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EFECTOS CONTAMINATES

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERU
FACULTAD DE SOCIOLOGÍA
EVALUACION DEL IMPACTO AMBIENTAL
TEMA
EFECTOS CONTAMINANTES DE LOS ENERGIZANTES
SEMESTRE: X
DECENTE: Zonia Santana Camargo
ALUMNA: 
CODIGO DE LA ALUMNA: 
HUANCAYO - PERÚ
2018-I
DEDICATORIA:
Quiero dedicarle este trabajo 
A Dios que me ha dado la vida y fortaleza 
para seguir adelante con mis estudios universitarios. 
A mis Padres por estar ahí cuando más los necesito; en 
especial a mi madre por su ayuda y constante cooperación.
También para este trabajo quiero agradecer a mi abuelo que aunque enfermo de la cabeza siempre está ahí que fastidia.
A mi profesora por la enseñanza que nos brinda, 
por ser la mejor licenciada de la facultad de sociología.
INTRODUCCION 
Las bebidas energizantes son productos de venta libre, promocionados como una forma de aliviar la fatiga, mantener la vigilia, mejorar el rendimiento físico y estimular las capacidades cognitivas ante situaciones de estrés. Adolescentes y adultos jóvenes son sus mayores consumidores, buscando mejorar su rendimiento intelectual, vincularse socialmente y/o antagonizar los efectos del alcohol, motivaciones surgidas de la publicidad y las creencias populares. Dado que toda la población tiene libre acceso a estas bebidas, su publicidad es abierta y masiva y la única restricción que contempla la ley es la venta a menores de edad. El consumo se ha disparado en los últimos años, aunque su seguridad no esté completamente estudiada. Este es un problema relevante, pues diversos componentes de estas bebidas pueden representar un riesgo para la salud de quienes las consumen, especialmente sin restricción de cantidad.
En 2011 la European Food Safety Authority realizó un estudio para recolectar datos sobre el consumo de bebidas energizantes en 16 países de la Unión Europea. Se encontró que 68% de los adolescentes, 30% de los adultos y hasta 18% de los niños las habían consumido con alguna variación entre los países evaluados.
Entre la población juvenil, los estudiantes universitarios tienen una mayor predilección por estas bebidas, los más proclives a su consumo son los de medicina, según estudios realizados en Nueva York, Turquía y Canadá, en los cuales la población estudiada refiere que la ingestión frecuente es realizada con el objetivo de lograr un mayor rendimiento académico (34,8%) y controlar los efectos de la intoxicación por alcohol (11,9%). Aun teniendo conocimiento de su posible toxicidad, los estudiantes universitarios objeto de estos estudios las consideran un producto seguro. En otro estudio realizado en Estados Unidos en estudiantes de grados 8, 10 y 11, también se encontraron altas frecuencias de consumo, hasta de 30% diario, adicionalmente con reportes de tasas de consumo regular de otras sustancias psicoactivas, como alcohol, cigarrillos y otras sustancias potencialmente adictivas.
En Latinoamérica, 64,9% de personas han ingerido bebidas energizantes, de ellos 87,6% las han mezclado con alcohol; los consumidores principales son personas entre 14 y 25 años. En un estudio realizado para determinar motivación, percepción y patrones de ingestión de las bebidas energizantes de este grupo etario, adujeron las siguientes razones para tomarlas, en su orden: producción de energía y mantenimiento de la vigilia, sabor, antagonismo de los efectos del alcohol, facilitación de la ebriedad y vinculación social. Los participantes relataban el consumo de dos a cinco latas de 250 mL durante una noche, la mezcla con alcohol (29,7%) y la utilización simultánea de otras sustancias de abuso, como marihuana (54,2%), cocaína (11,7%), éxtasis (12,5%) o metanfetaminas (3,3%). La mezcla de estas sustancias ha ido incrementándose debido a la vinculación social que genera.
