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Carrion - El poder de las metaforas PNL_c

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lAS TÉCNICAS DE PNLAPLICADAS EN 
LA CONSTRUCCIÓN DE CUENTOS 
METÁFORAS. 
METÁFORAS Y CUENTOS para la terapia, la enseñanza y 
el desarrollo personal. Un método revolucionario para 
generar cambios y transmitir conocimiento. 
Por 
Salvador A. Carrión 
PNLbooks Ediciones 
Reservados todos los derechos para la lengua española. ~eda prohibida 
la reproducción total o parte de este libro, ninguna parte del mismo 
puede ser sujeto de reproducción, difusión, impresión, almacenamiento, 
transmisión o utilización por ningún medio, ya sea electrónico, quimico, 
mecánico, óptico, de grabación o electro gráfico, sin previo 
consentimiento por escrito del autor. 
Titulo de la presente edición: El poder de las metáforas. Las técnicas de 
PNL aplicadas a la construcción de cuentos y metáforas. 
Autor: Salvador A. Carrión 
Primera edición 2003 by ©Mandala Ediciones Editorial S.A. 
Con el título: De plomo en oro 
ISBN: 84-86961-49-1 
© 2003 by Salvador A. Carrión 
Segunda edición 2009 PNLbooks 
2a edición con el título: El poder de las metáforas 
© 2009 by Salvador A. Carrión 
© 2009 by PNLbooks Ediciones 
Diseño de portada: William Adler 
Maquetación y arte final: Albertina Castaño Melero 
ISBN: 978-84-936882-5-7 
Depósito legal: SE-6155-2009 
Imprime PUBLIDISA 
Printed in Spain 
68 3 
A los narradores de cuentos 
que saben 10 que hacen. 
Prólogo de ADAM MUNTHE .............................. 11 
Prólogo del autor ..................................................... 13 
PRIMERA PARTE 
Introducción: Metáforas y el cambio evolutivo.. 21 
Clarificando conceptos ....................................... 3S 
Metáforas como vía de transmisión.................... 4S 
Metáforas: La comunicación analógica .............. S3 
El mágico poder de las metáforas.. ...................... 83 
SEGUNDA PARTE 
Los tipos de metáforas.......................... .............. 99 
Técnica para construir metáforas........................ 117 
El lenguaje de Milton Erickson y las metáforas.. 133 
Técnicas de narración ......................................... 163 
Practicando lo aprendido .................................... 169 
Enseñanza y terapia con metáforas y cuentos ..... 181 
APÉNDICE ............................................................ 197 
Bibliografía recomendada........................................ 209 
Las historias han crecido dentro de la médula de la humanidad. 
Un cuentista relató lo siguiente: un ser humano, para conseguir su 
destino tiene que aprender a utilizar a su Razón como si fuera el rey 
sesudo sobre el trono de su Corazón, con la Imaginación como em-
bajador, la Memoria como tesorero, la Voz como intérprete, los 
Miembros como dependientes, y los Sentidos como espías en los 
reinos del color, del sonido, del olor, del gusto y del tacto. 
Se ha dicho que las historias son puentes hasta la realidad, la 
verdad y la sabiduría. Sería más preciso decir que las historias 
representan puentes hasta la posibilidad. Las mejores historias 
funcionan, no para ilustrar al lector o auditor con una visión de 
sí mismo, sino para desestabilizar tal visión y crear en el indivi-
duo la posibilidad de duda, de cuestionamiento, y de cambio. 
Como todo material inspirador, aunque pueda parecer sim-
ple, las historias (aquellas que tienen un contenido nutritivo) 
tienen también un elemento de misterio o secreto. El secreto 
mismo se encuentra menos en la evolución dinámica que 
mantiene la atención del lector enganchada, sino más en la ca-
pacidad del narrador de comunicar una verdad determinada 
de manera apropiada, yen la capacidad del oyente de partici-
par activamente en un trabajo de comprensión. 
El poder de las metáforas 
Humilde o profundo, esta misteriosa verdad no se puede 
cuantificar o justificar con una lógica abierta a los instrumen-
tos convencionales de observación. La lógica de una historia 
que funciona es tan intangible como ajena. Esto explica por-
qué, por ejemplo, ciertas historias se quedan en la memoria 
para evolucionar a su propio ritmo, sin razón manifiesta. To-
dos tenemos ejemplos de estas historias, y ese hecho represen-
ta la llave de su potencial y de nuestro trabajo. 
Las historias se las fuerzas y debilidades de los participantes se-
cundarios, ¡nosotros! Exigen de nuestra atención, energía y flexi-
bilidad. Se sirven de nuestra avidez, de nuestro miedo, pereza y 
condicionamiento para zarandearnos hasta el punto en el cual 
podemos reconocer y separarnos de estos apoyos inferiores. 
Algunos ejemplos del tipo de información encontrar en historias, 
relativo al comportamiento y posibilidades, incluyen, sin ningún 
orden específico: la diferencia entre el aprendizaje y la compren-
sión, entre la caridad y la generosidad, entre el deseo y la necesidad, 
entre la atención y la tensión, el valor del hambre, de lo que trata la 
búsqueda, la utilidad de la avidez, del miedo, de la pereza, hasta un 
cierto punto, del poder de la Intención, ¡entre miles de otras cosas! 
Las historias transmiten la sabiduría hasta los que aceptan el apren-
dizaje tanto en la forma como en la esencia. Esto es disciplina. Tam-
bién transmiten una cierta cualidad que puede amplificar la exis-
tencia del alumno, para que otras dimensiones vuelvan a ser suyas. 
¡Esto es alquimia! 
ADAMMuNTHE 
Abril 2003 
Piemians 
Francia 
PRÓLOGO DEL AUTOR 
Una de las cosas que en su día más me sorprendió, dentro de 
mi actividad como terapeuta y coach neurolingüístico, fue 
descubrir el poder de transformación y penetración que tie-
nen las metáforas y los cuentos. En mis treinta años de profe-
sión, he podido. comprobar, cómo después de haber transcu-
rrido varios años desde que narrara una metáfora a un 
paciente, éste la mantenía tan fresca en su memoria como el 
primer día. Incluso, muchos de ellos me decían que esa histo-
ria que en su día les narré, era para ellos como una guía o refe-
rencia permanente a lo largo de su vida. 
Durante mi azarosa existencia, he pasado por diferentes eta-
pas en el aprendizaje de esta herramienta de cambio y trans-
formación que son los cuentos y las metáforas. Desde la ya re-
mota infancia los cuentos fueron uno de mis alimentos 
esenciales. Recuerdo como con ocho o nueve años pasaba las 
horas estivales a la sombra un centenario pino, leyendo y rele-
yendo los tomos de los hermanos Grimm, Cristian Harder-
sen, Perrault; más tarde, en los albores de la pubertad, me 
adentré en las narraciones de Rudyard Kipling, J. Barry, Lewis 
Carral, A. Saint-Exupery, Julio Verne, Robinson Crusoe, La is-
la del tesoro. Cuando la adolescencia sacudía mis entrañas con 
El poder de las metáforas 
el fragor de las emociones, volqué mis inquietudes en Las mil 
y una noches, las Leyendas y Narraciones de Bécquer, en Los 
Hechos del rey Arturo, los Cuentos Poe, Niebla de Miguel de 
Unamuno, La Metamorfosis de Kajka, ysobre todo en los re-
latos de Hermann Hesse. Ya en la juventud, en mis inicios uni-
versitarios, quise llegar a conocer los orígenes de todo este ti-
po de narraciones buscando en los clásicos alguna orientación: 
Teogonía) Trabajos y Días de Hesíodo, La Odisea de Homero, 
La lliada de Homero, e incluso más allá en Epopeya de Gilga-
mesh, La Biblia, Los Vedas, el Corán, las diversas sagas y ver-
siones de las leyendas del Grial, y cuántos libros de cuentos 
orientales, leyendas de pueblos aborígenes, y mitos de todos 
los tiempos y culturas que pude encontrar que satisficieran tal 
inquietud. 
A partir de ahí, mi interés por esta forma narrativa cobró una 
dimensión diferente e incluso diría que vocacional. Poco a poco 
se fue revelando el secreto que el relato mágico y metafórico en-
cierra. Primeramente me acerqué a él como curioso y estudioso 
del método, pero al poco, con gran sorpresa para mí, descubrí 
su vertiente terapéutica y transformadora, y me volqué en ella. 
En esta fase pase como paciente, discípulo (profundizando más 
y más en las raíces y orígenes) para llegar a ser terapeuta-coach,y por último, como enseñante y guía del modelo. 
En este punto, considero imprescindible, resaltar que, de to-
das las fases por las que he transitado, dos han sido claves para 
alcanzar la destreza en el uso de este arte ancestral, y que son: 
la fase de discípulo y la de terapeuta-coach. 
En la primera de ellas, debo señalar que el aprendizaje no 
solo se desarrolla siguiendo cursos o seminarios formales del 
tipo académico que todo el mundo conoce, sino más bien vi-
Prólogo del autor 15 
viendo una especie de noviciado en el que el aspirante adquie-
re sobre la base de su propia experiencia como operan en sí 
ciertas historias y narraciones. He aprendido (en el sentido 
etimológico de la palabra) más de la audiencia, lectura y estu-
dio de los coan zen, cuentos derviches, y de las historias de 
maestros taoístas, jasídicos, anacoretas e hindúes, que de toda 
la formación académica recibida. En todos ellos, las metáforas 
se mostraban en su plena expresión, tardando a veces años en 
penc:trar en sus secretos, y en otros casos incluso permanecien-
do aun hoy en día sellados. Durante esta época pude escuchar 
a «contadores», maestros de oriente y occidente, del desierto 
y de la selva, y de todos ellos, de su magia y de su conocimien-
to, extraje cuanto pude, y les aseguro que no fue poco. 
La segunda etapa en importancia, la que permite culminar 
el trabajo que durante años se ha fraguado, es aquella que co-
mo excelentemente ilustra el siguiente cuento, el aprendiz co-
mienza a poner algo de sí mismo en la narración. 
Un estudiante impaciente se aproximó a un maestro y le 
preguntó: 
- ¿ Cuándo llegará el momento en que seré capaz de ex-
traer el significado y hacer uso del contenido de las histo-
rias con verdadera efectividad? 
