
Pocos días de su presidencia, la mañana del 17 de julio del mismo año, salió a comer invitado por los diputados del estado de Guanajuato, en el restaurante "La Bombilla", ubicado en San Ángel. Durante el convite, Obregón fue asesinado por José de León Toral, que lo creía responsable del conflicto religioso. Por las circunstancias, no faltó quienes acusaron a Morones y a Calles de haber planeado su asesinato, pero nunca se han podido probar las acusaciones; el asesinato de Obregón cambió el rumbo de la política mexicana, pues su muerte permitió a Calles consolidar su poder, extendiendo su dominio por varios años.
El lugar de Obregón fue ocupado por Emilio Portes Gil, candidato impuesto por Calles; el 1 de diciembre de 1928, y entonces fue que comenzó el periodo conocido como Maximato
Portes Gil, era obregonista, pero con el paso del tiempo se fue olvidando de este y con Calles mandando a su lado y apoyándolo, se volvió leal a él. Con ello la gran reforma política de Plutarco fue la creación de un partido único, de estado, que por vez primera logró reunir y poner en orden a la mayoría de los grupos políticos. En adelante, toda aspiración por el poder debía ser canalizada a través del Partido Nacional Revolucionario. Su fundación tuvo lugar el 4 de marzo de 1929. El PNR se erigió como el único partido capaz de conducir al país a un estado de bienestar y desarrollo. Sin Álvaro Obregón, quien en vida había sido una figura política y militar de peso; el poder de Calles se agigantó. Dentro del escenario político nacional, no había personaje que estuviera por encima de su autoridad. Comenzaron a llamarlo el “Jefe Máximo de la Revolución”. Calles es considerado, por los historiadores, como el “dueño de México” durante los años 1928-1934. A pesar de los presidentes Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez; las grandes decisiones y la última palabra en materia política provenían de Calles. Prácticamente todos los presidentes posteriores a él, eran sus marionetas.
Pero durante la gubernatura de Portes Gil, la economía no iba nada bien. En 1928, México era un país en plena transformación, cada vez había más cosecha y ganados, las minas, tiendas y fábricas daban más trabajo cada vez a las personas, las escuelas públicas entraban a nuevos pueblos y ciudades, aun así la gente de provincia comenzaba a migrar a la capital del país; sin embargo, la nación ya resentía la falta de dinero de los petroleros, el dinero de las cosechas no alcanzaba ni para los campesinos ni el propio gobierno, las fábricas y minas generaban más riquezas y empleo pero eran en su mayoría de propiedad extranjera. La situación del país en 1932, no pintaba nada bien, el país era pobre, la gente era analfabeta y había elecciones.
Plutarco se las arregló, eligiendo como candidato del PNR a Pascual Ortíz Rubio, ya que había estado retirado por mucho tiempo viviendo en el extranjero, a Calles le convenía a alguien despejado de la vida política mexicana, sin relaciones y grupos de poder a su lado. Sin embargo, durante las campañas presidenciales, competía en contra de José Vasconcelos, pero como siempre Calles, hizo hasta lo posible para que Ortíz ganara, siendo las elecciones de noviembre de 1929, un completo fraude, el poder de toda la estructuración del PNR hizo de las suyas utilizando algunas artimañas, hubo robo de urnas, manejo de resultados, hasta asesinatos de algunos líderes de la oposición.
Aunque como bien se sabe, ganó las elecciones y se convirtió en el nuevo presidente de México, pero su mandatario no inició muy bien, ante la toma de posesión, tuvo un atentado que lo dejó traumado, siendo así que se quedó encerrado en el Palacio Nacional y se hizo de una guardia personal, sólo que esas acciones hicieron que el pueblo no le respetara como tal y más que sabían que quién estaban atrás de la silla presidencial era Calles, le tomó mucho trabajo que lo respetaran como presidente de la nación, pero de todas formas, no lo logró al máximo siendo así que destituyo de su gabinete a varios callistas y con ello desafió la autoridad del “Jefe Máximo”. Como siempre, Calles utilizó sus grandes habilidades políticas e hizo todos los movimientos necesarios para acorralar a Pascual, provocando que el partido, senadores y diputados, le dieran la espalda, no obedeciendo ninguna de las órdenes que provinieran de la presidencia, pero Pascual ganó reconocimiento por parte de militares y gente del partido, pero se cansó de todo y renunció a la presidencia.