Reseña histórica
El primer registro de bebidas energizantes se remonta a 1906, cuando una de las más conocidas marcas de gaseosas colas, se ofertaba como tal; sus efectos estaban dados por sus altas concentraciones de cafeína. Posteriormente en 1926, en el Reino Unido, aparece una bebida creada por William Owen con el propósito de generar una fuente de energía para ayudar a la recuperación de pacientes enfermos. A partir de 1938 dicho producto se comercializa hacia nuevas compañías.
Estas bebidas evolucionan en Asia en la década de 1960, en el proceso de búsqueda de alimentos para aumentar la energía y disminuir el agotamiento físico y mental (9); en 1962 aparece en el mercado la primera bebida energética de Japón, compuesta por taurina, vitaminas del complejo B, niacina y ginseng; en la misma época, en Tailandia, se produjo una bebida a la cual se le agregó, además de los anteriores, cafeína y azúcar. Durante los años 1970 y 1980 la industria de bebidas colas iniciaron la producción de diferentes productos con altas concentraciones de cafeína, azúcar, e incluso mezclas con guaraná, pero con el surgimiento de la más conocida bebida energizante en Austria en 1987 y su posterior llegada a Estados Unidos en 1997; el comercio de dichas bebidas comenzó a aumentar exponencialmente a nivel mundial. En nuestro país se encuentran disponibles desde agosto de 2003.
Tipos y composición
Se estima que existen más de 300 variedades de bebidas energéticas en el mundo, de las cuales el 60% son provenientes de Estados Unidos. Desde 1998 hasta 2003 las ventas sobrepasaron las cifras esperadas con aumento de 465% para el 2006 con ganancias de cinco billones de dólares. Para el 2008, la industria de bebidas energizantes alcanzó ventas mundiales de hasta 26,9 mil millones de dólares, además de ser considerada el tipo de bebida más vendida entre la población joven.
Entre los principales componentes de las bebidas energizantes se encuentran las metilxantinas, los aminoácidos taurina y L-carnitina, y el carbohidrato glucuronolactona; ciertas bebidas reemplazan la cafeína por guaraná y las promocionan como más seguras, por tratarse de un extracto vegetal; pero cada gramo de guaraná posee 36,8 mg de cafeína, 2,2 mg de teobromina y 1,1 mg de teofilina, por lo cual su potencial tóxico no disminuye. Además dichas concentraciones no son tenidas en cuenta para calcular la cantidad total de cafeína en una bebida energizante, pues hasta el 8% del contenido total del extracto de guaraná puede ser cafeína, dependiendo del método utilizado para la producción del extracto y del tipo de semilla usado. De esta manera, el contenido total de cafeína puede ser subvalorado, lo que significa un aumento en el riesgo de ocurrencia de las reacciones adversas asociadas a cafeína reportadas en la literatura, detalladas más adelante.
Otro de los principales componentes de las bebidas energizantes es la glucosa, usualmente presente en altas concentraciones y la cual puede mejorar el rendimiento cognitivo, particularmente la memoria espacial, lógica, de corto y largo plazo, según algunas afirmaciones. Otras bebidas adicionan vitaminas, minerales y componentes no determinados, solo reportados en forma genérica y sin determinar su concentración en las tablas de composición de estas bebidas. Más aún, en muchas de ellas se reporta el agregado de una ''mezcla energética'' (energy blend), cuyos ingredientes son indeterminados; en algunas de estas bebidas se reportan los componentes de esa mezcla, pero no se definen sus concentraciones.
LOS RIESGOS DE CONSUMIR BEBIDAS ENERGIZANTES 
 
Revertir el cansancio y la fatiga, evitar el sueño, mejorar el rendimiento físico, brindar energía y mejorar el estado anímico son algunas de las promesas de las bebidas energizantes. Pero, ¿qué pueden producir en el organismo?
Estas bebidas nacieron como complemento deportivo. Por eso consumir una sola lata y esporádicamente no representa mayor problema. La preocupación surge por el uso inadecuado de las mismas.