El sabio dio un gran suspiro y respondió: 
- En el momento exacto en que ceses de preguntarte 
cuándo alcanzarás ese punto, y pongas algo en tu 
estudio,en lugar de intentar constantemente sacar algo. 
Es en ese preciso momento, y no en ningún otro, cuando el 
novicio se transforma en mago o chamán, y a partir de ahí, la 
El poder de las metáforas 
magia se manifiesta. Un extraño y sorprendente poder surge 
con cada sonido, cada palabra, con cada símbolo, es como si el 
nuevo gurú recuperara de repente el lenguaje olvidado l mani-
festándose como un carisma en él. 
Sin embargo, estos dones solo encontrarán significado, y so10 
surgirán (como Gracia Divina que son) cuando son empleados 
para que otros encuentren un sentido en su vida, o para ayudar-
les a que en ellos se produzca un cambio profundo y evolutivo. 
Llegado a este punto de transformación, el terapeuta, ya transfor-
mado en mentor (o en chamán), no solo enseña con la palabra, sino 
que al haber alcanzado su propia libertad interior (y exterior) in1pul-
sa a sus alumnos o pacientes a ser libres ellos mismos, mostrándole el 
can1ino con su propia conducta, como un juglar o un trovador. 
Esta forma de enseñanza a través del comportamiento caris-
mático, puede en ocasiones presentarse, como expresara Car-
los Castaneda, en forma de desatino controlado, o como tam-
bién opina Mathew Lipman: «[ ... ] la aparente imposibilidad 
de predecir el comportamiento y su supuesta indiferencia an-
te los más terribles obstáculos y peligros. Esta combinación de 
arbitrariedad impredecible y de inocente carencia de miedo es 
muy similar a la espontaneidad inocente del niño [ ... ] »2 
O como explica Octavio Paz en su Prólogo a Las enseñanzas 
de Donjuan: «La función del humor (o de la metáfora)* no 
es distinta de la de las drogas, el escepticismo racional y los 
prodigios: el brujo (maestro)* se propone con todas esas ma-
-1 El lenguaje olvidado, Erich From. 
2 Tomado del libro : Guru: metaphors from a psychotherapist, Science and 
behavior, book, 1971, en el que hace referencia a trabajo de Lipman y Piz-
zurro, «Charismatic Participation». 
* El paréntesis es mío. 
Prólogo del autor 17 
nipulaciones romper la visión cotidiana de la realidad, trastor-
nar nuestras percepciones y sensaciones, aniquilar nuestros 
endebles razonamientos, arrasar nuestras certidumbres -para 
que aparezca la otra realidad» . 
En los periodos de mi vida en los que conviví con alguno de 
esos sabios maestros y chamanes, esos (muy escasos y raros de 
encontrar, por cierto) sin duda carismáticos, pude comprobar 
esa naturalidad característica de los hombres que confían ple-
namente en sí mismo sin arrogancia ni vanidad, sino con hu-
mildad y sencillez;_Viven en el aquí y el ahora, con sus miedos 
y sus certezas, sabiendo que cada día que amanece es una nue-
va oportunidad para el crecimiento. No esperan nada de na-
die, y sin embargo, dan cuando se les pide si es por auténtica 
necesidad. Su manifiesta heterodoxia le ayuda a mantener ale-
jados a los intelectualistas, oportunistas, y a toda esa suerte de 
especímenes humanos que solo se alimentan de la confronta-
ción y del vacuo razonamiento. 
Así, cuando empiezas a dar de lo que llevas dentro, lo más 
importante de todo lo que sobreviene es el sentimiento de 
desprendimiento total, no hay nada que pertenezca, no hay 
nada que apegue, nada que te mantenga atrapado en el tiem-
po. Procuras que quienes vienen a ti, aprendan a caminar por 
sí mismos lo antes posible sin apoyos ni muletas, empujándo-
los una y otra vez hasta que inician su propia andadura. 
No olvides nunca, que si te dedicas a la enseñanza, a la terapia 
o al Coach personal, podrás llegar tan lejos con tus alumnos, 
pacientes o clientes, como tú contigo mismo hayas llegado. 
Cierto es que existen «maestros» que mantienen un círcu-
lo de adeptos, pero eso es otra historia que no viene al caso. 
También, como en cualquier contexto de naturaleza humana, 
El poder de las metáforas 
cabe la posibilidad que éstos puedan caer en la tentación de 
endiosarse y perpetuarse, o incluso pretender transformarse 
en una nueva religión, transformándose en embaucadores y 
falsos maestros, pero como dijo el gran Maestro Rumi: «Exis-
te oro falso porque existe el verdadero». 
PRIMERA 
PARTE 
y CAMBIO EVOLUTIVO 
Cuando las hordas de los mogoles conquistaron Bagdad y la ex-
poliaron repartiéndose el botín, U11 ignorante miliciano caminaba 
por la calle gritando: 
-¿ Quién me da cien monedas de plata por esta gruesa tela? 
Un c:ficial que acertó a pasar por allí lo detuvo increpándolo: 
-¡Bruto imbécil! ¿Acaso no sabes que esa tela es un exquisito 
damasquinado y que vale muchísimo más de cien monedas? 
El estúpido soldado contestó: 
-¿Acaso existe un número mayor de cien? 
al vez éste pueda parecer un texto más de los muchos 
escritos hasta ahora, y que inundan los estantes de las 
librerías, sin embargo, muy lejos está de ellos. Lo que 
tienes en tus manos, es el primer libro que organiza, sistematiza, in-
crementa y presenta un modelo práctico para utilizar las metáforas, 
los cuentos y las visualizaciones para el desarrollo, enriquecimiento 
personal e incluso para la terapia. Una vez aprendido el método, es 
aplicable en cualquier ámbito de actividad en el que actúes. 
El poder de las metáforas 
Las metáforas transformadoras o psicoanalogía pueden cam-
biar en un instante la vida de cualquier persona, incluso la tu-
ya desde el mismo momento que permitas que éstas trabajen 
para ti. Sean cuales sean las circunstanCias, edad, o problemas 
personales, esta técnica cuyos resultados han sido y siguen 
siendo comprobados, conduce al oyente (o visualizador) a un 
nivel o estado de vida superior. Del mismo modo que permiti-
mos que un avión nos transporte suavemente por los áires, 
cualquier individuo puede elevarse muy por encima de sus 
preocupaciones presentes. Este tipo de metáforas remonta a 
un estado que la mayoría de la gente nunca pudo soñar, donde 
el fracaso y la adversidad no existen. 
~izás te preguntes: ¿~é es exactamente eso de las metá-
foras transformadoras, y cómo algo tan sencillo puede condu-
cir a ese estado devida superior? La respuesta la encontrarás a 
lo largo del libro y desde el primer capítulo. Paso a paso irás 
descubriendo los detalles sobre este sorprendente saber, no so-
lamente para que tú mismo te beneficies de ellas, sino cómo (y 
esto es muy importante) a través de las narraciones por ti 
construidas, ayudar a otros. 
Examinemos de momento lo que significa metáfora trans-
formadora o psioanalogía. Podríamos decir que se trata de 
ll,na construcción psicopictórica o psicoanalógica (psico: 
mente; pictórica o analógica: dibujo, imagen, símbolo) en la 
que confluyen la visualización y la creatividad, por lo que tam-
bién podríamos estar hablando de un cierto tipo de visualiza-
ción creativa. 
La visualización es un proceso -psico (psicológico)- por el 
cual construimos, imaginamos o creamos cualquier imagen 
mental. Creatividad (o creativa), es la capacidad de construir, o 
Introducción: Metáforas y el cambio evolutivo 23 
bien, la acción creativa, de transformación y desarrollo, en este 
caso de imágenes -pictórico o analógico-o Por tanto, las metáfo-
ras transformadoras, la visualización creativa, o la psicopictolo-
gía, tratan o trata -puesto que son lo mismo- del estudio y 
aplicación de las imágenes mentales construidas para llevarnos 
a estados de consciencia superiores o a estados deseados.~ 
El uso que de esta atávica técnica y renovada aquí, mostrada y 
enseñada en este manual, consistes en la integración y absorción 
de imágenes mentales analógicas o metafóricas por parte del su-
jeto, que sirvan para proporcionar a la mente una guía poderosa 
y precisa hacia un fin concreto. Una vez que la persona recrea 
sus propias imágenes metafóricas, éstas actúan sin esfuerzo para 
transformar y elevar su vida, ya que se convierten en colabor,a-
dores leales y silenciosos que trabajan para él día y noche. 
La nueva y maravillosa técnica que encontrará en este libro, 
fue descubierta en la más remota antígüedad. Y se ha venido 
usando por los grandes maestros de todas las épocas en bené-
fico de miles de hombres y mujeres que usaron los principios 
de la psicopictología (o psicoanalogía, es lo mismo), aunque 
probablemente no se percataban de ello y no le daban este 
nombre. En la mayoría de los casos, la gente ha creído, que la 
calidad y belleza de las parábolas y metáforas que narraban ta-
les avatares eran producto de su ingenio o «iluminación», sin 
embargo, nada más lejos de la realidad; esas historias y narra-
ciones tenían una estructura, un conjunto de claves que ha-
dan que fuesen tan eficaces y duraderas. Como decía Sir Ar-
thur C. Clark: «Cualquier tecnología lo suficientemente 
desarrollada es inindistinguible de la magia» . 
Con la PNL, en su vertiente evolutiva, he modelado el mé-
todo para hacer que las herramientas disponibles de metáfo-
El poder de las metáforas 
ras y visualizaciones, alcancen su máxima eficacia en los pro-
cesos de evolución y excelencia humana. Pero nunca olvides, 
que en la construcción y transmisión de contenidos con las 
metáforas llegarás tan lejos como tú contigo mismo hayas lle-
gado en tu propio proceso de desarrollo personal. 
Como decía líneas antes, la psicopictología es a la vez una sa-
biduría ancestral y una técnica moderna. Utilizando las verda-
des tradicionales conocidas y aceptadas universalmente, he 
conectado éstas con los más recientes descubrimientos apor-
tados por la PNL. El resultado es un sorprendente sistema de 
gran efectividad, que he investigado, desarrollado y experi-
mentado durante muchos años. 
~e nadie piense que estoy hablando de varitas mágicas, cier-
tamente el beneficio y enriquecimiento que aporta el modelo 
psicopíctológíco, comienzan desde el primer momento en que se 
absorben las metáforas visualizadas, pero se ha de dar tiempo a 
éstas para que actúen con mayor profundidad en el sujeto. 
