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Trastornos de la ansiedad y del estado del ánimo

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TRASTORNOS DE LA 
ANSIEDAD Y DEL ESTADO 
DE ÁNIMO 
 
Disciplina 
ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
1 
 
Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 
 
 
CONTENIDO 
 
UNIDAD 1: CARACTERIZACIÓN DIAGNÓSTICA, PERFIL CLÍNICOS 
 
 
UNIDAD 2: PRINCIPIOS BÁSICOS DE TRATAMIENTO E INTERVENCIÓN 
 DISPOSITIVOS ESPECÍFICOS 
 
 
UNIDAD 3: FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
2 
 
Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 
 
 
 
 
 
UNIDAD 1 
 
 
CARACTERIZACIÓN DIAGNÓSTICA 
PERFILES CLÍNICOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
LOS ESTADOS DE ÁNIMO 
 
 
El estado de ánimo puede ser normal, elevado o deprimido. Cuando un individuo padece 
un trastorno del estado de ánimo, pierde la sensación de control sobre su ánimo y 
experimenta un malestar general. 
Los trastornos del estado de ánimo no son contemporáneos, por el contrario, son citados 
por numerosos textos antiguos; tal es el caso del suicidio de Ajax en la Ilíada de Homero, 
donde se describen síndromes depresivos. 
Aproximadamente en el 400 a. C. Hipócrates 
utilizó los términos de “manía” y de “melancolía” 
para describir los trastornos mentales. 
Cerca del año 30 d. C. el médico romano Aulus 
Cornelius Celsus en su texto De medicina, 
describió el concepto de la melancolía utilizado 
por los griegos (Melan-negra y Cholé-bilis) como 
una depresión causada por la bilis negra. 
En 1686 Bonet describió una enfermedad mental a la que llamó maníaco-melancholicus. 
En 1854 Jules Falret llamó folie circulaire, a una patología en la que el paciente 
experimentaba de forma cíclica estados depresivos y maníacos. 
El psiquiatra inglés Henry Maudsley propuso una categoría general de “trastornos 
afectivos”. Posteriormente, el término fue reemplazado por el de “trastorno del estado de 
ánimo”. Este último término hace referencia más bien al estado emocional subyacente o 
longitudinal, en contraposición al anterior, que se centraba en la conducta externa 
observada por los demás. 
Los trastornos del estado de ánimo son un conjunto de trastornos definidos en el manual 
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV TR) cuya principal 
característica subyacente sería una alteración del estado de ánimo del individuo. 
Habitualmente, las personas experimentan un amplio abanico de estados de ánimo y de 
expresiones afectivas. Cuando existe un trastorno del estado de ánimo se pierde la 
sensación de control y se experimenta un malestar general. El rasgo diferencial de este tipo 
de trastorno es que reflejan un desequilibrio en la reacción emocional o del estado de 
ánimo que no se debe a ningún otro trastorno físico o mental. 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
IMPORTANCIA DE LA COMPRENSIÓN DE LAS EMOCIONES 
 
 
La emoción, del latín emoveo o emotum, significa conmovido, perturbado. 
Etimológicamente, el término “emoción” significa el impulso que induce la acción. Es algo 
involuntario, originado como respuesta a los estímulos del ambiente, que induce 
sentimientos y desencadena conductas de reacción automática. 
Según Aaron Bande, la necesidad de enfrentar un mundo cambiante y parcialmente 
impredecible hace necesario que cualquier sistema inteligente (natural o artificial) con 
motivos múltiples y capacidades limitadas requiera el desarrollo de emociones para 
sobrevivir. 
La interacción humana con el entorno es básicamente emocional. Las emociones son 
mecanismos que permiten a la mente describir un universo que no necesariamente puede 
ser representado simbólicamente. Por ello, la percepción emocional del entorno es una 
visión diferente del mundo que nos rodea. 
El plano emocional es aquello que entendemos o reconocemos como entendido, 
recordado y captado en nuestras mentes. El individuo tiende a recordar con mayor 
facilidad a las personas con quienes, de una u otra forma, ha estrechado algún vínculo 
emocional, aun cuando este haya sido negativo, o incluso momentáneo. 
Las emociones primarias (ira, miedo, amor), son estados afectivos automáticos y complejos 
que se desatan en nuestro organismo y que cumplen una función beneficiosa de 
adaptación al favorecer nuestra reacción frente a un estímulo. 
Estas emociones primarias que son variaciones de nuestro estado de ánimo habitualmente 
son provocadas por pensamientos, recuerdos, anhelos, pasiones, sentimientos, 
etc. Cuando surgen, se producen cambios psicológicos, fisiológicos, y psicosomáticos. Las 
reacciones somáticas de nuestro cuerpo causadas por las emociones son múltiples, siendo 
el hipotálamo y el sistema nervioso autónomo, responsables directos de las alteraciones y 
cambios violentos que más afectan al sistema circulatorio, respiratorio y glandular. 
 
