Logo Studenta

Reséndiz Aguilar Marcos_2BM_Avance de Reseña

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

CENTRO DE BACHILLERATO TECNOLÓGICO INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS NO.222 
 
ALUMNO: RESÉNDIZ AGUILAR MARCOS 
 
SEMESTRE Y GRUPO: 2 BM 
 
MATERIA: LECTURA, EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA 
 
MAESTRA: GARIELA JIMENEZ LICONA 
 
ESPECIALIDAD: ELECTRICIDAD 
 
TEMA: AVANCE DE RESEÑA (LA VIDA, EL TIEMPO Y LA MUERTE) 
 
 
 
La vida, el tiempo y la muerte 
Fanny Blanck-Cereijido / Marcelino Cereijido 
La vida, el tiempo y la muerte 
1988, Fondo De Cultura Económica, S. A. De C. V. 
1995, Fondo De Cultura Económica 
México 
Fanny Blanck-Cereijido, graduada en medicina por la Universidad de Buenos Aires. Realizó estudios de posgrado en la 
Boston Psychoanalitic Society. Actualmente es miembro de la Asociación Psicoanalítica Mexicana y profesora del Instituto 
de Psicoanálisis de la misma asociación. Ha publicado, junto a Marcelino Cereijido, “La muerte y sus ventajas” y “La vida, 
el tiempo y la muerte.” Marcelino Cereijido Mattioli es un médico, profesor, investigador, divulgador científico y escritor 
argentino, naturalizado mexicano en 1993. Es especialista en fisiología celular y molecular, y su línea de investigación son 
las interacciones celulares. Es miembro de prestigiosas academias científicas, como la Academia de Medicina de México, 
la American Society for Cell Biology, la American Society of Physiology, la American Biophysical Society. 
Fanny Blanck-Cereijido y Marcelino Cereijido en “La vida, el tiempo y la muerte” nos presentan un libro que intenta 
ayudarnos a comprender lo que es realmente el tiempo, cosa que, desde tiempos remotos ha causado incontables 
cuestiones y diferentes puntos de vista entre las personas, en donde para explicarlo se tiene que ligar a los conceptos de 
vida y muerte. Creo que asociarlo a estos conceptos es algo muy acertado, ya que desde los inicios de la vida y nuestra 
propia vida ha transcurrido un tiempo, el cual creemos que culmina en la muerte. 
Este libro se divide en diez capítulos, los cuales nos van narrando, en un principio como es que surge la vida, la relación 
entre esta y la idea del tiempo, abordando también el pensamiento sobre la muerte y el papel que desempeña entre una 
línea temporal; y finalmente tratando sobre como se vinculan estos tres criterios. 
En este mismo sentido, el libro da inicio relatando los inicios de la vida, indicando que fue “un proceso por el cual las 
moléculas del planeta se fueron asociando e interactuando en reacciones que dieron origen a organismos muy simples, 
que luego fueron cambiando y diversificándose hasta generar culebras, higueras, eucaliptos y hombres.” Esto es algo que 
explicaron los científicos en el aspecto biológico, sin embargo, en el aspecto de la física también estaban tratando de 
explicar los orígenes de nuestra vida, descubriendo así una nueva disciplina: la termodinámica, la cual le indico al hombre 
del pasado que hay una flecha temporal que apuntaba desde el pasado hacía el futuro. “La biología también estaba, pues, 
creando una especie de flecha de la vida, paralela a la flecha del tiempo.” 
Para acercarse al concepto del tiempo el libro introduce conceptos como sistema, equilibrio y algunos que se irán 
necesitando, en donde “un sistema es cualquier cosa que elijamos como objeto de estudio”. “Un sistema está aislado 
cuando no se le quita ni agrega nada y, además, cuando el medio en el que está no lo perturba.” Entonces si ocurre algo 
en el sistema no será por agentes externos sino por internos, así que cuando ya no haya procesos en este sistema habrá 
alcanzado el equilibrio y esto sucede “cuando toda la energía útil ha sido consumida y transformada en inútil, y cuando la 
entropía del sistema ha llegado a un máximo.” Ahora en este equilibrio el tiempo del sistema no fluirá porque, “en el 
equilibrio la entropía del sistema llega al máximo, la ignorancia también, y su tiempo deja de "fluir''.” 