La utilidad está en tu mano, tómalo con interés, lee y reflexio-
na, haz de este libro tu inseparable compañero. Realiza tú, o 
propón a tus pacientes, clientes o alumnos, que efectúen las 
prácticas con disciplina y constancia, entonces, puedes estar se-
guro del despertar interior de ese «gigante» que todos lleva-
mos dentro y que anunciará una inequívoca transformación. 
Es frecuente encontrar personas que afirman su imposibili-
dad para visualizar, y que en consecuencia creen que lo pro-
puesto no surtirá efecto en ellos, sin embargo, no es así, sim-
plemente han de relajase mientras leen o escuchan, la metáfora 
penetrará de igual modo en ellos que si hubiesen conseguido 
construir la más nítida de las imágenes mentales. El secreto 
del éxito es liberarse de las tensiones y dejarse llevar suavemen-
Introducción: Metáforas y el cambio evolutivo 25 
te a través del mundo mágico de la imaginación o del ensoñar 
lúcido, hacia un estado de conciencia superior. 
Merece la pena experimentar: El que prueba sabe) el que no 
prueba no sabe. Andemos juntos este camino hacia una mara-
villosa vida nueva. 
UN POCO HISTORIA SOBRE ORIGEN 
Es innecesario insistir mucho, para que nos demos cuenta, 
que cualquier profeta o Maestro en la historia de la humani-
dad, legó sus instrucciones en forma de historias, parábolas o 
símiles. Sabían que era el medio idóneo para preservar sus en-
señanzas y que de ese modo calarían en sus discípulos y cre-
yentes en la medida que incrementaran su comprensión. Así, 
desde la más remota antigüedad, han llegado hasta nuestros 
días narraciones contadas por aquellos «heraldos», que influ-
yeron en la cultura y en el desarrollo de pueblos y continentes 
enteros. Mitos, leyendas, fábulas, epopeyas, todo un sin fin de 
narraciones alegóricas pueblan la historia y los orígenes de las 
civilizaciones, sin los cuales no serían nada. Su recuerdo da ca-
rácter y raíz a las naciones. Individualmente nos facilita térmi-
nos de referencia, creencias y modos de conducta, que mode-
laran el carácter y la forma de ser. Basta con mirar las 
narraciones bíblicas, coránicas, talmúdicas, védicas, o los mi-
tos griegos, sumerios, mayas, incas, etc., para percatarnos de 
cómo han calado en la civilización actual, y cómo han deter-
minado el carácter de razas, continentes, naciones y pueblos. 
Recientemente, con la caída en picado de los valores enno-
blecen la naturaleza humana, se ha intentado desmitificarla 
El poder de las metáforas 
importancia de las leyendas y mitos, y así como dice el autor 
del libro Mitos y Raíces Universales: 
< <Desde tiempos lejanos existió el afán por definir al mito, 
a la leyenda y a la fábula; por separar el cuento y el relato poco 
probable de la descripción veraz. Se ha realizado un gran tra-
bajo para demostrar que los mitos son el ropaje simbólico de 
verdades fundamentales, o bien transposiciones de fuerzas 
cósmicas a seres con intención. Se ha dicho que se trata de 
transformismos en los que personajes vagamente históricos se 
elevan a la categoría de héroes o dioses. Se ha teorizado para 
mostrar las realidades objetivas que subyacen en la deforma-
ción de la razón. Se ha investigado para descubrir en esas pro-
yecciones el conflicto psicológico profundo. Y así, esa enorme 
tarea ha resultado útil porque nos ha ayudado a comprender, 
casi en laboratorio, cómo los mitos nuevos luchan con los an-
tiguos para ganar su espacio. Aún en las teorías científicas po-
demos observar que cuando se despegan del ámbito que les es 
propio y echan a volar sin demostración, es porque ya se han 
instalado como creencia social y han cobrado la fuerza plásti-
ca de la imagen tan importante como referencia y tan decisiva 
para orientar conductas. Y en esa nueva imagen que irrumpe 
podemos ver los avatares de antiguos mitos remozados por la 
modificación del paisaje social al que se debe dar respuesta 
por exigencia de los tiempos. 
< <El sistema de tensiones vitales al que está.sometido un 
pueblo se traduce como imagen pero eso no basta para expli-
carlo todo a menos que se pienseen burdos términos de reto y 
respuesta. Es necesario comprender que en toda cultura, gru-
po e individuo, existe una memoria, una acumulación históri-
ca sobre la cual se interpreta el mundo en que se vive. Esa in-
Introáucción: Metáforas y el cambio evolutivo 27 
terpretación es lo que configura, para nosotros, el paisaje que 
percibiéndose como externo está teñido por las tensiones vita-
les que ocurren en ese momento histórico o que han ocurrido 
hace mucho tiempo y que, residualmente, forman parte del es-
quema interpretativo de la realidad presente. Cuando descu-
brimos las tensiones históricas básicas en un pueblo dado nos 
acercamos a la comprensión de sus ideales, aprensiones yespe-
ranzas que no están en su horizonte como frías ideas sino co-
mo imágenes dinámicas que empujan conductas en una u otra 
dirección. Y, desde luego, determinadas ideas serán aceptadas 
con mayor facilidad que otras en la medida en que se relacio-
nen más estrechamente con el paisaje en cuestión. Esas ideas 
serán experimentadas con todo el sabor de compromiso y ve,r-
dad que tienen el amor y el odio, porque su registro interno es 
indudable para quien lo padece aun cuando no esté objetivac 
mente justificado. Ejemplificando. Los temores de algunos 
pueblos se han traducido en imágenes de un futuro mítico en 
el que todo se derrumbará. Caerán los dioses, los cielos, el ar-
coíris y las construcciones; el aire se hará irrespirable y las 
aguas ponzoñosas; el gran árbol del mundo, responsable del 
equilibrio universal morirá y con dIos animales y los seres hu-
manos. En momentos críticos, esos pueblos han traducido sus 
tensiones por medio de inquietantes imágenes de contamina-
ción y deterioro. Pero eso mismo los ha impulsado en sus me-
jores momentos a «construir» con solidez en numerosos 
campos. Otros pueblos se han formado en el penoso registro 
de la exclusión y del abandono de paraísos perdidos, pero ello 
también los ha empujado a mejorar y a conocer incansable-
mente para llegar al centro del saber. Algunos pueblos pare-
cen marcados por la culpa de haber matado a sus dioses y otros 
El poder de las metáforas 
se sienten afectados por una visión polifacética y cambiante, 
pero ello ha llevado a unos a redimirse por la acción y a otros a 
la búsqueda reflexiva de una verdad permanente y trascenden-
te. Con esto no queremos transmitir estereotipias porque es-
tas fragmentarias observaciones no explican la extraordinaria 
riqueza del comportamiento humano. ~eremos más bien 
ampliar la visión que habitualmente se tiene de los mitos y de 
la función psicosocial con que cumplen. 
Hoy están desapareciendo las culturas separadas y, por tan-
to, sus patrimonios míticos. Se advierten modificaciones pro-
fundas en los miembros de todas las comunidades mientras 
reciben el impacto no solamente de la información y la tecno-
logía, sino también de usos, costumbres, valoraciones, imáge-
nes y conductas sin importar mucho el punto de procedencia. 
A ese traslado no podrán sustraerse las angustias, las esperan-
zas y las propuestas de solución que tomando expresión en 
teorías o formulaciones más o menos científicas, llevan en su 
seno mitos antiguos y desconocidos para el ciudadano del 
mundo actual. 
Indudablemente, no existe vehículo de transmisión más efi-
caz y duradero que del que estamos hablando. Su vigencia sigue 
latente, y su utilidad es manifiesta. A cualquiera de nosotros le 
resulta más sencillo recordar un cuento de los que le narraban 
en su infancia, que algo de lo aprendido por otro medio en el 
parvulario. Y por supuesto, a todos nosotros, habiendo mante-
nido tantísimos años en nuestro recuerdo esas historias, ¿acaso 
crees que no nos han afectado de algún modo? 
Sin duda, uno de los modelos más sugestivos utilizados a lo 
largo de la historia como herramienta de cambio es el de las me-
táforas. Con ella no sólo estamos facilitando alternativas para la 
Introducción: Metáforas y el cambio evolutivo 29 
solución o modificación de estados, sino también, permiten que 
nos sumerjamos en un mundo de magia y belleza que nos abre 
las puertas de un universo fantástico e imaginativo. 
Los cuentos son tan antiguos como el hombre, aparecieron 
al mismo tiempo que los mitos. Hace miles de años, cuando 
los seres humanos comenzaron a otorgar cualidades antropo-
morfas a objetos y fenómenos de la naturaleza, circularon his-
torias sobre entes extraordinarios: dioses, magos, héroes, ge-
nios, monstruos y demonios. Los cuentos más antiguos que se 
conocen en el ámbito literario, con más de tres mil años de 
antigüedad, son los sumerios, cuya temática gira en torno a la 
magia, las aventuras y los viajes. 
El desarrollo de los viajes, tanto por tierra como por mar, se 
convirtió en una fuente inagotable de relatos con descripcio-
nes «en clave» para transmitir a su gremio instrucciones de la 
ruta. Así se empleaban cuentos en los que se describían litora-
les para orientación de navegantes con hitos camuRados bajo 
la apariencia de monstruos marinos, que bien podrían ser en-
claves peligrosos, canales o estrechos de dificultosa travesía, 
dioses y cíclopes equiparables a frecuentes condiciones atmos-
féricas adversas o volcanes próximos a las costas. Ejemplos de 
todo ello los tenemos en los relatos de Simbad el Marino, es-
crito por los hindúes relativos a la navegación por de las islas 
del Océano Indico; los viajes de San Brandán y las leyendas 
místicas célticas en busca del paraíso terrestre; y una larga lista 
cuya enumeración ocuparía demasiadas páginas. 
Casi simultáneamente se desarrollaron los cuentos de carác-
ter filosófico y ético, entre los que se encuentran historias, pa-
rábolas, apólogos, moralejas y fábulas, muy abundantes los re-
latos orientales. En el siglo IV a. c., apa~ece en la India una 
El poder de las metáforas 
colección de relatos, llamada Panchatantra, una colección de 
cuentos y fábulas para dar a los príncipes los conocimientos 
básicos sobre la vida, el buen hacer en política yen el mundo, 
éticaconductual. Sin embargo, en occidente a quienes se les 
ha dado mayor importancia y prestigio fueron Homero, a par-
tir de él, Hesíodo, Píndaro y Partenio de Nicea, sin olvidar al 
fabulista griego Esopo y al romano Apuleyo. 