El componente fisiológico 
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el 
sistema nervioso central (SNC) y que están relacionados con la presencia de determinados 
estados emocionales. 
 
http://es.wikipedia.org/wiki/Voluntad
http://es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%ADmulo
http://es.wikipedia.org/wiki/Ambiente
http://es.wikipedia.org/wiki/Sentimiento
http://es.wikipedia.org/wiki/Conducta
http://es.wikipedia.org/wiki/Mente
http://es.wikipedia.org/wiki/Universo
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_nervioso_central
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Son tres los subsistemas fisiológicos que según Davidoff están relacionados con las 
emociones: 
 Sistema nervioso central (SNC) 
 Sistema límbico 
 Sistema nervioso autónomo 
 
La corteza cerebral forma parte del SNC, y es la 
responsable de regular e integrar las reacciones 
relacionadas con la emociones. 
De acuerdo a la Arquitectura Computacional de la 
Mente de Sloman, se requiere de un proceso central 
administrativo dedicado a las decisiones referentes a 
intenciones, selección de planes y resolución de 
conflictos. Un sistema inteligente no se puede tomar 
de manera independiente, de ahí que los procesos 
desarrollados por la mente que impliquen logros 
conflictivos necesitan ser resueltos a un mayor nivel 
de abstracción. Sloman considera los procesos 
emocionales como la base estructural de la mente de los sistemas inteligentes. 
El hipotálamo forma parte del sistema límbico. Su función consiste en activar el sistema 
nervioso simpático. Este centro está relacionado con emociones como el temor, el enojo, y 
además de participar como activador de la actividad sexual y la sed. 
La amígdala está relacionada con las sensaciones de ira, placer, dolor y temor. La 
extirpación de la amígdala causa complejos cambios en la conducta. 
La médula espinal, de acuerdo a Harold Wolff, todas las emociones están relacionadas con 
determinadas respuestas fisiológicas a las mismas. Por ejemplo, las paredes estomacales 
reaccionaban a los estados emocionales cambiando su flujo sanguíneo, las contracciones 
peristálticas y las secreciones de ácido clorhídrico; podemos mencionar también la relación 
entre las emociones y la frecuencia cardíaca, la conductividad eléctrica de la piel 
(relacionada con la transpiración), la tensión muscular, la temperatura de rostro y manos, y 
la frecuencia respiratoria. 
Esto indicaría que las reacciones emocionales están relacionadas con cambios fisiológicos 
necesarios para que el individuo haga frente a la situación o bien para la transmisión de 
mensajes o señales de respuesta a otros individuos. Puede considerarse también la 
hipótesis de que muchos de estos cambios quizás sean perceptibles solo de forma 
inconsciente por otros individuos. 
http://es.wikipedia.org/wiki/Davidoffhttp://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_l%C3%ADmbico
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_nervioso_aut%C3%B3nomo
http://es.wikipedia.org/wiki/Corteza_cerebral
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Arquitectura_Computacional_de_la_Mente&action=edit
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Arquitectura_Computacional_de_la_Mente&action=edit
http://es.wikipedia.org/wiki/Hipot%C3%A1lamo
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_nervioso_simp%C3%A1tico
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_nervioso_simp%C3%A1tico
http://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%ADgdala
http://es.wikipedia.org/wiki/Ira
http://es.wikipedia.org/wiki/Placer
http://es.wikipedia.org/wiki/Dolor
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Temor&action=edit
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=M%C3%A9dula_Espinal&action=edit
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Contracciones_perist%C3%A1lticas&action=edit
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Contracciones_perist%C3%A1lticas&action=edit
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_clorh%C3%ADdrico
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 
 
 
 
 
 
 
 
Componente conductual 
Es el comportamiento perceptible de los individuos, relacionado con estados mentales 
emocionales. 
Las conductas emergentes relacionadas con las emociones pueden tener la función de 
transmitir o comunicar el estado emocional a otro individuo, ya sea para prevenirlo o 
intimidarlo, pueden ser reacciones de defensa involuntarias ante un enemigo o agresor real 
o imaginario o pueden ser un proceso de búsqueda de conductas adecuadas para manejar 
determinadas situaciones desconocidas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 
 
 
 
 
UNIDAD 2 
 
 
PRINCIPIOS BÁSICOS DE 
TRATAMIENTO E INTERVENCIÓN. 
DISPOSITIVOS ESPECÍFICOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
INTRODUCCIÓN 
 
 
El estado de ánimo es el humor o tono sentimental (agradable o desagradable), que se 
mantiene por algún tiempo. Es un estado, una forma de estar o permanecer, que expresa 
matices afectivos y cuya duración habitualmente se mantiene o predomina a lo largo del 
tiempo. 
Según algunos psicólogos como Robert 
Thayer, el estado de ánimo es una relación 
entre dos variables: energía y tensión. 
Según esta teoría, el estado de ánimo 
fluctúa entre un estado energético (de más 
cansado a más activo) y un estado referido 
al grado de nerviosismo (entre más calmado 
o más tenso), considerándose el mejor un 
estado calmado-energético y el peor un 
estado tenso-cansado. 
En lenguaje popular se habla de “ánimo” o 
“humor”, y en el lenguaje científico, se habla 
de “timia” (estado), de función tímica, y de 
“afectos” (estados psíquicos que expresan 
matices afectivos). 
Los desórdenes del estado de ánimo se 
encuentran entre los trastornos más 
frecuentes. Existen contundentes evidencias 
que distinguen dos grupos de trastornos del 
ánimo desde el punto de vista genético y 
epidemiológico. 
 
