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Una aproximación a la definición del conocimiento científico Nery Francisco Herrera Pineda Introducción Cuando el ser humano se acerca a la academia va en busca de la verdad científica, convirtiéndose en uno de los ejes principales de toda cátedra, en función de esta afirmación me he atrevido a versar algunos tópicos que nos pueden acercar a la definición de la episteme. Al hablar del conocimiento científico, nos estamos refiriendo a una verdad que tiene lugar en la epistemología, no cualquier opinión, es así que para plantear de una forma más aproximada la realidad del saber, primeramente hay que dar respuesta a tres cuestionamientos: ¿qué es el conocimiento científico?, ¿cuáles son las características para llamar Ciencia a un conocimiento?, y ¿qué tiene que ver la ética con el conocimiento científico?; con la aclaración de estos acápites, creo sin temor a equivocarme que estaremos más cerca de la episteme. 1. ¿Qué es conocimiento científico? Difícil pregunta, pero quizás más compleja su respuesta, trataré de ser convincente y objetivo con mi propuesta, la cual se encuentra construida y respaldada en clásicos estudiosos de la verdad que han sido citados en la filosofía antigua, medieval, moderna y contemporánea. Para mi la episteme, es un conocimiento que no puede ser generado por cualquier persona, “sin menospreciar a nadie”, sino que tiene que ser alguien con una determinada preparación académica, conocedor de las teorías del conocimiento, además el investigador tiene que ser especialista en el área del saber en la que pretende generar conocimiento (no aventurase) y un conocedor de metodologías para generar saber verdadero; tomo en primer momento el papel del científico (ya sea de las ciencias exactas o del espíritu), ya que es el involucrado directo en la producción o validación del conocimiento. Pasada este primer momento, llego a la segundo, acá quiero enfatizar en un par de características, el tiempo y el espacio, el saber no puede ser terminado (absoluto), sino que su veracidad esta íntimamente ligada al lugar y al momento en que es producido, especialmente el de las Ciencias Sociales. El tercer momento se relaciona con el objeto o sujeto de estudio, toda ciencia 3 deberá de tener claro cual es su razón de ser, así sabrá la forma de abordarlo y obtener los resultado que busca cuando emprende un estudio científico. Por último mencionaré el método (discutido en las diferentes ciencias), cada área del saber tendrá que utilizar la metodología que cubra las expectativas de su objeto o sujeto de estudio y lo que se busca, no caer en procesos autoritarios (recetas), sino adecuarlos a cada situación que se afronte. Después de estos aspectos, puedo afirmar que es más fácil definir qué no es conocimiento científico: “doxa”, pero quiero atreverme a conceptualizar la episteme, sin llegar a un absolutismo, o a un subjetivismo puro, mucho menos a una radicalidad (autoritarismo); para mi, “es aquel saber producto de un proceso metodológico apropiado, que tiene validez para un determinado momento y espacio, y es utilizado para resolver problemas de la realidad, sirviendo como un cúmulo de conocimiento al servicio de crecimiento intelectual de las sociedades. ¡Aventurado¡ ¿verdad?, pero es mi propuesta ante tal cuestionamiento... 2. ¿Cuáles son las características para llamar Ciencia a un conocimiento? Hay una serie de características, tales como las que han mencionado en el transcurso de la historia los filósofos Aristóteles, Platón, Comte, Kant, Marx, Weber, Gadamer, y Pooper, o los científicos Galilei, Newton, y Einstein; en la actualidad según mí parecer las de rigor siguen siendo: Relación con la realidad: todo saber tiene que ser generado en función del objeto o sujeto de estudio que se aborda, explicar y fundamentar la realidad, y promover su aplicación, algo innovador. Proceso para su obtención bien definido: tiene que haber sido producto de un proceso sistemático y riguroso, garantizado por una metodología de investigación, sistemática y apropiada. Objetividad: se tiene que producir sin prejuicios el saber, ser válido, real, no puramente especulaciones. Racional: tiene que ser producto de una actividad intelectual, bien razonada, no pragmática. Crítico de la realidad observada: saber distinguir entre los hechos verdaderos y de los meramente falsos, no caer en una mera percepción sensible. Falibilidad de lo producido: no son conocimientos terminados (absolutos), mucho menos libres de equivocaciones (pero no doxa), es limitado, pero es acá donde reside la verdadera capacidad para autocorregirse y superarse. 