Las peregrinaciones y cruzadas de la Edad Media, así como 
los grandes viajes de mercaderes y trovadores, sirvieron para 
llevar y traer cuentos desde los lugares más remotos. Los te-
mas religiosos, morales, amorosos, místicos y fantásticos, pa-
saban de boca en boca, yendo a parar, a veces, a los oídos de 
alguna persona que decidía escribirlos occidentalizando crea-
ciones persas, afganas o tur-cas. Tal es el caso de Los cuentos 
de Canterbury de Chaucer, o de Boccaccio con el Decame-
rón, y más tarde Dante y La divina comedia, entre otros3• 
Es importante señalar llegado a este punto, que incuestiona-
blemente existen diferentes niveles de cuentos, historias y me-
táforas, no todos los relatos son del mismo tipo, ni cumplen la 
misma función, ni llegan a los mismos niveles de profundidad 
en el ser. Los hay para entretenimiento, sin mayor pretensión 
que divertir y distraer al lector u oyente durante un rato. Los 
~ 
3 Como dice Robert Graves en la Introducción a la edición española de 
Cuentos de los derviches de Idries Shah: El sufismo ejerció una gran in-
fluencia en la literatura céltica medieval, una de las raíces de la poesía ingle-
sa. y Chaucer, a través de su preceptor J ohn of Gaunt, recibió la influencia 
directa de los poetas persas sufís, Rumi y Attar; fue de Attar de quien tomó 
la idea de su «Cuento del Perdonador». El modo Sufí de pensar nunca 
estuvo circunscrito a los musulmanes. Han existido muchos sufís famosos, 
cristianos y judíos, entre ellos el clérigo Roger Bacon, el más grande filóso-
fo, fí~ico y químico del medievo inglés (1214-1294). 
Introducción: Metáforas)' el cambio evolutivo 31 
hay moralizantes, cuyo fines la transmisión de algún consejo, 
máxima o exhortación de principios. Los hay terapéuticos y 
de cambio, que facilitan reencuadres y alternativas de pensa-
miento; Y por último, se encuentran los cuentos, historial y 
materiales superiores de enseñanza que cumplen diferentes 
funciones y en diferentes niveles. 
Aquí solamente trataremos de las metáforas y cuentos desti-
nados a producir cambios tanto a nivel generativo como evo-
lutivo, los destinados al pasatiempo o solaz se los dejo a los es-
critores, los morales a los preceptores religiosos o sociales, y 
los de enseñanza espiritual son exclusivos de los Maestros. 
Así pues, este libro está diseñado para facilitarte un conjun-
to de herramientas técnicas con las que puedas construir efi-
cazmente cuentos, metáforas e historias que ayuden a otros 
-o a ti mismo-o La aportación que con este modelo conse-
guirás, es la de facilitar la generación de nuevas estrategias 
mentales y en consecuencia nuevas opciones de conducta que 
resuelvan el problema, la crisis o el comportamiento ineficien-
te que se desee modificar. Todo ello se abordará desde la pers-
pectiva metodológica de la Programación Neurolingüística 
-PNL-, que es un modelo epistemológico de probada 
eficacia. 
Uno de los preceptos de la PNL, que desde mis primeras an-
daduras -va ya para tres decenios- en esta revolucionaria me-
todología más me llamó la atención fue el de la «elegancia». 
Este principio recomienda la optimización de los recursos dis-
ponibles: máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. Con 
los cuentos y metáforas, no solamente se respeta la normativa, 
sino que estoy plenamente convencido de que se supera con 
creces. Las historias, como verás a lo largo del libro, cumplen 
El poder de las metáforas 
sobradamente con la instrucción, ya que van mucho más lejos 
en el desempeño de tales funciones. Cuando domines el mé-
todo, te darás cuenta que es posible trabajar en diferentes ni-
veles de comunicación simultáneamente, transmitiendo diver-
sos contenidos lectivos, «adoctrinantes» o terapéuticos. 
Tal vez alguien se haya preguntado a estas alturas qué tiene que 
ver la PNL con las metáforas. La respuesta cae por su propio pe-
so, no es de extrañar que manejemos y enseñemos el uso de estas 
historias, puesto que uno de los primeros sujetos que sirvieron de 
ejemplo en sus investigaciones a los pioneros Grinder y Bandler 
en sus albores como desarrolladores de la metodología, fue el in-
signe doctor Milton H. Erickson. Este genio de la psicoterapia 
era un mago en el manejo de las metáforas y anécdotas. Para to-
dos los casos, y para todos los pacientes, fuese cual fuese su profe-
sión a estrato social, tenía una anécdota o una historia dispuesta 
como anillo al dedo. De él hemos bebido todos los que practica-
mos esta técnica, y todo aquel que quiera perfeccionar su uso, de-
berá familiarizarse con las fórmulas que empleaba. 
Pero no es esa la única fuente con la que tratamos, otro ma-
nantial de inconmensurable valor para aprender de las metá-
foras y narraciones, son las tradiciones de oriente. Desde siem-
pre, la filosofía práctica de oriente nos ha ofrecido su legado 
en forma de cuentos y leyendas. Muchos de estos ejemplos de 
literatura lectiva siguen vivos en el acervo popular que los 
transmite de generación en generación para beneficio de 
quien lo oye y lo narra. Sin embargo, dada su naturaleza tras-
cendente -en los casos auténticos-, difícilmente ~ncontrarás 
un tratado que organice y sistematice tales enseñanzas. 
Cuando un terapeuta, un profesor, un padre o un instructor, 
decide utilizar un cuento o una metáfora para instruir a su pa-
Introducción: Metáforas y el cambio evolutivo 33 
ciente, alumno, hijo o pupilo, está llevando a cabo una labor de 
múltiples efectos. Por un lado facilita un re encuadre, un nuevo 
marco para que el sujeto afronte de manera creativa su problema. 
Por otro frente está desplegando su propia capacidad inventiva, 
además, deja una huella «literaria» -de mayor o menor calidad, 
eso importa poco-, también crea interés por este tipo de transmi-
sión, y por último, siembra una semilla que se irá desarrollando a 
medida que su oyente encuentre sentidos ocultos en el mensaje. 
No hay lugar a duda, de que lo que un hombre ha hecho) lo pu-
de hacer cualquier otro, ajustándose a sus capacidades y posibili-
dades. Por ello, en este libro tienes desmenuzada las técnicas 
que se han venido manejando, desde que el hambre aprendió a 
expresarse para divulgar, efectuar cambios, convencer, motivar, 
aleccionar, educar, facilitar alternativas, y transmitir valores. Si 
otros lo hicieron, tú también puedes, sólo depende de ti. 
Por mi parte, no pretendo emularme ni al doctor Erickson, 
ni mucho menos a los Maestros de oriente. El aporte que pre-
tendo dar con este trabajo se limita a exponer el modelo que 
en PNL utilizamos para comunicar eficaz y profundamente 
con metáforas. El uso y la pericia que cada uno de vosotros al-
cance con esta herramienta estarán en función de su intención 
y de la habilidad que adquiera con la experiencia. Y sobre to-
do, si realmente deseas ser ducho en esta técnica-arte, no olvi-
des nunca la historia de Nasrudín4 y el erudito. 
-----4 Nasrudín es un personaje muy famoso de cuentos orientales. Tiene tal cantidad 
de historias, que muchos de los cuentos y chistes que circulan en la mayoría de los 
países tienen su raíz en sus anécdotas. Este sabio-loca-excéntrico, tiene como princi-
pal función actuar unas veces como majadero otras como maestro, ridiculizando la 
mayoría de las estúpidas creencias y comportamientos del hombre. Una magnífica 
selección de sus historias la tienes en la colección Orientália de la Editorial Paidos 
El poder de las metáforas 
En cierta ocasión, Nasrudín trabajaba de barquero ganán-
dose la vida transportando gente de una orilla a otra ddla-
go Van. Un día se le aproximó un teórico y erudito gramá-
tico que solicitó los servicios del marinero. Apenas 
hubieron zarpado Nasrudín inició una conversación il1-
trascendente usando su vulgar lenguaje. 
- ¿Usted no ha estudiado gramática? -preguntó el 
erudito. 
- No -contestó en barquero. 
- Pues ha perdido media vida -dictó el gramático. 
El viaje continuó, en tanto una profunda borrasca se ceñía 
sobre el lago. Al poco un viento huracanado comenzó a 
agitar con tal fuerza la superficie de las aguas que el barco 
comenzó a zozobrar. 
- ¿Sabe usted nadar? -preguntó Nasrudín al teórico. 
- No -respondió el hombre. 
- Pues ha perdido usted toda la vida, nos es-tamos hun-
diendo -le sentenció Nasrudín. 
CLARIFICANDO CONCEPTOS 
Los mitos son pistas de las potencialidades espirituales de la vida 
humana) de lo que somos capaces de experírnentar en nuestro 
interior. 
]OSEPH CAMPBELL 
s de suma importancia clarificar ciertos conceptos 
que usaré en el texto, y que literariamente corres-
ponden a otras acepciones. Para nuestros fines, que 
son los de enseñar a construir narraciones más o menos largas 
en las que subliminalmente se transmitan nuevas opciones pa-
ra afrontar determinadas situaciones de la vida, los términos: 
cuento, metáfora, parábola, anécdota, etc., tendrán un carác-
ter similar, aunque literariamente cada una de estas palabras 
corresponda a una figura de dicción diferente. 
Sin embargo, antes de seguir, me gustaría hacer referencia a 
esos trucos retóricos que la literatura clasifica como tropos y 
figuras de dicción, aunque tan sólo me ceñiré al primero de 
ellos: los tropos, con el fin de conocer el valor que la lengua 
escrita le adjudicas a estas formas de expresión. 
Definiremos tropo como el cambio del significado propio de 
una palabra o de una frase por otro significado relacionado o 
El poder de las metáforas 
derivado del primero, y que mejora o clarifica la expresión. Di-
cho de otra forma, el tropo es el empleo de las palabras en sen-
tido distinto del propio, pero que tiene con éstealguna co-
nexión, correspondencia o semejanza. 