TRASTORNOS PSICOEMOCIONALES 
 
 
En este capítulo estudiaremos los siguientes trastornos psicoemocionales: depresión, 
bipolaridad, ansiedad, ataque de pánico. 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
D E P R E S I Ó N 
Todos, en diferentes momentos de la vida, nos sentimos tristes o melancólicos a causa de 
situaciones cotidianas. Pero, ¿cuál es la diferencia entre un sentimiento “normal” de 
tristeza y el sentimiento causado por la depresión clínica? 
 Magnitud en los cambios del estado de ánimo: La depresión es más que un 
simple “mal humor”. 
 Duración del estado de ánimo: Un mal humor normalmente desaparece en unos 
días, pero la depresión puede durar dos semanas o más. 
 Efectos que produce el estado de ánimo: Un simple mal humor no impide 
ocuparse de las actividades y responsabilidades cotidianas. La depresión, en 
cambio, priva al individuo de hacer estas ciertas cosas e, incluso, puede hacer que 
no desee salir de la cama. 
A pesar de que es normal que las personas 
experimenten altibajos en sus estados de ánimo, 
aquellos que sufren depresión clínica experimentan 
síntomas que responden a causas específicas. 
En los casos de depresión, 
la tristeza se convierte 
en una enfermedad. 
 
Causas 
Las causas de la depresión son variadas, pero la bioquímica puede ayudar a explicar 
algunos casos, pues las personas deprimidas presentan niveles elevados (por cuestiones 
hereditarias, por ejemplo) de una hormona llamada cortisol, y de otros agentes químicos 
que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y 
noradrenalina. Esto se ejemplifica en la depresión que sufren algunos niños que reciben 
una visión triste del mundo por el comportamiento de sus padres, o a causa de crecer en 
un ambiente que no es totalmente enriquecedor. 
Respecto a la depresión que no está causada por motivos familiares, puede ser causada 
por pérdidas emocionales muy profundas que generan cambios bioquímicos que impulsan 
la depresión. Otros factores pueden ser la pérdida de un trabajo, la falta de capacidad de 
adaptación a determinados cambios, etc. 
Los fármacos antidepresivos pueden ayudar a solucionar el problema que se presenta a 
nivel de los neurotransmisores del cerebro. 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Señales y síntomas de la depresión 
La presencia de dos rasgos de los que se mencionan a 
continuación, en la misma dimensión, o tres dispersos 
entre dos o más dimensiones, en un lapso mínimo de 
14 días, es suficiente para sospechar la existencia de 
un estado depresivo. 
 Tristeza prolongada o ataques de llanto inexplicables. 
 Importantes cambios en el apetito y los patrones del sueño. 
 Irritabilidad, furia, preocupación, agitación, ansiedad. 
 Pesimismo, apatía, desesperanza. 
 Pérdida de energía, apatía persistente. 
 Sentimientos de culpa, falta de valor, inutilidad. 
 Incapacidad para disfrutar de intereses y retraimiento social. 
 Dolores inexplicables. 
 Continuos pensamientos de muerte o suicidio 
 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día. En los niños y adolescentes el 
estado de ánimo puede ser irritable. 
 Agitación o enlentecimiento psicomotores. 
 Fatiga general o pérdida de energía diariamente. 
 Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones. 
 Pensamientos recurrentes de muerte, ideas suicidas con o sin un plan específico 
para llevarlas a la práctica. 
Las 
manifestaciones 
clínicas pueden 
clasificarse de 
esta manera: 
 
 
 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Prevención 
Aparte del tratamiento farmacológico o psicoterapéutico es fundamental que el individuo 
con esta predisposición siga ciertos consejos o modos de vida: 
 Tener pensamientos positivos. 
 Cuidar la salud física. 
 Mantener un calendario diario uniforme. 
 Reanudar las responsabilidades forma lenta y gradual. 
 Aceptarse a uno mismo. No compararse con otras personas que considera 
favorecidas. 
 Expresar las emociones. 
 Seguir en todo momento y hasta el final el tratamiento impuesto. 
 Reunirse periódicamente con el terapeuta. 
 Comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico. 
 
Tipos de depresión 
Existen diferentes tipos de depresión que requieren un abordaje diferente: 
 Trastorno depresivo mayor: Se manifiesta por una combinación de síntomas que 
interfieren en la capacidad de las personas para trabajar, estudiar, dormir, comer 
y disfrutar de actividades que, en circunstancias normales, deberían resultar 
placenteras. Predomina enlas mujeres adolescentes y adultas y conduce al 
suicidio en un 15% de los casos. 
 Trastorno distímico: Es un tipo de depresión menos grave que, inclusive, puede 
iniciarse en la infancia. Los síntomas se mantienen a largo plazo (más de 2 años), 
pero no inhabilitan a las personas en el desarrollo de sus actividades habituales, y 
su intensidad no alcanza para cumplir los criterios de la depresión mayor. También 
puede ser recurrente, es decir, aparecer más de una vez en la vida. 
 
Diagnóstico 
La indagación en la historia del paciente es una herramienta fundamental para diagnosticar 
un caso de depresión. Se debe incluir una historia médica completa, donde se vea cuándo 
empezaron los síntomas, su duración y también hay que hacer preguntas sobre el uso de 
drogas, alcohol o si el paciente ha pensado en el suicidio o la muerte. 
 
 
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Una evaluación diagnóstica debe incluir un examen del estado mental para determinar si 
los patrones del habla, el pensamiento o la memoria han sido afectados. 
Para diagnosticar un trastorno depresivo, se deben dar en el periodo de dos semanas 
alguno de los síntomas antes tratados. 
 
