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El proceso de la lecto escritura

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El proceso de la lecto escritura se refiere a la capacidad de leer y escribir, y es una habilidad fundamental para el aprendizaje y la comunicación en la vida diaria. El proceso de la lecto escritura generalmente se divide en varias etapas, que incluyen:
La capacidad de reconocer y manipular los sonidos del habla. Esto implica identificar las palabras y los sonidos que las conforman, así como también comprender cómo estos sonidos se combinan para formar palabras.
El niño comienza a aprender las letras y sus sonidos correspondientes. A relacionar las letras con los sonidos y las palabras que representan.
El niño comienza a decodificar las palabras. Esto implica la capacidad de leer una palabra mediante la identificación de los sonidos de las letras y la combinación de ellos para formar la palabra.
La comprensión de lectura es la capacidad de entender y extraer significado de lo que se lee. En esta etapa, el niño aprende a hacer conexiones entre las palabras y las ideas, y a comprender el significado de lo que se lee.
La escritura implica la capacidad de crear palabras y oraciones utilizando las letras y los sonidos aprendidos previamente. El niño aprende a escribir letras, formar palabras y crear oraciones coherentes.
En general, el proceso de la lecto escritura es un proceso gradual que comienza con la conciencia fonológica y la identificación de letras y sonidos, y culmina en la capacidad de leer y escribir palabras y oraciones complejas con comprensión. Por ende, este proceso se desarrolla a lo largo del tiempo y es fundamental en el desarrollo educativo y personal de un individuo.
La madurez en la lectura, escritura y cálculo 
Se refieren a la habilidad de un individuo para leer y comprender textos, escribir de manera efectiva y realizar cálculos matemáticos de manera precisa. La madurez en estas áreas se desarrolla a lo largo del tiempo y depende de varios factores, como la edad, la experiencia, la educación y el ambiente en el que se desenvuelve el individuo.
En cuanto a la lectura, la madurez se manifiesta en la capacidad de leer textos complejos, comprenderlos y analizarlos críticamente. Un lector maduro es capaz de reconocer diferentes estilos literarios, identificar la intención del autor y aplicar conocimientos previos para entender el texto en su totalidad.
En la escritura, la madurez se relaciona con la habilidad de comunicar ideas de manera efectiva. Un escritor maduro tiene la capacidad de estructurar sus ideas de manera clara y coherente, utilizar un vocabulario amplio y adecuado al contexto, y adaptar su estilo de escritura a la audiencia para la que está escribiendo.
En el cálculo, la madurez se manifiesta en la capacidad de realizar operaciones matemáticas complejas con precisión y rapidez. Un individuo maduro en cálculo tiene un buen dominio de las operaciones básicas, así como de los conceptos matemáticos más avanzados, como el álgebra, la geometría y el cálculo.
En síntesis general, la madurez en la lectura, escritura y cálculo se logra a través de la práctica, la educación y la exposición constante a diferentes textos, problemas y situaciones de escritura. Además, es importante tener un enfoque activo y crítico en el aprendizaje y el desarrollo de estas habilidades para alcanzar un alto nivel de madurez en estas áreas.
La evaluación de los procesos de apropiación del aprendizaje de la lectura y escritura,
Estos se pueden realizar a través de diversas técnicas que permiten analizar el desarrollo de las rutas fonológicas, semánticas y sintácticas en el proceso de lecto-escritura. Algunas técnicas que se pueden utilizar son:
Evaluación de la conciencia fonológica: Esta técnica permite evaluar la capacidad del niño para identificar y manipular los sonidos del habla. Se pueden realizar actividades para identificar rimas, sílabas y fonemas, así como también para deletrear y formar palabras.
Evaluación de la comprensión lectora: Esta técnica evalúa la capacidad del niño para comprender y extraer información de los textos que lee. Se pueden realizar actividades de lectura en las que el niño tenga que responder preguntas relacionadas con el contenido del texto, así como también actividades para identificar la intención del autor y las características del género literario.
Evaluación de la escritura: Esta técnica evalúa la capacidad del niño para escribir de manera efectiva y coherente. Se pueden realizar actividades para evaluar la ortografía, la gramática, la coherencia y la cohesión en la escritura.
Evaluación de la memoria de trabajo: Esta técnica evalúa la capacidad del niño para retener y manipular información en su memoria de trabajo. Se pueden realizar actividades en las que el niño tenga que recordar y manipular letras, números o palabras.
Esto quiere decir que; la evaluación de los procesos de apropiación del aprendizaje de la lectura y escritura debe ser holística y tener en cuenta todas las rutas fonológicas, semánticas y sintácticas que intervienen en el proceso. Esto permitirá una evaluación completa y precisa del desarrollo de las habilidades de lecto-escritura del niño y una intervención adecuada y temprana en caso de que se identifiquen dificultades en el proceso.
Los trastornos emocionales y conductuales 
Son condiciones psicológicas que afectan la capacidad de un individuo para regular sus emociones y comportamientos de manera adecuada. Estos trastornos pueden manifestarse de diferentes maneras y pueden tener un impacto significativo en el rendimiento escolar del niño. Los trastornos emocionales se refieren a problemas emocionales y afectivos, como la depresión, la ansiedad, la baja autoestima y los trastornos del estado de ánimo. Los trastornos conductuales, por otro lado, se refieren a problemas de comportamiento, como la hiperactividad, la impulsividad, la agresividad y la conducta desafiante.
En cuanto a su clasificación, los trastornos emocionales y conductuales se pueden dividir en diferentes categorías según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Algunos ejemplos de trastornos emocionales incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar. Algunos ejemplos de trastornos conductuales incluyen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno negativista desafiante y el trastorno explosivo intermitente.
La incidencia de los trastornos emocionales y conductuales en el rendimiento escolar puede ser significativa. Los niños con estos trastornos pueden tener dificultades para concentrarse y prestar atención en el aula, lo que puede afectar su capacidad para aprender y retener información. Además, pueden tener dificultades para relacionarse con sus compañeros y para seguir las normas y las reglas establecidas por el entorno escolar, lo que puede llevar a problemas de disciplina y bajo rendimiento académico. Se hace imprescindible que los educadores y los profesionales de la salud mental estén atentos a las señales de trastornos emocionales y conductuales en los niños y brinden el apoyo y la intervención necesarios para ayudarlos a superar estas condiciones y tener éxito en su rendimiento escolar.
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Belinchón, M., Igoa, J. M., y Rivière, A. Psicología del lenguaje. Investigaciones y teoría. Madrid: Trotta.(1994).  
Montealegre, R., Almeida, A., y Bohorquez, A. Un modelo interactivo en comprensión lectora. Acta Colombiana de Psicología, (2000). 3, 9-22.
Sinclair, H. El desarrollo de la escritura: avances, problemas y perspectivas. En E. Ferreiro, y M. Gómez Palacio (compiladores), Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura, (1986).(págs. 93-106). Buenos Aires : Siglo XXI.

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