Pero el equilibrio no sirve para estudiar procesos como la muerte y mucho menos la vida, ya que los físicos consideraban 
que los biólogos se debían encargar de eso, de entidades con alma, es decir, con vida y muerte. Por otra parte, cuando los 
sistemas están alejados, los desequilibrios provocan crisis en los que aparecen nuevas estructuras, ya que la que tenían 
hasta ese momento les resultaba difícil mantener su funcionamiento. 
Posteriormente el libro nos habla de la vida desde un punto de vista geológico, en donde nos quiere transmitir que la vida 
del ser humano desde su nacimiento hasta su muerte es un lapso de tiempo muy cortísimo comparado con las grandes 
escalas geológicas que duran millones y millones de años y las cosas que nos rodean son los momentos de los procesos, 
es decir, ningún estado estacionario, porque si esto pasara habría resultados fatales; por ejemplo: “si un bebé tuviera una 
homeostasis tan perfecta que compensara cualquier desviación de sus parámetros, quedaría como un bebé perpetuo”. 
Con esto se entiende que la vida esta en constantes procesos, nunca un equilibrio total. 
Howard H. Pattee nos menciona que la vida esta organizada en niveles jerárquicos, el mas bajo de estos niveles esta 
constituido por reacciones químicas, después de este nivel vienen las enzimas, prosigue el nivel celular, hasta llegar a los 
niveles endócrinos, al hipotalámico, al de los centros nerviosos superiores y en lo más alto esta el mental. Cada uno de 
estos niveles obedece sus propias restricciones, el mental es el mas reciente y no tiene a nadie por encima, este ha ido 
creando varias formas de vida, hasta una de sus últimas etapas en las que creo al cerebro, el cual “lleva a cabo un curioso 
proceso: el pensamiento.” 
Algo importante a saber es sobre las enzimas, “son responsables de que las reacciones metabólicas se cumplan a escalas 
temporales biológicas y no a escalas temporales geológicas”, es por eso que nuestra vida pasa tan rápido, dando a 
entender que “tenemos una vida efímera porque las enzimas, los aparatos circulatorios y las neuronas nos aceleran, y la 
muerte nos quita de en medio.”. Sin duda me pareció interesante como desarrolla esta parte los autores, como enlaza los 
conceptos ya mencionados para irnos acercando a saber más sobre la cuestión del tiempo y me ha permitido conocer 
términos que desconocía, pero que serán clave mientras nos vayamos adentrando más en la lectura. 
En este mismo contexto ahora el libro se centra en la idea del tiempo y para eso nos debemos remontar a la etapa 
prebiológica, en donde ya se presentaban periodicidades, me refiero a que había conductas rítmicas en los organismos 
marcadas por el día y la noche, el verano o el invierno, bajamar o pleamar, etc. Entonces se puede decir que “algo es o 
puede actuar como reloj biológico cuando se le descubre una función autónomamente cíclica.” Para ejemplificar esto el 
libro nos pone un ejemplo mediante el experimento que realizo Bunning quien “crió varias generaciones de Drosophilas 
en la oscuridad, sus ciclos se fueron desfasando. Pero bastó que, varias generaciones después, iluminara a las larvas con 
un pulso de luz de algunos minutos, para que las mosquitas retomaran el ritmo que sus antecesores les habían legado a 
través de los genes en el cromosoma X.” (Las Drosophilas son llamadas también moscas de fruta) 
Con esto se llega a la conclusión de que nuestros relojes biológicos no solo funcionar con la radiación solar, sino que 
también nos sirven para ponernos en hora. Como seres humanos al parecer tenemos un sentido temporal, ya que creemos 
darnos cuenta de que el tiempo está pasando. Para Fernández-Guardiola el sentido temporal es algo parecido a los 
sentidos como la vista o el oído, los cuales sus receptores son el ojo y los oídos respectivamente, pero, ¿cuál es el receptor 
del sentido del tiempo? o ¿cómo sabemos del tiempo? y ¿cuál es el estímulo para el sentido del tiempo? Cuando comencé 