Generalidades y datos curiosos 
La depresión postparto. Es una deformación 
severa, también denominada “baby blues”, que 
sufren las dos terceras partes de las madres. 
Presentan tristeza, llanto constante, ansiedad, 
irritabilidad, insomnio, letargo e, incluso, se ven 
impedidas de tomar decisiones sencillas. 
Algunas madres sufren una ruptura total, denominada “psicosis postparto”. Las razones 
por las que se produce no están muy claras, el causante podría ser el estrés, el desajuste 
hormonal producido durante el embarazo y el posterior parto (las hormonas femeninas 
circulan abundantemente durante el embarazo y caen bruscamente después). Además, 
durante el embarazo suben los niveles de endorfinas, una molécula humana que hace que 
el cuerpo se sienta bien (esta molécula también decae bruscamente tras dar a luz). 
Los familiares de enfermos deprimidos tienen el doble de posibilidades de sufrir la 
patología, ya sea por causas genéticas o por su relación continua con los familiares 
deprimidos. 
Las mujeres que deben enfrentarse a los efectos hormonales del ciclo menstrual, del 
embarazo, del parto, la menopausia o los contraceptivos son más propensas a sufrir 
depresiones. Por otra parte, las mujeres que han tenido hijos tienen menos probabilidades 
de sufrir depresión que las que no, debido a la intensidad de los lazos con sus vástagos, 
que las hace más fuertes frente a otros daños emocionales causados por determinadas 
pérdidas. 
Los hombres presentan menos síntomas de depresión, pero esto no quiere decir que no la 
sufran. Los expertos consideran que la esconden, quizás debido al hábito cultural que hace 
que los hombres evidencien menos sus emociones. Por eso, en lugar de los síntomas 
clásicos es frecuente que los hombres revelen su depresión mediante el alcoholismo, el 
abuso de ciertas sustancias, el comportamiento antisocial o la agresión. 
La generación del baby-boom. Los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial tienen 
más riesgos de sufrir depresión que los más ancianos. Muchos de ellos muestran los 
problemas de desarraigo producidos por las rupturas familiares que se produjeron durante 
http://www.dmedicina.com/familia-y-embarazo/fertilidad/diccionario-de-fertilidad/ciclo-menstrual.html
http://www.dmedicina.com/vida-sana/sexualidad/diccionario-de-sexualidad/menopausia.html
 
 
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los años ‘50 y ‘60, cuando aumentó la tasa de divorcios y emigraciones que conllevaron la 
pérdida de relaciones familiares y de amigos. 
Los ancianos pueden sufrir depresión como una 
reacción al deterioro físico o la pérdida de 
amigos, familiares o de actividades que antes 
producían placer y que generalmente se 
abandonan después de cierta edad. 
El problema de esta edad es que se tiende a 
considerar que los ancianos pierden parte de su 
vitalidad y están tristes “por la edad”, lo que 
provoca que muchos casos no se 
diagnostiquen. 
Los niños pueden presentar depresión, aunque no es algo común. Los abusos, pérdidas de 
seres queridos o que uno de los padres padezca una depresión severa, pueden aumentar el 
riesgo a padecerla. 
Adolescentes. El suicidio de los adolescentes se está 
convirtiendo en una de las principales causas de muerte. 
Los adolescentes experimentan cambios hormonales 
importantes, y es una época en la que se debilitan los 
lazos familiares cuando aún no se han formado como 
individuos. La depresión en los adolescentes, al igual que 
en los niños, se suele manifestar con problemas en el 
colegio, cambios repentinos en el humor o en el comportamiento, incapacidad de 
recuperarse tras una decepción, etc. 
Residentes en ciudades. No se sabe por qué, pero los habitantes de ciudades se deprimen 
más que las personas que viven en áreas rurales. Esto sucede en la depresión severa, no en 
otras formas de depresión. 
Enfermos crónicos. Es común sentirse triste cuando se está enfermo o se ha diagnosticado 
a alguien una enfermedad crónica o grave. Sin embargo, no es normal estar deprimido. 
 
Drogas y alcoholismo. Un alto 
porcentaje de las depresiones, 
especialmente en los hombres, está 
causada por el uso de drogas 
depresivas, entre las que se encuentra 
el alcohol, los narcóticos, los sedantes 
y los tranquilizantes. 
 
 
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Distintas teorías que explican la depresión 
1. La teoría conductual: como falta de refuerzo. 
Esta teoría explica que la depresión se debe a una falta de refuerzos que hace que el que la 
padece se encuentre inactivo. 
Uno de los problemas que plantea el depresivo es la falta de fuerzas. Parte del tratamiento 
consiste en plantearle lo contrario y programarle actividades que le proporcionen al 
paciente los refuerzos que necesita para que luego se produzca una realimentación 
positiva. 
 
2. La teoría cognitiva: la depresión como resultado de pensamientos inadecuados. 
La depresión se debe a una distorsión cognitiva, en la que el depresivo distorsiona la 
realidad viéndose de forma negativa en la triada cognitiva: él mismo, el mundo y el futuro. 
El tratamiento consiste en detectar los pensamientos automáticos negativos del paciente, 
y analizarlos y cambiarlos racionalmente. El aporte que se puede dar desde el punto de 
vista corporal es que las sensaciones que sentimos se deben a pensamientos automáticos. 
Uno de los problemas que ocurre con este tipo de pensamientos automáticos es que el 
paciente se siente incapaz de actuar y esto le produce una sensación que lo deja decaído y 
sin poder actuar. 
 
3. La indefensión aprendida: la incapacidad para poder resolver algún problema. 
Está asociada con la teoría de la desesperanza. El problema es la pérdida de la esperanza 
de conseguir los refuerzos que queremos. 
 