Los tropos se clasifican en: 
11 tropos de dicción 
fII tropos de sentencia 
Los primeros están basados en la asociación de ideas por re-
lación, semejanza, coexistencia o sucesión. 
Los tropos de dicción se clasifican en: 
• Metáfora: Expresiones -palabras o frases- que acicalan la 
narración y ayuda a ilustrar algunos aspectos de forma ágil 
y acertada. Ejemplos: «Bebí de la miel de sus labios». «La 
miré atravesando la oscura noche de sus pupilas». 
@ Nletáfora lexicalizada, se dice cuando ésta se generaliza co-
mo expresión popular, perdiendo su valor estético. 
11 Concepto es la metáfora que establece una semejanza entre 
cosas muy diferentes. 
fII Sinécdoque: Cuando se expresa un concepto con el nombre 
de otra que tenga con el primero una relación de coexisten-
cia. Ejemplos: «María tiene ángel». Se usa ángel, en lugar de 
dulzura, simpatía y gracia. «Rubén es un Sansón». Usamos 
Sansón en lugar de tiene mucha fuerza. «La honradez digni-
fica al hombre». Uso de honradez por honrado. 
41 Metonimia: Cuando utilizamos una palabra para expresar 
otra que tiene relación directa por sucesión o dependencia. 
Como decir: «He estado en el cine». En vez de: «He esta-
do viendo una película». 
Los tropos de sentencia cambian el significado de una frase 
o de una disposición. 
Clarificando conceptos 
Hay tres tipos de tropos de sentencia: 
11 por semejanza 
11 por oposición 
11 por reflexión 
Tropos de sentencia por semejanza: 
37 
11 Alegoría: Expresan un pensamiento o varias ideas, con tér-
minos que no le son propios, sino con otros semejantes. Li~ 
terariamente hablando se trata de una metáfora larga. Las 
alegorías usan imágenes o símbolos populares o muy cono-
cidos. Ejemplo: «La blanca paloma se encuentra herida de 
muerte en los territorios de la media luna». 
iII Parábola: Se trata de una metáfora larga o alegoría redacta-
da con una intención moralizante. Ejemplos de este tropo 
los podemos encontrar en el Nuevo Testamento: Parábola 
del sembrador, de la cizaña, del grano de mostaza, de la le-
vadura, etc.; en las enseñanzas de Buda, y otras narraciones 
de Oriente. 
iII Símbolo: Cuando se establece una relación entre dos ele-
mentos, uno sensorial y el otro imaginativo o abstracto, de 
forma que el primero revela la naturaleza del segundo. No 
se trata de una clarificación total, sino tan sólo una sugeren-
cia. Ejemplos de símbolos comunes tenemos: La paloma 
blanca: Paz; La Cruz: El cristianismo; La balanza: La 
Justicia. 
11 Prosopopeya: Cuando se atribuyen cualidades humanas a se-
res inanimados o abstractos. Ejemplo: «El pájaro habló pa-
ra anunciar el nuevo día». 
El poder de las metáforas 
Tropos de sentencia oposición: 
011 Preterición: Es aquel texto que pretende omitir lo que se expre-
sa, Ejemplo: «No voy a hablar de nada que no esté hablado». 
011 Permisión: Forma de hablar en la que se le otorga a otro la 
autorización para realizar algo que a uno le molesta Ejem-
plo: «Puedes golpearme, mancillarme, vejarme si te place, 
mis ideas son mías y nadie me las quita». 
CI Ironía: Cuando el hablante o escribiente manifiesta algo 
burlesco de forma seria. Ejemplos: «Existe una forma de 
comunicar ampulosa, llena de términos incomprensibles, 
de palabras largas y rebuscadas. Algunos de los conferen-
ciantes que llenan las salas son proclives a este modo de dic-
ción, aunque el oyente no comprenda nada de su mensaje, y 
al final aplauda» . 
Cuando una ironía va dirigida directamente contra alguien 
que no está presente o que no puede defenderse, se le llama 
sarcasmo. Si la ironía se limita a una sola palabra: mujer for-
zuda, se llama antífrasis. 
011 Oxímoron: Es tropo se manifiesta en aquellas frases que 
construimos uniendo dos palabras o ideas opuestas para lo-
grar un cierto impacto. Ejemplo: «Nunca fui comunista ni 
volveré a serlo» . 
Tropos de sentencia por reflexión: 
• Hipérbole: Frases que exageran la realidad. Ejemplo: «Luis 
no es bueno, es un santo» . 
• Lítote: Uso de términos negativos para debilitar un pensa-
miento o de una afirmación. Ejemplo: «Este dibujo no me ha 
Clarificando conceptos 39 
salido del todo mal». Cuando el lítote expresa con palabras 
suavizadas para no utilizar otras que el hablante considera tabú 
o poco decente, se denomina eufemismo. Ejemplos muy co-
munes tenemos: «María ha dado a luz, en lugar de: Maríaha 
parido». «Carlos bebe demasiado, en vez de: Carlos es un bo-
rracho». «Voy a hacer pis, en vez de: Vaya orinar». 
G Alusión: Existe en el texto que hace referencia a alguna per-
sona o cosa que no se nombra, pero que se desvela a partir 
de las explicaciones o referencias que se vierten. Ejemplo: 
«Siempre ha estado a mi lado, mantiene la casa y la ropa .. 
limpia, sabe que platos son de mi agrado, cuida de nuestra 
descendencia, vela por todas nosotros en la enfermedad, y 
pocas veces falta la sonrisa de su rostro» . 
G Reticencia: Tropo que surge cuando interrumpimos la cons-
trucción de una frase, omitiendo algunas palabras que pue-
da deducir el lector. Ejemplo: «Inmensidad, azul, negro, 
salpicón de estrellas, así es ... su límite el infinito». 
el Asociación: Figura que surge cuando alguien le atribuye sus 
propios méritos a otro, y se imputa las faltas cometidas por 
los demás. Ejemplo: «Mi bien hacer no es merito propio 
sino de aquellos que me educaron». «Los errores de mis 
hijos no son sino las deficiencias que yo cometí en su 
instrucción» . 
41 Paradoja: Aquellas frases que están construidas con dos 
ideas en apariencia contradictorias, pero que en la frase, se 
complementan y aclaran. Ejemplo: «Matando, muerte en 
vida la has troncado». 
Pues bien, hasta aquÍ la información literaria referente a las 
diferentes figuras de dicción que se utilizan en la narrativa. 
Los tropos de dicción citados los usaremos (si es que se tiene 
la habilidad y conocimiento literario suficiente) cuando ven-
El poder de las metáforas 
gan al caso, aunque para nuestros fines no son de gran utili-
dad, Nosotros usaremos otras definiciones especificas de la 
terminología neurolingüística (más adelante'hablaremos de 
ello). Ahora clarificaremos ciertos términos de referencia con 
el fin de unificar los conceptos. 
DEFINICIÓN 
La metáfora (del griego metá o metastas «más allá, después 
de»; y phorein, «pasar, llevar») consiste en el uso de una ex-
presión con un significado distinto o en un contexto diferente 
del habitual. 
En PNL (y éste es el uso que vamos a hacer del término) 
consideramos metáfora lectiva, educativa o terapéutica, a cual-
quier relato, cuento, o narración, ya sea éste una historia real o 
fabulada. 
En consecuencia, para nosotros, el término metáfora es mu-
cho más amplio que el que se asigna literariamente, teniendo 
más proximidad con los tropos de sentencia por semejanza, 
que con los de dicción. 
Por tanto, cabe distinguir dentro del amplio concepto de 
metáfora diferentes formas en función del contenido y uso al 
que se destinan, diferentes de claro está, de la forma que adop-
tan, sobre la que trataremos más adelante como ya he 
indicado. 
Distinguimos las siguientes variantes: 
Mitos: Un mito (ddgriegoyveo~, mythos, «cuento») es un 
relato de hechos maravillosos protagonizado por personajes 
sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordina-
Clarificando conceptos 41 
rios (héroes). Los mitos forman parte del sistema religioso de 
una cultura, la cual los considera historias verdaderas. Su fun-
ción es otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales 
de la comunidad. 
Para Joseph Campbell, los mitos son pistas de las potencia-
lidades espirituales de la vida humana, de lo que somos capa-
ces de experimentar en nuestro interior. 
Según Mircea Eliade, se trata de narraciones de carácter sagra-
do que describen peripecias de héroes o dioses acaecidas en tiem-
po primigenio, en e! que e! mundo no tenía aún su forma actual. 
Según la visión de Lévi-Strauss, todo mitoposee tres 
particularidades: 
l. Aborda temas de naturaleza existencial: La creación, e! na-
cimiento, la muerte, e! sentido de la vida, etc .. 
2. En su trama intervienen los opuestos irreconciliables o 
complementarios: vida-muerte, creación-destrucción, dio-
ses-hombres, bondad-maldad, etc. 
3. Conduce a la reconciliación de esos polos a fin de alcanzar 
e! conocimiento de sí mismo y la armonía de! ser. 
Los mitos han sido y son una de las mejores vías para e! au-
todescubrimiento, para emprender ese viaje interior que nos 
conduzca a la Ítaca añorada. Al penetrar en los mitos e! sujeto 
se sumerge buscando experimentar lo mismo que e! héroe y 
así abrirse a lo trascendente, a lo que le da vida al mundo y al 
mismo tiempo su propio sentido dentro de él. 
El mito, en palabras de Campbell sirve espacialmente para 
la instrucción espiritual, según él, «hay dos tipos de mitos e! 
llamado desÍ, que significa «provincial», es decir, que tiene 
que ver con la sociedad en la que vives. Algo destinado a la ju-
ventud. Gracias a él, e! joven se integra en la sociedad y apren-
El poder de las metáforas 
de a salir a matar monstruos. Pero también está la idea ele-
mental. Su nombre en sánscrito es marga, que significa 
«sendero». Es una huella que te lleva a ti mismo. El mito pro-
cede de la imaginación, y lleva de vuelta a ella. La sociedad te 
enseña que son los mitos, y después te libera, de modo que tn 
tus meditaciones puedas seguir el camino interior.» 
Leyendas: 
Son narraciones orales o escritas, con pretensión de verda-
deras o basadas en la realidad, o vinculadas en cualquier caso a 
hechos reales. Estas historias llegan a nuestros días transmiti-
da habitualmente de generación en generación, casi siempre 
de forma oral, aunque muchas de ellas también escritas en 
tiempos remotos. 