leyendo esta parte me llamaron la atención estas preguntas, las cuales no son fáciles de dar respuesta pero que más 
adelanteel libro las trataría. 
Tenemos esa sensación de que el tiempo transcurre debido a dos experiencias, una interna y otra externa, la primera 
significa que sentimos el tiempo sin que ocurra movimiento alguno en el ambiente y la otra que podemos darnos cuenta 
del tiempo debido a los movimientos en el mundo que está a nuestro alrededor y ambas definen el mismo orden temporal. 
A continuación, el libro nos narraba como se pensaba la idea del tiempo entre los filósofos antiguos griegos. Para Heráclito 
el fluir del tiempo era la esencia de la realidad, para Parménides y Zenón el “ser es estático y permanente”, que el cambio 
es inconcebible. “Para ellos la realidad era inmóvil, y el tiempo era mera ilusión”. Sócrates “dice que, si uno y el mismo 
movimiento recurre, será uno y el mismo tiempo.” Se puede ilustrar de la siguiente forma: “Julián cumple 50 años, se 
pone nostálgico y pide a Dios que lo envíe a su juventud. Él le avisará a Dios cuando quiera que lo regrese a su edad actual. 
Dios cumple y Julián queda así atrapado en un tiempo circular, del que no puede escapar, puesto que a los quince o veinte 
años no le pasaba por la cabeza algo tan disparatado como que él era un hombre de 50, trasladado por unos días a los 15, 
ni se le podía ocurrir pedirle a Dios que lo regresara (?) de nuevo a los 50. De modo que, al llegar a los 50 y recorrer las 
mismas etapas de su vida, volvería a ponerse nostálgico y a pedirle a Dios que lo enviara a su juventud” 
Aquí, claramente se puede notar que las maquinas del tiempo que vemos en televisión o en historietas no retratan bien 
el punto: “envían a uno al pasado, con lo cual se supone que repiten todas las distribuciones, configuraciones y estructuras 
del pasado, pero, así y todo, en ese pasado uno sabe que pertenece al futuro, lo cual, por supuesto, no sucedía en el 
pasado.” 
La idea del tiempo es algo muy complejo, “porque surge del reflexionar sucesivamente sobre varias ideas”, esa idea daría 
origen a un cambio, osea, de una sensación a otra, daría idea de distancia o de duración, o resumiendo esto, Locke del 
siglo XVII, dice que, “toda idea del tiempo está relacionada con nuestra experiencia sensible”, es decir, es algo que 
percibimos o sentimos. 
Alguien que también se vio obligado a hablar sobre el tiempo fue Isaac Newton, quien dijo que había un tiempo absoluto 
y uno relativo, el primero matemáticamente regular y el otro medible por el cambio o movimiento de las cosas, cabe 
resaltar que estos conceptos ya no iban por camino filosófico sino por un camino en materia de Física. Ahora con estas 
nuevas ideas se plantea medir la velocidad de la luz. Hasta este momento hemos pasado de algunos conceptos previos a 
conceptos realmente importantes y relevantes en la actualidad. Para esto, Albert Einstein desarrollo la Teoría de la 
Relatividad, la cual consiste en que “la simultaneidad es relativa a un sistema de coordenadas. A escala humana, nos 
resulta difícil imaginar la falta de simultaneidad entre todos los puntos del Universo, porque la velocidad de la luz es tan 
grande (300 000 km por segundo) que nos resulta monstruosamente impensable.” Con esto se entiende que la 
sincronización del tiempo en distintos puntos del planeta es algo imposible. “A los que creían que el presente es una 
especie de vagón en el que nos desplazamos por un riel temporal desde el pasado hacia el futuro, la Teoría de la Relatividad 
les preguntó: ¿Presente? ¿Qué presente? ¿El "ya" en Tokio o el "ya" en Buenos Aires?” Así comprendemos que no hay 
posibilidad de que haya una secuencia temporal universal para todas las cosas en el universo. Hasta esta parte del libro 
me ha parecido muy impresionante como es que se ha ido desarrollando todo, en cada capítulo hay algo nuevo que puedes 
aprender, algo que te atrapa a quedarte leyendo y saber lo que sigue.

Continuar navegando