4. Teoría biológica. 
La depresión, según esta teoría, se origina por un desequilibrio de los neurotransmisores. 
Está demostrado que cuando existe depresión se experimenta un desequilibrio que puede 
tratarse con la medicación adecuada. Cuando los neurotransmisores se equilibran, el 
estado de ánimo cambia. Ahora bien, no podemos quedarnos solamente en esta teoría, 
puesto que si la depresión es reactiva a una cierta situación, hasta que la misma no se 
solucione se seguirán dando las condiciones para que se perpetúe el cuadro aunque se 
tomen antidepresivos. 
En realidad se pueden aplicar todas las teorías y explicar los síntomas de la depresión en 
función de cada una de ellas. 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
B I P O LA R I D A D 
El trastorno bipolar (también conocido como “depresión maníaca”) es más que un cambio 
del estado de ánimo. Es una enfermedad marcada por cambios extremos en el estado de 
ánimo, el pensamiento, la energía y el comportamiento. Se conoce como “trastorno 
bipolar” porque el estado de ánimo de una persona puede oscilar entre los dos “polos” de 
manía: el estado de ánimo alto y elevado y la depresión. 
El trastorno bipolar es diferente de la depresión clínica, aunque los síntomas de la fase 
depresiva de la enfermedad son similares, pues los cambios los son más graves, duraderos 
e interrumpen las actividades de la vida normal. 
 
Características: 
 Estos “altos” y “bajos” del estado de ánimo con frecuencia son temporales. 
 Afecta a casi millones de adultos en todo el mundo independientemente de la 
raza, edad, sexo y condición social. 
 Tiende a ser una enfermedad hereditaria. 
 
Tipos de trastorno bipolar 
Trastorno bipolar I: Es la forma más grave e incapacitante de enfermedad bipolar. Se basa 
en la presencia de al menos un episodio maníaco o mixto (con alucinaciones y delirios), los 
cuales se alternan habitualmente con episodios depresivos mayores (pero la presencia de 
estos últimos no es necesaria para el diagnóstico). Es común que durante la evolución de 
un trastorno bipolar I se presenten también episodios hipomaníacos. 
Trastorno bipolar II: Se caracteriza por alternar solo episodios hipomaníacos con episodios 
depresivos mayores. 
Trastorno ciclotímico: Se diagnostica cuando por espacio de al menos 2 años se presentan 
períodos hipomaníacos con períodos de síntomas depresivos que no alcanzan a cumplir los 
criterios para episodio depresivo mayor. Suele evolucionar a un trastorno bipolar. 
 
 
 
 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Trastorno bipolar no especificado: Se incluye para codificar trastornos con características 
bipolares que no cumplen criterios para ninguno de los trastornos bipolares específicos 
definidos en esta sección (o síntomas bipolares sobre los que se tiene una información 
inadecuada o contradictoria). Como ejemplo podemos mencionar la ya mencionada 
depresión postparto o el trastorno afectivo estacional que conduce a una depresión 
“invernal”. 
 
Hay ciertos trastornos 
depresivos y maníacos que 
están relacionados con 
enfermedades clínicas: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hay ciertos trastornos 
depresivos y maníacos 
inducidos por sustancias: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
A N S I E D A D 
La ansiedad es la respuesta emocional (angustia) considerada como un mecanismo de 
defensa del organismo, necesaria para la supervivencia, que experimentamos frente a una 
situación de peligro real o imaginario; por lo tanto, se la considera una respuesta 
fisiológica. 
 
Características: 
 Esta respuesta es “de alerta” ante situaciones que un individuo considera como 
amenazantes. 
 Es un mecanismo universal que se da en todas las personas, es normal, 
adaptativo, mejora el rendimiento y la capacidad de anticipación y respuesta. 
 La función de la ansiedad es movilizar al organismo y mantenerlo alerta y 
dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se 
produzcan o perjudiquen. 
 La ansiedad nos empuja a tomar las medidas convenientes (huir, atacar, 
neutralizar, afrontar, adaptarse, etc.), según el caso y la naturaleza del riesgo. 
 
Causas y desencadenantes 
La ansiedad, entonces, como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal, y no 
representa ningún problema de salud. Sin embargo, en algunos casos, este mecanismo 
funciona de forma alterada, es decir, produce problemas de salud y, en lugar de 
ayudarnos, nos incapacita. 
 Factores predisposicionales: Son las reacciones físicas desproporcionadas ante el 
estrés. Algunos factores pueden ser genéticos, de personalidad, estilo de vida, 
patrones de afrontamiento del estrés, factores ambientales (aprendizaje, 
contextos, apoyos sociales). 
 Factores activadores o desencadenantes: Son situaciones o acontecimientos que 
son vividos como un peligro o un obstáculo para conseguir logros y llevar algunos 
planes a la acción, y limitan nuestra capacidad para alcanzarlos o mantenerlos. 
También pueden estar dados por el consumo de estimulantes. 
 Factores de mantenimiento: Están ligados a la gestión de la propia ansiedad, la 
problematización de áreas inicialmente no conflictivas como consecuencia de la 
propia ansiedad, el “miedo al miedo”, establecimiento de mecanismos fóbicos, 
etc. 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Síntomas 
No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni estos la misma intensidad en todos 
los casos. Cada persona, según su predisposición biológica y/o psicológica, se muestra más 
vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas. 
 
