Logo Studenta

comoves_4

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Año 1 • No. 4 • Revista de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
3 De entrada
4 De ida y vuelta
Cartas de nuestros lectores
5 Ráfagas
Noticias de ciencia y
 tecnología
7 Ojo de mosca
Bichos
14 Aquí estamos
Sobre lagartijas, vida cotidiana
y ciencia
20 ¿Quién es?
Silvia Torres-Peimbert
29 Retos
Acertínale
30 ¿Qué hacer? ¿A dónde ir?
Sugerencias para el
tiempo libre
31 ¿Qué leer?
Reseñas de libros
32 En broma
Humor en la ciencia
Secciones
16 Simetrías en la
naturaleza
Descubre la armonía que existe en el
mundo natural.
Fotos: Arturo Orta y Eduardo de la Vega
Texto: Jesús Valdés Martínez
7 En marcha la Estación
Espacial Orbital
Paulino Sabugal Fernández
8 El día de Tonatiuh
Entérate cuál es el mejor día para recibir
la energía del Sol.
Sergio de Régules
19 Los nerds,
protagonistas de
una nueva cultura
Las aportaciones de una cultura pop
basada en la tecnología.
Alicia García Bergua
25 El decálogo
del vidrio
Descubre las sorprendentes cualidades
de un material que todos usamos, más
valioso que el oro en la antigüedad.
José Antonio Chamizo
22 Las superbacterias
Resistentes a condiciones de vida
inimaginables, su estudio abre nuevas
perspectivas a la ciencia.
Agustín López Munguía
12 La insoportable
levedad del 
electrón
Crispín era el alumno más
racional en la clase de física, hasta
que un día...
Plinio Sosa
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
De entrada
Universidad Nacional
Autónoma de México
DIRECTORIO
Los artículos firmados son responsabilidad del autor por lo que el con-
tenido de los mismos no refleja necesariamente el punto de vista de la
UNAM. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por
cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores.
¿Cómo ves?, Publicaciones UNAM, es una publicación mensual nume-
rada de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia y de la Di-
rección General de Información de la UNAM. Editora responsable:
Estrella Burgos Ruiz. Reserva de derechos al uso exclusivo del título
ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor de la Secretaría de
Educación Pública 04-1998-100218414100-102. Certificados de licitud
de título y contenido expedidos por la Comisión Calificadora de Publi-
caciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación en trá-
mite. ISSN en trámite. Impreso en: Tipos Futura S.A. de C.V., Fco.
González Bocanegra # 47/B, Col. Ampl. Morelos, México, D.F.,
Tel. 526 10 94, fax 529 05 17.Distribuido por: Casa Autrey Distribucio-
nes, S.A. de C.V., Av. Taxqueña 1798, Col. Paseos de Taxqueña, México
D.F. C.P. 0425, tel. 624 01 00, fax 624 01 90 Distribución en el D.F.: Unión
de Voceadores y Expendedores del D.F., Despacho Enrique Gómez
Corchado, Humboldt 47, Col. Centro, México D.F. C.P 06040, tel.
510 49 54.
Tiraje: 10 000 ejemplares
Toda correspondencia debe dirigirse a: Dirección General de Divul-
gación de la Ciencia, Subdirección de Medios de Comunicación, Cir-
cuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán,
C.P. 04510, México, D.F. • Tel: 622 72 97 • Fax: 622.72.98
Correo electrónico: solange@servidor.unam.mx
Año 1, número 4, marzo 1999.
Rector
Francisco Barnés de Castro
Secretario General
Xavier Cortés Rocha
Coordinador de la Investigación Científica
Francisco Bolívar Zapata
Director General de Información
Gerardo L. Dorantes
Director
José Antonio Chamizo Guerrero
Subdirector
Jesús Valdés Martínez
Coordinación Editorial
Juan Tonda Mazón
Editora
Estrella Burgos
Consejo Editorial
Rosa María Catalá, Luis Estrada, Julieta Fierro,
José de la Herrán, Agustín López Munguía,
Areli Montes, Luis Alberto Vargas
Asistente Editorial
Isabelle Marmasse
Jefa de Redacción
Gloria Valek
Jefe de Información
Luis Felipe Brice
Diseño
Salvador Gutiérrez
Colaboración especial
Rosanela Álvarez, Nemesio Chávez Arredondo
Publicidad
Laura Fischer, Manuel Martínez
Suscripciones
Solange Rosales
La primavera está próxima
y en ¿cómoves? hemos querido
hacer un peculiar homenaje al Sol,
o Tonatiuh, como lo llamaban los az-
tecas. En nuestro artículo de portada sigue
el recorrido del Sol por la bóveda celeste, a la manera de los astrónomos
prehispánicos, y descubre cuáles son las fechas más propicias para reci-
bir su energía.
En este número también te ofrecemos un tema que ocupa a investi-
gadores de todo el mundo: es la historia de las llamadas superbacterias,
seres sorprendentes cuya resistencia a las condiciones de vida más
adversas puede ser una clave para solucionar problemas tan graves
como la contaminación ambiental. El estudio de las superbacterias,
además, aporta conocimientos sobre el origen y la estructura de
las primeras formas de vida en el planeta. Otros pobladores de
nuestro mundo, mucho más grandes y evolucionados, pero que
se han hecho notar hace apenas unos cuantos años, son esos
jóvenes genios de la computación –los nuevos nerds– que han
desarrollado lo que empieza a considerarse como una cultura de la
tecnología, que lo mismo se manifiesta en los efectos especiales de las más recien-
tes películas de ciencia ficción, que en el laboratorio del científico; en estas pági-
nas entérate de quiénes son y la influencia que ha tenido su trabajo.
Dos artículos más completan la presente edición de ¿cómoves?, y ambos dan
cuenta de la estrecha relación que existe entre la ciencia y la vida cotidiana. En
La insoportable levedad del electrón conocerás a Crispín, un estudiante
perturbado por lo que observa en la televisión; El decálogo del
vidrio es una invitación a mirar de otra manera un ma-
terial tan común y corriente que ya
no reparamos en sus extraordina-
rias cualidades.
Estrella Burgos
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
4
fdg.lkdsufgoiuioug
clonados, todos genéticamente idénticos a una
vaca lechera Friesian de alto rendimiento, y tam-
bién existen diferencias marcadas en el diseño
de las manchas blancas y negras entre los ani-
males. Las diferencias observadas en la piel de
las clonas y su padre genético no son mayores
que aquéllas observadas entre los gemelos idén-
ticos que pueden ocurrir ya sea de manera na-
tural o artificial siguiendo una simple bisección
de un embrión pocos días después de la fertili-
zación.
Algunas fallas
He encontrado a su revista accesible y con te-
mas de interés. Sin embargo, encuentro algu-
nas fallas que se demuestran en la diferencia de
amenidad que tienen los artículos: desde el “De
afrodisiacos, Viagra y química sexual”, en el cual
el autor logra su cometido, hasta caer en lo te-
dioso y mediocre de “¿Quién es?” y “Aquí esta-
mos”. “¿Quién es?” me pareció una simple
cronología de la vida de Vicente Talanquer, con
un recuadro, llamado “Personalmente”, no dig-
no de leerse pues creo que debería darse más
importancia a los hechos que a las actitudes.
“Aquí estamos”, por su parte, me parece que
lleva un título comercial: “Los electrones y Luis
Miguel”, aunque da consejos, dignos de tomar-
se en cuenta.
Rodrigo Hernán Sánchez Mazadiego
Cuarto semestre. CCH Sur, UNAM
Carta resumida
Agradecemos tu carta pues son precisamente
ustedes, los lectores jóvenes, quienes pueden
enriquecer esta publicación.
Sugerencias de un filósofo
Soy profesor del bachillerato de la UNAM y es-
cribo estas líneas para felicitarlos por su proyec-
to y platicarles un poco sobre las ideas que se
me ocurren al leer su revista. Está muy bien di-
señada e impresa; eso merece un diez. Me gus-
¿Tienes comentarios o sugerencias sobre la revista? ¡Escríbenos! Publi-
caremos tus cartas en esta sección. También puedes enviar preguntas
sobre cuestiones científicas. ¿Cómoves? localizará para ti un experto
científico universitario que te dará aquí la respuesta.
Un leopardo no puede cambiar sus
manchas, pero, ¿puede hacerlouna clona?
Disfruté mucho su nueva revista pero quisiera
comentar sobre la foto de Lady y Elsie del artícu-
lo “Antes y después de Dolly”. Se supone que
una clona es la copia genética idéntica de la cé-
lula donadora; no obstante, el diseño de las man-
chas de Elsie no corresponde al de Lady. El autor
observa correctamente los importantes efectos
del ambiente y la experiencia en el desarrollo del
organismo. Quizá también debió haber discuti-
do la posibilidad real de que la misma composi-
ción genética puede dar como resultado más de
una expresión somática. Dado el debate moral,
ético y científico en torno a la clonación, esta
posibilidad constituye una aportación interesante
a la discusión. Buena suerte con ¿Cómo ves? Es
una publicación atractiva e informativa.
David Edington
Universidad de las Américas
Apartado Postal 211
72820 Santa Catarina Mártir, Puebla
El doctor David Wells, del Reproductive Tech-
nologies Group, de Hamilton, Nueva Zelanda, y
quien nos proporcionó la fotografía que publi-
camos de Lady y Elsie, responde:
Se cree que una clona se verá exactamente
igual que su progenitor genético original. Sin em-
bargo, éste no es el caso de los animales que
tienen piel moteada, como Lady y Elsie, ya que
esta característica no se rige por un control
genético estricto. La proliferación y migración de
las células pigmentadas en la piel de un feto de-
sarrollándose en el útero es aleatoria. Aunque
extensivos análisis de ADN confirman que Elsie
es genéticamente idéntica a Lady, es visualmente
única. No habríamos visto este efecto si hubié-
semos clonado un animal de color uniforme. Por
otra parte, hemos producido diez terneros
ta el estilo de los artículos y la publicidad. La
sección “¿Quién es?” me parece de lo más im-
portante pues es muy difícil orientar, calibrar
vocaciones: ¡Uno mismo tuvo problemas para
elegir carrera o área!, y creo que si un estudian-
te lee el testimonio de un investigador que hace
ciencia, podrá encaminarse. Ojalá esa sección
fuera más extensa pues es fundamental que los
científicos expliquen cómo hacen ciencia. Yo no
pertenezco al área de ciencias básicas, sino a la
de filosofía y me gustaría poder usar en clase
(en lógica, ética, historia de las doctrinas y mé-
todos) algunos ejemplos. ¿Podría su revista con-
tarme cómo razona un físico, platicarme una
decisión entre biólogos y psicólogos? En fin, les
escribo para felicitarlos y pedirles ayuda, ya que
han emprendido el camino de la divulgación de
la ciencia para orientar a los estudiantes.