4 Generalidad de los resultados: no se puede profundizar en particularidades, mucho menos completarlas, pero esto sirve como un peldaño para llegar a un mayor entender. Universalidad: válido para todos los que tienen relación directa con el saber generado, dependerá del tiempo y el espacio en donde se produzca. La anterior es una lista lo más completa posiblemente, pero me imagino que habrán diferencias con la posición que planteen otros pensadores, situación que no deberá limitar las características que he mencionado, pero si me llamaran la atención, así es la episteme... 3. ¿Qué tiene que ver la ética con el conocimiento científico? Interesante, puedo decir que mucho, lastimosamente han tratado de separarlos, hecho que no ha beneficiado a la humanidad, generando una desarticulación entre ciencia, tecnología y sociedad; a tal interrogante puedo aportar lo siguiente: Primeramente en el numeral 1 de este artículo inicié hablando del científico, acá también lo haré en primera instancia, y lo fundamentaré en la siguiente interrogante: ¿quién genera el conocimiento?, pues nada menos que el ser humano, ¿por qué trabajar con teorías o tecnologías que no beneficien a la humanidad?, ¡preocupante!, ¿no?, se producen con más frecuencia, aunque nos destruyan poco a poco; ¡ni modo!, pero, es la persona el centro de toda actividad, no son las cosas, se tendría que generar conocimiento verdadero que esté al servicio de la humanidad, esto más puede hacernos pensar en un idealismo, pero quién no lucha por mejorar su nivel de vida. Ahora paso a la segunda instancia, el proceso en el que se genera el saber, y afirmo que todo conocimiento debe tener su fundamento ético, desde que se formula un protocolo de investigación hasta que se difunden los resultados, ya sea a través de un informe o un simposio; pero, qué sucede cuando el científico manipula la información, los resultados pierden su aporte al enriquecimiento intelectual de la sociedad. Una tercera situación y que tiene relación directa con la ética es que el saber no debe de estar al servicio de estados sociales oscuros y manipuladores, debe de ser para todas las personas, no es ético producir conocimiento y nunca darlo a conocer o mal usarlo. Para finalizar quiero mencionar una situación que ha llevado a la pérdida de la dignidad humana y que tiene 5 relación con el conocimiento científico, es el poco interés que se le da al fomento y aplicación de los valores humanos, es urgente retomarlos en la formación de las personas, sino queremos en un momento determinado caer en una caos intelectual e individualista, sin preocupación de lo que le sucede a los demás. Reflexiones finales Por la rigurosidad del conocimiento verdadero, quiero reflexionar y no concluir sobre laepisteme: • La reflexión de todo estudioso debería fundamentarse en la definición del conocimiento científico, para llegar a una aproximación del saber verdadero, • Las características de todo conocimiento científico deben estar fundadas en la reflexión objetiva y metodológica, sin caer en extremismos y radicalidad de las Ciencias Exactas o las diversas concepciones de las Ciencias del Espíritu, el proceso para construir saber es complejo, • La realidad es cambiante y la sociedad progresista, la reflexión ética para toda acción encaminada a la ciencia debería ser producto de una relación ciencia-tecnología- sociedad, encaminada a mejorar la calidad de vida de la persona, • Todo conocimiento científico se debería usar para la toma de decisiones en una sociedad, por tal razón es necesario llevarlo a su objetividad máxima, evitando subjetividades que pongan en vilo su veracidad, sin se quiere crecer socialmente a nivel individual o grupal. Bibliografía Berger, P. y Luckmann, T. 1968: La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu. Comte, A. 1984. Curso de filosofía positiva. Barcelona: Orbis. Descartes, R. 1981. Meditaciones metafísicas y discurso del Método. Madrid: Espasa. Gadamer, H-G. 1991. Verdad y método. Salamanca: Sígueme. Habermas, J. 1968. Ciencia y técnica como ideología. Madrid: Tecnos. Marx, K. 1987. Tesis sobre Feuerbach. San Salvador: UCA. Popper, K. 1979. El desarrollo del conocimiento científico. Buenos Aires: Paidos. Popper, K. 1982. La Lógica de la Investigación Científica, Madrid: Tecnos. Weber, M. 1982. La ciencia como vocación, el político y el científico. Madrid: Alianza. 6
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