“Cuando se toman muchas bebidas energéticas en un periodo corto de tiempo, el organismo podría colapsar. Una persona sedentaria, por ejemplo, podría ser la más afectada, debido a que las bebidas energéticas en altas dosis elevan el ritmo cardiaco y la presiónsanguínea. Además, por contener cafeína son adictivas, producen insomnio, taquicardia, irritabilidad y ansiedad, entre otros síntomas menos comunes”, aseguró el médico cardiólogo Julián Coronel.
El exceso de estas bebidas tanto en el deporte, en las salidas nocturnas y en la vida cotidiana puede generar también deshidratación. De igual manera puede causar temblores, malestar intestinal, dolor en el pecho, diarrea, dolor de cabeza y hormigueo en el cuerpo. Al ser un producto que disminuye el sueño, puede afectar la concentración y aumentar el apetito que conlleva a la obesidad.
ALARMA NACIONAL
La semana pasada el Consejo de Estado ordenó al Ministerio de Salud expedir una reglamentación para que las bebidas energéticas Red Bull, Vive 100 y Monster, comercializadas en el país, aclaren en sus empaques sus efectos nocivos.
La preocupación surgió al ver que los niños consumen estas bebidas sin tener conciencia de que son estimulantes y perjudiciales para los sistemas cardiaco y neurológico. Además, son consumidas como bebidas comunes o hidratantes, lo que aumenta aún más el problema.
Según el doctor Alberto Negrete, cardiólogo y electrofisiólogo del Centro Médico Imbanaco, “Estamos viendo casos severos de arritmias cardíacas en jóvenes por el alto consumo de estas bebidas que contienen cafeína, taurina, guaraná, todas juntas, y que son estimulantes”, cuenta.
UNA MEZCLA EXPLOSIVA
Un error frecuente es mezclar estas bebidas con licor. “Es común ver cómo actualmente los jóvenes consumen esta mezcla, sin saber el mal que le hacen a su organismo. Tanto el alcohol como los energizantes son vasodilatadores, si se hace la mezcla, pueden causar distintas complicaciones en el cuerpo como la hipertensión o en algunas ocasiones, arritmia cardiaca”, explicó Coronel.
Los médicos coinciden que es un error llamarlos energizantes y más bien deberían llamarse estimulantes. Su peligro radica en que esa gran cantidad de cafeína ingerida a la par con licor permite llegar a un estado de ebriedad sin conciencia, incluso a un “coma alcohólico”, porque retrasa los efectos del alcohol. Otras consecuencias pueden ser: convulsiones, infarto, accidentes cerebrovasculares o muerte súbita.
Un adolescente puede tomarse entre tres o cinco latas de estas bebidas mezcladas con licor en una noche. Esta altísima carga de cafeína (equivalente a unas 30 tazas de café) aumenta la frecuencia cardíaca, somete a un mayor roce de la pared interna de las arterias y produce una irritación que puede generar un coágulo que tape la arteria y produzca el infarto.
En el largo plazo, estas infusiones terminan afectando diferentes sistemas, especialmente el cardiovascular y el neurológico, porque, en su afán de sentir mejor sus efectos, los adolescentes las mezclan incluso con drogas alucinógenas. Los efectos o daños comienzan en el sistema hepático.
Ha sido de tal magnitud la expansión de su consumo en el mundo, que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), promovió en 2005, una ley que obligó a las empresas productoras, a reducir la cantidad de cafeína de 35 a 20 miligramos por cada 100 mililitros. Medida que logró disminuir el riesgo cardíaco en sus consumidores.
No obstante, estas bebidas no se deberían consumir, insiste el doctor Alberto Negrete, bajo el argumento de que “Usted no sabe si tiene una enfermedad cardiaca preexistente. La bebida puede ser el detonante de un infarto y la muerte”.
Los riesgos a la salud de consumir bebidas energéticas
Estas bebidas son populares entre los estudiantes, atletas, profesionales y gamers, y cualquiera que tenga que conducir una gran distancia en una sola noche. Todos necesitamos un impulso de vez en cuando, pero existen formas más seguras de obtenerlo. Las bebidas energéticas son un cóctel de cafeína, azúcares y muchos ingredientes más. Algunos de ellos, como las hierbas y vitaminas incluso suenan saludables, pero ¿qué es lo que hace tan peligrosas a estas bebidas entonces?