Alberto Fabián Benítez Ponce
México, D.F.
Carta resumida
Por el momento, no podemos dedicar más es-
pacio a la sección “¿Quién es?”. Sin embargo,
creemos que encontrará elementos sobre cómo
se construye el conocimiento científico en va-
rios de los artículos y reportajes que publicamos.
Compuesto de la fotosíntesis
Soy lector de ¿Cómo ves? y quisiera me ayu-
daran respondiendo la siguiente pregunta:
¿Cómo se llama el compuesto que se forma des-
pués de que el difosfato de ribulosa se une con
el bióxido de carbono en la fotosíntesis?
Daniel Giacinti
Carta recibida por correo electrónico
Nemesio Chávez Arredondo, biólogo y colabo-
rador de esta revista, responde:
El compuesto se llama 3 fosfoglicerato y re-
presenta una de las etapas intermedias de forma-
ción de glucosa a partir de energía luminosa, agua
y bióxido de carbono llamada fotosíntesis, proceso
fundamental para la nutrición de la planta.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
5
 ¿cómoves?
Conteo de galaxias
Investigadores del Instituto
Científico del Telescopio Espa-
cial Hubble, en Texas, Estados
Unidos, anunciaron el 7 de
enero que según el último
conteo —realizado con la cá-
mara de campo profundo del
Hubble—, existen en el Univer-
so 125 mil millones de ga-
laxias. Este cálculo significa
que existen 45 mil millones
más que lo calculado en 1995,
también con el Hubble, pero a
partir de una orientación ha-
cia el hemisferio norte. Aho-
ra, los astrónomos enfocaron
el Telescopio Espacial hacia el
sur (tomando como punto de
referencia nuestro planeta),
desde donde fue factible ha-
cer observaciones hasta una
En México se generan anual-
mente casi 192 millones de li-
tros de sangre animal, de la
cual sólo una mínima parte se
aprovecha y el resto se tira al
drenaje. Es así como una rica
reserva de proteína (alrededor
de 40 000 toneladas), no sólo
se desperdicia sino que se con-
vierte en una enorme fuente
de contaminación. Y es que,
hasta ahora, la industrializa-
ción de la sangre animal re-
quería de una tecnología
nología sencilla, barata, acor-
de con la escala de producción
de los rastros mexicanos y con
un tiempo para recuperar la in-
versión de poco menos de tres
años.
A partir del conocimiento
de las propiedades de coagu-
lación de las proteínas de la
sangre (las cuales pueden re-
cuperarse con calor y eliminar-
les gran cantidad de agua), el
doctor Pérez Gavilán desarro-
lló un método para obtener
plasma coagulado. Este pro-
ducto contiene 95% de proteí-
na y tiene una vida de anaquel
de hasta un año en refrigera-
ción. Además de valor nutri-
cional, dicho plasma ofrece
propiedades funcionales que
permitirían adicionarlo a ali-
mentos para consumo huma-
no como los embutidos. El
propio doctor Pérez Gavilán ha
comprobado que la inclusión
de plasma en niveles de 10
gramos por litro en queso tipo
manchego y en salchichas no
altera el sabor ni el olor de los
productos y al enriquecerlos
en proteína, disminuye su con-
tenido en grasa.
Actualmente, el nuevo mé-
todo está en proceso de pa-
tente y se realizan los trámites
necesarios para comercializar-
distancia de 12 mil millones de
años luz. Esto se logró gracias
a la reciente actualización de
los sensores del Hubble.
Pura sangre
altamente costosa y exigía
grandes cantidades del líqui-
do para ser redituable.
Ante esta situación, y a so-
licitud de un rastro de cerdos
ubicado en Michoacán, el doc-
tor Pablo Pérez Gavilán, del
Instituto de Investigaciones
Biomédicas de la UNAM, de-
sarrolló un método para el
aprovechamiento de la sangre
porcina. Sus ventajas: la
obtención de un producto al-
tamente proteico con una tec-
lo tanto en México como en
otros países. Por lo pronto, ya
se emplea en el rastro men-
cionado de Michoacán y se pla-
nea la instalación en nuestro
país de la primera planta de-
mostrativa con capacidad para
procesar 600 mil litros de san-
gre al año.
Durante la reunión anual de la
Sociedad Meteorológica Es-
tadounidense, celebrada a
principios de enero, los espe-
cialistas en ese campo seña-
laron que la próxima década
será revolucionaria en cuanto
a la comprensión de nuestro
planeta y a la capacidad de los
meteorólogos para hacer pro-
yecciones a futuro del estado
del clima. Los científicos que
estudian las condiciones
meteorológicas de la Tierra
cuentan con tecnologías muy
especializadas que combinan
el monitoreo con satélites y el
uso de supercomputadoras;
sin embargo, no pueden ha-
cer predicciones con más de
Mejorarán las predicciones
del clima
tres días de antelación y lo-
gran hasta 70% de confia-
bilidad, y sólo para áreas
extensas, de cientos de kiló-
metros cuadrados, con muy
baja capacidad de detalle. En
el encuentro se dijo que para
el año 2004 se dispondrá de
computadoras mil veces más
rápidas que las que actual-
mente se usan para estudios
climatológicos, las cuales per-
mitirán mayor precisión y ha-
cer las estimaciones para
áreas más pequeñas.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
6
fdg.lkdsufgoiuioug
A fines de enero el Museo de
las Ciencias Universum tuvo
entre sus visitantes a 21 ro-
bots, procedentes de varias
universidades y centros de
educación superior de la Ciu-
dad de México. Su asistencia
se debió al Concurso de Ro-
bots Móviles, organizado porla Facultad de Ingenie-
ría de la UNAM.
El concurso tuvo
como parámetros va-
rias pruebas: cada ro-
bot debía cubrir un
recorrido en una pista
con trayectorias con-
tinuas o segmentadas
y con diversos grados
de dificultad según su
categoría (básica, me-
dia y avanzada). Tam-
El Instituto Nacional del Me-
dio Ambiente en Estados Uni-
dos, organismo independiente
no lucrativo, que promueve la
creación de un centro para la
investigación y la docencia en
temas ambientales, acaba de
abrir a consulta de los ci-
bernautas del mundo una in-
teresante página en Internet.
Se llama Biblioteca Nacional
del Medio Ambiente; su direc-
ción electrónica es http://
www.cnie.org, y ofrece al
usuario una base de datos
sobre población y medio
ambiente, que incluye infor-
mación sobre la seguridad ali-
mentaria en nuestro planeta,
los llamados gases inverna-
dero y numerosos documen-
tos, mapas, fotografías y
videos “en línea”. Asimismo,
este nuevo sitio ofrece al usua-
rio cerca de 400 informes del
congreso estadounidense so-
bre el tema ambiental, así
como textos completos de le-
yes y tratados ambientales,
noticias ecológicas y el enlace
con 300 publicaciones electró-
nicas, creadas en diferentes
países, que también se dedi-
can a divulgar esos temas.
Mamuts mexiquenses
bién se calificó el tiempo en el
que recorrieron las pistas así
como la originalidad del dise-
ño. Los ganadores fueron, en
nivel básico, Francisco Flores,
Mauricio Hernández, Juan Ber-
nardo Pallares y Vicente Xelajú
Torres, con el prototipo “GMB-
X”. En el nivel medio, Gonzalo
refiere a la causa de su muer-
te, pues parte de los restos se
encontraron desarticulados, lo
cual sugiere que estos mamí-
feros fueron arrastrados hasta
el lugar en donde se encon-
traron. Otros, en cambio, se
hallaron completos, lo que
podría significar que murieron
en ese sitio y poco a poco fue-
ron cubiertos por el lodo del
antiguo lago de Texcoco. Para
responder a estas incógnitas,
los doctores Claus Siebe, Jai-
me Urrutia y Ana María Soler,
del Instituto de Geofísica de la
UNAM, realizan algunas inves-
tigaciones que sugieren que
los mamuts están cubiertos
por un material que se depo-
sitó durante un solo evento —
que podría ser una erupción
volcánica— y no durante un
periodo largo de tiempo.
Aunque en los alrededores del
Distrito Federal se han encon-
trado restos de mamuts, no es
común hallar muchos de és-
tos en una sola localidad,
como ha sucedido en Tocuila,
cerca de Texcoco, Estado de
México. En este sitio —uno de
los más ricos en restos de fau-
na del Pleistoceno tardío des-
cubiertos en la cuenca de
México y uno de los pocos es-
tudiados en forma sistemáti-
ca— se han recuperado al
menos ocho mamuts entre
otros animales que, según el
método del radiocarbono, da-
tan de hace entre 11 600 y
14 500 años.
Coordinado por los inves-
tigadores Luis Morett, de la
Universidad Autónoma de
Chapingo, y Joaquín Arroyo,
del Instituto Nacional de An-
tropología e Historia, el Pro-
yecto Paleontológico Tocuila ha
permitido obtener información
acerca de cuándo y cómo vi-
vieron y murieron los Mamutus
columbi, que antiguamente
abundaron en el centro del
país. Sin embargo, los resul-
tados de dicha investigación
también han planteado varias
interrogantes. Una de ellas se
Concurso de robots
móviles en Universum
García, Julio López, Luis Espar-
za y Serafín Castañeda con el
robot “AGV-R2” y, en avanza-
dos, con el prototipo “Gatito
Bebé”, Francisco Adrián Gálvez
Castillo.
Próximamente se dará a
conocer la convocatoria para
el Primer Concurso Nacional de
Robots Móviles, que probable-
mente se lleve a cabo en el Es-
tado de Querétaro.Fo
to
s:
D
av
id
 A
gu
ila
r
Ecología
en Internet
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
7
 ¿cómoves?
En marcha,
la Estación Espacial
Internacional
El caso de los monos esquizofrénicos drogados
Martín Bonfil Olivera
Comentarios: mbonfil@servidor.unam.mx
Bichos
Quienes trabajan con microbios usan la palabra “bichos”en un sentido distinto al que se emplea normalmente,
pues no se refieren a esos complejos organismos con seis
patas, alas, esqueleto externo tipo caparazón y ojos con mu-
chas facetas, como la mosca de esta columna. Sus “bichos”
son mucho más simples: son organismos formados por una
sola célula, en vez de miles o millones. Los biólogos (quizá
para darse importancia), los llaman procariontes, o “monera”,
pero la mayoría de los mortales los conocemos como bacte-
rias.