Leyenda viene del latín legenda, «lo que debe ser recitado», 
y es en origen una narración puesta por escrito para ser leída 
en voz alta y en público, bien dentro de los monasterios, du-
rante las comidas en el refectorio, o dentro de las iglesias, para 
edificación de los fieles cuando se celebra la festividad de un 
santo. En las leyendas la precisión histórica pasa a un segundo 
plano en beneficio de la intención moral o espiritual. 
Las leyendas contienen casi siempre un núcleo básicamente 
histórico, ampliado en mayor o menor grado con episodios 
imaginativos, que enriquecen el aspecto literario y moralizan-
te al que están destinadas. 
En literatura, una leyenda es una narración ficticia, casi 
siempre de origen oral, que ~ace apelación a lo maravilloso. 
Una leyenda, a diferencia de un cuento, está ligada siempre a 
un elemento preciso (lugar, objeto, personaje histórico etcéte-
ClarUicando conceptos 43 
ra) y se centra menos en ella misma que en la integración de 
este elemento en el mundo cotidiano o la historia de la comu-
nidad a la cual pertenece. Contrariamente al cuento, que se si-
túa dentro de un tiempo ( «Erase una vez .. :» ) y un lugar (por 
ejemplo, en el castillo de irás y no volverás) convenidos e ima-
ginarios, la leyenda se desarrolla habitualmente en un lugar y 
un tiempo precisos y reales. Comparte con el mito la tarea de 
dar fundamento y explicación a una determinada cultura, y 
presenta a menudo criaturas cuya existencia no ha podido ser 
probada (la leyenda de las sirenas, por ejemplo). Durante el 
Romanticismo la leyenda se escribía por autores conocidos en 
prosa o verso en diversas colecciones; sus autores más celebra-
dos fueron en ese siglo Ángel de Saavedra, José Zorrilla, Gus-
tavo Adolfo Bécquer y José Joaquín de Mora 
OBJETIVO 
La metáfora va a estar diseñada y redactada o contada con la 
intención de transmitir un nuevo punto de vista, procurando 
que el oyente se implique en el contenido estableciendo una 
relación consultiva y una búsqueda transderivacional que le 
facilite instrucción, enseñanza o cambio. Todo ello diluido en 
el texto para que penetre subliminalmente en el oyente, y en 
consecuencia, no puede ser manipulada ni bloqueada 
racionalmente. 
LAs METÁFORAS COMO DE 
Un estudial1te impaciente se acercó a un maestro y le preguntó: 
- ¿Cuándo llegará el momento en que seré capaz de extraer el 
significado y hacer uso del contenido de las historias con verdade-
ra ifectividad? 
El sabio dio un gran suspiro y respondió: 
- En el momento exacto en que ce5e5 de preguntarte cuándo 
alcanzará5 e5e punto, y ponga5 algo en tu e5tudio, en lugar de 
intentar constantemente 5acar algo. 
T al vez éste pueda parecer un texto más de los mu-chos escritos hasta ahora sobre cuentos, y que inundan los estantes de las librerías. Sin embargo, 
muy lejos está de ellos. Ciertamente, no se trata de un com-
pendio de narraciones ni anécdotas destinados a entretener o 
instruir. Estás ante un manual de trabajo que te enseñará el 
uso de las metáforas y cuentos para producir cambios en los 
oyentes o lectores. 
Ya lo hemos hablado, pero sería bueno recordar, que la ma-
teria de estudio de este libro es una de las prácticas más anti-
guas utilizadas por el hombre. Bastaría remontarnos en la his-
! 
El poder de las metáforas 
toria a los albores de la humanidad, para encontrar huellas de 
que las primeras expresiones escritas fueron los cuentos y las 
metáforas. Los pueblos primitivos transmitían sus conoci-
mientos y tradiciones -y aún hoy lo siguen haciendo- por 
vía oral usando como vehículo las historias y leyendas. 
Los mitos, que no deja de ser una forma de metáfora como 
hemos visto, han sido siempre el mecanismo dispuesto para la 
enseñanza, la culturización, o también para el cambio de ideas 
o creencias, de ello ya hemos hablado también. Sólo tenemos 
que volver la vista atrás para descubrir que la mitología ances-
tral no es más que un compendio de relatos metafóricos desti-
nados a proveer información y modelos de experimentación 
que permitan al neófito acceder a una realidad que se encuen-
tra más allá de la capacidad de comprensión lógica consciente. 
Con la divulgación de este tipo de alegorías, lo que se preten-
día -y aun es así-, era evitar que el consciente filtrara el men-
saje, permitiendo de ese modo que el sujeto entrara en la expe-
riencia de lo trascendente. Así, los temas aleccionadores 
accedían a ese estadio generador de vida y desarrollo humano, 
facilitando claves de acción que quedaban registradas en el 
subconsciente, y que afloraran una vez que el sujeto se encuen-
tre en disposición para ello. 
Claro está, que una de las funciones de esta técnica comuni-
cativa es la de conseguir «burlar» al hemisferio izquierdo do-
minante, de modo que los contenidos a traspasar, debidamen-
te organizados, penetren sin interferencias en las estructuras 
profundas de la persona, y puedan producir cambios en aque-
lla parte que produce los cambios, o aportar conocimiento en 
aquella parte que conoce. O lo que es lo mismo, eliminar la 
racionalización, selección y manipulación consecuencia del 
Metáforas como vía de transmisión 47 
excesivo dominio del hemisferio izquierdo producto del con-
dicionamiento social y cultural al que está subyugado. 
Pues bien, de lo que trataremos es de cómo puedes usar este 
instrumento (las metáforas y cuentos), para alcanzar un ópti-
mo grado de eficacia en la comunicación interpersonal-ya sea 
terapéutica, lectiva, motivadora-, y también en la interna, tal 
y como se viene manejando con tanto éxito desde las épocas 
pre-cristianas. Creo, que éste es el primer breviario que orga-
niza, sistematiza, incrementa y presenta un modelo práctico 
para utilizar las metáforas, los cuentos y las visualizaciones pa-
ra tu propio desarrollo y enriquecimiento personal o para el 
de otros. El contenido puede ser aplicado en la enseñanza, 
educación, terapia, como transmisión de valores, o incluso co-
mo herramienta para comunicar más allá de los filtros cons·· 
cientes. Pero sobre todo en él, quiero aportar el conocimiento 
práctico,a partir de mi propia experiencia profesional, envuel-
to en agradable lectura de relatos, anécdotas e historias ins-
tructivas que podrás captar con tu vista, tu oído y tu tacto, y 
lo más importante, si así lo quieres, aprender a sacar partido 
de esta maravillosa técnica. 
El material aquí vertido, como ya he dicho, está destinado a 
toda clase de comunicadores: profesores, padres, psicotera-
peutas, entrenadores, educadores, consejeros, asesores, tam-
bién para médicos, psicólogos, psiquiatras, e incluso sanado-
res, hipólogos y toda clase de profesionales de la salud, terapia, 
formación y comunicación. En resumen, esta metodología 
modelada por la PNL es útil y provechosa para todo aquel que 
tenga como función la transmisión, la mejora o el cambio, ya 
sea de valores, creencias, capacidades o conductas de otros. 
¿ Conoces el cuento de Las Arenas? 
El poder de las metáforas 
Es uno de esos que hacen trabajar los niveles más profundos 
del ser. Este relato, uno de mis preferidos, está presente en va-
rios de mis libros, pero siempre es bueno volverlo a leer. 
Había una vez, un pequeño río de montaña, que conteato 
y saltarín recorría su curso desde las cumbres de lejanas 
montañas, recibiendo el agua de manantiales y otros pe-
queños afluentes. Después de sortear toda clase obstáculos 
y trazados, llegó hasta las arenas de un vasto desierto. Del 
mismo modo que había salvado los trazados y barreras, el 
río trató de atravesar esta otra, pero por más esfuerzo yem-
peño que ponía, se dio cuenta que el agua desaparecía en 
las arenas tan pronto como entraba en éstas. 
Él estaba completamente seguro de que su destino era atra-
vesar este desierto, sin embargo, por más que lo intentaba 
lo único que conseguía era estancarse más. De pronto una 
sorprendente voz, que provenía del desierto mismo, de 
sugirió: 
- Del mismo modo que el Viento cruza el desierto, así 
puedes hacerlo tú. 
El río respondió que él no podía volar como el viento, y 
que si el viento podía cruzar el desierto era precisamente 
porque podía volar. 
La voz le volvió a hablar: 
- Forzándote y arrojándote con vehemencia sobre las are-
nas como lo estás haciendo, nunca conseguirás atravesar. 
Desaparecerás, o te convertirás en un putrefacto pantano. 
Deja que el viento te conduzca hasta tu destino. 
- ¿Pero cómo lo puedo hacer? -repuso el río. 
-«Permitiendo que el viento te absorba-añadió la voz. 
Metáforas como vía de transmisión 49 
Esa idea no era aceptable por el río. Él nunca se había deja-
do absorber. No quería perder lo que creía que era su iden-
tidad e individualidad. Porque, ¿ una vez abandonada mi 
identidad, cómo podré de nuevo recuperarla? 
- El viento cumple esa función, eleva y transporta el agua 
sobre el desierto para volverla a dejar caer después. -Re-
puso la voz. 
- ¿ Cómo puedo saber que eso es cierto? -inquirió el río. 
- Si no aceptas este hecho, tu única salida es convertirte 
en un putrefacto pantano, y un pantano, no es precisamen-
te un río. 
- ¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora 
soy?, -preguntó nuevamente. 
- Tú no puedes en ningún caso permanecer siendo lo 
que ahora eres. Tu parte Esencial debe ser transformada y 
formar un nuevo río. Tú crees que eres lo que eres, por-
que no sabes realmente qué parte de ti mismo es la 
esencial. 
Cuando el río escuchó esto, ciertos recuerdos muy ocultos, 
comenzaron a resonar en su mente. Vagamente, recordó 
un estado en el cual él, o algo en él, había sido alguna otra 
vez transportado por el viento. Recordó, o creyó recordar, 
que eso era lo que debía de hacer, que no había otra op-
ción, por extraña o irreal que le pareciera. 