Exceso de azúcar
Hay dos riesgos principales en las bebidas energéticas, los neurológicos y los cardiológicos. En otras palabras, tu sistema nervioso o tu corazón. Los catalizadores de estos problemas son precisamente los ingredientes que te hacen sentir más energía: grandes cantidades de cafeína y azúcar.
Estas bebidas pueden contener hasta 78 gramos de azúcar por porción. Son 20 cucharadas de azúcar con cada bebida. Es cierto que esa es la parte alta de la escala, pero en promedio suelen contener 30 gramos de azúcar por envase y 280 calorías. Si tu objetivo es perder peso sólo estás haciendo más difíciles las cosas. Debes saber que 280 calorías son 35 minutos de burpees, amigo.
Aún si estás en forma y puedes evitar la ganancia de peso o la diabetes, el azúcar en exceso es una de las principales causas de enfermedades cardiacas. Un estudio encontró que las personas cuya ingesta de calorías incluye 25% o más de azúcares, tienen más del doble de probabilidades de morir producto de enfermedades cardiacas que aquellos cuya dieta sólo contiene 10% de azúcar o menos.
Muchas compañías ofrecen versiones sin azúcar. Pero sólo la reemplazan con endulzantes artificiales como aspartame, los cuales son aún peores para la salud. Pueden dañar tu metabolismo, causar obesidad o diabetes.
Cafeína
La cantidad exacta puede variar, pero en promedio, las bebidas energéticas contienen entre 70 y 100 mg de cafeína –tanto como una taza de café. Eso no suena muy peligroso, y no suele serlo para un adulto saludable. El problema con la cafeína es que al combinarse con otros estimulantes, puede desatar problemas de salud preexistentes. Éstos incluyen desórdenes genéticos que no sabes que tienes. Eso es probablemente lo que le sucedió a Anais Fournier.
Las compañías que producen estas bebidas aseguran que sus productos son seguros si se consumen en las dosis recomendadas. Pero es difícil saber exactamente cuánto puedes beber. La información suele estar escondida o ser difícil de comprender. De lo que no hay duda es que estas compañías quieren que consumas tanto de su producto como sea posible. Las advertencias están ahí simplemente por razones legales.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las bebidas energéticas tienen un "efecto negativo probado en los niños". Casi 50% de las personas que sufren sobredosis de cafeína tienen menos de 19 años. Los adolescentes deberían limitar su consumo a no más de 100 mg de cafeína por día. La cantidad para los niños es cero.
Combinadas con alcohol
En los primeros años de la década pasada, las compañías de bebidas energéticas comenzaron a dirigir sus productos a las personas que asisten a clubes nocturnos. Convencieron a los encargados de los bares de promover las combinaciones de sus productos con alcohol, creando cócteles como las Jägerbombs y los Red Bull vodkas. Lamento arruinar la fiesta, pero la combinación incrementa los riesgos de ambos. El café es un estimulante, mientras que el alcohol es un depresivo. Mezclarlos puede dañar tu sistema.
Una forma en que esto se manifiesta es el efecto de "retrasar la ebriedad". El estimulante disimula las señales que usas normalmente para determinar que estás intoxicado. En otras palabras, estás ebrio, con la misma pérdida de cognición y habilidades motoras, sólo que no lo sabes. Esto significa que probablemente beberás más y más rápido de lo que lo harías normalmente.
La cafeína no altera el nivel de alcohol, sólo tu percepción del mismo. Eso significa que dado que bebes más, todos los riesgos asociados con el alcohol se incrementan. Un estudio encontró que las personas que mezclaron alcohol con bebidas energéticas eran dos veces más propensas a conducir ebrias y mucho más propensas a abordar un auto conducido por alguien en estado inconveniente.
BIOGRAFIA 
https://www.lanacion.com.ar/2110355-energizantes-alertan-sobre-los-peligros-de-combinar-su-consumo-con-alcohol
http://latam.askmen.com/noticias-salud/4935/article/los-riesgos-de-consumir-bebidas-energeticas

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