Las células de las bacterias son más simples que las célu-
las eucariontes (o sea, todas las demás). A pesar de ello, han
logrado colonizar prácticamente todos los ambientes que
existen en nuestro planeta, desde el frío del ártico hasta las
temperaturas de ebullición de los géiseres, y desde los lagos
de aguas saladas hasta el interior de nuestros intestinos.
Pero no sólo eso: las bacterias son indispensables para la
existencia de los “organismos superiores”: sin ellas los hu-
manos no podríamos asimilar varios nutrientes esenciales,
las termitas no podrían digerir la madera que comen, las plan-
tas no encontrarían en el suelo los compuestos con nitróge-
no que necesitan para fabricar sus (y nuestros) alimentos, y
los cadáveres de todos los demás seres vivos se acumularían
durante años antes de descomponerse.
Y eso no es todo. Si las bacterias no hubieran existido,
tampoco estaríamos aquí los demás organismos. Las
mitocondrias de nuestras células (que liberan la energía de
nuestros alimentos) y los cloroplastos de las plantas (que
realizan la fotosíntesis y son la principal fuente de alimentos
para los animales) son tataranietos de las bacterias. Las pri-
meras mitocondrias y cloroplastos fueron absorbidos en el
interior de células del tipo de las amibas, hace millones de
años, y dieron así origen a las modernas células eucariontes.
Así que, además de las molestias que nos ocasionan cuan-
do pudren nuestros alimentos o nos enferman del estómago,
estos compañeros invisibles son indispensables para la vida
en la Tierra.
Y un último dato. Según estudios recientes, es posible
que en las entrañas de nuestro planeta haya cantidades in-
mensas de bacterias que viven de las reacciones químicas
entre compuestos minerales, sin necesitar de la energía del
Sol. Se cree que la masa de estas poblaciones de bacterias
puede superar a la de todos los demás seres vivos que habi-
tamos en la superficie de la Tierra y en los mares. Tal vez
tendríamos que ser un poco más modestos, ¿no lo crees así?
Tuvieron que pasar 14 años y superarse
obstáculos políticos, técnicos y financie-
ros para que la Estación Espacial Inter-
nacional (ISS, por sus siglas en inglés) se
convirtiera en una realidad. El 13 de di-
ciembre de 1998, los tripulantes del
transbordador espacial Endeavour com-
pletaron, sin contratiempos, el ensam-
blado de los módulos Zarya (de fabrica-
ción rusa; lanzado al espacio el 20 de noviembre) y Unity (construido
en Estados Unidos; en órbita desde el 3 de diciembre). Éstas son “las
primeras piedras” de la gigantesca estructura que formará la ISS y
será la más grande jamás construida en el espacio; al terminarse, en
el año 2005, tendrá la longitud de un estadio de futbol y 460 tone-
ladas de peso.
La idea surgió en Estados Unidos en 1984. Se quería establecer
una plataforma que permitiera la estancia permanente de astronautas
en el espacio para investigar y mejorar las condiciones de adapta-
ción del cuerpo humano en ambientes sin gravedad, de cara a viajes
espaciales tripulados hacia otros planetas. Otro de los objetivos era
desarrollar el uso comercial del espacio a través de la experimenta-
ción con nuevos materiales, que eventualmente podrían fabricarse
en serie fuera de la atmósfera terrestre.
Desde entonces, las críticas al proyecto no se han hecho esperar,
lo mismo por parte del Congreso estadounidense, que objetaba la
inversión de 8 mil millones de dólaresprevista por la Administración
Reagan, como de la comunidad científica. El astrónomo Carl Sagan,
por ejemplo, señalaba que “Una estación espacial queda lejos de ser
una plataforma óptima de investigación científica... No existen apli-
caciones apremiantes o de fabricación que la justifiquen...”
Sin embargo, con la próxima “jubilación” de la estación espacial
soviética Mir, se puso en marcha el proyecto ISS, financiado por 16
países, con un presupuesto que rápidamente rebasó los 8 mil millo-
nes de dólares originales. Hacia 1992, tan sólo en trabajos de dise-
ño, la NASA había gastado ya 10 mil millones de dólares y se estima
que de aquí al año 2005, el costo total de la estación podría alcanzar
los 96 mil millones de dólares. Y éste sigue siendo uno de los princi-
pales obstáculos a vencer, pues se planean cerca de 45 lanzamientos
adicionales de transbordadores espaciales estadounidenses y de co-
hetes Protón rusos para enviar las partes restantes de la ISS, que los
astronautas deberán armar a lo largo de 162 “caminatas” en el es-
pacio.
Como quiera que sea, el módulo de control Zarya (en ruso “ama-
necer”), de 20 toneladas de peso, y el módulo conector Unity de 12
toneladas —primeras piezas de la ISS— orbitan ya sobre nosotros a
384 kilómetros de altura. Zarya se encarga de aportar energía eléc-
trica, propulsión y comunicaciones al Unity, que no es más que una
“sala de estar” a la que habrán de conectarse los siguientes módulos
y componentes (100 en total).
Si todo sale bien, en abril de este año los rusos lanzarán el mó-
dulo de servicio “casa-habitación” para los primeros astronautas que,
en grupos de seis o siete, vivirán en la ISS durante 90 días como
mínimo. De no ser así —si no se lanza a tiempo y continúan los
retrasos por parte de los constructores rusos—, los módulos ya colo-
cados por el Endeavour caerán irremediablemente a la Tierra pues,
además, el módulo de servicio tiene la función de aportar propul-
sión y navegación al conjunto.
Paulino Sabugal Fernández
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
El día de Tonatiuh
Descubre en qué fecha tu
ciudad recibe la
máxima energía del Sol.
(Pista: no es el 21 de marzo)
Sergio de Régules
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
EL EQUINOCCIO de primavera no siem-
pre ocurre exactamente el 21 de marzo.
Este año, por ejemplo, será el día 20 y
como de costumbre una multitud de ado-
radores del Sol vestidos de blanco se dará
cita en las zonas arqueológicas de
Teotihuacan y Cuicuilco para recibir su
energía. Subirán a lo alto de las pirámi-
des y extenderán los brazos hacia el cielo
en señal de alabanza a Tonatiuh. Es un
hermoso ritual, pero si de lo que se trata
es de absorber la máxima energía del Sol,
el equinoccio de primavera no es el me-
jor día para celebrarlo.
Cuando te asoleas recibes más ener-
gía del Sol mientras menos inclinados in-
cidan sus rayos sobre ti (y menos nublado
esté, claro). La máxima energía posible
la recibes cuando el Sol se encuentra jus-
to por encima de tu cabeza, es decir, cuan-
do está en el punto más alto del cielo, que
se llama cenit. Pero el Sol no pasa por el
cenit todos los días. De hecho, al norte
del trópico de Cáncer y al sur del de Ca-
pricornio el Sol nunca alcanza el cenit,
por lo que en este artículo sólo nos ocu-
paremos de lo que sucede en lati-
tudes tropicales, en el
hemisferio norte.
La danza de Tonatiuh
Si te pusieras a observar la salida
y la puesta del Sol durante el año
—como hicieron los astrónomos
aztecas y mayas—, notarías que
Tonatiuh, como llamaban los
aztecas al disco solar, no sale ni
se pone siempre por los mismos
puntos del horizonte. El 21 de
marzo, más o menos, lo verías
salir exactamente por el este y
ponerse exactamente por el oes-
te. Los días siguientes verías que
el orto y el ocaso (los puntos del
horizonte por los que sale y se
pone el Sol, respectivamente) se
van desplazando hacia el norte
hasta llegar a una posición ex-
trema, alrededor del 21 de junio.
Allí Tonatiuh parece detenerse
por espacio de unos días. La pa-
labra solsticio quiere decir “el
Sol se detiene”, por lo que el 21
de junio se llama solsticio de ve-
rano. Pasado el solsticio, el Sol empieza
a regresar hacia el sur. Vuelve a salir por
el este (y ponerse por el oeste) alrededor
del 23 de septiembre y luego se va des-
plazando hasta alcanzar su máxima posi-
ción sur, el 22 de diciembre, día del
solsticio de invierno. Después, Tonatiuh
vuelve a emprender la marcha hacia el
norte y la danza se repite.
Si fueras un astrónomo antiguo, lue-
go de observar el recorrido del Sol varias
veces, quizá te fijarías especialmente en
tres posiciones de salida del Sol (o puesta
del Sol, pero para simplificar nos concen-
Ilustración: Luis Guerrero
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
dría más sentido hacer un homenaje a la
energía del Sol, pues son los días en que
sus rayos inciden más directamente so-
bre nosotros, y por lo tanto, en que más
energía solar recibimos.
Una ventana al cielo
Y aquí es donde entra mi anécdota perso-
nal. La ventana del estudio donde escribo
da al poniente y tengo una vista muy lim-
pia del horizonte porque vivo en la mar-
gen occidental de la Ciudad de México.
Hace unos años marqué en el antepecho
de la ventana las posiciones por las que
se metía el Sol en distintas fechas (obser-
vándolas siempre desde el mismo lugar,
con la espalda pegada al clóset ). El 22 de
diciembre el Sol se ponía en el extremo
izquierdo de mi ventana, detrás de unos
árboles. El centro de la ventana corres-
pondía, creo, a un día de febrero y otro de
octubre. Los equinoccios ocurrían cerca
del extremo derecho y el solsticio de ve-
rano se salía completamente del campo
visual de mi ventana.
Lo mismo hacían los astrónomos de
la antigüedad, pero en vez de ventanas
usaban alguna característica del horizon-
te (una montaña, un árbol lejano) para
identificar los puntos de importancia
astronómica. Los arqueólogos han descu-
bierto muchas construcciones antiguas
orientadas con base en mediciones
astronómicas. Lástima que, cuando pin-
tamos la casa hace dos años, se me olvi-
dó pedir que no pintaran el antepecho y
mis marcas no perduraron para impresio-
nar a los arqueólogos del futuro.
Con el experimento de la ventana (que
recomiendo fervientemente a quien ten-
ga la oportunidad de hacerlo), entendí los
movimientos anuales del Sol y también
que debía haber dos días al año en que el
Sol, saliendo por cierto punto del horizon-
te, a mediodía pasara por el cenit. Pero,
¿en qué fechas ocurría? Me pareció evi-
dente que las fechas tendrían que depen-
der de la latitud donde uno se encontrara.