Entonces el río se abandonó, y en ese mismo instante, ca-
lentado por los rayos del Sol, elevó sus vapores dejándose 
acoger en los brazos del viento, que gentil y suavemente, lo 
levantó transportándolo lejos, muy lejos, dejándolo caer 
con la misma suavidad en las cimas de una alta montaña, a 
muchos kilómetros de distancia. 
El poder de las metáforas 
Sus dudas y lucha interna hasta dejarle evaporar, le permi-
tían ahora recordar y archivar con más firmeza todo lo su-
cedido y su experiencia. Se dijo satisfecho: 
-,- Sí, ahora conozco mi verdadera identidad. 
El río estaba empezando a aprender, y así se preguntó de 
nuevo: 
- ¿Y cómo es posible que las arenas supieran todo esto? 
De nuevo la voz le susurró: 
-Nosotras conocemos, porque vemos suceder esto día 
tras día, y porque nosotras las arenas, nos extendemos por 
todo el camino que existe desde las cumbres de las monta-
ñas hasta los valles y desiertos. 
Así pues, el camino que el Río de la Vida ha de recorrer, es-
tá escrito en las Arenas. 
Siempre, desde que el hombre es hombre, ha venido suce-
diendo lo mismo. Tal vez, cambia la época, el lugar, el ropaje o 
los parroquianos, pero en cualquier circunstancia donde quie-
ra que haya gente, ésta se reúne en torno a un personaje para 
escuchar sus narraciones. Una veces al amor de la lumbre en 
las gélidas noches en medio de la nada, otras, acomodados en 
lujosos sillones de un despacho de la Sa Avenida en Nueva 
York. Poco importa el entorno, lo que incumbe, era que las 
historias estaban diseñadas y relatadas a medida de la audien-
cia. Poco contaba el rango social del público, la trama giraba 
siempre en torno a sus conflictos, preocupaciones, inquietu-
des o problemas. Cada cual extraía aquello que se ajustaba a su 
realidad, a sus necesidades fuera las que fueran. El contador 
de cuentos iba sacando de su chistera un paisaje poblado de 
personajes variopintos, cargados de vivencias, que astutamen-
Metáforas como vía de transmisión 51 
te movidos -histrionismo, bufonadas, dramatizaciones, silen-
cios--, trazaban el contenido. Unas veces las protagonizaba un 
sabio que mostraba el camino al buscador, otras, un necio pa-
rodiando estúpidas actitudes humanas comunes, otras, un rey 
y su complejo quehacer, más allá un caminante tras el rastro 
del sentido de la vida, o una princesa, o un derviche, o un es-
píritu de la naturaleza. En ocasiones los hechos se despliegan 
en el desierto, o tras las murallas de una mítica ciudad, o en las 
profundidades de un bosque encantado. Se habla en ellos del 
valor, de la sinceridad, de la sumisión, del servicio a los demás 
o de la responsabilidad. Se anima a enfrentarse a la cobardía, a 
la mentira, al egoísmo o al atolondramiento. Unas veces los 
personajes viajan en caravanas, otras solos, navegan en bajeles, 
cabalgan dromedarios, vuelan en alfombras, conducen coches, 
escalan montañas o descienden simas. Unos superan avatares 
en el desierto, y otros sucumben a las catástrofes. Toda clase 
de peripecias, aventuras y situaciones, se tejen en la trama, 
emocionando, atrayendo y complaciendo. 
Pero tal vez te preguntes: ¿Cuál es el objetivo del arcaico o 
moderno bardo? 
Nuestro narrador no narra por narrar. El relator sabe que ca-
da uno de sus oyentes está viviendo la historia como propia. 
Cuando tienes experiencia como contador de metáforas, sa-
bes, que aquellos que escuchan realmente viven la semblanza 
en su interior. La gente se asocia a uno u otro personaje ha-
ciendo propia todo el tiempo el episodio. 
Tanto las historias consagradas como las modernas metáforas 
terapéuticas y educativas tienen como demento fundamental la 
habilidad para comunicar una estrategia o una alternativa, in-
cluso un aprendizaje para resolver un problema específico. En la 
El poder de las metáforas 
narración, alguien se encuentra ante un reto que supera siguien-
do ciertas pautas o lo transforma de cierta manera. La táctica 
que el protagonista maneja para resolver la contrariedad, puede 
aportar información adicional para que el sujeto oyente encuen-
tre nuevas alternativas, no consideradas hasta el momento, en 
situaciones similares. Si el problema planteado en el cuento es 
equivalente a uno tuyo, fácilmente encajarás con el héroe o pro-
tagonistas,y hagas tuya la alegoría sintiéndote cada vez más in-
teresado por el desenlace del argumento. 
METÁFORAS: 
Las met4foras quizás sean 
una de las potencialidades 
más intet[feras del hombre. 
Su ifreacia raya en lo mágico, y 
parece U11a lzerranlÍel1ta para 
la creación que Dios olvidó 
dentro de una de sus criaturas 
cuando la creó. 
JosÉ ORTEGA y GASSET 
na metáfora terapéutica o educativa puede ser 
cualquier relato, cuento, novela, guión cinemato-
gráfico -incluso película-, anécdota, fábula, pa-
rábola, leyenda o historia, diseñada y redactada con la intención 
de instruir, enseñar o aconsejar al oyente o lector, procurando 
que éste se implique en el contenido estableciendo una relación 
consultiva y una búsqueda transderivacional. En ocasiones, ni 
tan siquiera se precisa la intervención directa del terapeuta o co-
municador en la delineación y presentación de la metáfora, bas-
El poder de las metáforas 
ta con que la historia que llega hasta el sujeto cale tan profunda-
mente en él, que se involucre de lleno en la misma y extraiga los 
contenidos alegóricos subyacentes que le convengan para re en-
cuadrar cualquier situación de su estado presente. 
Metáfora como ya vimos viene del griego metaphorá que 
significa traslado y que derivó del término me-taphéro equiva-
lente a «yo transporto, empleo figuradamente». Accediendo 
a definiciones académicas encontramos en la Enciclopedia Es-
pasa la siguiente: «Metáfora: Tropo que consiste en trasladar el 
sentido recto de las voces en otrofigurado, en virtud de una com-
paración tácita. Cuando es continuada se trata de: Alegoría en 
que unas palabras se toman en sentido recto y otras en sentido fi-
gurado». Ambas acepciones, curiosamente, nos traslada al uso 
de algo para transportarnos a otro lugar. 
Otra definición muy interesante, que tal vez muchos lecto-
res conozcan, es la que en su día plasmó Sheldon B. Kopp, en 
su difundido libro Gurú: Metáforas de un psicoterapeuta, que 
dice: «Por lo general, una metáfora se define como una ma-
nera de hablar en la que una cosa es expresada en palabras de 
otra, uniendo de ese modo a las dos y esta unión arroja nueva 
luz en el carácter de lo que está describiendo ... 
Sin embargo, para nuestro propósito, consideramos ésta en el 
amplio sentido, como detonadora de cualquier clase de compara-
ción como base del tipo de iluminación que denominamos poéti-
ca. Yo defino la metáfora como un tipo de comunicación analógi-
ca que transmite cierto tipo de conocimiento sobre algo de forma 
figurada. A tal efecto, es un modo de conocer el metafórico, que 
permite no depender del pensamiento lógico y perceptual, sino 
que nos abre las puertas de la intuición y de dimensiones sub-
conscientes -o supra-conscientes--, plagadas de simbolismos 
Metáforas: La comunicación analógica 55 
emanados de la experiencia y que tienen significados globales pa-
ra cada uno de los hechos. Y yendo más lejos aun, podríaffiDs con-
siderar la metáfora como un generador de imágenes propias y 
contenidos analógicos del mapa personal dé cada oyente, por en-
cima de interpretaciones o comparaciones analíticas. 
Lingüísticamente la metáfora es un proceso de. crecimiento 
de la semántica evolutiva. A medida que el ser humano evolu-
ciona, su lenguaje se hace cada vez más metafórico o poético si 
quieres. Esto es debido al propio proceso de la expansión de la 
con-ciencia, que ya no puede encorsetarse en el léxico común 
para transmitir otras percepciones o comprensiones. Un sen-
timiento, una experiencia trascendente o única, difícilmente 
pueda ser vertido a términos coloquiales. La metáfora orienta 
la mente hacia la libertad y la novedad, se nos da la opción de 
aplicarla a nuestras propias necesidades sin limitación de nin-
gún tipo, nos estimula, y aún más nos ofrece una clase de vi-
sión y de verdad inaccesible a la manipulación racional y 
computarizada. 
A partir de aquí comienza la andadura de este trabajo: pre-
sentar un modelo de comunicación profundo para terapia, 
educación o transmisión de conocimiento de altísima eficacia, 
basado en el uso de las metáforas como canal de flujo. 
~ienes tienen formación, o por lo menos han leído, PNL, 
saben que esta metodología se funda-menta en la comunica-
ción y en el lenguaje como medio para llegar a la estructura 
profunda del individuo. También es de sobra reconocido que 
la comunicación entre los seres vivos puede ser -al igual que 
ellenguaje-- digital (cerebral, analítico, lógico, explicativo y 
técnico) y analógico (imaginativo, poético, simbólico, alegó-
rico, metafórico y onírico). 
El poder de las metáforas 
Para unificar los términos de referencia, es importante resal-
tar, que consideramos la comunicación como el sistema de 
comportamiento integrado que calibra, regulariza, mantiene 
y, por ello, hace posible las relaciones, entre los hombres. En 
consecuencia, podemos ver en la comunicación el mecaniShlO 
de organización social, de la misma forma que la transmisión 
de la información es el mecanismo de comportamiento comu-
nicativo. Mientras que el lenguaje sería el sistema de signos y 
sonidos articulados con los que el hombre comunica a sus se-
mejantes lo que piensa o siente. 
Sin duda lo que más nos diferencia de otras especies terres-
tres, es la capacidad que los seres humanos hemos desarrollado 
para articular palabras, relacionarlas con los objetos y cons-
truir frases que signifiquen aquello que queremos comunicar, 
ésta podría ser una definición de lo que es el lenguaje. De to-
das las formas de manifestación de las conductas humanas, la 
que posiblemente se haya estudiado en mayor profundidad 
sea el sistema del lenguaje. En PNL estimamos que toda ma-
nifestación humana es una conducta, y como tal, considera-
mos tanto la comunicación como el lenguaje. 
