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Durante siglos los humedales fueron considerados tierras marginales que debían ser drenadas o "recuperadas", ya sea para mejorar las condiciones sanitarias o para su afectación a la producción, principalmente para la ampliación del área agrícola o urbana estos generalmente sustentan una importante diversidad biológica y en muchos casos constituyen hábitats críticos para especies seriamente amenazadas. Asimismo, en los humedales de Guanacache pueden albergar poblaciones muy numerosas, especialmente a las aves acuáticas le ofrecen refugio y entre las funciones ecológicas más importantes sirven a la nidificación y a la alimentación pudiendo ser sitios esenciales para la supervivencia de especies migratorias. Además de las acciones directas que se han realizado para drenar y "recuperar" humedales, estos están sujetos al deterioro por las obras que se desarrollan en los ecosistemas acuáticos que provocan modificaciones en el ambiente, como represas y canalizaciones, como también actividades que se realizan en zonas terrestres cercanas a los humedales, ya sea por extracción de agua o por adición de contaminantes, además es necesario considerar el tipo de dinámica de este humedal, ya que el grado de fluctuación y mantenimiento depende de los ciclos níveos en la cordillera y de los glaciares superficiales y roca que regulan los caudales del río San Juan en los años secos; el deterioro de estos está afectando cada vez más a la biodiversidad en donde todos los animales y plantas de los humedales están amenazados de extinción; en 1999 y en 2006 se realizaron censos en donde se informó que la población de aves había disminuido un 50% de un año a otro.
La vida de la sociedad también se verá afectada por el deterioro de este humedal, en la actualidad el Sitio es habitado por unas 2.000 personas, incluyendo 12 comunidades Huarpes y pobladores criollos (laguneros), los que viven principalmente de la cría de cabras. A partir de la década de 1950-60 los humedales de Guanacache sufrieron un proceso de desecación y otras alteraciones debidas a causas naturales y antrópicas. El desvío de los ríos para el uso del agua en los oasis productivos aguas arriba, sumado a los eventos climáticos extremos, resultaron en la desecación de las lagunas de Guanacache, situación que se vio potenciada desde el año 2010. Antonio Urquiza, habitante de El Forzudo, un pueblo ubicado en el extremo norte de la provincia de Mendoza comento a Coca-Cola Journey (uno de los que ayudo en la reconstrucción del humedal) que en los últimos 50 años la situación empeora cada vez más, la erosión provocada por el manejo inadecuado del agua, la deforestación y el sobrepastoreo generaron un resecamiento paulatino del sistema lagunar. El cambio impactó no sólo en la geografía, sino en la economía de los pobladores, esté comenta que viven en la zona 100 familias que se dedican al pastoreo de ganado caprino y en tiempos de sequía no contaban con agua para sus animales ni para cultivos;otro testimonio comenta que se tuvo que volver a su pueblo ya que no se podía vivir por la sequía del lugar, se quedaron sin animales y sin agua para consumir.
Bibliografía:
http://vecinosdelhumedal.blogspot.com/p/info.html
http://www.mendoza.edu.ar/wp-content/uploads/2016/03/Fasciculo-19-humedales.pdf
https://rsis.ramsar.org/RISapp/files/RISrep/AR1012RIS.pdf
https://www.cocacoladeargentina.com.ar/historias/medio-ambiente-rescate-humedales
https://www.youtube.com/watch?v=1hP81rDHGbI
https://www.youtube.com/watch?v=AFwU-_MEfCI

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