Algunos libros modernos de astronomía
no mencionan el paso cenital del Sol. La
mayoría fueron escritos en países situa-
el punto medio de la trayectoria anual del
Sol y su extremo norte, hay en realidad
dos días de Sol cenital: el primero cuan-
do el astro va hacia el norte, en la prima-
vera; y el segundo cuando va de regreso
hacia el sur, después del solsticio de ve-
rano. Éstas serían las fechas en que ten-
Horizonte al amanecer
La cantidad de luz que recibe una superficie depende de
la inclinación con que inciden
los rayos en ella.
1 2 3
traremos en el Sol naciente): el
punto más tendido hacia el nor-
te (el solsticio de verano), el
más tendido hacia el sur (el
solsticio de invierno) y el pun-
to intermedio (correspondien-
te a los dos equinoccios). Los
antiguos observadores del cie-
lo de nuestro continente iden-
tificaron estos puntos y los
usaron para orientar algunas de
sus construcciones.
El día de Tonatiuh
Además de estas tres posicio-
nes importantes desde el pun-
to de vista astronómico, existe
otra muy interesante y que
también fue observada por los
astrónomos precolombinos: el
punto de salida del Sol el día en que, a
mediodía, pasa exactamente por el cenit.
El orto delSol cenital se encuentra entre
el este, posición de salida del Sol en los
equinoccios, y el solsticio de verano.
¿Dónde? Su posición exacta depende de
la latitud en la que te encuentres. Esto
quiere decir que la fecha del paso del Sol
por el cenit depende de qué tan al norte
(o al sur en el hemisferio sur) estés situa-
do. No es la misma en la Ciudad de Méxi-
co que en las montañas de Chiapas, o en
Guadalajara. Y recordemos que al norte
del trópico de Cáncer (por ejemplo, en
Monterrey, Chihuahua o Tijuana) el Sol
nunca alcanza el cenit.
Puesto que la posición del orto el día
en que el Sol pasa por el cenit está entre
Fo
to
: E
du
ar
do
 d
e 
la
 V
eg
a
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
dos al norte del trópico de Cáncer, donde
el Sol nunca llega al cenit. El único re-
medio, me dije, era buscar yo mismo una
fórmula para calcular estas fechas.
Que Kepler me perdone
De modo que, una mañana de ocio, me
puse a hacer dibujos en un cuaderno. Di-
bujé la bóveda celeste, los trópicos, el
ecuador celeste, la eclíptica (que es el ca-
mino aparente del Sol en la bóveda celes-
te a lo largo del año) y me puse a hacer
cálculos. Después de un rato largo pero
muy entretenido, di con la fórmula para
el número de días (al que llamé D) que
hay entre el equinoccio de primavera y la
primera fecha del Sol cenital para una la-
titud dada (que denoté por L). Para calcu-
lar la segunda fecha basta contar el mismo
número de días hacia atrás a partir del
equinoccio de otoño.
Sergio de Régules es físico, autor de los libros El Sol
muerto de risa y El renovador involuntario (edit.
Pangea) y escribe la columna de divulgación de la
ciencia “Space-Time Chronicles”, en el periódico The
News.
La fórmula da las fechas con una pre-
cisión de tres o cuatro días porque, para
hacerla más simple, supuse que la órbita
de la Tierra es circular y que el planeta la
recorre con rapidez constante: que Kepler
me perdone. Dado que la fórmula no es
exacta, puedes salir al sol tres o cuatro
días antes o después de la fecha indicada
en la tabla con el mismo efecto (o casi).
Aquí están, pues, las fechas correctas
para salir a celebrar la máxima energía
del Sol en distintas ciudades de México,
sin necesidad de subirse a una pirámide.
El Sol es generoso y democrático y nos
baña de energía a todos por igual sin hacer
distinciones de raza, de sexo o de posición
piramidal. Y, por cierto, si de veras quie-
res absorber la máxima energía del Sol,
no vayas de blanco, sino de negro. El blan-
co refleja la mayor parte de la luz que in-
cide sobre él; el negro la absorbe.
T
360˚
LD= arcsen ( )( )
Fórmula
T: duración del año solar en días = 365. 24 días
Inclinación del eje de rotación de la Tierra = 23.5˚
L: latitud del observador
D: número de días que faltan para el sol cenital a par-
tir del equinoccio de primavera
:
Ciudad*
Aguascalientes 21°53' 21.88° 70 días 29-may 15-jul
Campeche 19°51' 19.85° 58 días 17-may 27-jul
Chetumal 18°30' 18.50° 53 días 1 6-abr 1-ago
Guadalajara 20°40' 20.67° 62 días 22-may 13-jul
León 21°07' 21.12° 65 días 24-may 20-jul
Mazatlán 23°13' 23.22° 82 días 10-jun 3-jul
Mérida 20°58' 20.98° 64 días 23-may 21-jul
México D.F. 19°24' 19.40° 56 días 15-may 29-jul
Oaxaca 17°03' 17.05° 47 días 6-may 7-ago
Puebla 19°03' 19.05° 55 días 14-may 30-jul
Querétaro 20°36' 20.60° 62 días 22-may 23-jul
San Luis Potosí 22°09' 22.15° 71 días 30-may 14-jul
Tampico 22°13' 22.22° 72 días 31-may 13-jul
Tapachula 14°54' 14.90° 40 días 29-abr 14-ago
Veracruz 19°12' 19.20° 56 días 15-may 29-jul
Villahermosa 17°59' 17.98° 51 días 10-may 3-ago
Zacatecas 22°47' 22.78° 77 días 5-jun 8-jul
*Al norte del trópico de Cáncer el Sol nunca pasa por el cenit.
Fechas aproximadas
de Sol cenital
D
(redondeado)
Latitud norte
segundabase 60 decimal primera
Fechas aproximadas de Sol cenital calculadas con la fórmula del autor
Una forma muy eficaz de describir lo
que pasa en el cielo es imaginarse que
éste es una gran esfera en cuyo cen-
tro se encuentra el observador. Debi-
do a la rotación de la Tierra, la esfera,
llamada bóveda celeste, parece girar
de este a oeste como si estuviera en-
sartada en un eje que pasa por su cen-
tro. El punto más elevado de la
bóveda celeste se llama cenit.
Los puntos en que el eje de rota-
ción intersecta la bóveda celeste se
llaman polos. La altura del polo ce-
leste sobre el horizonte (medida en
grados, minutos y segundos de arco)
es igual a la latitud del observador.
Por ejemplo, si te paras en el polo
norte de la Tierra (latitud=90 grados
Norte) verás el polo norte celeste jus-
to en el cenit. Si te paras en el ecua-
dor (latitud=0 grados), verás el polo
rasando el horizonte.
S
u
r
N
o
r
t
e
Oeste
cenit
ecuador
celeste
Este
polo norte
celeste
polo sur
celeste
nadir
h
o
r
i
z
o
n
t
e
h
o
r
i
z
o
n
t
e
1
2
3
giro
La bóveda celeste
Salida del sol: 1) solsticio de verano; 2) equinoccios; 3) solsticio de invierno
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
12
fdg.lkdsufgoiuioug
EL AMOR no era para Crispín más que sus-
tancias químicas e impulsos eléctricos
yendo y viniendo en el interior del cuer-
po. Sin embargo, a pesar de su escepti-
cismo y de su racionalidad, se encontraba
como todos sus cuates de la escuela, ba-
beando frente al televisor, convertido en
una hormona gigante, admirando el cuer-
po escultural de Pamela Anderson, en el
personaje de una bella guardiana de la
bahía. Al día siguiente, después de la cla-
se de física, los ojos desorbitados de los
muchachos, las risitas nerviosas y dos o
tres palabras capturadas al vuelo, pusie-
ron al día a Marbello, su joven profesor.
Cuando Crispín se quedó solo, Marbello
se le acercó con toda la intención de ha-
cerlo repelar: “Nada de eso es cierto,
Crispín. Una ilusión. Nada más. Lo que
viste no era Pamela Anderson sino un
montón de electrones chocando contra un
vidrio”. Crispín se puso rojo. Había sido
descubierto por el prof. Además debía
defender su imagen de frío y cientí-
fico. Buscó una salida airosa:
“¿Cuáles electrones, prof?, no me
quiera cotorrear. Todo el mundo
sabe que son ondas electromag-
néticas, que la televisión fun-
ciona porque las estaciones
mandan las famosas ondas
hertzianas hasta las antenas de
nuestros televisores”.
“¡Cierto! —con-
testó Marbello—
Pero eso no es
todo. Esa radiación, captada por la ante-
na, genera un flujo de electrones. Luego,
estos electrones se hacen pasar a través
de una cámara de vidrio al vacío, el
cinescopio, hasta que chocan con una pan-
talla fluorescente...”
“¡Ah caray! —exclamó distraído
Crispín, puesto que aún no había logrado
borrar de su mente el color coral de los
breves bikinis de Pamela—, de alguna
manera, la radiación que llega provoca un
impulso eléctrico, ¿no?”
“En efecto, Crisp. Si llega radiación
hay impulso eléctrico. Es decir, en la te-
levisión en blanco y negro, las zonas bri-
llantes de la pantalla son zonas donde
están chocando los electrones mientras
que en las oscuras aquéllos no pegan”.
“A ver péreme, prof —se empezó a
animar Crispín—. La pantalla de la tele
es la parte de afuera del cinescopio, ¿no?
Y, sobre ella, chocan unos electrones que
son lanzados desde dentro ¿OK?”. “¡Ajá!
—respondió Marbello—, el cinescopio
es una cámara de vidrio con forma
de pirámide acostada. ¿Nunca
has estado en algún taller don-
de reparen televisores?...
Bueno, la parte plana con
forma rectangular es la
pantalla y está tratada con
una sustancia especial
que la hace emitir luz
cuando inciden sobre
ella los electrones. Si
la pantalla del cines-
copio no fuera fluorescente, entonces,
aunque chocaran con ella los electrones,
no veríamos nada”.
“Fluore... ¿qué?, prof...”
“Fluorescentes. Son materiales que al
recibir energía emiten luz inmediatamen-
te. Pero, volviendo a lo de la tele... del
otro lado de la pantalla hay una superfi-
ciede donde salen los electrones, éstos
atraviesan el cinescopio y, gracias a unos
poderosos imanes, el rayo de electrones
recorre toda la pantalla formando puntos
brillantes y oscuros, blanco y negro”. “No
se puede, prof... —interrumpió Crispín—
¡Que los electrones atraviesen el ci-
nescopio! No se haga, usted nos lo dijo:
los gases, o sea el aire, ¡no conducen la
electricidad!”