Las manifestaciones sintomatológicas de la 
ansiedad son muy variadas y pueden 
clasificarse en diferentes grupos: 
Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión 
en el pecho, falta de aire, temblores, 
sudoración, molestias digestivas, náuseas, 
vómitos, “nudo” en el estómago, alteraciones 
de la alimentación, tensión y rigidez muscular, 
cansancio, hormigueo, sensación de mareo e 
inestabilidad. Si la activación neurofisiológica es muy alta pueden aparecer alteraciones del 
sueño, la alimentación y la respuesta sexual. 
Psicológicos: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, 
inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a 
perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones. En 
los casos más extremos, temor la muerte, la locura o, inclusive, el suicidio. 
De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, 
impulsividad, inquietud motora, dificultad para permanecer quieto y en reposo. 
Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje 
corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos tensión de las 
mandíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc. 
Intelectuales o cognitivos: Dificultad para mantener la atención, concentración y memoria, 
descuidos frecuentes, preocupación excesiva, expectativas negativas, pensamientos 
distorsionados e importunos, incremento de las dudas y la sensación de confusión, 
tendencia a recordar sobre todo cosas desagradables, sobrevalorar pequeños detalles 
desfavorables, abuso de la prevención y de la sospecha, interpretaciones inadecuadas, 
susceptibilidad, etc. 
Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una 
conversación, bloqueos y “blancos”, dificultad para expresar opiniones o hacer valer los 
propios derechos, temor excesivo a posibles conflictos, etc. 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Tipos y manifestaciones 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno de ansiedad generalizada: Se trata de una tensión crónica aun cuando nada 
parece provocarla. Esta preocupación o nerviosismo excesivo es casi diario y se diagnostica 
como tal cuando tiene una duración mínima de seis meses. 
Trastorno de pánico (o ataque de angustia): El paciente experimenta crisis recurrentes de 
angustia que surgen espontáneamente. Se trata de una ansiedad aguda y extrema en la 
que es frecuente la sensación de una muerte inminente. En ocasiones, los pacientes que 
sufren este trastorno desarrollan angustia a experimentar el próximo ataque, cuya 
ocurrencia no pueden prever, es la llamada “ansiedad anticipatoria”. 
Trastorno fóbico: Trastorno que tiene como rasgo esencialla presencia de un temor 
irracional y persistente ante un objeto específico, actividad o situación, con la consecuente 
evitación del objeto temido. Por ejemplo, el miedo a volar, a los pájaros o a los espacios 
abiertos. 
Trastorno obsesivo-compulsivo: Se trata de pensamientos o acciones no voluntarios que 
el paciente no puede dejar de tener o hacer para no generar ansiedad. En todo caso, el 
sujeto reconoce el carácter absurdo de sus pensamientos o acciones. Por ejemplo: lavarse 
las manos a cada rato, o verificar que la puerta esté cerrada una y otra vez. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Trastorno por estrés post-traumático: Se da 
en aquellos casos en los que se presentan 
secuelas psicológicas desagradables tras 
el impacto de un trauma emocional, una 
guerra, una violación, etc. Se caracteriza por 
los recuerdos persistentes del suceso 
traumático, un estado emocional con 
exaltada vigilancia y la reducción general de 
interés por los sucesos cotidianos. 
 
A T A Q U E DE P Á N I C O 
Es una de las manifestaciones más frecuentes de los estados de ansiedad. 
Un ataque de pánico es una alteración momentánea del estado físico y emocional que 
pone el alerta el “sistema de alarma natural” que tiene el organismo. 
La crisis de inicia de manera inesperada y repentina, y por lo general no duran más de 30 
minutos; el impacto que dejan es tan fuerte, sumado al temor de que se repita, que lo más 
conveniente es recibir una atención oportuna y adecuada. 
A este problema de 
tenerle “miedo al miedo” 
se le conoce como 
“ansiedad anticipatoria” 
y con frecuencia puede 
confundirse con un 
Trastorno de Ansiedad 
Generalizada, por lo que 
el diagnóstico debe ser 
muy acertado, para dar el 
tratamiento adecuado. 
 
Características: 
 Hay personas en las que se prolonga por años o desaparece y vuelve a presentarse 
ante alguna situación no específica. 
 No se sabe por qué ciertas personas son más sensible o susceptible que otras a 
sufrir un ataque de pánico. 
 En general afecta más a mujeres que a hombres. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 Puede presentarse a cualquier edad, aunque prevalece en la adolescencia y 
después de los 45 años. 
 En un muy bajo porcentaje se puede presentar como un factor genético o 
hereditario, sin embargo, muchas personas afectadas no presentan antecedentes 
familiares. 
 Los ataques generalmente surgen después de una enfermedad física o mental, 
accidente, evento traumático (como un secuestro o robo), vivencias de guerra o 
tortura (aunque no sean propias), 
estrés excesivo generado por el 
trabajo o la escuela, violencia 
familiar o por el efecto de ciertas 
drogas que actúan en la parte del 
cerebro que controla las reacciones 
del miedo. 
 
Síntomas 
La comprensión y calma ayuda a tratar los ataques, que son “reales” para quien los 
padece. Los ataques de pánico se diagnostican cuando la persona presenta más de cuatro 
de los siguientes síntomas: 
 Miedo intenso a morir inesperadamente. 
 Miedo intenso de volverse loco o 
de perder el control por cualquier 
circunstancia. 
 Palpitaciones o taquicardia, es 
decir, aumento de la cantidad y 
fuerza de los latidos del corazón. 
 Sensación de ahogo o de opresión 
en el pecho, dificultad 
respiratoria. 
 Sudoración excesiva y escalofríos que provocan temblores. 
 Palidez y hormigueo sobre todo en brazos y piernas. 
 Náuseas, vómitos y malestar abdominal. 
 Mareos y desequilibrio. 
 Desmayos. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 Sensación de irrealidad y de sentirse extraño o ajeno en su medio, o de sentir que 
no es uno mismo. 
 
Además de los síntomas del ataque de pánico, la persona también sufre emocionalmente 
por vergüenza y temor al no poder controlarse, porque se altera la percepción y se exagera 
la negatividad, perdiendo el sentido de la realidad y el optimismo ante la vida y la 
seguridad. 
 