Su sucesor fue Abelardo L. Rodríguez, quién fue un presidente invisible, como es bien sabido, Plutarco mandaba la presidencia sin ni siquiera estar en ella. Pero todo acaba para él cuando se lanzan las candidaturas y Lázaro Cárdenas se postula para ser el nuevo presidente; Elías pensando que podría a hacer lo mismo con sus antecesores, lo apoyó en todo momento, pues por él se convirtió en candidato a la presidencia; pero en las gira que recorría por el país para darse a conocer, ganó popularidad entre la gente y se iba ganando la simpatía de ellos. Aunque Cárdenas era muy cercano a Calles, que lo consideraba amigo y mentor, no era nada tonto, pues sabía lo que pretendía Plutarco hacer con él, prácticamente controlarlo como a los demás y la única manera de evitarlo a toda costa, era conseguir influencia fuera del partido político, siendo así que buscó el apoyo de las clases obreras y campesinas, consentir las huelgas y seguir con la repartición de tierras, por ello el pueblo mexicano lo admiraban y fue así que ganó cariño y popularización entre la gente.
Lázaro Cárdenas se volvió presidente, y con el apoyo popular empezó a hacer reformas de porte social, expulsó a los callistas del ejército y del gobierno, y comenzó a tomar decisiones sobre el PNR, todo esto, sin la opinión de Calles.
Plutarco al ver que su plan ya no rendía frutos y que la fuerza popular era mayor al del partido, tomando en consideración también que cada día iba perdiendo poder y popularidad; sólo quedó quejarse en una carta que fue mostrada en los periódicos. Cárdenas aprovechó la crítica de su gobierno para ponerle un alto al Maximato, expulsó al “Jefe Máximo” del país y concluyó para siempre su reinado detrás de la silla presidencial.
Sin Plutarco Elías Calles, Lázaro reconfiguró el sistema, le restó poder al partido y lo convirtió en una herramienta al servicio del presidente, el nuevo gran poder de la política nacional. Fue así que en México comienza el periodo del presidencialismo.
CONCLUSIÓN
El Maximato fue un periodo en el que Plutarco Elías Calles, mandaba la presidencia detrás de la silla presidencial, los presidentes que pasaron después de él hasta Lázaro Cárdenas, obedecían al llamado “Jefe Máximo”. Todo lo relacionado a consolidar leyes, poner a ciertas personas a puestos de grande magnitud, él lo aprobaba o simplemente era idea desechada, todo lo tenían que consultar con él, en resumidas cuentas, las grandes decisiones y la última palabra en materia política provenían de Calles. Por ello la frase “Allí vive el presidente, pero el que manda, vive enfrente”, dando alusión que desde la casa de Calles en la colonia Anzures, se lograba apreciar el Castillo de Chapultepec. Por ello, la gente de la época, al pasar por el domicilio del expresidente, decían dicha frase.
Plutarco tenía casi el poder total del país, hasta que llegó Cárdenas al poder pensando quelo lograría manipular como los anteriores, pero lo que sucedió fue, que Calles comenzó a perder poder y autoridad. Cárdenas lo echó del país y así fue el término de esta época que se vio “regresar” por Salinas de Gortari.
Sin embargo, gracias a las políticas del Maximato que México se convirtió en un país moderno e institucionalista, aunque estas instituciones fueron planeadas para funcionar a partir de una red de influencias que determina el rumbo del país y esto es independiente de los partidos o personajes políticos en turno porque el sistema sigue siendo el mismo desde la Revolución, sinceramente, el Maximato sólo fue la consolidación de nuestro gobierno actual

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