“Pero no hay gases dentro del cines-
copio. Está al vacío. ¿En qué supermodelo
estás pensando, eh? Al fabricar los
cinescopios, con una bomba de vacío, llá-
mese aspiradora, se les saca todo el aire y
luego se sella rápidamente. Los electro-
nes, al no encontrar obstáculos, viajan de
un electrodo al otro, en línea recta y a toda
velocidad.
“Oiga, y eso de los electrodos ¿qué
onda?”
Plinio Sosa
La insoportable
levedad del
electrónelectrón
Crispín, costeño, ceceachero, ligeramente rollizo, tenía
fama de matado. Todo lo trataba de llevar hacia la física
y las matemáticas hasta que un día...
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
13
 ¿cómoves?
“Durante los últimos 70 años del si-
glo XIX, los físicos se abocaron a la tarea
de estudiar la conductividad eléctrica en
los gases; a partir de esas investigaciones
hoy sabemos que los gases son pésimos
conductores. Para ello, utilizaron los que
serían los ancestros de los actuales
cinescopios, los llamados tubos de des-
carga. Era un tubo de vidrio, relleno de
algún gas, con dos electrodos en los ex-
tremos conectados a una fuente de
electricidad. El estudio consistía, básica-
mente, en ver en qué condiciones la elec-
tricidad podía pasar de un electrodo a otro,
atravesando el gas contenido en el tubo.
Pronto se dieron cuenta que se requerían
dos cosas para lograr la conducción eléc-
trica a través de los gases. La primera, al-
tísimos voltajes entre los electrodos, del
orden de 20 000 volts... Imagínate, una
pila normal (de las que usan los walk-
mans) genera apenas 1.5 volts. O sea, que
para generar 20 000 volts, habría que co-
nectar en serie… ¡más de 13 mil pilas
doble A!”
“¡Charros! ¿Y la segunda, prof?, ¿cuál
es la segunda cosa que encontraron para
hacer conducir a los gases?”
“Como se dieron cuenta que al dismi-
nuir la cantidad de gas dentro del tubo me-
joraba la conductividad, decidieron
sacarle todo el gas que se pudiera. Empe-
zaron estudiando la conductividad en los
gases y terminaron estudiando algo toda-
vía más interesante: ¡la conductividad
eléctrica a través del vacío! Entonces, la
combinación de alto voltaje y gran vacío
dio como resultado que del electrodo ne-
gativo, o sea el cátodo, saliera una radia-
ción desconocida que atravesó el vacío.
¿Cómo crees que llamaron a esta radia-
ción salida del cátodo?... En un alarde de
imaginación la bautizaron como… ¡rayos
catódicos!”.
“Bueno, ya no me esté carneando,
prof... Mejor dígame cuándo aparecen los
electrones”.
“Pues ya aparecieron, son los rayos
catódicos. Aquel “día del niño” de 1897,
J. J. Thomson demostró que los rayos
catódicos no eran rayos, o sea, no eran
luz sino unas pequeñas partículas más li-
geras que los átomos cargadas negativa-
mente. Los rayos catódicos son, entonces,
una parte de los átomos: la parte negati-
va. Son, pues, nuestros queridísimos elec-
trones que nos hacen ver a la Anderson
bellamente incrustada en la pantalla de la
televisión”.
“Pero, ¿y la parte positiva?”, pregun-
tó Crispín. “Está aglomerada en el centro
de los átomos y, curiosamente, contiene
casi toda la masa del átomo —explicó el
prof— Mira, si un átomo de hidrógeno es
de 1837 unidades de masa, su parte posi-
tiva pesa 1836 unidades mientras que la
parte negativa solamente una unidad. Los
electrones, Crispín, son insoportablemen-
te ligeros”.
“Ya lo creo, prof. Y entonces, ¿dónde
están los electrones? Quiero decir dentro
del átomo, ¿dónde están?”. “Rodeando al
núcleo —explicó Marbello—, la mecáni-
ca cuántica, que es la rama de la física
que estudia las partes más pequeñas y li-
geras de la naturaleza, ha encontrado que
los electrones, aunque ligeros, son suma-
mente grandes comparados con los nú-
cleos. Es decir, en vez de un puntito, los
electrones parecen ser enormes nubes de
carga negativa”.
“¿Como una especie de durazno que
tuviera un huesito; éste sería la parte po-
sitiva sumergida en la parte negativa que
sería la carne del durazno?”, sugirió
Crispín. “Ándale, más o menos —respon-
dió el maestro—, aunque más bien sería
como un planetita rodeado por una
atmosferota. Mira, si un átomo de hidró-
geno fuera suficientemente grande como
para que su núcleo midiera un milímetro
de radio, su atmosferota sería una esfera
de 100 metros de radio, o sea, un radio
del largo de una cancha de futbol. Bueno,
Crispín, pues esos insoportablemente
ligeros e increíblemente grandes (para la
escala atómica) corpúsculos son los
que tú confundiste con la salvavidas
de la tele”.
“Pus se veían muy bien”, se saboreó
el joven. “Eso sí —rió Marbello— Bue-
no, muchacho, ya me voy. Luego segui-
mos hablando de física y de ilusiones.”
“Sale, prof, gracias”. Marbello se ale-
jó mientras Crispín trataba de digerir la
insoportable levedad del electrón. De
pronto, descubrió un papel tirado cerca de
donde había estado parado su profesor.
Parecía una foto bajada de Internet. La
levantó con curiosidad y la vio. “¡Uau!
—exclamó— ¡Qué linda eres Pam!”.
Plinio Sosa es doctor en química. Es autor de libros de
texto para secundaria y de divulgación. Recientemente
publicó Bájate de mi nube electrónica, en ADN Editores.
Ilu
st
ra
ci
ón
: D
ar
ío
 A
rr
oy
o
“Son, digamos, las terminales de una
batería. En una se acumula la carga posi-
tiva y en la otra, la negativa. En las ex-
tensiones que conectamos a la toma de
electricidad, es lo mismo. Cada pata de la
clavija está conectada a un alambre me-
tálico. En uno de ellos se acumula la car-
ga positiva y en el otro, la negativa. Al
electrodo positivo se le llama ánodo y al
negativo, cátodo. Pero, ¿sabes qué,
Crispín? Lo curioso de lo que dijiste es
que justo así se descubrieron los electro-
nes... Fue apenitas hace unos 100 años,
el 30 de abril de 1897, para ser precisos”.
“¿Quéeee? Pero si la electricidad se
conoce desde ¡uf!”
“Bueno, es que no es tan fácil. ¿Sabes
cuánto pesa un electrón?... Un quintillón
de veces menos que un kilogramo... Mira,
imagínate un kilogramo de cualquier cosa.
Divídelo en un millón de partes. Separa
una de ellas y, esa, divídela, a su vez, en
un millón de partes. Separa una parte y
repite el proceso. Cinco veces en total.
Bueno, pues eso que te queda es la masa
de un electrón”.
“¡Órale! —casi gritó, Crispín— ¿Y
luego, prof? ¿Cómo descubrieron el elec-
trón?”
Joseph John Thomson,
descubridor del electron
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves? m a r z o d e 1 9 9 9
14
Sobre lagartijas, vidacotidiana y ciencia
Muchos
de mis recuerdos sobre la ciencia se remon-
tan a cazar bichos y lagartijas, armado con un pequeño frasco
de cristal en el cual intentaba crear un ambiente acogedor para mis nuevas
mascotas, que iban desde tijerillas y alacranes hasta iguanas y pájaros moribundos que de
vez en cuando encontraba. Creo que la ciencia es una inclinación que tiene la gente en general pues
somos una especie curiosa y deseosa de entender lo que nos rodea. Enrique Lomnitz
Me imagino hoy en día a miles de científicos trabajando diariamente en busca de una sola cosa: el conoci-
miento. Y es que desde afuera uno cree que todo ya está descubierto, pero ahora que me he adentrado (casi nada)
en este mundo me doy cuenta que la ciencia va mucho más adelantada de lo que los ciudadanos comunes y
corrientes pensamos, y ahora sólo tiene un obstáculo: la política. Gabino Rodríguez
Me gustaría saber, ¿por qué es complicada la ciencia? Todos deberíamos entenderla;
deberíamos conocer lo interesante que puede
ser y su relación con todos los aspectos de nues-
tra vida. Sergio Martínez Peña
Mi experiencia con laciencia siempre ha sido
muy conflictiva. En un principio no entendía nada y
no me gustaba, pero cuando empecé a tener buenos
maestros y amigos que se interesaban en distintas ma-
terias científicas, comencé a darme cuenta de que
la ciencia es algo que se encuentra en
nuestra vida cotidiana y que
nos ayuda a entender
esas cosas que tene-
mos ganas de saber.
Citlalli Barberis
¿Ciencia? Sólo
tienes que decir
esta palabra para
que un adolescen-
te odie la materia
en la cual el ma-
estro la mencio-
nó. Tal vez no
la odie pero sí
por lo menos
la va a ca-
talogar
c o m o
difícil.
J imena
Allende
En esta ocasión publicamos
algunas reflexiones de
alumnos del segundo semestre
del bachillerato CCH del
Colegio Madrid, ubicado en la
Ciudad de México.
¿cómoves?
14
¿Eres estudiante de bachillerato? ¿Te gusta escribir? En-
tonces este espacio es tuyo. Aquí puedes publicar tus co-
mentarios, reflexiones y experiencias en torno a la ciencia.
Envíanos un texto de dos o tres cuartillas de extensión
y adjunta tu nombre, dirección, teléfono y el nombre
de la escuela a la que asistes. ¿cómoves? seleccionará
el mejor texto que haya llegado a nuestra redacción
antes del último día de cada mes, para publicarlo en la
edición que saldrá al público 60 días después.
Manda tus colaboraciones ¡ya! Envíalas a: Revista
¿cómoves? Subdirección de Medios de Comunicación,
Edificio de Universum, 3er. piso, Cto. Mario de la Cueva
s/n, Zona Cultural, Ciudad, Universitaria, Delegación
Coyoacán, CP 04510, México, D.F.
¿Dudas?
Llámanos al teléfono 622.72.97 o envía un correo elec-
trónico a: solange@servidor.unam.mx
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
Si pudieraS pasar por un espejo por 
la mitad de tu cuerpo, de tal manera 
que quedaran un brazo y una pierna 
de cada lado, la imagen reflejada en 
el espejo completaría tu cuerpo y 
éste se vería íntegro. Existen objetos 
que se pueden rotar menos de 360 
grados (una vuelta completa) y se 
ven igual que antes. Por ejemplo, 
puedes girar un cuadrado 90, 180 y 
270 grados y se ve igual.