TRATAMIENTOS 
 
 
El tratamiento para atender a un paciente con trastorno del ánimo es de dos 
tipos: farmacológico y psicoterapia. Dependiendo del problema puede ser necesario uno u 
otro, o un abordaje integral de ambos. 
Además, frente a casos de mayor gravedad existe otro tipo de abordaje: la terapia 
electroconvulsiva o electroshock. 
 
Tratamiento farmacológico para TRATAR la DEPRESIÓN 
En general, el tratamiento farmacológico intenso es necesario en una primera fase para 
conseguir que los síntomas desaparezcan y se pueda iniciar la recuperación del enfermo. 
En una segunda fase se suministran fármacos para impedir la manifestación de la 
enfermedad. 
Los antidepresivos se 
utilizan para corregir 
desequilibrios en los niveles 
de las sustancias químicas 
del cerebro, especialmente 
la serotonina, un químico 
cerebral que transmite 
mensajes al área del 
cerebro que controla las 
emociones, la temperatura 
corporal, el apetito, los 
niveles hormonales el sueño 
y la presión sanguínea. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Los antidepresivos actúan incrementando los niveles de serotonina en las células del 
cerebro. Cada clase de antidepresivos lo hace de una forma distinta y no suelen provocar 
dependencia. Normalmente, logran su efecto entre tres y seis semanas después de iniciar 
el tratamiento. Entre sus efectos secundarios más comunes se encuentran el insomnio, el 
nerviosismo, la disfunción sexual, náuseas, mareos o aumento de peso. 
 
Tratamiento farmacológico para TRATAR la BIPOLARIDAD 
El tratamiento para tratar el trastorno bipolar es largo e incluye medicamentos que regulan 
el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales y estabilizan en estado de ánimo 
con el fin de prevenir crisis maníaco-depresivas. Entre ellos, están el ácido valproico, la 
carbamazepina y las sales de litio (presentan una efectividad en el 80% de los episodios). 
El tratamiento debe ser sistemático, durante largas temporadas y, en algunos casos, de por 
vida, cuando los eventos suceden con frecuencia. En ocasiones, las personas con trastorno 
bipolar II, pueden ser diagnosticadas erróneamente con depresión únicamente y debido a 
que no experimentan una manía completa, si toman antidepresivos sin estabilizadores del 
estado de ánimo, pueden desencadenar un episodio de manía. 
Los medicamentos antipsicóticos pueden ayudar a quienes han perdido contacto con la 
realidad y los ansiolíticos, como las benzodiazepinas, también pueden ser útiles. Es posible 
que el paciente deba permanecer en una unidad hospitalaria hasta que se haya 
estabilizado su estado de ánimo y los síntomas que presente estén bajo control. 
 
Tratamiento para TRATAR la ANSIEDAD 
Los fármacos son el tratamiento de elección para la ansiedad generalizada. Habitualmente 
se prescriben 
fármacos ansiolíticos como 
las benzodiacepinas; sin 
embargo, debido a que su 
uso a largo plazo puede 
crear dependencia, si se 
decide su interrupción, debe 
reducirse escalonadamente 
y no de manera brusca. El 
alivio que proporcionan las 
benzodiacepinas compensa 
generalmente algunos 
ligeros efectos secundarios. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
La buspirona es otro fármaco eficaz para muchas personas con ansiedad generalizada, 
pues su uso parece no acarrear dependencia física. Sin embargo, la buspirona puede tardar 
dos semanas o más en hacer efecto, en contraste con las benzodiacepinas, que comienzan 
a actuar en el plazo de unos minutos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tratamiento para TRATAR el PÁNICO 
Cuando existen ataques de pánico, en algunos casos el miedo es tan importante, que la 
persona afectada es capaz hasta decambiar su estilo de vida completamente, prefiriendo 
el aislamiento y la compañía constante para no quedarse en soledad, por lo que abandona 
sus actividades laborales o escolares y sociales de forma intempestiva y desarrolla fobias a 
diversas cosas o situaciones, entre las que destaca la agorafobia o el temor de salir a la 
calle. 
 
El tratamiento debe ser inmediato 
para evitar otro tipo de 
complicaciones físicas que 
generalmente se confunden con un 
ataque cardíaco o mental que 
pueden llevar al suicidio o a la 
violencia. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Incluye principalmente la terapia cognitiva-conductual y el uso de medicamentos para 
controlar y prevenir nuevos episodios de ataques de pánico. 
La terapia debe ser muy cuidadosa, porque sus efectos pueden ser negativos al restarle 
importancia al evento o al decir que “todo es producto de la imaginación”, y no de una 
enfermedad. 
Frecuentemente, el origen de los ataques está en la depresión o en el abuso del consumo 
de bebidas alcohólicas o de drogas, por lo que el problema debe solucionarse desde la 
base. 
Es importante comprender que lo que afecta a la persona es “real” para ella, y se debe 
manifestar paciencia, comprensión y ayuda, permitiendo su desahogo para hablar de sus 
temores y lo que le está sucediendo. Lo importante es infundir seguridad y tranquilidad. 
 
