Las células procariotas

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Las células procariotas 
Las células procariotas son un tipo de células que se caracterizan por su estructura más simple y la falta de un núcleo definido. Estas células son típicas de los organismos unicelulares y se encuentran en dos grupos principales: las bacterias y las arqueas.
Características de las células procariotas:
1. Ausencia de núcleo: A diferencia de las células eucariotas, las células procariotas no tienen un núcleo membranoso que contenga su material genético. En su lugar, el material genético, generalmente un solo cromosoma circular de ADN, se encuentra disperso en el citoplasma de la célula.
2. No tienen orgánulos membranosos: Además de carecer de núcleo, las células procariotas no poseen otros orgánulos membranosos, como el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi o las mitocondrias, que son comunes en las células eucariotas.
3. Pared celular: Todas las células procariotas tienen una pared celular que rodea la membrana plasmática. Esta pared celular proporciona soporte estructural y protección a la célula.
4. Tamaño más pequeño: En general, las células procariotas son más pequeñas que las células eucariotas, con un tamaño promedio de alrededor de 0.1 a 5 micrómetros.
5. Reproducción: Las células procariotas se reproducen principalmente por fisión binaria, un proceso en el que una célula madre se divide en dos células hijas idénticas.
6. Estructuras especializadas: A pesar de su estructura más simple, las células procariotas pueden contener estructuras especializadas, como flagelos para el movimiento y plásmidos, pequeños fragmentos de ADN circular que pueden contener genes adicionales.
Las células procariotas son fundamentales para la vida en la Tierra. Son abundantes en la naturaleza y desempeñan papeles vitales en el ciclo biogeoquímico, la descomposición de materia orgánica, la producción de alimentos y muchos otros procesos ecológicos y biotecnológicos. Además, algunas bacterias tienen un papel importante en la salud y enfermedad en humanos, ya que pueden actuar como patógenos o como componentes esenciales de la flora intestinal beneficiosa.