La propiedad de algunos cuerpos, 
que permite realizar un giro sobre 
ellos o reflejarlos en un espejo y dejar-
los igual que antes, se llama simetría. 
El cuerpo humano tiene una simetría 
bilateral y muchas flores tienen sime-
tría rotacional. La simetría es muy útil 
en la ciencia, le sirve a los químicos 
para describir moléculas y predecir 
reacciones químicas y los físicos la 
utilizan para simplificar complejos 
cálculos matemáticos.
Observa las imágenes que aquí 
se muestran; seguramente podrás 
encontrar si tienen simetría rotacio-
nal, bilateral o ambas. Si lo haces 
con cuidado, sin duda apreciarás la 
enorme belleza que está detrás de 
la simetría.
Fotos: Arturo Orta y Eduardo de la Vega*
Jesús Valdés Martínez
Simetría
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
*
*
*
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
19
 ¿cómoves?
Pr
ot
ag
on
is
ta
s 
de
 u
na
 n
ue
va
 c
ul
tu
ra
Pr
ot
ag
on
is
ta
s 
de
 u
na
 n
ue
va
 c
ul
tu
ra
Lo
s 
n
er
d
s
Lo
s 
n
er
d
s
LA DISMINUCIÓN del tamaño, la popula-
rización del uso y el abaratamiento de las
computadoras, que posibilitó principal-
mente el señor Bill Gates, dueño de la
empresa Microsoft, hicieron que surgiera
un nuevo tipo de profesional que logró
darle al conocimiento del lenguaje com-
putacional muchas utilidades prácticas, a
veces tan cotidianas que ahora casi no nos
damos cuenta de lo asombrosas que son.
Bill Gates puso a muchas personas, espe-
cialmente a los jóvenes, a jugar con las
computadoras personales para que con
ellas, a partir del conocimiento de un área
específica, como la arquitectura, el dise-
ño, el cine, el teatro, la ciencia, la conta-
bilidad, etcétera, se pudieran realizar
actividades muy diversas con mayor ve-
locidad y eficacia. A quienes indagaban
sobre los distintos usos que podían tener
las computadoras y pasaban muchas ho-
ras frente a ellas, se les empezó a llamar
nerds, pero ya no con una intención pe-
yorativa: ser nerd está de moda.
Según un artículo de Kevin Kelly, es-
tudioso de la informática y su impacto
social, publicado en la revista Este País
en mayo de 1998, los nerds parecen ser
ahora los protagonistas de una tercera
cultura (las otras dos serían la científica y
la humanística), que si bien es un fruto de
la ciencia, su objetivo es distinto al de
ésta; la cultura nerd no busca la verdad,
sino la novedad. Dice Kelly que se trata
de “una cultura pop basada en la tecnolo-
gía, para la tecnología”. Es, además, tan
internacional como la ciencia; nerds hay
en muchos países —desarrollados y en
desarrollo—, y aunque ellos no se vean a
sí mismos como científicos (que, en rigor,
no lo son), están activamente involucrados
en el descubrimiento del Universo. El tra-
bajo de estos nerds se ha vuelto indispen-
sable para científicos y artistas por igual.
Entre lo más destacado que han logra-
do los nerds, tanto para la ciencia como
para el cine, la televisión y, en general,
para toda la industria de las artes gráficas
y visuales, es que podamos imaginar lo
que nunca pudimos ver, o de lo que no
hay ningún testimonio visual; por ejem-
plo, cómo debieron caminar los dino-
saurios u otros seres ya extintos. También
hacer modelos y mapas del funcionamien-
to del cerebro y la mente, de los climas,
de los hábitats y de muchos otros fenó-
menos.
Mucha gente se preguntará: ¿si tantas
actividades dependen ahora de esta tercera
cultura, no sucederá que las computadoras
terminarán dominándolo todo y restándo-
le importancia a lo que la humanidad
realizó por mucho tiempo, sin necesidad
de ellas? Kevin Kelly no lo cree, pues
considera que esta tercera cultura es
simplemente una herramienta; eso sí,
como ninguna otra en la historia de la
humanidad.
Las representaciones en computadora
de los distintos fenómenos naturales es-
tán permitiendo a mucha gente conocer
los objetos de estudio de la ciencia, des-
de una molécula hasta una galaxia, y con
ello propician que nuestra visión de la
naturaleza sea más cercana a la ciencia
de la que se tuvo en el pasado. Tardamos
muchos años en asimilar la visión de la
Tierra que surgió de la teoría de Newton
y que ésta obrara en nuestra percepción,
por ejemplo, del horizonte. Ahora la repre-
sentación del Sistema Solar, con sus pla-
netas que describen órbitas elípticas es,
para las nuevas generaciones, cada vez
más natural, tan natural como la visión
de un río o de una montaña.
Lo mismo sucedió con la existencia
de la vida microscópica y, en general, de
todas las estructuras que no pueden
percibirse a simple vista. Ahora no nos
resulta difícil imaginar que una infección
puede ser producida por un virus o una
bacteria. La unión del microscopio con la
computadora ha puesto al alcance de mu-
chos imágenes animadas de microor-
ganismos y es incluso posible visitar en
Internet zoológicos virtuales dedicados
enteramente a estas criaturas. El cine se
ha servido de ello con gran éxito: los ate-
rradores “monstruos del espacio” que pro-
tagonizan varios filmes no son sino
una reproducción amplificada de los
ácaros que viven cotidianamente en nues-
tra piel.
Las computadoras, además, no sólo
son una herramienta personal cada vez
más indispensable: gracias a los nerds se
han convertido en un instrumento de co-
municación muy singular, que pone en
contacto a las personas, independiente-
mente del país en el que se encuentren,
del idioma y de otros factores que antes
solían ser una especie de barrera natural.
Sin embargo, como toda herramienta po-
derosa, también pueden entrañar grandes
peligros, o la destrucción, que sólo nues-
tra sabiduría y ausencia de prejucios po-
drán evitar.
Alicia García Bergua estudió filosofía y se ha dedicado
por muchos años a la divulgación de la ciencia y a la
poesía. Actualmente es editora de larevista Este País.
Alicia García Bergua
Desde su
introducción, el
término nerd se
aplicó a una variedad
de personalidades:
desde al “matado”,
“machetero” o
estudioso hasta al
tímido y al ermitaño.
Los nerds de los que
hablamos aquí
son aquellos que han
recreado muchas de
las maravillas
de la ciencia.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
Cuando ingresó a la Facultad de Cien­
cias de la UNAM, cambió su vida. “No 
tenía ni idea de que existiera la investi­
gación científica, y menos en México”. 
Hoy, a sus 58 años de edad y madre de dos 
hijos, la doctora Silvia Torres encabeza 
el Instituto de Astronomía de la UNAM. 
Recién instalada en su oficina, que ocupará 
durante cuatro años, admite: “Varias veces 
tuve el gusanito de dirigir el Instituto, pero 
no fue posible. Creí que ya había pasado 
mi momento... pero me dejaron la carga, 
¡y estoy encantada!”.
No es para menos. Ahora podrá con­
tribuir decisivamente a construir el TIM 
(Telescopio Óptico Infrarrojo Mexicano 
de Nueva Tecnología) —que hará posible 
obtener imágenes equiparables a las capta­
das con el telescopio espacial Hubble— y 
se instalará en el observatorio de San 
Pedro Mártir, Baja California, uno de los 
cinco mejores lugares del mundo para la 
observación astronómica. 
Pero, ¿cómo es esta mujer que viste 
un sencillo conjunto de blusa, 
pantalón y suéter; calza unas 
modernas botas de agujetas; 
lleva el cabello negro reco­
gido en una trenza francesa, 
adornada con listón rojo, y 
habla con voz firme? 
“Nací en la colonia de los 
Doctores —de la Ciudad de 
México—, me crié en la Roma 
y pasé mi adolescencia en la 
Narvarte”, resume con su 
estilo directo. “Mi padre 
fue médico militar, y mi 
madre, maestra “. Hija 
de una familia “rígida y formal”, pero 
también “sin preocupaciones económicas 
y estable”, Silvia tuvo quizá por ello una 
niñez “simple, sin grandes tragedias ni 
gozos ni aventuras ni nada”. Pudo mirar 
más lejos y comprender las oportunidades 
que le ofrecía la Facultad de Ciencias, op­
tar por la carrera de astronomía, asumirse 
como “alumna espiritual” de Guillermo 
Haro (uno de los fundadores de la astro­
nomía moderna en México), adaptarse al 
ambiente académico de la Universidad 
de Berkeley, California —donde cursó 
su doctorado—, entregarse a la investi­
gación científica con dedicación total y 
ser la primera astrónoma mexicana. Hoy 
existen en el Instituto 70 investigadores: 
uno de cada tres son mujeres. Los estudios 
de la doctora Torres sobre las condiciones 
físicas y la composición química de la 
materia interestelar y del interior de las 
estrellas —necesarios para comprender 
la formación del Universo— gozan de 
•	 Aficiones.	La gente, tengo muchos ami-
gos; el teatro moderno; el cine, sobre todo 
los dramas personales, como El Titanic; el 
baile, me encantan las cumbias, danzo-
nes y todo eso; la costura es mi hobby, 
además bordo y tejo cuando estoy triste 
o angustiada; la comida, me gusta toda la 
que engorda pero trato de moderarme; 
la literatura, sobre todo las novelas; la 
poesía, pero me quedé en la del siglo 
pasado.
•	 Actores	favoritos.	Todos los chavos guapos 
como Richard Gere, Tom Cruise y Hugh 
Grant y algunos del pasado, Humprey 
Bogart, Clark Gable y también mexicanos, 
Héctor Bonilla y Pedro Armendariz Jr.
•	 Estilo	de	su	casa.	El más desastroso. No 
la tengo reluciente, pero poca gente le 
da a su casa tan buen mantenimiento 
como yo. Lo único que me importa es que 
funcione.
•	 Qué	detesta.	La hipocresía, porque no la 
entiendo.
•	 ¿Y	la	política?	De izquierda crítica.
•	 Manías.	Me exalto cuando discuto.
Por Miguel Ángel Rivera Ávila
un amplio reconocimiento en el mundo 
entero. Y tanto la Revista Mexicana de 
Astronomía y Astrofísica, como el Pos­
grado en Astronomía, conducidos desde 
su creación —hace 25 y 10 años, respec­
tivamente— por la investigadora emérita, 
continúan prosperando.