Terapia electroconvulsiva (TEC): 
Esta terapia, surgida en los años ’30. Se utiliza más frecuentemente para tratar cuadros de 
depresión mayor que no han respondido a otros tratamientos, pero también para tratar 
la manía (estado de ánimo muy eufórico, expansivo y/o irritable que puede ir acompañado 
de síntomas psicóticos), catatonia, esquizofrenia y otros trastornos mentales. También se 
utiliza esta técnica cuando el paciente no puede tomar medicación o no mejora con ella, y 
cuando el riesgo de cometer el suicidio es alto o existe un debilitamiento a causa de otra 
enfermedad física. 
Esta técnica, segura y efectiva, se utiliza para provocar una convulsión en el cerebro por 
medio de una corriente eléctrica para ayudar al paciente a “reconectarse” y aliviar los 
síntomas. 
Procedimiento: 
 Aplicación de relajante muscular y 
anestésico de acción corta. 
 Se colocan electrodos sobre el cuero 
cabelludo. Dos electrodos monitorean la 
actividad cerebral. Los otros dos 
electrodos se utilizan para distribuir la 
corriente eléctrica. 
 Se aplica una pequeña cantidad de 
corriente eléctrica en la cabeza para 
provocar actividad convulsiva en el cerebro. Este procedimiento dura 
aproximadamente 40 segundos. Por medio de otros medicamentos se impide que 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
la convulsión se extienda por todo el cuerpo (como resultado, las manos y los pies 
se mueven ligeramente durante el procedimiento). 
 La terapia electroconvulsiva generalmente se administra una vez cada dos a cinco 
días durante un total de 6 a 12 sesiones, pero a veces se necesitan más sesiones. 
 Después de unos minutos, se traslada al paciente a un área de recuperación para 
una correcta supervisión. 
 
Actualmente, alrededor de un millón de personas en el mundo reciben la terapia 
electroconvulsiva cada año; generalmente de 6 a 12 tratamientos son administrados de 2 a 
3 veces por semana. 
Existen tres variables fundamentales en la aplicación de la terapia electroconvulsiva: 
 La colocación de electrodos. 
 La duración de la estimulación. 
 Las propiedades electrofísicas de la estimulación. 
 
Por lo general se utiliza clínicamente cuando no hay respuesta satisfactoria al tratamiento 
con psicofármacos. Sin embargo, para al menos la mitad de las personas que reciben 
terapia electroconvulsiva, los beneficios son solamente temporales, y después de su 
aplicación se continúa con la terapia de medicamentos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
 
 
 
 
 
 
UNIDAD 3 
 
 
FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL 
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
CONCEPTOS BÁSICOS 
 
 
El término “psicoterapia” tiene diversas acepciones, una de las más aceptadas establece 
que se trata de un proceso de comunicación interpersonal entre un profesional experto y 
un paciente, que tiene como objeto producir cambios para mejorar su salud mental. Su fin 
es ayudar al paciente a conocerse mejor y cambiar sus malas formas de pensar, sentir y 
actuar. 
La psicoterapia supone la posibilidad de construir una visión del problema presentado por 
el paciente, en el que este aparece como implicado personalmente en el origen, el 
mantenimiento o las posibilidades de resolución del mismo. 
El concepto de “tratamiento integrado” combina un abordaje farmacológico y uno 
psicoterapéutico. La evidencia a favor de la superioridad del tratamiento integrado de 
muchos trastornos, entre ellos un buen porcentaje de los trastornos depresivos, se basa 
en: 
1. Que la medicación puede facilitar el acceso psicoterapéutico, porque ayuda a 
mejorar las expectativas, actitudes y estigmatización. 
2. La psicoterapia puede facilitar la adherencia y adaptación al tratamiento 
farmacológico. 
3. La psicoterapia puede constituir en realidad un abordaje rehabilitador 
complementario del tratamiento farmacológico en algunos casos, y en otros será 
al revés el orden jerárquico. 
 
Parte de la psicoterapia consiste en escuchar con especial atención al paciente y ayudar a 
dar sentido a su angustia, con el empleo de explicaciones; desarrollando una alianza 
terapéutica con el paciente, aceptándolo, comprendiéndolo y empatizando con su 
situación. 
La actuación médica del acompañante 
terapéutico centra su abordaje en el 
paciente, y no en el profesional de la salud; 
pretende explorar el problema real, 
prestando más atención a las inquietudes 
del paciente, a sus preocupaciones y a sus 
teorías sobre su enfermedad. 
 
 
Acompañante Terapéutico 
 
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Disciplina: Trastornos de la ansiedade y del estado de ánimo 
Algunas técnicas que se utilizan en el consejo terapéutico son: 
 Capacidad de escuchar con 
sensibilidad. 
 Capacidad de responder a los 
mensajes verbales y no verbales. 
 Calor humano y sentir preocupación 
por los problemas de los demás. 
 Empatía y sinceridad. 
 
Cada día hay más evidencia de que el tratamiento de los trastornos de la ansiedad y los 
estados de ánimo no debe únicamente estar dirigido a los síntomas mediante el uso de 
medicamentos, pues aunque los fármacos sean muy efectivos, el consejo terapéutico 
puede incidir de forma muy positiva en la resolución de los problemas sociales y 
psicológicos asociados. 
En conclusión, el ambiente que rodea a una persona que sufre alguna alteración en el 
estado de ánimo es fundamental para lograr su rehabilitación. 
La comprensión, la paciencia y el cariño de los familiares y allegados son factores 
importantes, puesto que la falta de ganas y motivación de ciertos enfermos puede 
provocar la desesperación. Sugerir y no ordenar actividades, proponer y no imponer 
conversaciones son apoyos básicos a la terapia impuesta por los profesionales. 
Uno de los problemas más importantes que presenta este grupo es el abandono de las 
terapias, por lo que es fundamental inducir al paciente a seguir el tratamiento hasta el 
final.

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