Una de las tareas de la Programación Neuro-lingüística-y 
también de la psicología--, es lograr la comprensión de la con-
ducta humana y modelarla. Por supuesto que la conducta hu-
mana es tremendamente compleja, pero el hecho de que el 
comportamiento humano sea complejo, no excluye que tenga 
una estructura, y que ésta no esté regida por reglas. También 
es cierto, que aunque afirmemos que la conducta humana es 
descriptible mediante un conjunto de reglas, no quiere decir 
en absoluto que nuestro comportamiento esté determinado o 
que sea totalmente predecible. 
Metáforas: La comunicación analógica 57 
Para abordar el trabajo de exploración y entendimiento de las 
estrategias subyacentes en este tipo de conductas, el lenguaje y 
la comunicación, se han sido dividimos en dos componentes, 
que le dan consistencia a ambas manifestaclones comportamen-
tales, y que son los elementos ver-bales y no verbales de los mis-
mos, a los que llamamos también, digital y analógico. 
Según la investigación llevada a cabo tanto por Albert Ne-
hrabian, como por Birdwhistell, y otros muchos investigado-
res, aceptada universalmente, la estructura de la comunicación 
entre personas está organizada como se indica en el cuadro. 
ESTRUCTURA DE LA 
COMUNICACiÓN ENTRE PERSONAS 
DIGITAL 
A 
N 
A 
L 
O lF,~rma) 
G 
I 
C 
O 
TOTAL 
7% Palabras (contenido) 
{ 
i:~re 
38% Calidad Velocidad 
de la voz Volumen, Etc. 
{
Respiración 
55% Fisiología Movimientos 
100% 
Postura 
Mirada 
El componente digital de la comunicación es el significado 
de las palabras, los dígitos, lo que decimos, el contenido. 
Mientras que el componente analógico se refiere a la calidad y 
a la forma, o cómo lo decimos. En este segundo aspecto o 
El poder de las metáforas 
componente, intervienen fundamentalmente la calidad de la 
voz (intensidad, tono, cadencia, etc.) y la fisiología (respira-
ción, postura, etc.). 
Respecto al lenguaje, ya lo expuse líneas atrás, también ad-
mitimos tal consideración y nos referimos a un aspecto digital 
del mismo cuando éste es expresado de forma cerebral, analí-
tica, lógica, explicativa y técnica.Cuando nos remitimos a és-
te, estamos hablando estrictamente de palabras, conjunto de 
signos a los que se les ha adjudicado cierto significado no rela-
cional, es decir, que la palabra escrita o pronunciada no guar-
da ningún tipo de relación concordante. Estilográfica no se 
parece en nada a ese instrumento cilíndrico con punta afilada 
por el que fluye tinta y que usamos para escribir. En tanto, 
analógico sería un modo narrativo imaginativo, poético, sim-
bólico, alegórico, metafórico y onírico. Aquí aludimos a todo 
tipo de símbolos, onomatopeyas, e incluso retruécanos que 
conectan la parte con el todo. 
El lenguaje en su conjunto es el modelo más representativo 
de nuestra experiencia, a pesar de que el contenido digital del 
mismo solo representa el 7% de la comunicación entre huma-
nos. Con el lenguaje no sólo nos comunicamos con los demás 
de nuestra especie, sino con nosotros mismos. El hecho de que 
se rija por estructuras comprensibles --y, por tanto, maneja-
bles--, lo convierte en una herramienta altamente precisa y 
operativa, de la que podemos valernos tanto para profundizar 
en nuestra comprensión, como para realizar cambios o modi-
ficaciones en la experiencia subjetiva de las personas. Ten pre-
sente no obstante, que aunque el aspecto digital sea sólo un 
7%, en la interacción hablada o escrita, tanto en terapia o en la 
enseñanza, hemos de valernos de ambos. 
Metáforas: La comunicación analógica 59 
Como quiera que a nosotros, y dentro del contexto meto-
dológico del libro, lo que nos interesa en conocer cómo opera 
el modelo y cómo usar el lenguaje en la construcción y recita-
ción de los cuentos, profundizaremos un poco en la gramática 
transformacional que es la base sobre lo que trabajaremos. 
Así pues, la organización y mecanismos del lenguaje huma-
no, la escuela contemporánea de N. Chomsky de gramática 
transformacional que lo que manejamos, propone una rela-
ción entre lo hablado o escrito por un individuo y algunas re-
presentaciones lingüísticas más internas, en la producción de 
una frase. Dentro de este esquema, el sonido actual emitido, o 
la secuencia escrita de símbolos y frases, se llama estructura su-
perficial (ES), mientras que la estructura profunda (EP) sería 
también, un sistema de símbolos y frases pero mucho más· 
complejo y abstracto. 
La estructura profunda es la representación lingüística com-
pleta de la experiencia de una persona, como veremos más 
adelante explicado más profusamente; y podría ser considera-
do como el pensamiento real que hay detrás de la frase mani-
festada a través de la estructura superficial. 
La teoría es que la EP se transforma en ES mediante una se-
rie de reglas. Los gramáticos transformativos dicen que la EP 
y la ES están relacionadas mediante ciertas operaciones for-
males que están de acuerdo con los conceptos de generaliza-o 
ción, eliminación y distorsión, identificables y manejables. 
Así pues: 
Estructura superficial son las palabras o conjunto de palabras con 
su sonido (para el habla) o símbolos y signos (para el escrito). 
Estructura profunda es lo que significa cada sonido y símbo-
lo para cada hablante en su experiencia interna. 
El poder de las metáforas 
Un ejemplo: 
Estructura superficial: 
«El coche fue reparado» . 
Esta frase implica los siguientes procesos como mínimo: 
• ~e se ha producido un suceso en el pasado. 
e ~e se trata de un hecho complejo, no simple . 
• El hecho contiene varios elementos implicados: 
~ Alguien que ordenó la reparación. 
~ Existe un agente: Empresa o persona que actuó. 
~ Existe un sujeto: El coche repara-do. 
~ Un hecho anterior: El coche necesitaba una reparación. 
~ Existen unas herramientas: Útiles de mecánica, electrici-
dad, chapistería, etc. 
MANIFESTACIÓN LINGüíSTICA 
Puntos de pérdida 
o distorsión de la 
información total. 
e 
b 
a 
TRANSFORMACIÓN 
TRANSFORMACIÓN 
TRANSFORMACIÓN 
Estructura Pro!uDda 
EXPERIENCIA 
Proceso de 
DERIVACIÓN 
Metáforas: La comunicación analógica 61 
En consecuencia, la EP del ejemplo sería: «Un coche que ne-
cesitaba algún tipo de arreglo ha sido intervenido por alguien 
que ha utilizado ciertos oficios y herramientas, ordenado por un 
tercero, y con ello ha generado y producido una nueva situación 
y un aspecto renovado en el vehículo de alguien». 
Como se observa, la mayoría de los elementos contenidos 
en la EP no aparecen en la ES, a este proceso «limpieza» o 
simplificación se le llama derivación, y corresponde a las trans-
formaciones que los elementos de la EP van sufriendo hasta 
ser conducido hasta la ES que es la que exteriorizamos. 
Lo paradójico de la condición humana es que los mismos 
procesos que nos capacitan para manipular símbolos y crear 
modelos -que nos permiten sobrevivir, cambiar, crecer y dis-
frutar- son los mismos que nos abocan a empobrecer nuestro 
modelo del mundo, sobre todo cuando tendemos a confundir 
el modelo con la realidad. Así pues, podemos identificar tres 
mecanismos generales de derivación con los que, dependien-
do de nuestra actitud, podemos enfrentar efectivamente el 
mundo o derrotarnos a nosotros mismos, y son como ya sa-
bes: generalización, eliminación y distorsión. 
Generalización: Proceso mediante el cual algunos elementos 
del modelo de la persona se desprenden de la experiencia ori-
ginal y llegan a representar la categoría total. 
Un perro me ha mordido ~ Todos los perros muerden. 
Me han dejado mi pareja ~ Nadie me quiere. 
No hay generalizaciones correctas o no en sí mismas. Pero es 
importante considerar que una misma pauta, regla o norma, 
es útil o no según el contexto. 
Eliminación: Merced a este procedimiento, prestamos aten-
ción de forma selectiva a ciertas dimensiones de nuestra expe-
El poder de las metáforas 
riencia, al tiempo que excluimos otras. La eliminación reduce el 
mundo a dimensiones en que nos sentimos capaces de manejar-
lo. Puede ser útil en ciertos contextos, y, en otros, causa de sufri-
miento. Gracias a esta capacidad, podemos aislar nuestros pen-
samientos del ruido o fijar nuestra atención en una sda persona 
entre la multitud. Por otro lado, alguien que se considere a sí 
mismo un inútil, rara vez valorará debidamente aquellas cosas 
que es capaz de hacer bien, o sólo escuchará los cumplidos de 
otras personas, si atentan contra su propia valoración. 
Distorsión: Es el mecanismo nos permite hacer cambios en 
nuestra experiencia de los datos sensoriales que percibimos. 
Posibilita, por ejemplo, la creación artística, la imaginación, la 
proyección en el futuro, etc., o bien la interpretación errónea 
de cualquier mensaje. 
Dado que utilizamos el lenguaje como sistema representa-
cional de nuestra experiencia, nuestras representaciones lin-
güísticas están sujetas a esas tres universales del modelaje hu-
mano. Esto, además, viene facilitado por el hecho de que 
generalmente no somos conscientes del proceso de selección 
de las palabras que utilizamos, debido a nuestra total familia-
ridad con el propio idioma. 
Mesa Silla 
Perro Gato 
Metáforas: La comunicación analógica 63 
Además de lo ya referido, el lenguaje de un nativo parlante, 
al igual que posee dos componentes, -digital y analógico-, 
también tiene dos significados básicos, uno como representa-
ción lingüística interna, y otro como la comunicación verbal 
externa, que equivalen a la EP y ES respectivamente. 
Así que, consideramos que la palabra no es la cosa nombrada. 
Se trata pues de una representación, un conjunto de sonidos, 
signos y símbolos con los que codificamos nuestra experiencia 
interna. Gregory Bateson nos explicaba muy simplemente en su 
libro Pasos hacia una ecología de la mente, diciendo, que la pala-
bra mesa no tiene nada que ver y nada que se le parezca a una 
cosa tabuliforme, y que del mismo modo la palabra perro, no se 
parece a un animal mamífero, ni ladra, ni come carne. 
Por consiguiente, la primera de las características que hemos

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