Al evocar su actividad predilecta, la 
observación astronómica, señala: “Es 
un trabajo agotador, pero también muy 
 emocionante. Es algo mágico y conmove­
dor, que lo hace a uno sentirse pequeño. A 
mí lo que más me impresiona al observar 
son la belleza y la sorpresa”. Belleza y 
 sorpresa que descubrió con sólo mirar 
más lejos.
 Torres-Peimbert 
Silvia
La astronomía:
 mágica y conmovedora
Personalmente
Foto: Patricia Aridjis 
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
22
Los antiguos cazadores
de microbios
EN 1926, Paul de Kruif escribió uno de
los best sellers mundiales de la divulga-
ción de la ciencia: Los cazadores de mi-
crobios. Se trata de un libro fascinante que
describe la vida y obra de un grupo de
hombres del siglo pasado que sentaron las
bases para conocer y comprender el mun-
do de los entes vivientes más pequeños
de la Tierra y nuestra relación con ellos.
El libro se inicia con la vida de Antony
van Leeuwenhoek, quien, después de des-
cubrir el microscopio, reportó el primer
“avistamiento” de seres desconocidos,
abriendo a los seres humanos las puertas
del mundo microbiano. El libro incluye a
Louis Pasteur, quien demostró la dramá-
tica cercanía de los contactos entre esos
seres y nosotros: a través de sus estudios
sobre el papel de los microorganismos en
la elaboración de cerveza y vino, dejó en
claro la existencia de ese mundo hasta
entonces desconocido, que si bien no “nos
vigila” en el sentido estricto del término,
sí desempeña un papel fundamental en la
vida cotidiana. Podría decirse que los tra-
bajos de Pasteur sientan las bases de lo
que hoy denominamos biotecnología, que
también podría definirse como el arte de
obtener beneficios del microcosmos. En
Los cazadores de microbios se incluye
también la biografía de Robert Koch,
quien demostró que la convivencia no
siempre es pacífica; existen habitantes en
ese mundo que pueden acabar con la vida
de los seres humanos. A partir de enton-
ces (donde “entonces” es apenas el siglo
XIX) se inicia una etapa de convivencia
racional; se mantiene a los indeseables
alejados con agua y jabón, o de plano apli-
cándoles una muerte térmica. Incluso su
capacidad para atacarnos desde el interior
de nuestro propio organismo fue desman-
telada con el desarrollo de las vacunas. A
los microbios “colaboradores”, los que
nos son útiles, se les premió construyen-
do grandes fermentadores donde han po-
dido cumplir en paz con su fin único,
básico y primordial: reproducirse.
Armonía de los mundos
Llegamos al final del siglo XX con una
relación bastante saludable con los micro-
bios. Cada vez hay mayor conciencia de
que la vida en el planeta depende de la
armonía entre sus diferentes mundos, y
el de los microorganismos no es menos
importante que los demás. Gran parte de
la actividad biológica esencial que permite
la vida depende del metabolismo de és-
tos, los más pequeños. Y por si no fuera
suficiente, buena parte de la actividad en
la industria también es consecuencia del
trabajo cotidiano de un infinito número
de células microbianas. El papel que des-
empeñan los microorganismos dentro de
la que se ha destacado como una de las
tecnologías más importantes de las que
dispone la humanidad para enfrentar los
retos del siglo XXI, es fundamental. Es-
tos retos son gigantescos: entre otros, sa-
tisfacer las necesidades de alimentos y
medicamentos, solucionar problemas
ecológicos de dimensiones nunca antes
vistas y encontrar la cura de muchas en-
fermedades. Ciertamente, la biotecnología
no es la única respuesta, ni sólo con ella
Asómate al mundo de las superbacterias,
resistentes a condiciones de vida
inimaginables y muy útiles para
deducir algunas incógnitas de la ciencia.
Agustín López Munguía
superbacterias
Las
 Un micromundo fascinante
¿cómoves?
22
Bacillus infernus, bacteria que sobrevive a más de 60˚ C.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
23¿cómoves?
de las principales limitantes de las pro-
teínas en general y de las enzimas en
particular, es su baja estabilidad a la tem-
peratura, ya que se destruyen con el ca-
lor, cambian su estructura y pierden su
función. En este marco, la posibilidad de
trabajar a altas temperaturas con proteí-
nas estables es muy atractivo para la in-
dustria. Además, todo es más rápido con
el calor (desde el punto de vista molecular
y por lo tanto de la velocidad de reacción).
Uno de los primeros hipermófilos aisla-
dos fue Thermus aquaticus, una bacteria
encontrada en 1968 por Thomas Brock de
la Universidad de Wisconsin en Yellows-
tone, y actualmente la fuente para produ-
cir una enzima muy útil en el análisis del
material genético: la ADN polimerasa. La
lista actual de hipertermófilos sobrepasa
los 50, destacando uno (Pyrococcus
furiosus), que crece a 105º C, del cual se
han purificado mas de 30 enzimas que tra-
bajan entre 90 y 100º C y otro más,
(Metallospharea sedula), que crece en
medios muy ácidos y a 80º C, y que ade-
más para obtener energía no requiere de
azúcar o de un chocolate, sino que oxida
podrán resolverse todos los problemas.
Pero es una herramienta de extraordina-
ria utilidad. De hecho, los cazadores de
microbios modernos han encontrado que
para ello cuentan también con microor-
ganismos muy primitivos, que están en el
planeta desde hace casi cuatro millones
de años, y por lo mismo tienen propieda-
des fuera de lo común. Son verdaderas
superbacterias, pues para vivir en las con-
diciones en que se encontraba la Tierra se
requiere de capacidades extraordinarias.
Imaginen nada más el calor y la falta de
nutrimentos. Se trata de bacterias y de
archaebacterias, organismos constituidos
de una sola célula clasificada como
procarionte. La célula procarionte es la
forma de vida más sencilla que existe en-
tre nosotros: no posee demasiados com-
ponentes en su interior y su material
genético no se encuentra confinado den-
tro de un núcleo. Con el paso de los años
(millones) la vida evolucionó hacia for-
mas más refinadas. Apareció la célula
eucarionte con sus organelos y sobre todo
con el material genético organizado en
cromosomas dentro de un núcleo. Es el
caso primero de la célula de levaduras,
de hongos, de protozoarios...y, más tarde
en la evolución, de las células de organis-
mos multicelulares: plantas y animales,
formas de vida más complejas y también
más delicadas y menos tolerantes. Es en
parte por esto que las regiones del plane-
ta que puede habitar el hombre están li-
mitadas por las condiciones ambientales
que éste tolera (de hecho hay quienes ya
no sobreviven sin el aire acondicionado).
Pero no sólo se trata de limitaciones por
la alta temperatura o presión atmosféri-
ca, sino también de la disponibilidad de
alimento; es decir, de agua, energía y
nutrimentos suficientes, con la posibili-
dad de ser asimilados. De ahí que en con-
diciones realmente extremas, el único tipo
de vida que sea factible encontrar sea el
de las superbacterias.
Vida en condiciones de
temperatura extrema
Existe una clasificación tradicional de los
microorganismos basada en su tempera-
tura idónea para crecer: se distingue así a
los que gustan de bajas temperaturas
(psicrófilos), a los tibios (mesófilos) y a
los que prefieren el calor (termófilos). Sin
embargo, ha sido necesario agregar una
nueva clasificación para incorporar a un
grupo importante de microorganismos
procariontes, que pueden crecer por arri-
ba de los 100º C: los hipertermófilos. Cabe
señalar que ningún organismo multice-
lular (animal o planta) tolera una exposi-
ción por tiempos largos a temperaturas
superiores a los 50º C. Tampoco se ha en-
contrado microorganismo eucarionte al-
guno (hongos o levaduras, por ejemplo),
que tolere temperaturas mas allá de los
60º C. Los cazadores de microbios moder-
nos han hecho concreto el término meta-
fórico de Paul de Kruif, para realizar
expediciones a la caza de microbios en
condiciones inhóspitas. Grupos de cien-
tíficos de gran número de países parten
con destinos múltiples en búsqueda de or-
ganismos que crezcan a temperaturas ex-
tremas y con nuevas características
fisiológicas: las aguas termales del Par-
que Nacional de Yellowstone; los sedi-
mentos geotérmicos y las aguas hirvientes
de la isla Vulcano en Italia; los famosos
géisers en Islandia; y las chimeneas de
corrientes hidrotérmicas en la profundi-
dad de los océanos, de las cuales surgen
fluidos supercalentados con alto conteni-
do de minerales que alcanzan temperatu-
ras de hasta 350º C. Desde cualquier punto
de vista es de sumo interés el conocer
cómo es una bacteria que puede vivir a
más de 100º C, cuál es su estructura celu-
lar y en particular la de sus proteínas. Esto
se debe a que las proteínas que funcionan
como catalizadores dentro de toda célu-
la, acelerando las reacciones que les per-
miten crecer y reproducirse, también
pueden usarse para múltiples procesos y
aplicaciones industriales. La posibilidad
de producir enzimas empleando microor-
ganismos ha permitido desarrollar la
enzimología industrial y la biocatálisis.
De las enzimas que se producen indus-
trialmente han surgido los detergentes bio-
lógicos y los ablandadores de carnes, por
citar sólo un par de ejemplos. Pero una
23
¿cómoves?
Fo
to
: M
ic
ha
el
 M
el
fo
rd
 / 
Im
ag
e 
Ba
nk
Estas imágenes muestran la huella de la actividad de la
bacteria Pseudomonas aureginosa en dos medios de cultivo.
En los géisers se ha encontrado vida bacteriana.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
24
fierro y azufre, dejando como residuo de
su alimentación.... óxido de fierro. Pero
la marca sin duda pertenece a Pyrolobus
fumarii, quizá salida de los mismísimos
infiernos, ya que puede crecer a 113º C, y
logra sobrevivir a las condiciones usua-
les de esterilización. Pero, cosas de la vida
celular: a 90º C no crece, ¡le da frío! En
México algunos investigadores han ais-
lado bacterias con propiedades inusuales:
Gloria Soberón, del Instituto de Bio-
tecnología de la UNAM, aisló una cepa
de Pseudomonas aeruginosa en los pan-
tanos de Centla en Tabasco. Esta bacteria
produce una enzima lipasa, ideal para
degradar grasa y que bien podría usarse
para limpiar residuos de aceites, o bien
para producir detergentes que verdadera-
mente quiten la grasa, mientras que otra
cepa de la misma bacteria fue aislada por
el grupo de Sergio Revah de la UAM-
Iztapalapa, en tanques de almacenamiento
de gasolina, capaz de degradar com-
puestos sintéticos nuevos para la natura-
leza, como es el MTBE (metil terbutil
eter), que se usa en vez de plomo en las
gasolinas. En un esfuerzo conjunto entre
el IMP y la UNAM, Eduardo Bárzana,
Rafael Vázquez y Pilar Bremaunt aislaron
del petróleo una bacteria (Aurobacterium
tercaromacium), que permite eliminar el
azufre. Esto es importante pues los cru-
dos mexicanos están subvaluados en el
mercado internacional, por su alto conte-
nido de azufre. De hecho, en la década de
los ochenta, Luis Vázquez creó la empre-
sa Bio-Fer en Actopan, Hidalgo, con bac-
terias aisladas de suelos volcánicos
(Tiobacillus tioxidans y T. ferroxidans),
que oxidan azufre inorgánico y producen
ácido sulfúrico. Mezcladas con azufre,
permiten acidificar suelos de alta alcali-
nidad, problema que afecta millones de
hectáreas agrícolas en el mundo.
Historia de una lata
contaminada
Si Pyrolobus fumarii o algún otro termófi-
lo fuera un organismo común en nuestro
hábitat, no sería remoto que contaminara
con frecuencia los alimentos pasteuriza-
dos o esterilizados. Afortunadamente, por
extremoso, es poco frecuente. Sin embar-
go fue en un alimento esterilizado donde
en 1956, Arthur Anderson de la estación
experimental agrícola de Oregon en
Corvallis, logró “cazar” a otro microbio
con más de 2 millones de años de vida en
el planeta: Deinococcus radiodurans,
superbacteria que debe su celebridad a una
capacidad fuera de lo común para resistir
la radiación ionizante empleada en la es-
terilización dealimentos. Citada en el
Libro de Récords de Guiness, esta célula
es capaz de soportar hasta 3 millones de
Rads; su increíble resistencia puede apre-
ciarse si consideramos que de las terri-
bles experiencias de las víctimas de la
bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki
se sabe que una persona expuesta a una
radiación de 500 a 1000 Rads, moriría en
un par de semanas. El secreto de esta bac-
teria estriba en la extraordinaria capaci-
dad que tiene para reparar el ácido
desoxirribonucleico (ADN) roto como
consecuencia del bombardeo de electro-
nes expelidos del agua por la radiación
gama. En el tiempo que una célula como
E. coli repara 2 o 3 fragmentos rotos en
su cromosoma, D. radiodurans repara
500. Esto lo hace no sólo gracias a la ex-
traordinaria capacidad de la enzima que
utiliza para la reparación, sino al hecho
de tener entre 4 y 10 copias de su
cromosoma en la célula, a diferencia de
la mayoría de las células, que sólo cuen-
tan con una. El cromosoma de D. radio-
durans, además, está arreglado de forma
muy peculiar. En otras bacterias el mate-
rial genético se encuentra disperso en las
células, en D. radiodurans éste se con-
centra en un apretado “paquete” con for-
ma de dona o como la de los caramelos
que llamamos salvavidas. Ambas carac-
terísticas, la enzima de reparación y el
arreglo del ADN, permiten a D. radio-
durans una rápida ubicación y reparación
del daño causado por la radiación. Siem-
pre se ha especulado que de darse una
guerra atómica, sólo las cucarachas sobre-
vivirían a la radiación. Ahora sabemos que
no estarían solas, pues. D. radiodurans las
acompañaría. Pero si tal guerra no ha te-
nido aún lugar, ¿para qué desarrolló este
microorganismo tales capacidades?, ¿en
qué medio vivía el ancestro de esta célu-
la, qué lo obligó a volverse tolerante a la
radiación? O dicho en el lenguaje de la
biología: ¿cuál es la ventaja evolutiva de
Agustín López Munguía es investigador en el Instituto
de Biotecnología de la UNAM y miembro del Consejo
Editorial de ¿cómoves?
este microbio rosado con olor a col po-
drida? Al tratar de contestar esta pregun-
ta, investigadores de la Universidad
Estatal de Louisiana, encabezados por
John Battista, encontraron que la capaci-
dad de resistir la radiación estaba asocia-
da a su resistencia a condiciones de
extrema sequía, ya que ésta provoca da-
ños similares a los que ocasiona la radia-
ción. ¿Condiciones extremas que este
microorganismo encontró en una etapa de
su vida en la Tierra?; o, ¿quizá en un via-
je interplanetario? Aunque no resiste más
de 45º C, por lo que tendría que haber usa-
do para el viaje, como los humanos, una
nave espacial. Al menos no hay eviden-
cias para descartar esa posibilidad sobre
el origen de las primeras formas de vida
en el planeta, que dicho sea de paso, ha
sido propuesta por científicos de la talla
de Watson y Crick, los descubridores de
la estructura del ADN. Como sea, D.
radiodurans, ejemplar insólito del mi-
cromundo, también podría sernos muy
útil. De acuerdo con la revista Science
News de diciembre 12, 1998, el Departa-
mento de Energía de los Estados Unidos
espera que D. radiodurans pueda em-
plearse para limpiar los miles de sitios de
residuos tóxicos existentes en ese país:
más de 3000 hasta ahora, contaminados
con desechos de la fabricación de armas,
pero sobre todo de los reactores nuclea-
res. Mediante ingeniería genética podría
dotarse a D. radiodurans de la capacidad
para degradar compuestos altamente con-
taminantes como el tolueno y otros sol-
ventes clorados, actividad que entonces
podría realizar aun en presencia de radia-
ción.
El conocimiento genético y fisiológi-
co de D. radiodurans y de otras super-
bacterias permite, por un lado, avanzar en
el conocimiento sobre la estructura y el
origen de las primeras formas de vida en
el planeta y, por el otro, se suma a las he-
rramientas biotecnológicas de las que dis-
pone el hombre para resolver problemas
graves como la contaminación ambiental.
En conclusión y parafraseando un bello
proverbio indio, podríamos afirmar:
“...pequeños seres, en pequeños lugares,
han hecho —y siguen haciendo— peque-
ñas cosas que transforman al mundo”.
¿cómoves?
24
Deinococcus radiodurans en proceso de replicación.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
26
fdg.lkdsufgoiuioug
Más valioso que el oro en la antigüedad, el
vidrio es hoy uno de los materiales
más usados por todos nosotros. Descubre
sus sorprendentes cualidades.
José Antonio Chamizo
decálogo
El
del
¿cómoves?
26
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
27
¿cómoves?
LA CUARTA es su fragilidad; todos sa-
bemos que si golpeamos el vidrio se rom-
pe, aunque también los químicos han
inventado vidrio prácticamente irrompi-
ble: esto es, resistente por ejemplo, al im-
pacto de una bala, o aquel que puede
ser enrollado y nos permite comuni-
carnos a través de las fibras ópticas,
que no son sino delgados hilos de
vidrio. Así, cuando hablamos por
teléfono, nuestra voz, convertida
en luz, viaja a través de estas fi-
bras de vidrio que vuelve a con-
vertirse en voz al otro lado de la
línea.
LA QUINTA, tal vez la más
inesperada, es ¡su sabrosura!
Comemos vidrio cuando degus-
tamos una paleta dulce o una
manzana cubierta por caramelo
rojo. Sí, hay vidrios que se comen
y aquí los avances pertenecen a
los cocineros expertos.
o QUIZÁ leas estas líneas a través de un vi-drio, el de tus lentes, si es que los usas.Esto es tan común y tan cotidiano, queparecería que el vidrio ha estado siemprecon nosotros, siempre igual, siempre frío,pero no es así.
LA PRIMERA cualidad del vidrio es su
transparencia, ilusión de inmaterialidad,
que permite la entrada de luz en las habi-
taciones, y ver lo que hay dentro de los
objetos hechos de este material, las
botellas. Por ello fue más valioso
que el oro en la antigüedad.
LA SEGUNDA es su capacidad de
no disolverse en agua, en áci-
dos y en bases. Como lo atesti-
guan las ventanas de las viejas
catedrales, el vidrio es un mate-
rial muy resistente a las reaccio-
nes químicas, prácticamente
inerte. Sin embargo, los quími-
cos de hoy saben hacer vidrio
que se disuelve en agua: un vaso
del cual, lleno del preciado líqui-
do, representa ...¡una buena bro-
ma a un amigo!
Como dice el proverbio: “en este mun-
do traidor nada es verdad, nada es men-
tira, todo es según el color del
cristal con que se mira”.
LA TERCERA cualidad del vi-
drio es su color. No sólo los hay
rojos, azules, verdes y amari-
llos, hoy los químicos han
aprendido a fabricar vidrios de
cualquier color, además de los
que cambian de color de-
pendiendo de la intensidad de
la luz.
27
 ¿cómoves?
Fo
to
: A
dr
iá
n 
Bo
de
k
Foto: Adrián Bodek
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, por cualquier medio, sin la autorización expresa del editor.
¿cómoves?
28
fdg.lkdsufgoiuioug
LA SEXTA es su constante movimien-
to, cualidad compartida con otros mate-
riales, pero en el vidrio ligeramente
diferente. Un vaso, una ventana, la pan-
talla del televisor, una paleta de dulce se
están —y valga la expresión— “chorrean-
do”. Las ventanas de las viejas iglesias
europeas con vitrales centenarios son más
gruesas abajo que arriba. Los científicos
siguen queriendo explicar este hecho y
uno de los argumentos más aceptados es
que el vidrio resbala sobre sí mismo, como
la miel. La razón es paradójica: el vidrio,
aunque lo parezca, no es un sólido.
LA SÉPTIMA es su diversidad. Hay vi-
drios naturales como la obsidiana, que los
artesanos del México prehispánico con-
virtieron en punta de flechas, orejeras y
máscaras. Y vi-
drios artificia-
les, que son la
mayoría, en más
de seis mil varie-
dades diferentes.
LA OCTAVA cua-
lidad del vidrio es su
historia, propia e
irrepetible como la de cada quien
y cada cosa. La fabricación del
vidrio es quizá una de las
tecnologías más anti-
guas. Se inventó en
Egipto hace 5000
años al calentar una
mezcla

Continuar navegando

Materiales relacionados

32 pag.
20 pag.
dgdc-saberesyciencias-002

BUAP

User badge image

Estudiando Y Aprendendo

47 pag.
exactamente-n042

User badge image

Contenidos Diversos